Un atormentado sayayin daba vueltas en la cama de la celda donde se encontraba prisionero, quería ver a vegeta con todas sus fuerzas, las sabanas eran destrozadas por sus manos, la impotencia llego a todo su ser. Se escuchaba que aun estaba inconsciente y que Freezer aun no se había marchado, sin sus poderes y sin poder defenderse, provocaría que estuviera en bandeja de plata para el tirano.
Black: ¡quiero salir de aquí! ¡Maldicion!
Majin buu: a pesar de ser una raza guerrera, veo que también aman con fuerza.
Black: así es, nuestros sentimientos por la persona que amamos son muy fuertes e intensos.
Majin buu: Hmm…pero que te preocupas, si él estará bien, es un príncipe guerrero.
Black: lo sé, pero no pudo defenderse debido a que le quitaron sus poderes y eso para nosotros es de cobardes que nos ataquen de esa manera.
Majin buu: está bien, tienes razón, pero ahora no puedes hacer nada, mejor guarda ese odio para cuando salgas de aquí, será mejor que descanses que mañana será otro día.
En la enfermería el príncipe estaba aun inconsciente, pero muy cerca de el se encontraba Freezer que no quería dejar de tocarlo.
Los guardias fueron comprados por una buena paga así que no dirían nada de la violación, solo estaban afuera esperando al tirano para que avisara del fin de su enfermiza venganza.
Freezer rozaba con sus dedos los labios entre abiertos del príncipe, sentía esa suavidad y calidez, luego decidió tocar más abajo, cada parte de ese cuerpo bien esculpido. Lo besaba con mucha ansiedad, su desesperación fue tal que decidió desvestirlo mientras este se encontraba aun dormido. Ahora era una presa del destino, de las tontas políticas establecidas entre los planetas y de la corrupción que invadía el universo entero, ya que esto hacia que las personas perdieran su dignidad por unas monedas de oro.
Freezer saboreaba ese cuerpo, esa piel, mordía ese firme abdomen y músculos de vegeta. Algunos pequeños gemidos salían de la boca del príncipe, pero este aun no despertaba.
El tirano tenía su venganza, sin que nadie dijera nada, penetro al príncipe sin ningún aviso, su miembro se sentía muy bien en ese interior estrecho. Freezer saboreo su venganza, cada estocada era un victoria por todo lo que le habían dado los sayayin y su príncipe es quien pagaba esos pecados.
Vegeta comenzaba a despertar, pero fue muy tarde ya que al darse cuenta quiso gritar y pegarle al ser de hielo para separarse de él, pero este con una de sus manos le tapo la boca y lo siguió penetrando, pero esta vez con una sonrisa de pura maldad y de excitación al tener ese cuerpo tan delicioso solo para él.
El tirano le susurraba al oído con cada estocada que este le daba, el príncipe solo cerraba los ojos y gemía con la boca tapada, no podía creer lo que estaba pasando, todo por ser un irresponsable ahora le pasaba esto.
Freezer: ¿Cómo se siente que el emperador del mal te haga suyo?, lloras como una cualquiera que finge que no tiene culpa, el príncipe sayayin está ahora pagando los pecados de su pueblo, ¿Qué se siente que te penetre tan duro? ¿Te gusta?, creo que si porque gimes con cada estocada. Ahora no podrás borrar mi rostro, recordaras que fuiste mi trofeo de guerra, jajjajajaja.
Vegeta seguía siendo penetrado con fuerza, su cuerpo temblaba, además de estar sudado y lleno de fluidos por culpa del enfermo de Freezer, con la penetración forzada este también sangraba de su parte interna, el tirano disfruto de violarlo. Los guardias escuchaban los lamentos y gemidos pero sus oídos dirían que no paso nada.
Freezer salió del cuerpo de vegeta exhausto pero con la gran satisfacción de hacerle pagar a los sayayines. El príncipe recuperaba el aire mientras tomaba sus ropas que fueron tiradas al suelo, quería cubrirse, se sentía sucio. Pero al mismo tiempo quiso a tacar a Freezer, el cual solo reía al ver que sin sus poderes solo cosquillas eran lo que recibía.
Freezer: Ahh…no te enojes vegeta, sabias que esto pasaría tarde o temprano, planeaba tenerte como mi esclavo haciendo esto contigo por mucho tiempo pero tengo que cumplir con mi palabra. Eres una delicia por cierto. Así que espero que me recuerdes, jajajaj
Vegeta: ¡quita ese rostro de idiota!, esto no fue nada, soy un guerrero y no me veras caer, te hare pagar por lo que me hiciste, así que mejor recuerda tu mi rostro.
Freezer: no me digas eso que me excitó con solo pensarlo.
Vegeta: ¡te odio!
El tirano soltó al príncipe de las manos y salió del lugar, con una sonrisa triunfante y con la esencia deliciosa de los labios de vegeta.
Vegeta se termino de vestir, aun le dolía el cuerpo por los golpes que le dio Freezer y qué decir del dolor de su interior ya que este lo violo con mucha fuerza, su cuerpo aun sangraba, aun así se termino de colocar su ropa y cayó de rodillas, golpeaba con sus fuerzas el suelo, lloraba de impotencia. El tirano había cumplido su venganza, su cuerpo fue suyo, odiaba ser usado y burlado. Solo esperaba salir de allí para hacerle pagar, pero el juicio era mañana, así que era obvio que lo vería de nuevo y la tortura de verlo sería aun mayor.
Un silencio quedo en las celdas, al ver como el príncipe caminaba por los pasillos con su armadura rota y con sangre en ella, su rostro mostraba molestia a pesar de llevar su mirada hacia abajo. No quería que lo vieran, tenia vergüenza, algunos prisioneros le gritaban que fue la cualquiera de Freezer, se burlaban de él, le gritaban cosas sexuales, pero esto no lo saco de sus casillas, solo quería llegar a su celda para llorar amargamente.
Black: ¡vegeta! ¿Te encuentras bien? ¡Mírame!
El príncipe escucho la voz de Black, pero no quiso verlo, no quería que viera que lo abusaron ya que al cruzarse sus miradas se notaria lo que paso hace unas cuantas horas.
Black: algo anda mal, vegeta no quiso mirarme, Freezer le tuvo que hacer algo, mira su ropa está llena de sangre y está rota.
Majin buu: ¿no es obvio?
Black: no quiero que me lo digas, mi mente se niega que le paso eso, ¡maldito Freezer!, juro que lo matare.
Mientras tanto:
Kakaroto estaba entrando en la órbita del planeta del juicio, cuando recibió una llamada del planeta Vejita. El sayayin apretó una pantalla y en ella apareció la cara de Nappa.
Kakaroto: hola Nappa, ¿pasa algo?
Nappa: solo quería comunicarte, que no se te ocurra hacer desordenes en ese lugar, acompañare a nuestro rey para el juicio de vegeta que es mañana, lo mejor será que esperes con paciencia y juntos veamos el dictamen que le dirán.
Kakaroto: ¿Por qué?, yo pensaba destruir todo y huir con él.
Nappa: te seguirían y te llevarían a juicio. Así que lo mejor es que seas prudente y tengas paciencia.
Kakaroto: está bien, por cierto, ¿porque mi padre no viene con el rey?
Nappa: es simple, el se quedara como rey sustituto, ya que sin el príncipe no existe nadie de la familia real que lo reemplace y ante cualquier ataque que ocurra, tu padre es el indicado, no por gusto es la mano derecha del rey.
Kakaroto: entiendo, está bien Nappa, esperare pacientemente.
Fin de la comunicación.
La noche había llegado al planeta del juicio, los prisioneros se preparaban para cenar y luego dormir, pero para alguien esa noche podría ser la última de su vida.
Las conspiraciones de algunos parecían no dar tregua al príncipe, ya que vegeta no se había dado cuenta que en su cena le habían puesto el veneno para matarlo, este tendría una respuesta un poco lenta pero letal. El peligro estaba enfrente de los sayayines, algo inesperado ocurriría.
Continuara….