Habían pasado tres semanas desde que conoció a Sasuke junto con el incidente de su cámara. Dos meses desde que terminó su relación secreta con Shikamaru. Y un año desde que empezó a vivir con Lee y Shikamaru.
Tanto en tan poco.
Realmente le gusta vivir con ellos, era agradable, y aunque al principio sólo conocía a Lee cuando aceptó la propuesta de vivir juntos después le dijo que otra persona se integraría para vivir con ellos ya que el departamento contaba con tres habitaciones y no dos como se pensaba. No le daba mucha importancia, mientras pagará la renta y no hiciera mucho alboroto todo estaba bien.
Ahora Neji se encontraba recostado en su cama individual. Era domingo por la tarde y no tenía nada que hacer. Era libre de las obligaciones que tenía.
Sus pensamientos estaban vagando en las cosas que le dijo Sasuke, Itachi se casaría.
Él nunca se había preguntado si algún día haría tal cosa; sí, había tenido novias, pero no una con la cual llegara a profundizar tanto su relación. Aunque ahora que lo pensaba tampoco estaría en ese departamento por mucho tiempo ya que sus compañeros también tendrían que hacer su vida. Lee algún día se casaría con Tenten, era un hecho; los conocía y por lo poco que veía de ellos dos sabía que estaban hechos el uno para el otro. Por otro lado, Shikamaru, no sabía si tenía una relación más profunda con su novia, antes hablaban mucho y ahora después de que terminara aquella relación que tenían lo hacían muy poco. Pensar en el le hizo traer algunos recuerdos.
—¿Él, es? —cuestionó confundido Neji a su mejor amigo.
—Lo siento Neji, pero él también vivirá con nosotros. Te lo iba a decir pero no tuve tiempo con todo eso de la mudanza —hizo una gran reverencia en forma de disculpa—. Su nombre es Shikamaru, lo conozco desde hace tiempo, es un amigo de la infancia y sé que es muy responsable.
—Buenas tardes —contestó no muy animado para luego exhalar—. Soy Nara Shikamaru.
Hizo una leve referencia y murmuró algo que ninguno de los otros dos entendió. Neji lo examinó muy bien, era educado y parecía alguien responsable, solo por esta vez pasaría dejar la torpeza que había cometido su amigo, aparte de que así ahorraría un poco más de dinero. Suspiró y contestó.
—Esta bien, solo espero que cumpla con la renta —se dio la vuelta para seguir acomodando sus pertenecías.
Ese había sido el primer encuentro de ambos, no fueron más que unas cuantas palabras. Nada más, nada por lo que sentir el uno por el otro. Y aún se preguntaba por qué tuvieron esa extraña relación y por qué duró mucho. Ahora recordaba cómo empezó todo.
Lee no estaba en el departamento, se encontraba en la casa de sus padres ya que cada mes lo hacía y ese día lo había tocado ir.
Era fin de semana y todo estaba tranquilo porque sin Lee, Neji y Shikamaru no hablaban entre sí. Ya tenían alrededor de 2 meses viviendo juntos y todo marchaba «bien», no había problemas con ninguno.
Shikamaru aún no llegaba de trabajar, por lo que Neji sentía el departamento más grande de lo habitual, aunque claro está que aunque estuviera no se hablaría mucho. Solo una que otra palabra y ya. Deseaba tomar fotografías pero había dejado todo su equipo en él otro departamento y ya era un poco tarde para que saliera solo por una cámara, aparte de que no quería arriesgarse a que se la robaran.
Tendría algo con que distraerse hasta que le diera sueño, quizá un poco de TV le caería bien, fue hacía ella y buscando el control remoto entre los sillones lo encontró y la prendió. Pasaba canal por canal pero no encontraba algo que le llamara realmente la atención, lo dejó por la paz y lo puso en una película que acababa de empezar. Primero no le encontraba lo bueno, quizá porque apenas iniciaba pero mientras fue avanzando se fue enganchando a la película; No creía que la terminaría viendo así que para no estar tan seco en el primer comercial que se presentó se dispuso a hacer palomitas para acompañarla. Sí, la película fue realmente buena, su trama lo atrajo por completo y aunque el protagonista era un completo idiota eso no le quito ni una pizca de lo bueno que estaba.
Dos horas y media más tarde y había acabado su película, estaba tan entretenido en ella que nunca se dio cuenta cuando llegó su compañero de cuarto. Los créditos de la película empezaron y fue ahí cuando escuchó un pequeño pero largo suspiró y volteó, fue ahí cuando se encontró a Shikamaru. Tenía una cajetilla de cigarros en manos dispuesto a tomar uno y colocarlo en su boca, se veía que ya tenía su 'pijama' porque no se encontraba con el típico uniforme de su empleo, y su cabello se veía algo alborotado.
—Buenas noches —dijo Shikamaru, con un toque tranquilo mientras se colocaba el cigarro en manos para después buscar un encendedor—. ¿Te molesta el humo? —Preguntó.
Neji negó con su cabeza, no tenía idea que el azabache fumaba, bueno era lógico ya que 'casi' nunca hablaban, solo cordiales saludos porque sus horarios de trabajo chocaban y nunca se veían.
Ver a alguien fumar le recordaba tanto a su abuelo materno, ya que, cuando era mas chico siempre se la pasaba con él y cuando Neji iba su abuelo siempre tenía un cigarrillo en boca.
— ¿Gustas? —Eso lo sacó de sus recuerdos. Creo que se había dado cuenta que miraba mucho el cigarrillo—. Digo, te vi con cara de querer uno.
—No, nunca he fumado —exhaló—, sólo que ver a alguien fumar me recuerda tanto a un familiar.
— ¡Oh! —Exclamó, giró el rostro en busca de un cenicero—. Esta bien. Cuando gustes uno siempre habrá en ese estante, Lee me dijo que podía poner unos ahí.
Neji asintió mientras que Shikamaru se paró en dirección a su habitación, llevándose consigo el cenicero. Al cabo de unos minutos Neji ahora se encontraba recogiendo los pocas cosas que utilizo para ver su película, bueno, había tenido una conversación con Shikamaru, pequeña, pero la había tenido. Lo que nunca se espero fue que el azabache regresará a la pequeña sala donde se encontraba viendo la película.
—Dime Neji —con aquellas palabras, el mencionado dio un pequeño salto por el susto que recibió, después volteó—. Por lo que me dijiste hace un rato nunca has fumado, ¿cierto? —él solo asintió con su cabeza mientras sentía la mirada del contrario algo penetrante—. Bien, bien. ¿Tomado?
—Solo un poco, en fiestas y con mis amigos —cuando acaba el otro mostró una pequeña sonrisa. Neji tuvo el presentimiento que si seguía ahí, algo más iba a suceder.
—Y... —dio un pequeño suspiro— ¿te has drogado?
¿Qué quería decir con eso? ¿Drogas? No, nunca se le había pasado por la mente algo así, cuando era un poco más joven quizá, pero por el momento no.
Ese silencio hizo que Shikamaru comprobará una negación. Por parte de Neji, estar viendo fumar al chico que se encontraba sentado enfrente de él hacía que le llamara la atención, quería probar, solo un poco.
—¿Me regalas un cigarro? —le pidió Neji.
Shikamaru le extendió un cigarro y el encendedor, Neji dudó pero lo aceptó después. Fue directo a donde se encontraba el otro chico y se sentó en el sillón que quedaba enfrente de él. Miró interrogante a Shikamaru.
—Son porros, no cigarros.
Confundido, Neji lo analizo. Tenía razón, ya no eran los cigarros que hace momentos atrás había fumado ahora era eso. Ahora entendía porqué había sacado el tema de "drogas".
—Si, se lo que es, pero...
—Si no lo quieres, dámelo —se lo arrebató al castaño.
—¡No, no! —Y Neji se lo arrebató de nuevo. Trató de encenderlo.
Shikamaru dejó escapar una risa leve, Neji lo miró inmediatamente quedando atrapado, el moreno le quitó el porro y le mostró cómo encenderlo. Dio un par de caladas y se lo dio al castaño.
—Aquí tienes.
Neji aun lo miraba con los ojos como platos, tomó el porro mientras que Shikamaru lo miraba expectante. Neji lo agarraba como un cigarro y dio una calada ahogándose como un idiota, Shikamaru soltó otra carcajada.
—En tu vida no habías fumado y ahora quieres probar marihuana, ¿eh?
—No soy vicioso.
—Ni yo, pero bajan el estrés de vez en cuando.
—Supongo que tu «de vez en cuando» es más bien un «todos los días».
—¿Por qué supones eso?
—Por tu cara de mala leche, tu «adorable» personalidad y ese ceño fruncido.
—Pareces saber mucho de mi.
—No en realidad, pero tengo experiencia con los bastardos como tú.
Shikamaru tenía una sonrisa arrebatadora y Neji deseo no haberla provocado, ese chico parecía despedir feromonas con cada movimiento y expresión, el castaño comprendiendo y desgraciadamente estaba visualizando al azabache en un plano sexual. Sacudió la cabeza tratando de sacar esa imagen de su mente, claramente la sequía le estaba afectando, no iba por ahí pensando en acostarse con cada persona que veía, pero claramente ese chico le estaba haciendo fantasear por una razón más fuerte que los efectos de un buen porro.
Empezó a toser, se ahogaba de nuevo con el porro.
Y Shikamaru rió de nuevo.
— ¡¿Qué mierdas había en el porro?! —había dicho eso en voz alta—, pero espera, el departamento olerá a marihuana...
—No te preocupes ya me encargué de eso —la verdadera razón por la cual Shikamaru se había ido era para abrir las ventanas y que no quedara tanto él olor a la droga que ahora estaban consumiendo.
Shikamaru dio una extremadamente larga calada al porro y se terminó el que tenía. Dejó ir lentamente el humo de su boca, Neji seguía viéndolo. Un rato después empezaron a hablar como si de dos viejos amigos se tratasen, en esa noche se estaban hablado más de lo que se había hablado en dos meses.
Y mientras el azabache hablaba más y más, el castaño inexplicablemente se empezó a fijar en el movimiento de sus labios. Observó todo el rostro de Shikamaru y se dio cuenta de que de alguna manera sus facciones no perdían lo varonil. Esos mechones de cabello azabache que le caían por su rostro, acoplaban muy bien ya que ahora se encontraba con el pelo suelto y eso hacía ver cuán largo se encontraba pero no tanto como él lo tenía. En realidad, era uno de los detalles que jamás se había dado cuenta. Volvió su vista nuevamente a sus labios, pero estos ya no se movían. Elevó la vista y vio esos ojos negros que lo estaban observando.
—Neji, ¿por qué me estás mirando tanto?
—¿Uh? Ah, no, nada. Sólo pensaba en lo que me decías... —dijo Neji mientras se rascaba su nuca, intentando calmar sus nervios. No sabía si era por el efecto de la droga o porque realmente lo quería hacer.
Al cabo de unos minutos después, Neji se acabó el primer porro, el segundo y uno tercero, sentía una relajación semejante a la anestesia, podía ver de soslayo una sonrisa prepotente en los labios del chico enfrente suyo. Ahora se encontraban sentados en el mismo sofá.
Neji sintió los labios de Shikamaru sobre los suyos, fue como si todo el nerviosismo que sentían se hubiera ido. Shikamaru empezó a mover sus labios, haciendo que Neji hiciera lo mismo. Se besaban de un modo lento que cada toque se hacía más intenso. Luego de unos segundos se separaron por un poco de aire, con las respiraciones algo agitadas y con los ojos entreabiertos. Shikamaru cayó en cuenta de lo que acababa de pasar. ¡Había besado a Neji!
Lo observó y sonrió.
El beso que había tenido con Neji hasta el momento, era mucho mejor de los que había tenido con otras mujeres aunque nunca lo diría en voz alta. Ahora Shikamaru volvió a besarlo pasando su lengua por el labio inferior de Neji, pidiéndole permiso para entrar, cosa que el castaño aceptó gustosamente. Shikamaru empezó a empujarlo lentamente sin romper el beso. Ahora Neji se encontraba recostado en el sofá mientras Shikamaru estaba arriba de él besándolo.
Y pensar que empezaron con un beso lento y un tanto delicado que al final terminaría en uno con fuerza e intensidad, al punto que cada vez fuera más demandante y exigente por parte de ambos. No sabían si era efecto de la marihuana o si realmente les gustaban esos besos con toques lujuriosos.
Sabían que eso no terminaría ahí, los toques entre ellos se hacían cada vez más intensos por lo que necesitaban más contacto físico. Se pararon y fueron directo a una de las habitaciones, entraron con torpeza a la de Shikamaru, apenas estuvieron detrás de la puerta Neji se lanzó a la boca de Shikamaru, a mitad de un fogoso beso reaccionó con la poco cordura que tenía y puso dos metros de distancia entre ellos, Shikamaru respiraba agitado.
—Vaya —tragó un poco de saliva.
—No quiero que pienses que soy una fulana —Neji se sentía avergonzado.
—No lo eres —se acercó y le tomó atrevidamente la barbilla para lamer su labio inferior, y susurrar— estoy seguro de eso.
La marihuana parecía una buena excusa, sumándole la familiaridad que sentía Neji con ese chico, tenía una gran y buena excusa para no negarse a ir a la cama con él. Este tiró al castaño en la cama, se quitó la camisa y bajó sus pantalones, dejándole ver a Neji un abdomen perfectamente trabajado, unos brazos que habían pasado buen tiempo en un gimnasio y qué decir del resto.
—¿Vas a seguir babeando o vas a desvestirte, también? —Preguntó metiendo los dedos bajo el elástico de su ajustado bóxer—. ¿Y bien?
Neji lanzó su ropa a un rincón, junto con cualquier tonta excusa que estuviera a punto de entrar en la cabeza. Mientras que tomó a Shikamaru por sorpresa llevándose el mando por completo, se sentó sobre su regazo y froto ambas erecciones con la ropa interior de por medio, el azabache suspiró complacido sin dejar de ver los ojos de Neji y este en cambio disfrutaba la atención y ponía más empeño en la fricción cadenciosa de sus entrepiernas. Casi podía escuchar pequeños gruñidos en la boca del moreno y el castaño casi sintió desfallecer cuando las manos duras de su compañero lo tomaron fuertemente de la cadera para hacer más dolorosamente fuerte el placer de la fricción, el instinto animal que Neji desconocía poseer se apoderó por completo de él y lo llevó a, literalmente, arrancar la ropa interior de Shikamaru, este por su parte se excitó más con la osadía del chico.
Neji se encontró con un falo de extensión bastante agradable a la vista y deliciosa al gusto cuando lo deslizo hasta el fondo de su garganta de una sola estocada, Shikamaru miraba aún la cabeza de Neji entre sus piernas intentando no perderse un solo segundo del espectáculo, se recorrió hasta sentarse recargado en la cabecera y Neji siguió su virilidad como si de un dulce se tratase y lo volvió a engullir. Shikamaru suspiró mientras admiraba la vista panorámica del trasero del castaño en alto.
— ¡AHG! —Exclamó terminando en la boca del castaño.
Neji tragó todo y se relamió los labios mientras observaba complacido como la erección de Shikamaru se recuperaba en menos de un minuto, el azabache lo miraba de una manera que indicaba peligro, Neji podía venirse solamente con esos ojos que lo devoraban. Shikamaru lo atrajo hacia si de un fuerte jalón y lo beso, Neji podía sentir la sangre bajo la piel formando un moretón por el brusco agarre del mayor. Shikamaru lo estaba acariciando como si quisiera arrancarle la piel con cada roce violento, Neji descubrió que mientras más duro tiraba de la cabellera de Shikamaru este más se excitaba, y profería gruñidos animales mientras le devoraba la boca y el cuello de una deliciosamente obscena manera. Fue arrojado, cambiando posición del colchón antes de procesarlo, tenía a Shikamaru devorando su entrepierna, rozaba con los dientes su erección mientras acercó el dedo índice a su boca, Neji captó y lo ensalivo totalmente, ahí estaba aún la mirada del azabache, no se perdía un solo detalle, el rostro de Neji era un espectáculo de lo más erótico. Ardía y dolía como los mil demonios, era un dolor que se perdía cruzando una fina línea donde Shikamaru lo hacía gozar de una manera extraña, con un dedo dentro de su entrada haciendo de las suyas, todo en los movimientos del mayor era morbosamente brusco y duro, pero, ¡por el infierno que era la mismísima gloria del placer! ¿Era eso a lo que llamaban masoquismo? Shikamaru subía y bajaba sobre la entrepierna del castaño, sus dientes rozaban la piel, mordía la cabeza de su pene, y lamia donde lastimaba dejando un rastro caliente, Neji sentía la sangre palpitando en su cabeza pensante y en la otra también, el ver a Shikamaru en el espejo lo estaba poniendo hasta el límite. Justo cuando estaba perdiendo la consciencia sintió como era puesto boca abajo de un solo y fuerte movimiento sintió la estocada certera del moreno.
—¡MIERDA! —Gritó Neji sintiendo un desgarro en la garganta y en su entrada.
Toda aquella escena de sexo duro lo tenía a mil y Shikamaru se veía igual, hasta que sintió al mayor tocar ese punto dentro de su cuerpo y no supo decir quién de los dos gruñó más fuerte a la hora de venirse. Tampoco supo lo que vino después. Todo se volvió negro.
Y sí, después de eso hablaron cuando el efecto de marihuana se había ido, junto con la «gran» noche que pasaron. Quedaron en un acuerdo de que ninguno de los dos mencionara nada a alguien más y que solo era sexo ya que ni uno de los dos sintió algo más allá que solo deseo carnal. Aunque también quedaron en un acuerdo de que podían seguir teniendo sexo, junto con la condición de que si alguno de los dos llegaba a tener una relación formal o llegaba a enamorarse de alguien directamente acabaría todo.
Y así fue, Shikamaru al final tuvo novia, con la cual ya llevaba más de mes y medio saliendo.
A Neji no le molesto mucho, nunca llegó a mostrar o sentir algo por Shikamaru. Sonaría feo, pero solo lo hacía para complacer su deseo sexual. Y no se arrepentía.
No supo en qué momento se quedó dormido, solo lo despertó los pequeños golpes en su puerta y una voz muy familiar.
—Neji, es hora de cenar. Lee y yo te esperaremos en la mesa.
Realmente no se arrepentía de haber hecho eso con Shikamaru...
...por el momento.