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EL MATRIMONIO DE OSOMATSU (OSOMATSU-SAN) por Neko Angeluss

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Notas del capitulo:

 

 

-¿O-osomatsu-nii-san?-Alterado, casi en un grito el nombre del mayor salió de sus labios. 

-Choromatsu, ¿Acaso te estabas pajeando? Jajaja-En un torno burlón tan cotidiano de él.

-N-no digas estupideces Osomatsu nii-san-Molesto bajo la cabeza con indignación y vergüenza, su hermano en verdad era un idiota-¿Y qué haces aquí?, ¿Acaso no estabas festejando?-.

-Claro que sí, pero onii-chan se preocupó cuando saliste del bar, ¿Qué ocurre Choromatsu?, ¿Acaso no estas feliz por onii-chan?-Dijo en tono dramático.-O acaso tu... ¿estas celoso?-.

Algo en Choromatsu dolió, pero él ya estaba acostumbrado a eso, a veces pensaba que era un poco masoquista, pero no debía ser egoísta, si Osomatsu era feliz él también lo seria.

-¡N-no estoy celoso!, realmente soy feliz porque Osomatsu nii-san se casara, solo estoy triste porque los sextillizos nos separaremos, solo es eso-dijo con un tono más calmado y serio.

-¡Ohh Choromatsu no es tan malo, onii-chan nunca los abandonara-con seguridad en sus palabras y rascándose la nariz como siempre, Osomatsu alzo el pulgar en señal de promesa.

Choromatsu solo sonrió un poco, a pesar de todo el mayor siempre los querría aunque siempre estuvieran peleando el cariño entre todos era algo muy normal, Todomatsu parecía ser la excepción, pero ese era otro tema, él quería aferrarse aunque sea a ese cariño.

Reacciono cuando una cálida y agradable mano toco su hombro con los ojos abiertos y expectantes miro a los ojos de mayor, tan brillantes y carismáticos, con esa mirada despreocupada que lo enamorara las palabras que salieron de su boca.

-Volvamos al bar Choromatsu-Fueron demasiado convincentes para atrever a negarse a ellas.

De regreso al bar Choromatsu solo podía mantenerse callado y aguantar las anécdotas que el de rojo le contaba de él y su novia.

-Jajajaja entonces Yuri–chan empezó a ser perseguida por los conejos y tuvimos que correr, fue tan gracioso, pero gracias a eso pudimos saber dónde estábamos, la hubieras visto fue tan hermosa su expresión de susto-.Decía mientras limpiaba sus lágrimas.

-Pero todo fue tu culpa, por tu culpa se perdieron y tuvieron que caminar mucho, pobre chica no veo nada lindo que un chico haga caminar a una chica solo por presumir un camino que no sabe-entre gritos Choromatsu demostraba como siempre su desaprobación.

-En serio Choromatsu tu eres muy aburrido por eso a ninguna chica le gustas jajaja-.Y el mayor como siempre se burlaba del de verde.

-¡COMO TE ATREVES DESGRACIADO!!-.Grito intentando golpearlo por todos lados mientras el mayor evitaba los golpes entre risas.

-Tranquilo Choromatsu, no es para tanto, tal vez a alguien le guste un Choropajeroski con el ego tan alto como tu jajaja-.Sus burlas continuaban mientras el otro empezó a jalar su cabello.-¡OYE ESPERA ESO DUELE! LO SIENTO, LO SIENTO-gritaba mientras salían lágrimas de sus ojos.

-En verdad no sé qué le gusta de ti, Yuri-chan es una chica muy linda y dulce, ella podría tener al mejor chico de todos, ¿Por qué te eligió a ti?-Esa era una realidad que le dolía aceptar, el tampoco entendía que era lo que los dos vieron en Osomatsu.

-Eso es cruel Choromatsu, pero tienes razón, yo en verdad no sé porque le gusto, no porque se enamoró de mí, lo único que sé es que la quiero mucho, y no la quiero perder, quiero dar todo de mi por hacerla feliz, inclusive si tengo que dar mi vida, lo haré-.

Esas palabras eran tan sinceras que se quedó sin palabras, la conversación termino así hasta que llegaron a bar, esa noche Choromatsu no pudo dormir debido a un solo pensamiento: Yuri era perfecta, había hecho que un vago dejara de ser una de las peores escorias a un empleado con casa propia, exactamente, Osomatsu ya vivía en su propia casa, aquella que se volvería el hogar del feliz matrimonio, la que se esforzó tanto en conseguir el mayor solo por su novia, una linda chica capaz de cambiar su ser entero a algo mejor.

Si era sincero se sentía demasiado celoso de ella, alguien que se esforzaba mucho a pesar de no tener familia, y sonreía tan cálidamente a pesar de que sus padres nunca estuvieron con ella, entendía porque Osomatsu se enamoró de ella, porque más allá de un cuerpo hermoso con caderas o senos grandes, ella era como una luz que entraba dulcemente en tu vida y se ganaba tu cariño.

Se sentía asqueroso por odiarla, por envidiar que ella tenga los besos, las sonrisas y el amor del mayor, y muy pronto las caricias dulces y obscenas de este, porque por primera vez en su vida, el de rojo la respeto, nunca la toco ni lo intento, quería ser paciente, quería amarla más que, como amante como la mujer con la que quería pasar el resto de su vida.

Con lágrimas en los ojos y esos dolorosos pensamientos, Choromatsu se dejó envolver en los brazos de Morfeo.

Cuando la mañana llego, los suaves rayos del sol golpearon su rostro sin previo aviso, como todas las mañanas el tercer hermano se levantó primero que todos y se dirigió al baño a cepillar sus dientes, se cambió colocándose la camisa blanca, su pantalón simple y la sudadera blanca que usaba casi todos los días, dirigió su mirada a sus hermanos que dormían tranquilamente en el sus futones y viro los ojos, agradecía no haber tomado mucho o estaría como ellos.

Al llegar a al cuarto del comedor miro la pared más cercana encontrándose con el calendario, cerró los ojos y se tapó la cara con fastidio, el día de hoy la pareja vendría de visita, como todos los malditos lunes de ese mes, en verdad ¿Quién diablos invento los lunes?, esas visitas solo eran una tortura para el como casi todo lo relacionado a esa relación.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el ruido que hacían a diario sus hermanos llego a sus oídos.

-¡¡Hustle, hustle, muscle, muscle!!-.Se oía por los pasillos de la casa hasta que de un golpe se abrió la puerta del cuarto mostrando a Jyushimatsu tan energético como siempre.-¡¡Hola Choromatsu nii-san!!-.

-Hola Jyushimatsu, ¿Dormiste bien?-.Con voz calmada, acostumbrado a su forma de hablar, le pregunto al menor.

-¡¡Muy bien Choromatsu nii-san!! ¡¡Hustle, hustle, muscle, muscle!!-.Contesto el menor.

-Ya veo, me alegra que no te duela la cabeza-.Dijo el de verde.

-¡¡No me duele nada de nada Choromatsu nii-san!!-Dijo el de amarillo con su gran y alegre sonrisa.

-Tal vez a ustedes no les duela, pero a mi si saben-Con una voz molesta entro el menor de todos y sin una expresión tan dulce como solía tener-Jyushimatsu nii-san ¿Podrías no hacer tanto ruido?, tengo una jaqueca terrible por favor-.Igual que siempre su tono de voz hacia Jyushimatsu era mucho más dulce y paciente.

-Está bien Totty-.Acepto tranquilamente el mayor de amarillo.

-Buenos días burazas, realmente mi cabeza también me duele, pero no planeo enojarme con ustedes, su genial hermano segura platicando con ustedes y-

-Lo han olvidado verdad hoy viene Osomatsu nii-san así que no se les ocurra quedarse con esa horrible pijama, yo también me cambiare-.

-¡¡OK Choromatsu nii-san!!-.Dijo Jyushimatsu alegremente quien se fue a buscar a Ichimatsu quien aún dormía.

-Está bien ya voy-.Dijo con desgane Todomatsu también saliendo de la habitación seguido por Choromatsu.

-Eh?-.Y así una vez más Karamatsu fue ignorado.

________________________________________________________________________________

Y como todos los días el sonido de un suave golpe en la puerta lo alerto como siempre a que debía ser fuerte, se quedó sentado solo acomodándose de manera correcta, y oyó solo los pasos de tres personas, y a sus hermanos que como él se acomodaron de la misma forma que él.

Cuando se abrió la puerta en medio de su madre y Osomatsu una hermosa chica de cabellos negros y lacios, con un fleco suave contorneando su rostro de suaves facciones y mejillas sonrojadas, con grandes ojos marrones y una dulce sonrisa, ahí estaba la casi perfecta Yuri, la persona que le robo a Osomatsu.

-¿O-osomatsu-nii-san?-Alterado, casi en un grito el nombre del mayor salió de sus labios. 

-Choromatsu, ¿Acaso te estabas pajeando? Jajaja-En un torno burlón tan cotidiano de él.

-N-no digas estupideces Osomatsu nii-san-Molesto bajo la cabeza con indignación y vergüenza, su hermano en verdad era un idiota-¿Y qué haces aquí?, ¿Acaso no estabas festejando?-.

-Claro que sí, pero onii-chan se preocupó cuando saliste del bar, ¿Qué ocurre Choromatsu?, ¿Acaso no estas feliz por onii-chan?-Dijo en tono dramático.-O acaso tu... ¿estas celoso?-.

Algo en Choromatsu dolió, pero él ya estaba acostumbrado a eso, a veces pensaba que era un poco masoquista, pero no debía ser egoísta, si Osomatsu era feliz él también lo seria.

-¡N-no estoy celoso!, realmente soy feliz porque Osomatsu nii-san se casara, solo estoy triste porque los sextillizos nos separaremos, solo es eso-dijo con un tono más calmado y serio.

-¡Ohh Choromatsu no es tan malo, onii-chan nunca los abandonara-con seguridad en sus palabras y rascándose la nariz como siempre, Osomatsu alzo el pulgar en señal de promesa.

Choromatsu solo sonrió un poco, a pesar de todo el mayor siempre los querría aunque siempre estuvieran peleando el cariño entre todos era algo muy normal, Todomatsu parecía ser la excepción, pero ese era otro tema, él quería aferrarse aunque sea a ese cariño.

Reacciono cuando una cálida y agradable mano toco su hombro con los ojos abiertos y expectantes miro a los ojos de mayor, tan brillantes y carismáticos, con esa mirada despreocupada que lo enamorara las palabras que salieron de su boca.

-Volvamos al bar Choromatsu-Fueron demasiado convincentes para atrever a negarse a ellas.

De regreso al bar Choromatsu solo podía mantenerse callado y aguantar las anécdotas que el de rojo le contaba de él y su novia.

-Jajajaja entonces Yuri–chan empezó a ser perseguida por los conejos y tuvimos que correr, fue tan gracioso, pero gracias a eso pudimos saber dónde estábamos, la hubieras visto fue tan hermosa su expresión de susto-.Decía mientras limpiaba sus lágrimas.

-Pero todo fue tu culpa, por tu culpa se perdieron y tuvieron que caminar mucho, pobre chica no veo nada lindo que un chico haga caminar a una chica solo por presumir un camino que no sabe-entre gritos Choromatsu demostraba como siempre su desaprobación.

-En serio Choromatsu tu eres muy aburrido por eso a ninguna chica le gustas jajaja-.Y el mayor como siempre se burlaba del de verde.

-¡COMO TE ATREVES DESGRACIADO!!-.Grito intentando golpearlo por todos lados mientras el mayor evitaba los golpes entre risas.

-Tranquilo Choromatsu, no es para tanto, tal vez a alguien le guste un Choropajeroski con el ego tan alto como tu jajaja-.Sus burlas continuaban mientras el otro empezó a jalar su cabello.-¡OYE ESPERA ESO DUELE! LO SIENTO, LO SIENTO-gritaba mientras salían lágrimas de sus ojos.

-En verdad no sé qué le gusta de ti, Yuri-chan es una chica muy linda y dulce, ella podría tener al mejor chico de todos, ¿Por qué te eligió a ti?-Esa era una realidad que le dolía aceptar, el tampoco entendía que era lo que los dos vieron en Osomatsu.

-Eso es cruel Choromatsu, pero tienes razón, yo en verdad no sé porque le gusto, no porque se enamoró de mí, lo único que sé es que la quiero mucho, y no la quiero perder, quiero dar todo de mi por hacerla feliz, inclusive si tengo que dar mi vida, lo haré-.

Esas palabras eran tan sinceras que se quedó sin palabras, la conversación termino así hasta que llegaron a bar, esa noche Choromatsu no pudo dormir debido a un solo pensamiento: Yuri era perfecta, había hecho que un vago dejara de ser una de las peores escorias a un empleado con casa propia, exactamente, Osomatsu ya vivía en su propia casa, aquella que se volvería el hogar del feliz matrimonio, la que se esforzó tanto en conseguir el mayor solo por su novia, una linda chica capaz de cambiar su ser entero a algo mejor.

Si era sincero se sentía demasiado celoso de ella, alguien que se esforzaba mucho a pesar de no tener familia, y sonreía tan cálidamente a pesar de que sus padres nunca estuvieron con ella, entendía porque Osomatsu se enamoró de ella, porque más allá de un cuerpo hermoso con caderas o senos grandes, ella era como una luz que entraba dulcemente en tu vida y se ganaba tu cariño.

Se sentía asqueroso por odiarla, por envidiar que ella tenga los besos, las sonrisas y el amor del mayor, y muy pronto las caricias dulces y obscenas de este, porque por primera vez en su vida, el de rojo la respeto, nunca la toco ni lo intento, quería ser paciente, quería amarla más que, como amante como la mujer con la que quería pasar el resto de su vida.

Con lágrimas en los ojos y esos dolorosos pensamientos, Choromatsu se dejó envolver en los brazos de Morfeo.

Cuando la mañana llego, los suaves rayos del sol golpearon su rostro sin previo aviso, como todas las mañanas el tercer hermano se levantó primero que todos y se dirigió al baño a cepillar sus dientes, se cambió colocándose la camisa blanca, su pantalón simple y la sudadera blanca que usaba casi todos los días, dirigió su mirada a sus hermanos que dormían tranquilamente en el sus futones y viro los ojos, agradecía no haber tomado mucho o estaría como ellos.

Al llegar a al cuarto del comedor miro la pared más cercana encontrándose con el calendario, cerró los ojos y se tapó la cara con fastidio, el día de hoy la pareja vendría de visita, como todos los malditos lunes de ese mes, en verdad ¿Quién diablos invento los lunes?, esas visitas solo eran una tortura para el como casi todo lo relacionado a esa relación.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el ruido que hacían a diario sus hermanos llego a sus oídos.

-¡¡Hustle, hustle, muscle, muscle!!-.Se oía por los pasillos de la casa hasta que de un golpe se abrió la puerta del cuarto mostrando a Jyushimatsu tan energético como siempre.-¡¡Hola Choromatsu nii-san!!-.

-Hola Jyushimatsu, ¿Dormiste bien?-.Con voz calmada, acostumbrado a su forma de hablar, le pregunto al menor.

-¡¡Muy bien Choromatsu nii-san!! ¡¡Hustle, hustle, muscle, muscle!!-.Contesto el menor.

-Ya veo, me alegra que no te duela la cabeza-.Dijo el de verde.

-¡¡No me duele nada de nada Choromatsu nii-san!!-Dijo el de amarillo con su gran y alegre sonrisa.

-Tal vez a ustedes no les duela, pero a mi si saben-Con una voz molesta entro el menor de todos y sin una expresión tan dulce como solía tener-Jyushimatsu nii-san ¿Podrías no hacer tanto ruido?, tengo una jaqueca terrible por favor-.Igual que siempre su tono de voz hacia Jyushimatsu era mucho más dulce y paciente.

-Está bien Totty-.Acepto tranquilamente el mayor de amarillo.

-Buenos días burazas, realmente mi cabeza también me duele, pero no planeo enojarme con ustedes, su genial hermano segura platicando con ustedes y-

-Lo han olvidado verdad hoy viene Osomatsu nii-san así que no se les ocurra quedarse con esa horrible pijama, yo también me cambiare-.

-¡¡OK Choromatsu nii-san!!-.Dijo Jyushimatsu alegremente quien se fue a buscar a Ichimatsu quien aún dormía.

-Está bien ya voy-.Dijo con desgane Todomatsu también saliendo de la habitación seguido por Choromatsu.

-Eh?-.Y así una vez más Karamatsu fue ignorado.

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Y como todos los días el sonido de un suave golpe en la puerta lo alerto como siempre a que debía ser fuerte, se quedó sentado solo acomodándose de manera correcta, y oyó solo los pasos de tres personas, y a sus hermanos que como él se acomodaron de la misma forma que él.

Cuando se abrió la puerta en medio de su madre y Osomatsu una hermosa chica de cabellos negros y lacios, con un fleco suave contorneando su rostro de suaves facciones y mejillas sonrojadas, con grandes ojos marrones y una dulce sonrisa, ahí estaba la casi perfecta Yuri, la persona que le robo a Osomatsu.


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