Sasuke no creía lo que leía. Después de hacer toda su rutina de siempre, justo cuando leería la nota que le dejaba Itachi para recordarle dónde quedaba su trabajo encontró una de más donde le avisaba que no se olvidará también de ir con Neji para ser su modelo en fotografías que el mencionado tomaría.
«Espera, ¿fotografías? ¿modelo? —pensó—, pero lo más importante, ¿quién rayos es Neji?»
Tenía más preguntas de lo habitual. Realmente es malo no poder recordar nada, se perdía de sucesos que quizá lamentaría en un futuro; tenía que cambiar eso, pero ¿cómo? Aún no tenía respuesta a esa pregunta, pero quería saber por el mismo y tan siquiera guardar un poco de eso que le gustase.
Lo pensaría en el transcurso del camino ya que la alarma de su celular empezaba a sonar, recordando donde se tenia que dirigir o si no se le haría tarde.
• • •
El ambiente estaba más relajado de lo usual, había una que otra mesa ocupada. Eran las once, por lo que regularmente se encontraba más lleno el lugar; tenía que admitir que le gustaba ese ambiente tranquilo. Tan siquiera eso lograba recordar o bueno adaptar.
La risa de las personas le indicaba que se acercaba el fin de semana ya que si hubiera sido lunes todos anduvieran en prisa hasta él y no les prestaría más atención de lo que en ese momento lo estaba haciendo. Alguno que otro estudiante de secundaria superior o universitario estaba sentado adentro o en la terraza almorzando para ir después a sus clases, madres de casa compartían también el almuerzo junto con sus amigas, en quiza, algunas de sus pocas escapadas lejos de las obligaciones que tenían.
Ese ambiente sí que lo relajaba del estresante día a día que tuviera. O quisiera recordar.
Por otro lado, Karin viendo que no había tanto trabajo en su parte se acercaba con Sasuke para hablarle un poco ya que ese ritmo la estaba aburriendo y mucho, aparte de que tenía que recordarle lo que sucedió el día anterior ya que a ella también le contó acerca del trato que hizo con el chico de ojos perla.
—Sasuke —hizo un leve puchero—, ya estas enterado, ¿verdad?
Sasuke estaba algo confundido, no sabía si se refería a la nota que le había dejado Itachi (que creía ser una broma) o de otra cosa así que para salir de duda mejor preguntó.
—¿De qué?
—De lo que harás hoy cuando acabe tu turno —dijo, afirmando lo que Itachi le escribió—. O es que no lo sabes, sino te lo puedo contar —comentó haciendo una sonrisa un tanto escalofriante, por lo que Sasuke solo asintió con la cabeza—. Empecemos con el principio...
Y así le fue contando a detalle lo que había sucedido entre Neji (el chico que hizo un trato) y él. Con cada detalle que le fue diciendo, Sasuke hacía una mueca más rara que la anterior. Y es que realmente se maldecía, ¿cómo diablos pudo él ser capaz de aceptar esa ridiculez?
Mejor hubiera aceptado que Itachi pagará, pero obvio, su estúpido orgullo no se lo permitía.
Iba a decirle otra cosa a Karin, acerca de cómo era la persona con la que aceptó el trato ya que solo sabía su nombre y, justo en ese momento, las campanas de la entrada se escucharon avisando la venida de un nuevo cliente; Karin volteó y con una amable sonrisa le dio la bienvenida. Fue en ese instante en el que ella se dio cuenta de quién se trataba, nada más y nada menos que el rey de roma, aunque claro, Sasuke no tenía ni idea y solo pensaba que era un cliente más.
Neji acababa de entrar a la cafetería, tenía un pequeño tiempo en el cual su estómago pedía algo que comer ya que con las prisas de la mañana solo pudo beber algo de café que le dio Lee y sacar un pan tostado. Necesitaba comer adecuadamente sino después se la cobraría su cuerpo así que al estar cerca de la cafetería que había logrado visitar con un poco más de frecuencia le agradaba la idea de ir y pedir algo, aunque recordaba que allí trabajaba el tipo que le rompió su cámara y eso no le agradaba mucho que digamos. Hizo a un lado ese pensamiento, su hambre pedía más que la idea de ver al idiota que le pasó ese trago amargo.
Cuando entró, la chica que el día anterior le había pedido calmarse lo recibió con una sonrisa agradable, aunque cuando se dio cuenta que era él cambió un poco su expresión. No le dio importancia alguna, solo asintió con la cabeza y se dirigió a una mesa vacía; le terminó por convencer una que estaba cerca de la ventana dando vista hacia la la calle. Se sentía cálido estar en ese lugar aunque las miradas que le lanzaban, la chica pelirroja y el idiota que le debía la cámara, eran algo irritantes. Le resto importancia cuando el otro chico que trabajaba ahí se acercó a él y pidió su orden.
Después de varios minutos y varias miradas le trajeron su pedido, almorzó mientras checaba el periódico que acababan de publicar ese día, más bien las fotografías. Le agradaba que Tenten supiera escoger las buenas fotos que él tomaba, con eso se sentía halagado ya que demostraba que hacía un buen trabajo; su amiga no se quedaba atrás, con aquella redacción que daba al momento de dar a conocer la noticia, quedaba clara y sin rodeos.
Minutos después quedó satisfecho, realmente ese lugar daba una armonía como un cálido hogar. Tenía que continuar con las fotografías ya que su móvil empezaba a vibrar dando a conocer su siguiente parada, y dado el lugar donde se encontraba, quedaba algo lejos así que apresuro el paso no sin antes recordarle a ese idiota que no se olvidara de que fuera a la cita para la sesión.
Sasuke estaba sorprendido, por lo que le dijo el chico antes de pagar la cuenta e irse. Ahora sabía que era real, tan real como esa amnesia que sufría.
«Demonios», pensó.
Cada minuto que pasaba le atemorizaba, nunca había sido modelo o había modelado algo, se sentía nervioso y más con un extraño que según conoció hace dos días. No sabía lo que le esperaba.
Estaba por acabar su turno y eso solo significaba una cosa, la maldita sesión. Por esa situación andaba algo distraído lo cual provocaba confusión en los pedidos que le ordenaban, era malo. Lo distrajo la vibración que emitió su móvil, un mensaje de Itachi recordando la cita que tiene con Neji. El universo estaba en su contra, por más que quería sacar a ese chico (por él motivo de ser modelo) de su cabeza algo tenía que andar recordando que pronto se encontrarán.
Temía por hacer algo estúpido, pero es que a él no le agradaban mucho eso de las fotografías. Maldecida su orgullo, deseaba no tenerlo.
Y en los minutos que le quedaban de su turno se quedó pensando en cómo acabar rápido con eso de ser modelo, tal vez con sus ahorros, no eran muchos pero podía pedir prestado a Itachi. No, otra vez estaría dependiendo de él, es lo que menos le gustaba, bastaba con estar viviendo juntos. Quizá con su próximo sueldo, y sus ahorros podría comprar una pero, ¿realmente bastaría? No ganaba una fortuna pero sí para poder cooperar en el departamento donde vive con Itachi. Tendría que resignarse, no le quedaba más opción que ser esa cosa por un tiempo hasta que tuviera el dinero suficiente para comprar la dichosa cámara.
Cuando ya estaba preparado Karin lo detuvo y le dijo.
—Toma —le entregó una pequeña bolsa.
—Pero, no es mi cumpleaños —contestó con una cara de confusión.
—No importa, es algo de lo que he estado pensando y creo que te será necesario —le respondió mientras le indicaba que empezaran a salir del establecimiento—. Nos vemos Sasuke.
Quedó con una cara de confusión mientras se despedía moviendo la mano, Karin le había entregado una bolsa no tan grande pero tampoco pequeña, la vería cuando estuviera en su casa. Metió su mano en el bolsillo de su pantalón para buscar su móvil y así dirigirla al GPS para encontrar la dirección que le había dado Neji. No sabía qué tan lejos quedaba de su casa aunque le mandaría un mensaje a Itachi para que pasara por él.
Caminó, tomaría el autobús que lo dejará más cerca ya que desde su GPS marcaba que desde donde se encontraba a dónde se dirigía estaba algo lejos. Tomó un autobús y lo dejo a una calle del lugar establecido, su móvil indicaba que a una distancia se encontraría con su destino. Era un edificio pequeño de cuatro pisos, la fachada parecía reciente aunque se notaba que era algo más viejo de lo que aparentaba; la dirección que tenía decía que tenía que subir al cuarto piso y tocar la habitación número seis, y así lo hizo, estaba algo nervioso aunque no lo demostrara.
Tocó el timbre una vez, no le gustaba molestar a las personas tocando varias veces.
Neji estaba realmente nervioso, siempre había fotografiado a chicas nunca lo había hecho con chicos, tenía que estar tranquilo ya que si seguía así su modelo tendría inseguridad y todo sería un fracaso total. Ya había llegado al lugar en el cual había citado a Sasuke, necesitaba preparar todo lo necesario para su sesión aunque como sería la primera vez solo serian unas de prueba. Puso música mientras recogía un poco, escuchó el timbre, ya ha llegado el susodicho así que se dirigió a la puerta a abrirle a su modelo.
Cuando Sasuke sintió los pasos que se acercaban a la entrada del lugar donde estaba se tensó. El momento ha llegado, no se puede echar para atrás, ya no.
Se abrió la puerta y un chico de cabello largo se asomó, tenía un extraño y peculiar color de ojos, perla, con solo mirarlos supo que pasaría algo. A los pocos segundos de mirar aquellos ojos tuvo una punzada en su cabeza, dolía pero no mucho porque podía soportarlo. Hizo caso omiso y entró cuando se lo indicó el chico de ojos perla.
—Creedence —dijo inconscientemente cuando escuchó la canción proveniente del departamento. Neji quedó sorprendido, no pensaba que aquel chico supiera lo que estaba sonando.
—Sí, Born on the bayou —suspiró—, una de mis favoritas.
No hubo otra respuesta, solo un cómodo silencio de unos segundos hasta que volvió a hablar Neji.
—Bien Sasuke, puedes pasar directo a la sala —el chico nombrado se asombró por esa confianza de llamarlo por nombre de pila.
—¿Disculpa? Cuando mencionamos que podíamos llamarnos con tanta familiaridad —mencionó poniendo una cara seria(*).
—Para empezar, apuesto que tú tampoco sabes mi apellido -dio en el blanco—. Hyuga Neji.
—Hyuga —repitió, se le hacía conocido el apellido pero, ¿de dónde?
—Sí, soy de la famosa familia Hyuga. Aunque para serte sincero no me importa mucho su posición —dijo, poniendo punto final a esa conversación—. Empecemos, ahora puedes ir pasando a la sala, por favor.
—Uchiha —mencionó en un susurró cuando paso enfrente del Hyuga, cosa que escuchó perfectamente.
Los dos estando ahora en la sala fue el turno de Neji diciendo que haría ese día ya que solo serian de prueba para que después viera cómo sería su mejor posición para modelar. Le dio pequeñas indicaciones para que se dirigiera ahora en otra habitación, tendría que ser en otro lugar, un poco más cerrado.
Cada segundo que pasaba, Sasuke sentía un toque de nerviosismo, 1) por no conocer a la persona con la que está, 2) porque no le gustaban las fotos y 3) por arruinar todo. No mostraba expresiones en su casa aunque por dentro se sentía cada vez más pequeño, podría controlarlo, tendría que estar calmado. Inhala y exhala, se repetía eso con cada paso que daba a la habitación que le había mencionado el Hyuga, entró a ella ya que tenía el permiso para hacerlo.
Estando adentro se encontró con el aparato que reproducía el sonido que escuchaba cuando entró a ese departamento, más que ahora sonaba «Wish you were here» de Pink Floyd, la conocía en efecto (tan siquiera en eso compartían algo en común). El lugar estaba muy relajante y algo grande para que el Hyuga viviera solo; se le hacía raro que nadie más viviera con él, por cómo lo veía le calculaba alrededor de 25 o 26 años, por mucho, se le hacía raro que viviera solo.
La habitación en la que se encontraba estaba algo grande para un pequeño departamento, estaba pintado de color blanco (como si de un estudio de fotografía se tratara), solo había un pequeño sofá del lado contrario de donde se encontraba la ventana, por donde estaba ella había a lado una silla junto con una pequeña mesa donde se encontraba el reproductor de música y mas equipo de fotografía, las cortinas eran de color negro se encontraban cerradas para dar un toque más profundo.
Un sonido proveniente de la puerta se escuchó, era la manilla, en el Hyuga iba pasando con un gran estuche colgado en el cuello junto con una cámara en manos. Nervios, fue lo que volvió a sentir con verlo pasar con esas cosas.
—Puedes dejar tus cosas en aquella silla —señaló la silla que estaba junto a la ventana de aquella habitación. Sasuke solo asintió con la cabeza.
—¿Qué hago? —dijo, cuando sus cosas ya las había acomodado en el lugar indicado.
—Esto será algo rápido, solo esta vez —suspiró, mientras él ponía el estuche que tenía colgado en el cuello donde se encontraba su demás equipo de fotografía-. Como ya te había comentado, solo tomaré unas pequeñas fotografías de prueba, necesito saber o imaginar cómo querré el tipo que serán en el transcurso que estés conmigo.
Dicho eso, Sasuke solo pudo hacer lo que el Hyuga le indicaba. Se colocaron donde estaba la pared sin ningún adorno de fondo, al otro lado de la ventana. Neji le indicaba cada posición que haría. Qué tipo de expresión tenía que mostrar.
Neji nunca se imaginó que el chico al que estaba fotografiando tuviera esas expresiones que le indicaba que hiciera para tomarlas. Eran perfectas. Cada detalle que hacía, cada parte que tenía. Desde aquella donde le dijo que mostrará una cara de sufrimiento y que si no podía tendría que recordar algo que realmente le causara ese sufrir; le parecía bella ya que la mostraba sin ninguna dificultad, como si realmente en ese preciso momento se viera que sufría. Lo que Neji no sabía era que cuando le dijo que pensara, fue directo a ese recuerdo donde cada día que despierta olvida aquello que hace el día anterior y que ha estado pasando por más de tres años.
Diversas expresiones hizo Sasuke, ya que Neji necesitaba capturar un momento que lo identificara. Lo único que logró captar fue sufrimiento, tristeza, soledad y una pequeña pizca de felicidad. Eso es lo que le mostraba las fotos que capturó de Sasuke cuando las estaba observando en su cámara. Le habría gustado preguntar, pero sentía que eso sería algo más personal así que lo pasó por alto.
Pasaron dos horas, eran las 8:45. Habían terminado por el momento, fue algo agotador para Sasuke ya que estar mostrando expresiones que él nunca mostraba resultaba algo difícil. Neji le dijo que solo seria esa vez en hacer todo eso, el reto para mañana era algo diferente, temía por eso.
Estaban de regreso en la sala, sentados en los pequeños sofás que se encontraban, Neji le hablaba acerca de cómo trabajarían y que ese era la única vez que terminaban temprano.
Sasuke ya le había mandado un mensaje a Itachi para que fuera por él, le había prometido hacerlo.
—Creo que ya todo termino por hoy, ¿verdad, Hyuga? —El mencionado solo asintió con su cabeza.
Neji estaba algo cansado, tuvo un día agotador de andar de aquí para allá tomando fotos para el periódico, ir de nuevo a la oficina con Tenten para entregarlas y al final ir a su estudio por las fotografías que le tomaría a Sasuke. Realmente estaba agotado y su cuerpo se lo estaba empezando a reclamar.
—Entonces, creo que me iré retirando —se paró, mientras hablaba cordialmente y con algo de prisa.
—Sí, claro. Nos veremos mañana.
—Claro —contestó con algo de nerviosismo en su voz.
Fue lo último dicho cuando Sasuke se saliera del departamento, Neji por impulso se dirigió directo a la ventana que daba directo a la calle y lo vio. Vio como Sasuke se encontraba con aquel chico que iba a pagarle la cámara.
«Así que por esa razón tenía algo de prisa en marcharse», pensó.
Dio una larga exhalación y se dirigió a la otra habitación que se encontraba en ese departamento para recoger su mochila y después tendría que ir a la otra habitación por su cámara, vería en su casa todas las fotografías en su laptop. Tenía que irse ya, no le había avisado a Shikamaru ni a Lee y sabía que el último mencionado haría un revuelvo sino avisaba que llegaría tarde. Aparte los lentes de contacto le estaban matando, ya necesita sus gafas.
Cuando llegó Sasuke con Itachi a su departamento, se dirigió a su habitación. Pequeñas punzadas lo estaban torturando, no quiso decirle nada a su hermano, sabía que haría un alboroto así que solo le dijo que quería descansar y que no quería cenar. Se recostó en su cama dejando a un lado sus cosas. Estaba al punto de cerrar los ojos pero necesitaba escribir todo lo que había sucedido, mañana lo vería de nuevo y si le preguntaba del día anterior no sabría qué responder. Pero, ¿dónde? ¿En su móvil?
Buscando algo donde escribir, su mochila estaba cerca, quizá encontraría papel. Al abrirla se encontró con el regalo que le había dado Karin en la tarde, lo abrió y ahí encontró un pequeño cuaderno de cuero, parecía una agenda. En la primera hoja encontró algo escrito por ella:
«Hola Sasuke.
¿Sabes? Hace mucho que te conozco y sé lo que tienes, quizá no sea de mucha utilidad esto pero lo puedes usar como una herramienta. En el puedes escribir tu día a día, para que tan siquiera al día siguiente no te quedes en blanco como siempre.
Lo estuve pensando mucho y no veía oportunidad de entregarlo, espero no te moleste, solo deseo ayudarte.
Te quiere, Karin.»
Era ridículo, ¿ahora escribiría un diario como una chica en plena pubertad? Sabía que las intenciones de Karin eran buenas pero no lo convencían del todo.
Lo dejó en su escritorio y se recostó boca abajo en su cama, mirando directo donde había dejado aquel cuaderno. Luchaba por tomarlo y por no hacerlo; hasta que se convenció, quizá para estos encuentros con el Hyuga ayudaría un poco. Escribió todo lo que había hecho desde que llegó al trabajo, al final terminó poniendo la fecha de ese día.