Nadie se atrevía a romper el silencio que había llenado la habitación, siendo inconsientes de los minutos que realmente habían pasado en ese estado.
Tony miro su reloj una y otra vez, rogando porque alguien dijera algo.
Miro a los dos Watson.
Descartados, ambos estaban absortos mirando a su respectivo Sherlock y al contrario.
Algo le decía que los estaban comparando.
Espero un par de minutos más, pero incluso la señora Hudson parecía no querer interrumpirlos.
No había vuelto a subir desde que esos dos llegaron.
-no es que no me agrade este silencio incómodo- los interrumpió Tony-pero venimos a tratar asuntos más urgentes así que... Separence, luego continuan con su lucha de miradas, gracias-tomo a los dos ingleses que le pertenecían y los obligo a dar un paso atrás, tratando de hacerlos reaccionar de alguna manera.
Pero nadie pareció hacerle mucho caso a su comentario.
-¡oh vamos! Esto ya no es normal-se quejó el Stark.
Sherlock por fin despego la mirada de su doble, observando brevemente a Tony.
El millonario desvió la mirada de inmediato, suspirando apenas por la incomodidad del asunto.
-ni lo pienses amigo-le advirtió Tony.
-¿a que han venido señor Stark?-preguntó John.
-venimos a hablar acerca de un caso que ustedes manejan, es acerca de Frank Sanders-contestó Watson, con el mismo tono autoritario que usará su interlocutor.
-Sanders-murmuró Sherlock.
-Sanders-respondió Holmes del mismo modo.
-todo esto tiene que ver con usted señor Stark-afirmó Sherlock.
Tony se abstuvo de mostrarse sorprendido.
Si era como Holmes, no podría ocultarle nada.
Y si no quería que se enterara de lo ocurrido ahí, no debia demostrar que el detective había dado en el clavo.
-pero al parecer no quiere que nadie se entere ¿por qué?-
-por qué es un asunto algo delicado y quisiera que no saliera a la luz-contesto Tony sin pensarlo.
La costumbre recien adquirida le habia hecho decirle para evitar perder tiempo en más deducciones.
-alguien les aviso que vendriamos-comenzó a hablar Holmes-cuando les comunicaron que tenian visitas no parecían sorprendidos, lo estaban esperando-
-el inspector Lestrade lo hiso, sí-completo Sherlock-ustedes dos son ingleses obviamente pero no pertenecen aquí, algo bastante irónico-
-a juzgar por el tiempo, vinieron apenas fueron puestos bajo aviso, dejando el caso inconcluso-
-de igual manera que ustedes, si se enteraron del caso reabierto significa que entraron al sistema y lo hakearon..-
-ya nadie dice hackear...-murmuró Tony con desagrado.
-...por eso fueron con Lestrade, pero apenas nos conocieron parece que perdieron interés, no duraron ni cinco minutos hablando con el inspector, no nos conocen pero nuestros nombres si, no esperaban que fueramos nosotros ¿por qué?- exigió saber Sherlock
-existen dos sujetos que comparten sus nombres y puede que tambien gran parte de su personalidad, pero no son ustedes, provienen de una época distinta-contestó Holmes.
-¿y de quién estamos hablando entonces?-preguntó John.
-Stark-lo llamó Watson.
Sabía lo que su compañero intentaba y necesitaba ver que el millonario estaba de acuerdo.
-que más da-aceptó Tony con resignación-sera mejor que se sienten, esto sera algo difícil de dirigir- les pidió el Stark.
John obedeció de inmediato, dispuesto a saber la verdad de todo.
Pero Sherlock aun se mantuvo en pie, dudando.
No era posible que accedieran a darle la respuesta así nada más.
Al parecer era un misterio aún más grande de lo que supuso en un inicio.
-se lo que haces Sherlock, y no, no estoy tratando de engañarlos ni nada por el estilo, lo sabrias de inmediato ¿no? Asi que sientate y escucha o no diremos ni una palabra de lo que quieran saber-le ordeno Tony, sabiendo por experiencia lo que aquél hombre pensaba.
Era igualito a Holmes, no cabía duda.
-Sherlock-lo apresuró John, bastante impaciente.
El detetive por fin obedeció, sin despegar la mirada de aquellos tres hombres.
-Miren...-trato de explicarles Tony.
-mi nombre es Sherlock Holmes, él es el doctor John Watson y venimos de la Inglaterra de 1893-lo interrumpió Holmes, ganandose miradas hostiles de parte del millonario y su compañero.
John abrió la boca sin atinar a decir nada, realmente no esperando aquéllo.
Sherlock buscó la mentira en esas palabras, cuando comprendió que lo que decían era verdad, fue cuando se permitió mostrarse sorprendido.
-te falta tacto Holmes-le reprochó Tony.
-si es como yo, lo digerira rápidamente- contestó Holmes-ese John Watson es el que me preocupa, podria estar en shock-
-¿es una broma?-exclamó John al escuchar eso, alterandose por completó.
Todo lo contrario a su amigo, que se mantenía en calma apesar de escuchar aquélla noticia.
-realmente la idea era explicarles con calma, pero Holmes no dio espacio para eso-se disculpó Watson, mirando a su doble con simpatía.
-¡OH POR DIOS SANTO!-se escucho el ruido de la señora Hudson, al mismo tiempo que resonaba la bandeja en la que llevaba los vasos con agua-ustedes son...son...ustedes-
-señora Hudson calma-le pidió John, levantandose de su asiento para tomar las manos temblorosas de su casera, en un intento por calmarla.
-ellos...-los señalo ella.
-si, yo también escuche eso, pero estoy seguro que es mentira-
-Obviamente no estan mintiendo John-lo contradijo Sherlock, juntando sus manos y recargando su mentón en ellas, tomando una pose de profundo análisis.
-¿es verdad?-cuestionó el doctor del futuro, aún sin poder creerselo.
La señora Hudson tomo asiento en el sofá de John, tomando aire ruidosamente, mientras posaba su vista de sus inquilinos a los invitados y viceversa.
-la idea no era está...-se lamentó Tony, despeinando un poco su cabello en un gesto de creciente estrés, dedicandole una mirada de molestia a su compañero.
-bisabuelo-adivinó Sherlock.
-sería lo más obvio- concordo Holmes.
-interesante-murmuró el detective del siglo XXI-no creí tener parientes en Norteamérica-
-tal vez solo lo tenga a él, mi posible y futura esposa podria ser de Norteamérica o mis posibles hijos tomaron caminos diferentes...-dedujo Holmes
-ciertamente deben ser dos, una mujer y un hombre, eso explicaría el cambio por el apellido Stark y el mantenimiento del apellido Holmes, la chica se caso con un norteamericano, el joven se quedo aquí en Inglaterra-mencionó Sherlock después de haberlo analizado.
-esperen ¿qué?- preguntó Tony al sentir que se referían a él.
-estamos tratando de deducir su árbol genealógico Stark, lo más probable es que yo haya tenido dos hijos, una mujer y un varón, ella se fue a Estados Unidos y ahi se caso, tuvieron un varón, en este caso su padre, mi otro hijo se quedo aquí y tuvo un varón, el padre de Sherlock-le explicó Holmes como si realmente supiera lo que iba a ser de su vida.
-la inteligencia de mi madre fue lo que hizo posible que mi hermano y yo sacaramos sus dotes deductivos, ya que la inteligencia se hereda en mayor medida por la madre por el cromosoma x, dos cromosas de la madre y uno del padre con antecedentes geneticos de un genio deductivo nos permitio desarrollar estas habilidades-dijo Sherlock, levantandose y colocandose a un lado de Holmes-lo mismo paso con usted señor Stark y tal parece que somos primos-concluyó.
-lo mismo debio pasar con Watson, razón por la cuál nos encontramos ante su nieto-dijo Holmes, mirando a John.
-entonces sus bisnietos se llaman igual que ustedes, se parecen a ustedes y de alguna manera se encontraron y ¿también se hicieron amigos y compañeros de piso? ¿saliendo a resolver crimenes igual que ustedes pero en el futuro? ¿y dices que es mi primo?-preguntó Tony.
Sabía que tardarían en digerirlo, pero no creyó que fuera él quien tuviera que hacerlo.
-¿coincidencia?-preguntó Watson.
-el universo no suele ser perezoso-dijeron ambos Holmes al unísono, haciendo a la señora Hudson cubrir su rostro, sin poder creer lo que ocurría.
-esto es ridículo-se lamentó John.
-yo... Voy a traer té- resolvió la señora Hudson, levantandose de donde estaba y saliendo de la habitación, rodeando el agua y los pedazos de cristal vertidos en el suelo.
-¿se dan cuenta que esto no tiene sentido?- les preguntó Tony a ambos detectives, mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.
-se equivoca Stark, tiene mucho sentido-contestó Holmes, mirando con atención al compañero de Sherlock-tambien médico militar y por todo lo que he visto me atreveria a decir que volvio de Afganistan por una herida de bala en el hombro que le causó una cogera psicosomática, pero no usa un bastón, significa que se recuperó, el futuro cada vez es más interesante-exclamó, repitiendo en su mente las similtudes y diferencias entre su estilo de vida y el de John y Sherlock del futuro.