-chicos, sé que somos enemigos y eso, sé que no los he tratado bien, pero se supone que ustedes son xiaoling y ayudan a la gente en problemas así que..... ¡¡¡No se queden parados y ayúdenme!!! Waaa espera, espera, Chase reacciona, ¡deja de tocar!-.
Jack Spicer estaba viviendo uno de sus días más locos y extraños de su vida, se repetía mentalmente que debió hacer caso en lo que decía su horóscopo de no salir de su casa, y es que no era nada normal que el guerrero más fuerte del lado heylin Chase Young estuviera encima de el en una forma semihumana olisqueándole el cuello y manoseándolo por doquier en el suelo de su fortaleza.
Pero como terminaron en esa situación tan embarazosa y comprometedora, bueno, tendríamos que retroceder el tiempo aproximadamente en la mañana de ese mismo día en el templo xiaoling.
Después de terminar con las tareas matutinas del templo, Omi se encontraba en el jardín meditando un poco después de su ''afamado entrenamiento'' para ser un grandioso guerrero xiaoling, mientras disfrutaba de la paz del lugar comenzó a pensar en cómo derrotar a las fuerzas heylin y convencer a Chase o a Jack de unirse al camino del bien ya que aún seguía con la idea de que tenían un lado bueno en su interior.
Unos segundos después de su diálogo mental, el maestro Fung se acercó con su característica calma hacia su estudiante
-Omi necesito que traigas unos cuantos pergaminos que están guardados en lo alto de la primer repisa, los ubicaras por un sello en forma de flor de loto, tráelos a la sala de meditación-.
-enseguida maestro, lo hare tan rápido como el aire- dijo Omi con su característica pose.
-es viento Omi, tan rápido como el viento-le corrigió el maestro.
-sí, eso también- contento se dirigió hacia la bodega de pergaminos dejando al maestro Fung negando con una sonrisa.
El lugar estaba un poco obscuro debido a la poca luz de la mañana, Omi encendió un par de velas para guiarse y no caerse en el proceso. Encontró el primer estante y muy confiado comenzó a trepar hasta llegar a lo alto para buscar los pergaminos que para su suerte estaban a un lado -esto fue bastante sencillo- tomó 5 pergaminos en total, dio unos cuantos pasos sin esperar haberse atorado el pie con una bolsa de tela que lo hizo tropezar y caerse del estante, soltó los pergaminos y aterrizó al suelo con unas cuantas maniobras que le evitaron un buen golpe. Una vez en el piso tomo los pergaminos que volaban en el aire uno por uno sin dificultad, ya obtenidos todos suspiro de alivio y formo una sonrisa autosuficiente dirigiéndose de nuevo a la puerta de la bodega pero algo le hacía sentirse pesado, extrañado dirigió su vista hacia sus pies y se encontró con la bolsa que le había hecho tropezar aun atorada en su pie -vaya que será esto- desamarro el nudo y curioso abrió el saquillo encontrándose con unas raras botellas de vidrio en el interior -que hace esto en la bodega de pergaminos- habían 3 frascos en total y un pedazo viejo de papel escrito a un lado -veamos que dice aquí- tomo el papel lentamente y mientras comenzaba a leerlo sus ojos se iluminaban de emoción -esto tienen que verlo los demás- tomo la bolsa echándosela al hombro y los pergaminos bajo su brazo para después salir de la bodega a toda velocidad.
Era tiempo de descanso, Clay se encontraba practicando trucos con el lazo, Raimundo jugando con una pelota y Kimiko mensajeaba por el celular, cada quién estaba en su propio mundo hasta que Omi llego como torbellino llamando la atención de todos -compañeros, miren lo que encontré, es algo fantástico que nos ayudara a vencer las fuerzas heylin y hacer que Chase y Spicer sean buenos-.
-de que hablas Omi, eso es imposible- Raimundo pateo la pelota metiéndola perfectamente a una cubeta y se acercó a Omi -ya sabes lo de hacer buenos a la serpiente de Jack y a Chase-.
-claro que se puede mi querido amigo Raimundo, observa esto- saco triunfante una de las botellas del bolso de tela mostrándoselo a todos.
-eso es un corazón- dijo Kimiko inspeccionando la botella.
-así es, tiene una explicación, miren- Omi les enseñó el papelito que estaba a un lado de las botellas.
-déjame ver eso pequeño vaquero- Clay tomo el papelito de la mano de Omi para comenzar a leerlo en voz alta -frasco de trébol: este elixir te dará buena suerte para toda la vida, tomar directamente del frasco, frasco de corazón: la persona a que lo utilice sentirá un gran apreció por la primer persona que vea y mejorara su actitud, vaciar directamente en la cabeza, frasco extra: antídoto para eliminar el efecto de las pócimas anteriores-.
-woa Omi donde encontraste eso, ¿en verdad sirve?- el castaño tomo la bolsa para inspeccionar las otras dos pócimas y saco la del trébol.
-los encontré en la bodega de pergaminos, tienen que funcionar estoy seguro, con la pócima del corazón haremos que Chase vea a uno de nosotros y taran, se unirá al lado xiaoling, una vez que funcione seguirá Jack Spicer, derrotaremos las fuerzas malignas y tendremos aliados, no les parece genial- el pequeño monje sostenía la botella con triunfo.
-no lo sé Omi, me parece extraño y muy sencillo- replico la pelinegra con los brazos cruzados.
-probémoslo con alguien más entonces, así veremos el resultado- Raimundo destapó la botella del trébol confiadamente -y de una vez probamos está también-.
-Raimundo, en que rayos estás pensando- dijo enojada la pelinegra.
-chicos, tenemos un problema, este frasco parece que contiene dosis para solo una persona- Clay observaba de cerca el frasco que tenía Omi en la mano -si esto sirve no podemos gastarlo a la ligera- el vaquero se ajustó el sombrero y se volvió a alejar para que los demás vieran el contenido del frasco.
-tienes razón Clay, eso solo ajusta para una persona- respondió Omi decepcionado.
-bueno entonces probemos con este frasco, este tiene más y cómo todos venían en el mismo saco, no creo que sea dañino- Rai agitó el frasco para llevarlo directamente a su boca, pero Kimiko se lo impidió.
-que acaso estás loco, no cometas una estupidez-.
-tranquilízate Kimiko, no pasara nada, además, Omi sacó esto de la bodega de pergaminos, es obvio que no es peligroso, y tenemos el antídoto con nosotros, no pasara nada- la pelinegra algo descontenta se apartó y dejo que Raimundo se tomara un poco del frasco.
-bien, no siento nada fuera de lo común, no siento como si fuera a morirme y además.... oh miren una moneda- el castaño recogió sonriente la moneda que estaba situada a un lado de él guardándola en el bolsillo.
-santas vacas saltarinas, si funcionó- exclamó el rubio con asombro.
-ven, se los dije, el gran Omi siempre tiene la razón- Omi guardó el frasco de corazón en su wu shu para que no sufriera un accidente y se señaló con autosuficiencia.
- bien, si lo hizo... pero aun así no estoy de acuerdo con esto- replico la pelinegra.
- entonces, en quién usamos la otra- el castaño satisfecho guardo la pócima del trébol junto con el antídoto y cerró la bolsa para situarla en su espalda.
-yo diría que lo hiciéramos con Chase, él es más peligroso, Jack no nos presenta tanto problema- dijo Clay y a juzgar por las caras de los demás, excepto la de Kimiko, estaban de acuerdo.
-bien, entonces vayamos a su fortaleza y realicemos esto lo más temprano posible-.
-es rápido Omi, lo más rápido posible- dijo Kimiko.
-eso también-.
-bien yo iré por Dojo, ustedes prepárense- Raimundo corrió en dirección al templo mientras Clay y Omi calentaban un poco.
-haaa hombres- suspiro Kimiko, algo le decía que no iba a salir nada bien.
- déjenme ver si entendí, quieren que los deje en la entrada de la guarida de Chase Young para que le apliquen una pócima, que según ustedes, lo podrá pasar al lado xiaolin- dojo se encontraba serpenteando en el aire con los chicos en su lomo, le habían contado el plan y lo de los frascos en el transcurso del caminó para ahorrar tiempo, y ahora se dirigían a la tierra de nadie para realizarlo.
-así es, es una idea brillante la que se me ocurrió, no es cierto-.
-si funciona podría ser genial Omi, pero huelo a gato encerrado- respondió dojo.
-yo también siento que no saldremos bien de está- la pelinegra concordó con el dragón.
-más bien huele a serpiente rastrera, miren quién acaba de aterrizar en la fortaleza de Chase- señalo Clay hacía adelante a unos metros de ellos y se encontraron con la imagen de Jack Spicer caminando hacía la entrada de la guarida del guerrero heylin.
-lo que nos faltaba, puede arruinarnos los planes- el castaño quería matar a distancia con la mirada al pelirrojo.
-bien actuemos normal, no queremos que se enteren de lo que vinimos a hacer verdad- el rubio trono sus nudillos y miró a sus compañeros.
-Clay tiene razón, solo ignorémoslo- dijo Omi.
Unos segundos después aterrizaron junto a Jack quién soltó un grito ahogado por el susto.
-aagg son ustedes perdedores xiaoling, que rayos hacen aquí-.
-que es lo que haces tú aquí- replicó Raimundo con enojo.
-nada que te importe idiota- contraataco el pelirrojo haciendo enojar al brasileño.
Jack camino hacía el muro de piedra y comenzó a tantearlo para encontrar la abertura. Mientras el hacía eso, los demás bajaban del dragón, después de eso dojo encogió y se metió rápidamente debajo del sombrero de Clay.
- lo encontré- el pelirrojo empujó un cuadro de piedra y se retiró corriendo para evitar ser aplastado como las otras veces, cosa que para su suerte, está vez no paso.
La puerta de piedra se abrió lentamente mostrando el hermoso interior de la fortaleza, los monjes entraron confiados dejando a un tembloroso Jack en el suelo que todavía evitaba ser aplastado por la puerta. Éste al ver que se encontraba solo, se levantó con rapidez y siguió a los demás. Una vez todos dentro, la puerta de piedra se cerró con fuerza mientras comenzaban a aparecer varios felinos que rodearon a todos, los monjes tomaron una pose de pelea listos para atacar mientras que Jack aún como una gelatina tomo distancia de ellos y se quedó tieso cuando más felinos lo rodearon a él, aun les tenía miedo pero llego ahí para impresionar a Chase y no quería que pensara que venía con los del xiaoling.
-a que debo tantas, visitas a mi fortaleza- la voz sonó por todo el lugar sin saber exactamente de donde provenía haciendo que voltearan a todos lados -Chase Young, prepárate para un gran duelo- respondió Omi en defensa.
-vinieron a luchar entonces- ahí, en lo alto de las escaleras, una sombra con ojos dorados y afilados se acercaba poco a poco hasta dejar ver al príncipe heylin -bien, justo ahora necesitaba un calentamiento- con un gran salto aterrizó con gracia hacía los monjes olvidándose completamente de las escaleras -pero, ¿a que se debe este duelo?-.
Un poco nerviosos los jóvenes se miraron entre ellos, pero para no arruinar el plan el castaño tomo la palabra -ya somos los suficientemente fuertes para derrotarte Chase Young, te lo probaremos-.
-que quedé claro que no vine con ellos jeje.... solo digo- Jack elevo la voz para ser escuchado pero las miradas que le lanzaron y los felinos que lo estaban rodeando lo hicieron callar.
-hablaremos después Spicer- Chase tomó una posición de combate y con el tradicional movimiento de mano ''vengan aquí'' comenzó la pelea. Los monjes se separaron rodeando a Chase por los lados, el primero en lanzar el golpe fue Raimundo seguido después por Omi, tomaban impulsos en el aire e intercambiaban patadas y puños, Chase los evadía con total facilidad a pesar de ser dos contrincantes; mientras Omi y Raimundo saltaban por los aires, el adalid permanecía imperturbable en el suelo.
-puño de tebigong, tierra!!- dijo Clay a unos metros haciendo que el piso se tambaleara y rompiera en pedazos, los felinos se retiraron del lugar y Jack al ver que el suelo no era seguro activo su helipack y se elevó unos cuantos metros.
Clay comenzó a lanzar las rocas que salieron del suelo hacía el adalid para crear alguna distracción ya que Omi era el que traía el frasco, pero Chase las esquivaba con facilidad así que Kimiko comenzó a ayudar -estrella de hanabi, fuego- con la habilidad de la pelinegra hizo que las rocas que lanzaba Clay ardieran en llamas. El pelinegro al notar la nueva estrategia se transformó en su parte draconiana dando coletazos a las rocas que se le aproximaban a el haciéndolas trizas.
-waa, creo que este no fue un buen día para venir- el pelirrojo esquivaba difícilmente los pedazos de roca que salían disparados por los aires y evitaba que le dieran a las hélices para no tener una caída fatal.
Gracias a esa distracción Omi tomó impulso y se situó arriba de la cabeza de Chase destapando el frasco en el proceso, una vez aterrizando en su cabeza vació el contenido hasta la última gota -muy bienOomi, ahora has que te vea y terminemos con esto cuanto antes-.
Sin tenerlo planeado, cuando Omi le echo el líquido en la cabeza, Chase había cerrado los ojos y lanzó con un coletazo al pequeño monje hacia sus compañeros derribándolos en el suelo, tampoco planearon que una de las pequeñas piedras que volaron se atorara en las hélices de Jack y cayera con un gran grito en picada hacía el heylin derribándolo en el acto.
Sintió un olor, un olor muy familiar que se encontraba encima de él, pero ahora notaba algo más fuerte en ese olor, más atrayente, raro pero le gustaba, lentamente abrió los ojos encontrándose con una melena roja con unos curiosos googles, una frente pálida y terminar su recorrido en aquellos ojos rojos como la sangre.
Jack en cambió cuando se recompuso un poco de la caída que extrañamente no se le hizo tan dolorosa y cuando notó que había caído encima de Chase se aterrorizo demasiado pensando que era su fin.
-oh por dios, oh por dios, Chase lo siento, lo siento, lo siento, por favor no me mates!!!! No fue mi intención caer sobre ti te lo juro- los ojos de Chase se clavaban en los suyos y eso ponía nervioso al pelirrojo. Tembloroso esquivo la mirada y comenzó a levantarse con cuidado hasta que sintió como una mano tomaba su muñeca y le impedía seguirse moviendo, sobresaltado volvió la mirada hacía el pelinegro que se encontraba en una forma semihumana dejándose ver la cola, su lengua bífida y algunas escamas que se veían en su cara.
-c-Chase, por favor ten piedad, no quise.... ¿c-Chase?- no paso mucho tiempo para que Jack sintiera como era jalado y perdiera todo sentido de equilibrio, había cerrado los ojos para preparase del golpe pero en cambio sintió cómo era aprisionado por dos brazos que le impedían escapar e inesperadamente sintió una respiración muy cerca de su cuello, obviamente no esperaba eso y abrió los ojos como platos notando que era el mismísimo Chase que olisqueaba su cuello -¡¡¡¡¡Chase que estás haciendo!!!!.
Del otro extremo del lugar los jóvenes monjes se levantaban algo adoloridos por el golpe... menos Omi que se encontraba bastante mareado.
-ese si fue un buen golpe- dijo Clay sacudiéndose las ropas.
-que paso, lo logramos- respondió Raimundo sobándose la cabeza.
-auch, creo que no, yo vi que tenía los ojos cerrados desde que Omi le echo la pócima hasta lanzarlo a nosotros.... y luego le cayó Spicer - la pelinegra se quitaba algunas piedritas de encima hasta que se asustó por la reacción del castaño que comenzó a gritar
-o no chicos, entonces estamos en problemas- los tres monjes despiertos se dieron cuenta del error y olvidándose del pobre Omi corrieron con apuro hacía donde estaban los susodichos, pero al ver la escena que estaban presenciando, pararon en seco dejando sus bocas y ojos muy abiertos.
Y es que era bastante impactante que Chase Young se encontrara quitándole a jirones el pobre abrigo a Jack que se encontraba debajo de el sin posibilidad de escapar que no paraba de patalear y de gritar que le soltara.
-ay ay ay que paso amigos, lo logramos verdad- Omi ya recuperado se acercaba con lentitud lo cual hizo que sus compañeros reaccionaran y Clay cubriera con su sombrero los ojos del pequeño monje -oh no pequeño vaquero, esto no puedes verlo-.
-que paso, ¿porque?-.
-que rayos paso, el papel decía que mejoraría su actitud, que estuvo mal- Raimundo se frotaba los ojos queriendo pensar que era una pesadilla.
-eso es demasiado afecto diría yo.... les dije que era mala idea- Kimiko miraba un poco ruborizada la escena que estaba presenciando.
Y así es como llegamos a la situación dicha desde el principio, Jack pidiéndoles ayuda a los chicos que estaban traumados con el resultado.
-esto de alguna manera es su culpa así que resuélvanlo pronto- Jack lloraba internamente por su abrigo destrozado, hubiera tenido alguna oportunidad de escapar con el helipack pero este había sido lanzado lejos de él. Cuando su cara comenzó a ponerse roja fue cuando sintió como la serpenteante mano de Chase se deslizaba debajo de su playera y eso lo paniqueo mucho -¡¡¡¡¡chicos enserio, ayúdenme!!!!!-.
-Raimundo dame el antídoto rápido- gritó Kimiko hacía el castaño.
-no lo traje, pensé que esto si funcionaria-.
-¡acaso estás loco!, les dije que era una mala idea y no me hiciste caso ni como para traer los demás frascos- parecía que salían llamas detrás de la japonesa haciendo que raimundo se sintiera bastante pequeño -ve por el antídoto y llévate a Omi contigo, no podemos dejar que vea esto, Clay y yo nos quedaremos y separaremos todo lo que podamos a ellos dos, ¡¡¡así que apresúrate!!!- Raimundo asintió frenéticamente con la cabeza, corrió hacía Omi tapándole los ojos y tomando a dojo que seguía escondido en el sombrero inmediatamente salió de ahí.
-vamos Clay, separemos a Chase de Jack-.
-Kimiko, creo que eso ya no será tan necesario, Chase acaba de parar abruptamente sus movimientos- señalo el vaquero y Kimiko miro extrañada la situación; en efecto Chase se había quedado quieto, aunque seguía encima del pelirrojo y lo único que movía era la cola oscilante.
-Chase... Chase... me vas a soltar verdad, vamos esto es wuaaaaa- ahora Jack de encontraba siendo cargado como costal de papas en el hombro de Chase mientras este subía las escaleras sin decir una palabra.
-quiero pensar que está luchando contra la pócima, pero no hay que bajar la guardia- Kimiko ya más calmada observo cómo era llevado Jack y comenzó a seguirlos.
-pues esperemos que sea eso, pero aun así hay que separarlos, no quiero problemas- se acercaron hacía el par heylin pero no lo suficiente ya que cuando Chase noto sus intenciones lanzó un coletazo que esquivaron a duras penas y les gruño a los dos.
-bien creo que esto no está funcionando- suspiro la japonesa -que tal si solo los separamos cuando la cosa se ponga fea, la verdad sería peligroso para nosotros y para Jack que nos pusiéramos a pelear ya que Chase no parece muy cooperativo- en ese momento el pelinegro llego hacía su trono acomodándose en el, dejando que el ojirojo se situara en sus piernas y lo tomara de la cintura lo cual hizo que Jack soltara, otra vez, un grito asustado y volteara a los monjes -chicos, no creen que se están tardando-.
-perdónanos compañero, pero tendrás que resistir hasta que llegue raimundo con el antídoto- gritó el rubio.
-acaso están locos hiiii- el pelirrojo sintió como la cola de Chase se enrollaba lentamente en su pierna causándole escalofríos y otro gran sonrojo.
-Chase no nos deja acercarnos a ustedes y se ve bastante enojado cuando ve nuestras intenciones- Kimiko puso un pie en el primer escalón y escucho como el adalid volvía a gruñir asustando a Jack -lo vez... te ayudaremos cuando la cosa se ponga fea... y espero que no pase- la pelinegra susurro lo último para no ser escuchada.
-ay en que me metí, esto no me debía pasar a mi- susurro el pelirrojo sintiendo como era acercado un poco al cuerpo contrario, así que puso sus manos el los hombros del adalid para detener más acercamiento -apúrense- no había nada más rojo en ese lugar que Jack Spicer.
-donde está, donde está, estoy seguro de que los deje aquí- Raimundo buscaba desesperadamente la bolsa de los demás frascos que había dejado en su pequeña habitación -entonces, el plan fracaso- Omi se encontraba tristemente sentado en el suelo a un lado de la habitación -peor que eso Omi, fue más extraño de lo que pensamos, y tenemos que remediarlo-.
-yo diría que tienen que hacer eso y más jóvenes, tenemos que hablar- los dos monjes se quedaron de piedra a escuchar la voz del maestro Fung y voltearon al unisonó notando que tenía la bolsa en su mano.
-hace tiempo que se habían hecho esas pócimas con el fin de resolver problemas de menor a mayor magnitud, intentaron comenzar con cosas no dañinas, como la de buena suerte y la de un cambió actitud, pero no funcionó como esperaron, la buena suerte solo duro una hora y la otra.. resulto ser una pócima de amor-.
-espere maestro, entonces eso significa que resulto un fiasco y que ahora Chase Young esta ''enamorado'' de Jack Spicer-.
-así es joven monje, por más raro que suene, esa es la situación, cuando se dieron cuenta de que las pócimas no funcionaron, crearon el antídoto y después de eso los guardaron en la bodega y nadie volvió a saber de ellos, hasta ahora- el maestro Fung los miro inquisidoramente haciendo que los jóvenes se encogieran de culpa.
-perdóneme maestro, fue toda mi culpa, si no lo hubiera abierto en primer lugar no pasaría todo esto-.
-no te preocupes tanto Omi, no lo sabían y además no es tan grave-.
-no es tan grave- se burló Raimundo -no se lo deseo ni a mi peor enemigo, el pobre de Jack no saldrá vivo de está, Chase se comportó demasiado salvaje.... yo digo que Spicer saldrá- se detuvo abruptamente y miro a Omi unos segundos para después acercarse al maestro Fung y susurrarle -desflorado-.
-un momento Raimundo, se supone que la pócima te hace actuar calmado y enamorado, eso es totalmente nuevo, el pequeño Jack entonces si está en grave peligro, ¡no se queden aquí parados y váyanse ya!- el maestro Fung dijo preocupado lo último haciendo que Raimundo y Omi recogieran el antídoto con rapidez y se levantaran de sus asientos para regresar de nuevo con Dojo y retirarse -que los dioses cuiden al pobre Spicer- dijo el maestro al aire.
-están tardando demasiado- la japonesa daba vueltas en círculos preocupada por el tiempo mientras que el texano se encontraba sentado en el suelo -estás más nerviosa que una vaca en su primer rodeo-.
-cómo no he de estarlo, aunque cueste decirlo, pobre Jack está sufriendo algo muy vergonzoso por nuestra culpa y no podemos hacer nada hasta que lleguen-.
Mientras tanto ahí arriba en el trono se seguía librando una batalla para ser liberado de las garras del príncipe heylin
-Chase, me siento... un poco alagado por considerarme tan... especial, pero vamos sabes que no quieres hacer esto y cuando vuelvas en si te arrepentirás… y yo no quiero morir tan joven cuando eso pase-
La única cosa que le quedaba al pelirrojo era intentar hacerlo reaccionar lo cual no daba ningún resultado, no sabía cuánto tiempo había pasado pero aseguraba que era mucho y la cola enroscada en su pierna que había hecho movimientos lentos en ella que le hacían estremecerse y perder la poca fuerza que le quedaba, no sabía cuánto más podía aguantar. Y como si no hubiera sido suficiente, la otra mano que Chase tenía libre comenzó a acariciar su espalda con movimientos circulares y delineando su columna. Jack tenía un poco de orgullo y no quería ser visto en semejante situación por los monjes que se encontraban abajo, así que no dijo una sola palabra y cerro fuertemente los ojos ruborizándose otra vez -Cha..se...debes.... paraaaa aaaah- aquello lo tomo por sorpresa y cubrió su boca de inmediato para evitar soltar otro extraño sonido, ya no había nada que impidiera que Chase se acercara más al pobre Spicer, la cola que se encontraba en la pierna comenzó a deslizarse ahora debajo de la playera otra vez lenta y tortuosamente hasta llegar a su cuello y rozar su pobres pezones, Jack retenía los suspiros que salían de su boca y movía sus pobres piernas por el movimiento en su cuerpo, lo que no veía era como la sonrisa del ojidorado de agrandaba y su lenga bífida se asomaba con entusiasmo.
Jack ya no podía más, se sentía desfallecer, nunca pensó en su vida llegar a este tipo de situación con su mayor ídolo, claro que tuvo algunos sueños subidos de tono con él, pero de pasar de sueños a lo real era bastante extremo para él, comenzaba a sentir que su parte baja empezaba a despertar y su mente comenzaba a nublarse, hasta que para su suerte Omi y Raimundo habían llegado haciendo que Chase gruñera de nuevo.
-ya estamos aquí- Raimundo saco el antídoto de la bolsa y se lo entrego a la japonesa -ya era hora, que tanto estaban haciendo-.
-no te enojes Kimiko, el maestro Fung nos descubrió y nos contó sobre lo de las pócimas, pero ya estamos aquí terminemos con esto-.
-sí, ya que aprendimos la lección tenemos que resolver nuestro error- Omi bajo de dojo y comenzó a caminar con seguridad hasta que Clay lo detuvo -alto ahí amiguito, tú tienes que quedarte aquí y... evitar que Chase quiera escapar-.
-pero, porque no puedo ir con ustedes- Omi cruzo los brazos e hizo un puchero.
-ya te lo dijo Clay, te quedaras aquí y evitaras que Chase salga... es una tarea bastante difícil que te encomendamos Omi, ¿lo harás verdad?- el pequeño monje miro a Kimiko que sonreía levemente al decirle aquello y tomando una pose de batalla se puso en guardia -no se preocupen amigos, pueden confiar en el gran Omi-.
Los mayores suspiraron de alivio y corrieron hacía las escaleras para terminar con esto. Una vez ya arriba vieron como Chase apretaba recelosamente a Jack que mantenía escondida su cabeza en el pecho del pelinegro por la vergüenza, al menos lo que anteriormente le estaba haciendo se había detenido y la cola se encontraba enrollada en su cintura, había sentido un gran alivio pero el recordar lo que había pasado lo avergonzaba y no quería mirar a nadie a la cara, aunque sus orejas estaban rojizas haciéndoles una idea a los monjes de lo que pudo pasar.
-bien Chase Young, hagamos esto pacíficamente, y podremos después olvidarnos de todo esto- raimundo hablaba calmadamente para distraerlo un poco pero el pelinegro soltaba varios gruñidos y no los permitía avanzar. Haciendo un gran esfuerzo, Jack, que quería que esto acabara, abrazo fuertemente a Chase aprisionando sus brazos y sus piernas también, talvez fue por la adrenalina o una distracción del adalid ya que estaba funcionado -¡¡háganlo ahora!!- cuando Kimiko escucho el grito del ojirojo destapo el frasco y corrió con velocidad logrando verterlo en su cabeza.
Chase cerro los ojos de nuevo y aflojo el agarre de Jack ocasionando que cayera al suelo, el ojidorado comenzó a transformarse completamente en su parte harte humana.
-yo... yo me retiro... no quiero estar cuando Chase vuelva en si- sin sentir casi sus piernas Jack se levantó y bajo las escaleras como una gelatina, no quería saber que podría pasar después de que Chase descubriera lo que había hecho. Una vez abajo tomo su helipack y salió con prisa del lugar, no sabía que cara poner si se volvía a encontrar con el adalid -me siento ultrajado- los lugares que había tocado el pelinegro le quemaban la piel y eso lo inquietaba mucho -talvez si finjo que no paso estaré bien- activó su helipack y hablo para si mismo en todo el camino.
Los monjes esperaron a que Chase reaccionara y afrontar la culpa o pelear si era necesario, el adalid froto su cabeza y abrió los ojos enojado mirando a cada uno de los monjes -tienen exactamente dos minutos para salir de mi fortaleza ilesos antes de que me arrepienta de dejarlos ir- sin pensarlo dos veces lo monjes salieron del lugar con prisas y se retiraron en el lomo de Dojo tomando a Omi sin decir una palabra -nota mental, no volver a utilizar pócimas y cosas raras en nadie- dijo Kimiko y los demás le secundaron con un asentimiento.
Una vez retirados todos de la fortaleza uno de los leones se acercó a su amo que se encontraba sentado tranquilamente en el trono. El león se transformó en un samurái arrodillándose delante de él y comenzó a hablar -cuando fue que se liberó del efecto señor- Chase sonrió perversamente al escuchar las palabras dichas por el samurái - un minuto después de sentarme aquí, el poder de esa cosa era bastante débil así que fue fácil eliminarlo, aunque nunca pensé que llegaran a utilizar tal cosa-.
-mi señor, dejo asustado al pobre de Sipcer- el samurái dirigió a su mirada al adalid con un poco de reproche.
-yo diría que fue más que asustado, estoy seguro de que lo disfruto- Chase rio por lo bajo y cruzó desinteresadamente sus piernas haciendo que el samurái negara con la cabeza -debe entender que ese no es el mejor tipo de cortejo señor, se lo hemos mencionado varias veces-.
-bueno, tenía que disfrutar el momento, es un gran paso después de todo- ante la respuesta de su amo el samurái suspiro vencido y se volvió a transformar en león para retirarse.
Y en efecto, Chase Young había luchado contra la pócima logrando librarse exitosamente del efecto, cuando volvió en sí quiso matar a los monjes por tal acto cobarde, pero cuando noto qué Jack ápice estaba sentado en su regazo mostrando aquella blanquecina piel y un rostro tan apetecible, decidió jugar más aquel juego. Cuando escucho los ''razonamientos'' del chico se indignó ante ello y quiso hacer que se arrepintiera de sus palabras provocándolo tortuosamente y vaya que lo hacía disfrutar tanto como él lo estaba disfrutando, estaba a punto de llegar más lejos y nublarlo por el placer, planeaba desaparecer del lugar e ir a uno más escondido cuando lograra su cometido, pero sus planes se frustraron cuando el monje brasileño llegó con el dichoso antídoto y no pudo hacer nada más, pensó en esquivar el líquido o no dejarlos avanzar pero tampoco esperó que Jack colaborara haciendo que todo terminará cuando la pelinegra le echo ese líquido en la cabeza, cerró los ojos y actuó confundido dejando que para su mala suerte Jack se escapara de sus manos y saliera del lugar, lo que pudo haber hecho con él se fue a la basura, no le importó ser víctima del efecto con Jack, lo que le enojo fue no poder seguir haciéndolo, así que dejó que se fueran los monjes para que no sospecharan nada. Pero la pregunta era porque actuó tan apasionadamente con Jack cuando la pócima hizo efecto, fácil, porque ya se sentía atraído por aquel muchacho albino de ojos y pelo rojo como la sangre, Chase quería hacerlo suyo desde hace tiempo, pero la actitud del joven no le ayudaba en nada, así que se dispuso a esperar su madurez, la pócima solo acrecentó sus deseos de posesión que tenía por el pelirrojo -bueno, presiento que no voy a esperar mucho más tiempo para que vengas a mí de una vez por todas Jack- dijo para si mismo con un brillo lujurioso en su mirada.
-y eso fue lo que nos contó el maestro Fung, pero dijo que también era rara la actitud de Chase para con Jack, ya que el elixir te hacía actuar calmado y enamorado-
Explicó Raimundo a sus compañeros que estaban un poco pensativos.
-será que tiene cierto grado de afectación entre más poderosa sea la persona- dijo dudativa Kimiko.
-no lo sabremos, pero lo bueno es que no volverá a ocurrir y todos queremos olvidarlo- respondió Clay con un gran suspiro.
-bueno en cierto modo, creo que hay algo más en todo esto- la japonesa sentía que algo se le había pasado por alto pero ya no podía hacer nada para averiguarlo, solo pensaba en el pobre de Jack que de seguro se encontraría traumado y encerrado en su casa sin querer salir.
-cuéntenme que paso con Chase y Jack, ¿se volvieron buenos?, ¿se arregló todo?, ¿qué hacían?, ¿porque no me dejaban ver?- Omi apareció de repente en la en la visión de los tres monjes haciendo que se asustaran y se pusieran nerviosos.
-no Omi mejor olvídalo jeje- Raimundo río nervioso y se rasco la nuca, Clay no dijo nada y se puso a silbar para evadirlo.
- así es Omi, volvieron a la normalidad, igual de malos, olvida eso... mejor vayamos con el maestro Fung y digámosle que todo se solucionó Omi- Kimiko esperaba que con eso ya no preguntara más lo cual funcionó.
-oh bueno, bien vayamos con el maestro a decirle, estoy seguro de que algún día ellos vendrán al lado xiaoling por su cuenta-.