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Mi loca vida por SergeiAnnieLove

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Notas del capitulo:

Continuación hermosas, espero que les agrade! 

Una vez terminé de vestirme y tras ese inesperado encuentro incómodo con el que ahora sería mi nuevo compañero de cuarto, me decidí a ir con el recepcionista, puesto que me interesaba de sobremanera conocer el lugar y, de ser posible, hacer amigos apenas en mi primer día en ese lugar. Cuando llegué a la recepción apenas notó mi presencia levantó la vista por encima de sus gafas de montura, mirándome con una sonrisa burlona y unos ojos bufones, quizás era por lo que había ocurrido cuando le pregunté respecto a las habitaciones compartidas, aunque verdaderamente no entendía el motivo de su risilla, puesto que a mi parecer no era en absoluto gracioso. Antes de que pudiera pronunciar palabra alguna él habló primero, rompiendo la tensión que comenzaba a formarse entre nosotros producto de mi creciente enojo dirigido hacia su forma de ser tan terriblemente molesta.




  • Supe que tuviste un encuentro inesperado con tu compañero de cuarto- soltó al fin con una risilla bastante intolerable.




  • ¿Ah sí? ¿de qué clase de encuentro hablas?




  • Pues no conozco bien los detalles- me interrumpió- pero puedo jurar que el grito de Mikhail se escuchó hasta el otro edificio.




  • ¿El grito de… quién?- me disponía a responder de una manera igualmente bufona que la suya, pero escuchar ese nombre me traía recuerdos, era como si hubiese escuchado ese nombre antes, pero cuando comencé a esforzarme en saber de dónde provenía, el recepcionista me sacó de mis pensamientos.




  • Mikhail- repitió- Mikhail, tu compañero de cuarto, ¿no me digas que su encuentro fue tan desagradable que ni siquiera se presentaron?- volvió a decir tratando de ponerse serio, pero su rostro reflejaba el esfuerzo sobre humano que hacía para no estallar en carcajadas




  • En primer lugar, no entiendo qué es tan gracioso, y en segundo lugar, no fue un encuentro TAN desagradable, un simple accidente- dije parcialmente calmado, si éste tipo no dejaba de burlarse juro que le soltaría un cachetadón en toda la boca




  • Es gracioso que te viera desnudo y te confundiera con una mujer, chico, JAJAJAJA- soltó al fin, estallando de risa mientras algunas lagrimas escapaban de sus ojos y se sobaba el abdomen debido a tantas risas




  • Sigo sin entender qué es tan cómico- respondí rojo como un tomate, en parte por la vergüenza y por otra parte por la cólera que sentía, nunca me habían agradado los tipos tan simplones, aunque mi madre siempre me decía que yo soy uno, algo así como que no me tolero ni yo mismo, y ver a otra persona igual me da coraje, quizás? Ok, ok, me desvié del tema, el chiste es que justo cuando iba a golpearle la cara una mano me detuvo, sosteniendo mi muñeca levantada firmemente, pero con sutileza. Me giré sobre mis talones para ver quién era la persona que me impedía desquitar mi furia.




  • Taylor, creo que deberías moderar tus risas, sabes que los nuevos no están acostumbrados a tus ánimos tan explosivos- le dijo el chico al recepcionista con una leve sonrisa, tras ello me miró y continuó hablando- Lamento todo ésto- soltó mi mano- mi nombre es Lars, Lars Hetfield, un gusto- agachó levemente la cabeza y prosiguió- supe que había un chico nuevo, y tratando de demorar lo menos posible decidí pasar a saludar, ahora seré tu tutor, Taylor, no te preocupes, yo me encargo- dijo por fin a un casi moribundo recepcionista que no parecía haber respirado desde que éste chico se presentó, me indicó salir por una puerta y le seguí sin dudar




  • Mucho gusto, me llamo Lukyan Raidenovitch, puede llamarme Luka si usted gusta- contesté un poco más tranquilo, habíamos llegado a una especie de jardín repleto de flores, fuentes y arbustos frondosos listos para adquirir una nueva forma a manos del jardinero- lamento lo que ocurrió hace un momento, yo, me sentí muy incómodo y bastante enojado- dije ahora con nerviosismo




  • Jajaja, no te preocupes Luka- dijo divertido mientras pasaba su brazo por encima de mis hombros y me pegaba un poco más a él- Taylor siempre hace eso con los chicos nuevos, al inicio puede ser odioso y en el peor de los casos desesperante, pero te diré que te acostumbrarás, además de que en ciertas ocasiones no viene mal un poco de su buena vibra- mientras seguíamos hablando comenzamos a caminar, decidimos conocer mejor el uno al otro, me contó varias cosas de su vida antes y después de entrar al campus y yo hice lo mismo, sin darnos cuenta había transcurrido una hora y nos encontrabamos en frente de una cafetería, se paró en seco frente a ella y cambió de tema




  • ¿Quieres tomar algo? Debió ser pesado el viaje, considerando que éste es un lugar apartado, podría apostar a que no has comido, vamos, yo invito esta vez




No pude negarme ante su propuesta, no sólo me parecería descortés, sino que sentía que no aguantaría más de 10 minutos con el estómago vacío, comenzarían a rugir mis tripitas, y sería demasiado vergonzoso. Tomamos asiento en la terraza de la cafetería, por ser las 3:00pm decidimos comer algo ni tan ligero ni tan pesado, pedimos nuestra orden y esperamos pacientemente a que llegaran nuestros ricos alimentos. No les he contado cómo es él, su cabello es de un color bastante peculiar, supongo que es tintado, pero al fijarme bien no logro distinguir algún otro cabello que no sea blanco, cejas y cabello eran de un blanco brillante, como si de nieve se tratase. Sus ojos eran de una especie de color miel que me recordaban a los de mi madre, es alto, supongo que 1.87m es un aproximado, aunque me saca una cabeza, por lo que debe estar quizá más, su cuerpo está completamente fornido, podría tumbar a un chico de un simple golpe y dejarlo inconsciente por 2 días, y vaya que no exagero. Mientras esperabamos a que llegasen nuestros pedidos continuamos platicando, me enteré de muchas cosas, pero lo que me parece importante destacar es que su cabello realmente es teñido, me explicó que lo había tintado por una apuesta perdida, pero como le gustó su nuevo aspecto decidió dejárselo (antes era pelirrojo), él asiste a tiro con arco y karate kyokushin, además es el presidente de su clase y en ocasiones instruye en clases de pintura y escultura. Al escuchar todo esto me quedé atónito, este chico es alguien verdaderamente talentoso y capaz, pero lo que me pareció aún más sorprendente fue un pequeño comentario que hizo, decía “Realmente quisiera entrar en otra actividad, pero los profesores me lo tienen prohibido ya que según ellos me estoy sobreexplotando, pero siendo sincero al final de las labores tengo 4 horas libres sin contar el sueño, y siento que podría hacer muchas más cosas” Me quedé atónito, verdaderamente Lars era una especie de robot o alienígena que venía a conquistarnos, ya que desde mi punto de vista, una persona normal no podría aguantar ni mantener su ánimo positivo siquiera con la mitad de cosas que él hace.




  • Aquí tienen- llegó una chica en patines a depositar nuestros alimentos sobre la mesa- Buen provecho- dijo para luego retirarse




  • Bueno, buen provecho- seguimos comiendo en silencio, al terminar accidentalmente solté un eructo que me provocó un sonrojo de los mil demonios, desvié la mirada y pedí disculpas, pero un sonido me sorprendió y le miré con los ojos abiertos como un buho




  • Perdón- dijo con una sonrisa burlona mirándome a los ojos, él habia eructado, ¡de verdad había eructado, y en mi propia cara! Estaba en un dilema, no sabía si reír por el nerviosismo o sonreír por su consideración, o apenarme aún más. Opté por reír un poco y él, a su vez, se reía conmigo. Cuando habíamos (o más bien, cuando Lars había) pagado la cuenta, me dio un rápido tour por la escuela, habíamos pasado 5 horas de convivencia y estábamos agotados, me explicó lo esencial y, finalmente, cada uno regresó a su dormitorio.




Eran las 7:00pm y me sentía muerto, lo único que deseaba era entrar a la habitación y tirarme en mi cama. Al abrir la puerta me encontré con una terrible desgracia. El lugar estaba hecho un asco, habían latas de cerveza y cajas de pizza, rebanadas de la misma pizza, ropa interior masculina tirada, la foto de un gato nazi en una especia de altar, y por si no fuera poco, mi cama estaba completamente embijada de helado de vete tú a saber de qué sabor era, busqué con la mirada a mi “compañero”, estaba terriblemente furioso y todo el cansancio que sentía apenas hace unos segundos había sido reemplazado por una cólera que, de no ser por mi excelente estado de salud, me hubiera costado una colitis severa o quizás peor.


Al encontrarme con él me percaté de que estaba dormido en el piso, tirado, no tenía pantalones puestos y su rostro estaba lleno de palabras como “Kick me” (patéame), “Siempre tuyo”, un símbolo Nazi en su frente, y el toque final, un pene  en su nariz. Temo decir ésto, pero esa escena había valido la pena todo el desastre que había a mi alrededor, no me lo pensé dos veces y corrí en busca de mi teléfono, tomé varias fotos de él y una selfie mientras pintaba unos lentes alrededor de sus ojos, era demasiado cómico como para no aprovecharlo, además de que me la debía por lo de ésta mañana. Una vez me aburrí guardé la evidencia, cambié mis sábanas, recogí la basura y básicamente limpié mi parte de la habitación. Tengo el presentimiento de que la vida en este lugar no es tan mala como me lo esperaba. Sin pensar de más, cerré los ojos y caí rendido exactamente a las 9:47pm.


***A la mañana siguiente***


~Qué noche, joder, mi cabeza va a estallar~ pensé mientras me despertaba y me acostumbraba a la jodida luz del sol, recordaba vagamente lo que había ocurrido, pero no tenía algo concreto, sólo fragmentos. Lo de anoche ocurrió como celebración a que un amigo acababa de terminar finalmente con una novia desquiciada y controladora, además de que los chicos trataron de animarme gracias al incidente con el que, aparentemente, es mi nuevo compañero.




  • ¿Mh?- escuché una voz, no supe muy bien por qué, quizá me encontraba sensible a los sonidos, pero sonó de nuevo. No podía ver con claridad, mi vista se encontraba borrosa gracias a que aún me faltaba por acostumbrarme a toda la luz mañanera. Traté de incorporarme, pero entonces sentí que alguien o algo me abrazaba y se acurrucaba en mi pecho ~Que no soy un maldito peluch- espera, ¡¿qué mierda?!~ pensé al percatarme de la situación en la que me encontraba. Sacudí la cabeza con rudeza y me encontré con el chico del incidente, estaba acurrucado conmigo, y lo más importante, estaba en MI cama. Como pude me zafé de su agarre y lo empujé hasta que rodó por la cama y cayó estrepitosamente contra el suelo.




  • Auuuu, ¿qué pedo?- dijo entre adormilado y enojado, ~¿Pe, pedo?~ me pregunté extrañado, nunca había escuchado una expresión así, fruncí el seño y le miré con recelo, esperaba una reacción intimidada, pero por el contrario el niñato ese comenzó a reír sin control.




  • JAJAJAJA, mira, jajaja, escucha, sé, jaja, sé que estás tratando de jaja, de intimidarme, pero tu, tu cara no me permite tomar, jaja, tomarte en serio JAJAJAJA dijo con demasiado esfuerzo mientras reía a carcajadas, ante ese comentario me levanté apresurado y corrí al baño, cuando miré mi rostro cerré los ojos con resignación y suspiré, esos bastardos habían hecho esto mientras dormía, maldita sea.




Salí del cuarto de baño y miré al niño, estaba aún en el suelo, sentado, apoyando su barbilla en uno de sus puños mientras me miraba con una sonrisa de satisfacción.




  • ¿Qué carajo estás mirando?- ~¿Habrá sido él? No, no lo creo, no tiene la pinta~ me dije a mí mismo y me quedé de pie frente a él.




  • Ay cariño, primero, consigue un pantalón, y segundo…- su expresión cambió de un momento a otro hasta convertirse en una más seria de lo que le había visto- ¿por qué mierda me has tirado de mi cama, eh, atacante sexual?




  • ¿Tu cama? Oye, algo no estás entendiendo, esa es MI cama, no la tuya, ayer debiste confundirte porque no arreglamos nada, pero te aclaro que esa cama es mía, ya he estrenado las sábanas.




  • ¡Que asco!- gritó mientras lanzaba la sábana que tenía puesta hasta el otro lado de la habitación *suspiro*- bien, iré a darme un baño- dijo al fin.




  • Ni se te ocurra, yo lo necesito más que tú- dije amenazante




  • ¡Ups!, ya te gané- contestó corriendo al baño y bloqueando la puerta, apenas unos segundos después escuché el sonido de la ducha, ~Ese idiota~




Me senté en la cama y contemplé el desastre que había, entre tanto miré el teléfono del idiota, ahora era mi turno de cobrar venganza ~Esto te pasa por meterte conmigo~ A pesar de que estaba bloqueado realmente no necesitaba una clave, abrí la cámara predeterminada que se encuentra en la pantalla de bloqueo del teléfono, encendí el flash y tomé un par de fotos de mi miembro, según parecía, eso le incomodaba horrores, siendo tan femenino, se terminaría enfadando, y ese era mi objetivo.



  • El que ríe al último ríe mejor- dije por último, me levanté y preparé mis ropas para darme un baño.

Notas finales:

¿Qué les ha parecido? Lamento lo de "¿Qué pedo?", pero no pude resistirme, jajaja.

Nos leemos a la próxima, y si desean que muestre una idea de cómo son Lars y Taylor no duden en decírmelo, ahora sí ¡besos, y nos leemos la próxima!


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