Capítulo 15.- Encuentros no planificados
La noche parecía eterna mientras Hades caminaba, el aroma del bosque era por demás reconfortante, nunca se le habría ocurrido caminar en el bosque sin luna llena, Seiya se lo había sugerido pero… no pensó ponerlo en práctica tan pronto, el silencio no le gustaba pero menos le gustaba cuando algo se movía a su alrededor, no… el bosque no era para él sin luna llena
Y en esos pensamientos estaba cuando escuchó algo que le llegó al alma, un sonido cerca suyo pero… no era un animal, no… Hades aspiró profundamente y cerró los ojos en concentración, ese aroma ya lo había olido antes pero ahora era mucho más sutil, mucho más… humano… así que se volteó hacia la izquierda y entrecerró los ojos
La noche no estaba tan clara que digamos, la luna no estaba brillando en todo su esplendor y no había fuente de iluminación cercana, la oscuridad si lo iba envolviendo mientras más se adentraba al bosque, era algo omnioso a su criterio, pero no podía quedarse en donde estaba, debía volver o seguir caminando, el pelinegro no sabía si volver a casa o no, luego de unos momentos decidió que no, él no quería enfrentar a Shun nuevamente, sabía lo que tenía que hacer pero no quería hacerlo, no quería herirlo pero… lo estaba hiriendo al no hacer nada, lo estaba hiriendo al continuar con una relación que ya no daba para más y ambos lo sabían, si… tenía que terminar las cosas con Shun por el bien de ambos, no podía seguirle haciendo esto, Shun no lo merecía, diablos…
Hades suspiró cansado y se volteó, iba a volver al dormitorio a hablar con Shun, pero no pudo ni dar cinco pasos que el sonido de una rama que se rompía llenó el ambiente, eso no era lo extraño, la fuente del sonido fue lo que llamó su atención porque no venía del piso, sino de arriba, así que alzó la mirada pero fue tarde, un bulto cayó del árbol directamente sobre él y ambos cayeron duramente al suelo
Hades trató de quitarse a su atacante de encima pero no pudo hacerlo, era tan grande como él, pesado como él, tenía el aliento mentolado como si hubiera estado comiendo caramelos masticables de menta justo antes de caer sobre él. Este extraño se incorporó rápidamente y sin mayores preámbulos pateó a Hades en el estómago, y lo hubiera seguido pateando pero el pelinegro reaccionó con rapidez y sujetó la pierna de su atacante cuando se disponía a darle una segunda patada
- ¿Quién rayos eres? – preguntó Hades a la oscuridad porque no podía verle el rostro a quien lo atacaba, ambos hombres estaban revolcándose en el suelo haciendo sus mejores intentos de matarse, puñetazos, patadas, rodillazos, el bosque se llenó de los quejidos, jadeos y demás sonidos de la pelea viciosa que estaban teniendo
- Tu peor pesadilla… estúpido… - contestó una voz ronca y varonil, Hades trató de sujetar de mejor manera al extraño que se escabulló con maestría asestándole un golpe en la cabeza
- No quiero hacerte daño… detente… - Hades se llevó una mano a la cabeza y se apoyó en un árbol cercano, estaba viendo estrellas y no las que brillaban en el cielo
- Eso es dulce de tu parte – respondió el extraño arremetiendo nuevamente, Hades se defendió como pudo y logró asestarle un golpe en la cabeza y otro en el estómago, ambos se azotaron contra los árboles cercanos, ambos intentaron ahorcar a su oponente, ambos trataban de controlar la situación y fue Hades el que algo logró cuando lo botó al suelo y trató de sujetar sus manos, pero el extraño se quitó a Hades de encima y trató de golpearlo con una piedra
- ¿Estás loco? – Hades equivó el golpe y rodó por el pasto, el extraño también lo hizo pero al hacerlo se quejó, en la oscuridad Hades podía ver su silueta, al parecer en algún punto de la pelea se había clavado una rama en su costado, al sacarla gimió de dolor y se sacó la camisa para poner presión a su herida. Ambos jadeaban, si seguían con esto en serio se matarían, ambos eran igual de fuertes lo que hizo que Hades se diera cuenta que ambos eran lobos, aquel no era un humano común, los lobos eran más fuertes que los humanos normales, tenían los sentidos un poco más desarrollados lo que les daba una ventaja invaluable en una pelea, pero no… este extraño tenía excelentes reflejos muy parecidos a los suyos propios, se movía con mucha gracia y destreza, el extraño se rió con burla y dijo:
- Estás buscando lo que no se te ha perdido, vuelve por donde viniste y déjalo en paz
- ¿De qué demonios estás hablando?
- Considera esto una advertencia amistosa, aléjate de él o atente a las consecuencias, no quiero tu sangre en mis manos aunque tendría todos los derechos de acabar contigo, pero soy un hombre honorable y seguiré las tradiciones de nuestra gente, por eso te lo digo, no te cruces en mi camino otra vez, porque la próxima… te mataré…
- ¿Nuestra gente?
- Luego no digas que no te lo advertí, aléjate de él, tú sabes de quien estoy hablando – el extraño se alejó unos pocos pasos de retro pero luego se perdió entre la maleza y no estaba siguiendo el sendero, Hades suspiró y se llevó una mano a la cabeza, estaba sangrando, dioses…
El pelinegro iba a seguir al extraño pero lo pensó mejor, era preferible si volvía a buscarlo acompañado de Julián, no quería enfrentarlo solo nuevamente, este lobo era más experimentado que él, debía ser un poco mayor nada más, era un hombre joven pero tenía mayor experiencia en enfrentamientos, si no se hubiera lastimado lo hubiera vencido, quien sabe si lo habría matado
Sus palabras resonaban en su cabeza, que se aleje de él le había advertido, que iba a seguir las costumbres de su gente, ¿podría ser?, las historias de costumbres e historias de los lobos Hades las sabía porque su abuelo se las había contado, no pensó que fueran ciertas, Julián sabía una versión diferente, cada familia llevaba las tradiciones a su propia manera, y eso puso a pensar a Hades que seguía caminando por el bosque, la verdad no estaba intentando llegar a ninguna parte, estaba caminando simplemente, le dolía la cabeza y suspiró, cerró los ojos y pudo olerlo, era lógico suponerlo, él estaba cerca… muy cerca…
Hades llegó hasta un riachuelo que corría alegremente entre las plantas, cruzándolo se podía ver una tienda de campaña y una fogata, junto a la fogata estaba un bulto envuelto en un saco de dormir, la curiosidad pudo más en él y se acercó, él sabía quién estaba allí antes de poder verlo, su aroma era inconfundible, Seiya estaba dormido acurrucado sobre sí mismo junto al fuego, pero se despertó de un salto cuando Hades estaba llegando a su lado
- No quise despertarte, solo quería sentarme junto al fuego, no me di cuenta de lo frías que están mis manos hasta que me acercaba
- Ven… si estabas caminando por el bosque debes estar helado, ¿quieres café?, ohhh por dios… ¿qué rayos te pasó? – Seiya estaba medio dormido y se estaba frotando los ojos, al inicio no lo vio pero ahora si, Hades tenía sangre en su cabeza y su ropa estaba toda rota
- Nada… no me pasó nada…
- Ajá, ok., quédate quieto, siéntate aquí… eso es… - Seiya sentó a Hades en su cobertor y él se estiró hasta su mochila, la abrió y sacó una pequeña bolsita, dentro tenía algodón, gasas, curitas y algunas otras cosas, era una especie de botiquín de primeros auxilios
- Estoy bien, en serio – dijo Hades mirando a Seiya sacar alcohol y humedecer una motita de algodón
- Ok., estás bien pero quédate quieto, te va a arder solo un poquito, eso es… buen chico… - Seiya limpió la herida de Hades, se había roto la ceja, la herida no era tan profunda pero si había sangrado
- Arde… - se quejó Hades, Seiya sonrió y le sopló la herida que estaba limpiando
- No seas infantil, te va a arder más si no te la desinfecto, listo… ya está, ¿te pongo una curita?
- Ok., ponme una curita – el corazón de Hades latía con fuerza al tener a Seiya tan cerca, el toque de sus manos era suave, la herida en su ceja era lo que menos le importaba en la vida
- Listo… yo creo que vivirás, no necesitas puntos ni nada de eso, tal vez te quede una cicatriz pero si me lo preguntas a mi, eso da carácter y lucirás mucho más interesante – Seiya se volvió a sentar en el cobertor y se abrazó a si mismo con su saco de dormir, estaba haciendo algo de frío y él estaba usando solo una camiseta, al parecer se había sacado el buso que estaba olvidado junto a la tienda de campaña
- Gracias doctor Seiya, ¿no me ofreciste un café?
- Ohhh si, lo olvidé – Seiya señaló el termo que estaba junto a la fogata
- ¿Estás tomando café?, ¿y así esperas dormir algo? – Hades sonrió al ver a Seiya desembarazarse un poco de su saco de dormir para tomar el termo, destaparlo y servirle un poco de café en la tapa que se usa como jarrito, se sentó a su lado y dejó que el delicioso aroma inunde sus sentidos, era una combinación de pasto mojado, madera que se quemaba en la fogata, café, y Seiya… Seiya olía delicioso, había algo en él que… dioses… no lo podía explicar y ahora como había estado durmiendo como que se había intensificado o algo, o tal vez sería porque estaba sentado a su lado, nunca antes habían estado tan cerca
- Nahhh… el café no me mantiene despierto, tómalo despacio que está caliente y picante – el castaño le dio el jarrito a Hades que olió la bebida y sonrió al preguntar:
- ¿Este es el café del que me hablabas?
- Si… es perfecto para una noche de frío, y dime… ¿con quién te boxeaste en medio de la nada?, los conejos de esta parte del bosque no son especialmente violentos, ¿o si?
- No… los conejos me ignoraron, pero no te apures, en serio no es nada – Hades no sabía si Seiya sabía que había otro lobo rondando el bosque, probablemente lo estaba vigilando o espiando, tal vez lo pretendía… eso le había dado a entender ese lobo por lo menos
- No creo que me hayas estado buscando, ¿verdad? – Seiya pasó la mano por sus cabellos en un intento de acomodarlos, esto le pareció a Hades sumamente sensual
- No… no te buscaba pero me alegra encontrarte… dioses… esto está… - Hades le dio un sorbito al café y casi tose, claro que estaba caliente pero si estaba picante también, picante al punto hacerle lagrimear
- ¿Fuerte?, ¿buenísimo?, ¿sexy?
- ¿Crees que el café es sexy?
- Depende cómo te lo tomes y con quien – Seiya sonrió al tomar el jarrito de las manos de Hades y darle un sorbito, al hacerlo no perdió contacto visual con él, Hades sentía que Seiya lo estaba desnudando con la mirada y esta no era la primera vez que lo sentía, así que mandó la prudencia al diablo e hizo lo que tantas veces había soñado hacer, le quitó el jarro de las manos y se le abalanzó
Seiya no se lo esperó pero muy complacido correspondió al muy pasional beso que Hades le estaba dando, el pelinegro se sentía en las nubes, Seiya tenía una forma de besarlo que era arrebatadora y le nublaba los sentidos, el castaño enredaba sus dedos en la negra cabellera y sin pensarlo mucho se dejó recostar sobre la bolsa de dormir. Hades se acomodó entre sus piernas y parecía que sus caderas tuvieran vida propia porque ambos empezaron a moverse acompasadamente frotándose sin haberse sacado aún la ropa, la tensión sexual entre ellos si había llegado a límites insospechados y este era el resultado ahora, se estaban comiendo a besos y trataban frenéticamente de quitarse la ropa, querían fundirse en uno y hacerse el amor hasta la inconsciencia, o por lo menos esto era lo que Hades sentía porque ya no podía pensar nada, su mente estaba completamente en blanco, solo Seiya estaba en su mundo, Seiya, el cobertor y la fogata, el mundo pudiera estarse cayendo a pedazos alrededor suyo que esto no hubiera hecho la menor diferencia porque nada más le importaba
Hades estaba absorto en lo que estaba sintiendo, nunca lo habían besado así, con tal pasión y desenfreno, con tal entrega y abandono, pero un leve gruñido lo sacó de su ensimismamiento, era él… él era el que estaba gruñendo como antes le había pasado con Shun y eso fue lo que lo hizo reaccionar, con violencia se separó de Seiya y se apoyó en un árbol cercano tratando de calmar su corazón
- Hades…
- No… no te acerques a mí, es… peligroso… no te acerques… no me mires… aléjate de mí… - el pelinegro miró sus manos y se horrorizó, sus uñas habían crecido y se habían afilado, su corazón latía con violencia y su voz era mucho más grave, Seiya se había quedado junto al fuego y se había incorporado un poco
- ¿Esto es lo que pasa?
- ¿Qué? – Hades alzó la mirada y vio a Seiya ponerse de pie, y al voltearse pudo ver sus ojos, sus pupilas estaban dilatadas pero el color de sus ojos había cambiado, ya no eran cafés, tenían un tono amarillento bastante particular y brillaban de una manera muy especial en la noche
- Nunca me había pasado esto, no te ofendas que no soy virgen ni mucho menos pero… esto no me había pasado antes – el castaño se acercó a Hades y le sonrió, al hacerlo se pudieron ver sus colmillos
- Dioses… eres tú… tú eres el lobo que ronda estos bosques… eres tú… - Hades no lo podía creer, aunque se dio cuenta inmediatamente de su estupidez, era lógico suponer que Seiya era un lobo también, eso explicaba su irracional atracción del uno por el otro, Hades estaba consciente de que las relaciones entre lobos no funcionaban pero le vino a la mente las palabras de Julián y lo que le contó que encontró en ese claro del bosque, una pareja de lobos, ese fue el momento en que todas las piezas encajaron y su cerebro hizo click
- No soy solo yo, hay varios lobos en el campus, la mayoría son híbridos, pocos como tú y solo otro más como yo, pero hay varios, si los he visto de vez en cuando pero prefiero mantener mis distancias, mis tratos con ellos son cordiales pero llego hasta ahí, no puedo llegar a más y por eso usualmente vengo a acampar por aquí, mientras más lejos esté de ellos en las noches pues mejor – Seiya movió la cabeza de un lado a otro y poco a poco Hades pudo ver como volvía a la normalidad, sus ojos recuperaron su color normal, sus uñas y sus dientes también, así que miró sus propias manos y se dio cuenta que él también estaba normal así que relajó su pose y se apoyó de mejor manera en el árbol
- ¿Pocos como tú o como yo?, ¿tú eres como yo?, no… no puedes ser como yo, Julián lo es pero tú no… tú no puedes ser como yo – Hades estaba confundido con esto
- No tonto, los hombres lobo que andan por aquí son híbridos comunes, viciosos y violentos como todos ellos, tú eres un lobo mestizo aunque me gusta el nivel de pureza de tu sangre, lo puedo oler y es bastante alta aunque no llegas a mis niveles, iguales en teoría pero completamente diferentes en esencia – Seiya pasó una mano por su pecho y la subió hasta su cuello, su voz era un poco más grave que de costumbre, su mirada era hambrienta, sus movimientos tenían una gracia sumamente especial, esto lo estaba volviendo loco por lo que preguntó:
- ¿No que no éramos iguales? – Hades seguía confundido, claro que eso podría ser porque la sangre de su cuerpo estaba fluyendo a su cabeza, pero no a la que tenía sobre el cuello claro está
- No cariño, tú eres mestizo, yo soy sangre pura, ¿no me digas que no te has dado cuenta?, ¿estás con gripe o algo de eso?, yo sé que me has sentido, tu aroma me llegó a millas de distancia, asumo que te pasó lo mismo conmigo, ¿verdad?
- ¿Eres un sangre pura? – Hades abrió mucho los ojos al escuchar esto, todo pudo esperar menos esto
- Si… no me mires así que no soy un mito o lo que sea que estés pensando, quedamos pocos en el mundo pero existimos, la verdad vine con otra expectativa, mi padre me envió porque tenía un pretendiente y hay un compromiso entre familias pero no… las cosas no funcionaron así, él no fue lo que yo quería y no sabía qué era lo que quería hasta que te encontré, no te estaba buscando pero… me alegra haberte encontrado, no pensé que en estas partes del país hubieran lobos tan interesantes – el castaño sonreía mientras hablaba y Hades lo miraba embelesado
- ¿Lobos interesantes? – Hades no lo podía creer, tenía frente suyo a Seiya pero no… no lo podía creer
- Si, por ejemplo tu amigo Julián, él tiene un aroma invitante pero… no… fuiste tú el que me atrajo como imán, fuiste tú el que yo deseé apenas miré, fuiste tú… siempre tú… – Seiya sonrió sinceramente y tomó la mano de Hades apretándola suavemente, entrelazaron sus dedos y sonrieron
- Me alegra que me encontraras entonces
- Eres refrescante, me encanta como hueles… es una mezcla de… cerveza, pasto mojado, panqueques, loción de afeitar, sexo… me encantas… todo tu… - Seiya se había acercado poco a poco a Hades y acarició su pecho subiendo las manos hasta que rodeó su cuello, Hades aspiró profundamente y entendió claramente a lo que Seiya se refería, él también podía oler casi las mismas cosas que Seiya aparentemente olía en él, pero además de eso… café y frutillas, Seiya olía a frutillas y eso se le hacía irresistible, ahora que lo tenía tan cerca pudo por fin identificar la esencia del aroma del castaño, frutillas…
- Tu también me encantas… tienes la piel tan suave, tan tierna, quiero… morderte…
- Muérdeme entonces…
Seiya se separó un poco de Hades y le sonrió, sus ojos volvieron a brillar y tomaron esa tonalidad amarillenta de antes, su aroma se intensificó y eso volvió completamente loco a Hades que no esperó mucho para tomarlo en sus brazos y acorralarlo contra el árbol en el que había estado apoyado antes
- Desnúdame… muérdeme… tómame… hazme tuyo… hazme el amor…
- Seiya… dioses…
Hades no necesariamente se contuvo y abrió de un tirón la camisa que Seiya estaba usando, lo depósito en el suelo para poder zafar sus pantalones, el castaño estaba haciendo lo propio. Con mucha pasión se arrancaron la ropa hasta quedar desnudos en el pasto junto al fuego
- No… espera… espera… - Seiya se estaba revolviendo tratando de quitarse a Hades de encima
- ¿Qué pasa?, ¿no quieres? – Hades estaba más duro que una piedra y creía no poder contenerse si Seiya le decía que no, pero esas no eran las intenciones del castaño que le palmoteó el trasero y sonrió al responder:
- Si quiero pero… quiero mi cobertor… eres sexy pero me niego a hacer el amor en el suelo sin tener al menos mi cobertor bajo mi espalda
- Tus deseos son órdenes – Hades se levantó, tomó el cobertor y lo tendió junto a Seiya que se acostó y se acomodó haciendo un espacio para que Hades se acomodara a su lado, al hacerlo se besaron con suavidad primero pero luego les ganó el deseo. Hades estaba entretenido besando el cuello del castaño y acariciando sus costados, disfrutaba de las caricias de Seiya y de la forma tan sensual que tenía de enredar los dedos en sus cabellos
- Eres tan sexy… me encantan tus manos y lo que haces con ellas… mmmm… Hades… ahí… - Seiya se contorsionó en el cobertor cuando Hades empezó a acariciar su miembro
- A mí me encanta escucharte gemir…
Hades se llevó el endurecido miembro de Seiya a la boca y en verdad lo escuchó gemir, el castaño era bastante vocal y eso era por demás estimulante. El pelinegro escaló el cuerpo de Seiya llenándolo de besos y mordidas, el castaño rodeó su cintura con las piernas y lo apretaba atrayéndolo hacia su cuerpo, sus respiraciones eran erráticas, ambos estaban perdidos en este mar de sensaciones como nunca antes habían experimentado, Hades cumplió sus amenazas y en medio de sus apasionados besos mordió el hombro del castaño hasta hacerlo sangrar, Seiya gimió y clavó las uñas en la espalda de su amante que gimió también
El ambiente pronto se llenó de jadeos y gemidos, las cosas se caldearon rápidamente porque ninguno de los dos había experimentado algo tan animalista como lo que estaban sintiendo ahora, se besaban, se arañaban, buscaban el dominio de la situación y bajo la luz de la luna se entregaron mutuamente con todo lo que tenían. Seiya recostó a Hades en el cobertor y se sentó en sus caderas, se agachó para besarlo y de paso para morder su cuello hasta que probó su sangre, esto fue el éxtasis para ambos, en especial porque luego de ello, el castaño introdujo el erecto miembro del mayor en su cuerpo y empezó a mover las caderas
Hades estaba fascinado por todo esto, con sus manos recorrió el cuerpo del castaño mientras hacían el amor, acarició sus muslos, su trasero, con las manos en su cintura lo ayudó a subir y bajar imponiendo un ritmo enloquecedor que los llenó a ambos de placer, la visión de Seiya moviéndose sobre él era espectacular, no podían dejar de mirarse, su conexión no solo era física sino espiritual también, en especial porque Hades nunca había tenido sexo en esta posición, nunca había dejado que lo monten, nunca antes pero… con Seiya fue todo diferente, la experiencia era alucinógena
El abuelo de Hades le había contado muchas veces las historias de los lobos y su apareamiento, pero hasta que no lo vivió no lo hubiera creído, Hades sentía que no había nada más en el mundo a excepción de ellos dos haciendo el amor bajo la luz de la luna en el frío de la noche, por primera vez en su vida se sintió completo, pleno al poder mostrarse por lo que realmente era, por quien realmente era a su pareja, una pareja que entendía perfectamente lo que sentía porque él estaba experimentando lo mismo, esto era algo que no había tenido antes, Hades no se estaba conteniendo en nada y Seiya lo disfrutaba porque él tampoco se estaba conteniendo, su encuentro fue fuerte y pasional, fuera de este mundo en todos los sentidos
Los movimientos de cadera fueron cada vez más rápidos, los gemidos y jadeos llenaban el lugar, Seiya lo apretaba deliciosamente y lo hacía sentir en el paraíso, era como si sus cuerpos hubieran sido creados el uno para el otro, se complementaban perfecto y eso hacía de este momento sublime. El cuerpo entero de Seiya se empezó a contraer cuando se aproximaba al orgasmo, cuando lo alcanzaron ambos sintieron como una corriente de energía los atravesaba enteros, esto fue explosivo e inesperado, les robó completamente el aliento y sus sentidos se nublaron, Seiya se desplomó sobre el pecho de Hades que lo abrazó con fuerza y lo besó en los labios, luego… un sueño irresistible los embargó y se rindieron al mundo de los sueños…