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La memoria del corazón por IlusionnaCM

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La mañana estaba tranquila mientras todo iba normal, se notaba que era martes. El timbre de un celular interrumpió el silencio en dos habitaciones distintas, perturbando el sueño de Neji y Sasuke. Uno se frotó los ojos con pereza y se dirigió al baño a enjuagarse la cara, el otro empezaba a leer los documentos que había dentro de una carpeta.


El primero se dirigió a la cocina a preparar el desayuno para tres personas. Neji había despertado de humor y tanto que le daban ganas de querer subir por aquellas calles empinadas que llevaban al parque más tranquilo de Konoha. Cuando acabó de desayunar junto con las otras dos personas que vivían en su departamento fue directo a su habitación para guardar su preciada cámara, cogió su par de tenis más cómodos y con una botella dentro de su mochila; salió directo a la entrada de su departamento para colocarse con mucho entusiasmo sus tenis y por fin salir con la ilusión de atrapar como un chiquillo aquello que le asombrara. Atrapar y guardar no solo en su memoria sino también en la memoria de su cámara.


El sol en lo más alto y el viento soplando vigorosamente, parecía que la naturaleza estuviera feliz porque presenciaría un milagro. Una pequeña colina, de lejos se observaba los suburbios y a espalda la naturaleza negándose a desaparecer.


Aunque para el segundo, era un día tan típico porque todo se repite ya que al leer sus notas sabe que ha pasado por lo mismo durante cuatro largos años. Aburrido. No tenía idea de qué hacer ya que, al parecer, descansaba del lugar donde trabaja. No le quedó otra cosa que hacer más que la misma rutina: bañarse con un cambio de ropa limpia, desayunar, escombrar su habitación, la casa, lavar ropa. No eran ni las tres de la tarde y ya había acabado con todo. Genial.


— ¿Dónde estará Itachi? —Preguntó en voz alta mientras encendía el televisor y se sentaba en el sofá.


Quería hacer algo más, al parecer su trabajo lo distraía y estar encerrado ahí en su casa no era nada bueno, hacía que pensara cosas raras (tristes) y él no era así. Deseaba, tan siquiera, recordar algo, pero nada; sabía que era malo intentar forzarse ya que podía traerle jaqueca (o eso es lo que decía una nota en su móvil) y era malo según su médico.


Tiene que hacer algo por las próximas horas hasta que llegue Itachi, pero, ¿qué puede hacer? No lo sabe. Quizá una pequeña caminata lo distraiga un poco, quizá. Es lo mejor a estar encerrado todo el día sin nada más que hacer, apaga el televisor con el control remoto y se levanta, se dirige a su habitación por sus llaves, cartera y móvil.


Saliendo de ella va para la pequeña cocina por una manzana, necesita comer algo más aparte del desayuno ya después regresaría para comer con Itachi.


Sasuke caminó con una mano metida en su bolsillo mientras que con la otra iba agarrando su manzana dándole uno que otro mordisco, con paso lento y sin prisa; una sensación extraña le invadió, en una nota de su celular leyó: «No te alejes de casa, puede que te pierdas y regresar se puede volver complicado».


Patético, era la palabra que describe lo más cercano que sentía de sí mismo. Dependiendo de Itachi. De un celular para recordarle quién era y en quien se había convertido. No podía quejarse, su familia, estaba más que seguro, que la pasaba muy mal por su situación.


Incluso pudo haber sido peor, ahora podría estar muerto, por eso, al igual que la nota que decía: «Vive todos los días como si fueran el último», creyó que debía hacerlo pero en realidad vivía con miedos y notas que le guiaban como a un ciego. Hoy rompería un poco las reglas.


Ya estando en la puerta principal su móvil empezó a vibrar, un mensaje, era de Naruto. Al parecer quería que se vieran. Eso le quedó perfecto, tan siquiera ya sabía cómo estar entretenido y no pensar en nada malo. Le contestó igual con un mensaje que se encontraran en el parque que está cerca de su casa ya que se dirigía para allá a lo que solo recibió como respuesta un par de emoticones.


Acordaron una hora para verse ya que el rubio aún estaba en su trabajo, mientras que Sasuke caminaba como si no existiera nadie a su alrededor. No escuchaba a los niños que estaban en los juegos ni el ladrido de los perros que se encontraban jugando con sus amos. Solo escuchaba el sonido del viento al contraste con los árboles, hacía que lo relajara y dejara de pensar en todo.


Tranquilidad era todo lo que sentía en ese momento. Estaba en una especie de burbuja donde nadie podía entrar.


«Que relajante», pensó.


Y la verdad lo era.


Ahora solo necesitaba cubrirse un poco del sol y todo estaría perfecto para esperar a que llegara su amigo.


Caminó unos cuantos metros más y se detuvo en la sombra de un gran árbol, no se encontraba una banca aunque poco le importó y se fue directo al árbol para sentarse en el pasto que se encontraba; al sentarse se recargó en el tronco del mismo árbol que le brindaba una sombra refrescante.


Empezaba a subir la temperatura, era normal ya que se encontraban a mediados de primavera y eso significaba que pronto se acercaría verano; al estar en aquella sombra hacía que se sintiera fresco y que no notara mucho la temperatura actual. Estaba tan cómodo que por un instante dudaba si cerrar o no sus ojos pero, por Dios, deseaba hacerlo, quería sentirse aún más relajado y por un momento olvidar otro poco más de lo que hasta el momento había olvidado.


Pensar que al día de mañana olvidaría todo eso lo ponía algo sentimental; aunque no mostrara mucho sus sentimientos por fuera, por dentro se sentía destrozado. No sabía qué hacer, quería conservar aunque sea el más mínimo detalle de algo que realmente le gustase o lo satisface. Aunque por insignificante que fuera quería hacerlo pero, ¿cómo?


No tenía nada en mente.


Decidió dejar eso aún lado por el momento y seguir disfrutando de la situación por la que estaba pasando. Se acomodó mejor en el pasto y tronco del árbol, en la posición que estaba podía ver bien como algunas personas estaban sentadas en las bancas mientras platicaban; las madres cuidaban que sus hijos no cayeran, mientras ellos se divertían, algunos pasaban en bicicleta. Donde él se encontraba estaba un poco más alejado que todos por eso lograba ver de todo un poco.


Realmente ese día era el más pacífico que había tenido, o eso es lo que recuerda. Aunque quizá tuvo uno igual en otro momento pero no lo recuerda.


Al final de pensar un poco más se decidió por cerrar sus ojos, esperaba que no terminara durmiendo ya que con tanta tranquilidad sabía que eso pasaría y sería algo muy malo. Su móvil se encontraba con sonido ya que esperaba el mensaje de su rubio amigo.


Todo parecía perfecto, sabía que nada arruinaría ese momento. Nada ni nadie. Estaban pasando unos minutos más, lo sabía porque sentía que en cualquier momento se quedaría dormido.


Sí. Realmente parecía perfecto, pero no siempre la suerte estará de tu lado.


Un sonido raro, lo ignoró. De nuevo escuchó aquel ruido y centró su atención. Tuvo tranquilidad por unos momentos hasta que reconoció el sonido de una cámara. ¿Era en serio? ¿De todos los lugares que había en ese parque, esa persona se le ocurría tomar fotografías cerca de donde él estaba?


Se estaba enojando y mucho, su momento de paz se estaba esfumando, su ceño empezaba a fruncirse pero se quería mantener calmado. No le quedaba de otra que ver quién era el idiota que lo molestaba, abrió sus ojos y lo primero que vio fue a unos pocos metros un tipo, tenía una cámara que apuntaba en su dirección, era más que obvio que las fotos eran de él y no del paisaje. Era el colmo; lo estaba fotografiando sin su permiso. ¿Qué ya no existía el respeto?


En el momento que Sasuke se le quedó mirando fue cuando el chico de la cámara se dio cuenta que lo habían descubierto, no le quedaba de otra que pedir disculpas por tal comportamiento. Mientras Sasuke se levantaba del césped donde se encontraba sentado fue cuando se percató que aquel chico se dirigía hacia él, bueno tan siquiera le ahorraba la caminata; necesitaba estar relajado, no quería decir algo más allá que solo reclamarle, aunque, mañana lo olvidaría y ese sujeto no lo volvería a ver.


—Se puede saber ¿qué es lo que haces, idiota? —dijo, haciendo énfasis en la última palabra.


—Venía con una buena intención en disculparme pero créeme, sería muy estúpido ya que aquella persona me está insultando —contestó con un tono molesto, realmente se estaba cabreando. ¿Realmente ahora ofrecerá una disculpa?


—Creo que tienes que hacerlo, me estás tomando el pelo —suspiró, tenía ganas de golpearlo y como no, si le estaba tomando fotos sin su consentimiento—. Cuando reciba tu disculpa quiero que borres aquellas fotos —ordenó.


—Pero, pero, pero... —no sabía qué responder. Realmente había sacado buenas fotos de Sasuke y no quería perderlas—. No pue-puedo.


«¿Qué no puede? —pensó Sasuke—, es un verdadero idiota.»


No le quedó otra más que acercarse al chico, importándole un rábano si no quería borrar aquellas fotos. Aunque tuviera que arrancarle la cámara de las manos y es que a Sasuke no le gustaban las fotografías y menos que las conservará un extraño. Ya estaba más cerca, no lo vio ni un momento a la cara su único objetivo era la cámara. En ese momento el chico se percató de lo que ocurriría, tenía que proteger su cámara pero fue demasiado tarde ya que Sasuke se la estaba jalando.


Se estaban peleando por la cámara, parecían dos niños pequeños riñendo por un juguete. Mientras uno jalaba otro intentaba protegerla, andaban de aquí para allá. Duraron unos segundos más hasta que, de tanto jaloneo por ambos salió volando, se escuchó un crack al momento de chocar con el suelo. La rabia que sintió Sasuke al principio, ahora se había desvanecido y una punzada de culpabilidad le invadió al ver al chico tan afectado. Fue entonces cuando se dio cuenta que había hecho mal y un poco asustado se alejó del chico, sin ser capaz de encararlo.


En ese momento es que Sasuke se percató del rostro del chico, tenía unos ojos realmente extraños. Color perla. Por un momento se los quedo viendo, olvidando cómo iba cambiando de expresión el rostro del chico; fue ahí cuando recuerdos borrosos atacaron en su memoria. Esos ojos, los había visto en otra parte.


Quería recordar más pero su memoria ya no lo permitía, le empezaba a doler la cabeza.


—Espera, lo siento. No era mi intención, solo... —retuvo un pequeño grito del dolor que estaba sufriendo su cabeza, era insoportable—. Solo quería borrarlas, en serio.


— ¡Eres un hijo de...! —No terminó su oración, la expresión de Sasuke realmente se veía dolorosa—. ¿Te encuentras bien?


No era como si le importara realmente, pero se veía que sufría y mucho.


—Tengo, tengo que irme —respondió Sasuke al instante mientras sacaba su celular ya que empezaba a sonar—. ¿Si?


Contestó mientras se alejaba y dejaba al chico un tanto confundido, no sabía si estaba actuando para escapar de lo que había sucedido o realmente estaba sufriendo.


Sasuke contestó la llamada, era Naruto avisando que se encontraba ya en el parque. Le avisó lo que sucedía y donde más o menos se ubicaba ya que el dolor era tan fuerte que no le permitía seguir avanzando. Ahora entendía el mensaje de la carta, no intentar recordar algo porque provocaría una jaqueca, aunque ahora no era una simple jaqueca. Dolía como los mil demonios.


El día terminó. Pensó que seguramente esta sería la única vez que agradecería olvidar lo ocurrido en un día. Cerró los ojos al sentir la tibieza de la almohada en su mejilla y se abandonó a la inconsciencia. Llegó la mañana y la pérdida de memoria hizo su tarea una vez más. Sasuke salió confundido hasta su trabajo.


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Neji se levantó deprimido, deseando que lo ocurrido el día anterior fuera una pesadilla, y odiándose por no haber golpeado al idiota que le rompió su cámara.


Apretó sus puños al recordarlo y con coraje imprimió las fotos que había tomado del chico, ya que la memoria no salió afectada. No recordaba muy bien su rostro, solo recuerda unos profundos ojos negros que absorben todo a su paso. Pero al tener en su poder las fotografías observó el perfil de aquel chico. Sintió un nudo en su garganta.


Con el perfil de aquel chico en su mente, se apresuró a llegar a tiempo al evento de inauguración de un centro de rehabilitación, Tenten se encargará de publicarlo pero ocupaba por lo menos unas cinco fotos decentes para el periódico.


Escuchó el discurso por parte de un hombre que aparentaba los 30 años, buscó el mejor ángulo para que el tipo luciera bien. La luz ayudaba un poco y no se quebró la cabeza demasiado, no eran fotos artísticas, solo eran fotos que te hablaban exactamente lo que reflejaban.


Salió deprisa, le acababan de informar que aquel hombre que había asesinado a su amante la semana pasada, salió sin ningún cargo del juzgado y otro compañero ya estaba afuera del lugar entrevistando.


Cuando llegó, configuró rápidamente la cámara y con un flash, terminó su trabajo. Miró su reloj, las tres de la tarde. Moría de hambre y aunque estaba apartado decidió regresar a aquella cafetería donde el ambiente le resultaba agradable.


Neji jaló la puerta y el tintineo de unas campanas anunció su llegada, el chico que estaba detrás de la barra alzó la mirada. Sus miradas se conectaron una vez más. El chico de pelo largo se quedó plantado observando a Sasuke. Un suave empujón en su espalda lo hizo reaccionar, se apartó y dudó si encararlo en ese momento.


Recordó todo lo sucedido el día anterior y al darse cuenta que el tipo por el cual su cámara salió volando andaba como si nada, sin vacilar se acercó hasta quedar frente de él.


—Me debes una cámara —expresó con rabia.


—Disculpa, aquí no vendemos cámaras —sonrió falsamente, tratando de ocultar su desconcierto.


—¿Te estas burlando de mí? —Neji estiró sus brazos hasta tomar del cuello de la camisa al azabache. Apretó la tela con sus dedos y acercó sus rostros.


Los ojos de Neji desprendían coraje y su nariz se arrugó cuando apretó los dientes. Sasuke por su lado no entendía nada, él no había hecho nada incorrecto, o tal vez lo olvidó.


—¿Qué está pasando aquí? —La perspicaz pelirroja se apresuró al ver la peligrosa cercanía de los dos chicos.


Un chico fornido salió del cuarto de cocina y apartó a Neji de Sasuke con un movimiento ágil con su mano. El castaño casi pierde el equilibrio y cae, pero la chica lo sostuvo a tiempo.


—Le suplico que si tiene algún asunto pendiente con Sasuke lo hable fuera del horario de trabajo —habló el chico amenazante.


—Bien —se avergonzó un poco al notar la mirada de toda la gente que hasta hace un momento comía tranquilamente—. ¿A qué hora termina de trabajar?


—A las 4:30 —contestó de nuevo el chico fornido.


—Si no les molesta lo esperaré en una mesa hasta la hora de salida —se alejó, lo más digno que pudo, después de todo, era el otro joven él que debía avergonzarse.


Después de ser atendido, no tan amablemente como la última vez, esperó al chico mientras editaba las fotografías en su laptop.


Karin vio entrar a Itachi, cuando se acomodó en una mesa, corrió a saludarlo y contarle lo sucedido. Itachi miró a Neji. No comprendía qué pasaba pero tal vez eso explicaría el extraño comportamiento de Sasuke de ayer por la tarde, aparte de que Naruto lo llevó un poco alterado.


— ¿Puedo sentarme? —Neji alzó la vista, sin reconocer al chico frente a él, miró a los lados y vio casi todas las mesas vacías.


—Claro —asintió con la cabeza y estaba a punto de pararse para sentarse en otro lugar cuando el chico llamó su atención.


—Escuché que tienes algún asunto pendiente con Sasuke —unos ojos oscuros estudiaron al castaño.


— ¿Sasuke? —Neji se sintió desorientado.


—Supuse que si estabas dispuesto a atacar por lo menos sabías su nombre —Itachi lo miró de una forma extraña.


— ¿Por qué todos piensan que él es la víctima? —Se quejó en voz alta.


—Muy bien, entonces dime qué ha hecho Sasuke para que estés enfadado —el chico frente a Neji puso una mano bajo su barbilla.


— ¿Acaso eres su abogado? —Alzó una ceja. Mientras que a Itachi le causó gracia el comentario y una sonrisa escapó de sus labios.


—Puede ser —contestó vagamente.


Los ojos perla de Neji se dilataron de la sorpresa, aquel hombre frente a él le pareció arrogante, desprendía seguridad e imponía su autoridad con solo mirar sus ojos. Lo puso nervioso.


—No pienso discutir con usted nada —desvió la mirada al sentirse amenazado.


Ninguno habló más, ni siquiera se movieron de lugar, solo el ruido de los pasos del azabache acercándose fue capaz de romper la tensión a su alrededor.


—Le puedo ayudar en algo —Sasuke se dirigió al chico de ojos perla.


Neji sintió que la vena de su frente explotaría, ese juego de aparentar que había olvidado lo ocurrido lo estaba cansando. Se apresuró a sacar las fotos que guardaba en su maletín tirandolas contra la mesa, para que por fin el chico refrescara su memoria.


—Son muy buenas, ¿tú las tomaste? —Itachi alzó una para analizar de cerca.


Sasuke se acercó a mirarlas, después lo miró a él.


— ¿Por qué tienes unas fotos mías? —Lo miró con desconfianza.


La paciencia de Neji terminó.


—Deja de hacerte el idiota —el castaño se levantó y estrelló su puño contra la mesa.


—Tranquilo —Itachi se levantó y se interpuso entre ambos — ¿Me puedes explicar qué está mal aquí?


Neji tragó saliva, no quería explicarle a nadie la razón por la que Sasuke tiró su cámara pero podría jugar el mismo juego que el azabache, aparentar olvidar las cosas que no le convenía.


—Tú amigo —las palabras se atoraron en su garganta—, rompió mi cámara.


— ¿Qué? —Sasuke se acercó a Neji—. Eso no tiene sentido, yo no lo haría sin una muy buena razón.


—Entonces... —la voz de Itachi atrajo su atención—. Sasuke se molestó porque tomaste estas fotos de él sin su permiso y rompió tu cámara, ¿es eso cierto?


—N-no buen-no sí pero... —Neji no comprendió como aquel chico había dado con la verdad tan fácilmente. Aunque no era exactamente como lo dijo, ya que también él tuvo una parte de culpa.


— ¿Cuál es el precio de tu cámara?


Neji observó cómo el chico sacaba un cheque de su billetera y con un bolígrafo lo miraba atento esperando su respuesta, se sintió un poco ofendido, él no quería que fuera así, Sasuke debía pagar, no quería el dinero de alguien que no tenía nada que ver pero antes de que dijera algo el azabache habló.


—Itachi, no tienes que meterte, yo me encargo — lo miró molesto.


—Sasuke...


—Yo me encargo —habló tajante.


—Está bien, te espero afuera —antes de marcharse miró al chico de ojos perla.


—No debiste tomar fotos de mí —suspiró con cansancio—. En este momento no tengo el dinero pero dame tu número de teléfono y yo te aviso cuando lo consiga.


—Creo que el que debería estar molesto soy yo y no tú —le reprocha ganándose una mirada intensa por parte de Sasuke, por un momento olvidó como respirar y una idea surgió en su mente—. Sabes al principio quería que pagaras por mi cámara pero ahora cambié de opinión —Neji lo miró desafiante—. Quiero que seas el modelo de mis próximas fotografías.


—Enloqueciste —Sasuke comenzó a reír.


—No, no enloquecí, si no aceptas vendré aquí todos los días hasta que me pagues —detuvo sus palabras y habló burlón—, pero claro, solo tienes que estirar la mano y tu amado amigo te dará el dinero.


—Mejor cállate si solo dirás tonterías —Sasuke sintió su sangre hervir.


— ¿Qué pasa? —Levantó una ceja con sarcasmo— ¿Te di donde más te duele?


Sintió cada palabra del castaño como un golpe a su orgullo.


— ¿Crees que aceptaré con tus amenazas?


—No son amenazas, en verdad me tendrás aquí todos los días —sonrió— la cámara que rompiste no era importante por su valor económico, de hecho podría comprarme una ahora mismo con mis ahorros, pero lo que tú pagarás será el valioso tiempo que invertí para obtenerla.


—No creo que tu tiempo sea más valioso que el mío —le dio la espalda—, vuelve cuando quieras, un día de estos te pagaré.


—En verdad eres un idiota, si no aceptas iré con tu amigo y le diré que él me pague —trató de persuadirlo.


El azabache giró su rostro y observó los ojos color perla del chico. Nieve, nieve cayendo en su rostro, y una sensación de tranquilidad le invadió.


—Está bien.

Notas finales:

IlusionGris: Este capítulo es especial porque lo escribimos entre las dos, ya no recuerdo cuantas veces lo leímos y corregimos, pero sé que fueron muchas, NonaCM es muy exigente (pero la quiero a pesar de que me explota TuT *-Oye -grita desde el fondo-. Yo también te quiero*) Espero disfruten al leer y nos encantaría saber su opinión.


 


Nos leemos en el siguiente capítulo~


 


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