Incluso aunque el mismo Minseok había descrito su relación como que eran una pareja casada, Jongdae no estaba muy seguro de poder explicarlo tan fácilmente.
«Siempre estoy y estaré para él, eso no tiene nada raro.»
Dada su personalidad y sonrisa característica, la gran mayoría de su grupo decidían dejar el tema de lado ante eso pues Jongdae rara vez se tomaba las cosas en serio, o por lo menos era así como pensaban.
—¿Sabías que Chanyeol se fijaba mucho en ti antes de fijarse en Baekhyun? —Junmyeon le soltó un día mientras se preparaban para salir al escenario, haciendo que volteara a ver al mencionado y le viera ayudando a Baekhyun a acomodarse el micrófono—, pero tus ojos siempre han estado en Minseok.
¿Quién podía juzgarlo? Al principio eran solo él y Minseok en un grupo destinado a brillar en China, dos Coreanos que aún tenían algunos problemas en hablar fluidamente y organizar las ideas en Chino, en un inicio solo se tenían el uno al otro y no era porque los demás fueran cerrados o asociales, sino porque esa familiaridad de tener la misma tierra natal les hacía entenderse más rápidamente que con el resto.
Tiempo después Luhan le enseñaría que no era así.
Jongdae a veces era lento por naturaleza, no se había dado cuenta de nada ni había pensado demasiado las cosas, por aquellas épocas a penas se había dado cuenta de que sentía atracción por Minseok y pensaba que ese Baozi era solo una forma amigable de llamar a Minseok, nunca sonó como algo más y así siguió hasta que un día les encontró besándose en su habitación.
Los dos entraron en pánico mientras él se mantenía de pie, congelado, en el umbral de la puerta, Luhan empezó a decir algo en una rara combinación de Coreano y Chino que no entendía realmente mientras que Minseok le jalaba hacia adentro y cerraba la puerta.
—Sabemos que está prohibido, pero- Chen, por favor no le digas a nadie.
Minseok se había apresurado a decir en un tono tan rápido que a penas y le entendió—. Yo no diré nada, no tienen que preocuparse por nada.
También recordaba que había dicho eso, con esa sonrisa que algunas fans habían llamado como gatuna, palmeado los hombros con un suave ‘felicidades’ antes de darse media vuelta y salir de la habitación, caminando directamente a la suya y encerrándose en ella.
¿Le había dolido? Sí y mucho. Había estado manteniendo sus sentimientos a raya porque sabía que no estaba permitido y porque ni siquiera estaba seguro de que Minseok tuviese gusto por los hombres. Ellos, sin saber, le habían hecho darse cuenta de que estaba equivocado y que las dos eran muy reales.
Paso un buen rato dolido y hasta deprimido, para él no era tan fácil enamorarse y aunque sí entraba en la lista de los populares del grupo, tampoco era alguien a quien le llovieran chicas y chicos del cielo por donde pasara, el hecho de que la persona que él quería se hubiese enamorado de otra persona no era la sensación más placentera y ciertamente parecía una mala jugada del destino.
Fue después de unas semanas que se dio cuenta de que no podía seguir así, de nada le servía atormentarse por ello y fue entonces que llegó a la magnífica conclusión de ayudarles y servir de “consejero” a los dos, escuchándolos cuando necesitaban a alguien y ofreciéndoles un hombro en el que llorar cuando las cosas eran muchas. Quería que Minseok fuera feliz y en eso trabajaría.
Luhan y él lucían felices, Minseok era paciente para enseñarle algo que no entendía del Coreano, idioma y costumbres, mientras que Luhan era igual de paciente con el Chino, los dos sonreían y disfrutaban de las cortas interacciones que tenían frente a la cámara y que hacían gritar a millones de personas. Jongdae se sentía orgulloso y dejó que ese orgullo aplastara el dolor que aún sentía.
Pero entonces, Luhan dejó el grupo.
Unos días atrás había notado que las cosas estaban raras, por decirlo así, no es que Luhan se comportara de manera cortante o grosera, pero había algo que le decía que había algo raro ahí. Nunca imaginó que él y Kris dejarían el grupo de momento y aunque sabía que afectaba todo, su primer pensamiento fue Minseok.
El ahora más grande del grupo estaba, obviamente, destrozado; no importaba como intentara ocultarlo, Jongdae podía ver como tensaba la mandíbula para impedir que el labio le temblara y como parpadeaba constantemente para evitar que las lágrimas se le escaparan y echaran a perder el grueso delineado que normalmente enmarcaba sus ojos. Jongdae lo conocía más de lo que se conocía a sí mismo y es por eso que esa misma tarde lo abrazó y sujeto cuando por fin dejó salir todo lo que tenía acumulado durante todo el día.
—Es injusto.
Minseok dijo entre sollozos, pero Jongdae no entendió si se refería a que era injusto el cómo la compañía los trataba o si era Luhan quien se estaba portando injusto. Un tiempo después cuando se encontraba más tranquilo, le explicó que Luhan había decidido terminar porque el seguir juntos podría traerle problemas él, al grupo y hasta la compañía… tenía un poco de sentido, debía aceptar.
Los meses empezaban a pasar y Minseok seguía tan dolido como muchas fans y hasta el mismo Junmyeon quien al parecer no había acabado del todo bien con Yifan, pero realmente no le importaba, él seguía ahí, a su lado, haciéndole reír con sus comentarios sarcásticos y cuidándole de las palabras hirientes de supuestos fans que atacaban a los dos Chinos por haberse ido e incluso Minseok por su aspecto físico. Aquel sentimiento que había reprimido por el bien del otro empezaba a resurgir a medida que Minseok se recuperaba, el vocalista empezaba a ilusionarse de nuevo, el corazón le latía con fuerza al pensar que quizá, solo quizá, Minseok podría estar con él finalmente.
Pero como por arte de magia, Sehun apareció.
En esa ocasión Jongdae lo sintió como una patada en la boca del estómago, no podía creer que alguien había podido entrar en el corazón de quien había cuidado con casi devoción por tanto tiempo, ¿qué había hecho Sehun? Aparentemente algo mejor. O al menos así lo creyó en un inicio, pues al pasar el tiempo, empezó a entender que esa relación no era buena.
Sehun era la segunda persona más cercana a Luhan, justo detrás de Minseok y aunque nunca lo había dicho abiertamente, también estaba enamorado de él. Los dos seguían dolidos y tenían muchas emociones conflictivas, mismas que dieron solución emparejándose.
Una mala idea, si se lo preguntaban a él. Aún con eso se encontró a si mismo apoyándolos de nuevo, estando ahí cada que el otro lo necesitaba y siendo, una vez más, el soporte.
—Pareces masoquista, la verdad —Baekhyun dijo después de que Minseok había salido de la habitación después de una discusión con Sehun—, la verdad ni idea de cómo le haces.
—¿Tú que vas a saber? —le recriminó, restándole importancia mientras miraba su teléfono—. Chanyeol y tú no son la pareja más ordinaria.
—Debiste haberle dicho esa vez —el otro continuó, ignorando su comentario—. Esos dos están en una relación destructiva y lo sabes.
Lo peor de todo es que tenía razón, él quería ayudar a Minseok y aún así permitía que Sehun le hiciera daño y que el propio Minseok dañara a Sehun.
—Ya lo sé.
⧫⧫⧫
—Las cosas no van bien, ¿sabes?
Jongdae suspiró, dejando su teléfono a un lado para mirarlo—. ¿Por qué dices eso?
Minseok se alzó de hombros, fijando la mirada en la ventana—. Solo lo sé… No te lo dije, pero, hace una semana terminé con él.
—¿Qué? —Los ojos se le abrieron más de lo que quizá era normal mientras lo miraba, de todas las cosas que esperaba que dijera, esa no era una que tenía en mente.
—Sí, no tenía sentido… Los dos empezamos a andar porque creíamos que así nos sentiríamos mejor por lo de Lu, pero no fue así —Minseok suspiró, apartando la mirada de la ventana finalmente para ver a Jongdae—, creo que es lo mejor.
—Si te soy sincero también lo creo —dijo, esperando que el otro no se sintiera ofendido y suspirando de alivio cuando sonrió levemente.
—Lo sé, lo había notado desde antes pero, no quería dejarme caer de nuevo —susurró, mordiéndose el labio y recargando la cara en su mano—, decepción tras decepción.
Jongdae contuvo las ganas de decirle que él podía hacerle sentir mejor, que no lo decepcionaría porque seguramente sonaría como un desesperado arrogante—. No todo es así, hay más cosas.
Minseok soltó una corta risa, Jongdae y su positivismo eran algo que apreciaba mucho, eso y el hecho de que era de los pocos que conocía el lado serio del otro, quizá el único, si lo pensaba mejor—. Supongo que sí, pero en un ámbito romántico sí que lo es.
—No pienses así.
Era difícil, después de lo que había vivido no era tan fácil decir que la vida era bella cuando las relaciones que iniciaba fracasaban de una manera tan fea, no es que la lista fuera larga, pero ambas habían sido significativas y eso era lo que le importaba. Quizá era su culpa, quizá no debió dejar que su corazón le guiara por esos caminos, tal vez así pudiera haber evitado las dos cosas.
—Lo intentaré, gracias Jongdae.
—Ya sabes que te apoyo.
Le sonrió, sabía que así era y era de las cosas que más agradecía del otro… Minseok entrecerró los ojos.
Jongdae siempre lo había apoyado en sus relaciones, había estado siempre presenta para ayudarlos en lo que tuvieran problemas, había guardado el secreto de él y Luhan por aquel entonces e incluso había tratado de hacer que las cosas funcionaran entre Sehun y él por más mala que fuera la idea.
Jongdae
Jongdae
Jongdae
—Tú siempre has sabido qué decir —dijo, mirándole mientras parecía confundirse levemente por las palabras—, no me digas que he sido un idiota todo este tiempo.
—No sé a qué te refieres pero no te llames así —por un momento sintió que el corazón se le detenía antes de acelerarse completamente, haciendo que desviara la mirada y soltara una risilla nerviosa—. Deberíamos de ir a comer algo.
Minseok sonrió, acercando la cara al otro y asintiendo levemente—. Me agrada la idea, pero vamos solos tú y yo… acabo de darme cuenta de que tengo muchas cosas que preguntarte.
—V-Vale, vamos.
Sí, Jongdae siempre iba a estar ahí para Minseok… solo esperaba que en esta ocasión él pudiera tener a alguien en quien apoyarse porque estaba a poco de desmayarse.