Capítulo II
Shura se pone repentinamente nervioso, no sabe bien como expresar sus motivaciones, el pasar del viento entre los árboles hace un sonido bastante fuerte si consideramos que están todos en silencio, asique inconscientemente desordena el cabello de la parte posterior de su cabeza y se aclara la garganta.
- Voy a tener un hijo...etto... quiero decir... ¡eso! tener un hijo- agrega hablando atropelladamente, había olvidado el factor vida real cuando se imaginó entregando aquella noticia. – Con Shaka no más por favor, gracias-
- ¿¡Y no nos has presentado al milagroso padre de tu hijo?! Estoy indignado y eso es malo porque es el cumpleaños de Dita- se queja Angelo dramáticamente (como siempre)
- Había olvidado tu don...mira, Aioria se quedó sin palabras –agregó Dita abrazando su regalo-
- EEEEH, a ver – Shura cambia su posición ahora llevando su peso al otro pie y respira antes de proseguir- quiero tener un hijo, de un donante anónimo, estoy indeciso respecto a los candidatos que me ofrece el banco de esperma... quiero decir... es complicado porque no sé si las características que adjuntan son las que me interesan... es complicado...
- ¿Dice como si son drogadictos o astronautas? Eso es información de calidad. ¡Y si le ponen una foto mucho mejor! – Participa Aioria esta vez-
- ¿tan complicado es? Yo pensé que simplemente sugerías el color de ojos y salud del donante – acota Angelo
- ¿y buscar un compañero es muy complicado?- consulta Dita pensando en lo más práctico (para el)
- ¡¡¡Dita y yo seremos los padrinos por supuesto!!!... Y el gato pulgoso si quiere...
- Como sea, yo le voy a enseñar las cosas importantes, ¿se imaginan un Shura pequeño y tierno? – Dita puso la idea en la cabeza de Angelo de manera efectiva
- ¡Y no olvides lo inocente!
- ¡¡¡Un Shura para cambiarle pañales!!!
- Imagínenlo gateando
- AWWWWW
- ¡PAREN!, de momento el doctor dijo que estoy en una etapa fértil y en una edad óptima para ser inseminado, solo no quiero que sea demasiado tarde. Y si, prefiero un donante anónimo así no tengo que lidiar con las emociones ni frustraciones de nadie, además: si formo una familia después me será más fácil adoptar otros niños, enserio quiero eso... El martes quiero ir a comunicar mi elección respecto al donante.
- No lo sé Shura, un par de carácterísticas no son el mapa absoluto de una persona, por ultimo busca un donante que puedas conocer bien y aun así no involucrarte emocionalmente, pero al menos tendrás una verdadera idea... -insiste Dita con suavidad-
- Coincido con Dita, alguien como tú no puede ni merece arriesgarse así.
- ¿Angelo vas a decir algo?- pregunta Shura esperanzado en que apoye el plan original
- Solo diré que coincido con ellos, si vas a tener un hijo... si vas a traer a alguien a este mundo hazlo a través de un acto humano como lo es coger hasta la saciedad, no en una camilla.
- ¿Es enserio?... no se molesten si les contesto que solo lo voy a considerar... solo eso.
Luego de que la idea se asentó entre los amigos (para la amargura de Shura, que tiene pánico a involucrarse con alguien para algo tan serio), se dedicaron a agasajar a Dita por su cumpleaños, Angelo cocinó su mejor pasta y mientras terminaban de almorzar en la terraza, el mismo cocinero anunció que el regalo serían unas vacaciones en Tailandia en Diciembre; luego de eso Shura calmó al cumpleañero diciéndole que sus plantas (les llama bebés) estarían a salvo porque el mismo se encargaría de regarlas y nutrirlas siguiendo al pie de la letra las condiciones del sueco.
Al terminar un improvisado postre de helado con más vino, Aioria les enseñó toda la casa (adecuó dos cuartos de la misma especialmente para recibir a sus amigos) y ya cuando el atardecer teñía las nubes de rojo decidieron abrigarse y "beber algo más" al lado de la chimenea.
Aioria Afkadis, es un joven maestro de física en una secundaria local, con esto no queremos pensar en una persona amargada o estresada ya que él se lo toma todo con calma además de una enorme y contagiosa sonrisa; Aioria a eso de los 12 entró en una etapa de rebeldía considerable (su hermano mayor, el chico modelo de la familia, se había largado a estudiar al extranjero) al tiempo que sus padres se mudaban al nuevo barrio, donde sería vecino de Angelo y Shura. La primera semana ya eran inseparables, Aioria podría decir que vivió una adolescencia enriquecedora entre las locuras de Angelo y la astucia de Shura. Además de ser profesor de física en la secundaria, es aficionado al remo (teniendo su propia línea de accesorios). ¿Cómo es posible que este felino pequeño ya tenga esta casa?: su abuelo se la heredó hace seis años y por trámites aburridos e infinitos (que Shura agilizó) recién ahora se hace efectivo el uso de la misma. Desde que la gente recuerda a Aioria en el barrio donde crecieron, lo recuerdan al lado de Shura y Angelo, todas las detenciones, aciertos, navidades, fiestas, y salidas eran de los tres, aun cuando Aioria entró dos años después a la universidad las cosas no cambiaron, así fue que recibieron muy a gusto a Dita cuando Angelo lo presentó con mucha solemnidad (o así se le puede llamar en comparación con las "amigas" que llegaba a la pensión que compartían, o los marineros jóvenes que van a conocer el lugar).
A eso de las once de la noche ya Aioria y Shura estaban recostados sobre la alfombra brindando por todo lo que se les ocurría (desde el dia que se conocieron hasta la existencia de las abejas) a ratos se les une Angelo quien está recostado en el sillón con su flamante esposo riendo de las ocurrencias de esos tres, ya habían pasado dos botellas de vino cortesía de Angelo y es cuando Dita está abriendo la tercera (nadie más estaba en condiciones de intentarlo ya que desde el "postre" que están algo borrachos) se escucha el timbre de la casa sorprendiéndolos a todos (¿quién iría en temporada baja a una apartada casa en la playa?), Aioria se dispone a caminar en las mejores condiciones de la que es capaz hacia la puerta de entrada que estaba al final del pasillo, Shura está arrodillado extendiendo su copa hacia Dita para que le sirva mientras escuchan atentos el ruido de la puerta... se escucha una exclamación de sorpresa y risas, así que el ambiente se relaja mientras el trío hace otro brindis... estaban hablando de que tan lejos quedaban las habitaciones (como para arrastrarse a ellas) cuando ven avanzar dos sombras abrazadas de los hombros y Shura está intentando enfocar bien cuando de pronto la luz de la sala revela el rostro de Aioros, el hermano mayor de Aioria, quien solo ha aparecido esporádicamente en sus vidas cuando viene a visitar a sus padres para las fiestas... ese Aioros no era del agrado de Shura pero siempre había disimulado para no alejar o incomodar a su buen amigo Aioria. A este arquero siempre lo perfiló como a un imbécil sobrevalorado por su físico y aparente humanidad... su gentileza tiene que ser un encubridor del sociópata que lleva dentro... definitivamente para Shura no era una persona Creíble.
-... justo llegas para el cumpleaños de Dita... o lo que queda de el- comienza Aioria al notar la cara de sueño de su amigos, quienes ahora que mira con atención, están despeinados y somnolientos- bueno Aioros: Angelo, Shura y Dita quien es el esposo de Angelo...
- Disculpen! Era una sorpresa para Aioria, Hola Angelo, Shura – hace un gesto con la cabeza acompañado de su perfecta sonrisa antes de acercarse al cumpleañero y saludarlo con unas palmaditas en el hombro- nuestros padres insistieron en que venga a saludarte, realmente no tenía intenciones de interrumpir... es decir, no pensé que estabas ocupado.
Aioria (con la efusiva ayuda de los otros tres) le dice que no es problema y le sirven vino intentando no manchar la alfombra, tienen las típicas conversaciones de gente que ha perdido el recato a causa del alcohol y el sueño.
-... es increíble... solía venir solo para navidad y creí que el tiempo no pasaba....pero ahora que vengo a quedarme resulta que noto que ya no son unos estudiantes gruñones, son adultos... ¡salud por eso!
- Ni que lo digas, el pimpollo hasta superó su etapa rompe corazones- escupe Angelo apuntando a Aioria-
- Osea que volviste con Lyfia?- pregunta Aioros con cautela-
- No podríamos considerarlo un acto de superación a ese crimen
- Dije que estaba mas cuerdo, no mas loco!- se defiende Aioria-
- ¡El nuevo interés es la profesora de Biología, Marín!- suelta Shura-
- ¡No lo habías contado! – se queja Dita-
- ¡Se le derriten los ojos cuando la ve! Le habló como una mascota fiel: "Marín...eh... nos vemos en la junta del jueves"- dice Shura imitando el tono de un adolescente inseguro-
- ¡Y después escuché como caían las gotas de sudor desde su trasero! Y estábamos en un bar, eso fue lo peor.... Hablando de trabajo en un bar, aun no lo superamos. –Angelo negaba mirando a Aioria-
- Podemos dejar de halagarme? ¡¡Es difícil de impresionar!! ¿Por qué no hablamos del padre de catálogo de Shura?- suplica Aioria para desviar el tema-
- ¿Cómo? ¿Llegan vestidos? ¿Son de plástico?- pregunta Aioros desorientado
- Así sería fácil, pero quiere materia prima para tener a su bendición, si es que me entiendes. -Dice Angelo desordenando el cabello de Shura-
- Jamás hubiese imaginado que estaba en tus planes ser padre!!! Te ves tan.... –comienza Aioros-
- ¿Tan qué?- Shura levanta la guardia ya que era muy receloso respecto a que la gente opine sobre él o su vida (gente que no pertenece a su íntimo circulo, aunque si no fuera que se trata del hermano de Aioria le hubiese contestado directamente "no te pregunté")
- Tan... centrado en tu trabajo, ¿o me equivoco? Cada vez que hablo con Aioria me cuenta de tus logros profesionales- Aioros no se alteró ni un poco ante la postura tan rígida de Shura, haciendo que Angelo y Aioria se miren divertidos ya que cuando Shura se tensa pocos sobreviven.
- Es verdad- bebe un poco más de su vino- de hecho no sería tema, salvo que elegir a un donante es un mar de incertidumbres- comienza Shura relajando su postura, ya que Aioros no le había revelado nada nuevo respecto a su conocida predilección por el trabajo.
- Por ti hasta le revisarías las uñas-
- ¡Exageran!- confiesa la cabra con las mejillas levemente rojas- solo quiero que no se involucre, que tenga buena salud y sepa entender lo que lee, ¿eso es todo?-
- Eso es muy importante, tienes claras tus prioridades- comenta Aioros terminando su tercera copa-
- ¡¡Mi hermano se acaba de ofrecer!!- Clama Aioria dejando caer vino de su copa
- ¡¡¡Quedaría en familia!!! y Aioria tendría un sobrino DE SU SANGRE!!!- dice Angelo entusiasmado-
- ¡¡Vayan a dormir, están ebrios!! ¡En ningún momento se ofreció!- dice Shura con agotamiento por el vino y el sueño
- uyuyuyyyyyy!!!! – Aioria y Angelo se reían de solo imaginar a su serio amigo con alguien tan poco formal como Aioros
- Tendría la guapura de mis genes...- contrataca Aioria
- Y lo mejor es que Aioros a los dos días ni se va a acordar de ti entonces eres libre....
- Si Dita estuviese despierto esto no estaría pasando – Dice Shura muy incómodo con el rubor expandiéndose por su cara.
- estoy medio despierto y opino que mi amado esposo si está muy ebrio...como el primer día que lo hice caer – comenta un somnoliento mientras Dita se despereza de su pequeña e improvisada siesta, se incorpora y le extiende la mano a su esposo, éste lo sigue hacia la habitación que ocuparán ambos- ¡y es una genial idea porque a Shura le gustan Castaños!- dice divertido el sueco antes de perderse de vista por el pasillo, generándole un hiper bochorno al español.
- Era broma Shura, está todo bien- le palmea la espalda Aioria - sé que somos guapos e imposibles-
- Aunque igual debo reconocer que me duele un poco tu rechazo- bromea Aioros tratando de alivianar el ambiente.
- Eres el hermano de Aioria y punto – Acota Shura con seriedad.
- ¿Mas vino, parroquiano?- pregunta Aioria
- Con toda la fe...
- ¡Amén!- Y los tres se sirven el vino, ya estaban bastante chispeantes y desinhibidos.
- Voy a dormir, mañana tengo que ir a buscar el resto de los muebles a mi departamento anterior- comenta Shura mientras intenta incorporarse
- ¡Pero si yo te iba a acompañar!- hace un puchero Aioria
- No cachorro, queda muy poco así que tu disfruta que vino tu hermano...
- Por mí no te alteres, me voy a quedar en Atenas una larga temporada esta vez, asique tendremos tiempo, descuida Shura.
- En ese caso mañana te levanto a las nueve
- ¡Diez!
- Eso espero pequeño, ¡Buenas noches!- Shura agarra las copas vacías y las lleva a la cocina dejando a los hermanos en la sala, se lava el vino que tenía seco en las manos y poco antes de salir apaga la luz pero al dar un paso adelante se topa con Aioros en la salida de la cocina, quedando muy cerca, distinguiendo la silueta del otro por la luz del pasillo...Shura se asusta y después se ríe por la situación y besando la mejilla de Aioros sin pensar en nada y se encamina a su dormitorio deseándole las buenas noches, dejando al griego encantado con esa faceta tierna y relajada de la cabra.
Cuando Shura llega a su habitación se le pasa el sueño, asi que se da una relajante ducha caliente y cepilla sus dientes antes de ponerse una vieja y ancha camiseta como pijama, ordena lo poco que trajo en su mochila cuando escucha que tocan suavemente a su puerta, no repara en ella porque se está poniendo crema en las piernas, hasta que la persona insiste y entonces dice despreocupadamente que pase, se sorprende cuando escucha la voz de Aioros, girándose para encontrarse a un paso del castaño.
-Olvidaste tu celular en la sala, y sin él no te levantas mañana ¿o sí?- pregunta el griego con una sonrisa gentil.
- ¿Se me nota?- contesta Shura sonriendo más de la cuenta, odia a los hombres como Aioros, que creen que tendrán a quien sea cuando se les antoje, que creen que con un par de frases idiotas van a conseguir un par de piernas abiertas para la noche que quieran, y esa sonrisa cínica era para él.
- ¿Que se te nota que eres trabajólico y el celular es tanto una extensión de tu cuerpo así como un reflejo de tu ocupada e importante vida que consiste básicamente en trabajar en una oficina hasta que te pudras? Bueno la verdad es que sí. Buenas noches- el griego se retira lentamente evitando sonreír, y es que desde siempre ha disfrutado irritar a Shura y aun no pierde la esperanza de hacerlo reaccionar.
- ¿Aioros? Mmm, apenas he cruzado 10 frases con él en toda mi vida, pero es suficiente para saber que tiene un síndrome de superioridad moral insoportable- comenta Shura a modo de sarcasmo, siempre quiere quedar con la última palabra así que cierra la puerta apenas dando tiempo para que Aioros replique algo.
La cabra apaga la luz y mira el techo un par de minutos hasta que se gira y queda dormida en instantes, sueña con el mar, consigo mismo siendo un adolescente intentando nadar a lo profundo donde todos ya llegaron menos el, aparece Aioros alentándolo con su "estúpida" sonrisa y diciéndole que es muy fácil, luego pasan cosas bastante borrosas hasta que de pronto el escenario consiste en Dita y Angelo dirigiendo un taller para cangrejos bebé superdotados, hay cangrejos bailando y parece ser algo normal en esa realidad paralela... sin embargo, no recordaría nada al despertar.