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Two Halves of One por CheekyMint21

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

¡BEIBIS! ♥

¿Qué tal estáis bebés? ¡Yo estoy súperrecontraarchimega FELIZ ^3^

Y orgasmeada y un poquito sangrada de la nariz después de ver que 334 personitas se han tomado el tiempo de leer mi fic y me habéis dejado tres sensuales y bonitos reviews :’3

En verdad, alegráis a mi kokoro pequeño y negro LOL XD

Y pues, sé que el fin de semana no actualicé y MIL DISCULPAS por eso, pero cómo sabran era Semana Santa y pues yo sigo el camino de Yisus nuestro Señor…

DP: ¿De verdad quieres hacerles creer qué estuviste en la iglesia, loca escritora? JA.

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA XD

Spidey: Hasta yo sé que eso es mentira, andabas de borracha u.u

¬¬*

Algunos aquí, entre nosotros, no quieren darse amor anal en lo que resta del fic por lo qué veo… ¿Verdad, chicos?

Spidey: *mirándose las uñas* Pues por mí bien, ni quería qué… ¡HMPF!

DP: *Tapándole la boca a Spidey* ¿De quién hablas? Yo aquí no veo a nadie. Es más, Spidey y yo ya nos íbamos… BYE loca psicótica ^^

*Se va con Spidey secuestrado*

Aw ♥

Ternuritas, adoro cuando me temen y puedo controlar sus vidas :3

¡ENFIN!

Seh, la arañita gruñona tenía razón, la verdad es que me fui de fiesta y pues me puse mamada de la hostia y pues escribir con la resaca cómo que no van muy bien juntos LOL

¡PERO!

Ya estoy aquí, así que espero que disfrutéis del capítulo de hoy y de, de nuevo, MUCHISIMAS GRACIAS por darle apoyo a mi fic de verdad qué me hace feliz como una lombriz.

Quiero dedicar éste capítulo especialmente a:

+ Altaír Lenaf: Por ser mi primer review, TE ADORO ♥ Y espero que la historia siga siendo de tu agrado, ¡muchas gracias por ser la primer@ en dedicarme unas palabras!

+ Gabito: ¡AW! Cosita… me has hecho el día con lo de Javier Cercas, ¿qué te digo? El acento se me sale hasta por las orejas LOL XD Y pues ésa es la idea, la verdad es qué le estoy dedicando mucho tiempo a la historia y espero poder terminarla. No sé cuántos capítulos tendrá, pero TE PROMETO poner de toda mi parte para terminarla. ¡Muchas gracias por tu review! ♥

Y bueno, ya os dejo de dar tanta lata y ahora sí, sin más…

¡A leer! :3

-Capítulo Tres-

“Agitados, no revueltos”

POV’s Peter:

 

-Vale, entonces… -Deadpool se rascó el cuello, sin saber ni cómo ver a Peter después de todo lo que acababa de soltarle. - ¿Alguna pregunta?

El joven sólo lo observó fijamente, y el cuadro no podía ser más cómico: Dos hombres, un joven y un adulto en un avión destartalado, cada uno sentado lo más alejado posible del otro. Deadpool desvió los ojos de nuevo a la bolsa con hielo que el castaño sostenía sobre sus partes nobles, las cuáles había… casi aplastado hacía sólo cosa de minutos.

-Flashback-

-Veamos quién es el hijo de puta detrás de la máscara… -masculló Peter de forma sombría, estirando la mano para empezar a sacarle la máscara a aquel sujeto.

Peter metió los dedos bajo la tela de spándex y lentamente empezó a levantar la máscara, su corazón latiendo de forma errática dentro de su pecho…

Lástima que no contaba con que Deadpool fuese más fuerte que él.

Pese a haber entrenado y haberse puesto más fuerte, a Deadpool sólo le tomó un rápido movimiento para sacarse a Peter de encima y arrojarlo con una fuerza sobrehumana lejos de él. “¡Mierda! Sí que es fuerte…” pensó el arácnido, colgándose del techo y viendo fijamente al tipo del traje rojo y se dio cuenta: No había estado intentando atacarlo ni nada. Peter apretó la mandíbula de forma tensa.

- ¡¿Y eso qué mierda fue, Spidey?! ¿Así tratas a tu fan número uno? –le gritó furioso aquel tipo, y el comentario no hizo sino molestar al castaño.

- ¿Fan número uno…? ¡¿Fan número uno?! –repitió, sintiendo los ojos aguados debido a la furia. - ¡Lo que tú eres es un asqueroso violador de mierda! ¡Maldito desgraciado!

Peter se lanzó hacia él con intención de matarle, pero Deadpool fue más rápido y se apartó antes de que pudiese darle alcance. Peter derrapó en el suelo polvoriento, su pecho subiendo y bajando de manera frenética.

-¿De qué carajos estás hablando, niño? Me gusta follar duro, pero no soy ningún violador… -Peter rechinó los dientes, aquel tipo estaba sacándole de quicio con sus juegos estúpidos.

- ¡Al menos admítelo, maldito cobarde! –chilló Peter, su voz rota y estrangulada por las lágrimas.

La ira le nublaba el juicio al castaño, no le dejaba pensar con claridad. Todo lo que quería en aquel momento, era hacer pagar al mercenario, causarle tanto daño y dolor como él se lo había causado a él. Peter le lanzó una bola de telaraña que distrajo al mayor y aprovechándose de eso, empezó a lanzarle puñetazos, ambos enzarzándose en una pelea cuerpo a cuerpo. Peter le lanzaba puñetazos con todas sus fuerzas, con toda la ira que llevaba dentro, pero Deadpool apenas y parecía estar haciendo esfuerzos en defenderse, lo cual irritaba aún más al castaño porque sentía que estaba dándole la ventaja a propósito.

 - ¡Pelea de verdad, bastardo! ¡Pelea! –le exigía el menor, soltándole patadas y puñetazos.

-Vale, ya me tocaste los cojones mocoso… -masculló el mercenario y de un movimiento, tomó la entrepierna de Peter con fuerza, sacándole un alarido al menor. - ¡No quiero pelear contigo, niño! ¡Métetelo en ésa maldita cabeza tuya! –rugió el mayor, su voz fuerte como trueno.

Deadpool le soltó, dejándole caer al suelo de golpe y sacudió la cabeza… como si estuviese negando a una pregunta que Peter no había formulado. El castaño se arrodilló en el suelo, sujetándose sus partes nobles con fuerza e intentando a duras penas no llorar del dolor que le había provocado aquel apretón en sus pelotas. El mercenario suspiró y se dio media vuelta.

-Ahora por tu culpa perdí a ése cabrón, muchas gracias… -le dijo con acidez, alejándose para escapar.

“Oh, no… ¡De eso nada!” pensó Peter con ira, y pese a tener a Karen advirtiéndole que no podía vencer a Deadpool en una pelea cuerpo a cuerpo… no tenía planeado dejarle ir así nada más. Y menos con vida.

-Karen… mátalo. Ahora. –Karen negó, pero Peter no escuchaba de razones. –Dije que lo mates… ¡YA! –rugió desesperado.

El IA no tuvo más que obedecer y sin más, de la araña en el centro de su pecho se disparó un rayo muy parecido a los que usaba Iron Man en su propio traje. Peter desvió la vista en cuánto el rayo atravesó a Deadpool justo en el pecho…

Todo quedó en silencio.

Peter no se atrevía a abrir los ojos, no podía… no podía ver el cadáver del mercenario al que acababa de asesinar y había caído al suelo de un golpazo. “Mierda…” pensó el castaño y soltó un sollozo, no pudo evitarlo: Acababa de hacer justo lo que se había prometido que jamás nunca haría. Y eso le hacía sentir muy mal, como una asquerosa y pequeña cucaracha. Karen confirmó que había alcanzado a su objetivo y Peter soltó otro sollozo, porque se sentía demasiado culpable… demasiado asqueroso. Asesinar a Deadpool no le había dado la satisfacción que esperaba.

-Ouch… eso ha dolido. –interrumpió sus sollozos una voz… la voz del mercenario al que acababa de asesinar.

El castaño alzó la vista de pronto, sólo para ver como Deadpool se levantaba del suelo, soltando enormes carcajadas y con un enorme agujero en el centro del pecho. El mercenario negó con la cabeza, todavía riendo, como si aquello fuese lo más normal del mundo.

-Jo-der. Creo que ésa ha sido una de las muertes más dolorosas, eres cruel arañita… -dijo, aún en tono divertido mientras se limpiaba el polvo del traje.

Peter empezó a retroceder, espantado al ver a cadáver que se movía, reía y hablaba como si nada. Sin poder contenerse, lanzó un chillido de puro horror.

-Oh, ¡venga ya! ¡¿Tú también?! Y esto que se ponía bueno… -el mercenario suspiró, fastidiado ante la reacción del menor. –No puedo morir, ¿vale? Y también me regenero muy rápido, ahora ya déjate de mariconería. –le dijo, acercándose al menor que estaba acorralado contra la pared. –Venga, Spidey, de verdad no fue tan malo, mira… -el mayor se metió la mano en el agujero en el centro de su pecho. -¿Viste? No duele, no te sientas mal. –estiró la mano y le dio palmaditas al joven en la cabeza.

Peter parpadeó, pequeños puntos negros se aparecieron en su campo de visión. Karen le advirtió que iba a desmayarse a causa de su presión que se había subido debido al susto.

- ¿Qué eres…? –fue lo último que susurró el castaño, antes de precipitarse hacia los brazos del mercenario que le atraparon antes de que se estampase contra el suelo.

Deadpool suspiró.

-Por ahora, un violador al parecer… -susurró con tristeza, cayendo en cuenta de lo que había pasado.

Había tenido otro ataque psicótico.

Frunció el ceño y cogió al muchacho entre sus brazos.

Necesitaba arreglar éste desastre.

-Fin del Flashback-

{Seremos imbéciles, dañando la mercancía antes de siquiera haberla probado…}

<Técnicamente ya la “probamos” sólo que no lo recordamos.>

Deadpool nada más carraspeó, todavía incómodo ante lo que el joven Peter le había dicho: Qué hacía cosa de un mes él, o séase Deadpool, lo había violado. El castaño seguía sin decir nada, seguía viendo al mercenario fijamente como si fuese un problema para el que necesitaba encontrar una solución. Sus ojos estaban sobretodo fijos en el agujero en el centro del pecho del mayor, que ya casi había sanado por completo a una velocidad inhumana.

{¡Güay! El culo de Spidey es nuestro LOL}

 

-Joder, ¿quieren callarse? El tipo quiere cortarnos las bolas y dárselas de comer a los perros… -masculló Deadpool irritado, la mayoría de veces las cajas le ponían de mal humor.

{¿Y por qué a los perros? ¿Por qué no puede comérselas él? ¿Acaso nuestras bolas no saben a chimichangas? Bu, no seas aguafiestas, Wade.}

 

- ¿Con quién hablas? –preguntó finalmente el muchacho, sin cambiar la expresión de espanto que tenía desde que habían llegado a la “guarida” del mercenario.

Peter no tenía dudas de que Deadpool estaba demente. Ahora, qué tan chalado estaba, eso era harina de otro costal, pero a juzgar por la forma en que parecía hablar consigo mismo la mejor conclusión a la que podía llegar era que el mercenario escuchaba voces… voces dentro de su cabeza, que sólo él podía escuchar. El joven se estremeció un poco ante el pensamiento.

{¡Puta madre! ¡Wade, nos descubrió!}

<Miente. Miente. Miente por tu vida. Si le dices la verdad, seguro y sale corriendo…>

El mayor suspiró.

-Son… las llamo <> son voces, muy molestas debo añadir, dentro de mi cabeza. A una la llamo Amarilla y a otra Blanca… son un verdadero dolor de culo para serte honesto. –dijo, soltando otro suspiro.

{¡Oye! ¡No soy ningún dolor de culo, idiota!}

 

Peter miró al suelo un segundo, meditando lo que el mayor había dicho. Deadpool nada más frunció el ceño por debajo de la máscara… ésta era la parte en la que la mayoría se burlaban de él, le llamaban “chiflado” o simplemente se alejaban lo más posible de él. Sin embargo, el castaño no parecía perturbado. Seguía mirándole con ojos curiosos.

-Y… ¿no se van… nunca? –preguntó el menor, ladeando un poco la cabeza. El mercenario se relajó, Peter no parecía asustado.

{¡Nah! ¡Qué va!}

<Nope…>

-No, nunca. Desgraciadamente. –respondió Deadpool, con expresión triste. Las cajas le insultaron nuevamente, haciéndole poner los ojos en blanco.

-Karen… ¿dice la verdad? –le preguntó Peter al IA, porque todavía no se fiaba del mercenario.

-Sí, mis sensores indican que su actividad cerebral no es común. Presenta claros signos de esquizofrenia. –confirmó, y por alguna razón aquello entristeció al castaño.

-Oye Spidey, ¿quién es ésa Karen? ¿Tú también oyes voces? –preguntó el mercenario, intrigado ya que Peter siempre estaba hablándole a ésa Karen.

El castaño no pudo contener una sonrisa: El mercenario podía tener sus ocurrencias de vez en cuando. Deadpool le devolvió la sonrisa, a pesar de que Peter no podía verla.

-No, no oigo voces. Karen es el IA de mi traje… mi traje opera con la misma tecnología que el traje de pa… digo, el traje de Tony. –se corrigió, sintiéndose extraño al explicar aquello en voz alta.

La sonrisa de Deadpool se ensanchó.

- ¿Karen? ¿Cómo la esposa computadora de Plankton? –preguntó el mercenario burlón.

Peter desvió el rostro, sus mejillas coloradas.

-Me gusta Bob Esponja, ¿vale? No es gran cosa. –se cruzó de brazos, haciendo un puchero. Deadpool sonrió aún más.

{¡Awwww! ¡Cosita! Ven acá y seré tu Patricio Estrella…}

< ¿Cómo no darle amor anal con ésa carita?>

Deadpool río ante el comentario de las cajas, pero paró abruptamente cuando Peter finalmente se puso de pie y su expresión había pasado a ser más seria. Deadpool tragó en seco.

-Vale, déjame ver si entendí bien esto… estás aquí en Nueva York porque estás detrás de éste tipo, ¿cómo dijiste que se llamaba? –preguntó, alzando las cejas.

-Francis, reverendo hijo de puta. Vengo siguiéndole el culo desde Canadá, sí. –concedió Deadpool con un asentimiento.

-Vale. Y estás dándole caza porque al parecer hizo mierda tu vida, ¿verdad? –preguntó el joven de nuevo.

-Sip. Continúa. –Deadpool volvió a asentir.

-Y al parecer tú eres el que ha estado causando destrozos en la ciudad desde hace meses, ¿no es así? –Peter enarcó una ceja, más ésta vez no espero respuesta por parte del mayor. –Y también dices que la noche en que… -Peter carraspeó, incapaz de decirlo en voz alta. –aquello ocurrió, tú estabas fuera de ti mismo, casi como en una especie de… ¿Episodio psicótico?

Deadpool se revolvió incómodo.

-Vale, si lo pones así suena muy feo, pero… sí, básicamente. Y siento mucho lo qué pasó, de verdad no lo recuerdo. Y también siento lo de tus bolas, pero prefiero cubrirme la cara. –explicó, desviando la vista incómodo.

-Entonces, si atrapas a éste tipo Francis… ¿te marcharás devuelta a Canadá? –inquirió el joven, sin inmutarse por los comentarios irreverentes del mercenario.

Deadpool se llevó una mano al corazón, en gesto solemne.

-Te doy mi palabra de ciudadano canadiense. –dijo con total seriedad.

Peter se llevó ambas manos a las sienes y masajeó suavemente… aquella noche había sido demasiado larga, se sentía exhausto y tenía jaqueca. Era demasiada información para procesar, sin tener en cuenta de que Deadpool seguía revolviéndole las tripas por más que le dijera que lo que había hecho era a causa de un “ataque psicótico.” El joven suspiró con desgana… “Debo estar más loco que él para hacer esto” pensó para sí mismo, acercándose hacia el mercenario que le miró expectante.

-De acuerdo, Deadpool, haré un trato contigo… Joder, no puedo creer que en verdad esté haciendo esto… -masculló el castaño, volviendo a suspirar.

{¡Joder! ¡Nos va a proponer ser su sumiso cómo en “Cincuenta Sombras de Grey”! Spidey, pervertido… ¡Me encanta!}

 

Deadpool saltó de su asiento y cogió a Peter entre sus brazos, asfixiándolo y alzándolo de un lado a otro.

- ¡! ¡Sí, sí, sí, Baby boy! ¡Acepto ser tu sumiso! Aunque yo sea Christian Grey, ¡qué importa! ¡Acepto! ¡Mil veces acepto! –gritaba el mayor, emocionado como un pequeño crío.

Puso a Peter devuelta en el suelo y éste le empujó, colorado hasta las orejas y visiblemente incómodo ante el gesto del mercenario. Sin embargo, Wade seguía sonriendo bajo la máscara.

- ¿De qué coño estás hablando, Deadpool? ¡Esto no tiene nada qué ver con Cincuenta Sombras de Grey ni sexo, tarado!  -chilló el joven, sus mejillas casi brillando en medio de la oscuridad.

Deadpool soltó un puchero.

{P-Pero… nosotros… ¡BUUAAA! ¡Maldita araña calientapollas!}

 

- ¿Ah no? –dijo el mercenario, su voz suave y triste.

- ¡Por supuesto qué no, joder! –volvió a gritar Peter. Cerró los ojos e inspiró hondo: Necesitaba hacer uso de toda su paciencia con Deadpool. –Lo que iba a decirte es que, ya que eres una amenaza para mi ciudad y sólo piensas largarte devuelta a Canadá hasta que hayas atrapado a ése tal Francis… voy a ayudarte. Y así dejas de causarme tantos problemas, ¿te quedó claro? –preguntó, enarcando una ceja.

Deadpool parpadeó, viéndole fijamente por un par de minutos. “Mierda, seguramente no me puso atención… con eso de que siempre está escuchando voces y todo…”

- ¡Deadpool, bájame, imbécil! –gritó el castaño, nuevamente colorado y revolviéndose entre los brazos del mercenario que había vuelto a alzarlo del suelo.

- ¡Aww, gracias, Spidey! ¡Eres el mejor! Te prometo que seré el mejor compañero del mundo, mejor que Batman y Robin… ehh… bueno, ellos follaban, pero nosotros no, pero… ¡Joder! Tú me entiendes, ¿verdad? –dijo el mayor, rascándose la nuca.

Peter nada más rodó los ojos y se maldijo internamente… sólo Dios sabía en qué lío acababa de meterse.

-Sí, cómo digas… pero habrá reglas, ¿vale? Y tienes que prometerme que vas a cumplirlas al pie de la letra o yo mismo te llevaré con Fury. –le dijo el menor, cruzándose de brazos y muy serio.

{Pfft, ¿Nicky el tuerto? Bitch, please!}

< ¿Deberíamos decirle que su ex esposa es peor? Ya lidiamos con ella una vez…>

Deadpool sacudió la cabeza, ignorando a las cajas.

- ¡Sí, Capitán Baby boy! –el mayor le hizo un saludo marcial.

-Por favor, no vuelvas a llamarme así en voz alta… -Peter volvió a coger aire, tratar con Deadpool era como tratar con un crío con déficit de atención. –Vale, primero: Nada de contacto sexual. Eso incluye bromas, manosear sin permiso o cogerme en volandas de nuevo. Si me tocas, te patearé el culo, ¿está claro? Y debes mantener al menos un metro de distancia de mí.

{¡¿QUÉ PUTAS MIERDAS?!}

< ¿Al menos podemos darle al culo de Spidey un beso de despedida? Te extrañaré, Baby…>

Deadpool lo meditó un segundo.

-Vale, de acuerdo. ¿Y qué pasa si debemos pelear? ¿Tampoco puedo tocarte entonces?

Peter frunció el ceño: El mayor, por extraño que fuera, tenía razón.

-Está bien, si mientras estamos en una pelea debes tocarme… puedes hacerlo. Pero sólo si es estrictamente necesario, no te pases de listo. –Peter le apuntó a Wade con el dedo índice. –De acuerdo. Segundo: nada de salir a la ciudad sin mí, ¿vale? Te ayudaré a buscar a Francis, pero siempre debes salir conmigo y debo saber a dónde iremos y dónde estarás mientras estés en Nueva York. Y también debes decirme si vas a salir de día… porque tengo instituto y no pienso saltármelo por culpa tuya. A mis padres no les hará gracia.

-Sin problemas… espera… ¿Instituto? ¡¿Quiere decir que eres menor de edad?! ¡Oh, mierda! ¡Me follé a un niño! –el mercenario se llevó ambas manos a la cara en un gesto exagerado. - ¡Dile al Capi qué no me mate, soy su fan! –se tiró de rodillas al suelo, suplicando. Peter nada más rodó los ojos.

{¿El Capi? ¡Es a Stark al que debemos temerle!}

< ¿Hello? ¡Es un jodido menor de edad! Después de que el hombre chatarra y el Capi nos pateen el culo, iremos a la cárcel… y no queremos ir a la cárcel de nuevo, siempre dejamos caer el jabón…>

- ¡Deadpool, levántate! –Peter lo cogió de los hombros y rodó los ojos fastidiado. - ¿En verdad crees que si les hubiese dicho a mis padres lo que pasó seguirías con vida? Tony ya te hubiese desintegrado a nivel molecular y ni hablar de Steve… No saben nada. Así que déjate de chorradas.

{¡Nuestro pito está a salvo!}

< ¡Hurra por los secretos sucios de Spidey!>

-Uf… vale, gracias por eso. –el mayor suspiró con alivio. –Vale, reglas… ¿alguna otra?

-No puedes decirle a nadie de… esto. Nosotros trabajando juntos. Ni mucho menos revelar mi identidad. –dijo Peter, más porque sabía que Deadpool era… bueno, el mercenario bocazas y sería un desastre si por las calles empieza a correr el rumor de que el hijo de Tony Stark y Steve Rogers es Spiderman.

-No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. –Deadpool hizo ademán de cerrarse la boca con un zíper y candado.

-Y por favor no encuentres la llave… -masculló Peter. Miró al horizonte, en dónde el sol empezaba a salir. Debía regresar pronto a casa. –Mierda. Vale, cuarta y última cosa: Nada de hacer daño a civiles o tipos malos. Si debemos atrapar a alguien, dejamos que la policía se encargue.

Deadpool frunció el ceño, de todas las reglas aquella era la que menos le gustaba.

- ¿Te refieres a que no puedo desvivir a nadie?

Peter alzó las cejas confuso.

- ¿Desvi… qué? ¿Te refieres a ma…? ¡Hmpf! –Peter no pudo terminar la frase porque Deadpool le cubrió la boca en ése instante.

- ¡Ssssht! ¡No digas la palabra con M, Spidey! –Peter le apartó la mano de un tirón y le miró de forma envenenada.

- ¿Y por qué no puedo decir… la palabra con M? ¿Qué tiene de malo? ¿Acaso no es eso lo que haces? –enarcó una ceja.

Deadpool negó fervientemente con la cabeza.

-Podré ser un mercenario, pero no de los malos: Yo sólo desvivo a los tipos que tienen que ver con Francis, no a personas inocentes. Y respecto a la palabra M, pues verás: Si digo ésa palabra en voz alta, las cajas se ponen más odiosas que de costumbre y no puedo dormir durante semanas. Y eso no es bueno para mi… cabeza. –susurró la última palabra a duras penas.

“En verdad que está dañado de su mente…” pensó Peter, y sin saber porque la situación de Deadpool le causaba una gran tristeza ya que ahora que empezaba a tratarlo no le parecía tan malo. Sacudió la cabeza para despabilarse.

-De acuerdo, nada de desvivir a los malos ni a civiles.

Deadpool rodó los ojos con fastidio.

-¡Está bien! Aguafiestas… pero, ¿y si corremos peligro? Digo, si estamos en una pelea y tú no puedes defenderte o estás inconsciente, ¿puedo desvivirlos entonces? ¡Va! ¡Por fi! –Deadpool junto las manos en gesto de súplica.

Peter no supo si sentirse ofendido de que Deadpool le creyera tan débil o por el contrario halagado de que quisiera protegerlo en caso de que su vida corriera peligro. “Ya que, no pasará de todos modos” pensó el arácnido: Él jamás había perdido una pelea.

-Está bien, sólo si yo no puedo defenderme o corremos verdadero peligro. Mientras, dejamos que la policía se encargue. –concedió con un asentimiento.

- ¡De puta madre! ¡Dame ésos cinco! –Deadpool alzó la mano y Peter nada más le miró. La bajó de inmediato y río nerviosamente. –Vale, ya entiendo…

{¡Qué araña tan apretada!}

 

-No creo que eso sea buena idea, sería romper la primera regla… -susurró Wade, pero Peter igualmente lo escuchó. Lo dejó pasar.

-Vale, debo irme… -anunció el castaño, poniéndose nuevamente la máscara. –Por favor, Deadpool, no hagas locuras mientras voy a clases, ¿vale? –se volvió a ver al mercenario que tenía ojitos de perrito. - ¿Y ahora qué?

-Nada, es que… ¿Qué se supone que haga mientras estoy solito? –dijo, jugando con su pie.

{Podríamos usar nuestra mano y un buen vídeo porno… ¡DUH!}

< ¡Yo sé! Vamos con Weasel, él siempre tiene nuestras dos cosas favoritas: Alcohol y putas.>

Peter rodó los ojos.

-Karen, que drony vigile a Deadpool, ¿vale? –ordenó Peter, y la araña en su pecho cobró vida, volando hasta detenerse justo frente al rostro de Wade. –Cómo no me fío de ti, te dejaré a drony. No tiene cámara, nada más me dirá a dónde estás… nada de locuras, Deadpool. Hablo en serio. –le advirtió el muchacho.

Deadpool no le escuchaba, estaba fascinado con la pequeña araña que seguía todos sus movimientos.

{¡Qué monada! ¡Debemos enseñárselo a Weasel!}

< ¿Por qué no mejor lo llevamos a comer chimichangas? Morimos de hambre…>

-¡Eres tan lindo! Te llamaré Spidey Baby boy Junior… ¡Haremos un montón de cosas juntos! Primero, iremos a presumirte con Weasel. Luego, iremos al carrito de chimichangas a comer ¡OH! Y luego…

- ¡DEADPOOL! –rugió Peter, atrayendo de nuevo la atención del mayor. “Paciencia, Dios mío” pensó, sobándose el puente de la nariz. –Te veré aquí a medianoche. Y no se te ocurra llegar tarde, ¿vale? Nos vemos luego.

Y dicho eso, lanzó una telaraña y empezó a alejarse columpiándose entre los edificios.

- ¡Adiós, compañero! ¡Spidey Junior y yo te extrañaremos! –gritó el mercenario, despidiéndose enérgicamente con la mano.

{A ti y a tu bonito culo, arañita…}

< ¡Rápido, Wade! No está mirando, ¡sácale una foto! ¡Es ahora o nunca!>

Peter no pudo contener una sonrisa, sorprendiéndose a sí mismo ante aquel pequeño gesto: No había nadie a su alrededor, no debía fingir estar feliz. Pero la verdad era… que no fingía. En verdad estaba sonriendo.

Una sonrisa genuina, la primera en casi ocho meses.

Y todo gracias a Deadpool…

Su sonrisa se ensanchó debajo de la máscara.

[…]

-Tsk… -un rubio se revolvía inquieto entre las sábanas, cubriéndose con las mismas a fin de ahogar el sonido proveniente de la sala. Fue en vano. –Ugh… ¡Tony! –masculló Steve, apartando las sábanas de una patada y saliendo de la cama.

Miró el reloj sobre el buró a un costado: 6:48 am, aún podía seguir durmiendo, pero no con la música de rock proveniente de la sala. Steve suspiró y cogió una bata, cubriéndose mientras se encaminaba al salón con el ceño fruncido. “Le he dicho cientos de veces que debe poner su ruido a un volumen más bajo” pensaba el rubio, rodando los ojos.

-Tony, recuerdo haberte dicho que… -Steve se cortó a mitad de frase cuando la cabeza de su hijo y no de su marido apareció de dentro del refrigerador. -¿Pete? Vaya, lo siento… pensé que era Tony. –Steve se rascó el cuello, apenado.

Peter cogió una dona entre los dientes y se dirigió hacia la mesa en donde yacía un Ipod conectado a un par de bocinas, con AC/DC sonando a toda hostia y lo apagó de inmediato.

-Lo siento, Pops, no quise despertarte… ¿Tienes hambre? Traje el desayuno. –le dijo Pete sonriente, señalando la dona de chocolate que tenía a medio comer.

Steve se quedó de piedra al ver a su hijo. En otra ocasión, le hubiese dicho que una dona no era un desayuno, pero… ésta vez no le molestaba. El rubio parpadeó, no muy seguro de que estuviese despierto, pero cuando vio a Peter tarareando y sirviéndose una taza de café supo que estaba bien despierto. “Imposible…” pensó el Capitán y una brillante sonrisa apareció en su rostro.

Era Pete, su hijo.

Estaba de vuelta.

Luego de ocho largos meses, era la primera vez que su hijo era… bueno, su hijo. Steve siguió contemplando la figura de Peter, temeroso de que fuese a despertarse en cualquier momento, pero seguía allí: Sudado luego de haber salido a correr, con los cascos al cuello y el pelo castaño revuelto. Las mejillas sonrosadas, una dulce sonrisa en su rostro. Pero el cambio que más había impactado al rubio, era la luz… ésa luz de inocencia que su hijo siempre había tenido en sus ojos había vuelto. Se veía feliz y vivo, como siempre había sido.

- ¿Pops…? –preguntó el menor, alzando una ceja. Steve sacudió la cabeza.

- ¿Sí, Pete? –respondió, contento.

Peter le devolvió la sonrisa.

-Te pregunté dónde está papá… no está en su laboratorio, bajé ésta mañana a buscarlo para ofrecerle donas, pero no estaba. –el menor sorbió un poco de café.

-¡Ah, sí! Olvidé decirte que salió a un viaje… una convención de tecnología o algo así. No estoy muy seguro. –Steve se encogió de hombros, cogiendo una dona clásica.

-Espero que me traiga algo, escuché que el Doctor Banner estaba trabajando en un reproductor holográfico de música… sería genial… -Steve nada más sonrío, porque él no entendía mucho de tecnología. - ¡Mierda! –exclamó el castaño, viendo el reloj.

Steve frunció el ceño.

-Peter, lenguaje. –le regañó. Él y Tony eran iguales, siempre soltando palabrotas.

-Lo siento, Pops. Debo ir a ducharme, se me hace tarde para el instituto… -se zampó el resto de su segunda dona a la boca y bebió su café de un solo trago. - ¡Te veo luego! ¡Te quiero!

Salió disparado a su habitación, no sin antes depositar un beso pegajoso en la mejilla de Steve. El rubio se quedó observando a su hijo hasta que desapareció escaleras arriba.

- ¿Qué ha sido eso? –irrumpió la voz de Tony, que justo en ése momento salía del elevador y dejaba una maleta en el suelo. - ¿Volvió a incendiar su cuarto o qué?

Steve se encaminó hacia donde estaba su marido, rodeándolo entre sus brazos y besándole con cariño. Se quedaron ahí un buen rato… aunque Tony sólo se fuese un par de días, Steve siempre terminaba extrañándole como loco.

-Yo diría que es más un milagro… nuestro Pete está de vuelta. –le dijo el rubio sonriendo y Tony nada más abrió los ojos con sorpresa.

-¿De verdad? Digo… ¿es en serio? –dijo, aún incrédulo. Los últimos ocho meses había estado viviendo con un zombi parecido a su hijo, le costaba creer que Peter fuese él mismo de nuevo.

Steve asintió.

-De verdad. Incluso estuvo hablando de alguna tecnología rara que Banner inventó y trajo donas… -le contó emocionado el rubio, señalando la caja medio abierta sobre la mesa.

Tony sonrió con todos los dientes, tan feliz como Steve de ver que su hijo estaba mejorando poco a poco. Ambos Vengadores se preocupaban por el castaño, aunque fuese su hijo adoptivo, le querían más que a nada en éste mundo y sólo querían verle feliz.

Tony se volvió a ver a Steve de forma pícara.

- ¿Sabes qué haría este momento aún más memorable? –le dijo, descendiendo sus manos por la espalda del rubio hasta posarlas sobre su pomposo trasero.

Steve se volvió a ver a Tony con el rostro enrojecido cuando éste le dio un apretón en el trasero.

-¡Tony! Peter aún no se ha marchado… -susurró el Capitán, desviando la vista apenado. El castaño nada más sonrío.

-Suerte que mi laboratorio es a prueba de sonido… así no va a escuchar cuando… -le susurraba al rubio al oído.

- ¡Tony! –Steve le cubrió la boca a su marido, mirando sobre el hombro para ver si su hijo se asomaba. –Eres un pervertido, ¿lo sabías?

-Y eso te gusta, ¿no es así, Capi? –y dicho eso, alzó a Steve entre sus brazos y empezó a encaminarse hacia el laboratorio. - ¡Viernes, si Peter pregunta Steve salió a la tienda, ¿vale?! Y desactiva las cámaras del laboratorio… a Steve no le gusta que lo graben. –ordenó al IA.

Steve nada más enterró la cara en el pecho de Tony… el castaño de verdad era un pervertido de primera.

-Por supuesto, Señor Stark. –respondió obedientemente.

Lástima que ni Steve ni Tony le hubiesen escuchado, ya que ambos estaban ocupados besándose desenfrenadamente y sacándose la ropa lo más rápido posible.

[…]

Una semana después.

Las cosas iban bien.

Bueno… al menos tan bien como podían ir, tomando en cuenta que tuvieron que haber dos robos, una persecución y un atraco a un camión con dinero del banco para que Deadpool entendiera que apuñalar, hacer estallar, cortar con armas blancas o romper cuellos era todo parte de lo que no estaba permitido hacer. Era “desvivir” como él lo llamaba.

Peter sonrío, contemplando el dibujo que Deadpool había hecho la noche anterior en su libreta de biología. Era un dibujo de caricaturas, con Deadpool descuartizando a los malos y Peter lanzando telarañas. El mercenario incluso había dibujado flechas apuntando a cada uno con unas letras que ponían <> para referirse a Peter y <> refiriéndose al muñequito de traje rojo. “Tarado” pensó el castaño, pero sin perder la sonrisa.

A decir verdad, Deadpool había resultado ser más amigable de lo que Peter se esperaba. “Quizá demasiado” pensó el castaño rodando los ojos, ya que el mayor parecía olvidarse muy de la regla de Peter de mantener “al menos un metro de distancia” cada cinco segundos. Pero en general, Deadpool no era tan malo. Un poco inestable, infantil e insoportable a veces, pero… Peter tuvo que admitirse a sí mismo que el mercenario no era un mal tipo, a pesar de lo ocurrido la primera vez que cruzaron caminos. El adolescente volvió a suspirar, no irritado… más bien preocupado, como si pensase en un problema que no podía resolver.

Y ése problema era el mercenario.

Podía ser que llevasen poco tiempo de conocerse, pero en ése corto lapso de tiempo… Peter se había dado cuenta de que Deadpool sufría más de lo que dejaba entrever. Peter lo notaba en los pequeños detalles, en la manera en que a veces se tensaba cuando hablaban y el castaño le hacía ciertas preguntas o las pocas veces que el mercenario se mantenía en silencio, perdido en sus propios pensamientos. “Eso sin contar ésas voces que dice escuchar” pensó el castaño, sin poder imaginar lo que debía sentirse tener a dos voces parloteando todo el día. En definitiva, lo que sea que ése tal Francis le hubiese hecho a Deadpool, lo había trastocado muchísimo y Peter sentía una enorme tristeza al pensar en que quizá el mercenario ya no tuviese arreglo.

Negó con la cabeza. De eso nada, no podía permitirse pensar así.

No después de las cosas que el mayor le había dicho anoche… Peter se había prometido a sí mismo ayudar al mercenario, tenía que haber una forma de hacer su sufrimiento más llevadero. Peter estaba seguro de ello.

-La noche anterior-

Peter suspiró, contemplando la pantalla de su móvil en donde decía que había pasado de nivel. Llevaba un buen rato jugando al “Candy Crush” para distraerse, pero realmente el juego no suponía ningún reto para una mente brillante como la suya por más que pasase de nivel y los puzles dijeran ponerse más complicados. Alzó la vista hacia el mayor, cuya atención estaba enfocada en un dibujo que llevaba coloreando desde hace rato. Peter sonrió bajo la máscara, puesto que le hacía gracia ver a Deadpool dibujando con crayolas y meneando los pies al ritmo de la canción que escuchaba en un viejo radio destartalado a un lado.

- ¿Quién usa radios éstos días? ¿No has oído de las bocinas portátiles? Puedo prestarte la mía algún día si quieres… -ofreció el castaño, rodando los ojos.

El mayor no hizo caso, toda su atención estaba al cien volcada en el dibujo que hacía. Sonrío para sí mismo, deteniéndose a contemplar su “obra maestra.”

{¿Qué carajos es eso, Wilson? ¡Spidey tiene el culo más grande!}

< ¿El culo de Spidey? Hablemos del por qué no lo dibujó como Jack dibuja a sus chicas francesas… ¡Sin ropa!>

Wade rodó los ojos.

-Todos son críticos… a mí me parece que está de puta madre. –el mayor alzó el dibujo para contemplarlo mejor.

-Pues a mí no… acabas de estropearme el libro de biología, tonto del culo. –dijo el menor sobre su hombro, poniendo los ojos en blanco. –Y… ¿” Daddy Deadpool”? ¿Qué se supone que le diga al Señor Webber cuando me pregunté por eso?

El mercenario se volvió sobre el hombro, sonriendo pese a que el arácnido no pudiese verle.

-Pues le dices que esto es arte puro y duro… ¿Te gusta? –le preguntó, tal cual crío.

Peter volvió a rodar los ojos, alejándose hacia la bolsa de Hello Kitty que Deadpool siempre llevaba consigo. El menor jamás iba a admitírselo al mercenario, pero la verdad es que Wade siempre sabía cómo sacarle una que otra sonrisa con las chorradas que hacía. “Menudo tonto…” pensó el castaño, preguntándose por enésima vez porque un mercenario estaría obsesionado con Hello Kitty y la comida mexicana. En la última semana había aprendido que Deadpool no comía otra cosa que no fueran tacos o chimichangas o alguna otra cosa que no fuese comida chatarra.

- ¿Y bien? ¿Nada de nada? –preguntó el castaño, dándole una mordida a su chimichanga y sentándose al lado del mayor. - ¿Quieres? –le ofreció, extendiéndole su chimichanga mordida.

-Nope, nada… el cabrón de Francis siempre hace lo mismo, pero va a aparecer tarde o temprano, siempre lo hace. Y… ¿es eso una pregunta? ¡Obvio que quiero! Ejem, siempre y cuando te des la vuelta. –pidió el mayor, retorciendo los dedos apenado.

Peter rodó los ojos una vez más, pero hizo lo que el mayor le pedía sin oponerse. Otro de los “acuerdos” que tenían con el mayor, era que Deadpool jamás se quitaba la máscara delante de Peter pese a que el mercenario sí conocía la verdadera identidad del castaño. A Peter aquello le molestaba, pero ya que Deadpool había aceptado sus condiciones, lo más lógico era que él tuviese la misma consideración para con el mayor. Pasaron los minutos, ambos enmascarados estaban espalda con espalda y Peter escuchaba como Deadpool se comía su bocadillo y de vez en cuando cantaba al son de… lo que sea qué estuviese escuchando en su radio.

-Oye, Dead… -empezó el menor, usando el sobrenombre con el que se refería al mercenario.

- ¿Qué pasa, arañita? –preguntó el mayor, con la boca llena.

Peter se mordió el labio, no muy seguro de querer continuar con aquella conversación, pero ya había empezado a hablar… no había caso en echarse para atrás. El menor suspiró.

- ¿Tú crees que… crees que algún día me vas a dejar ver tu rostro? Digo, tú sabes mi verdadera identidad y yo sólo… tengo mucha curiosidad en saber cómo luces. Es todo. –el menor clavó la mirada en el asfalto, sintiéndose casi apenado de haber admitido aquello en voz alta.

De inmediato sintió como el mayor se tensaba detrás suyo. “Mierda” pensó el castaño, arrepintiéndose de haber sacado el tema. Hubo silencio, hasta que al final el mercenario apagó la radio y con un suspiro se volvió a encarar al menor. Claro, luego de haberse acomodado la máscara nuevamente.

-No hay nada qué ver, Baby boy… te lo digo en serio, estás mejor sin ver el rostro del diablo. –le dijo el mercenario, mirando al suelo.

Peter frunció los labios, volviéndose a encarar al mayor.

-¿Sabes? Si no confías en mí podrías nada más haberlo dicho, no tienes que inventarte una estupidez como ésa. –le echó el menor en cara, dándole la espalda bruscamente.

-Hey, Pete… en verdad no es eso. Yo no le muestro mi cara a nadie, ni siquiera se la mostraría a mi madre. –Deadpool apoyó su mano en el hombro del menor, que le miró por encima del hombro. –Lo que ves es lo que soy, Peter. No hay nadie más debajo de la máscara… ése hombre murió hace mucho. Soy Deadpool y ya.

El castaño guardó silencio, perdiéndose en sus propios pensamientos y meditando las palabras del mercenario. Por alguna razón, sintió una fuerte opresión en el pecho cuando llegó a la única conclusión lógica al por qué Deadpool se rehusaba a mostrarle su rostro.

-¿Es por eso que estás detrás de Francis? ¿Por qué fue él quien te… te hizo eso? –le preguntó el castaño, haciendo énfasis en el “eso” para referirse a su rostro.

Deadpool guardó silencio unos segundos y a juzgar por la manera en que apretaba los puños… Peter podía estar seguro de que había dado justo en el clavo.

-Sí… ése malnacido no sólo me dejó deforme, sino que también… bueno, me convirtió en ésta cosa que ves. –el mercenario hizo un gesto con la mano, señalándose a sí mismo.

Deadpool suspiró, incapaz de soportar los enormes ojos avellana del menor viéndole con una profunda tristeza. Si había algo que el mercenario detestaba, era que le tuviesen lástima. Se encaminó hacia su mochila, cogiendo una de sus katanas y fingiendo examinarla.

-Dead, de verdad lo siento, no debí…

-No me malentiendas, Spidey. Yo no siento lástima por mí mismo: Tengo poderes de puta madre y no puedo morir, ¿qué es eso a comparación de una cara? Si voy tras ése hijo de puta es porque no merece vivir… no pienso dejar que vuelva a hacerle esto a alguien más. –masculló el mercenario de forma sombría.

“Mentiroso…” pensó el castaño para sus adentros. Deadpool podía echarle mierda todo lo que él quisiera, pero ni por un segundo estaba tragándose eso de “mis poderes compensan mi vida de mierda.” De eso él sabía suficiente, porque él mismo despreciaba sus poderes desde el día que ser Spiderman le había costado la vida de Gwen.

- ¿Era tu novia? –preguntó, de forma directa. El mayor se volvió a verlo, abriendo los ojos como platos.

 {Joder… eso nos pasa por juntarnos con cerebritos como Spidey…}

< ¿Creen que si saltamos desde aquí se dé cuenta? Digo, no está tan alto…>

Wade suspiró.

-Era mi esposa… -susurró, tan bajo que no estuvo seguro de que el menor le hubiese escuchado.

Antes de que se hubiese dado cuenta, el castaño puso sus brazos alrededor de su cintura, envolviéndolo en un abrazo. El mercenario se quedó de piedra, sin saber bien qué estaba ocurriendo o por qué, pero… a los pocos segundos correspondió el abrazo, dejándose llevar por la calidez que los brazos de Peter le ofrecían.

{WTF?! ¡¿Qué pasó con la regla de “no me toques el culo” y toda ésa mierda?!}

< ¡Qué chingados importa! ¡Wade! ¡Es nuestro momento de brillar, baby! ¡Apriétale el culo! IT’S NOW OR NEVER BITCH!>

-Por favor… no me jodan el momento. –susurró el mercenario, perdiéndose en el olor a vainilla de Peter.

{Qué aguafiestas eres, Wilson…}

<Después no vengas a quejarte cuando andes de caliente y no tengas con qué jalarte el ganso, taradúpido…>

-Te prometo que voy a ayudarte a encontrar a ése bastardo… te lo juro, Dead, va a pagar por lo que te hizo. –le prometió Peter, con los ojos acuosos.

Wade nada más lo atrajo más hacia sí, apoyando la mejilla sobre la cabeza del castaño.

Era la primera vez en mucho tiempo que sentía que alguien en verdad se preocupaba por él.

-Presente-

Peter sacudió la cabeza, despabilándose y volviendo a la realidad.

Aquella promesa era verdad… luego de saber lo que Francis le había hecho a Deadpool, no le quedaba duda alguna de que más allá de hacerlo para deshacerse de la presencia del mercenario, ahora también ayudaba al mayor porque en verdad le nacía.

Era lo correcto.

Al menos a ojos del castaño, que no podía siquiera empezar a imaginar lo que debía sentir el mercenario al no sólo haber perdido su rostro sino también a su esposa. Si a Peter el haber perdido a Gwen, que nada más era su novia, le había marcado de por vida entonces Deadpool debía tener no sólo el alma sino también el espíritu roto luego de haber perdido a su esposa.

Tan ensimismado estaba el castaño en los recuerdos de la noche anterior, que no se dio cuenta de la fecha sino hasta que el Señor Webber entró al salón y empezó a dictar la lección de ése día.

La mano de Peter se congeló justo cuando iba a escribir la fecha en su libreta.

6 de noviembre.

El castaño de inmediato sintió la bilis subir por su garganta…

Era el cumpleaños de Gwen.

Notas finales:

¡YAY!

Vale, pues ése ha sido el capítulo de ésta semana… muy a lo James Bond (por el título LOL) ¡Al fin ya hicieron buenas migas la arañita apretada y Bocazas! Crecen tan rápido :’3

¿Qué opináis? ¿Hay dos DP (teoría cortesía de Gabito XD)? ¿Creen que Bocazas en verdad no recuerda haberle dado contra el muro a la arañita? ¿Será que Petey olvidará a Gwen? Esto y más en… ¡Nah! Qué va, pero me gustaría saber su opinión en los reviews, saben que, aunque me dejen POPÓ en los comentarios yo me voy a alegrar XD

Y pues quería hacerles una pregunta *juega con su pie* ¿L-Les gustaría que publicara un Three-Shot de Stony? Es qué tengo una idea para un Three-shot de la reconciliación de éstos dos antes de “Infinity War” pero no estoy muy segura de publicarlo porque no creo que a nadie le interese… ¿Qué decís? ¿Me la juego? :$

Y pues ya, dejo de molestaros no sin antes volver a gradeceros por vuestro apoyo y decirles que sóis siempre bienvenidos a dejarme su review o no, con sólo que os toméis un poquito de vuestro tiempo para leerme me basta ♥

¡Un besazo y nos leemos luego!


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