Waston había caminado con rapidez hacia el detective apenas cerró la puerta, deteniendose solo breves momentos antes de tomar el rostro de Holmes con delicadeza para comenzar a besarlo, delineando su forma y palpando su exquisita textura.
Tomo sus manos entre las suyas, permitiendo que su aliento se fundiera con el de Holmes, quien no se movió de su asiento, demaciado ocupado descubriendo aquellas sensaciones que habían vuelto a tomarlo, sintiendo el peso del doctor sobre sus piernas y como lo apretaba contra el respaldo del sillón.
Se despegó del beso en busca de aire, girando su cara, dejando al descubierto su cuello, aquel lugar que parecia el favorito de Watson.
Un gemido escapó de sus labios al sentir la fricción contra su miembro y la lengua del doctor paseandose por su piel expuesta, con un leve escalofrío tomandole por sorpresa apenas Watson se dedico a brindarle toda clase de atenciones.
Trató de quitarle su saco con algo de esfuerzo, apenas y pudiendo moverse al estar en esa posición.
-dejame ayudarte un poco-le susurro Watson contra su boca, separandose para despojarse de su chaleco y desabrochar su pantalón.
Holmes se levanto de su asiento demasiado impaciente como para esperar hasta que su compañero volviera acercarse.
Lo beso como nunca había hecho con nadie, con todo dentro de su cerebro hecho papilla gracias a que cierto doctor habia comenzado a tocar su trasero.
Holmes respiraba entrecortadamente, sintiendo su corazon retumbar contra su torax mientras la mano del doctor subía y bajaba por su espalda, jugueteando con la orilla de su pantalón, mientras que con la otra desabrochaba boton a botón de su camisa.
Watson comenzó a bajar sus besos por el pecho del pelinegro, apretando su cuerpo contra el suyo, necesitandolo con gran urgencia en esos mlmentos.
Sintio un temblor por parte de Holmes, seguido de un jadeo cuando se decidió a meter su mano dentro del pantalon ajeno, comenzando a bajarselo poco a poco.
-¡Watson!-se quejo el detective estando bastante sonrojado, no pudiendo continuar hablando para cuando el doctor comenzo a succionar y morder uno de sus pezones, deshaciendose por fin de su camisa a base de jaloneos nada delicados.
El resto de las ropas que portaban no corrieron con mejor suerte, pues ambos se encontraban en una temperatura un poco molesta, pero que no detuvo sus acciones para continuar.
Holmes tuvo que sostenerse del respaldo de su sofá al sentir que caería, sintiendo sus piernas temblar ante cada nueva caricia que el doctor le brindaba, ya que este se contraba abrazado a él por la espalda, recargando el rostro sobre su hombro mientras que con uno de sus dedos, entraba a la cavidad del pelinegro, explorandolo.
La boca entreabierta de Holmes, junto con su respiración agitada y labios hinchados era la imagen más erótica y sensual que Watson haya visto jamás, estando tentado a pasar al siguiente nivel.
Otro dedo y un gemido que el detective no pudo evitar soltar al sentir otra intrusión. El simple hecho de tener a Watson tan pegado a él, estando ambos sin ropa estaba siendo demaciado, dudaba que las cosas pudieran ser mejores.
Una gota de sudor resbalo por su rostro, al mismo tiempo que el doctor sacaba ambos dedos de su entrada en un rápido movimiento, dejando un vacío al salir.
¿como es que habían llegado a eso? A esas alturas, era algo que no tenía relevancia.
Watson sabía lo que seguía, pero no estaba muy seguro de llevarlo a cabo, tomando en cuenta que ambos eran hombres y de que la sensación para Holmes podría ser algo incómoda, incluso dolorosa.
-¿que...que pasa?-preguntó el detective al sentir que paraba.
En respuesta, el doctor acarició su cabello y depósito varios besos en su rostro, bajando por su cuello, deteniendose apenas en su hombro para contestar.
-lo que viene es algo que podria ser difícil... Para ti-le susurro al oido con una voz ronca y profunda, al mismo tiempo que mordia su hombro delicadamente por las atenciones que su miembro le exigía-podemos dejarlo hasta aquí-sugirió, notando como su compañero negaba con la cabeza, con sus cabellos agitandose y dandole un aspecto aún más provocativo.
-no...quiero hacerlo-
-No es obligatorio-murmuro Watson, resistiendo el impulso de su cuerpo por continuar.
-lo escucho en su voz, lo está deseando...-lo interrumpio Holmes-...y yo tambien-ante tal respuesta, el doctor sonrio mientras posaba ambas manos en las caderas del detective, besando su espalda mientras acercaba su miembro hacía su entrada, escuchando el jadeo del pelinegro, quién se aferro aún más al respaldo del sillón, habiendose quedado sin aliento al instante.
Se había equivocado.
Las cosas podían mejorar.
Aquellas corrientes de un principio se habían intensificado, sintiendo como de pronto todo el calor de su cuerpo comenzaba a bajar por su vientre hasta una zona en específico.
Watson de gemio al sentir su miembro siendo apretado por la cavidad del pelinegro, combinandose con un gruñido ante tal situación.
Tuvo que detenerse unos segundos mientras trataba de no perder el control por completo, al menos no aún.
Comenzó a moverse de forma lenta y pausada, quería alargar lo más posible esa experiencia y hacerla inolvidable para los dos.
-¿todo bien?-le pregunto el doctor, con deseos de saber si no le estaba haciendo daño.
-si...yo...yo-apenas logro tartamudear el detective.
Los temblores se hisieron más fuertes, con las estocadas aumentando la velocidad, siendo más rápidas y profundas, teniendo que aplicar la poca fuerza que le quedaba para no caer, aunque sentía como Watson le sostenía.
Jamás llegó a creer que eso le exitaría, pues sentía los brazos fuertes del doctor rodeandole, abrazandole con tal devoción y ternura a pesar de las embestidas tan necesitadas.
Watson se aferro aún más a él, ya no pudiendo retrasar lo inevitable. Con una de sus manos comenzo a masturbar el miembro del detective, jugando con él al sentir su liberación cerca.
-Watson.. Mmm....no ¡espera!-fue lo ultimo que dijo el detective antes de que obtuviera un potente orgasmo, que lo hizo venirse de inmediato, teniendo que suprimir el grito de placer que luchaba por salir de su boca, sintiendo aún las embestidas del doctor hasta que este se vino dentro de él.
Holmes jadeo en busca de aire, tratando de recuperar el aliento, disfrutando del abrazo en el que se encontraba, con el doctor recargando su frente su espalda, sintiendolo respirar.
-te amo-le susurro Watson, recibiendo la misma reacción que aquel día en el bar.
Quien iba a imaginar lo que esas dos palabras podrían hacer en Holmes, en lo que lo podían convertir.
Dio varios besos sonre su espalda, saliendo con cuidado, para luego girar a su amante para darle un dulce beso en la frente.
Quería que Holmes viera que no sólo sentía atracción hacia él, sino que realmente lo necesitaba a su lado, que lo AMABA.
-realmente no me sorprende que acabara enamorandome de ti, John- le contestó el detective, recibiendo una mirada de confusión, esperando que continuara-también te amo-
* * *
Steve hablaba con Pepper acerca de lo que habían descubierto, o más bien trataba de tranquilizarla en vano.
Tenía los ojos rojos de tanto llorar y sus manos se encontraban temblorosas, caminaba de un lado a otro sin parar, con sus tacones escuchandose a cada paso que daba.
-no caigamos en conclusiones señorita Potts, ya nos habriamos enterado en caso de que algo malo le hubiera pasado- dijo Steve, tratando de convencerse también así mismo.
Después de verlo caer de aquella forma, pensando que había muerto, no podía admitir que algo así pasara de nuevo sin que nadie se enterara.
-no puedo evitarlo, estoy muy preocupada, ya han pasado cuatro días, no quiero enterarme que volvio a pasar, suficiente fue lo de Afganistán y lo de Nueva York...-
-estoy seguro que Tony esta bien-Pepper asintió, debía creerlo, deseaba hacerlo, él estaba bien, volveria con una de sus arrogantes sonrisas y le diria "veo que realmente me has hechado de menos ¿lágrimas por tu sexy novio perdido?".
-gracias capitán-
-digame Steve por favor-pidió el soldado, con una sonrisa amigable, misma que respondió la pelirroja.
-igual usted... llámeme Pepper-
-Capitán- lo llamo Rhody apenas entró en la habitación, Steve caminó hacia el despues de regalarle otra sonrisa a la novia de su compañero, cambiando de expresión apenas tuvo al coronel enfrente.
-¿hay algo?-
-ni una sola pista, no hay rastro de él-
-cree que...-Steve se atragantó un poco "¿...que este muerto?" no queria ni pensar en esa posibilidad.
-vale más vivo que muerto, eso es lo que realmente me preocupa-dijo Rodhey, tomando su mentón en una pose pensativa.
-¿otro secuestro?-
-no se me ocurre otra cosa ¿y los demás vengadores?-
-se encuentran en una misión-respondió el rubio.
-¿Fury lo envío?-
-algo así-respondió Steve, no sintiendo ánimos de dar más explicaciones-supongo que ya hablo con él-
-si, así es ¿y el doctor Banner?-
-en los laboratorios, coronel-
-no son necesarias tantas formalidades, Steve, estamos aquí por que un amigo esta en peligro, es por nuestra cuenta y no por trabajo-
-si, así es, es la costumbre... Supongo-aceptó Steve, se sentía raro ahí, de haber sido aceptado tan pronto, aunque no fuera en la mejor de las situaciones.
Le aterraba pensar que alguien le hubiera hecho daño al castaño, mas aún después de haber descubierto nueva información.
Se habían encontrado rastros de energía magnetica muy débil justo en el punto dónde se marcaron las ultimas coordenas donde había estado Tony.
Habían usado un rayo electromagnético para interceptar a Tony ¿para que? El mismo lo queria saber ¿a donde lo habían llevado? Lo que daría por conocer la respuesta a esa pregunta.
Y en caso de que no fuera suficiente, habían captado ciertas anomalias en todo Londres, anomalías que no habían sabido identificar aún.
-escucha Steve-comenzó a decirle Rhodey-entiendo la importancia de mantener todo esto en un bajo perfil, pero Tony es una figura pública, empezaran a notar su desaparición conforme pase el tiempo-
-creo que no estoy comprendiendo-
-lo que digo, es que si Tony sigue desaparecido ya pasada una semana, deberemos actuar y avisar a las autoridades pertinentes-
-corone... Rhody-se corrigió Steve-Fury ya le explicó la razón por la cuál debemos...-
-lo entiendo-lo interrumpio el coronel-pero no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando por una señal, es mi mejor amigo, tanto Pepper como yo tenemos un límite y si Shield no logra llegar a un resultado para antes de que pase la semana, tomaremos este asunto en nuestras manos-
-haremos todo lo que este a nuestro alcance para encontrar a Tony Stark, le doy mi palabra-prometió Steve, recibiendo un asentimiento de cabeza antes de que el coronel fuera a hablar con Pepper, dejando al rubio sólo, quién pensaba en como lograría cumplir con esa promesa, por que no importaba como, lo haría.