Capítulo 10.- Medidas de contingencia
Ese día luego de mucha discusión, Hades había aceptado pasar la noche en la jaula, el pelinegro no quería hacerlo porque no soportaba la idea de que el lobo buscara hacerle daño a Shun otra vez, él quería estar libre para defenderlo, pero eso representaba problemas por los cazadores, Shun había propuesto a Hades contarle su secreto a sus amigos, de esa forma Hades podría estar seguro también porque los cazadores no le harían daño, pero esa teoría no era algo que Hades quisiera comprobar, el hecho de que Shun lo amara no significaba que sus amigos aceptarían su condición y no lo matarían, eso era solo pensamiento positivo de Shun
- Wow… esto no lo esperé – Shun estaba de pie en medio del sótano de la casa de Hades, era una estancia súper amplia en la que había una reja empotrada fuertemente a la pared, se veía fuerte y resistente, Hades le había puesto varias seguridades extras con el tiempo porque si se había logrado escapar varias veces
- No es mucho, me gustaría que fuera más grande, usualmente amanezco morado porque en algún punto de la noche invariablemente me golpeo contra las rejas
- ¿En serio? – Shun agarró uno de los barrotes y trató de moverlo en algo pero no… no había como
- Sí, es un espacio relativamente pequeño para un lobo adulto y eso de estar encerrado no va conmigo, claro que es mejor que la alternativa
- ¿La alternativa?
- Siempre cabe la posibilidad de que ocurran accidentes así yo no quiera atacar a nadie, prefiero estar lejos de todo y quedarme en casa
- Eso es muy prudente de tu parte – Shun abrazó a Hades que o abrazó también y luego lo besó en los labios, Shun pasó en verdad preocupado el día entero, no sabía qué hacer en la noche, eran ya las cuatro de la tarde y no sabía si quedarse fuera de la jaula contemplando a Hades, porque ese le parecía un lugar en verdad seguro, o si ir con sus amigos de cacería, Hades besó su cuello y susurró:
- Estás muy tenso bonito
- Si… creo que me voy a ir a esperar a Ikky a que salga de clases y voy a pasar con los muchachos desde antes de que se ponga el sol, ¿qué te parece?
- Me parece bien, quiero que estés seguro Shun, no quiero que te arriesgues más de lo que ya lo haces, no solo tú te asustas por mí, yo no sé qué haría si algo te llegara a pasar, prométeme que serás prudente y no vas a dejar que ese lobo te ataque - Hades tomó a Shun de los brazos y lo miró con intensidad cuando dijo esto
- Te lo prometo
- Ok., ahora ya vete antes de que sea más tarde, no quiero que te sorprenda la noche aquí – Hades acarició la mejilla de Shun y le sonrió con ternura, Shun lo abrazó con fuerza, lo besó en los labios una vez más y con un peso en el alma salió de aquella casa
Shun fue hasta la Facultad de arte, ese día había una exposición de cuadros a la que el maestro Saga les había insistido que tenían que ir, Hyoga había quedado de acompañarlo, así que se encontraron en la puerta a las once de la mañana y juntos entraron. Hyoga estaba mirando los cuadros en silencio hasta que vio a su profesor al final del salón, estaba hablando muy de cerca con un muchachito que lucía algo sonrojado, el rubio codeó a Shun que miró lo que su amigo le señalaba y sonrió al decir:
- Ese es Sorrento, es de mi clase
- ¿Y se está acostando con el profesor? – preguntó Hyoga todo cómplice
- Si los rumores son ciertos, no es el primero con el que se acuesta, nos dijeron que se había acostado con Sarah, es esa chica de allá que los está mirando con ojos asesinos – Shun señaló a una muchacha muy bonita de cabellos castaños que efectivamente estaba mirando a su profesor y a su nueva conquista y se notaba que estaba conteniendo las ganas de ir a abofetearlos a ambos
- Que asco de tipo, acostarse con sus alumnos – dijo Hyoga meneando la cabeza
- Bueno… en su defensa, él no se niega solamente, como es tan atractivo son ellos los que lo buscan
- ¿Tú crees que es atractivo?
- Si… es muy atractivo, pero no me gusta como me mira – dijo Shun mirando a la pareja que ya no se estaba besando, Saga abrazaba a Sorrento pero al darse cuenta que Shun los estaba mirando, le guiñó el ojo descaradamente
- Uyyy amigo… ya veo como te mira – Hyoga se había dado perfecta cuenta del guiño de ojo del maestro a su amigo, así que Shun solo tomó a Hyoga del brazo y fueron para otra de las salas, Shun estaba claramente incómodo con esta situación
Al salir de la exhibición, los chicos fueron a comer, y luego, como lo había pensado fue a ver a su hermano y se quedó con él hasta que fue tiempo de ir a ver a los otros cazadores, Shun pensaba que en cualquier lugar el lobo del día anterior le iba a saltar por la espalda pero no… en contra de todo pronóstico el lobo no apareció esa noche de luna llena ni la siguiente, el lobo simplemente no hizo acto de presencia por más esfuerzos que hicieron los chicos para atraparlo
Ese jueves, la última noche de luna llena, Shun no fue a su dormitorio como debía haber ido, sino que se escabulló de sus amigos y se fue a la casa de Hades, por la entrada lateral levantó una rana de cerámica y sonrió al ver la llave de la puerta de la cocina, entró todo sigiloso y tratando de no hacer ruido se asomó por la puerta del sótano, y su corazón escapó un latido cuando vio al inmenso lobo negro paseándose de un lado a otro en la jaula
- Hades… dioses…
Shun bajó lentamente las escaleras y se sentó el final de las mismas, el lobo lo miró fijamente y luego volvió a pasearse de un lado a otro, Shun pensó que se iba a poner violento o algo pero no, el lobo eventualmente se acostó y miraba a Shun que lo miraba de vuelta. El muchacho de ojos verdes sacó un libro y empezó a leer en voz alta, eso hizo que el lobo apoyara su cabeza en sus patas delanteras y cerrara los ojos, al parecer le gustaba el sonido de la voz de Shun que leyó hasta que se quedó dormido y despertó cuando una fría mano le acarició la mejilla
- Julián… por todos los dioses… - Shun saltó en el duro suelo y le dolió hasta la consciencia, Julián estaba usando unos pantalones que a simple vista eran unas tres tallas más grandes, estaba descalzo y sus pies estaban completamente sucios
- ¿Qué haces aquí Shun?, créeme… este no es el mejor sitio para estar en luna llena, a ninguna hora
- Ohhh… me quedé dormido – Shun se frotó un ojo y lucía confundido
- Eso es bastante obvio – Julián caminó hasta la jaula y tecleó un código numérico, un zumbido llenó la estancia y Hades saltó asustado al despertarse, él también estaba desnudo y lucía algo desorientado
- Hades… - Shun entró a la jaula y se arrodilló para abrazar con fuerza a Hades que lo recibió en sus brazos y lo estrechó contra su pecho
- Voy a hacer café, me voy a bañar primero pero voy a hacer café, suban cuando suban – dijo Julián despreocupadamente y subió pesadamente las escaleras
- ¿Qué pasó Shun?, ¿estás bien?, ¿estás herido? – Hades en cambio estaba preocupado, Shun estaba nervioso y no lo podía ocultar
- No… estoy bien, es solo que estaba preocupado, no te apures… - Shun trató de sonreír sin conseguirlo realmente
- No se encontraron con el lobo, ¿verdad?
- No, no lo vimos y eso me tiene preocupado
- Yo te dije que era una posibilidad de que yo lo hubiera asustado, no te estreses bonito, todo está bien, ven… vamos a desayunar, yo me quiero bañar – Hades tomó unos pantalones flojos que había dejado en una de las esquinas y se los puso
- Julián está todo sucio, pero tú no – puntualizó Shun, Julián si se veía como si un tren le hubiera pasado por encima, Hades estaba un poco despeinado nada más
- No, pero huelo a perro mojado, no no no, eso no es sexy – Hades sonrió haciendo sonreír a Shun que tomó su mano y juntos subieron las escaleras
Ese desayuno fue algo silencioso, Julián no tenía mayores problemas en aceptar que Shun supiera su secreto porque era bastante obvio que este muchacho estaba perdidamente enamorado de su mejor amigo, su secreto estaría a salvo con él, lo que le preocupaba a Julián eran los amigos cazadores de Shun.
Hades solía decir que era poético que un loco estuviera enamorado de un cazador, Julián creía que dejando la poesía a un lado, era bastante peligroso tener a alguien como Shun bajo su techo, esa había sido la primera regla que le había enseñado su padre, nada de socialización con los cazadores, mientras más lejos de ellos estuvieran pues mejor, pero no… Hades no solo había fraternizado con el enemigo, estaban prácticamente conviviendo, porque Shun se quedaba a dormir la mayoría de las noches en su casa, salía en las mañanas con Hades a pasear a su perro, iban a clases, iba a sus clases de pintura, iba a sus entrenamientos del equipo de gimnasia pero… invariablemente llegaba a cenar y a dormir en su casa
Las cosas con Hades estaban por demás fogosas, el pelinegro no podía quitarle las manos de encima a Shun por lo que hacían el amor a la menor oportunidad, era una etapa completamente nueva en sus vidas que les había resultado extremadamente satisfactoria, Shun se sentía en las nubes porque Hades ni siquiera miraba a los otros muchachos cuando estaba con él, eso tenía tranquilo a Shun que sonreía cuando veía a su novio repasar con su banda, había ido a todas sus presentaciones en uno de los bares universitarios y se sentía extremadamente complacido al ver que Hades en el escenario se robaba las miradas de todos pero no paraba bola a nadie, solo lo miraba y le sonreía a él
A Shun seguía sin gustarle la música que Hades amaba, pero trataba de integrarse lo mejor posible, Hades usualmente la hacía de sonidista de las otras bandas, se fue un par de fines de semana a presentaciones el ciudades vecinas, a estos viajes Shun no había ido porque tenía trabajos que hacer y exámenes para los que estudiar, pero no era nada inusual, a Hades le encantaba formar parte de la banda, a la final era su único hobbie, no como Shun que iba la mayoría de las tardes a sus clases de pintura y en las mañanas al entrenamiento de gimnasia
- Vamos Shun… no seas flojo… - Mu corría de retro tratando de infundir ánimo en sus compañeros pero no lo estaba logrando, Shun estaba a punto de dejarse caer en la pista
- Muérete Mu… - respondió el peliverde dejando de correr y caminando con las manos en la cintura, él ya no podía más
- Mira… aquel muchacho nuevo te va a patear el trasero, ya te lleva más de media vuelta – Mu señaló a un muchacho de largos cabellos negros y complexión atlética, Shun si lo había visto pasar y se había sorprendido al ver sus ojos, eran verdes pero tenía una tonalidad algo grisácea
- Debe ser alien al igual que tú, no me importa – contestó Shun llegando hasta Shura que ya se había acostado en el césped, él ya no dio la última vuelta
- Ese es mi Shun – dijo Shura levantando un pulgar, el muchacho de cabellos verdes solo sonrió divertido al llegar hasta su amigo y darle la mano para que se levante, ellos tenían que entrar, ya habían calentado lo suficiente
Dentro, el entrenador estaba de pie con los brazos cruzados y cara de pocos amigos, él quería armar un equipo para las competencias interinstitucionales pero hasta ahora no había podido, Shun era bastante hábil para ello pero no era muy constante que digamos, su vida tenía muchas más cosas que la llenaban, el formar parte del equipo de gimnasia no era una de ellas, se necesitaba disciplina y seriedad para ello, Shun lo que quería era mantenerse en forma y conservar su flexibilidad, nada más, eso su entrenador lo sabía y se moría de las iras por ello
Esa mañana iban a practicar saltos y giros, Shun era buenísimo en estilo libre en la colchoneta y en eso estuvieron hasta que llegó aquel muchacho de largos cabellos negros y ojos verdes, él en cambio se fue a practicar en las barras paralelas, y sin proponérselo siquiera los dejó a todos con la boca abierta, el entrenador había sonreído por primera vez esa semana, ese muchacho resultó ser muy flexible y bastante hábil
- ¿Si miraste quién vino a ver al chico nuevo? – Hyoga estaba por la cancha porque su entrenamiento de básquet había acabado pero se quedó por allí mirando la práctica de gimnasia, y se acercó a Shun que estaba ocupado haciendo estiramientos con Mu
- No… ¿quién? – Shun alzó la vista y casi se le cae la mandíbula al suelo, su maestro de arte estaba al borde de la cancha mirando al muchacho de cabellos negros que había llegado a su lado y estaban charlando muy juntitos e íntimamente
- Wow… y con otro estudiante, ese tipo no se mide, pero espera… no… ese no es el maestro Saga – dijo Shun apreciativamente
- ¿Estás ciego Shun? – preguntó Hyoga con una sonrisa divertida
- No… ese no es el maestro Saga porque aquel que viene entrando por la cancha definitivamente es el maestro Saga – Shun señaló a su maestro que estaba usando pantalones de vestir y una camisa sencilla, el otro sujeto que estaba hablando con el chico nuevo vestía pantalones de cuero y una camiseta ajustada
- Diablos… ¿sabías que tenía un hermano gemelo? – preguntó Hyoga mirando a los gemelos charlar con el muchacho nuevo, Shun meneó la cabeza pero otra voz fue la que los sacó de la ignorancia al decir:
- Si… aquel es Kanon, es corredor de motos y ahí donde lo ves es medio famoso, ha ganado en varios circuitos y toda la cosa, obviamente es el gemelo del maestro de arte que es un estúpido por cierto, o por lo menos eso es lo que me han contado – dijo Mu acercándose a los dos muchachos para ver más de cerca a quienes ellos estaban mirando
- No es un estúpido – dijo Shun pero Hyoga lo miró apreciativamente por lo que sonrió y se corrigió a sí mismo al decir: - Ok., si es un estúpido pero sabe mucho de arte, se cree el hombre más sexy de la faz del planeta y cree también que nadie está a su nivel, es elitista, racista, una joya – terminó de decir Shun con una sonrisa
- Pero disfrutas su clase, ¿verdad? – preguntó Mu
- Si… amo la asignatura mas no al docente, eso es lo importante creo yo – Shun se encogió de hombros al decir esto y los otros dos muchachos asintieron regresando a lo que estaban haciendo
Al llamado de su entrenador Shun fue hasta la cancha principal y empezó a hacer giros y volteretas en la pista, a Shun se le daban genial hacer los saltos tomando impulso con una breve carrera, a criterio de Ikky su hermano se veía hermoso haciendo esto, Shion solía decir que su hijo debería pertenecer al equipo olímpico de Inglaterra pero esa nunca fue la aspiración de Shun, él era contento simplemente practicando el deporte que amaba.
Esa noche Shun fue con Hades a uno de los bares universitarios en donde la banda de su novio tocaría, eso tenía emocionado al muchacho de ojos verdes porque siempre era divertido escuchar a Hades tocar, el ambiente estaba prendido y Shun solo sonreía y meneaba la cabeza al ver a su novio tomar su cerveza directamente de la botella, esa era una de las cosas que Shun había intentado cambiar en Hades pero no lo había conseguido, al pelinegro no le gustaba tomar la cerveza en vaso, le gustaba a pico de botella como solía decir
Shun fue sacado de sus pensamientos cuando vio a Hyoga llegar todo alterado, el rubio tomó su mano y le dijo con urgencia:
- Ven un momento conmigo
- ¿Pero qué pasa?
- Tú ven conmigo por favor – Hyoga lucía angustiado por decir lo menos, así que Shun dejó su cerveza al cuidado de Hades que solo los miró salir sin hacer mayores comentarios, Hyoga tomó a Shun del brazo y juntos fueron hasta la calle principal, Hyoga empezó a caminar de un lado a otro y así estuvo hasta que Shun lo sujetó de los hombros y le preguntó directamente:
- ¿Qué rayos te pasa?
- Ok., Julián me dijo muchas cosas, me dijo que me ama, que no quiere tener secretos en su vida conmigo, que quiere que nos casemos algún día no muy lejano y que quiere hacer una familia y no sé cuántas cosas más
- ¿Y por qué estás tan angustiado?, tú también lo amas, ¿cierto?
- Si pero… me dijo que… me dijo que hablara contigo porque tú también lo sabías y no le has armado escándalos a Hades y que todo está bien – Hyoga miró significativamente a Shun que asintió al saber de lo que hablaba su amigo
- Julián te lo dijo…
- ¿Tú crees eso?, ¿en serio Shun?, ¿no es que Julián está loco y me quiere llevar al manicomio con él?
- No… mira… esta historia es medio larga…
Shun habló con Hyoga casi por una hora, le contó de su propia vida, de su función como cazador, de todo lo que le había dicho su padre, de lo que le había dicho Hades, de la realidad de los lobos y de cómo él mismo había visto a Hades transformarse, que ellos no representaban amenaza alguna para la humanidad y que Hades lo había salvado dos veces de un lobo que si quería matarlo, Hyoga lo escuchó todo con escepticismo en su mirada, es que no lo podía creer
- Hyoga… Hyoga háblame… - Shun tomó la mano de su mejor amigo para llamar su atención
- Dioses… estás igual de loco que Julián
- No, ninguno de los dos estamos locos, Hyoga esto no es tan grave, ellos son diferentes pero no son los monstruos que yo cazo, estás seguro con Julián, él te ama, Hades me lo ha dicho
- Yo también creo que me ama pero… esto lo cambia todo
- No Hyoga, no cambia nada, tómate un par de días para que lo pienses y analices con calma, no botes a Julián de tu vida por esto, dale una oportunidad
- ¿Es lo que hiciste con Hades?
- Si… básicamente es lo que hice con Hades, mejor vamos por una cerveza, su banda debe haber subido ya al escenario, ¿no quieres verlos tocar?
- Si… tienes razón… voy a pensarlo… es todo lo que ofrezco
- Julián te lo agradecerá, vamos…
Hyoga y Shun entraron de vuelta al bar y efectivamente la banda de sus respectivos novios estaba tocando, Julián tenía cara de pocos amigos, en cambio Hades se veía relajado mientras tocaba la guitarra y hasta sonrió cuando vio entrar a su niño al bar
Más tarde en la noche, Julián se fue temprano con Hyoga, dejando a Hades en el bar para que recogiera los equipos, y afanado estaba en eso cuando un muchacho de largos cabellos castaños se acercó a él, Shun si lo había visto antes en el bar, Hades lo miró algo escéptico primero pero luego empezaron a charlar animadamente, Shun no era lo que se pudiera decir celoso pero… nunca estaba por demás el marcar el terreno
- … tienes que enseñarme como haces lo del cableado, porque creo que en eso es en lo que más fallamos, eso y en nuestro vocalista – decía el muchacho de largos cabellos castaños
- Eso es fácil, te lo puedo indicar cuando quieras, a la final tenemos casi los mismos equipos aunque los de ustedes son más nuevos, hola amor – Hades estaba charlando indistintamente con ese muchacho pero sonrió y tomó la mano de Shun para jalarlo y besarlo en los labios cuando éste se acercó
- Hola… ¿te demoras mucho más? – respondió algo abochornado el peliverde
- No, ya mismo lo acabo de empacar todo, como Julián se fue ya me tocó empacar a mí, conoce a Bian que solía ser nuestro baterista pero ahora él también tiene una banda, son muy buenos – Hades hizo las presentaciones del caso, el muchacho castaño sonrió y estrechó la mano de Shun luego de decir su nombre y Shun de decir el suyo
- ¿Los he escuchado tocar? – preguntó Shun al castaño que se encogió de hombros y respondió:
- No lo creo, hemos ido de tumbo en tumbo y no tenemos un vocalista estable, ahora mismo nos quedamos otra vez sin vocalista, pero Shyru un amigo nuestro me dijo que un amigo suyo se está mudando para acá en los próximos días, y que me lo iba a presentar, supuestamente él canta y sería una buena adición para nosotros – dijo Bian esperanzado, Hades sonrió y asintió para luego preguntar algo técnico de unos parlantes o algo así, Shun los escuchó fingiendo interés pero luego empezó a caminar por tras el escenario haciendo tiempo hasta que Hades se desocupara y pudieran ir a casa, él tenía sueño en este punto
- ¿Listo? – Hades abrazó a Shun por la espalda y le besó el cuello
- Si… ¿vamos a tu casa?
- Yo creo que sí, dudo mucho que Julián se haya quedado con Hyoga, y de ser así ellos necesitan espacio, mejor vamos a mi casa, así dormimos juntitos – Hades volteó a Shun y lo besó en los labios, y en eso estaban hasta que el pelinegro se quedó quieto, Shun se separó de él y miró su rostro, Hades estaba perdido en concentración y luego aspiró con profundidad, aparentemente algo había olido
- ¿Qué pasó?
- No lo sé… huele algo… no lo sé… - Hades tomó la mano de Shun y salió por el callejón hasta su auto que ya estaba cargado con todos los instrumentos y demás cosas, en el parqueadero se podían ver a varias personas que estaban caminando por allí, habían un grupo no muy grande de chicos y chicas que estaban tomando licor, había una pareja que estaba besándose con abandono apoyados en uno de los autos, Hades volvió a respirar con profundidad y cerró los ojos, había un aroma especial en el ambiente, era como galletas recién hechas, le recordó el aroma de la casa de su abuela, era muy dulce e invitante, café, pasto mojado por la lluvia, era algo nuevo y delicioso, lo que hizo que se quedara inmóvil, vaya…
- Hey… tierra a Hades, ¿estás bien? – Shun le acarició el rostro a su pelinegro que asintió luego de sonreír y acariciar su mejilla
- Si, solo me distraje un poco, el cansancio debe ser, eso de empacar todo yo solo no va conmigo
- Si me hubieras dejado yo te hubiera ayudado – se quejó Shun y eso hizo reír a Hades con ganas al responder
- Lo sé… lo sé… pero, ¿qué clase de novio sería si te dejo hacer el trabajo pesado?, no no no, ya me las cobro a Julián mañana, tú no te apures
- Ok., ok., vamos a casa entonces – Hades y Shun caminaron en el frío de la noche hasta el auto y efectivamente fueron a casa, al llegar sin mayores preámbulos se acostaron a dormir, esa noche no estaban de humor para tener sexo, a veces solamente dormían juntos y eso le gustaba mucho a Shun, lo suyo no era físico sino que se complementaban en otros niveles
Shun se quedó dormido a los pocos minutos de que su cabeza tocó su almohada, Hades en cambio no podía dormir, ese aroma a galletas le había llegado hasta el alma, recordó a su abuela, recordó el hogar en el que fue feliz de niño, recordó muchas cosas que creía olvidadas y se puso algo nostálgico, por lo que abrazó a Shun y se puso a pensar que su niño estaba en peligro, ese lobo lo había marcado aparentemente y eso tenía sumamente intranquilo a Hades que se movió suavemente en la cama y estrechó a Shun contra su pecho, él no iba a permitir que nadie lastimara a su novio, debía descubrir quién era el lobo que lo acechaba, tenía que averiguar quién era. Hades estaba en esos pensamientos cuando sintió como el peliverde se quejó y se destapó un poco, el mayor sonrió, Shun siempre se moría de calor pero él no podía evitar abrazarlo como lo abrazaba…
En los siguientes días Hades y Julián se dedicaron a buscar pistas para poder descubrir la identidad del misterioso lobo, buscaron en reportes de violencia dentro del campus, miraron en los recortes de periódico y de la policía, hasta entraron a la base de datos del hospital del Campus con la esperanza de encontrar algo en los registros médicos pero eso resultó infructuoso, el campus tenía miles de estudiantes y si habían encontrado su porcentaje de enfermedades raras y accidentes extraños pero… no… nada que los pudiera guiar hasta el misterioso lobo.
Julián tenía la teoría de que el lobo estudiaba en la Facultad de Ciencias, por allí habían ocurrido la mayoría de accidentes, justamente en esa facultad habían encontrado la mayoría de eventos que tenían explicaciones flojas o que de plano carecían de explicación, el problema era que existían siete carreras con más de cinco mil alumnos, Hades y Julián no tenían idea de por dónde empezar y eso los tenía intranquilos
Por su parte el grupo de los cazadores estaban haciendo lo propio pero no habían tenido mejor suerte que los lobos, Milo estaba chequeando los reportes de personas desaparecidas, de ataques y demás llamadas a la policía dentro de los últimos tres años, pero las víctimas que aparecían en los reportes no tenían nada en común, no había algo distintivo que los uniera o ligara, Camus solía decir que como a Milo le gustaban mucho los shows policiales de la televisión ya se estaba empezando a creer parte de los criminalistas pero no… tampoco lo estaban logrando
La próxima luna llena llegó y, el lobo gris en contra de todo pronóstico, no dio señales de vida, los cazadores hicieron sus mejores esfuerzos pero no hubo rastros de él en los bosques, Julián había dicho que no se había encontrado con nada extraño por las cuevas de los osos, pero que habían dos lobos por el camino del río, uno negro y uno gris, el lobo gris era casi tan grande como Julián, el lobo negro era más pequeño pero a criterio de Julián era sumamente hermoso, su pelaje relucía a la luz de la luna llena, ese pareja de lobos eran como ellos, es decir, no eran hombres lobos por mordida, y ninguno de los dos era el lobo que Hades y los cazadores estaban buscando, el lobo gris que había encontrado Julián no tenía cicatriz alguna en la pata y esos dos lobos no eran muy sociables que digamos, Julián estaba seguro de que el lobo gris que había encontrado en el bosque quería mantenerlo alejado del lobo negro, porque se había mostrado bastante protector y violento cuando Julián hizo intento de acercarse amistosamente, Hades estaba muy extrañado por lo que su amigo decía porque le había asegurado que aquel lobo negro tenía el aroma más atrayente que había olido en su vida, pero que ya estaba emparejado con aquel lobo gris que lo cuidaba con su vida, eso era algo que no había visto antes, los lobos no se emparejaban, esas relaciones no duraban pero… aquí estaba la excepción a la regla, según Julián claro está
Shun amaneció esos tres días en las escaleras del sótano de la casa de Hades, mirándolo como se paseaba intranquilo de un lado a otro en su forma de lobo, Shun aún no se acostumbraba a esto pero por lo menos no había tenido tantos problemas de adaptación como los que tenía Hyoga, al rubio se le había hecho sumamente complejo aceptar la naturaleza de Julián y estaban teniendo problemas, Julián estaba optimista en que los superarían pero Hades no estaba tan seguro, solo el tiempo diría lo que sucedería con la relación de ellos, a la final no todos funcionaban de la misma manera, no todos tenían su capacidad de adaptación, Hyoga lo estaba intentando porque amaba a Julián pero a veces el amor no es suficiente