Diario de Lee Jeongmin.
Viernes, 13 de julio del 2016
Adiós mi amor
El miércoles decidí visitar a mis padres en Australia, me resulta difícil pensar que en cualquier momento puedo encontrarme contigo, aunque hasta ahora no he sabido de ti. Pensé que al no dejar una nota de mi partida me llamarías y estarías preocupado por mí, pero eso no pasó y el solo hecho de haber esperado algo de ti, hizo que los pedazos de mi corazón se rompan un poco más.
Hoy salí con mi pequeño sobrino a la agencia de viajes y al pasar por “Le cerise” te he visto tomando su mano y besando sus labios, lloré. Lloré porque no era yo, lloré porque ese fue el lugar en donde me propusiste matrimonio y lloré porque te veías feliz con él.
Al llegar a casa me encerré en mi cuarto y lloré una vez más, lloré hasta que de mis ojos no cayeron más lágrimas y hasta que mi garganta y mi pecho dolieron por el esfuerzo. Hyunseong, mi único amor, aquel a quien amo y a quien perdoné su infidelidad a pesar de saber que había aceptado ser una segunda opción. Hyunseong, he tomado mi decisión, me iré y dejaré que seas feliz, porque te amo y tu felicidad es más importante para mí.
Adiós mi amor.
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Diario de Lee Jeongmin.
Jueves, 19 de julio del 2016
Mi corazón ya sabía, un sentimiento de soledad a punto de estallar
Trato de ocultarlo pero no puedo ocultarlo
Te has convertido en mi corazón
Tu, no puedo tenerte, no puedo tocarte
Pero estoy bien
Dolor sin fin, lagrimas que caen de nuevo
Hoy has venido a verme, al escucharte hablar con mi hermana mi corazón dio un salto y sonreí, yo sabía que ibas a buscarme, yo sabía que me querías. Busqué mi mejor ropa y arreglé mi cabello con el maquillaje como a ti te gusta. Bajé las escaleras tan rápido y casi tropiezo con la alfombra, me ruboricé al mirarte y sonreí feliz y nervioso, sucedía como si fuera la primera vez que nos encontrábamos; al parecer solo fui yo.
No estabas solo, él vino contigo. Lo vi, sosteniendo tu mano y tú la suya, me miraste fríamente y una vez más se cayeron los pedazos de mi corazón. Mi sonrisa huyó de mi rostro y lágrimas se acumularon en mis ojos, los mismos que aun al mirarte brillaban por el amor que te tengo. Me dijiste que solo pasabas por los papeles, pero lo único que mi cerebro procesaba era la imagen que ahora tenía frente a mí, te veías más joven y tu piel relucía, podía ver que tus manos estaban firmes junto a él, y ese chico, sus ojos mirándote a ti, de la misma forma que, en algún momento pasado, tú me veías a mí.
Recibí los documentos y suspiré, “está bien” “está bien”…. Me repito eso a mí mismo mientras sonrió y te despido en la puerta, miro tu auto alejarse y lo veo recargarse en tu hombro, mi determinación se acaba y subo las escaleras, esta vez más lento, mis hombros se caen y la vida deja mi cuerpo.
Al leer “Acuerdo de divorcio” me doy cuenta de la realidad, mis lágrimas salen y sollozos encuentran su camino en mi boca, lloro, lloro y no puedo parar, aprieto los papeles a mi pecho y caigo al suelo, grito, pero este dolor no tiene fin.