Capítulo III
Domingo, 7 am.
Si prestamos mucha atención, entre la bruma de la mañana semi primaveral en las costas de Grecia, nos vamos a dar cuenta que en uno de los miradores (balcones/terrazas en relativa altura con vista privilegiada) más apartados, hay un auto estacionado, si nos acercamos más no podremos ver hacia adentro con nitidez ya que los vidrios están empañados. De todas formas es un alivio para los ocupantes que el lugar esté desierto a estas horas...
- ¡Aah!
- ¡Mgh!
- ¡Ángelo!, ¡ah!, ahí, amor!
Pues sí: cierto matrimonio se despertó muy temprano (condicionados por la rutina que suelen tener), tomaron un silencioso y relajado baño de tina antes de abandonar la casa del anfitrión de la noche anterior (quien por cierto roncaba en el sillón), no cruzaron palabra ni acordaron nada, pero en el camino a casa, un guapo sueco peliceleste comenzó a acariciar la entrepierna de su amante, susurrándole lo mucho que le había gustado darle una mamada furtiva en el pasillo la noche anterior, lo mucho que disfrutó ser cogido sin consideración a principios de ese mes (una memorable cogida salvaje), lo húmeda que estaba su entrada en ese preciso momento...todo eso entre otras infidencias provocaron que ahora el mismo peliceleste estuviese montando desnudo a un devoto italiano, el cual alterna esas grandes y ásperas manos entre las caderas y cintura del sueco, muerde sus hombros con intensidad, y sube las caderas solo para llegar más adentro del sujeto de su placer.
- ¡Ángelo!
- Aprietas más y me vengo...- dice el italiano en una ronco intento por hablar- Dita, ¡agh!
- Justo así me encanta, ¡más!- solloza lascivamente el sueco mientras salta rítmicamente sobre el pene de su esposo, se mueve en semicírculos entre cada salto, ambos están intoxicados por el ruido que hacen sus propias pieles al chocar, sobre todo ahora que la humedad está aumentando rápidamente, y esas son las últimas palabras antes de que Afrodita alcance el orgasmo con un gemido ahogado sentándose para apretar al máximo su entrada alrededor del miembro del italiano, haciendo que éste también se venga.
- Adoro, hacerlo, en, ujm, cualquier parte....contigo- expresa Dita entre jadeos dejándose caer en pecho de su amado, le gustaba la sensación de ser llenado por la persona que más quería, y por sobre todo, adora escuchar los agitados latidos de su amor dejándose envolver en el calor que siempre le había brindado aquel italiano.
- Yo te amo precioso- murmura Ángelo cobijándolo con un abrazo, y es que se sentía pleno y relajado, estaban de vacaciones: esto quiere decir que no importa si se duermen, si almuerzan a las once de la noche o si quieren salir a caminar a las cuatro de la mañana, no les importa mas que disfrutar la vida juntos, esa era la mentalidad que predominaba para ambos.
Ángelo DeSantis no es precisamente una persona que haga honor a su nombre, pero para hacernos una idea de sus circunstancias se podría contar que quedó huérfano a los 3 años, lo cual hace que tenga recuerdos borrosos de sus padres. Varios años atrás, el matrimonio DeSantis estaba durmiendo cuando repentinamente pasaron a un sueño eterno, ya que se intoxicaron silenciosamente con monóxido de carbono debido a una fuga en las cañerías de su recién adquirido departamento en Grecia. En ese entonces, el pequeño Ángelo se encontraba jugando con sus vecinitos cuando la madre de uno de éstos lo fue a dejar, intrigada de que nadie fuese por él: supo que algo andaba mal cuando nadie abrió la puerta... lo que pasó después es una seguidilla de personas desconocidas y papeleos que terminaron con Ángelo en un orfanato a sus cortos cuatro años, allí desarrolló una "mala actitud" ya que el orfanato era católico y el detestaba "vestirse como cortina de baño"(sacristán) e ir a los "recitales de ese viejo feo y arrugado" (misas), alguna vez escondió "los pedazos de Cristo" (hostias) y más encima trató de "amargada" a una de las monjas: por tanto, se lo pasaba castigado y como las penitencias espirituales jamás surtieron efecto alguno, lo mandaban a ayudar en la cocina o los quehaceres del aseo diario, así pasaron monótonos años en los cuales siempre lograba escapar del orfanato sin éxito ya siempre era devuelto. Ya estaba por resignarse cuando el día cumplió siete años le hicieron compartir cuarto con "ese niño de acento raro y cara de funeral" llamado Shura, el cual terminó siendo su amigo más querido y lloraron a gritos el nombre del otro cuando los separaron dos años después. La "tragedia" fue que su abuelo Hakurei DeSantis, un afamado cardiólogo, dio con el paradero de su nieto, ya que al estar peleado con su hijo jamás se enteró de que éste al morir había dejado al pequeño "angelito" en manos de esas "perversas monjas". Felizmente para Ángelo, no sólo tuvo la fortuna de conocer a su abuelo y ser mimado en compensación por los años de ausencia, también estaba muy agradecido de vivir en un hogar "ateo" sin misas ni cortinas de baño como ropa.
A pesar de cambiarse a otra escuela (una de elite), Hakurei no pudo convencerlo jamás de dejar Grecia. Todos los sábados, el diablito se levantaba antes que su abuelo para poder bañarse, vestirse y estar listo a la hora en que se abrían las visitas al orfanato, todo para ver a su mejor amigo, contarle de su nueva vida y llevarle bolsitas de dulces a todos. Incluso hubo ocasiones en que le permitieron a Shura salir de paseo por el día con su Ángelo y el abuelo de éste, ya que Shura (a diferencia del italiano) si tenía muy buen comportamiento y las monjas lo adoraban por ser tan "pulcro y tranquilito". Jamás habrían imaginado que lo primero que hacía cuando Hakurei los llevaba a la playa era sacarse todo para ir a nadar, o que hacía competencias de gases en todos sus formatos con Ángelo, y mucho menos imaginarían que ni bien cumplidos los 17 se besaba con otros chicos de sus edad en locales de dudosa reputación.
Esos son los antecedentes de la profunda y resistente amistad entre Ángelo y Shura, Hakurei observó tempranamente esto, y fue por lo cual -a espaldas de su nieto- inició los trámites para adoptar a Shura lo antes posible, lográndolo finalmente cuando el chico cumplió los nueve años; ambos (entonces pequeños) recuerdan esa etapa como una de las mejores de sus vidas.
Ya en el presente, la semana transcurrió tranquila, el miércoles cuando Shura y Aioria almorzaron juntos (ambos vestidos formales, pues habían salido del trabajo) en un local cercano al trabajo del sacrificado profesor, ¿el motivo?: este último no podía más de frustración, ya que Marín en vez de darle algo de crédito por sus esfuerzos, había ignorado olímpicamente cuando Aioria "espontáneamente" se quitó la camiseta con la excusa de que la había ensuciado... ¡¡ y Marín ignoró su trabajado y sensual abdomen!!!
Mas encima desestimó de lleno su opinión en la asamblea respecto a las modificaciones salariales ofrecidas por el gremio.
- ¡¿es que acaso es ciega?! ¿Lesbiana? ¿Se puede revertir la asexualidad?
- ¿No has pensado que quizás sale con alguien?
- No es asexual- se concentra el león mirando al horizonte- porque durante su segundo año de trabajo salía con un idiota del departamento de filosofía-
- ¡¡Que aburrido!! Tal vez lo que tiene es mal gusto
- Ya no sé con qué más seducirla
- ¿Has intentado invitarla a salir... sin destacar absurdamente tus cualidades?
- Te refieres a que...
- Si Aioria
- Osea...
- Si, pídeselo con humildad, actuando como persona normal. A Ángelo le funcionó. No sé por qué tú y él insisten en que son las únicas personas del mundo que tienen abdominales marcados.
- Es que me quedan tan bien...
- Humildad, Aioria
- Está bien... ¿y tú? ¿pensaste que harás con el donante? Aioros te miró el trasero descaradamente cuando ibas a la cocina aquel día
- ¿¡Aioria de verdad pretendes que considere tener un hijo con alguien solo porque le gusta mi trasero!? ¡Yo si tengo dignidad!
- No es por tu trasero, solo dijo que no le molestaría- se encoge de hombros restándole importancia a su desafortunado comentario.
- No quiero ser descortés contigo Aioria- Suspira el español antes de proseguir- pero para MÍ, lo mejor de Aioros es que TÚ eres su hermano, si él tuvo que ver algo en tu formación, se lo agradezco. Y eso es todo.
- Estas juzgando un libro por la portada, que seamos guapos y seguros de nosotros mismos no significa que estemos vacíos o algo así, además ¿tú te crees superior solo por terminar tu carrera a tiempo y haber ascendido tan rápido en el trabajo? ¿Tú crees que eso es tener la vida solucionada? Aparte, si necesitas solo su maldito semen no sé cuál es el problema. Shura yo te quiero pero el que no seas capaz de sostener una relación o más bien, que sea un milagro cada vez que inicies una no habla bien de ti, no puede ser que tu miedo al rechazo sea mayor a tus ansias de realización...¿Me habías escuchado decir tantas verdades sin groserías de por medio? Yo no, me gané tu postre- concluye apresuradamente el griego mientras le arrebata el tiramisú.
- Yo... - Shura visiblemente sorprendido y algo herido por la franqueza de Aioria se queda estático unos momentos mirando un punto fijo en la mesa.
- No se trata de hacerte sentir mal, se trata de que nos queremos y nos conocemos: sólo nos estamos aconsejando con amor, te juro que si me gustasen los penes ya nos habríamos casado, pero no es el caso... eres un abogado serio y recatado, y aun así soy tu amigo, te quiero, ¿me entiendes?- lo zamarrea del brazo sabiendo que la cabra no reaccionaría muy rápido.
- Si... voy a pensar en lo que me estás diciendo...-
- No lo vas a olvidar nunca...- acusó Aioria con un puchero.
- Probablemente no...- reconoció la cabra con tono reflexivo.
- Pero tener miedo está bien... es humano... ¡solo no dejes que eso obstaculice tu gran búsqueda del semen estrella!
- ¿Todavía no te quieren dar?- Es la frase que usa Aioros al llegar donde se encuentran la cabra y el león- perdón, mal inicio: hola Shura, Hola Aioria ¿Cómo están?
- Quiero ser tolerante pero estoy al borde del mal humor... nos vemos el sábado- Shura se para y agarra su chaqueta.
- Disculpa, yo le dije que me pase a buscar, iremos a hacer algunos trámites- rellena Aioria
- ¿Te nos unes?- Consulta Aioros con cautela sabiendo que hizo una pésima entrada.
- ¿Me ves con ganas de respirar el mismo aire que tú?- contesta mordaz el aludido-
En ese instante Aioria intenta relajar su postura, si hay algo que sabe es que es difícil que Shura estalle, pero cuando lo hace puede decir cosas tan hirientes que es como una bomba lacrimógena para los que estén cerca (hizo llorar a Ángelo un par de veces, pero por buenas razones).
- En tu lugar tampoco me sentiría cómodo así que no te preocupes, pero cuenta conmigo el sábado ¿sí?- Habla Aioria poniendo sus irresistibles ojos de gatito con botas para relajar la creciente ira del español –sabes que es mejor que avances conmigo, o no tendrás listas las paredes antes de que lleguen los muebles-
- Disculpa, se me olvida que tienes sentimientos- se disculpa de forma muy espontánea Aioros, es tan espontáneo que hasta parece estar hablando enserio.
- Descuida, se me olvida que te falta cerebro- Ahí estaba de nuevo: nuestra cabra irónica, acompañado de una sonrisa tipo homicidio pide la cuenta, pagando lo suyo y lo de Aioria.
- ¡Te quiero!- alcanza a decir el felino mientras Shura se retira
- Lo sé.- Contesta Shura sin mirar atrás
- ¿Tanto me odia?- pregunta Aioros mirando descaradamente el trasero de Shura mientras este se aleja del lugar
- No, es sólo que llegaste en un momento crítico... y aparte si nos fijamos en las cosas que le dices... bueh, no eres el más agradable de los humanos... cuando se trata de él.
- Es tan serio que no lo puedo evitar- mira a su hermano menor- pero sé que gracias a ese tuviste un buen ejemplo cuando me fui de Grecia, así que prometo... tratarlo mejor.
- ¡¡Genial! El sábado a las 5 en su casa, vamos a pintar la sala.
- No dije que quería comenzar tan pronto...- dice bromeando Aioros
- Shura compra unas cervezas muy buenas cuando quiere agradecer la colaboración...
- Hecho. ...
Jueves, 5pm. Hospital de Atenas.
- Todo indica que sigues estando en el mejor momento de tu fertilidad- Concluye un joven de rostro apacible, ojos grandes y una larga cabellera lila quien sostiene los últimos exámenes de su paciente- tienes muchas posibilidades.
- Es más complicado de lo que pensé... ¿y si congelas mis "posibilidades", en caso de que no encuentre donante ahora?...tu sabes...
- Ángelo dijo que Aioria te encomendó a su hermano ¿o me equivoco?
- Voy a matarlo antes de poder acostarme con el- bufa Shura
- ¿Tan terrible es?- pregunta Mu mientras guarda los exámenes en un sobre
- Cumple con todo... menos caerme bien, es como que me odia pero en vez de decirlo, lo insinúa todo el tiempo... y estoy harto del tema...hablemos de ti- propone Shura con una sonrisa radiante.
- Bueno si... ¡podré abrir mi consulta particular y atender medio tiempo allí!... tú sabes... en lo que cubro las horas que debo acá por lo de la beca...
- ¡Eso hay que celebrarlo! soy tu primer paciente/cliente, ¿cuando tienes tiempo?- pregunta Shura entusiasmado
- Bueno...etto... hoy en la noche hay una cena en casa...- comienza Mu- y...
- ¿Va a ir Shaka cierto?
- Etto... es que me dijo que quiere presentar a Ikki... oficialmente-
- Pero es tu celebración, ¿por qué se mete?
- Shura... es mi amigo, su alegría es la mía, tú estabas muy contento cuando Ángelo trajo a Dita- le recuerda amablemente Mu- Y no sé cómo reacciones de ver a Ikki... es menor... ocho años menor que nosotros...
- Mu, me importa un carajo ese pobre niño mártir, lo que me irrita es Shaka... pero bueh... suerte en tu cena- concluye con amabilidad.
- ¿Shaka no es tan malo sabes?- plantea el ariano mientras se quita el delantal ya que la cabra era su último paciente del día
- No es malo- le interrumpe Shura- es sólo que somos incompatibles, y me agotó, yo sé que es buena persona pero te juro que si lo escucho criticar una sola cosa más, exploto.
- Ahm... bueno...eso no se puede rebatir- Concluye Mu, pues sabe el principal defecto de su querido amigo.
- ¿Cómo está Shion?- pregunta Shura cambiando de tema mientras se pone la chaqueta
- También estoy feliz por él, las cosas están retomando su lugar, de hecho le ofrecieron la dirección de un hospital rural, está muy contento con ello...ya casi olvidó del todo aquel asunto...
- Entonces me alegro por ustedes, ¿te acompaño hasta el estacionamiento?
- ¡Genial!
Mu Chang era hijo del matrimonio conformado entre Shion Arianni y Dohko Chang, ambos médicos de distintas disciplinas; ya que mientras Shion practica la medicina tradicional, Dohko la oriental, se conocieron en un congreso hace 35 años y no se separaron más, en la actualidad viven con sus hijos menores: Shiryu y Kiki, de 23 y 12 años respectivamente. La carrera de Shion se vio truncada bruscamente mientras presidía en El Hospital de Atenas, ya que hace 5 años uno de esos médicos prodigio con un ego exorbitante lo culpó de tener malas prácticas en pabellón, y si bien no existían pruebas contundentes, el peso del gremio pudo más provocando que Shion fuese humillantemente destituido de la dirección del Hospital. Si bien conservó muchísimos aliados ya no volvió a ser lo mismo, lo cual lo sumió en una profunda depresión de la que se demoró al menos tres años en salir, fueron días terribles, ya que por ese tiempo fue declarada la enfermedad de su ahijada Yuzuriha. Para ese momento Mu ya estaba terminando su carrera y había hecho una muy buena relación con Ángelo, tanto así que fue invitado al matrimonio de éste con Afrodita y fue acompañado de Shaka, quien quedó muy interesado en el serio español que acompañaba a los novios.
En el presente, Shura estaba en la entrada del personal esperando a que Mu firmase su salida cuando ve venir una silueta a contraluz.
- Hola Shura- saluda Aioros con seguridad fingiendo que no le causaba sorpresa encontrárselo allí- ¿Qué tal?-
- Hola Aioros, muy bien gracias. –Contestó Shura sin muchos ánimos.
- ¿Qué haces aquí?- preguntaron ambos al mismo tiempo después de un incómodo silencio.
- Vine a ver a un amigo- contesta Shura estando harto de que en sus encuentros con este terminaran siempre hablando del maldito tema del donante de semen.- ¿Y tú?
- También, de hecho aquí viene- contesta Aioros segundos antes de abrazar afectuosamente a un guapo y alto peliazul- ¿Cómo estás Saga?, él es Shura, un amigo de Aioria. Shura él es Saga Gemeli, el director más joven que ha tenido el hospital.- agrega con orgullo al presentarlos rápidamente
- Mucho gusto- Shura le extiende la mano al recién llegado sin disimular su interés- lindas manos- agrega sin pensarlo
- Gracias, y el gusto es mío- Contesta Saga estrechando la mano del español y sonriendo coquetamente.
Shura iba a agregar algo más cuando ve que la expresión de Aioros es de completa apatía, jamás lo había visto tan serio, pero antes de siquiera preguntar, Mu hace su aparición, desconcertando a Saga.
- Mu, ellos son Aioros (hermano mayor de Aioria) y su amigo Saga- dice Shura en tono cordial.
- Hola, un gusto, ¿ya nos vamos Shura?- contestó Mu de mala gana sorprendiendo a los demás.
- Espera, ¿tú trabajas aquí?, disculpa si no nos hemos visto, pero el hospital es tan grande...- Comienza Saga
- Lo único grande es tu ego, y sé perfectamente quien eres Saga Gemeli- Contesta Mu comenzando a enojarse.
- Perdón ¿se conocen?- Interviene Shura sorprendido de que alguien tan amable como el ariano reaccione de esa forma.
- Que él te diga, tengan buena tarde- Dice Mu alejándose
- ¡Hey, espera! ¿Quién eres y por qué me tratas así?- le sigue Saga sujetándolo por el hombro.
Mu decide serenarse y encararlo, respira profundo y lo mira a los ojos antes de hablar.
- Shion es mi padre, y no es el profesional irresponsable que le hiciste creer a todos que es, ahora suéltame- Dice Mu antes de alejarse dejando a un Saga perdido en sus pensamientos.
Segundos después, Shura alcanza a Mu en la calle, la cual está llena de vendedores ambulantes que hacen sus ventas alrededor del hospital.
- Mu, espera, discúlpame, enserio...ufff, no tenía idea de que era él... ósea... tal vez Ángelo o Yuzuriha lo mencionaron alguna vez, pero no lo retuve...¿me perdonas?- dice Shura mientras camina al ritmo del pelilila
- Está bien Shura, es solo que... ¡odio que sea tan feliz y se pasee como si nada llenándose de prestigio cuando arruinó la armonía de mi casa!, esperaba terminar las horas que debo por la beca antes de tener que encontrármelo... pero ya está, y tu perdóname, fui descortés contigo... pero verlo me recordó todo lo que pasamos por su culpa... yo...-Mu se quiebra en un pequeño sollozo, ya sin poder evitar el llanto.
- Shhhhht, ya pasó, ahora lo importante es que cumplas tus plazos y no tendrás que volver a saber de él...ya pasó... ¿quieres un helado antes de ir a casa?- tantea Shura abrazándolo, sabiendo la debilidad del pelilila por los dulces-
- Tal vez...- dice Mu sonándose la nariz con el pañuelo que Shura le alcanzó- creo que necesito uno de chocolate bañado en chocolate...¡y galletas!
Así pasaron la tarde conversando y riendo hasta que fue la hora en que Mu debía partir a su cena, mientras hablaban Shura se preguntaba si Aioros justificaba lo que Saga había hecho con la familia Chang-Arianni... eso diría mucho sobre su persona.
PS: las horas que "debe" mu se refieren a aquellas que debe pagarle al Estado por financiarle la beca.