Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL MATRIMONIO DE OSOMATSU (OSOMATSU-SAN) por Neko Angeluss

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Jyushimatsu Matsuno había cambiado mucho en estos cinco años, su sonrisa siempre visible que lo hacia Jyushimatsu ahora era un poco más pequeña aunque presente, aunque no lo pareciera él y sus hermanos habían madurado, aunque fuera poco, él se había vuelto alguien más responsable y serio con respecto a su futuro y lo que le depararía.


Concentrado en un trabajo que fuera suficiente para ayudar a sus padres con sus gastos y poder consentirlos una que otra vez, el de amarillo trabajaba arduamente todos los días sin descanso, siendo irónicamente uno de los ejemplos que llevaron a sus hermanos a hacer lo mismo, trabajar, su vida había tranquila hasta que ella apareció hace tres años atrás.


Sus suaves y elegantes pasos se oían claros al andar, su azabache y largo cabello danzaba con el viento de manera relajante, y su hermoso vestido negro hacia resaltar su brillante y lechosa piel, con una mirada fría y penetrante llamaba la atención de cuanto chico le viera más la de uno en especial.


Lo poco que sabía de la joven es que era dueña de un bar, que aunque no era muy famoso no podía decir que le fuera mal, delicada y hermosa siempre pasaba por la misma calle, a las mismas horas y frente a la veterinaria donde trabajaba.


Jyushimatsu quien le miraba desde el local no podía quitar su mirada de ella con un leve sonrojo en las mejillas y una expresión distinta a su peculiar sonrisa, sus ojos mostraban anhelo, nunca había sentido algo similar por alguien quien no fuera Homura, a quien no volvió a ver en estos cinco años.


La había conocido como una amiga de Yuri-chan, la dulce chica estudio con esa belleza misteriosa en el instituto y su amistad había durado desde entonces, cuando se habló de la boda la chica se ofreció para ayudar a la novia a elegir el modesto banquete de la boda.


Aunque en realidad el chico siempre le veía en la lejanía realmente quería acercarse y hablar más con ella, poder escuchar esa hermosa y melodiosa voz y tal vez, solo tal vez escuchar su dulce risa.


La suerte en el amor para el joven Jyushimatsu, era pésima, primero la partida de Homura le deja mal, y ahora, tenía que mirar como la chica que más le gustaba parecía tener interés en el tercer hermano, era como si de alguna manera el mismo patrón del pasado que le quito a la castaña se repitiera con la pelinegra.


Ahh Ichiko, tan hermosa como misteriosa, las pocas veces que habían hablado con ella fueron suficientes para quedar prendado a ella, quería más, conocer más de la chica, era como esos sentimientos que tuvo por Homura pero diez veces más intensos, Jyushimatsu ya no lo dudaba...estaba enamorado de Ichiko.


✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧


La mañana pasaba tranquila en el trabajo de Choromatsu, harto de la armonía que se formaba en la oficina salió tranquilamente al jardín a respirar aire fresco, se sentía sofocado, era como si lo que le recordara convivir con gente lo asfixiara, todo por su maldito hermano mayor y su estúpido corazón.


Metió su diestra al saco, libre de la oficina, de las problemáticas reglas saco una cajetilla de tabaco, la misma marca, el mismo aroma que le recordaban al de rojo, encendió el cigarrillo con calma y como si los labios del mayor fueran absorbió ese humo toxico con placer, hacia cinco años que hacía lo mismo, buscar el toxico que le calmaba, el veneno de Osomatsu.


Siendo la hora de la comida y encontrándose fuera del edificio diviso en las escaleras a su visitante de todos los días, con una pequeña maleta colgando de su hombro y sin su ropa de diario, portando el uniforme del kinder donde trabajaba, Karamatsu le hizo una señal de saludo y se acercó a él.


-Hello my buraza-.Saludo al menor con una pose cool mientras se coloca sus lentes de sol.


-Por favor Karamatsu nii-san te he dicho que no hagas eso aquí, y ¿Cómo te fue en el trabajo?-.Dijo con desgane terminando con curiosidad.


-Muy bien my buraza, ¿sabes que a los peques si les gusta my fashion style?, les dije que un día de estos iría con el completo, oh, mis karamatsu boys-.Dijo un orgulloso Karamatsu con lágrimas en los ojos.


-Pobres niños, pero sea como sea, hoy viniste más temprano, ¿Ocurrió algo?-.


-No realmente para preocuparse, pero al parecer Osomatsu quiere que después del trabajo nos juntemos para ayudarle a escoger el traje de novio-.Dijo un dudoso Karamatsu.


-¿Tan rápido?, está bien solo tengo que llenar unas formas más y poder irme-.Acepto con molestia el de verde.


El mayor lo miro con molestia, el mejor que nadie sabía claramente que ese trabajo suyo solo había sido el mejor pretexto que consiguió para no ver más al mayor merodeando en la casa para molestarlo, a partir de ese día tal y como él hace cinco años esa casa dejo de llenarse del escándalo de los ninis pero de manera diferente.


Choromatsu había conseguido de milagro que le reasignaran su empleo, el, había decidido junto a su amigo Chibita un trabajo más tranquilo, enseñar a niños pequeños en el kinder más cercano del trabajo de sus hermanos, Ichimatsu al parecer prefería el neko caffe, así no se separaría de sus amigos felinos, el cuidado de los pequeños cachorros y la veterinaria del centro fue el trabajo que Jyushimatsu considero mejor, pero nunca dijo porque, y Totty continuo trabajando en el subatta, aunque esta vez sin mentiras.


-Bueno ya es tu hora de comida que tal si vamos al café de enfrente de esa manera te relajaras para poder terminar tu trabajo y aguantar los berrinches de Osomatsu nii-san-.Sugirió para distraer al menor quien acepto resignado con un movimiento de cabeza.


Entre una plática agradable y evitar el tema del mayor Karamatsu logro su verdadero objetivo...ver reír al de verde, el profesor quería que su hermanito sonriera y olvidara el dolor y el estrés que le causaba la situación del primogénito, no había duda que los sentimientos que tenía en su interior el tercer hermano por su compañero de vientre, eran tan dañinos para el menor que lo molestaban a Karamatsu sin saber porque.


✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧


Con su trabajo y turno terminado ambos se dirigieron al local donde hablarían de los preparativos, perdiéndose un poco por el barrio lograron localizar el bar donde los citaron, con extrañas luces de neón que formaban un extraño nombre en aparentemente francés localizado al final de la calle el bar de Ichiko les abrió las puertas al ver quiénes eran.


Con música de jazz y un aura tranquila ambientando el lugar el bartender los llevo a la mesa donde su señora y los novios se encontraban, de manera cortes Choromatsu sonrió, saludando a su hermano y a su prometida terminando con un firme pero educado saludo a la joven dueña del bar.


-En serio Choromatsu fue muy malo de tu parte no estar ese día con todos nosotros, eres muy flojo-.Y Osomatsu otra vez empezó a molestarlo.


-¿Qué diablos?, me sentí mal, lo siento ¿Cuantas veces me tengo que disculpar por eso?, lo lamento Yuri-chan fui descortés contigo-.


-No te preocupes Choromatsu-kun, me alegra ver que ya estás bien y que ya tienes color en las mejillas-.


-¿Y entonces si irán al concierto de Nya-chan?-.Pregunto Osomatsu, mientras Yuri solo esperaba una negativa del de verde.


-Sí, me alegro mucho ver los boletos, me disculpo mucho porque no coopere para comprarlos, de hecho traigo lo suficiente para compensarlo-.Dijo Choromatsu mientras sacaba su billetera.


-No, no tienes que hacerlo Choromatsu-kun es un regalo de mi parte, me alegra ver que te gustaron-.


-Pero enserio quiero pagarte, no se me hace justo-.Dijo mientras la veía preocupado, no quería deberle nada.


-Pero es que yo no los compre-.Dijo avergonzada la chica.


-¿Entonces quien fue?-.


-Osomatsu-kun-.Dio Yuri-chan mientras el mayor solo estaba sonrojado y con la vista en un punto que no mostrara su vergüenza.


Y ahí estaba, la verdadera razón por la cual Choromatsu lo seguía amando, cuando consiguió trabajo el mayor se volvió mas consiente de su condición como hermano mayor, les regalaba cosas que los hacia felices, pero esos simples detalles, que entendiera con perfección que quería y no se lo echara en cara fue algo que mantuvo sus sentimientos ahí, intactos.


-En verdad quería comprarlos para ti porque recordé que no te alcanzaba para ello pero con esto de la boda, me quede sin dinero y Osomatsu-kun me dijo que no me preocupara, que si era por su querido hermano no le importaba gastar en ellos, aunque claramente le dije que compartiríamos la deuda-.Dijo apenada Yuri.


-Yuri-chan te dije que no le dijeras nada, era nuestro secreto-.Dijo un berrinchudo Osomatsu.


Karamatsu pudo distinguir la diminuta y amarga sonrisa en los labios de Choromatsu, sin saber porque se molestó.


✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧


La tarde se alegró cuando llegaron los demás, tanto Todomatsu, Ichimatsu y Jyushimatsu se disculparon, al parecer los tomo por sorpresa la lluvia a mitad del camino y tuvieron que esperar a que calmara, con algunos chistes y alegría, los tres tomaron asiento quedando Jyushimatsu cerca de la dueña del bar.


Su corazón estaba acelerado, su mente divagaba y se sentía mareado, estar cerca de Ichiko, el poder oler su exquisito perfume de lilas, y su champú de frutas era algo que nunca imagino poder distinguir de cerca, sus pensamiento fueron interrumpidos cuando la voz dulce voz de la chica le llamo.


-¿Jyushimatsu-kun?-.Su nombre viniendo de esos labios era igual que sentirse en el cielo.


-Ah-ah sí ¿Qué ocurre?-.Nunca pensó que hablaría con ella ese día.


-¿Y tú que piensas acerca de las bebidas?-.Pregunto sonriente Ichiko al ver que el de amarillo andaba en las nubes.-No oíste nada de lo que dije ¿verdad?-.


-¿Eh?-¿Cómo se había dado cuenta?, y más importante ¿cuándo se habían ido a la barra los otros?-.


-Jajaja no te preocupes, es algo sencillo, los demás dieron opiniones distintas pero creo que nadie me convenció, ¿Tu que preferirías de bebidas Jyushimatsu-kun?-.


-Tal vez, algo suave, que no sepa feo, yo no sé mucho de eso, así que ya no sé qué decir ¿Vino blanco?-.Jyushimatsu se maldecía por dentro por no poder expresar palabras más cultas, mientras sus mejillas delataban su vergüenza.


-Mm puede ser vino blanco, aunque también tengo otros licores, pero tienes razón en estas fechas del año realmente no caería muy bien algo pesado, y no te preocupes Jyushimatsu-kun, tu opinión me agrado-.La chica sonrió suavemente, Jyushimatsu era muy tierno y tímido.


La plática iría bien si no hubiera sido porque Choromatsu regreso del baño y llamo la atención de la chica quien con la misma pregunta se le acerco olvidándose por completo de su presencia, era algo que el penúltimo hermano se esperaba, siempre los demás serían más interesantes para las chicas que él.


✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧


Al terminar la velada los Matsuno se despidieron de Ichiko, Yuri y el mayor dirigiéndose a su hogar juntos, pues el bar estaba algo retirado, Jyushimatsu se mantenía callado en el camino, ya no era una novedad para sus hermanos quienes se habían acostumbrado a ello.


Cuando llegaron a la casa todos fueron a dejar sus cosas al cuarto y se cambiaron para ir a cenar, su madre que ya descansaba, les había dejado la cena con una nota en refrigerador, como todos los días sacaron la comida y la calentaron mientras los demás colocaban los platos en la mesa.


En silencio por respeto al descanso de sus padres cenaron calmadamente sin pelear, con la misma rutina, lavaron la loza y los tres menores se fueron a dormir sin darse cuenta de la ausencia de los mayores.


Con un cigarrillo en los dedos y sentados en el techo de casa ambos hermanos veían el paisaje del cielo nocturno pensando en lo que había pasado hoy.


Karamatsu no podía evitar mirar de reojo al menor, aun en sus ojos se veía la emoción que mostro cuando supo que Osomatsu había sido quien compro los boletos, su ceño se frunció, porque sabía que esos detalles eran los que aun hacían que el de verde lo amara.


-No te entiendo, dices que quieres olvidarlo, pero solo por esos boletos te emocionaste, ¿Acaso te gusta sufrir?-.No pudo evitar expresar sus pensamientos.


-Cuando alguien está enamorado Karamatsu, incluso el más mísero detalle se vuelven esperanzas para mantener esos sentimientos-.Acepto resignado mientras escondía su cabeza en sus rodillas.


-My buraza, solo te estas dañando constantemente, ¿Por qué no salimos un día de estos a algún lado?, no estás obligado a ayudar a Osomatsu nii-san, también tienes derecho a tener algún plan que no tenga que ver con él, tal vez de esa manera conozcas una pretty lady y seas al fin feliz-.


-No lo sé Karamatsu, no tengo realmente ganas de salir, creo estoy bien tal y como estoy, y soy un asco con las mujeres-.


-Pero nada te cuesta intentarlo, ¿No hay alguna chica que te guste del trabajo?-.


-No realmente, todo este tiempo he estado concentrado en mi trabajo y no socializo mucho con mis compañeros, aunque lo intento no logro sentirme realmente cómodo ahí, últimamente todo me recuerda a Osomatsu-.


-Totty había dicho hace unas horas de una cita en grupo, que tal si aceptas ir con él, tal vez encuentres a alguien tan linda como Nya-chan-.


-Realmente no creo encontrar a alguien igual, creo que mis gustos de las mujeres ya no son como antes, Nya-chan es linda y me sigue gustando pero ahora todo es diferente, una chica como ella no es mi tipo de mujer ideal-.


-Entonces. ¿Cuál es tu tipo de mujer ideal?-.Pregunto curioso el de azul.


-Supongo que una chica divertida, que sea linda pero inteligente, no importa si no es una belleza, pero si es agradable me gustaría mucho, alguien fuera de lo rutinario, que sea sincera con sus sentimientos y no sea superficial, una chica así estaría bien-.


Karamatsu se quedó callado, algunas de las cosas que mencionada el de verde eran familiares para él, cada palabra le recordaba a una persona en especial, y esa persona no era ya muy de su agrado.


-Aunque como ya dije, yo no soy muy bueno con las chicas y estoy seguro que no podría llevarme bien con una, la única vez que lo intente fue un desperdicio, termine haciéndola sentir incomoda, como si estuviera con un acosador, no quiero volver a sentirme así de incomodo nunca más-.


-Eso no debió ser una buena experiencia-.Dijo un divertido Karamatsu.


-Y qué hay de ti, ¿Cuándo planeas salir con una chica?, digo ya te vistes más decente y ya no dices tus frases extrañas cuando estas en público, a las chicas les gustan los hombres que adoran a los niños, aprovecha esa cualidad a tu favor-.Ataco Choromatsu.


-Oh my buraza, qué más quisiera yo poder conocer a la lady de mis sueños, pero el destino aun no me la presenta, aunque mi cariño hacia los niños no es mentira, realmente me agrada tratar con los pequeños-.Dijo dramáticamente.


-¿En serio?, yo pensé que conseguiste ese trabajo para conquistar chicas-.En verdad no lo creía, esperaba que no fuera en un mal sentido, no quería ser hermano de un pedófilo.


-No Choromatsu, los niños son diferentes a los adultos, su inocencia no les permite rechazar a los demás como los adultos, en su mente, raza, color, religión no existen, solo corazones puros que quieren un buen amigo, ellos son muy buenos conmigo y yo me siento cómodo con ellos, lo que me gusta de mi trabajo es que puedo ser yo mismo sin sentirme avergonzado-.


Choromatsu estaba sorprendido, rara vez su hermano decía como se sentía realmente, el menor sabía que no quería preocupar a nadie y que le interesaba más que lo vieran fuerte, se sintió mal por todas las veces que lo rechazo o juzgo, al parecer unos niños lo hacían sentir mejor que sus propios hermanos.


-En serio Choromatsu, necesitas distraerte, conocer gente y tal vez una linda chica que te haga muy feliz, eso sería bueno-.Continuo Karamatsu.


El menor sabia cuáles eran las intenciones del mayor, las entendía claramente y le agradecía su preocupación, pero tenía miedo, miedo de volver a ser lastimado, tenía suficiente con una vez, para que el destino se la volviera a jugar.


-Tal vez algún otro día, iré a dormir, y es mejor que tu también, el frió está más intenso hoy-.Dijo con voz cansada mientras soltaba un bostezo.


-Tienes razón my buraza, vayamos a descansar-.


El mayor sabía que no quería hablar y él no lo forzaría a hacerlo, lo único que podía hacer era apoyarlo en la lejanía y sentirse inútil al no lograr que el maldito de su hermano mayor saliera de la cabeza del de verde.


✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧ ✧


Al llegar la mañana todos se fueron a trabajar y el matrimonio Matsuno salía a pasear, todos se habían ido, todos menos uno, quien aprovechando la soledad en la casa, encerrado en su cuarto con un palo de escoba atrancando la puerta, dejaba que sus sucios pensamientos le llevaran al placer.


Se sentó en el suelo con calma, sosteniendo una sudadera que con la obscuridad del cuarto no distinguía su color, acostándose en el piso la olfateo con excitación, su diestra se dirigió lentamente a sus pantalones, acariciando sobre la tela, presionaba sus dedos contra su miembro que empezaba a cobrar vida.


Bajo el cierre con cautela, con miedo que alguien lo viera y empezó a frotar su miembro con desespero, dejándose llevar por la masturbación, levanto la playera que llevaba ese día y acaricio sus pezones atrapado por su imaginación.


Las manos de esa persona tocando su cuerpo, haciéndolo suyo lenta pero firmemente, apretando sus pezones y lamiéndolos, mordiendo su carne con un hambre voraz, como un lobo hambriento por su presa, sintió la punzada de dolor cuando su miembro erecto fue atrapado por la ropa interior, la quito con rapidez, casi arrancándola de su cuerpo.


Su respiración se aceleraba cada cuanto, el sudor perlaba su cuerpo acalorado, su mano con entusiasmo subía y bajaba con su miembro apresado, sus suaves gemidos como susurros llenaban el cuarto, con la sudadera de su obsesión en sus manos y el aroma de esta llenando su olfato.


No era suficiente, deseaba más, quería ser consumido totalmente, y entonces dirigió sus dedos hacia su entrada, colocándose boca abajo y levantando su trasero metió el primer dedo.


Un grito salió de sus labios y el rubor de sus mejillas aumento, ya no era tan doloroso como la primera vez, era como si los largos dedos de esa persona lo estuvieran tocando, lo estuvieran preparando para embestirlo como una fiera.


Sacándolo con calma y tomando un poco del líquido pre seminal se dirigió de nuevo a su entrada introduciéndolo con más facilidad, lo froto suavemente dentro de si aumentando la velocidad en su masturbación tanto en su miembro como su entrada.


Cuando llego a los tres dedos sus gemidos de placer absoluto no podían detenerse, ya se había venido una vez pero no estaba satisfecho, presionando su miembro con pasión se encamino al paraíso del placer soltando al final su esencia sobre la sudadera, callo en el piso exhausto, con la prenda entre sus brazos y la muestra de su pecado frente a sus ojos.


Sin poderlo detener un par de lágrimas salieron de sus ojos, abrazándose a si mismo comenzó a llorar, se sentía sucio, asqueroso y más por manchar la tan preciada ropa de su hermano.


Amar a ese hombre lo hacía sentir repudio de sí mismo, pero no podía evitarlo.


Él amaba a su hermano.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).