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McDanos' One shot por Liss83

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Número de teléfono
- Dios ¿Por qué no te vigile? – repetía Danny una y otra vez entrando a la central de Cinco Cero mientras se masajeaba el puente de la nariz
- ¡yo no hice nada de malo! – dijo Steve defendiéndose
- ¡Amenazaste con un arma a un hombre! – grito el detective
- Tenia el seguro puesto – protesto Steve
- ¡Colaste una bomba entre sus ropas! – volvió a gritar Danny
- Le saque las balas antes – dijo Steve
- ¡Se orino de miedo! – dijo Danny – a todo esto, ¿Qué te hizo?
- Quiso escapar e intento sacar un arma – dijo Steve
- Estaba enmanillado y desarmado – dijo Danny

 

Steve piensa en como zafar de Danny sin decirle que el detenido lo estaba mirando lujuriosamente, e incluso le pidió el numero telefónico del rubio

 


El Juego

El timbre sonó y fue Steve quien abrió la puerta de su casa

 

- Hola marino – dijo Catherine entrando
- Steve ¿estas seguro que quieres jugar a…? – dijo Danny bajando por las escaleras en ropa interior
- ¿Qué pasa aquí? – dijo Catherine furiosa – ¿de que habla…?
- Mejor te espero en la recamara – dijo Danny subiendo las escaleras nuevamente
- Catherine me encantaría quedarme a hablar contigo – dijo Steve – pero Dany prometió que jugaríamos al doctor y al paciente. Y yo voy a ser el doctor hoy

Corbata


- Steve ¿esta recta mi corbata?
- Ven, te la arreglo
- Ay que lindos – dijo una mujer que pasaba
- No somos ese tipo de… – dijo Danny pero un beso apasionado lo callo


Casual


Danny llega cansado a casa y ve a Steve vestido formal perdiendo las velas en una mesa para dos

- Neandertal ¿Qué haces? – pregunta intrigado sabiendo que Catherine no estaba en la isla
- Aquí casual – dijo Steve – preparándote la cena

 

Infraganti

- ¿Qué crees que haces, Danno? - dijo Steve sorprendido – baja esa arma
- Sabia que eras tú, McGarrett – dijo Danny con desdén – siempre lo supe
- Te lo pudo explicar – suplico el Marine
- Todo ese discurso barato de que estábamos juntos en esto – dijo Danny con de voz fría y distante
- No es lo que parece – imploro Steve
- ¿Qué pasaría si jalo de este gatillo en este momento? – siseo Danny apuntándole a la frente
- No lo hagas por favor – suplico Steve – yo te puedo… – pero ya era tarde Danny disparo directo al blanco y sin ningún tipo de remordimiento. Steve quedo inmóvil por un segundos debido a la sorpresa. Un segundo y tercer disparó dieron a poco centímetros del primero. Todos en la cabeza – ¡yo confié en ti! – grito Danny fuera de si mientras descargaba el resto de sus municiones
- ¡No es justo! – protesto Steve mientras tinta azul goteaba de su cabello manchándole la ropa
- ¿Justo? – siseo Danny – ¿Te parece justo que me obligas a comer, según tú, sano – vuelve a dispararle, estaba vez a la cara – y tú asaltes el refrigerador a media mañana y con la cara descubierta. ¡No conoces la vergüenza! – dispara nuevamente
- Solo venia por un vaso de agua – dijo Steve mientras tinta azul goteaba de su cabello que había sido parte del ataque
- ¡No te creo! – grito Danny – ¡comes a escondidas y a mi me haces pasar hambre! ¡Tú… tú… tú ya no me quieres!
- ¡No por favor! – suplico Steve – no llores
- Steve – dijo Kono asomándose – el gobernador llega en cinco minutos – Danny sonrió triunfante y se fue a su oficina

 

¿Qué hice qué…?

A medida que despertaba, llegaron flashazos a su mente. ¿Por que pidió esa copa? ¿Qué fue exactamente lo que firmo? ¿Qué aplastaba sus pie? De hecho ¿Qué lo aplastaba a él en ese momento?

- Buen día señor McGarrett – le dijo una voz risueña al oído
- ¿señor McGar…? – pregunto intrigado pero fue cuando su mente su aclaro.

 

Después de ese caso difícil habían salido a tomar algo solos. Los tragos corrieron toda la noche. Steve le susurro algo y él se sonrojó. Una mano en su espalda baja que descendió hasta sus glúteos. Los apretaron y… ¡él sonrió y lo besaron!
Corrían por la calle de la mano. Besos y abrazos. Caricias en sus partes privadas y un anillo deslizándose por su dedo, o era él deslizándose por…

 

- Levántate, ya trajeron el desayuno – dijo Steve
- ¡Maldición! – grito Danny sentándose de golpe y sintió una molestia en la parte baja de su espalda. Steve lo miró preocupado sabia lo que venia. Conocía a ese gruñón como la palma de su mano. Se había aprovechado de una borrachera para que se casara con él y se lo cobraría, no tenia duda de ello – ¿tienes idea de lo que me obligaste hacer, grandísimo Neandertal
- Danno déjame explic... – suplico Steve
- ¡Hiciste que me case a escondidas – gritó Danny –, sin fiesta, y lo peor de todo es que, tampoco recuerdo haber comido pastel! ¡Eres una bestia! ¡Al menos pudiste haber esperado a que estuviéramos sobrios, para recordarlo!. Dime ¿tuviste la decencia de recordar pedir que nos tomen la foto de recuerdo?
- Aquí esta – dijo Steve sorprendido entregándosela
- ¡No puede ser! – grito Danny –. Mira mi cabello, es un desastre. Y se nota lo ebrio que estoy. ¡Y mis ojeras! Steve McGarrett, si esto se vuelve a repetir, ¡pido el divorcio! – y se metió al baño dejando a un Steve completamente desorientado

 

 


Teniente Hawaii

- Steve ¿Qué hace con ese traje? – pregunto Danny sorprendido al entrar en su habitación – Animal, te hice una pregunta – insistió el rubio cuando Steve no contestaba
- No soy ni el Steve que usted menciona – dijo este – ni soy un animal. Yo soy “Teniente Hawaii, el que rescata su corazón de todo mal”
- Así que el Teniente Hawaii ¿eh? – dijo Danny –. Perfecto. La mejor manera de que rescates mi corazón es lavando toda la loza extra que ensuciaste haciendo el desayuno esta mañana
- Eres un agua fiesta – dijo el Marine bufando
- Rachel acompañara a Stand a una cena, así que los niños dormirán esta noche aquí – informo Danny
- Genial – dijo Steve genuinamente entusiasmado –, Charlie si apreciara mi disfraz de Capitán América
- Creí que eras “Teniente Hawaii” – dijo Danny con una sonrisa
- Y yo creí que eras humano y resultaste ser un hobbitt de llavero – dijo Steve sonriendo –. Ya vez todos nos equivocamos
- Tres meses al sofá – grito Danny pensando en que necesitaba un traje de Iroman con suma urgencia para la Civil War que se avecinaba en los próximos minutos

 

Selfy
“Un día en paz y con tu pareja a nadie le viene mal” fue el mensaje que Steve posteo en su Facebook junto a una selfy que se había tomado con Danny esa misma tarde. En menos de cinco minutos treinta me gusta, veinticuatro me encanta, trece me divierte, once me asombra, siete me entristece y dos me enoja. A esto se le sumaban cerca a cuarenta comentario en apoyo incondicional a la relación de la pareja
Su celular sonó, miro la pantalla y contesto:

 

- Te juro que no era esa mi intención – dijo Steve –. Yo me refería a pareja de trabajo – mientras sonreía y se repetía mentalmente “Eres mío, Danno”

 

 


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