- ¿y tú quién eres? - el pequeño peliflama giró si rostro de lado con curiosidad.
- pues mi novio... ¡Auch!
- ¡¡Goten!! Yo soy tu novio... el no... Bueno si... no... ¡¡Quiero decir que él no es de aquí!!
- pero sigues siendo tú - contestó sobándose la cabeza sintiendo como una lágrima resbalaba por su mejilla.
- yo soy Trunks... Del futuro - Aclaró con los ojos bien abiertos, ¿el mini Goku le había dicho novio? ¿Y su mini yo dijo que él era su novio? ¿El niño menor le había dicho papá Vegeta a su papá? ¿Y a Kakarotto... Kakarotto?
- yo soy Vegito, soy hijo de...
- mi papá - interrumpió el pelilila.
- y de mi papá - añadió el azabache sonriente.
- soy hijo de Vegeta y Kakarotto - termino su frase - ¡¡O sea que tú también eres mi hermano!!
- ¿hijo de los dos? Es una broma ¿verdad?
- jeje, es una historia laaarga, ¿verdad Vegeta? - preguntó Goku posando su mano en la nuca.
- ¡pero tiene cola! - exclamó el peliazul al ver la extremidad peluda que salía de las ropas del castaño.
- tsk, es porque es un saiyajin puro y si quieres saber cómo nació el mocoso ese pregúntale a tu madre - bufó
Vegeta exasperado.
- jeje, chicos, perdón que los interrumpa pero.... ¡¡En mi casa hay fuego!! - la histérica ojiazul habló con total serenidad.
Entre las nubes, unas llamas entre amarillas y naranjas se apreciaban, a cada segundo se hacían más altas.
- ya lo había dicho, fue lo que me despertó - el menor volteo los ojos, odiaba que no le hicieran caso, cosa heredada de Vegeta.
- mi máquina... - el peliazul cayó de rodillas frente al aparato, el ataque de Black le había dado dejándola en llamas - ya no podré regresar... ¡¡Demonios!! - golpeo el suelo con sus puños.
- es mejor así, ya no abra más viajes en el tiempo - Bill y Wiss como buenos chismosos los seguían, ahora se encontraban de muy buen humor, sin máquina ya no habría más alteraciones en la línea temporal, ahora su único problema era descubrir el misterio de Black y el anillo.
- Trunks - murmuró el mini pelipalmera, nunca le había gustado ver al ojiazul triste ni aunque no fuera el de su época no podía evitarlo.
- ¡Trunks! - el peliflama con gesto serio avanzó hasta su primogénito del futuro - no te rindas, siempre habrá una esperanza - colocó una mano en su espalda.
- ¡¡chicos!! - una peliazul con el cabello desordenado y con la bata desacomodada llegó corriendo con un pequeño objetivo que traía en su mano, sonrió con arrogancia y lanzo la capsula, tras un "Bum" un artefacto amarillo descuidado similar al que hacía unos segundos estaba en llamas surgió de la capsula dejando a más de uno sorprendido.
- mamá... esa es...
- aja, es la máquina que Cell uso aquella vez - dijo mientras simulaba limpiarse la nariz.
- y las sorpresas no acaban - Wiss negó con la cabeza en señal de desaprobación.
- ¡¡Kakarotto baja de ahí!! - gritó el mayor, el pelipalmera se había trepado como insecto a la máquina para curiosear - ¿ahora entiendes por qué no dejó que este idiota cuide a Vegito? - miró a la mujer con expresión de fastidio.
- ¿me hablas papá? - preguntó el niño saliendo del interior de la máquina con un libro en sus manos, aumentando más la irritación del peliflama.
- pero así me amas jeje - el saiyan menor tomo a Vegito y lo cargo para acercarse al príncipe.
- mamá, disculpa pero no entiendo muchas cosas... ¡¿Alguien me podría decir que sucedió desde la última vez que vine?!
- hay, es muy sencillo, tu padre el amargado se enamoró del cabeza hueca de Goku mientras este estaba muerto, mantenían comunicación desde el otro mundo y tu padre no más tuvo la oportunidad violo a Goku en su día de visitarnos quedando embarazado de el - soltó una risilla - y así es como nació el mini mono.
- ¡¡yo no viole a nadie!! - gritó ruborizado - aunque hubiera sido menos vergonzoso desde un principio si no fuera tan inocente - añadió en un murmullo.
- Goten y Trunks nos contaron que eran novios después, al principio creímos que era una broma, un juego producto de la relación de estos dos pero luego resultó que no era así, que las cosas se las estaban tomando en serio, además de que ellos no sabían nada de sobre lo de sus padres cuando decidieron ser novios... En fin, no me importa, aún tengo la posibilidad de ser abuela - sonrió satisfecha consigo misma.
- no me digas que... ¿Los saiyajines hombres pueden concebir? - preguntó algo confuso pero era más que evidente que si, si no ¿cómo había nacido el pequeño peliflama?
- no digas estupideces, es obvio que no - gruño el saiyajin mayor.
- pero... ¿Y él? - señalo al niño con cola que saltaba inquieto en los brazos de su padre.
- la chistosa de tu madre fue la primera en enterarse que andaba con él y se le hizo gracioso mandar a esos chiquillos- señalo a los híbridos - a buscar las malditas esferas del dragón y para hacer una "pequeña travesura"; el caso es que ahora tengo que cargar con un hombre con espíritu de niño y un mocoso con la misma mentalidad del padre.
- no te quejes, ere feliz ¿no? - sonrió la mujer.
- grrrr... - gruño desviando su rostro.
- la mejor parte es que seré abuela - sonrió guiñándole un ojo al pequeño Trunks - claro que ahora no, Milk me mataría.... Pero si en unos cuantos años.
- papi, ¿me lees un cuento? - preguntó el castaño entregándole el libro que bajo de la máquina.
- está bien - tomó el libro y lo vio con desconfianza, no le gustaba hacer ese tipo de cosas, lo aburría - emm, ah veamos - abrió el libro y comenzó a girarlo para entender lo que decía pero aun así no comprendía ni una sola palabra.
- Goten, tu papá no sabe leer - el pelilila lo codeo con una mueca de burla.
- ¡si sabe! - le gritó - ¿verdad? - observo a su padre, el también dudaba que supiera.
- Kakarotto dame eso, no es momento para esas tonterías - le arrebato el libro y lo ojeo.
- ¡oye! yo quería descifrar esos jeroglíficos.
- mamá, por lo que veo la máquina sigue igual ¿acaso no pudo arreglarla? - los peliazul se habían alejado del escándalo para poder hablar sobre el tema principal.
- no, pero ahora tengo más conocimientos que antes, quizá ahora si pueda, no mejor dicho debo poder, pero por el momento lo primero es limpiarla - sonrió para darle tranquilidad al muchacho aunque ni ella misma se creía sus palabras.
- que letra tan fea - grito el niño pelinegro, todos se habían reunido para observar mejor el libro, nadie podía entender lo que había sido escrito.
- ¿esto no lo habrá escrito Champa? - preguntó el gato morado.
- ¿no fue usted señor Bills? Recuérdelo hohoho - se burló - su escritura es tan ilegible que puede competir contra esto - el ángel rio tapándose la boca con una mano.
- no sé porque se me hace familiar - dijo el pelilila observando los trazos.
- ¿por qué tanto alboroto? - preguntó irritada la mujer yendo hacia ellos.
- Vegito encontró este puño de hojas en la máquina pero no entendemos lo que dice.
- Goten, quizás sea un enigma para encontrar un tesoro como el de las momias y si es así debe de tener alguna maldición.
- es cierto, se parecen a los dibujitos que salen en las películas de tesoros- dijo con emoción, preparado para una nueva aventura.
- a ver, déjenme ver - con curiosidad la ojiazul se acercó y les quito el libro de las múltiples manos que lo querían - ¡pero si es mi letra! - grito provocando que los otros cayeran de espaldas, cada uno con una gotita de sudor resbalándoles de su frente.
- los tratamientos de belleza si sirven, ¿quién lo diría? ¡Bulma vivió con las momias! - todos soltaron una carcajada por el comentario del pelipalmera - ¡¡auch!! - se quejó al recibir un golpe por parte de la mujer.
- esa es la libreta de apuntes de mi mamá del futuro - Trunks tomo el encuadernado para observarlo mejor y no pudo evitar recordar el sacrificio de su madre - mamá...
- máquina del tiempo... Bla bla bla... Funcionamiento... Bla bla... Mantenimiento... ¡Excelente! - grito eufórica, hay venia todo lo que necesitaba saber para arreglar el artefacto del futuro.
- señora Bulma ¿nos puede prestar eso? Vegito, Trunks y yo queremos buscar el tesoro de las momias.
- sí, y si quiere saludamos a sus amigas.
- Goten, Vegito, ¡shhh! No la hagan enojar- el pelilila trató de silenciarlos pero ya era demasiado tarde, ya habían hablado.
- ¡¡callenseeeee!! - grito molesta, un comentario más sobre su ortografía y no respondía - y ahora ustedes me ayudarán a limpiarla - señalo a los tres niños.
- si mamá - el ojiazul menor encapsulo la máquina y camino con los otros dos al interior de su casa.
- y tu - miro al muchacho más calmada - deberías descansar y comer, se ve que no has tenido tranquilidad en mucho tiempo - sonrió maternalmente - y ustedes averigüen como derrotar a Black... ¿Eh? ¿Y ahora donde se metió ese par?
- nosotros ya nos vamos, tenemos unos asuntos que arreglar - dijo Wiss, tenía una ligera sospecha de quien podría ser Black y era mejor que regresaran para seguir investigando.
- es una lástima, todavía no es hora de comer - Bills gruño, él no se quería ir sin antes comer.
- bueno, adiós, nos vendremos en cuanto tengamos noticias - y diciendo eso, el ángel utilizo su báculo y ambos desaparecieron dejando a madre e hijo solos en el jardín.
-ah, Kakarotto... Basta.
- eres hermoso príncipe.
Los colores se le habían subido a los peliazul, las voces del peliflama y del pelipalmera se escuchaban detrás de unos arbustos.
- no tienen vergüenza - negó con la cabeza la mujer avanzado hacia el arbusto.
- d-detente Kakarotto, si alguien viene... - el peliflama gimió, estaba totalmente recostado en el pasto con el otro sobre de el - no... ¡Ahh! - no termino de hablar, el menor lo había silenciado con un beso a la vez que con su mano acariciaba su miembro por encima de su ajustado traje.
-Vegeta. Te. Amo. - decía dándole pequeños besos por cada palabra que pronunciaba.
- Ka-Karotto ahh si sigues ahhh así ahhh me me v-voy a correr.
- ¡¡oigan!! - la mujer apareció frente a ellos con las manos en la cintura - ¿¡se puede saber que hacen!?
- B-Bulma - ambos se pusieron de pie con el rostro totalmente rojo.
- ¡busquen una cama! ¡Depravados! - les grito, aunque estaba molesta, la situación le era bastante cómica.
- está bien - el pelipalmera tomo a Vegeta del hombro y usando la teletransportación desaparecieron.
- ¿que? Arg ¡no iba enserio! - grito al aire, a este paso la máquina estaría lista pero ellos no - ¡Trunks vamos a dentro, tienes que descansar! - dijo dando grandes zancadas en dirección a su hijo y tomándolo de la oreja lo arrastro hasta el interior de la casa.