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Cállate y dame un hijo por melisanatalia

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Capítulo XI

Durante lo acontecido en el bar "Las Miserias", Mu y Saga estaban cenando en casa  de Kanon y Sorrento, ya que hace poco había pasado el cumpleaños de los gemelos y nadie había tenido tiempo ni disposición para celebrarlo adecuadamente (Saga por trabajo y Kanon estaba demasiado en el papel de padre baboso como para salir de casa). Todos tuvieron su momento para consentir a la pequeña Thetis y hablarle de manera ridícula y hacerle mimos, la conversación fluyó bastante bien entre los cuatro, ya que Mu era la primera pareja que Saga presentaba oficialmente después de su desastrosa relación con Arles, y de eso había pasado bastante tiempo.

Departamento de Mu Chang-Arianni, 3 am.

-        Hace tiempo no comía tanto y tan bien- el ariano comentaba todo casualmente pero en el fondo estaba nervioso ya que era la primera vez que Saga entraba a su departamento, ya que hasta el momento el romance había ido lento y formal, a petición de Saga.

-        Hace tiempo no me pongo nervioso por impresionar a alguien- Saga ya se había desabotonado la camisa y había caminado hasta el sofá donde se encontraba su ahora novio.

-        Sabes que no necesitas impresionarme, contigo basta- Mu le da una sonrisa sincera y extiende su brazo para que Saga se acurruque con él.

-        Es bueno saber que somos novios y que voy a disfrutar estos momentos contigo...antes de... tu sabes, cuando le digamos a tus padres.

-        Ya lo intuyen, a Shion no se le escapa nada...

-        Ahora sé a quién sacaste lo perspicaz- murmura el peliazul aspirando el aroma de los cabellos lavanda de su novio

-        De todas formas no quiero pensar en eso ahora...- Mu se gira sin romper el abrazo y se recuesta sobre Saga, éste lo acoge entre sus brazos sin dejar de mimarlo.

-        ¿Quieres dormir?- pregunta el griego sin dejar de mirarlo

-        No...- Mu lo mira a los ojos y entrelaza un de sus manos con él- sabes que no-

-        Mu...- el jadeo que se le escapa a Saga tiene mucho que ver con el sólo gesto de Mu, las ganas eran muchas, por parte de ambos, pero el griego no quería comenzar mal.

-        Mu, sabes que... estoy duro desde que te vi bajar del auto, pero...-

-        Lo sé, es sólo que... respeto tu decisión...podemos esperar...pero mientras no estaría mal...tu sabes...hacer avances...- el ariano se incorpora y lame un dedo de Saga- ¿o tampoco estaría bien?- Lo último lo dice con un tono que parece acariciar la espalda de saga con una corriente eléctrica.

-        ¿Quieres esto?- el griego lleva la delicada mano del ariano sobre su miembro endurecido que se puede percibir a través de la tela del pantalón.

-        Mucho...- Mu se arrodilla y exhala un suspiro sobre la entrepierna de saga -¿me lo vas a negar?- pregunta con fingida inocencia y un par de ojos brillantes puestos sobre su novio.

Saga se sienta mejor en el sofá y le alcanza una almohada a su novio para que apoye las rodillas, el pelilavanda sonríe conforme y sin interrumpir el contacto visual se relame los labios y baja el cierre, acaricia un poco más con sutileza sobre la ropa interior, antes de quitarla del camino, sólo deja de mirar los ojos del peliazul cuando el miembro de éste se yergue completamente frente a su rostro... entonces sus labios rosan sutilmente el glande, posteriormente su mano se apodera de la base y extiende toda su lengua para lamer la punta y desde ahí comenzar a salivar todo, ante la atenta mirada del griego.

-        Me gusta- susurra el menor antes de meterlo todo en su boca de una sola vez y darle una mirada divertida a Saga que parecía al borde del infarto.

-        ¿Cómo? ¡hm!... eres mi perdición- el griego le acaricia el rostro y su mirada se transforma...

-        Cuando acabes te voy a masturbar hasta que te vengas incontables veces en mi presencia.

Esa promesa motivó a Mu, así que agarró la mano de Saga y la condujo hasta su nuca, dándole a entender que marque el ritmo, pues la mirada dominante y el tono de voz utilizada por el griego eran como un premio, y no lo iba a desperdiciar. Más tarde le enseñaría las magias del sexo tántrico y todas las formas de placer que  conocía, pero ahora estaba complacido con el placer tierno, torpe y primerizo que se daban, porque ya estaba seguro de que aquel griego era su complemento, y por tanto aquella noche no iban a dormir.

Martes, residencia de Aioria (y un poco de Marín también), 6pm.

Aquel fin de semana transcurrió normal hasta que el martes Marín se había rendido esperando el momento en que Aioria le dijera que es lo que lo tenía tan contento, tan callado contemplando el paisaje con los ojos brillantes y tan atento al teléfono, era una mujer calmada y sabía que debía cederle su espacio, pero cuando comenzó a buscar las fotos familiares viejas que guardaba en el techo, se desorientó bastante.

Aquel día en particular tanto Aioria como Marín habían estado bastante atareados en el trabajo, no sólo por las clases, los alumnos, la corrección de exámenes o la aburridísima reunión de apoderados de la cual acababan de salir, escuchando los clásicos "mi hijo jamás haría algo así", "es que estudia todos los días, no entiendo que pasa", "deben ser los compañeros mala influencia" "¡¿acaso les dan educación sexual para que tengan experiencias sexuales prematuras?!", etc. Así que cenaron algo rápido en silencio, luego Aioria lavó los platos y acordaron tomarse un largo baño de tina juntos, Marín fue a alistar el baño pero se quedó pensando en el apagado mensaje que había recibido de Seiya, se notaba triste pero no lo quería comentar el por qué, sólo sabe que tiene que ver con Shiryu y probablemente su castaño y revoltoso tuviera la culpa, pero si bien era el culpable de otras 20 mil situaciones a lo largo de los años, su irreverencia hacía que  jamás se detuviera a reflexionar el peso de sus acciones... hasta ahora.

-        ¿Marín?

-        ¡ah sí!, voy a buscar mi bata.

-        Ni siquiera te has desvestido, ¿Qué sucede?

Aioria camina hasta ella y la rodea con sus brazos, besa sus mejillas y comienza a sacarle la ropa con lentitud. Marín suspira agradecida y se deja hacer, pero su mente está en otro lado.

-        Es que no entiendo que pasa últimamente...

-        ¿A qué te refieres?- ahora es Aioria quien se quita la ropa y la deja a un lado junto con la de su novia.

-        Seiya está triste y con la cabeza en otro lado... no me quiere contar que le pasa-

-        Eres su única hermana, tal vez todavía no quiere hablar de ello-

-        No lo quiere hablar conmigo, pero ayer me avisó que va a trabajar en la tienda con Aioros, sin siquiera comentármelo antes, ¿lo estoy perdiendo?

-        Tal vez está comenzando a madurar y hacerse más independiente, tiene 18 años, es natural... ahora, si quieres podemos ir a dormir a tu casa desde mañana para estar más cerca de él...

-        ¿enserio? ¿aunque nos quede 20 minutos más lejos del trabajo?

-        Podemos dormir en el bus los 40 minutos que no tardamos en llegar, no es un problema...

-        ¿Y tú?- corta abruptamente Marín cambiando el tono y el tema

-        ¿Yo que?- Aioria se sorprende y traga pesado tratando de calcular en que parte se equivocó.

-        ¿No me vas a decir que pasa?- Marín se separa y se mete lentamente en la tina (una bastante grande cabe decir)

-        ¿Qué me pasa de qué?- Aioria se mete cautelosamente en la tina y se arrodilla frente a Marín

-        Andas raro, distante... pero feliz, y siento que me estás dejando fuera de eso...- la castaña se encoje de hombros- o tal vez sólo ando sensible y me siento especialmente desplazada –suspira- yo...no sé, no puedo ser más intuitiva que esto.

Aioria la mira de manera comprensiva y sonríe, besa sus rodillas y las abraza, haciendo que Marín se relaje, hasta que puede ponerse a su lado en la tina y abrazarla..

-        Ah... eso... ¿te acuerdas que estaba molesto con Shura por no ir a mi premiación?

-        ¿Cuándo te dije que te relajaras y esperases a hablar con él antes de sacar conclusiones estúpidas?

-        Lo cual fue exactamente lo que no hice...

-        Lo sospeché

-        Esta vez fue...-La sonrisa de Aioria se ensancha- voy a ser tío, ¡vamos a ser tíos!, Aioros no lo sabe, pero yo sí, es que se complicó un poco, pero no lo voy a presionar a decirle aún, si sé que igual le va a decir ¿no es lindo? Voy a poder consentirlo y ninguno de sus traumas será mi culpa porque no seré el padre, es perfecto.

-        ¿Por qué haces esto?

-        Yo...¿qué?- Aioria la mira confundido sin saber si la jodió o es broma

-        ¿Por qué eres tan comprensivo, por qué guardas discreción con Shura, y le das su tiempo para aclarar las cosas con tu hermano?

-        Y-yoo ¿está ma...?

-        Y más encima lavas los platos

-        ...

-        Eres el mejor novio que alguien puede tener, te amo- finaliza la japonesa con la mirada brillante, pues era la primera vez que lo decía.

-        Yo... ¿osea que lo hice bien?

-        Más que bien...

-        Yo- besa sus labios- también- baja a su cuello- te amo Marín- finalmente le sonríe mientras acaricia sus pechos

-        Creo que quiero hacerlo hasta que caigas dormido

-        Pero podría comenzar siendo un novio aún más perfecto...

-        Yo no usé esa palabra... ¡ah!, Aioria, está bien sigue...

Aioria volvió a ponerse de rodillas alzando la cadera de Marín para darle sexo oral porque si, él también puede servirse de textos educativos, y si, tampoco es como que le hubiese importado antes hacerlo bien, y al parecer estaba funcionando porque  Marín se estaba quejando (en el buen sentido).

Miércoles 8 pm, restaurant "Excalibur"

Definitivamente Shura estaba hecho una ensalada de emociones, por la mañana había acordado verse con Aioros en este local, porque estaba comenzando a dormir mal a pesar del cansancio, y al menos 3 de los cinco sueños que recordaba haber tenido esos días intercalaban situaciones horribles donde Aioros tenía hijos con Misty,  o el matrimonio Afkadis le recriminaba cosas. Suspiró por tercera vez ese día sin poder tragar aun el té que había pedido, tenía un nudo en el estómago y e incluso otro en la garganta (malditas hormonas),  además le estaba pesando más que nunca tener más de tres meses de embarazo y no haber ido a control aún... estaba hecho un caos, su trabajo iba más que bien luego de las últimas alianzas comerciales pero ahora todo eso era un barullo en el cuál se veía haciendo todo de manera automática... y todo sin contar que en tres semanas Pandora se iba y él debía encontrar un reemplazo decente, pero si no era un humano de satán (como la llamaba cariñosamente) no había posibilidades de que fuese eficiente. Cuando dieron las 8:15 y su té estaba frío decidió agarrar sus cosas dispuesto a irse pero...

-        Shura, disculpa- Aioros se veía bastante agitado intentando recuperar el aliento, Shura lo miró con severidad y le extendió su té frío- Gracias, es que yo...- Aioros estaba con el cabello revuelto y las mejillas encendidas

-        Tu no sabes lo que es la puntualidad- comenta Shura en tono neutral

-        ¿Sabías que hay otra sucursal de esto cerca de tu casa?, me confundí por no leer bien tus indicaciones, realmente disculpa, preferí apurarme a enviar excusas escritas, ufff, ¿ordenaste algo? Yo tengo hambre- Aioros habla sin parar y llama a un mesero, Shura pide una ensalada (era una excusa pues aun no era capaz de tragar) y Aioros una porción de carne con ensalada.

Transcurridos unos minutos, en los que rellenaron con cualquier cosa, hablando hasta del clima (ambos estaban imposiblemente nerviosos por distintos motivos), su comida llegó, comenzaron a cenar con lentitud, Shura procuraba no pensar en nada para poder pasar esa lechuga y cuando se dio cuenta que en realidad no iba a comer ni dormir bien hasta decírselo, fue que optó por afrontar todo.

-        Yo quería hablar contigo porque jamás hemos acordado tus posibles funciones o intereses respecto a nuestra hipotética descendencia- Shura se limpió ávidamente las comisuras con una servilleta para tratar de no vomitar la estúpida lechuga.

-        Wow, jamás te había escuchado hablar como abogado, me pone- Aioros bromea y le guiña un ojo mientras se sigue tomando el té (ahora frío) de Shura, hasta que notó que este no estaba para bromas así que se pone a la altura de las circunstancias- defíneme intereses, porque funciones ya imagino de que va-

-        ¿Quieres ser una parte activa de su vida? ¿O en la de tu familia?, ¿quieres que lleve tu apellido? ¿Quieres que te diga papá?- para su propia sorpresa, Shura estaba horrorizado con la cantidad de ganas que tuvo de llorar al preguntar lo último ¿Qué carajos fue eso?

-        Eeeeh, bueno, por partes: ni siquiera lo he planteado en mi familia (aparte de Aioria), y la verdad es que aunque no lo creas entiendo la magnitud de tal responsabilidad, siempre he querido ser padre aunque jamás he tenido idea de con quien por el ritmo de trabajo que llevo y esas cosas, ahora... no sé si quiero hacerlo en este momento de mi vida...

-        ¿Qué momento de tu vida?- Inquiere Shura con interés

-        Bueno...recién tengo mi propia casa, recién dejé de andar de alpinista por el mundo, recién veo que el fruto de mi esfuerzo en la tienda, recién estoy retomando mis amistades y lazos en general, osea, llegué hace un tiempo pero estas cosas llevan más tiempo, además, no pensé que fuese urgente tomar decisiones aun, es decir, esta conversación es necesaria pero apresurada, veamos en el camino, para empezar tendríamos que hacer un hijo, me entiendes...

-        Aioros, ¿te acuerdas cuando pintamos la sala? En mi departamento...

-        Si- contesta Aioros mientras le pone más sal a su ensalada.

-        Uno o dos días después de eso sucedió.

-        ¿Qué cosa?... ¿¡QUÉ?!

Sala de ensayo "El Humo", Atenas,  9pm

Aquel miércoles la banda "Los Bronces" se hizo un espacio entre los deberes de sus integrantes y las tensiones en general para tener un ensayo en la sala dispuesta para ello, todo fue tranquilo, nadie discutió, nadie tuvo ideas nuevas, sólo se acoplaron bien y ensayaron largas horas. Ya para las nueve Hyoga anunció que se iba porque Camus los había invitado a cenar a él y a Shun, Ikki iba a buscar a Shaka a la academia de "cosas místicas" como le llamaba, por tanto Shiryu se ofreció a cerrar la sala, Seiya se quedó esperándolo en la entrada, para cuando Shiryu apagó todas las luces, divisó al castaño en la entrada.

-        ¿Olvidaste algo?- consultó amablemente el pelinegro con su habitual calma.

-        No... la verdad es que sí...bueno...

-        Mañana voy temprano a la práctica, por favor ve a buscar lo que se te quedó, te espero aquí

-        En realidad lo que olvidé, bueno, en realidad no lo olvidé pero estaba inseguro de como...la cosa... bueno, lo siento- Seiya le miró a los ojos para proseguir- de verdad lamento haberla jodido, nuestra amistad era perfecta, y la jodí haciendo eso con una persona que solo se encaprichó conmigo porque ya no podía tenerme, y luego me sentí como la mierda, te he extrañado horrores, y ese día en el teatro, tu y Jabu... yo quería asesinarlo, y escaparme contigo, pero tu...y no sé si puedo volver al momento en que nos besamos la primera vez, todo estaba bien en ese entonces.

-        ¿Y cómo sé que no tendrás confusiones en el futuro?- Shiryu estaba bastante serio pero su voz sonaba tan calmada como siempre- yo soy producto de una "confusión" de Dohko, y hasta hoy me mortifica imaginar lo doloroso que debió ser para Shion, a veces pienso que por mucho que le oculte, aun le duele ver a mi madre cuando me mira... tal vez es mi karma, tal vez no, de todas formas acepto tus disculpas y de momento sólo te puedo ofrecer mi amistad...

Seiya estaba conmovido, debido a su larga amistad con Shiryu siempre supo que este era adoptado, pero no sabía los detalles hasta ahora, se sentía mil veces peor por lo que estaba ocurriendo, no tenía cara para exigirle nada, la había cagado aun peor de lo esperado, así que solo atinó a abrazarlo con fuerza.

-        Gracias, no te voy a dejar solo ¿lo sabes?- el castaño habló contra los cabellos del otro, adoraba su aroma, lo había extrañado de mucho antes de saber que no eran sólo amigos.

-        Lo sé- Shiryu suspiró aliviado de saber que no perdería a la persona que más quiere.

Casa de Pandora y Yuzuriha, Miércoles, 9pm.

-        Amor, subí tres kilos, ¿no es genial?, ahora puedo ir a comer cosas sin resentirlo, mañana reabriré las inscripciones a la consulta también, incluso podemos salir a cenar para celebrarlo... y podemos...- Una optimista Yuzuriha se sienta a horcajadas sobre su novia sin parar de hablar- incluso podemos ir a ese local donde...lo hicimos en el baño, puede ser un gran comienzo, porque allí se puede bailar, y tengo mil ganas de hacer eso...

-        Yuzu...- Pandora se remueve incómoda bajo su novia

-        Bueno, si no quieres bailar, olvídalo, pero haremos lo mismo del baño sólo que...

-        Yuzuriha no deberías tocarme...

-        ¿Qué? Amor, hace al menos dos años que no... me siento igual de atraída por ti que el primer día, cuando fuimos a...

-        Durante el año pasado me acosté con alguien más

Yuzuriha se incorpora con el cuerpo tenso y se para frente a Pandora con el rostro desencajado, el aire no se quería quedar en sus pulmones, por su parte la pelinegra no podía mirarla a los ojos aun

-        ¿Una vez? ¡MIRAME! ¿Más de una vez?

-        Que relevancia tiene- Pandora finalmente la mira a los ojos, viendo un profundo dolor en ellos, sintiéndose como mierda.

-        Claro que es relevante, quiero saber cuánto tiempo, fui tonta aparte de enferma ¡¿Cuántas VECES TE DIJE QUE TE VAYAS, QUE TE BUSQUES A ALGUIEN Y QUE ME DEJARAS SOLA CON MI MISERIA?! ¿Cuántas?

-        ¡Maldición!, ¡Te amaba!, y aun lo hago, no se trata de querer a otra persona, estaba enojada por mil cosas, no sabía cómo desahogarme, si...

-        ¿Con quién?

-        No importa con quien, si vas a ofenderte lo merezco, yo fui quien se equivocó...

-        TE HICE UNA PREGUNTA.

-        Con Ikki

-        ¡MIERDA PANDORA! ¿Tenía que ser con nuestro consejero?, ¿lo hicieron antes o después de las charlas?

-        Después... el aún estaba nostálgico por lo de Esmeralda, yo estaba desesperada por tu situación, el aun no conocía a Shaka y yo...

-        Decidieron consolarse, que ternura- escupe Yuzuriha con sorna

-        No pensé en nada, no decidí, pero me ha estado consumiendo desde que ocurrió.

-        ¿Te sentiste consumida? Felicidades, pobrecita- finalmente la ariana se sienta en la alfombra escuchando los latidos de su corazón, sus mejillas completamente rojas.3

-        ¿Por qué me lo dices ahora?

-        Porque sería la peor si dejase que tocaras a alguien como yo... no lo mereces... eres mi esposa, la persona que más quiero y ni sé cómo ser digna de ti...

-        ¿se cuidaron?

-        ¿Qué clase de pregunta es esa?

-        QUE SI SE CUIDARON

-        Por supuesto... ese no es el p-

-        Bueno, ahora búscate una imbécil para ir a Japón porque yo no me voy a anotar...

-        Yuzuriha podríamos...

-        NO

Miércoles más en la noche, restaurant "Excalibur"

-        Tu... nosotros ¿por qué no lo supe?

-        Me enteré hace algo más de una semana, no tuve síntomas claros, d ehecho sólo fue por un chequeo de Mu...

-        ¿Aioria lo sabe?

-        Si... estaba esperando el momento para hablarlo contigo

-        ¿Por qué sospecho que lo saben más personas antes que yo?

-        Aioros, no lo hice a propósito- Shura se endereza en su asiento y busca un lugar al lado del griego- Sólo que todo se complicó con la discusión, y no quería que esto fuese una excusa para que olvides mi terquedad, pero al parecer la perdonaste de todas formas, y lo agradezco- se aventura un poco más y le pone una mano en el hombro del griego para reconfortarlo.

-        Wow, se podría decir que somos eficientes en eso de hacer personas...- Aioros sostiene la mano que Shura tiene en su hombro con fuerza, reconfortándolo de vuelta.

-        Al parecer si...

-        ¿Tendremos que casarnos o algo así?

Y es precisamente en ese instante en que toda la mágica atmósfera se va por el caño, Shura quita su agarre y mira al griego como si fuese a estrangularlo.

-        Nadie habló de nosotros- el español herido en su orgullo comienza a hablar en un tono bajo, suave y algo peligroso antes de agregar- tu tomate el tiempo para ver si quieres asumir la paternidad y el estar presente (o no) en su vida, tienes al menos siete meses para pensarlo, porque escúchame bien esto Aioros: no me voy a enojar contigo si decides simplemente no asumir la paternidad, pero no te voy a perdonar que sólo seas partícipe de su vida cuando te baje la moral, la pena, o lo que sea. Quiero que estés de la forma que decidas pero sin variaciones, porque si vas a ser una presencia intermitente en su vida yo mismo me aseguro de que no te acerques jamás. ¿Fui claro?

-        Muy claro... ¿me quedé callado mucho tiempo?

-        Bastante, pero es normal, a mí me llevó días asumirlo- sin quererlo se lleva una mano al vientre, sin querer mirar al castaño a los ojos.

-        Asumo que llevas más controles de los esperados y compraste al menos dos mudas de ropa ¿o me equivoco?

-        Te equivocas, pero pronto iré. Bueno, de todas formas mañana trabajo y debo encontrar reemplazo para Pandora así que ahí me cuentas, buenas noches Aioros.

-        Buenas noches, Shura.

Shura se bajó del auto y se puso a llorar, ¿Qué mierda le estaba pasando? Por supuesto que no quería casarse, pero ¿por qué mierda tenía la ilusión de ver a Aioros un poco animado con la noticia?, algo de empatía, un jarro con jugo de mango, ¡ALGO!, fue sonándose la nariz hasta que llegó a su piso y divisó a Pandora sentada en su puerta.

-        ¿Y tus llaves?- pregunta olvidándose por un momento de su agonía.

-        Las olvidé ¿Y tu cara?- contraataca la alemana por costumbre, al notar que se encontraban en igualdad de condiciones.

-        Igual que la tuya.

Se abrazaron poco antes de entrar al departamento e ir cada uno a su habitación (Pandora tenía su lugar en el cuarto de invitados) en completo silencio, ninguno quería dar detalles de sus asuntos por ahora, no tuvieron que aclararse mucho, total mañana se irían juntos al trabajo.

 


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