Era lunes, pero aún era bastante temprano, una hermosa joven de cabellos azulados ya se encontraba despierta, estaba ayudando a su hermana menor a preparar el desayuno. Sabía perfectamente que a ella no le correspondían ese tipo de tareas, pero realmente disfrutaba de la cocina, le recordaba a esos tiempos cuando su madre aún vivía y le enseñaba distintas recetas deliciosas.
Y bueno, ayudar a Hanabi con el desayuno y cena ya se había vuelto un hábito desde hacía un tiempo, así eran todos los días, ella y su querida hermana menor se levantaban antes que su padre para tener todo perfectamente listo.
Una vez termino de preparar el desayuno, Hanabi fue poner la mesa mientras ella se quedaba preparando un poco de té verde.
—Neji, se que estás ahí. Puedes salir si así lo deseas —susurró con dulzura la joven.
—Tú padre me pidió que desayunará con ustedes el día de hoy—
—Me gustaría que se volviera un hábito, tu presencia aquí me hace feliz —la joven sonrío cálidamente. —¿Podrías ayudarme a llevar el té a la mesa, por favor? —
Neji no dijo nada, sólo se acercó y tomó la tetera caliente de una asa y salió de la cocina seguido de Hinata.
Cuando ambos llegaron al comedor, el jefe de la familia Hyuga ya estaba ahí esperándolos, como siempre estaba serio, aunque parecía estar relajado.
—Tomen asiento, por favor —pese a que sonaba como una petición, era claramente una orden.
Ambos asintieron y se sentaron en sus respectivos lugares.
Una vez el hombre dio la indicación para que comenzaran a desayunar, todos se dispusieron a alimentarse en silencio.
El ambiente que se formaba ahí, era bastante relajado, aunque tal vez demasiado.
—Hinata, ¿qué tal vas en las clases? Me gustaría enterarme de tus promedios —preguntó el mayor.
—Bastante bien, padre. Soy de las mejores de la clase, las profesoras dicen que tengo un gran futuro.—respondió algo apenada.
—Bien, como ya lo sabes, tu eres la heredera del honorable Clan Hyuga, no quiero errores. Bueno, Neji, tú cuéntame de tus estudios... —
—También de los mejores, aunque no solo de la clase. Compito contra Sasuke Uchiha por el primer puesto en la escuela... pero sé que pronto le superare —afirmó Neji sin expresión alguna.
—Tu padre estaría muy orgulloso de tus logros —
Neji solo frunció el entrecejo ligeramente.
Ya lo sabia...
Mejor que nadie sabía lo orgulloso que estaría su padre, si tan solo estuviera aún vivo.
Y así transcurrió el desayuno, ambos jóvenes, Hinata y Neji, se disponían a ir a clases de una vez.
—Nos vemos después, padre —
—Concéntrate en tus estudios, Hinata —
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Ambos caminaban en silencio.
Hinata parecía un poco incómoda, sabía que ellos no tenían la mejor relación del mundo, pero no se quejaría, realmente le alegraba pasar momentos con Neji.
—N-Neji —llamó la joven tímidamente moviendo sus dedos un poco sobre su pecho.
—¿Ahora que es lo que quieres? —
—Nada realmente, solo quería saber algo...¿Que es lo que piensas acerca de Naruto-kun? —
Ella le había dicho a su amigo rubio que intentaría ayudarlo pese a su corta comunicación con Neji.
Estaba bastante avergonzada, no sabía que podría responder su primo.
—... ¿Que quieres que opine de ese cabeza hueca? —
—Te seré sincera, no lo sé. Pero yo creo que él es fabuloso, siempre sonríe y es muy extrovertido, me gustaría ser más como él. —
—¿Él te gusta, verdad? —
—Si, pero no como algo más que amigos... y aunque me gustara, no me creo capaz de lograr salir con alguien como él... Neji-niisan, tú sabes que le gustas a Naruto-kun , ¿verdad? —
—Hmn, creo que me lo dijo una vez, aunque de una forma bastante... tosca. Su personalidad es impulsiva, es un defecto grande —
—¿Acaso eso no le da encanto? —preguntó Hinata con una pequeña sonrisa.
—No, más bien quieta el encanto. —
Ahí la conversación murió.
Pero por alguna razón aún desconocida para él, Neji parecía aliviado de saber que Hinata no estaba atraída por Naruto.
—Tengo que ir con Lee, le ayudaré con su entrenamiento matutino. Nos vemos después en el salón de clases —
Una vez en la escuela, Neji se despidió de Hinata y se fue. Está solo sonrió, era la primera vez que Neji se despedía de ella después de entrar en la escuela.
La chica siguió su camino aún con esa sonrisa adornando su rostro.
Pero se detuvo bruscamente cuando un chico la interceptó bruscamente.
Hinata se quedó paralizada por unos largos segundos, nunca había vivido una situación parecida, estaba nerviosa.
—Eres una preciosura —afirmó el chico con una sonrisa un tanto desagradable. —¿Ya te lo habían dicho? —
—N-no, pero... ¿g-gracias...? —
Hinata intentó alejarse cortésmente, pero ese chico la tomo del brazo lo suficientemente fuerte para que no escapará.
—Pareces una hermosa princesa, ¿quieres salir a divertirte conmigo un rato? —el chico quito uno de los mechones que tapaban la cara de Hinata.
—N-no, gracias... —
Hinata estaba comenzando a entrar en pánico.
Ese chico no le daba confianza y era muy insistente.
—Vamos, no seas tímida, hermosa. Solo será un rato —
El chico dirigió su mirada al pecho de la joven.
Hinata se sobresaltó al notar donde estaba mirando, tenía mucho miedo de que llegara a atacarla.
—D-déjame ir —susurró Hinata mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.
—¿Eh? ¿Por que lloras? Aún no te he hecho nada... aún —
—¡Hey, dijo que la dejaras! —una fuerte voz se escucho.
Frente a ellos estaba una joven de cabellos rosados con los brazos cruzados. Parecía estar muy molesta.
Ella se dirigía a su clase cuando escucho la suave voz de Hinata. Ella tenía una voz bastante baja, así que no debía andar lejos.
Pero para su sorpresa, se encontró con un chico intentando aprovecharse de la chica más tímida y amable de la clase.
La ira comenzaba a apoderarse de ella, claramente se veía que Hinata intentaba librarse amablemente.
—Vamos, solo estamos jugando. Aparte, tú también eres muy bonita... también puedes venir a divertirte con nosotros—
—Realmente tienes agallas, maldito —comentó Sakura apretando los puños con fuerza.
Todo pasó muy rápido ante los ojos de Hinata.
Ahora ese chico estaba contra un árbol, Sakura le había tirado un gran golpe con el puño cerrado, seguido de una patada en el estomago.
—Y ahora, infeliz de pacotilla. ¡Quiero que te disculpes con Hinata! —ordenó la de cabello rosa tomando de la camisa al joven.
—P-perdón —susurró asustado, esa hermosa chica de ojos verdes era el mismo demonio en persona, tenía una fuerza abrumadora que tumbaría al hombre más fornido.
—¡Ahora lárgate! —
Ese chico se levanto como pudo y se echó a correr lo más rápido que daban sus piernas.
—¿Estas bien, Hinata? —preguntó Sakura preocupada y enojada.
Ella odiaba ese tipo de ataques hacia las mujeres indefensas, pero más le molestaba que justamente fuera contra Hinata, ella era una amiga preciada.
—¿Quieres que levantemos una queja contra él? Yo podría reconocerlo fácilmente —
—N-no, seguro que ya aprendió su lección gracias a ti —
—Eres muy suave, Hinata. Pero bueno, eso te hace muy linda —sonrió la chica de ojos jade con una enorme sonrisa.
—La linda aquí eres tú, aparte eres asombrosa, yo jamás hubiera podido alejar a ese chico de esa manera... —habló suavemente la de cabellos largos.
—Eres muy modesta, eso me gusta de ti —
Esas palabras quedaron sonando en la cabeza de Hinata.
¿A Sakura le gustaba algo de ella?
Su rostro enrojeció como un tomate, sentía su cara caliente.
—¿E-eh? ¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve con la enfermera? —
Hinata negó con la cabeza varías veces.
Luego levanto la mirada y sonrío ampliamente.
—¡Gracias por defenderme! —
Seguido de eso la reverencio aún sonriendo con sus mejillas sonrosadas.
—¡No hay nada que agradecer! —
Sakura sonrió con confianza y abrazo con fuerza a Hinata. Seguido de eso simplemente beso su frente con dulzura.
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Ese día, Hinata se enamoró perdidamente de su heroína.