-¡Deja de luchar Tom!
La orden de Edd hizo poco para tranquilizar a Tom.
Tom sabía que Edd era el enemigo, que incluso si en algún momento fueron mejores amigos eso había quedado en el pasado, eran enemigos, él y Matt no dudarían ni un momento en dispararle y matarlo de ser necesario ¿cómo se atrevía a pedirle que dejara de luchar? Él era quien estaba en desventaja, Edd era mucho más grande y mejor peleador que él, su visor estaba roto dejándolo en total oscuridad, los cables que servían de nervios ópticos comenzaban a sobrecalentarse quemando la cuencas de sus ojos y todo alrededor de ellas, iba a morir y Edd lo iba a matar de eso estaba seguro, ¿cómo culparlo si decidía hacerlo?, solo rogaba que su viejo amigo se apiadara de él y fuera rápido, le aterraba la idea de ser torturado hasta que Edd se aburriera y decidiera matarlo.
-¡Mierda! ¡Solo lo estas empeorando Tom! ¡Deja de moverte!
Edd podía sentir el calor que el aparato roto emanaba y el llanto del otro hombre solo empeoraba la situación, Tom podría fingir tanto como quisiera ser un cínico pero en el fondo era demasiado sensible, mierda, no tenía otra opción, tomó el visor y lo arrancó del rostro de Tom dejando tras de sí múltiples cables trozados. Arrojó el aparato lo más lejos que pudo, preguntándose cómo era posible que Tom soportara aquella cosa sobre su rostro, a él solo lo había tomado un momento y se había quemado.
-Carajo –maldijo sacudiendo su mano en un intento de apaciguar el ardor de la quemadura.
-¡Si vas a matarme hazlo rápido!
-No… -Edd lo pensó un momento, tal vez era mejor que Tom asumiera que tenía mayor control de la situación de lo que en verdad poseía – no creo que estés en posición de exigir nada Tom.
-No tengo información útil que ofrecerte, si es lo que buscas.
-Cierra la boca Tom.
Una alarma se encendió dentro de la mente de Tom tras sentir el cuerpo de Edd desaparecer de encima suyo, hasta donde sabía Edd podía ser igual de terrible que Tord al momento de querer conseguir algo, los años de luchar y escapar de la Armada habían convertido a Edd en un rival digno según Tord, por eso deseaba capturarlo, no podía seguir pensando demasiado, tenía que escapar de Edd y encontrar a Matt, incluso si no estaba seguro del lugar en el que se encontraba, necesitaba poner distancia entre ellos y huir. Antes de que siquiera pudiera enderezarse una pesada bota le devolvió a su posición en el suelo.
-Ni siquiera lo intentes.
La amenaza fue firme y solo empeoro el terror de Tom.
-¿Qué vas a hacer conmigo? –quería llamar a Edd por su nombre pero no se atrevía, hacía años que habían perdido cualquier tipo de contacto y no podía asegurar que Edd siquiera lo continuará considerando algo después de traicionarlo uniéndose a Tord.
Edd miró a Tom, lucía como un animal asustado, no podía evitar sentir lástima después de verle en ese estado, casi había olvidado la última vez que lo vio tan vulnerable, él ni siquiera podría decir que mantenía algún tipo de rencor contra Tom por unirse al enemigo y si lo tuvo, aquel sentimiento desapareció hace tiempo. Ahora que el hombre de uniforme azul había detenido su lucha, podía examinar mejor sus heridas, rastros de quemaduras en donde el visor se sobrecalentó, nuevas quemaduras enrojecidas sobre sobre viejas cicatrices de piel quemada, solo una raya más al tigre, algunos cables salían de sus cuencas oscuras e hilos de sangre frescas producto de haber arrancado el visor, seguramente había tirado de más de un cable conectado directamente con el cuerpo de Tom.
-Tom -el aludido solo levanto el rostro a donde suponía que estaría el rostro de Edd – si quieres salir vivo de esta, no vas a gritar, no vas a intentar luchar y harás lo que te ordene, de lo contrario te dejare morir en este lugar y créeme, no vas a llegar muy lejos estando ciego.
Tom asintió para sentir el peso de la bota de Edd retirarse de su pecho, no estaba seguro de que se supone que debía esperar, si lo que Edd decía era cierto nada le costaría abandonarlo en aquel lugar, pero le estaba ofreciendo ayuda, no quería confiar en él, ¿por qué lo ayudaría después de todo lo que había hecho? Podía sentir a Edd moverse a su alrededor buscando algo y luego arrodillarse a su lado, no había movido ningún musculo hasta entonces, permaneciendo recostado sobre el suelo frío, algo húmedo se pasó por su rostro haciéndole pegar un pequeño salto sobresaltado, aquel contacto estaba lejos de ser lo que esperaba.
-E…Edd…
-Te dije que te callaras.
Cerró la boca, aún incrédulo de la situación, Edd estaba limpiando las heridas, ¿estaba siendo amable con él?, ¿por qué?, no tenía motivos para serlo. Inclinó su rostro intentando buscar mayor contacto, no podía recordar la última vez que alguien había sido amable con él, ni siquiera la última vez que alguien le habían tocado con alguna otra intención que no fuera hacerle daño, recibió una caricia en la mejilla correspondiendo a su búsqueda de afecto, las manos de Edd eran ásperas, nada comparado con lo que fueron antes pero no importaba aquellas manos ásperas y cálidas eran agradables contra su piel fría.
- Tom, deja de llorar o vas a hacerme más difícil arreglar los cables -podía ver algunos cables unidos a conexiones atrofiadas, no iba a ser agradable desconectarlos, ni cortar los cables que supondrían un problema. -Esto va a doler, necesito sacar algunos de esos cables, así que no te muevas.
Edd sostenía la lámpara entre sus dientes mientras manejaba el cuchillo introduciéndolo en las cuencas de Tom para quitar algunas de las conexiones y tirando de los cables arrancándolos de su sitio.
El cuchillo había botado por accidente cuando intentó quitar uno de los últimos cables dejando un corte profundo sobre el puente de la nariz de Tom que ni siquiera soltó una queja, Edd dejó el cuchillo de lado examinando la nueva herida, se veía mal a primera vista pero el rostro solía sangrar mucho.
-Lo siento -se disculpó por la herida que había provocado – puedes quejarte si quieres.
-Estoy bien.
-Siéntate- ordenó mirando como el otro comenzar a moverse automáticamente a su orden, al menos había quitado todos los cables que supondrían un problema serio.
El hombre de la gabardina empezó a buscar entre la bolsa de suministros que había mantenido consigo, se alegró al encontrar algunas gasas, antiséptico y un par de vendas en buen estado; empapo las gasas del líquido y se dirigió a limpiar las heridas del otro, hubo un sonido de réplica cuando la gasa empapada hizo contacto con el corte recién creado pero de ahí a más, no hubo otra queja mientras limpiaba el resto de las heridas, cuando creyó que era suficiente comenzó a vendarle.
-Creo que con eso estarás bien por ahora. Vámonos.
-Gracias.
-No necesitas agradecerme nada.
Tomó la mano de Tom obligándolo a levantarse, era realmente ligero, por un momento Edd se sorprendió que ese hombre le hubiera provocado tantos problemas. Levantó la lámpara que había quedado olvidada revisando con mayor detenimiento el lugar, el derrumbe había dejado descartado cualquier intento de salir por el camino seguro. –“¡Maravilloso!”- pensó con amargura, tendrían que buscar otra ruta que quien sabe si podrían recorrer con seguridad, no había más que hacer, ni siquiera quejarse por algo de lo que no podría hacer nada, miro de reojo a Tom no que aún permanecía silencioso mientras le arrastra en busca de la salida.
Caminar a través de aquel laberinto derrumbado se volvió una prueba de acierto y error, podía buscar un camino y descubrir que estaba sellado, encontrar otra ruta y darse cuenta que más adelante tendrían que regresar y buscar un nuevo camino.
-¿Qué fue lo que paso con tu vista? –hubo un apretón sobre su mano cuando soltó la pregunta.
-Cáncer –la respuesta fue escueta y automática, como si le hubiera ensayado cientos de veces antes.
-Por supuesto, el cáncer deja quemaduras. ¿Qué fue?
-Un castigo.
-¿Tord? - no hubo respuesta, solo sintió la mano del otro a tensarse al escuchar aquel nombre – no importa.
Tom quería llorar recordando el rostro de triunfo de Tord cuando se dio cuenta que le había sometido por completo, al menos Edd no hizo más preguntas.
-Uno…
La voz de Edd sacó a Tom de su ensimismamiento y luego vino su primer tropiezo, aunque nunca logró llegar al suelo al ser detenido de inmediato, no le tomo mucho darse cuenta que cada número era un escalón más que subir, ¿cuanto más subirían?, sus piernas se movían por inercia, no se había sentido tan cansado en toda su vida, ¿acaso Edd estaría en las mismas condiciones que él?
-Por fin -anunció con alegría al llegar al final de la escalera -¿quieres descansar?
-No creo que pueda dar un paso más.
-Ni yo, deberíamos dormir, estoy agotado.
-¿Cuánto tiempo hemos estado caminando?
-Pasa de la medianoche, si te sirve de consuelo.
-¿Y cuánto más falta para salir?
-Podríamos haberlo hecho hace horas, si algunos idiotas un hubieran provocado que casi todo el lugar se viniera abajo.
-No fue mi culpa.
-¿Y en qué momento dije que lo fuera? Deberías aprovechar y dormir, no tenemos mucho tiempo para descansar.
El silencia volvió a reinar entre ellos. Edd mantuvo la lámpara apagada la mayor parte del tiempo, aun tardarían en encontrar la salida y necesitaba ahorrar batería, incluso si aún poseía un par de repuesto, de vez en cuando apuntaba a Tom que comenzaba a temblar, ahora que se mantenían descansado el frío del lugar comenzaba a calar en ambos, con un suspiro decidió quitarse su sudadera verde y acercarse a Tom.
-¿Qué haces?
Se detuvo con sorpresa de que Tom no estuviera dormido, al menos no tendría que despertarlo.
-Hace frío, pensé que podría usar esto –dijo extendiéndole la sudadera.
Tom podía sentir la tela cálida entre sus manos y no dudó en colocarse la sudadera escuchando de fondo una pequeña risa de parte de Edd, podía sentir como el otro se sentaba a su lado y pasaba un brazo sobre sus hombros, Edd estaba siendo demasiado cruel sin darse cuenta o acaso la hacía apropósito para torturarlo, no quería pensar en eso, solo disfrutar de esa calidades que creyó que no volvería a sentir, ¿por qué aquella cercanía no pudo suceder antes de que el mundo se fuera a la mierda? No era justo, ¿pero cuando la vida había sido justa con él?
Sentir el cuerpo de Tom acurrucarse a su lado y buscando afecto llamó su atención pero no dudo en corresponderle acercándose más contra él, dejándolo descansar apoyado contra su cuerpo; era agradable pero sabía que eso no duraría mucho, en cuanto lograran salir Tom volvería a perseguirle de nuevo. Si tan solo no se hubiera unido a Tord ambos podrían estar juntos como antes pero Tom había elegido estar al lado de Tord.
Despertaron después de horas de un sueño sin descanso solo para continuar su camino, ninguno deseaba decir nada sabiendo que pronto encontrarían la salida.
-¿Por qué me ayudas?
-Ni yo estoy seguro.
-Sabes que volveré a perseguirte una vez que salgamos.
-Tú fuiste el que eligió estar de lado de Tord, supongo que ese es tu trabajo.
-¿Por qué no estás enojado?
-Porque no importa, lo elegiste a él por encima de mí, no hay nada que hacer al respecto, ¿supongo que no lo odiabas tanto después de todo?
Las palabras de Edd dolían más de lo que imagino pero no dijo nada, se limitó dejarse guiar en aquel silencio que había caído entre ambos.
Edd corrió al ver la salida, arrastrando a Tom tras de sí, escuchando algunas quejas e insultos que poco le importaban, finalmente saldrían de aquel laberinto.
-¡Lo logramos! –Edd hacia poco por contener su risa, empezaba a creer que realmente quedarían atrapados en aquel sitio, pero lo habían logrado - ¡No sé cómo lo hicimos pero lo hicimos!
Era una lástima que Tom no compartiera la misma euforia, se dejó caer sobre el suelo sintiendo el pasto y la tierra bajo sus manos en un intento de recuperar el aliento y esperar lo que se vendría a continuación, no quería que Edd desapareciera, no quería que se alejara de nuevo. Edd se recostó a su lado y colocó algo entre sus manos.
-Envié tus coordenadas para que vengas por ti… supongo que esto es el adiós Tom.
Se levando, no quería hacer esto más largo y tampoco quería ser capturado por no alejarse lo suficientemente rápido. Algo le detuvo y miró a Tom sosteniendo su gabardina.
-¡No te vayas!
Aquella súplica casi partió el corazón de Edd por un momento, casi… Tom era su enemigo ahora ¿acaso creía que era tan ingenuo? Él mismo lo había dicho “volveré a perseguirte una vez que salgamos”. No, Edd ya no era tan ingenuo, ni caería nuevamente en un embuste cómo lo hizo con Tord alguna vez.
-Tom…
El aludido sintió unos labios sobre su frente y después la palabras que rompieron su corazón.
-… no soy tan estúpido como para caer en una mentira como esa de nuevo.
No hizo nada cuando Edd se alejó aún sin poder recuperarse del shock.
-¡Edd! –grito aquel nombre con todas sus fuerzas sin recibir respuesta.
Comenzó a quitar las vendas que cubrían sus ojos sin importar la forma en que se lastimaba al hacerlo, podía sentir su propias lágrimas ardiendo sobre su piel lacerada pero no le importaba, miró a su alrededor solo viendo un contraste de sombras indistinguibles.
Iba a matar a Edd.
Iría tras él y le atraparía sin importar el costo.
-¡Tom!
La voz de Matt le sacó de sus pensamientos después de lo que pareció una eternidad, miro la sombra abalanzarse sobre él y abrazarlo.
-¡Sigues vivo!
Matt se alejó y percatandose la sudadera verde que el otro aun usaba. Sintiendo su aliento desaparecer por un momento.
-Volviste a beber y rompiste el visor de nuevo, será mejor que te cambies de ropa antes de presentarnos con el Líder Rojo, aún hueles a alcohol.
No hacía falta decir más, Tom lo había entendido y se alegró que Matt decidiera cubrirlo, era preferible recibir un castigo por su problema de bebida que dejar que Tord descubriera que había estado con Edd.