El acostumbrado ronroneo. El peso de cuatro suaves patitas sobre la cama. Solo que eran patitas tamaño león; la niña, que a gatas se subia encima de el encima de su cama.
El acostumbrado destelleo de sus ojos furcias.
-Shhiion – dijo sin aliento – me ahogaash.
La niña, que lo estaba aplastando, se remolineo. Bajo la sabana Dohko no tenia nada, y sobre la sabana, Shion tampoco.
El caballero dormia profundamente luego de la dura prueba, pero con su novio probando cuan dura era, pues se despertó.
El moco se le salio junto con la sangre de la nariz al verlo desnudo, a contraluz de la luz de la ventana.
-Shion – repitió ya con mas aliento, porque la niña ya se había erguido, alzando los brazos y sabrociandose el pelo a contraluz. Luego hizo el truco del mantel - ¡Shion! – repitió el chino, entusiasmado - ¿No dijeron tus madres que hasta después de la boda?
-No, dijeron que solo con un caballero y ya lo eres.
***
**
*
Cuando despertaron Shion estaba hipnotico y sus ojos destelleaban en la oscuridad.
-Oh, eres tu. – se tranquilizo Dohko.
-¿Pues a quien querias? – se fuzo Shion - ¿A mi madre?
Ups!
-¿Quieres que te enseñe algo genial? – le pregunto Shion que debe ser bipolar, porque ya de nuevo estaba modosito.
-¡Claro!
Todo lo que le había enseñado hasta el momento había sido genial.
-Vamos a Jamir.
-Deja, hago la maleta, que ahora si tengo que empacar la armadura en la caja.
Shion lo dejo, era bueno que llevara su armadura.
-¿Listo?
-La maleta – recapitulo Dohko – la paja y nos vamos.
-Ven ya, que es cosa de un periquete.
-¿Viajar a Jamir?
-Si, puedo teletransportarnos rapidito.
-¡Leche! – antes de que se diera cuenta ya estaba en Jamir, en la torrecita.
-Vamos. – Shion no pudo teletransportarlos un piso mas arriba, que era donde debían llegar.
Dohko lo siguió, cargando su armadura. Parecia un templo aquel piso, pues sobre la plataforma escalonada yacia un enorme cubo de hielo, con una lemuriana superesponjosa y con armadura dentro.
-¡Anda!
-¿Verdad que es genial?
Dohko no lo había pensado, pero si Shion decía que los muertos congelados molan un monton pues molaban.
-Pues si. – respondio.
-Tan hermosa, brillante… - la armadura empezó a brillar en el cubo, conforme Shion se acercaba intento vibrar, pero las vibraciones estaban detenidas en el cero absoluto que existía en el cubo – mi armadura de Aries.
Ya estaba abrazada al cubo, pegando el cachetito y la lengua que se le quedo pegada.
-Supongo que este será el anterior caballero.
-aaa… - Shion no dijo nada porque se le había quedado pegada la lengua.
Dohko se la despego.
-Es Avenir de Aries. Novia de mi mama Hakurei, aunque lo compartían.
-Pues… que hermosa relación. – y se la imaginaba.
-La asesinaron los dioses gemelos, por eso los odiamos mucho. – lo miro fijamente a los ojos.
-Mucho.- asevero Dohko, ganándose su aprobación. – Asi que si aquí esta tu armadura, ¿Por qué no la tomas?
-¿Eres gilipollas o que? Que no puedo, que esta encerrada en este ataúd de hielo eterno de Krest sama y el culero es eterno. E irrompible.
-¿Y Krest sama no lo puede deshacer?
-Krest sama se murió. Ademas, nunca haría nada que contravinese los deseos de mis mamas.
-Vamos, que habrá modo de romperlo. – le dio animo.
-Solo uno: usando las armas de Atena.
-¡Anda! ¿Y esas cuales serán?
-Las que custodia el caballero de Libra y que son parte de la armadura de Libra. – ojitos pispiretos.
-Pues si yo puedo servirte con gusto lo hare.
Shion asintió: ya lo había servido, y bien, esa noche.
Mientras Dohko se investia con la armadura Shion admiro su valentía: por amor a el iba en contra de la voluntad del patriarca y de el señor de Jamir.
Ya iba a agarrar el cubo de hielo a marrazos cuando Shion le detuvo el brazo.
-Que si eres gilipollas. Una cosa es la armadura, pero si desmejoramos a Avenir nos matan.
-¿Entonces con que arma?
-Dale con la tizona, El Cid todo lo corta con la tizona, pero es un cobarde. – lo era porque le tenia miedo a sus mamas.
Dohko pensó: y la tizona es su brazo, que tal si lo pierde.
Dohko empuño la espada, apunto justo en el medio y con todas sus fuerzas pego al cubo de hielo. Nada parecio pasar, pero después de los segundos reglamentarios para que cualquier corte de espada superpoderosa active el hielo se partio en dos, limpiamente. En el santuario, las mamas de Shion se despertaron: sintieron su corazón partirse.
Las mitades de hielo cayeron hacia ambos lados y Avenir, congelada, cayo suavemente al piso. La armadura vibro finalmente, expresando su gusto. Brillo y abandono a su difunto usuario, muerto hacia doscientos cuarenta y tres años, y cubrió el cuerpo de Shion, que entro en un extasis que nada que ver con el que le había dado el moradito hacia un rato.
Dohko miraba a la esponjosa: ¿Por qué ella no perdió los pantalones? Luego miro a Shion: en aquella época no había porno, pero si hubiera habido pocas cosas se habrían comparado a lo que el veía.
-¡Oh si armadura, oh si! – gritaba y hacia unas caras y unas cosas que se pregunto si la armadura no tendría partes ocultas o que le hacia.
Cuando termino Shion cogio a la espojosa en sus brazos; ya se estaba poniendo blandita.
-Rapido, tenemos que llevarla al santuario, para que la frígida de Degel vuelva a congelarla.
Dohko lo agarro, para teletranspotarse rapidito, pero Shion lo hizo bajar la escalera.
-Hay una barrera arriba. Para que no me secuestrara el cubo de Avenir, con la armadura.
Dohko se pregunto que tan buena idea fue entonces sacarla. Del cubo y la armadura.
En el santuario si se teletransportaron a la casa de Acuario.
-¡Ah, ah!
-¿Degel tambien acaba de recibir su armadura? – pregunto Dohko, esperanzado de que todas las turras hicieran lo que Shion al recibirla.
-¿Ademas de gilipollas eres senil? ¿No te acuerdas que ya peleaste con el?
Entonces lo recordó: la turra a la que le había arrojado a Shion encima.
-¡Si, si!
-¿No decias que era frígida?
-Lo es. Pero su novio es candente.
-Espera, ¿no vas a esperar a que termine?
-Cada segundo que pasa Avenir se me descongela, luego se me descompone y entonces si me matan. Ademas, estos follan diario.
Shion interrumpio en la alcoba de Acuario con su muerto cargado y Dohko atrás, abriendo mucho los ojos detrás de las manos abiertas.
-¡Pueblerinos hasta en la casa!? – exclamo Kardia, sin cortarse.
-Que pueblerinos ni que nada, son la cochina de Shion y su chino. – y atacarlos.
-Eso, eso – lo insto por primera vez Shion, tapándose con el muerto – Pero atínale a el.
-¿Quién es? – pregunto Kardia, que era multitarea y seguía en lo suyo.
-Es Avenir de Aries.
-¿Y me lo traes para un trio?
-Se murió hace dos siglos.
-Pues sigue potable. – golpe de hielo ahora a el.
-Pues para que siga, necesito que Degel lo congele en un ataúd de hielo.
-¿Y porque rayos habría de hacerlo?
-Porque si no tu novio se lo va a coshar. Y en trio contigo.
-Cuanto te odio. – dijo, apuntando su dedito al muerto y comenzando a hacerle el ataúd.
-¡Anda! – exclamo Dohko – Yo creía que las palabras mágicas eran diamond dusto.
-¡Largo de mi casa, subnormal! – le grito Degel.
Y Kardia:
-No, quédate, y hacemos un cuarteto.
-Siguele y te la cascas solo. – amenazo Degel.
-¡A ti tambien te educo Manigoldo! – exclamo Kardia, que reconocia el vocabulario.
Un guarrete orgasmo (de Kardia) y un cubo de hielo después Shion salio de la casa de Acuario dirigiendo a Dohko que cargaba el muerto. Cargaba el muerto asi arriba en vez de empujarlo que al fin era hielito y lubricaba.
Lo dejaron donde estaba y confiaron que nadie se diera cuenta.
***
-Vamos a ver a Avenir, que siento que algo malo le ha pasado. – dijo Sage a Hakurei luego del mañanero.
-Vamos. – se agarro su batita, que era de quita y pon.
Estaba lista en un periquete, no como su hermana.
-¿Ya casi?
-Nada mas me pongo los collarcitos y ya estoy.
Veinte minutos después, con una hiperactiva gemela molesta, se teletransportaron rapidito, subieron corriendo las escaleras y en un cubo que de cubo solo tenia el nombre porque a Degel lo sacudían cuando lo hacia estaba Avenir, sin su armadura dorada, en andrajitos de Kanoncienta, en mala pose, con el pelo aplastado y el cachete tambien.
Soltaron una exclamación mas terrible que la athena exclamación y cayeron al suelo.
Cuando volvieron en si ardían de ira:
-¡Pero quien ha sido el cabron que le ha hecho esto a Avenir!
-¡Lo mato, lo mato! – decía Hakurei, blandiendo su espadota.
Nadie en Jamir se hubiera atrevido a verlo siquiera, pero de todos modos llamo a su gente para cuestionarla. Muchos lloraban de ver el mal estado en que habían dejado a la super esponjosa.
-¡No descansaremos hasta castigar a quien ha hecho esto!
Y ahí le dijo Yuzuriha, que estaba ardida porque Shion se había casado y ella no, y porque Shion se había casado, y con ella no.
-¿Aunque sea su hijo, maestro?
-¿Mi hijo?
No podía creer la traición, la traición hermano.
-Hermano mayor, piénsalo, ¿Quién puede partir el ataúd de hielo eterno?
-Solo una persona – dijo, con el brillo llegándole a la mirada. Y a la espadota, que seguía sosteniendo.
-Una persona que justo ayer ha obtenido su armadura.
-El caballero de Libra.
Del puto chino, no iba a quedar ni el recuerdo.
Lo fueron a buscar a su casa, y no estaba ahí el desobligado. Lo fueron a buscar a la de Aries y ahí estaba, muy abrazado a la niña en armadura. Los despertaron a ambos de un mazazo brutal.
-¡Hay, el arroz gigante! – exclamo el chino, mencionando al personaje de sus pesadillas.
Shion había recibido menos duro el golpe al tener mas felpa.
-¡¿Qué le has hecho a Avenir!? – le reclamo Hakurei con la espadota, que no ha soltao. Sage, a su lado, estaba con el dedito del sekishiki listo.
-Desvestirlo?
Sage salto a ahorcarlo.
-¡Como, tu asqueroso, un seme poniéndole las manos encima a Avenir!
Shion, que veía que no le quitaban la armadura, dejo ahorcar tantito al chino antes de decir:
-Que no lo toco. Rompio el cubo con la espada de Libra y la armadura vino solita a mi. Solo yo lo toque.
Sus madres lo vieron con profunda maldad.
-¿Y quien te dio permiso de tocar a Avenir? ¡Sin postre una semana!
Shion dolio el gesto: era el peor castigo que había recibido en su vida. A lo mejor por eso estaba tan subida, de peso.
El chino tosia y de nuevo había visto el rayo blanco y alcanzado el séptimo sentido.
-Y volverlo a congelar asi, sin un cariñito ni nada, aplastado (del pelo) y andrajiento…
-En ese pedazo amorfo de hielo…
-Eso fue culpa de Degel, que le estaban dando mientras lo hacia y pues apuntaba a todos lados.
-¡Exponer a Avenir al porno yaoi normal! – añadieron a su lista de fechorías.
Si hubieran sabido que estuvo a punto de participar de un trio postmortem con el seme mas bestia del santuario…
-Claro, Degel es el único que puede volver a hacer un ataúd de hielo… - declaro a la Sherlock Holmes Hakurei.
-Tambien será castigado. – declaro Sage.
-Y Kardia, por moverlo mientras lo hacia.
-Si gustan, puedo volver a partir el cubo de hielo. – ofrecio Dohko.
Les hubiera gustado mas que lo partiera un rayo (a Dohko), pero tuvieron que aceptar. Se les estrujaba el corazón de pensar en Avenir atacado con un arma, pero mas de que estuviera tan mal vestido para la eternidad.
Continuara...