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The secreto of Kookie. por HaruLollypop

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《J-Kook》


Me acosté cansado en mi cama  debido a las practicas de baile de la nueva canción  "Dope". Esta coreografía estaba resultando ser una de las más difíciles que habíamos echo ... ¡Ni si quiera la del debut se me complicó de ésta manera!
Giré mi cabeza hacía el espejo y levanté mi camisa, pegué un par de palmadas en ella y suspiré. Tengo que ir al gimnasio de la compañia.

-¿Kook? -unos golpes en la puerta y la voz de mi hyung me hicieron volver al mundo- ¿Estás  despierto?

-Sí Hoseok hyung, pasa -me incorporé en la cama para poder hablar con él-

-¿Quieres venir al gimnasio conmigo? -preguntó- Nadie quiere venir porque, según ellos, estan muy "cansados" -esto último lo dijo haciendo comillas con sus dedos-

-Justamente estaba pensando en ir.

Pocos minutos después ya nos encontrabamos allí. Empezamos por la máquina de caminar, inconscientemente mis ojos se desvían hacia las piernas de mi hyung, fuertes y muy bien entrenadas. Una vez cansados de correr Hoseok se sentó en el banco de pesas, echándose hacia atrás y marcándosele todos , pero TODOS, los músculos.

-Pequeño pervertido, sé que me estas mirando -sentí como se reía mientras que yo me ponía totalmente rojo-

-L-lo siento hyung -mordi mi labio y a regañadientes aparté la mirada de su cuerpo-

-No he dicho que esté mal. Pero si te vas a dedicar a enviarme esas miradas lascivas mejor déjame tocarte.

Se levantó del banco y se abalanzó sobre mi boca antes de que pudiera decir algo. Caminamos de espaldas asta que mis piernas chocaron con la colchoneta de deportes, para seguidamente, tirarme sobre esta.

Me abalanzé sobre él, metiendole las manos  por debajo de la camiseta para sentir su piel húmeda y la dureza de sus músculos.

-Desnúdate. ¡Pero ya!

Se reía mientras se quitaba las deportivas y se sacaba la camisa por la cabeza.

¡Dios mio! ... verle en carne y hueso ... No había ni un solo gramo de carne en ninguna parte, solo lo justo y necesario. Tenía unos abdominales perfectos y aquella V ... ¡quería lamerla!

-Me he muerto y estoy en el cielo ... -dije mirando sin disimulo-

-Tu sigues vestido -Arremetió contra mi ropa, me arrancó la camisa sin darme cuenta a respirar. Tiró de mis pantalos y yo me quite las deportivas a patadas. Apenas había recuperado el aliento y ya lo tenía encima-

Rodamos por la colchoneta echo un revoltijo. Por donde me tocaba iba dejando una corriente eléctrica.

-Eres guapísimo, JungKook -Me plantó una mano en un pezón y a continuación empezó a devorarlo-

Grité al sentir aquel calor y el azote de su lengua. Deslizaba mis manos por su piel humeda de sudor, acariciando, apretando, buscando los puntos que le hacían gemir. Entrelaze mis piernas con las suyas, intentando darle la vuelta. Misión fallida dado que pesaba demasiado.

Levantó la cabeza y me sonrió.

-Quédate quieto. Déjame a mi.

Me besó profundamente, lamiendome la boca profundamente como solo él sabía hacerlo. Pensé  que iba a correrme con ese simple beso, si ambos le dedicabamos el tiempo suficiente. Todo él me excitaba.

Pasé las manos por su sedoso pelo húmedo. El poco vello de su pecho rozaba mis pezones erectos, atormentadome, y el contacto de su cuerpo bastaba para ponerme duro como una piedra.

-Me encanta tu cuerpo -susurró, desplazando los labios desde mi mejilla hasta la garganta. Con una mano me acariciaba el torso desde el pecho a la cadera- No me sacio de el.

-Tampoco has tenido oportunidad -me burlé-

-Creo que nunca podre saciarme -mordisqueando y lamiendo el hombro, bajó hasta cojerme el otro pezón. Tiró de el, y la pequeña sensación de dolor provocó que se me arqueara la espalda con un tenue grito- Nunca he deseado tanto algo.

-¡Házmelo entonces!

-Todavía no -murmuró, deslizándose hacia abajo, rodeandome el ombligo con su lengua- Aún no estás listo.

 

-¡¿Qué?! ¡Oh, Dios ...! No puedo estarlo más -le tiré del pelo, intentando que subiera-

 

Hoseok me cogió de las muñecas y las pegó contra la colchoneta.

 

-Tienes un culo pequeño y apretado, Kook. Te haré daño si no se ablanda y te relajas.

 

Sentí un violento extremecimiento de placer antes sus palabras. Entonces volvió a deslizarse hacía abajo y me tensé.

 

-No, Hoseok. Tengo que ducharme para eso.

 

Hundió la cabeza entre mis piernas y yo forcejeé para zafarme y me ruboricé, avergonzado de repente. Me pellizcó la cara interior del muslo con los dientes.

 

-Para ya

 

-No, porfavor. No tienes que hacerlo.

 

Me lamí los labios resecos. Tan sumamente ensimismado en él que apenas podía articular palabra. Gruño suavemente y se sumergió en busca del trozo de carne que colgaba entre mis piernas. Me pasó la lengua, lamiendo el duro tronco. Mis caderas se agitaban nerviosas y mi cuerpo, en silencio, pedía más.

 

-¡Joder JungKook! Me encanta chuparte la polla.

 

Mientras la suavidad de su lengua vibraba sobre mi glande hichado, yo hincaba la cabeza hacía atrás.

 

-Sí. Así. Haz que me corra.

 

Lo hizo. Succionando de la manera más delicada y con un lametón energético.
Me retorcia  con las sacudidas del orgasmo, temblandome las extremidades. Me clavó la lengua en el ano, mientras que yo me convulsionaba, queriendo que entrara más adentro. Sus gemidos eran frenados por mi carne, haciendo que el climax se prolongara. Se me saltaron las lágrimas debido al placer.

 

Y Hoseok no se detuvo. Rodeó la entra de mi cuerpo con la punta de su lengua y empezó a lamer mi ano, hasta que me aceleré otra vez. Me introdujo dos dedos que se retorcian y me acariciaban. Estaba tan sensible que me retorcia contra las embestidas. Cuando acercó los labios contra mi pene y empezo a lamerme, volví a correrme, gritando con voz ronca. Luego me introdujo tres dedos, abriendome.

 

-No -sacudí la cabeza de un lado a otro- No más.

 

-Una vez más -suplicó- Una vez más y luego te follaré.

 

-No puedo ...

 

-Sí que podras -sopló,  lanzandome una corriente de aire en mi carne húmeda, despertando mis terminaciones nerviosas- JungKook, me encanta oír los ruidos que haces ...

 

Me masajeó un punto delicado en mi interior y me vino otro orgasmos en forma lenta y devastadora, pero mas leve que las veces anteriores.

 

Sentí la colchoneta hundirse a mi lado y con manos rudas, me colocó en el centro. Se puso encima de mí, sujetándome y apresándome.

 

Miraba fascinado la belleza de sus ojos. Los tenía tan oscuros y dilatados que casi se veían negros. Me aferré a los bordes, cada vez más expectante. Éste orgasmo era para él, yo ya me había llevado mi parte.

 

-Fóllame -le ordené, desafiandolé con la mirada-

 

-JungKook -soltó mi nombre tras embestirme, hundiéndose asta el fondo de una sola y feroz vez-

 

Di un grito ahogado. Era enorme, dura como una piedra, y muy profunda. Me apreté a él, gozando de la sensación de tenerle dentro, llenandome.
Sus caderas se clavaban en las mias, preguntandome con eso que si le sentía.

 

Su cuerpo entero se endureció, la rígida tensión de sus abdominales era el unico aviso que me daba antes de estrellarse hacia delante. Con fuerza.

 

Grité, al igual que él.

 

-¡Dios ...! ¡Que sensación tan increible!

 

Agarrándome con más fuerza, comenzó a follarme con unas embestidas ferozes. De nuevo me inundó una oleada de placer.
Escondió la cabeza en mi cuello y se hundió rápidamente y con más fuerza diciendo, con la voz entrecortada, excitantes palabras.

 

-Estoy tan dentro de ti ... que lo noto contra el estomago ... noto la polla clavandose en ti Kook.

 

Estabamos empapados de sudor, la piel caliente y pegajosa, respirando trabajosamente. Cuando en mi interior se avecino el orgasmo todo mi ser se tensó y apretó. Él maldijo y me metió una mano por debajo de la cadera, agarrandome del trasero y elevándome de manera que, la punta de su polla pegaba en ese punto tan exquiso que tanto nos gustaba a ambos.

 

-Córrete JungKook -ordenó con aspereza- Córrete ya.

 

Alcancé el climaz sollozando su nombre. Hoseok echo la cabeza hacia atrás, extremeciendose.

 

-¡Ah, JungKook! -me estrechó con tanta fuerza que apenas podía respirar, subiendo y bajando las caderas mientras él se vaciaba entero-


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