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La memoria del corazón por IlusionnaCM

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Sasuke estaba en el centro comercial. Su pie golpeaba el muro a su espalda, trataba de mantener el ritmo de la canción que escuchaba. Al deslizar su dedo por su lista de reproducción descubrió que conocía todas las canciones. El motivo era simple, Sasuke se negaba a guardar canciones que al día siguiente olvidaría, prefería escucharlas y si en el futuro las volvía a oír bien, sino, no había problema. Miró la hora en la pantalla de su teléfono, pasaba del mediodía, Naruto y su novia ya se habían retrasado un par de minutos.


 


Al despertar, después de la confusión que ya era costumbre por las mañanas, y que claro, él ignoraba, leyó un mensaje de Naruto donde lo citaba para platicar de un asunto importante, agregó que llevaría a su novia, por lo cual añadió una pequeña lista con datos sobre la chica para que no la tratara como a una desconocida.


Por un momento el azabache se perdió en un pensamiento, uno tormentoso: «si ya conocía a la chica, entonces Naruto tenía que recordarle todos los días de su existencia».


Había tantas cosas importantes que se acumulaban con el día a día, que por obvias razones no podía guardar todas en notas, suficiente tenía con imponerse las necesarias para su supervivencia. Tal vez debería guardar los datos de la novia de Naruto, pero si lo hacía se irían acumulando papeles por toda su habitación. Trató de calmarse y vivir el presente sin pensar en el futuro, eso era lo más saludable.


 


Un niño resbaló frente a Sasuke, el chico hizo el ademán de ayudarlo pero una joven le ganó levantando al niño del brazo con delicadeza, se inclinó hasta quedar a la altura de sus ojos, le dedicó una cálida sonrisa mientras sobaba sus brazos, el chiquillo con la cara sonrojada le agradeció y se marchó corriendo en dirección a su madre.


Sasuke observó la escena en silencio, perdiendo de vista al chico que se acercaba de espalda a la joven, cuando levantó la mirada se encontró con unos ojos azules que conocía muy bien.


— ¡Teme! —exclamó en forma de saludo un chico rubio.


Dobe, deja de llamarme así. —Hizo una mueca con sus labios, reprimiendo una sonrisa.


—Hola, Sasuke, ¿cómo estás? —La chica que había ayudado al niño le sonrió.


Por un momento el azabache se perdió en sus ojos perla, una punzada de dolor invadió su cabeza pero la disimuló apartando la mirada para evitar volver a ver esos ojos que le traían recuerdos que su mente no era capaz de procesar. Una vez tranquilo respondió:


—Bien, gracias, ¿y ustedes?


Después de las formalidades, buscaron un lugar para sentarse a platicar. Conforme recorrían el enorme edificio, charlaban trivialidades.


Al final eligieron un pequeño local, con mesas rodeadas de macetas con plantas de todo tipo, ofreciendo un ambiente agradable, perfecto para hablar con tranquilidad.


—Bueno, me alegro de verte de nuevo, desde aquella ocasión en el parque no volví a tener un día libre para visitarte. —Naruto tomó un sorbo del té que había pedido al entrar.


—Está bien, la verdad es que he estado ocupado... —Sasuke se aclaró la garganta con incomodidad.


— ¿En serio? ¿Por qué? —preguntó con curiosidad el rubio.


—Prefiero no hablar de eso —contestó tajante.


—Bien, será en otra ocasión —miró a la joven Hyuga apretando el agarre en su mano—. Sasuke, recuerdas que te mencioné que quería hablar sobre algo importante.


Sasuke levantó una ceja expectante, no entendía qué estaba pasando, el aire se había tornado extraño.


—Sí —contestó con calma para no poner nervioso a su amigo.


El rubio miró a su novia dedicándole una sonrisa coqueta, ella con toda la fuerza de voluntad que poseía evitó ocultar su rostro, acción que enterneció a Naruto. Sin ningún motivo para callar por más tiempo alzó su voz.


—Hinata y yo nos casaremos.


El azabache abrió su boca, pero ninguna palabra salió de ella. Enmudeció y sus ojos se abrieron grandemente. Miró a su amigo y a la joven que tenía a un lado.


—Sasuke para nosotros es muy valioso tu apoyo —habló Hinata atrayendo la atención de los chicos—, sabemos que puede sonar repentino, pero en realidad lo pensamos durante un largo tiempo.


Las mejillas de la joven se tiñeron de escarlata, para ser una chica tan tímida aquellas palabras sonaron con fuerza.


—Es el momento, es ella a quien amo y me gustaría vivir a su lado por el resto de mis días —Naruto declaró mirando a su amigo.


El azabache tenía veinticuatro años, pero aún se sentía de veinte, como culparlo si son ya cuatro años donde cada día no tiene nada. No comprendía a Naruto, no comprendía nada a su alrededor, pero no sería egoísta; mañana al abrir los ojos todos estarían un paso más delante de él y no podía evitarlo.


Sonrió, quizás un día en el futuro despertará y conocería un bebé pequeño con los mismos ojos celestes de su amigo.


—En hora buena, con solo unos minutos puedo darme cuenta que ustedes son una pareja feliz.


—Gracias, Sasuke. —No hacía falta decir más.


Permanecieron un rato más en aquel lugar, después de media hora Hinata se disculpó por tener que marcharse, Naruto insistió en acompañarla, pero se dirigía a su trabajo y le recomendó que platicara más con Sasuke, después de todo los últimos días había estado muy ocupado.


—Es una gran mujer —Sasuke habló mientras caminaban sin rumbo fijo—. Estoy seguro que serán felices.


—Sí, creo que es más de lo que merezco —curvo sus labios con una expresión extraña—, pero a pesar de saberlo, no soy capaz de dejarla ir.


— ¿Cómo sabes que es la indicada? —Detuvo sus pasos y el rubio se giró para observarlo—. ¿Cómo sabes que dentro de cinco años seguirás sintiendo lo mismo? Ahora se ven felices, pero...


—No hay una respuesta razonable Sasuke, simplemente lo sé.


El chico guardó silencio y presionó más para obtener algo que lo convenciera.


— ¿Qué tal si encuentras a alguien más? ¿Alguien que te haga sentir mejor?


—Sabes, es difícil para mí, no soy bueno con las palabras, pero trataré de ser claro —soltó un largo suspiro—. Una vez que entró a mi vida, me fue imposible volver a continuar viviendo sin ella.


Una afirmación directa.


—Ambos tenemos veinticuatro años, aún hay tiempo, el mensaje decía que llevan nueve meses de noviazgo, ¿no crees que es muy pronto?


—No tengo nada que esperar, la amo, quiero que sea ella la madre de mis hijos, quiero despertar a su lado todos los días y formar una familia. No encontraré a nadie que me haga sentir mejor, porque con ella cada día crearé lazos más fuertes.


—Está bien —desvió la mirada Sasuke—. Te hago decir todas estas cosas cuando mañana lo olvidaré...


—No digas eso, no hace falta que lo recuerdes, lo único importante es que el día de mañana con tus propios ojos lo veas y no solo eso... Sasuke en verdad espero que encuentres a alguien a quien amar. —Se rascó la nuca con incomodidad, las siguientes palabras en más de una ocasión le causaron problemas con el azabache—. Deberías considerar volver con...


—No —le cortó antes de que continuara.


—A ella la recuerdas y ella te ama, si te dieras la oportunidad estoy seguro que...


—No, con ella jamás sentí amor, solo la puedo ver como una gran amiga.


El rubio lo miró con decepción, pero más que decepción era preocupación. Después del accidente, el realmente agradecía que Sasuke estuviera con vida, pero el precio a pagar era grande. Naruto se sentía impotente cada día que permanecía a su lado, observando sin ser capaz de hacer algo. Por eso, él creía que una persona que lo conociera antes del accidente era adecuada para ser la pareja de Sasuke, de lo contrario al despertar se encontraría con un rostro desconocido, pero si el destino así lo quería, solo pedía que esa persona fuera fuerte, capaz de soportar por ambos el amor. Una persona decidida.


—Como quieras, pero cuando conozcas a la chica de tus sueños me la tienes que presentar —hizo un puchero.


—Creo que no deberías mantener esperanzas —sonrió con amargura—, ¿quién querría a una persona como yo?


—Eres guapo, estoy seguro que muchas chicas te querrían.


—Me refiero a largo plazo. —Lo miró reprobador.


—No pienses negativamente, algún día el amor te llegará y tu condición será lo último que importe —le aseguró con una sonrisa.


—Sí claro, lo último. —Rodó los ojos.


—Piensa en todos los escenarios posibles, qué tal si un día en la biblioteca por casualidad al querer agarrar un libro tocas sus dedos por...


— ¿Libro?, para qué quiero un libro si al día siguiente olvidaré en que parte me quedé.


—Bueno, y qué tal si un día bajo la lluvia compartes tu paraguas y...


—Yo no compartiría mi paraguas con nadie.


—Está bien, olvida eso... pero qué tal si un día ves una chica realmente hermosa y le gritas fea...


Dobe, deja de inventar cosas de películas, eso no funciona conmigo. —Trató de no reír ante sus vanos intentos de conquista.


—Maldición... cómo es posible que conozcas a alguien si no pones nada de tu parte —habló enojado.


—Imposible, fuera de mis compañeros de trabajo y los conocidos antes del accidente no me interesa nadie más.


— ¡Teme! —Lo miró con molestia.


«—Bueno... tal vez funcione si le rompo la cámara como a ese chico Neji. Ahora tengo que pasar cuatro días a la semana con él —se tocó la barbilla incómodo—. Pero eso es algo que no tiene que saber Naruto» —pensó el azabache.


—Como sea, deja de parlotear tonterías y acompáñame a comprar algo que me encargó Itachi.


Caminaron otro buen rato por el centro comercial.


Cuando ese par de chicos estaba junto, inevitablemente destacaba, desde pequeños se convirtieron en amigos y con el tiempo logran comprenderse formando un lazo fuerte de hermandad. Los dos querían ver al contrario feliz.


Después de algunas compras por parte de Sasuke, este se despidió del rubio, se marchó rumbo a casa, con un pensamiento en mente.


Al entrar a su piso, buscó con la mirada a su hermano, lo encontró en el sillón leyendo tranquilamente. Se acercó con sigilo e Itachi levantó la vista de las páginas que leía para mirarlo.


— ¿Cómo te fue, Sasuke? —preguntó tranquilamente.


— Bien —contestó y se sentó frente a su hermano.


— ¿Hay algo que te preocupe?


— ¿Sabías que Naruto se va a casar? —Ignoró la pregunta del mayor.


—No, pero supuse que tarde o temprano pasaría —sonrió de medio lado—, Hinata es una chica muy noble y Naruto está muy entusiasmado con ella.


—Bueno, por obvias razones yo no lo vi venir pero... —observó a Itachi directo a los ojos—. Dime, tú tienes novia.


Su hermano soltó una carcajada.


—No lo digas así de serio, me asustaste.


— ¿Y bien?, me vas a contestar o prefieres no hablar de tu vida privada.


—Sí tengo, Sasuke, llevo saliendo con ella dos años. —Apartó el libro y se inclinó en el asiento para platicar más cerca.


— ¿Tienes planeado casarte con ella? —Se pasó un mechón de pelo detrás de su oreja porque comenzaba a molestarlo el tacto en su rostro.


—Sí, lo tengo —contestó con serenidad.


El menor tragó saliva, por la reacción de su hermano, probablemente ya habían tenido esa conversación; tenía otra pregunta en mente, pero no sabía si quería escuchar la respuesta. Se tranquilizó y preguntó:


— ¿Cuándo?


—Dentro de dos meses.


«¿Qué?», pensó confundido, eso era muy pronto, pero su hermano ya tenía treinta años, ya era tiempo de que se juntara con alguna chica y formara su propia familia. Él salía sobrando.


—Lo siento Itachi, lo olvidé.


No hacía falta una disculpa, sus palabras solo causaron pesar en el mayor que puso un gesto de tristeza.


—Sasuke... sabes que siempre te cuidaré.


—Itachi, puede que olvide lo que hice el día anterior, pero aún recuerdo quien soy y mientras eso no cambie no necesito más de tu ayuda.


Se marchó a su habitación, sin darle la oportunidad a su hermano de continuar hablando; tal vez esa conversación la había tenido antes, odiaba amargarle la felicidad a Itachi cuando estaba a punto de contraer matrimonio, pero no podía evitarlo. Sacó con desesperación el celular de su bolsillo y tecleó: «Mi hermano se casa en el mes de julio, tengo que conseguir lo antes posible un departamento para vivir por mi cuenta». Lo puso como una alarma que sonará a las diez de la mañana todos los días hasta julio.

Notas finales:

IlusionGris: Nona no es más Nona TnT 

¡Gracias por leer, espero disfruten la historia!

JuudeCM: No, ya no soy Nona, ahora soy Jude. Fue un caos, pero al final esto decidí.

Nos leemos en el siguiente capítulo~

 


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