CAPÍTULO VI
8 p.m. Dormitorio de Shura Montés
- Al carajo con esto, no quiero ser un abogado treintón con un divorcio a cuestas- suspira Camus mirándose al espejo.
- ¿Quién te dijo que te ves cómo eso?- pregunta Shura mientras toma su tercer vaso de jugo de Mango natural.
- ¡Mi ropa lo dice!, es demasiado... ¿formal?, debo deshacerme de este karma...-
- Estás bien, tal vez en vez de camisa debieras usar algo más informal... como una camiseta holgada, muestra un hombro, te hará bien-
- ¿tienes una?
- Es negra- contesta Shura como si fuese lo más obvio.
- No esperaba otra cosa... ¿queda bien con estos jeans ajustados negros?
- Podrías parecer de alguna banda de rock si usaras un par de accesorios
- Una cosa a la vez, Shura Montés- rima el acuariano
- Jajaja, ok
- ¿y tú? Que usarás? Dime si te puedo ayudar en algo, en realidad sólo has aguantado estoicamente mi crisis de inseguridad adolescente atrasada...
- Tengo una cantidad infinita de esas camisetas, usaré una verde botella, y punto.
- ¿tienes esmalte? tu sabes... de uñas- completa el pelirrojo
- No, las veces que he usado es porque Dita me pinta y yo acepto...
- Ok, ¿seguro no quieres vodka?
- Mmm, por algún motivo el alcohol no me atrae últimamente- admite Shura
- ¿Acidez?
- Un poco
- ¿Cuál es el secreto para coger sin culpa y tener candidatos todo el tiempo?
- No esforzarse tanto... supongo- bromea el español
- Tu si que estás animado- observa el francés
- Disculpa, no quiero pensar en hoy, de hecho no sé a qué hora comience a odiar a la gente del local lleno y quiera venir a dormir.
- Jajjaa, puede que yo tenga ese ataque antes que tu-
- Lo bueno es que literalmente no perdemos nada con ir: Milo nos hará pasar gratis y nos regalará alcohol, tu sólo sonríe
- ¿Quién es Milo?
- El primo de Aioria, es muy simpático y tiene un cuerpo... para comérselo
- ¿ya lo probaste?
- No, verás, cuando pienso en su físico, es irresistible... pero cuando habla me hace reír tanto que se me olvida que tiene ese cuerpo
- Aioria tampoco se ve mal... debe ser de familia
- MMMM- hace Shura como si nada
- ¿Y Aioros? No lo conozco, ¿es guapo?
- Es arrogante, molesto, se toma confianzas y es asquerosamente alegre... aunque coge bien- Shura se tapa la boca como reflejo ya que estaba muy ocupado buscando su camiseta y se distrajo al punto de revelar aquella información.
- Osea que...el...
- No hemos conversado del tema
- Pero ustedes...
- Es que no me salen las palabras cuando cogemos me dejo llevar y ya, aparte no ha pasado muchas veces... sólo una noche... y una mañana...etto
- No quieres hablar de eso
- Gracias por entender
- De nada.
Así fue como siguieron conversando de otras trivialidades hasta que se dieron cuenta que eran las 12 porque Mu llegó al departamento de la cabra
- Buenas noches.
- Hola Mu! Él es Camus, Camus él es Mu...
- Hola Camus, un gusto
- Hola Mu, te ves muy joven
- Cumplo 29 la próxima semana
- ¿Vamos a celebrarlo por adelantado?
- NO nono, hoy celebramos tu divorcio y el que Mu se está convirtiendo en un profesional independiente...
- ¿Mala experiencia en tu primer lugar de trabajo?
- No, osea si, casi, el trabajo está bien... es complicado
- Entiendo
- Me agrada que no pidas detalles
- Es parte de mi encanto- sonríe Camus- ¿tu si bebes?
- Hoy si, créeme que desde ayer necesitaba esto
- ¿Pasó Algo?
- Me hicieron enojar
- Uuuuh, ya veo, Camus, ¿qué le vas a ofrecer a este joven?
- El mejor vodka, lo estoy mezclando con el jugo de Shura, pero si quieres....
Mu se sirve el vodka con un tercio de dosis de jugo y se lo bebe al instante
- Alguien tiene sed- bromea Shura
00:20, Bar "Los condenados" a las afueras de Atenas.
- Me golpeó, ¿puedes creerlo? Esa cosa pequeña, grácil, de ojos grandes, ¡me golpeó!- cuenta un impresionado Saga.
- Y tú no puedes estar más fascinado por eso- contesta un alegre Aioros mientras baja una cerveza
- ¿es normal que cada día me guste más?-
- ¿o sólo eres un masoquista importante?-
- Eso es lo que no sé, ni siquiera sé si es la culpa que cargo, o sus ojos...su pelo... ayer pude olerlo y es maravilloso.-
- Pero como...- plantea Aioros confundido por semejante afirmación
- Cuando me golpeó... lo tuve cerca... y aquel día en el estacionamiento-
- Mejor aclárate o puedes joderla- aconseja el sagitariano con cautela.
- Si me gusta enserio claramente no hay posibilidades- reflexiona el peliazul con desánimo.
- ¡Salud por la incertidumbre!- inicia el castaño
- ¡Salud!- brinda Saga- ¿el español te dejó esperando?-
- Tuvimos una noche bastante interesante... y el día después también... pero después su interés es nulo... no entiendo...y tal parece que no voy a entender-
- ¿Lo llamaste?- pregunta el gemelo
- Por supuesto que no, créeme que no necesito que Aioria sea su mejor amigo para saber que odia que le desordenen la rutina- sonríe pensando en lo organizado que era aquel pelinegro, y aun así olvidaba todas las estructuras cuando se entregaba.
- Se oye aburrido- menciona Saga.
- Es que da todas las señales de ser implacable...pero cuando...me habla mientras...o cuando me mira para incitarme a que lo hagamos otra vez... cuando... ¡quiero que se me olvide lo bien que coge!- se irrita Aioros.
- Tal vez ya cumpliste la misión de ....- comienza
- Ya me hubiera dicho que está...- intenta completar el deportista.
- ¿Hablaron de los términos de tus utilidades? ¿podrás verlo cuando nazca? ¿hacerte un poco cargo?-
- No... nosotros sólo....-
- Lo hacen como conejos adolescentes- concluye Saga
- Exacto- dice Aioros antes de terminar su segunda cerveza y
Ambos suspiran y terminan sus respectivas bebidas (Saga consume jugo) mirando el vacío hasta que el arquero recibe una llamada de Aioria preguntando que "a qué hora pensaban aparecer. Los amigos pagan su consumo y salen al estacionamiento donde aguarda el auto de Saga quien se había auto designado como chofer responsable (y sobrio)
Bar Antares, Atenas, 1 am
Aioria estaba junto a Milo y Marín en uno de los salones VIP del bar (cortesía de Milo) cuando llegan Shura, Camus y Mu (los dos últimos algo mareados por el vodka) y Aioria hace las presentaciones correspondientes, ahora Marín se siente un poco más confiada ya que a Shura lo vio en un par de ocasiones junto a Aioria.
- Milo, él es Camus, mi colega. Camus él es Milo, primo de Aioria- rellena Shura al notar que ninguno de los dos estaba realmente escuchándolo ya que Milo estaba prácticamente babeando y Camus miraba muy interesado al atractivo peliazul que venía acercándose al salón VIP.
- Shura dime que lo conoces- dice Camus sin ninguna consideración por el ego de Milo, quien antes de decir nada ya había sentido el doloroso rechazo del francés.
- Sssi, pero te lo presento en el pasillo, o el salón se va a saturar (no son espacios muy amplios)- agrega Shura algo incómodo ya que Mu estaba muy entretenido hablando con Marín y su semblante se transformaría si llegaba a ver a Saga.
- -¡Hola Saga!, qué bueno que viniste, linda camisa, él es Camus mi colega, estamos celebrando su divorcio ¡Bailen!- concluye atropelladamente porque veía venir a Aioros
- Hola Camus, mucho gusto, me alegro de que sea un divorcio feliz- prosigue Saga con cortesía, ya que Shura se notaba incómodo y el francés tampoco se veía mal – ¿bailamos?, son órdenes de Shura- concluye con una sonrisa.
- No lo hagamos esperar- sonríe Camus con cortesía y se encaminan a la pista
Shura los sigue con la mirada antes de volver al salón VIP, nervioso porque Aioros se ve condenadamente bien con lo que sea que se ponga como ropa, suspira y se va a sentar entre Mu y Marín, tienen una charla algo superficial, Aioria se ve contento y eso es lo que importa. Algunos minutos después Aioros llega solo y saluda a modo general antes de distraerse conversando con un tal Misty, quien por lo que la cabra entendió, es socio de Milo en algunos negocios. El español se siente ansioso así que le pregunta a Mu si se le une en la pista y este aun estando alcohólicamente alegre le dice que sí. Cuando estaban llegando a la misma Mu divisa a Saga bailando con Camus, y si bien no hay contacto físico su cara se transforma en una de pesar.
- ¿Estás bien?- indaga Shura con cautela dirigiendo su mirada a donde Mu había posado la suya.
- Si, hacen linda pareja, no sabía que se conocían- comenta intentando pensar en otra cosa
- Los presenté hace unos momentos, tu sabes, Camus necesita distraerse- dice el español algo nervioso ya que su amigo seguía visiblemente turbado-¿lo odias, no es así?- comenta Shura intentando empatizar con el malestar de Mu.
- No es así de importante, digamos que lo detesto, ¿bailemos?- Inquiere Mu suavizando su voz, pues sabe que Shura lo invitó para subirle el ánimo.
- Si, aquí está bien- dice la cabra en forma atropellada, ya que acaba de ver a Aioros riendo con Misty a un lado de la barra.
La música que están poniendo es bastante animada y se dejan llevar por el ritmo, están teniendo una danza sutil hasta que Mu nota la mirada de Saga sobre sí, asi que en un impulso se acerca a Shura y bailan más cerca, Mu no tiene idea de por qué, pero no quiere perder la atención de Saga.
- ¿Viste a alguien interesante?- pregunta Shura al oído de Mu al notar sus intenciones
- Algo así...- Contesta Mu mirándolo desafiante –salvo que te incomode...-
- Sabes que no- contesta Shura al notar de reojo, que más allá de la gente que estaba en la pista de baile Aioros prestaba mucha atención (muy de cerca) a lo que Misty decía –pero sé que somos mejores que esto- comenta aludiendo a que podrían sr más osados.
Justo en ese momento llega Camus avisando que va a ir un rato la Sala VIP y Shura aprovecha de entregarle su chaqueta, porque esto ahora iba enserio. Mu ni siquiera se aventuró a buscar a Saga con la mirada porque de algún modo siente su mirada sobre sí. La música comienza a tener matices más provocativos, por lo cual la cabra y el borrego se pegan aún más, siempre de frente y bailan contoneando sincronizadamente sus caderas, sin llegar a parecer vulgar y sin necesitarlo, puesto que ahora ciertos griegos estaban más atentos a sus movimientos desde distintos puntos de la pista. Aioros aun mal disimulando la poca atención que le pone a Misty se fija en los movimientos de Shura e incluso se aventura a pensar que lo está torturando, jamás se imaginó ver al serio abogado y su "inocente-en-apariencia" amigo siendo tan... sensuales); por su parte Saga quien tenía ganas de ir a buscar a Aioros se queda a medio camino viendo semejante comportamiento en los más jóvenes.
La música sigue y los amigos deciden subir el nivel, Shura por su parte toma al Ariano de la cadera y éste pasa una mano por debajo de la camiseta del español, se sonríen con complicidad y deciden darse un ardiente beso, y Saga ahora está seguro de que esa invitación es para él, puesto que el borrego lo miró de reojo segundos antes de besarse con Shura. El beso es bastante largo y escandaloso, para Aioros la música deja de sonar en ese momento y lo único de lo que es consciente es de que quiere ir a buscar a esa cabra escurridiza y ardiente en ese preciso instante, sin pensarlo se acerca hasta donde está Shura y lo agarra de un brazo sin ser brusco.
- Me gusta demasiado lo que acabas de hacer- susurra el arquero contra el oído del capricornio antes de sujetar su cuello y darle un ardiente beso francés, asegurándose de tener el mínimo espacio entre ambos cuerpos, sus latidos se aceleran e incluso sus pupilas se dilatan por la excitación, cuando el beso concluye ambos tienen la respiración acelerada y se miran como si el resto no existiera.
- Quiero más - suelta Shura presa de la lujuria, sabe que no trajo su auto y que Aioros no va a conducir después de las cervezas que consumió – un taxi...- susurra segundos antes de fundirse en otro apasionado beso con el castaño.
Por un breve momento Shura se acuerda de Mu, y lo ve besándose apasionadamente con Saga, así que simplemente agarra a Aioros de brazo y de alguna forma terminan besándose, tocándose y frotándose sobre la ropa en el pasillo, cuando sienten una brisa fría recuerdan donde estaba la salida y se encaminan allí, afuera hay varios taxistas estacionados esperando clientes, se suben al primero, intentan mantener la compostura para dar las indicaciones hacia el departamento del español, y se sientan ambos uno al lado del otro en el asiento posterior del taxi. Cuando han pasado unos 5 minutos en los que se contienen al máximo, Aioros siente que la mano del pelinegro está sobre su pantalón, masajeando su miembro a través de la ropa.
- Si sigues no voy a mantener la compostura- alcanza a advertir el castaño y como a la cabra todo le importa poco en ese momento, abre sus piernas y mira fijamente a su acompañante.
- No me importa- contesta Shura, y eso era todo, ahí estaba el amante osado que hace a Aioros caer sin pensarlo.
Usualmente los taxistas que hacen turnos nocturnos saben que las ciudades a esa hora se trasforman, parte de ello ha quedado plasmado en películas que hablan de la cantidad de semen y hasta sangre que pueden limpiar cada mañana al volver al terminal, son testigos de conversaciones, discusiones, celos e incluso han trasladado a personas heridas que no pueden llegar a un hospital por estar al margen de lo legal. Así que con tal escenario podríamos decir que el actual taxista ni se inmutó cuando el pelinegro se subió a horcajadas sobre el castaño luego de besarse como si no hubiera mañana, y de hecho ni siquiera registró como inusual los gemidos ahogados del español pidiendo más. Cuando llegaron a destino solo tuvo que aclararse la garganta y recibir su pago, asumiendo quedarse con el cambio porque nadie se quedó a esperarlo, en tiempo récord el par de amantes estaba en el ascensor besándose con hambre, llegaron a la puerta del departamento y Shura atinó a entrar y empujar a Aioros sobre el sofá nuevo que obviamente combina con las paredes que pintaron días atrás, el arquero iba a decir algo cuando Shura lo calló con otro beso antes de incorporarse y comenzar a quitarse la ropa frente a un fascinado espectador, el español termina y nota que su amante se está tocando descaradamente gracias al espectáculo ofrecido, entonces se miran con complicidad y el castaño se abalanza sobre él, lo pone en cuatro sobre la mullida alfombra y se aventura a sujetarle las caderas mientras su lengua hace maravillas en la entrada del pelinegro.
- ¡Aioros! ¡ah!- jadea Shura sin ningún reparo, estaba completamente doblegado y le gustaba demasiado.
- Me encanta ponerte así-
- Presumido
- Caprichoso- contesta el arquero justo cuando sus dedos comienzan a dilatar la entrada de la cabra.
- ¡AH!, más, uno más, ¡ahora!
- Te quiero estrecho- desobedece Aioros –es encantadora tu estrechez, y estás demasiado húmedo como para desaprovechar- modula con voz ronca al tiempo que sin hacer nada más que liberar su miembro del pantalón y dirigirlo a la entrada del otro.
- Depravado- gruñe Shura al sentir la lenta intromisión.
- ¿yo?- se burla Aioros al tiempo que le da una nalgada no tan fuerte en el glúteo, al tiempo que se concentra para llegar lo más adentro posible y quedarse quieto para que su amante se acostumbre.
- Sólo tu- Gime Shura moviendo su cadera para facilitar la penetración, la mueve hacia atrás y hacia arriba, repitiendo a un ritmo moderado, dejándose llevar por el placer y sabiéndose victorioso por los gruñidos que su amante deja escapar cada vez.
- Mierda Shura... así- Aioros se deja llevar hipnotizado por la forma en que se veía entrar una y otra vez en Shura.
Fueron intensos minutos en los cuales buscaban los mejores ángulos para aumentar el placer que los embargaba, se trataban con absoluta lujuria, el sudor los hacía resbalar a ratos, un desinhibido Shura pedía, ordenaba y provocaba a su amante a cada momento, ya sus gemidos eran casi sollozos de placer cuando su interior comenzó a contraerse.
- ¡Aioros! yo-y... ¡ah! ¡AH!- el capricornio sólo reaccionaba a empujarse hacia atrás vigorosamente para incrementar el placer al máximo, incapacitado para armar una frase coherente
Sigueron hasta que el ritmo era frenético, Aioros sujetaba las caderas de Shura y ambos gimieron al venirse sincronizadamente esta vez, aguantaron bastante entre Antares y el departamento así que no hubo tiempo de perdón ni disculpas, Aioros se aseguró de dejar hasta la última gota de semen en el interior del español, para luego de un rato salirse y nuevamente quedar ambos acostados mirando hacia el techo, sólo que esta vez sobre la alfombra.
- Me siento colmado de ti...- comenta Shura pasado algún tiempo –podríamos decir que eres un donante eficiente- bromea
- Ah eso... para ser honesto tuvimos una cogida tan buena que solo quería llenarte, no estaba pensando en lo otro en ese momento... no estaba pensando- concluye riendo.
- Ahora entiendo porque Dita siempre recomienda este tipo de alfombras... tengo sed- se incorpora el pelinegro con lentitud caminando a la cocina -¿tienes sed?
- ¡Mucha!- contesta Aioros sentándose sobre la alfombra
- Aquí tienes- Shura le alcanza un vaso con agua y se sienta a su lado a beber en silencio
- Gracias- contesta Aioros educadamente.
- ¿Viste a Mu?-
- ¡Con Saga!-
- SIIIIIIIIII- se ríen y brindan emocionados
- Podríamos decir que Mu es como tú, todo odio y entrega a partes iguales- comienza Aioros
- No...- niega el pelinegro- Mu es una persona dulce y bondadosa incapaz de odiar a alguien aunque literalmente le arruine la vida, Mu escucha y perdona, siempre.- finaliza mirando su vaso.
- ¿Y tú no?, para mí son parecidos.
- Si tú le hubieses hecho a mi familia lo que Saga hizo a la de Mu, sin importar tus circunstancias jamás te hubiese hablado, tratado, perdonado, ni siquiera existirías para mí, si dejo que esto pase es sólo porque tu mayor pecado es ser algo presumido...
- Omites lo de buen besador- sonríe el sagitariano
- Si claro- ironiza la cabra
- ¿Lo vas a negar?- cuestiona divertido el castaño
- Lo estoy negando, y en tu cara- dice Shura alzando una ceja
- ¿Seguro?, yo creería que con un solo beso te puedo entusiasmar lo suficiente como para entregarte a mí-
- Te estás pasando de confiado Afkadis- acusa Shura con tono serio
- ¿si? ¿No quieres probar?- se acerca el griego arrebatándole el vaso
- Da igual- comienza Shura con escepticismo.
El sagitariano elimina la distancia e inicia con un sutil roce de labios sin dejar de conectar sus miradas, le muerde el labio inferior con suma delicadeza antes de introducir su lengua para un largo y provocativo beso. Shura suspira dentro del mismo y es la señal que el arquero toma para profundizar aún más, sujetándolo por la cintura y sentándolo sobre si, se besan hasta quedar sin aliento, ante lo cual se separan quedando un hilo de saliva entre ambos.
- ¿Decías?- se burla el presumido castaño
- Se siente bien- admite Shura- y me encendió- agrega para mayor detalle
- Es bueno saberlo- declara Aioros con una sonrisa de suficiencia
- ¿Estas consciente de que me puedo autocomplacer?- indica desafiante antes de irse hacia atrás y sin despegar su mirada del griego, comienza a tocarse, a masturbarse con las piernas abiertas, a mover su cadera y jugar con sus pezones.
- Mierda...- es lo único que atina a decir el sagitariano –tu ganas esta vez- agrega poniéndose nuevamente sobre el español –dame más- susurra al rosar su nueva erección contra el muslo del contrario.
- Tómalo- Susurra el español momentos antes de agarrarle una mano y llevarla a su entrada aun lubricada con la semilla del otro – estoy listo-
- ¿Cómo carajos lo haces para tenerme así?- cuestiona el arquero cediendo a sus impulsos.
Y ese fue sólo el preámbulo de una noche larga y provechosa en materia de fertilidad, sólo se detuvieron para tomar agua, picar algo de fruta o reírse por alguna idiotez. Ya era avanzada la mañana cuando el sueño y el cansancio los venció, el sol llegó cuando ambos dormían (sin tocarse) en posturas completamente relajadas aprovechando la amplia cama del español.
Aquella noche fue la misma en que Mu Chang y Saga Gemeli se besaron con intensidad, a tal punto que una vez que se aseguraron que Camus estaba muy feliz sentado en la barra riendo de los chistes de Milo, decidieron ir a la casa del peli azul, donde los besos adquirieron un matiz intenso, Mu comenzaba a despojarse de su ropa cuando Saga lo detuvo y dijo que esa no era la forma. Eso desconcertó a Mu quien se mantuvo glacialmente callado todo el camino a su departamento, cuando Saga lo dejó en la entrada deseándole las buenas noches Mu sólo atinó a bajarse con el orgullo herido. Saga entonces se fue tras él hasta alcanzarlo, le dio un beso prometedor y le juró que iba a conquistarlo "de la manera correcta". Una vez más Mu quedó en la entrada de su edificio fascinado e intrigado a partes iguales con aquel peliazul.
Aquella noche no fue tan buena para Milo, ya que como el persistente galán que era, bromeó hasta que Camus comenzó a reír y accedió a quedarse con él, dejó que le sirvieran los mejores tragos del bar gratis, brindaron muchas veces por el divorcio y cuando al fin llegaron a la parte donde se sacaban la ropa en el cuarto VIP que el griego tenía en Antares, Camus vomitó hasta las disculpas, un Milo resignado lo atendió en todo momento hasta dejarlo dormido con mucho cuidado sobre su cama. Aun así Milo no daría es anoche por perdida, Camus le gustaba enserio, con su seriedad, su voz, el olor de su cabello y esa actitud de "sabelotodo".
Lo realmente triste en todo lo anterior es que Camus al despertar recordaría vagamente hasta la parte en que deja de bailar con Saga para compartir un poco más con Marín y Aioria en la sala VIP.