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Escape por Merokochan

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Notas del capitulo:

Debo ser la peor ficker del mundo mundial xD

Debo confesar padre que he pecado, mi pavor a escribir en movil me tuvo practicamente alejada del fic. Aparte de un bajon y una minicrisis, mi practica dibujando y bla bla. 

En fin, ya esto parece HxH :v solo que yo estoy sana fisicamente. 

Nose si lo notaran al leerlo, pero en un momento dado me quede en plan "como carajo llegue? Como le sigo? Que excusa le meto ?" y estuve como una semana maquinando xD

El dia de hoy (28 de agosto ) me dije "bueno, ahora si terminare el capitulo que si no llega primavera y no subi nada xD" y escribiendo como que le di vueltas al asunto mientras pensaba que diablos podia hacer hasta que ¡PUF! Se me ocurrio Alta idea, pero para que encajara debia hacer un pequeño sacrificio. Pero tranqui todo resultara bien. .... . . 

Estara de vuelta.. Nose si entero muajajajaja

 

 

Como siempre agradezco con muchisimo amor a todos quienes leen, quienes comentan, si comparten ,recomiendan (ya me imagino el "esta super pero la pendeja no actualiza seguido" (;∀;)).

Y un cariño enorme a Ruthy,por dios casi me caigo de la risa con tu referencia .

-Comento dos veces en un lapso de 3 semnas en el mismo capitulo ... Debe haber un mensaje oculto en algun lado (inserte meme) -

Gracias ,gracias gracias. No tienen la minima idea de lo que significa que les guste mi fic. 

Sin mucho mas que decir, que disfruten el capitulo :)

 

 

Mientras el público estaba extasiado con los números de cada uno de los integrantes del circo, en las afueras de la carpa algo estaba sucediendo. Mas precisamente, en el recinto de los leones. Allí estaban Takano y los cinco leones, los felinos estaban descansando y alerta ante cualquier posible interrupción mientras su compañero humano está alistando en una gastada mochila oscura de cuero algunas cosas que pensaba podría ser útiles en el camino. Mientras estaba colocando carne envuelta en varias capas de papel aluminio, su mente estaba en un caos frenético. Hacía ya un año que estaba allí y parecía haber olvidado las razones que lo llevaron a ese lugar.

Ver a sus amigos peludos allí encerrados era un recordatorio diario de la promesa que hizo con ellos y el trato que los unía. No podía simplemente olvidarlo, hacerlo solo sería rendirse ante aquellos que le quitaron todo y lo arrinconaron hasta tener que dejarlo todo atrás y estar a la deriva. Él lo sabía y los leones también. Ellos eran los únicos que podían protegerlo del peligro que tendria que afrontar, al menos era así hasta que todo se descontroló con la llegada de Chiaki. No lo odiaba, tampoco le tenia afecto... Solo era consciente de que con su llegada algo serio y muy poderoso estaba acechando. Lo mejor que podia hacer ahora, era adelantar su huida y desaparecer antes que todo se salga de su control, si algo odiaba con todo su ser eran los desvíos especialmente aquellos que te ponen en una encrucijada posiblemente letal. 

Cuando finalmente termino de empacar, colocó la mochila a su hombro y siendo cauteloso, susurro algo, los leones de inmediato se levantaron ante aquel susurro y de inmediato siguieron a Takano a traves de la cubierta. 

Todos siendo alerta y sigilosos, avanzaron en fila hasta la parte posterior del barco, lugar que nadie frecuentaria hasta muy avanzada la noche. Teniendo por seguro que nadie lo veria fue observando a su alrededor buscando como bajar del barco. 

 

>>>Mientras tanto<<<

 

Simplemente no podía hacerlo, no ahora que le habia visto. Sentía que su ansiedad aumentaba y su respiración se entrecortaba. Mirando hacia todos lados con la mirada perdida sin saber qué hacer, porque no podría cumplir con su mision despues de todo. Pero entonces ¿que?, era la cuestión. No podia cumplir, pero tampoco podía irse, no quería hacerlo. Su mente luchaba por controlarse. No sabia cuanto mas podria aguantar para dejarse llevar por la frustración y causar estragos. Lo único que se le ocurrió fue buscarlo y sacarlo de allí. Si él había podido volver, entonces ese lugar ya no era seguro. 

Con las emociones a flor de piel, fue buscando donde podría encontrarlo. Sin siquiera fijarse en la gente que pasaba a su lado desconcertada por sus empujones y pasos frenéticos con su mirada nerviosa observándolo todo y a su vez nada. Buscando en cada rincon, en cada cuarto que encontraba, sus nervios se acrecentaban. Cada desacierto hacía que su desesperacion lo dominara cada vez mas. 

Ya habían pasado varios minutos sin siquiera una pista de donde podia estar, ya estaba practicamente errático en sus movimientos y una leve jaqueca ya atormentaba su cabeza. Era cuestion de tiempo, necesitaba saber que estaba a salvo. 

Estaba ya cansado de soportarlo, cansado de aguantarlo. Ya estaba siendo observado con detenimiento sus movimientos. Como si alguien empezara a notar su desesperacion e infortunio. Y eso lo alerto aun mas. Ya habia llegado a uno de los extremos del barco, el mas alejado y no parecia haber mas lugar donde buscar. Cuando entonces, un leve silbido acudió a sus oidos. Miro hacia los costados buscando su origen, pero confuso casi salta del susto cuando siente que su pie es tomado prisionero. 

 

-¿¡Pero que...?! -

 

Y antes que levantara mas la voz, pudo ver que alguien se asomaba de una escotilla. Su mano derecha aprisionaba su pierna mientras que su mano izquierda cubria su boca en un gesto ordenando silencio. 

 

-Calla... - susurro Mirio con una mirada mortalmente seria y le advirtio -o sabran que estas aqui y habra problemas...-

 

-Habra mas si seguimos aqui... - alcanzo a decir el aludido con una voz agitada. 

 

Mirio frunció el ceño, estaba confundido. 

 

-¿De que hablas? -

 

-¡¡Debo llevármelo, él esta en peligro!! - le grito sin medirse, provocando una reaccion de sobresalto en el chico rubio. Su mirada sucumbia en el terror y el lo notó . Mirando a un lado y al otro abrio la escotilla y le indico que entrara. 

Casi entraron a los tropiezos, habia apuro y no habia mucho tiempo. Cuando finalmente llegaron al cuarto solo habia que cruzar una puerta improvisada, Mirio se detuvo y se volteo hasta tenerlo frente a frente. Aun estaba serio y sin esperar palabra le susurró sin desviar la vista. 

 

-No se que estara pasando, pero si vas a llevartelo sera porque èl quiere. No aceptare que te lo lleves a la fuerza. Tu puedes ser quien sea pero el hizo su vida aqui los ultimos 8 años y yo me encargue de eso... Digamos que soy lo mas cercano a un hermano mayor. ¿Lo comprendes? - no espero mucho, vio que de forma leve asentía.. Algo resignado. Pero tenia razón. 

Entraron al cuarto, primero despacio, el rubio no dejo de observar a Misaki que estaba de espaldas a ellos. Incluso a cierta distancia se notaba sus nervios, como si hubiera visto un espectro. A su lado estaba Chiaki que como podia lo consolaba y fue el primero en notar la presencia ajena. Volteo a verlos y su rostro se paralizo al ver que alguien acompañaba a Mirio. 

Mirio con un gesto indico que su acompañante se quedara en el lugar y luego avanzo hasta donde estaban sus amigos. Le susurro algo a Misaki y luego se dirigio a Chiaki. 

 

-No se que podemos hacer... - le dijo pensativo y con la mirada baja. 

Chiaki le observo intrigado. Siempre lo habia visto optimista y con un as en la manga, ahora verlo desconcertado y confuso... Era algo nuevo. 

 

-¿Que sucede? - cuestiono Chiaki

 

-Vino a buscarlo... En tanto ellos decidan que hacer, nosotros veremos que haremos, pero debe ser rapido... Tenemos poco tiempo-

 

Mientras, el pobre castaño luego de escuchar que Mirio le susurrara "Regreso por ti" tuvo miedo. No de él precisamente. Tuvo miedo de que no reaccionara como pensaba que haria, no sabia ni como el mismo reaccionaria. Habia pasado mucho tiempo, muchas emociones se arremolinaban en su interior que no podia decidirse por cual. 

Sus ojos empezaban a humedecerse, su boca luchaba por pronunciar algo, pero solo alcanzaba a murmurar silabas al azar. Él noto eso, le dolia en el alma verlo asi. No le habia visto tan indefenso como hace 8 años. Pensaba que al verlo en su actuacion, tan decidido y jovial creyo que tal vez todo esto no valia la pena. Pero verlo de pronto asi, era como si regresaran al pasado. Tambien estaba nervioso, tambien apenas lograba decir algo. Dio un paso al frente y el chirrido del piso de madera hizo que Misaki sobresaltara un poco. Se detuvo, atento a sus reacciones. Incluso solo viendo su espalda podia saber que estaba sintiendo. De nuevo otro paso, observo que no hubo sobresalto y entonces dio otro mas. Finalmente pudo ver que de forma lenta se voltea un poco. Apenas pudo ver su perfil, su ojo que aun brillaba con la misma intensidad y ahora estaba humedo, su nariz y su boca. Todo parecía igual. Cruzo miradas y el tiempo de nuevo se detuvo. Parecia estar inseguro, como si desconfiara de todo, como si lo que tenia alli fuera a desvanecerse. 

 

-Misaki... - fue lo que finalmente salio de sus labios mientras se acercaba primero despacio y luego alargando sus pasos. 

 

Fue cuando su cuerpo fue rodeado por sus brazos y su rostro se hundió en su pecho que pudo pronunciar algo antes de derramar lagrimas sin parar. 

 

-¡¡Usagi!!

 

Ante el grito y el llanto derramando años de anhelos y desesperacion, el aludido afianzó el abrazo y apoyo su cabeza en el suave cabello castaño buscando todo el contacto posible. Casi al instante que lo hizo, no pudo soportarlo y sintio ganas de llorar. 

Luego que el castaño se calmara, Usagi se alejo un poco sin soltarlo y mirandolo a los ojos le hizo la pregunta

-No hay mucho tiempo, ¿querrias venir conmigo? No estas seguro aqui ahora... Pero no quiero llevarte a la fuerza... -

 

Misaki parecio pensarlo. Ahora que estaba alli, le seguiria a donde fuera. Pero no queria dejar a sus amigos. En especial Mirio, el habia sido lo mas cerca que se podria ser como familia. Dejarlo atrás era injusto para el. Por ello, miro a sus amigos, como buscando consejo. 

 

-Anda, estaremos bien aqui- le dijo Mirio. Sabia que no querria irse si le decia lo que realmente queria, pero sabia lo mucho que siempre habia querido. 

 

Chiaki estaba pensativo. No sabia que hacer en ese momento. Tenia muchas dudas al respecto y en especial por algo ocurrido en el instante que observo esos misteriosos ojos morados. Justo en ese momento una voz parecio escuchar. Una voz que le pareció escalofriamente familiar. 

 

"Tranquilo, tendras una vida nueva ahora... No necesitas recordar nada"

 

-Lo siento Mirio... Pero creo que iré - dijo en voz baja pero lo suficiente alta como para que el aludido le escuchara. 

 

Mirio de repente se sintio un poco dolido ahora que estaria solo. Pero con una sonrisa lo animó. 

 

-Esta bien, entonces los guiaré hasta la cubierta por donde puedan irse de manera sigilosa. Pero sera mejor que nos apuremos-

 

Y con lo ultimo dicho, los cuatro se dirigieron hasta la cubierta, encabezados por Mirio que los guiaba. Al llegar, Mirio fue buscando hasta encontrar uno de los amarres a tierra que impedía que el barco se alejara. Los demas le observaron algo confundidos. 

 

-La unica forma es que se cuelguen de esta soga y vayan hasta tierra. Son solo 4 mts de altura... Pero tengan cuidado-

 

Chiaki estaba asustado y nervioso. Nunca habia hecho eso antes y no sabia que podria ocurrir si se safaba de alli, era mejor no saber. Tan solo podia observar como la distancia parecía aumentar debido al vertigo que comenzaba a sentir. Pero justo en la ribera pudo observar algo, a pesar de estar oscuro estaba muy seguro que habia alguien que le resultaba conocido justo alli. 

 

-¿Acaso ese no es... Takano? 

 

Los demas observaron a donde señalaba, pudieron no solo verlo a él.. Por muy descabellado que les parecia, estaba con los leones. ¡Alli afuera, en plena calle con 5 leones!! Ninguno podia dar credito a lo que veian. 

-¿Pero que diablos esta haciendo? -

Alcanzo a decir Mirio sorprendido. Sin siquiera pensarlo salto sobre la cuerda y con cierto apuro se desato el pañuelo que llevaba en su cuello como parte de su traje y la coloco sobre la cuerda y se aferro a ella en una improvisada tirolesa para deslizarse hasta tierra. 

Ni bien piso tierra fue hasta alcanzar a Takano. Los leones voltearon al escuchar sus pasos pero como le conocían no reaccionaron. Esto provoco que Takano volteara asustado y en un acto reflejo casi golpea al rubio, solo no lo hizo porque este sostuvo su brazo adivinando su reaccion. Lo que siguio fue una acalorada discusión. 

 

-¿¡Que diablos haces al escaparte con 5 leones?! -

 

-Esto ya estaba planeado mocoso. Ellos quieren regresar a su hogar y yo quiero resolver unos asuntos. Ustedes no tienen por que meterse-

 

-¿¡Acaso sabes los problemas que vas a causar?!-

 

Takano estaba harto, no podia perder mas tiempo. 

 

-¡¿Crees que no hay problemas ya de antes?!¡¡Ni siquiera eres capaz de enfrentar lo que te paso antes de estar en este lugar!! ¿¡¡Acaso no quieres respuestas!!? -

 

Ante lo ultimo, el rostro de Mirio cambio de repente. Su ceño fue cayendo y sus labios los fue apretando tratando de soportar la ola de impotencia contenida. Pero no se quedo atras ante los reclamos de Takano. 

 

-¿¡¡Y tu que diablos sabes!!? ¡Ni tienes idea ni sabes nada de eso! -

 

Mirio estaba irreconocible, su cuerpo estaba temblando a causa de la frustracion y la ira. Ambos estaban enfrascados en la discucion que no notaron que Usagi ayudaba a bajar a Chiaki y Misaki hasta tierra, lo que claramente significaba algo. 

 

-¡Debemos irnos! La funcion esta terminando! No tenemos mas tiempo- dijo Misaki mientras recuperaba un poco el aire luego de tamaño esfuerzo. 

Mirio quedo inmóvil, sin decir palabra. 

Usagi fue el primero que propuso una idea

 

-Vayamos a la estacion, podremos viajar de polizones en el tren, iremos al siguiente pueblo y alli veremos que hacemos, vamos- y con la ultima indicación le siguieron Misaki y Chiaki en dirección rio abajo hasta la estacion que estaba a unos 5 km llendo por calles angostas y deciertas. 

Takano les observaba mientras se alejaban. El leon mas viejo le miro y dijo algo. 

-Vayamos con ellos, el tren es el medio mas rapido para alejarse de la ciudad-

 

Takano suspiro, tenia razon. De modo que les indico a los leones que le siguieran y los 6 fueron tras Usagi, Chiaki y Misaki. 

Solo quedo Mirio, aun inmóvil observando como sus amigos se alejaban. Su semblante sombrio y triste, sus lagrimas que comenzaban a caer. Sin nada mas que hacer mas que desearles toda la suerte del mundo. 


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