Steve miraba bastante animado el lugar. Había terminado de mudarse hace un par de horas, requiriendo más de una vez de la ayuda de aquella inteligencia artificial que se hacia llamar Jarvis.
Gracias a Dios estaba solo cuando la I.A le hablo por primera vez. Habría sido bastante vergonzoso que le vieran asustado buscando aquella voz que parecía venir de las paredes.
Le causó una gran sorpresa ver la que sería su habitación, ambientada como en los años 40, como en el tiempo del que él provenía.
Tendría que agradecerle a Stark por aquél detalle... Tal vez lo había juzgado mal.
-Capitán- lo saludó Clint al salir del elevador, acompañado de la agente Romanoff.
Ambos venían con un par de maletas, observando el lugar en que vivirían por los próximos dos meses.
-Steve por favor- le pidió el rubio, aceptando la mano que le daban como saludo.
-ya nos conocíamos auque no formalmente, soy Clint Barton-se presento el halcón.
-un gusto y Nat, es bueno verte de nuevo-la saludó el rubio.
-Stark hizo un trato con Fury, al parecer esto es como un experimento social-contesto la espía.
-para consolidarnos mejor como equipo, escuche eso-la interrumpio Clint-aunque siendo sinceros yo solo estuve para el final del trabajo-
-señor Barton, señorita Romanoff-los saludo Jarvis-permítanme mostrarles su habitaciones, el señor Stark me encomendo la tarea de mostrarles el lugar-
-¿no deberíamos esperar al doctor Banner? tenía entendido que él también estaría aquí-preguntó Clint.
-el doctor Banner ya se encuentra viviendo en la torre desde que ocurriera lo de Nueva York, avisó de su llegada cuando terminará con uno de sus experimentos y el señor Stark regresara-
-¿regresar? ¿fue a algún lado?-preguntó Nat al escuchar eso.
-esta en Londres-le informo Steve-ocurrieron algunas cosas mientras ustedes aún se encontraban en una misión- les comenzó a decir Steve, contandoles desde la desaparición de Tony, día por día y lo que al final había resultado siendo.
-he escuchado mucho sobre Stark, algo me dice que en realidad estuvo en alguna playa escondida y viendo a mujeres en bikini-comentó Clint bastante divertido.
-tiene novia, no creo que hiciera eso- lo contradijo Steve.
-no se como sería en su tiempo pero Stark es un mujeriego, de rollos de una sola noche y jamás ha tenido una relacion formal, yo dudaria un poco de su fidelidad-
-no seas tan extremista Clint, no creo que le sea infiel a Pepper-
-¿conoces a...?-
-Fury me encomendo una mision de infiltrada para vigilar a Tony, los conocí bien a ambos-le explicó la espía, ignorando la mirada de sorpresa del arquero.
-¿y que tal se lo tomo Stark cuando supo quién eras?-
-bastante bien a decir verdd Clint-Steve dejo que aquellos dos siguieran hablando, sin participar realmente en su plática. No se sentía cómodo con aquél tema de conversación.
Observó en silencio cada una de las partes con la que contaba la torre, siendo todo demasiado grande para él: la cocina, el comedor, la sala de conferencias e incluso la sala de entrenamientos ocupaban un gran espacio.
Cada una de las habitaciones contaba con su propio baño, pero eso no pareció ser suficiente para el Stark, que había puesto regaderas junto a la sala de entrenamientos y un par de baños más apostados en los tres pisos en lo cuales se resumía su nuevo hogar.
Eso sin contar con los laboratorios y su taller que formaban varios pisos más.
Aún había espacios en la torre que no les fueron mostradas, pero Jarvis les avisó que eran áreas que verían cuando Tony regresara.
-nada mal-murmuro Clint al entrar a su habitación-es incluso más grande que mi cuarto en Shield-
-tienen acceso a toda la torre salvo los pisos usados por industrias Stark. Cuentan también con servicios telefonicos e internet, ademas de todas la herramientas tecnologicas disponibles patrocinados por industrias Stark, si necesitan cualquier cosa estoy a su servicio, bienvenidos a la torre vengadores-se despidió Jarvis, dejando el lugar en un relajante silencio.
Todas las habitaciones, a excepción de la de Tony, se encontraban una de lado de otra, apostadas en ambos lados de aquél largo y ancho pasillo, por lo que al salir de sus habitaciones, se encontraron en el mismo espacio.
-no se ustedes pero yo voy a investigar-les informo Clint.
-¿a investigar con cuantos canales cuenta la televisión de Stark?-
-algo así Nat-le respondió el arquero, sin poder ocultar una sonrisa.
-ire a desempacar, te vere luego Steve-se despidió también la agente, dejando al soldado en el pasillo.
Miro las paredes por un tiempo que no supo decir. Podrían haber sido segundos, minutos, horas... Jamás había encajado en ningún sitio, salvo tal vez cuando estuvo en el ejercito.
Conoceria y conviviria con nuevas personas, agradables a su parecer. Pero ellos si pertenecían a ese tiempo.
Él no. Y tal vez nunca lo haría.
Steve optó por ir a entrenar un poco al notar el rumbo poco agradable que tenían sus pensamientos, usando solo el saco de boxeo, ya que desconocia el uso del resto de las máquinas que estaban ahí y los golpes propinados a aquel pedazo de plástico le ayudaban a relajarse.
Las pantallas a su alrededor y esos paneles apostados en los muros lo hisieron sentirse un poco inseguro. Rodeado de tanta tecnología que no entendía, que le recordaba que ya no estaba en su tiempo, que ya no estaba en su hogar.
* * *
Fue fácil para Tony encontrar Scotland Yard, en especial por que su adorado GPS le guió sin más complicaciones a su destino. Entre conducir y contestar preguntas se le fueron los quince minutos de viaje.
Era Holmes el que más preguntaba, llegando a deducir incluso por sí mismo algunas de las funciones de las cosas a su alrededor.
Lo cual le alegro un poco, así se ahorraría pasar horas y horas explicandole el funcionamiento de todo cuanto le rodeaba.
Bajo del auto usando unos lentes de sol, al más puro estilo Stark, mientras respiraba con nervioso por lo que pudiera encontrarse en aquél lugar.
Solo esperaba que no hubieran más inconvenientes en la investigación, necesitaba algo que le dijera que Sanders podía ser capturado, que no era como aquellas pesadillas de las que no podía escapar.
Holmes y Watson tambien bajaron, con él estómago de éste último aún tratando de decidir si devolver lo comido o conservarlo dentro de sí.
-un viaje muy revitalizante, el futuro es maravilloso-exclamo Holmes mientras veía el auto, apenas si notando lo mareado que parecía estar su compañero-vamos Watson, que no es para tanto-
-gracias a Dios su vehiculo no es tan rápido Holmes-logro decir el doctor, ya un poco mejor, pero prometiendose mentalmente no volver a subir a ningun auto así de nuevo. Al menos no mientras Stark fuera el conductor.
Holmes se moría por hacer preguntas respecto al cambio de materiales para la fabricación de los autos de ahora, pero se contuvo.
El misterio frente a él era exquisito como pocos los había ¡jamás se había sentido tan lleno de energía! De lo unico que podría quejarse era la contaminación en el aire, el horrible tráfico y las grandes multitudes de gente transitando por el centro de la ciudad.
-éste Scotland Yard luce bastante diferente, espero que también sus oficiales e inspectores hayan mejorado de igual manera-comentó el detective, observando a través del cristal a todas las personas trabajando en pequeñas cajas de luz junto a alguna especie de maquina de escribir y contestando llamadas a través de más de esos teléfonos, sólo que éstos tenían cables y era un poco más grandes.
-muy bien, aquí vamos-dijo Tony por fin a animandose a entrar, asegurandose cada pocos pasos que aquéllos dos se mantenían cerca, en especial por que notaba un gran interés por parte del detective en toda la tecnología de época.
Vaya, incluso un lapicero común y corriente le llamaba la atención.
-¿ya no usan plumas?-pregunto Watson igualmente intrigado.
-no, la tinta se encuentra dentro de se pedazo de plástico, llega a la punta y sale al momento de apoyarlo contra el papel-trato de explicarles Tony.
-¿y no se derrama?-
-muy rara vez, pero solo se mancha el plástico-
-que son esas luces en ese aparato negro ¿otro semáforo?-
-no Holmes, es un teléfono, esas luces te dicen si tienes mensajes de voz-contestó Tony
-¿mensajes de voz?-
-si, bueno...-
-¿necesita algo?-le preguntó una mujer de piel morena y risos que lo detuvo, cerrandole el paso.
-busco a alguien señorita...-
-Donovan-le facilitó la mujer.
-busco al detective inspector Greg Lestrade-
-¿y quién lo busca?-preguntó ella no muy convencida de lo que queria ese hombre, haciendo al castaño lanzar un casi imperceptible suspiro de cansancio.
-mi nombre es Tony Stark y necesito hablar con el detective inspector Greg Lestrade-repitió Tony al mismo tiempo que se quitaba las gafas, luciendo serio ante la mirada de sorpresa que reflejo el rostro de la mujer.
-por supuesto... Por aquí- lo guió hasta la oficina de su jefe bastante insegura, esquivando a un hombre en el proceso que venía hablando con gran velocidad y de cosas extrañas, sin fijarse por donde caminaba.
Un choque fue inminente. Tanto Holmes como aquel hombre alto terminaron en el suelo.
-ah lo que faltaba-se quejó otro hombre de estatura más baja, quién miraba, igual que los demás, a los dos hombres que se miraban asesinamente. Ambos se levantaron casi al mismo tiempo, analizando sus ropas y peinado, igual que sus expresiones.
-Anthony-lo llamó Watson, esperando que hiciera algo.
-¿usted es Tony Stark?-preguntó el que parecia tener el pelo blanco, mirando al castaño con sorpresa-este día no podría ser más extraño-se quejó, abandonando de inmediato la idea de un fin de semana relajado.