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The Ragnarök por Sigyn

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Notas del capitulo:

Wooooolis, aquí les traigo otro capitulo de esta historia tan bellamente rara ¿? Bueno, espero que sea de su disfrute.

 

Gracias por pasar por aquí.

 

¡¡¡Disfruten de la lectura!!!

El sonido de su celular lo despertó, entre sus almohadas tanteó el teléfono y aún con los ojos cerrados atendió la llamada.


—¿Sí? —preguntó con la voz soñolienta.


—¿Loki? —la voz masculina y grave perturbó sus sentidos.


—¿Thor? —preguntó abriendo los ojos de golpe


—Si —se creó una pequeña pausa—. ¿Te desperté?


—Si, pero igual debía levantarme —Loki se desperezó.


—¿Cómo te sientes? —dijo refiriéndose claramente a una parte especifica de su cuerpo.


—Bien, me siento bien —sonrió mientras se incorporaba en la cama.


—Que bueno —una profunda risa resonó del otro lado de la línea.


—¿Y eso que llamas? —preguntó sintiendo su corazón latir frenéticamente.


—Para confirmar que era tu número —Loki sonrió.


—Cuanta confianza —dijo sarcásticamente.


—Pudiste haberme mentido —dijo el rubio defendiéndose.


—No lo creo —su rostro se sonrojó ante el recuerdo de la noche anterior.


—Ya veo —la risa y el optimismo del rubio lo hizo sonreír—, ¿Cuándo me permitirás volver a verte?


—No creo que sea pronto —se levantó de la cama y caminó por la habitación—. Estoy un poco ocupado.


—¿Cosas de celebridades?


—Así es —Loki se detuvo a observarse en el espejo, se veía como una adolescente enamorada.


—¿Cuándo tengas un hueco en tu ajetreada agenda, me permitirás verte? —preguntó Thor.


—Seguro, me encantaría volver a verte —Loki se tapo la boca al decir aquello inconscientemente. Podía sentir la sonrisa del rubio al otro lado de la línea.


—A mi igual —dijo con una voz sensual.


El rostro del moreno estaba ardiendo y la excitación comenzó a recorrerle el cuerpo. Un silencio se formó, de repente un pitido comenzó a sonar por su celular.


—Me tengo que ir —dijo Loki al observar que tenia una llamada entrante.


—Esta bien, pero volveré a llamarte —advirtió el rubio divertido— Adiós Loki.


—Hasta luego Thor —la línea se cortó. Suspiró gracias a la corriente que le había dado esa despedida. Rápidamente atendió la llamada entrante.


—¿Loki, estás despierto? —preguntó Steve en la otra línea.


—Si, ¿No oyes? —preguntó con obviedad y burla—. ¿Qué paso? ¿cómo se encuentra Tony? —preguntó con preocupación al recordarse de su manager.


—Está bien —suspiró— aun duerme, tiene resaca —ambos rieron ante el comentario.


—Que bueno que se encuentre bien —dijo con alivio.


—Te llamaba para recordarte que mañana volamos a California a una entrevista —dijo el baterista.


—Que fastidio —se quejó el moreno—. ¿Solo hoy para descansar?


—Sí, el vuelo sale a las tres de la tarde —recordó Steve—. Estate listo.


—Vale, nos vemos mañana —Loki colgó el teléfono y suspiró.


Observó su celular y sonrió, la voz de Thor se escuchaba tan sensual. Por un momento pensó que toda aquella fiesta había sido un sueño, que el rose con aquella piel solo se lo había imaginado, pero no había sido así. Se encaminó a la tina y prendió el agua mientras se desvestía, no pudo evitar observar todas las marcas que se paseaban por su cuerpo. Impresionado y sonrojado se percató que alrededor de su cuello, hombros y pecho tenia leves manchas rojas, al interior de sus muslos también se deslumbraban suaves marcas de dientes. ¡Ese hombre se lo había comido! Sonrió.


También pudo percatarse que en la parte baja de su espalda, se encontraba una sutil puntada que dolía con cada paso que daba. Se adentró a la tina y el agua caliente acarició sus músculos, cerró los ojos y relajó su cuerpo. ¿Cuándo había sido la última vez que había tenido sexo así?  Quizás nunca, se dijo con burla. Steve era pasional, pero muy tierno y romántico en la cama; en cambio Thor era un animal que devoraba a su presa, en todos los sentidos. Se sintió abochornado al encontrarse comparando a su ex amante con Thor. Pero la verdad es que con el único que podía comparar aquel encuentro era con su baterista, los demás no daban la talla.


Sonrió con burla, el rubio político había despertado un lado masoquista que él creía que no poseía. Siempre el moreno era el que se encargaba de torturar y marcar a su pareja, pero sin darse cuenta la moneda se volteó y mostró su otra cara. Thor lo había despojado de su egocentrismo y lo había devorado sin siquiera pedir permiso, lo hizo tan intensamente que todo su cuerpo se lo recordaría por días.


Thor Odinson… El nombre le gustaba, sonaba fuerte y recio como lo era el rubio. Nunca pensó que las cosas terminarían de esa manera, seguramente Tony se encontraba furioso porque había plantado al anfitrión de la fiesta. Pero todos los regaños que seguramente le daría el castaño, valdrían la pena, nunca se había divertido tanto como lo hizo esa noche en compañía del rubio. Tenia ganas de volverlo a ver, quizás podía llamarlo e invitarlo a su casa. Se rio, era una locura.


Sintió como un cosquilleo le recorría el cuerpo y hacia que su parte baja cobrara vida propia. Sonrió ante la reacción y con un suave jabón avainillado acarició su cuerpo. No se daría auto placer, no le provocaba tocarse luego de que el mayor lo hizo toda la noche. Se enjuagó y tomó la toalla blanca para secar su cuerpo, de lo que más se arrepentía era de irse de aquella precipitada manera.


Fandral había tocado su puerta con insistencia, se sorprendió al ver al rubio amigo parado y mirándolo con una sonrisa pícara, le comunicó que Steve estaba reuniendo la banda, que se iban porque el pobre Anthony se había emborrachado de más y se volvía un poco impertinente. Aun así, Steve siempre lo cuidaba y permanecía a su lado hasta que mejorase.


En el pasado había sentido al inicio celos por la relación que mantenía Anthony con Steve, éstos se veían tan unidos, pero Steve siempre le aclaró que su amor le pertenecía a él, que Anthony simplemente era un viejo y confiable amigo. Pero ambos se cuidaban el uno al otro de una manera tan devota, que siempre creyó que quizás entre ellos había ocurrido algo, pero Steve nunca le dijo, ni le insinuó algo acerca del castaño.  Con el tiempo se fue acostumbrando que, en la vida de Steve, el castaño tenia un puesto importante y que había que respetarlo; estaba tan enamorado del baterista que había cedido a todo lo que el rubio quisiera, pero Steve siempre se portó impecable.


Solo una sola vez Steve le había contado algo de su pasado con Anthony, descubriendo el porque el aprecio y cariño por el castaño. Para Tony, Steve era su héroe, luego de haberlo salvado de un secuestro donde casi pierde la vida. Después de ese incidente ambos decidieron dejar la guerra y las armas, dónde poco después se volvieron a encontrar para dedicarse a la industria musical. Por ello entendía aquella conexión que existía entre esos dos seres y que, sin querer, a veces se sentía intruso de la misma.


Se alegraba que ahora el rubio baterista se encontraba soltero y así pudiese ver que quizás su corazón le pertenecía al manager de la banda y no a él, como se lo había asegurado. Muchas veces Steve dejaba de ir a verle para atender alguna necesidad del castaño, muchas veces Steve le regalaba las flores más hermosas al castaño y a él le ofrecía otras de gran belleza, pero no se asemejaban en nada a las primeras. Él sospechaba que Steve quería al castaño, pero que no se terminaba de dar cuenta de ello. Que él solo fue un capricho.


Más no podía quejarse de su relación con Steve, el rubio había sido un príncipe, hasta que las cosas naturalmente no funcionaron. Esperaba que ahora pudiese darse una oportunidad con el castaño que también se le notaba el aprecio por el Capitán.


Caminó hasta su habitación y se sentó desnudo en la cama. Quizás Thor le estaba brindando una nueva oportunidad de ser feliz, una sonrisa se dibujó en sus labios. Ese rubio le atraía de sobremanera, la conexión que habían sentido era abismal, jamás le había pasado aquello con ninguna persona, ni con el baterista, pero entre la emoción y la excitación también sentía un dejo de miedo.


Thor se veía como una persona seria y responsable, si lo que Tony había dicho era cierto y él iba a ser el próximo presidente, sabía que esa relación también iba a ser otro capricho. Ningún presidente en ningún país del mundo tenía de pareja una celebridad del mundo de la música y menos un cantante de rock. Ellos salían con abogados, políticos o economistas, quizás con ingenieros; pero él no tenía estudio alguno, más allá que la escuela, no había terminado la universidad porque la banda lo consumió, así que decidió dejarla.


Anthony había dicho que venían de una familia influyente y que su hermano era un gran empresario. El hombre con el que se había acostado la noche anterior era todo un pez gordo en el país. Él no caía en las garras de aquellos depredadores sociales, pero no pudo evitarlo cuando todo su cuerpo lo llamaba. Quizás estaba pensándolo demasiado, quizás Thor no quiera algo serio, quizás este casado o comprometido.


Se detuvo a pensar y no sabia nada de él. Tomó su celular e iba a investigar sobre él, pero un impulso lo detuvo a escribir su nombre en la barra del buscador. Quería conocerlo de su propia boca, no de las revistas o los artículos de los periódicos. Bajo el teléfono y se encaminó al armario para colocarse una ropa cómoda. Iba a disfrutar esa nueva aventura, a penas regresara de California, le diría para verse. Realmente quería mandarle un mensaje de texto con su dirección, pero eso seria desesperado. Mejor era crear expectativas para su próximo encuentro.


 


***


 


El BMW plateado se estacionó en la facultad de ciencias políticas y humanidades. De él se bajó un rubio vestido con unos jeans azul marino y una camisa color rojo, se retiró los lentes de sol y tomó la mochila que descansaba en el asiento del copiloto. Thor se adentró a la facultad con la atenta mirada de los alumnos que también se incorporaban a clase. No importa donde se encontrarán, Thor siempre destacaba con su metro noventa y cinco, su cabello rubio y su porte masculino. Aunque vestía prendas cómodas y poco formales, aun lucia elegante. Todas las mujeres suspiraban al verlo pasar y envidiaban a las que tenia la oportunidad de cruzar palabras con él. El rubio cursaba se ultimo año en ciencias políticas y economía.


A lo lejos una castaña acompañada de una pelirroja lo alcanzaron con paso rápido. A Thor le sorprendió ver a Sif tan temprano en la mañana, su amiga no era el mejor ejemplo de puntualidad, pero quizás solo llegó temprano para restregarle a su amiga Natasha el fantástico concierto al que habían asistido. Sif le tomó del brazo con el ceño fruncido y lo miro con una expresión de reproche.


—¡Explícame que es esto! —dijo mientras desbloqueaba su móvil y señalaba una fotografía en él.


A Thor se le dibujó una sonrisa, Balder se había vengado como le había dicho. En el celular de Sif se mostraba una fotografía de Balder con Steve. Quizás no era la banda completa, pero un integrante era suficiente para exasperar a las fans.


—No sé, ese no soy yo —contestó Thor divertido—. Pregúntale a mi hermano.


—¿Estaban ahí? —Sif lo miró desafiante—. ¿Estaban todos ahí?


—No sé Sif, yo no los vi —mintió Thor— A penas llegué, el viejo me sentó con unos ministros chinos y luego me fui.


—¿Cómo sabia Balder que ellos me gustaban? —preguntó irritada.


—Se tomó foto con el más guapo —Dijo por primera vez Natasha—. Que envidia.


—Yo le conté que habíamos ido a su concierto —explicó el rubio— Él dijo que se vengaría, sabía cual era la banda.


—¿Seguro que no los vistes? —Inquirió Sif—. ¿No viste a Loki?


Thor se quedó mirándola, pensando si decirle o no la verdad, pero sabia que si le contaba que lo había conocido seguramente se volvería loca.


—No, esa casa es muy grande —se excusó—. Pudimos habernos cruzado, pero no reconocí a nadie.


Sif achinó los ojos y lo observaba sin creerle, el sonido de la alarma en su reloj le indicó que ya era inicio de la primera clase.


—Me tengo que ir, nos vemos en el almuerzo —Thor se despidió de Sif y de Natasha.


—¿Le crees? —Preguntó la pelirroja mientras observaba la ancha espalda del rubio perderse entre la multitud.


—Obviamente que no —Sif se volteó para dirigirse hacia el otro lado— Vámonos o llegaremos tarde.


 


***


 


Thor se sentía aliviado de haber persuadido a su amiga a hacer más pregunta acerca si había visto o no a la banda. ¿Cómo explicarle que había conocido a todos los integrantes y que se había acostado con el vocalista? Eso sonaba a locura en los oídos de cualquiera. Sif enloquecería y seguramente le pediría toda clase de detalles. Decidió que Loki iba a ser un secreto, su secreto. Nadie tenía por qué saber que se había acotado con la celebridad del momento.


Sentado en la cafetería, esperaba a sus amigas. En la espera sostenía su celular en la mano derecha, lo colocó en la mesa y comenzó a darle vueltas sobre la misma; no sabía si escribirle a Loki, no sabia si estaba despierto o si estaba ocupado. Se detuvo a pensar, ¿en qué momento él se había dejado enganchar tan rápidamente? Nunca había sentido tanto interés por una persona, sabía que no podía porque tenía un deber que cumplir, y ese deber era Jane.


Jane era una mujer hermosa, inteligente, pero desgraciadamente muy egoísta. Sus intereses estaban primero y luego la humanidad, aquello no le hacia mucha gracia, pero en sociedad era la mejor esposa que pudiese llegar a tener. Todos sabían que seria una excelente primera dama cuando llegara el día que él fuese presidente. Jane se desarrollaba excelente en el ámbito social, era alegre y simpática, hablaba cuatro idiomas con fluidez y se desenvolvía con gracia ante cualquier tema. Jane era tan perfecta que él lucia el ser más imperfecto a su lado.


Eso lo agobiaba, ese ser de cabello castaño y sonrisa brillante lo agobiaba, ella le exigía que fuese igual de perfecto, no le permitía un margen de error alguno. En cambio, Loki le daba una sensación diferente con aquellos aretes y tatuajes, con esa sonrisa malvada y ese espíritu rebelde. Una risa brotó de sus labios ante el recuerdo del moreno.


—¿A quién llamaras? —preguntó Volstagg mientras se sentaba en la mesa con su comida.


Thor salió de su ensoñación ante la presencia de su amigo, Volstagg era un hombre grande, pelirrojo y amante de la comida.


—A nadie —dijo observando su celular.


—Ya veo —Volstagg se metió un gran trozo de comida a la boca—. Entonces no observes tu celular de esa manera.  


Thor rio y observó como Sif y Natasha se acercaban a la mesa.


—¡Volstagg! —saludó Sif animada.


—Sif, Natasha —saludó el grandulón.


—¿Qué tal la mañana? —preguntó Natasha mientras iniciaba a comer su almuerzo.


—¿No comerás Thor? —preguntó Sif al ver que su amigo no tenia nada.


—No, Jane me llamó esta mañana —dijo mientras tomaba el teléfono en sus manos— debo buscarla e iremos a comer.


—¡Dios! —Volstagg observó a su amigo— ¿no tienes hambre?


—La verdad es que desayuné lo suficiente como para aguantar —Thor les sonrió a sus amigos—, no se preocupen.


—Si insistes —Dijo la pelirroja, mientras comía animadamente una pasta.


—¿Jane llega hoy? —preguntó Sif.


—Sí, a las dos llega su vuelo de Europa.


—¿Disfrutaste tu semana de libertad? —preguntó Natasha en tono burlón.  


—Sí y mucho —le dijo Thor con una sorna sonrisa— Además, creo que volverá a viajar la próxima semana.


—Esa mujer vive en el extranjero —comentó Sif.


—La verdad, viaja mucho— Natasha la secundó.


—No me molesta —dijo Thor de forma relajada—. A ella le gusta estar montada en un avión e ir cerrando tratos. Se le dá bien.


—Al menos eso te da libertad a ti —dijo Volstagg que se había mantenido ajeno a aquella conversación.


Thor le sonrió a su amigo y asintió la cabeza. Mientras más tiempo Jane estaba fuera, él podía ser un hombre normal. Cuando la castaña llegaba asistían a ruedas de prensa y a eventos sociales, logrando así tener poco tiempo para hacer lo que a él le gustaba.


—Eso quiere decir que esta semana éstas ocupado —afirmó Sif.


—Así es —Thor se levantó de la mesa—. Bueno chicos, me marcho. Nos vemos mañana.


Thor se despidió de sus amigos y salió rumbo a su próxima clase.


 


***


 


Había llegado al Aeropuerto veinte minutos antes de la hora de llegada del vuelo. Estacionó su auto y se dirigió al área de llegada del aeropuerto. Caminó despacio sintiendo el sol de la primavera quemarle un poco la piel, entró al aeropuerto y se encontró con una oleada de paparazis custodiando el aeropuerto. Thor se preguntó por qué ese alboroto, pero estaba seguro que por Jane no era.


—The Ragnarök se encuentra del otro lado —escuchó a uno de los paparazis y observó como todos comenzaron a movilizarse hacia la otra ala del aeropuerto.


¿The Ragnarök? No lo podía creer, eso era mucha coincidencia para una sola persona. Thor observó su reloj de muñeca y se dio cuenta que aun faltaban quince minutos en llegar el avión y mientras se bajaba serian unos treinta. Decidido siguió a los paparazis al área de salida y sacó su celular.


Al llegar al área de salidas, se sorprendió al observar al público aglomerado que se tomaba animadamente fotografías con los integrantes de la banda que estaba saliendo de viaje. Thor se abrió paso fácilmente entre aquella multitud y observó al grupo sonreír a las cámaras que lo cegaban por los flashes y a los fans que se habían encontrado de camino a la puerta de embarque.


Thor observó la figura ágil y fina de Loki que resaltaba de los demás, estaba vestido de cuero como acostumbraba, pero una bufanda cubría su fino cuello. Sonrió al pensar que las marcas dejadas aún no habían sido borradas. Thor lo llamó y su voz gruesa retumbó, logrando hacer eco en la amplia sala.


Loki volteó ante ese profundo llamado y sus ojos se abrieron como platos, ¿cómo sabia que estaba ahí? ¿realmente era un fan de esos acosadores? Loki sonrió ante la idea y lo observó. Thor le señaló el celular y le guiñó el ojo.


El moreno no entendía que era lo que iba a hacer ese hombre entre aquella multitud de personas. El sonido de un mensaje y la vibración característica del mismo lo hizo entender. Extrajo el aparato de su bolsillo y observó que el mensaje era del hombre que estaba justo frente de él.


>> ¿Te vas? <<


Loki asintió con su cabeza y le sonrió. Un nuevo mensaje llegó a su celular.


>> ¿Vuelves pronto? <<


Loki volvió a asentir y Thor se quedó satisfecho. Le envió un nuevo mensaje.


>> ¿Cuándo regreses nos veremos? <<


El moreno se lo pensó un tiempo mientras Anthony le indicaba que debían entrar a la sala de embarque. Rápidamente Loki volteó la vista a Thor y Asintió por tercera vez. El rubio le guiño el ojo y le mandó un beso, acción que logro que todos los colores le inundaran la piel al moreno.


Ya dentro de la sala y fuera de los paparazis recibió un nuevo y último mensaje.


>> Lo espero con ganas. <<


El vocalista de la banda negó con la cabeza y con una sonrisa de oreja a oreja respondió el mensaje.


>> Yo también. <<

Notas finales:

Okeeey bueno, ahora es cuando me dicen sus encantadoras opiniones. Si les gusta el Fic o no, si esta lento o que ¿? No sé, déjenme sus amables criticas para saber que piensan.

Espero que les haya gustado este capítulo, que sea de su agrado.

Ya publiqué un Omegaverse de Stony y ¡pronto publicaré el otro!

Son bienvenidos a pasar y leerlos y claro está, también dejar sus comentarios.

Muchas gracias a todas esas bellas y hermosas personas que siguen esta historia y no me queda nada más que decirle que:

NOS LEEMOS PRONTO!!! :D

 

Tengan un hermoso día. Las amo <3


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