¿Alguna vez haz sentido las dichosas mariposas revolotear por todo tu sistema digestivo, que incluso sientes que algunas se te escaparan por la boca en forma de cascada? Lo sé, no es nada agradable, pero eso es lo que sentí las primeras semanas de noviazgo con mi eterno rival-amante-amigo, puede que sea una escusa muy cliché usada casi siempre para que la persona que amas con locura solo siga siendo tu amante y no tu esposo que encaminaras al altar vestido de blanco, aunque dudo que podamos usar el blanco, pero a lo que iba, ya han pasado varias semanas de que comenzó esto que los dos llevábamos guardando por tanto años y que a decir verdad puede que por fin me sienta vivo, un ser casi completo, y digo casi porque no he hablado con Hinata sobre romper lo nuestro, sé que muchos me odiarían por posponerlo por tanto tiempo- y digo muchos ya que hasta Gaara se entero (y no me pregunten cómo fue), Shikamaru dijo que se ve a leguas y yo digo que si no eres un genio como él no lo notarias, ya que por favor, no hemos cambiado mucho con respecto a relacionarnos en público, todos nos ven como si fuéramos hermanos (muy cariñoso cabe decir) y eso en cierto modo me causa repelús, porque es cierto que por un tiempo pensé que esos eran los sentimientos que me embargaban cada vez que estaba cerca de él y ahora una vez hecho las cosas que hicimos no creo poder decirle que le veía de esa forma antes.
¿Mencione de casualidad que Shikamaru fue el primero en que se entero? Creo que no, pero he de suponer que no hacía falta decirlo, si vieras el regaño del siglo que nos llevamos ambos, tanto Sasuke y yo nos sorprendimos aquel día, como cualquier otro en la que Sasuke me daba un informe y yo lo escuchaba tan atento (por no decir con cara de idiota y embobado) tocaron a la puerta y al dar el pase Shikamaru entro no sin antes cerrar con seguro la puerta y haber ordenado que nadie se acercara a más de 20m de distancia de la oficina- precauciones, o eso nos dijo tiempo después- lo mire con curiosidad pero toda esa se me fue segundos después de la primer palabra saliera de su boca, hasta Sasuke su mirada se torno azul- y no lo digo porque le haya recalcado que cojeaba, sino porque entre los dos él es el más responsable y se dejo llevar como niña de secundaria enamorada- fue la primera vez que escuchaba a Shikamari hablar por tanto tiempo, sin aceptar interrupciones y lo mejor de todo vino al último cuando a ambos nos dio unos coscorrones que dolieron horrores pero hubo algo de ese día que no lo hizo ver tan mal como nos lo planteábamos, cuando por fin se quedo sin aire solo nos dijo; “ya habían tardado tanto, par de idiotas” y enseguida nos abrazo deseándonos suerte y apoyo en todo lo que esté en su alcance.
Fue un buen final claro, si no fuera porque después del discurso cierto ex vengador- ahora todo un hombre- me recalco que era uno de los más grandísimos idiotas que jamás en su santa vida haya conocido, dude por un segundo del por qué tanta agresión hasta que me dejo en claro que era lo que ocurría, le había dolido tanto el orgullo que le recalcaran que apenas podía caminar y sin más se fue dejándome abandonado por tres días en los cuales se le bajo el coraje o eso me dio a entender- más bien no aguanto estar lejos de mi (como no, yo el gran Uzumaki Naruto causo todo eso en el más sexy y sensual ninja vengativo que podría existir en esta tierra), pero hablando enserio, yo fui el primero en ir a donde se hospedaba para hacer las paces- ese fue el primer día que dormimos acurrucado y sentí que ya no era un viejo de ochenta años, sino la persona adulta de 32 años que tenia a la persona que con solo dejarse acariciar sus azabaches cabellos me daba tanta felicidad que me dudaría 20 años o más.
En fin Gaara me recalco que me volví muy dulce o empalagoso que incluso desbordaba corazones por donde caminara y que cada vez que veía a Sasuke acercarse la primavera volvía, los pájaros cantaban, las flores en capullo se habrían y que por una extraña razón me salía una aureola envolviéndome completamente de luz que hasta segaba al estúpido que se me quedara viendo, no me gusto que me digiera eso y mucho menos que Sasuke lo rematara diciéndome que lo cursi se lo esperaba pero no llegando a lo obsesivo, que parecía una colegiada con su romance cumplido con su príncipe azul, hasta casi me compara con Sakura pero hasta el se le hizo mucho, no, me dijo que si seguía así hasta le ganaría.
Bueno el caso es el siguiente señor juez, aun no le he hablado con Hinata y ni que decir de mis hijos, pero he de aclarar señores del jurado, defenderé a capa y espada a el amor tan grande que tengo con este ser tan precioso que la vida me dio y que por un descuido lo pierdo pero, grata fue mi suerte al darme una segunda oportunidad de estar con él y esta vez para siempre.
Si, tienen razón, me he vuelto muy cursi pero que puedo hacer, todo lo que antes empezaba a ver problemático se fue con él aceptándome aquella vez, si esa hermosa y maravillosa vez donde actué como un idiota adolescente con las hormonas alborotadas teniendo mi primera vez, soy un adulto así que por favor era obvio que al día siguiente un chidori me esperaría por lo tonto que fui al no ser delicado – o por lo menos tratar de ir con calma, con decir que apenas y me deja tocarlo sin que sus instintos asesinos salgan a flote- si Itachi estuviera vivo también me hubiera querido matar por profanar la pureza de su lindo hermanito, que ya ni decir que se mantendría puro hasta la noche de bodas y de eso se encargo de burlarse Sai, porque sí, hasta el molesto de Sai se entero y más que por sus dotes de ambu (como alega) fue por vieja metiche y más chismosa que mi propia vecina, lo bueno es que siempre podre contar con él- aunque se la pase molestando a mi lindo Sasuke- él no diría nada aunque lo amenazaran claro cualquier persona podría amenazar al gran Sai menos su esposa, ya que ahí si se le va la lengua.
Pero bueno, el día de hoy, más aclarando esta noche- ya que en este momento me encuentro en las calles oscuras de Konoha dirigiéndome a mi hogar o ex hogar- mantendré la charla más pesada o incomoda con Hinata, no puedo posponerla por más tiempo pero digo no fue por gusto pero ser Hokage no es miel sobre hojuelas y más teniendo a un lindo demonio por hijo las cosas se hacen más problemáticas como diría Shikamaru, por una petición mía a mi querida cuñada ya que aunque no parezca nos llevamos muy bien, se llevo a los niños para entrenarlos (o entretenerlos) por el día de hoy y mañana por la mañana.
Sé que no soy el único que tiene que aclarar las cosas con una sola persona, tengo dos lindos hijos a los cuales adoro (aunque uno en especial a veces me irrita) aun así los quiero con mi vida, después de su madre vendrá una larga charla con ellos aclarándoles que su padre a pesar de ya no estar con su madre seguirá viniéndolos a visitar (aunque lo más seguro será al revés para evitar incomodidades) y que pase lo que pase los amos a ambos y jamás los dejare- tal vez les daré espacio si así lo necesitan pero jamás los abandonare porque Naruto Uzumaki no es un cobarde – idiota tal vez- pero no un cobarde- y a lo que voy, Sasuke no es de muchas palabras al igual que la pequeña Sarada (a pesar de no tener mucho trato con ella la quiero como una hija)- y de eso me di cuenta cuando vi la traición de Sasuke cuando Sarada confundió a su madre, ese día me dolió más de lo que hubiese imaginado y el dolor lo compartí momentáneamente con Sarada aun así hubo una conexión en la cual me dije que Sarada también sería mi hija (bueno si ella lo quisiera) y la protegería con todo de ser requerido pero conociendo a Sasuke a pesar de lo amargado, orgullo, egocéntrico, vengativo y muy sexy que es- bueno olvida lo ultimo- también es capaz de defender de todo a su hija, e incluso a los míos pero que se le va a hacer si me recalca que salieron igualitos a mi así que mejor optar a lo seguro y proteger a los idiotas.
Y bien ¿Quién se quejaría con eso? Por lo menos yo no –aunque me ofendió- no lo haría por la mirada tétrica que me envío, no puedo decir mucho de Sakura, la quiero, es mi amiga y aunque suene tedioso fue mi primer amor, y a pesar de que no quiero que las cosas resulten mal no creo que después de que Sasuke le diga que la deja me vaya a hablar como siempre lo ha hecho, yo digo que esta vez si me gano su odio, solo espero que no se lo trasmita a Sarada ya que como dicen de tal palo tal astilla- pero esto más bien fue la culpa de Sasuke por apenas y acercarse a su casa- en fin tanto pensar ya me dio hambre y aun me falta lo más importante.
Lo bueno es que ya llegue a mi casa y me encuentro abriendo la puerta con sigilo al igual que al cerrarla y con cuidado quitarme los zapatos, maldita costumbre de no hacer ruido, sé que esto se volvió hábito por todas esas veces en que llegaba de madrugada y no subía a la habitación que compartía con Hinata, agradezco aquellas veces (la mayoría) en la que ella no bajaba a recibirme porque vamos, sigue siendo ninja –retirada- pero lo que se aprende no se olvida y dudo que no me haya escuchado alguna de esas veces, en fin solo espero que esto no pase con Sasuke ya que una vez lo hice y casi me mata el muy teme por parecer un ladrón en su propia casa- claro que cuando me dijo eso salte de la emoción y lo abrace con muchas ganas, lo único que me hizo soltarme fue que mi estomago rugió sino yo muy cómodo de la vida me quedaría así- bueno ahora que lo pienso (por seguir divagando claro está) no me di cuenta que ya pase por la sala, la cocina incluso el baño y no veo a Hinata y por la hora dudo que se haya ido a dormir- digo son las 10 de la noche- pero un ruido me alerta y me hace subir corriendo a la habitación que comparto con ella espero y no sea nada malo pero para mí buena suerte (o debería decir mala) al entrar al cuarto de golpe y gritar su nombre lo que encontré ni en un millón de años me lo esperaría.
Su cara reflejaba terror, hasta pálida se puso y yo solo atine a asomarme por la ventana tratando de encontrar un indicio que delatara a la persona que segundos antes estaba en esta habitación, eso me lleno de ira y no hice más que gritar en ese momento;
-¡¿Quién mierda estaba aquí?! ¡Contesta HINATA!
No era la primera vez que sentía que algo no cuadraba pero quién era yo para andar metiendo la nariz donde no lo llaman y más sabiendo que no estaba a gusto cerca de ella, por eso lo pasaba por alto cualquier nimiedad ¡pero esto ya era el colmo! , está bien si ella quería hacer esas cosas ¡pero no en casa de mis hijos!, por dios que yo no pido ese respeto ya que no soy mejor que ella con respecto a eso pero esto es pasarse del límite.
Vi atento como agachaba la mirada y como lagrimas descendían hasta llegar al piso de madera, si la notaba bien su ropa estaba toda desarreglada por las prisas de acomodarla y sin contar su cabello que parece como si alguien la revolcó (y lo peor es que fue literal), ja, ni siquiera sabía que hasta adelgazo si con decir que cada mañana que no iba corriendo al trabajo me preparaba un desayuno de más grande y luego me despedía de un beso en la mejilla que jamás correspondí pero con solo eso bastaba para que mi hija diera un gritito de felicidad y mi pequeño se avergonzara, esos detalles los pasaba por alto y ahora viéndola tan fijo siento que es irreconocible al igual que yo, como si hubiese envejecido los mismos años que yo sentía hasta hace unas solas semanas, solo que ella los siguiera aparentando hasta en su aura, y ahora vengo y me entero el porqué.
- Hinata tú… -y no pude seguir.
Ella me había abofeteado tan fuerte que hasta fui a parar al suelo – lo cual sería extraño pero estaba tan concentrado en otras cosas que jamás lo vi venir- al levantar la vista enrabiando lo que me fui a encontrar fue un rostro lleno de ira, con lagrimas pero lo que más destacaba eran esos ojos que hasta hace 13 años parecían puros en este momento reflejaban una inmensa frialdad de aquella mujer que jure amar ante el altar a la edad de 20 años tan solo unos meses después de hacernos novios, que tonterías de jóvenes que no miden –en especial yo- el tiempo y se comprometen a una fantasía, la fantasía que ahora les da una bofetada en la cara y no me refiero a la que recibí sino al hecho de que jamás me di el tiempo necesario de conocerla, tratarla como la buena esposa que siempre figuraba, fui frio y un idiota pero tal parece que no el único en tropezar más de una vez, aunque teniendo en claro que uno de los dos sufriría más, no imagine que sería yo el más impactado y teniendo una buena razón de llevarme a mis hijos, aunque claro primero arreglamos esto antes de hacer una estupidez mucho más grande.
- ¡No digas tonterías Naruto, que aquí entre nos tu eres más culpable que yo!
Grito, grito con todas sus fuerzas hasta que la garganta le ardió y fue en aquel momento que se dio cuenta que había dejado escapar un gemido de dolor y no por la bofetada que segundos después recibió sino por el espantoso dolor que por tanto tiempo llevaba guardando, aquel insoportable pesar que hacía de las suyas desde la primeras semanas luego de la boda, su esposo no estaba y ella ya casi no hacia misiones hasta que las dejo de plano cuando se entero que su primogénito venia, eso fue la mayor felicidad para ambos pero que equivocada estaba, si bien su “esposo” se dedico a cuidarla no por nada interrumpía sus misiones y la que tal vez más le dolió fue aquella en donde después de doce horas de parto donde ella estuvo sola (claro sus amigos más cercanos estaban incluso su padre) le seguía faltando su esposo que con antelación le mandaron avisar que su segunda hija ya estaba en camino , no se presento hasta dos días después cuando ella ya podía salir del hospital e ir a su casa con su otro angelito que la esperaba impaciente por conocer a su hermanita, su esposo llego exaltado, pero llego con una gran sonrisa un enorme regalo para su bebe, su hijo y un gran ramo de flores para ella, pensó que la misión se dificulto y por ello tanta espera, pero jamás imagino que desde ese día las rosas serian las flores que más odiaría, su Naruto se dedico a abrazar y mimar a la pequeña mientras ella descansaba y olía la hermosa fragancia de las flores hasta que a él se le ocurrió decir que tardo porque a Sasuke lo habían herido de gravedad pero ya se encontraba bien, simplemente con todo la fuerza que pudo acumular dejo las flores a un lado y fue a encerrarse al baño a tirar gruesas lagrimas.
No era la primera vez que ese nombre así su aparición y estuvo a nada de enviar todo al carajo cuando su hijita cumplió dos años y su primogénito se le ocurrió preguntar en su cumpleaños porque el nombre de su querida hermanita a lo cual su madre respondió que era a honor de su querido primo que por malo que fuera no estaba ya con ellos pero si por siempre en sus corazones y su Naruto se le ocurrió agregar que él fue de la idea- lo cual no era erróneo- pero si el hecho de no saber que no era la brillante idea del nombre solo por parte de Naruto, sino que fue el mismísimo Sasuke quien le dio la idea y a su Naruto le pareció genial, sin duda fueron los días que se prometió nunca repetir ya que la agarro contra su niñita que hasta su esposo la regaño, ella a final no tenía la culpa de que su padre fuera un tonto en eso y ella una completa celosa que no se midió con su misma hija, en fin la lista sigue si es por involucrar a ese sujeto y lo peor vino cuando tuvo que aparentar conformidad ya que su retoño le parecía genial que Sasuke fuera su maestro, incluso su niña parecía muy interesada cada vez que el hombre se presentaba y no cabe decir que hasta le regalaba sus lindos dibujitos y flores que ella se dedicaba a recolectar con sus tiernas manitas las cuales a pesar de los rasguños no se mostraba triste y ni le dolía cuando le echaba alcohol (fue una vez pero por descuido) ya que con una angelical sonrisa decía que sus manitas fueron curadas por un beso en ellas por el valiente “rey” que era Sasuke, su hija incluso le prometió que si ella tuviera más edad se casaría con él, eso fue un balde de agua con muchos hielos y a pesar de que cuando le conto a Naruto y este se puso celoso (celos de padre) no fue suficiente para saber que ese tipo se estaba llevando mucho más que a su marido.
Y así ahora retomamos a donde nos quedamos, segundos antes que un alterado Naruto entrara a la habitación de los dos y que de un momento se enojara muchísimo porque supo que fue lo que paso en ese lugar, no creo que haga falta mencionar que el olor ya de por si delataba además de lo desarreglada que estaba, si, todo estaba en su contra pero no se quedaría callada, no señor, esta vez hablaría hasta por los codos de ser necesario.
- ¡Te duele que te digan la verdad!- no estaba para preguntas así que hasta sacar todo no se quedaría callada- porque sí, ¡sí! Naruto, estaba con alguien más a quien deseo con todo mi ser y ni tú ni nadie me va a impedir que siga viendo a esa persona, ¡porque aquí entre nos tú eres el que tiene menos derecho a reclamar!- grito lo más que pudo y se sintió bien, por una parte ya que al fin y al cabo de que servía ocultarlo.
- ¡ese no es el problema! ¡¿acaso crees que me importa con quien te revuelcas?! ¡pues claro que no!
Wao, eso si no se lo espero, bueno sí, pero no viniendo de Naruto de una manera tan directa, pensó que sería más sutil y evadiría su reclamo, pero no solo le confirmo sus sospechas sino que le dio donde más le duele, porque a pesar de ser una tremenda tontería aun amaba a ese hombre que le demostró que lo que uno se propone lo puede conseguir, aunque cueste lagrimas, soledad y un gran dolor, a pesar de que incluso todos te den la espalda al final la recompensa es grande, lástima que tal vez ni ella sabia semejante cosa a pesar de estarlo siempre observando tal vez no había hecho lo suficiente y ambos estaban pagando, aunque ni ese pensamiento aminoraba el dolor que sentía y más al haber perdido con su mayor rival sin siquiera dar lucha.
-Y bien… ¿qué es lo que querías?, ya que es muy raro que vengas tan temprano.
- No evadas lo primordial, esto es serio y no estoy de humor para pasarlo por alto.
-¡¿y qué?! Ya lo sabes, ya lo viste así que dime de una vez ¡¿qué quieres?!
- ¡El divorcio! Y lo quiero de una vez, es más incluso tengo los papeles- los cuales saco de mi suéter y los pongo en la cama donde ha permanecido sentada luego de la bofetada que le di- fírmalos de una vez y dejemos este teatro ¿quieres? Ya que como lo has dicho, los dos estamos artos de estas idioteces y mejor demos por zanjado todo, tú no me conoces, yo no te conozco más, a partir de ahora en adelante solo sabré de tu existencia ¡por mis hijos los cuales llevare conmigo! – trato de salir de ese lugar lo más rápido posible para tratar de controlar esta ira que no se va.
-¿a-a que te refieres?... contesta Naruto ¿te llevaras a mis hijos? ¡Porque créeme que no te lo permitiré! ¡Son míos! Tú no tienes derecho ¡Naruto!
Y como lo esperaba me siguió hasta la entrada todo el momento gritándome, es más no llevaba los papeles del divorcio esperaría para venir por ellos hasta el otro día donde las cosas estén más relajadas pero tal parece que no será fácil.
- Tengo todo el derecho del mundo ya que te recuerdo Hinata, ellos son también mis hijos- le grito, tal parece que esta noche estará de locos, solo espero que los vecinos chismosos no escuchen.
- Claro que lo son pero son más míos que tuyos, ya que te tengo que recordar que soy yo la que siempre está al pendiente de ellos, no solo les doy comida y los arropo sino que también los escucho, los cuido y consiento más que tú en todos estos años, ¡recuerda que hasta faltaste al cumpleaños de tú hija y aun así te lo pase! Pero no más, soy yo la que te deja pero eso si ¡los niños se quedan conmigo!
- …no tengo como protestar mis fallas como padre, pero eso si Hinata, valoro y quiero mucho a mis niños que jamás me atrevería a dañarlos de la forma que lo has hecho tú.
- ¿Cuál es la diferencia entre tú y yo Naruto? Somos la misma escoria- tuve que reprimirme a pesar de solo estar a menos de un metro de distancia, no puede terminar de esa forma, somos dos adultos y esto sería el colmo, con todo mi auto control logre calmarme lo suficiente para poder hablarle de mejor forma, puede que me lleve algunos golpes pero solo eso.
- No, no lo somos, tú metiste a tu amante en la casa de tus HIJOS-
- …Eso…- la escuche balbucear pero la interrumpí
- Mira… tal vez tengas razón en que yo no puedo reclamarte, no quiero actuar por impulso y quiero hacer las cosas bien, Hinata yo… no te amo y perdón por lo que diré pero nunca lo hice y cuando me di cuenta fue demasiado tarde, no solo fueron mis sentimientos y los tuyos los que correrían peligro sino también de la persona a la cual amo con todo mi ser, a nuestros hijos y muchas más personas… de verdad siento mi idiotez pero créeme que quería arreglarlo de la mejor forma posible y no es como pensaras que siempre tuve un amante, fue hasta hace poco que me acepto y fui y seré por siempre el ser más feliz de la tierra, no te lo estoy recalcando para dañarte solo para afirmar que si es por esa persona daría mi vida… mira a decir sinceramente me alegraría que las cosas se hubiesen dado diferentes y que tú me digieras que habías encontrado a alguien a quien amar y que de verdad te ama pero no así, escucha Hinata no me enoja para nada que tengas a alguien lo que de verdad me molesta es que lo hayas metido a la casa de nuestros hijos, si era venganza así a mi no tengo que decir, pero ¿Qué hubieras hecho si alguno se le ocurría venir? ¿Qué les dirías? Hinata los destrozarías de un golpe y lo más seguro es que como son no quisieran hablarte hasta que esas cabecitas tan duras que heredaron de mi entendieran tu punto.
- No sé qué decirte- tenía razón no sabía que decirle y más hablando tan maduramente que hasta ella se sorprendió por ello, no tenia argumento válido y aunque hubiese sido en primer estancia Naruto infiel fue a ella la que la cacharon en la movida.
- No tienes que decir nada, solo que mis hijos no pisaran esta casa, si te es más conveniente se quedaran en Hanabi hasta que todo esto termine y descuida quiero que esto no se convierta en una guerra, quiero que ellos tomen su decisión.
- Aun son niños Naruto- ¿cómo pudo ser posible que el hablara de esa forma? Si es posible decir que no le sorprendía no por nada era el Hokage más querido y a pesar de las bajas con sus hijos estos lo amaban y admiraban de una manera tan grande que hasta incluso llego a sentir celos, pero eso no cambiaba que los niños podían escoger erróneamente o eso quería creer por si acaso decidían irse con su padre.
- A mí no me preocupa eso, puede que son niños pero son nuestros hijos y sabrán tomar la mejor decisión, es mejor que me vaya y una cosa más Hinata… no lo pienses mucho y firma más que por mi quiero que tú tomes aquello como tú libertad y corras así esa persona… nos vemos pasado mañana para terminar todo esto.
Y sin más Salí de esa casa a la cual hubo una vez que considere mi hogar, pero ahora ya no sería más eso sino aquel lugar donde esta mi otra mitad, la verdadera parte de mi que nunca y ni siquiera la muerte nos separara, donde incluso- y eso espero y anhelo con el corazón- nuestros tres hijos compartirán nuestra dicha- aunque sinceramente me siento algo celoso ya que Sasuke siempre se lleva el crédito en lucirse.
Hablando del rey de roma, un peso que se recarga en mi hombro hace que mi paso sea más lento pero que mi corazón se sienta dichoso y se acelere con mucha más fuerza por aquel tarareo suave, delicado, pero hermoso e hipnotizan te como su dueño, con aquellos profundos ojos negros y sonrisa cautivante y tentadora… ¡maldición! ¿Por qué eres tan jodidamente atrayente? Tonto Sasuke, pero mi Sasuke, mi teme y por él el cual me volví tan malditamente cursi y entregando corazones por donde quiera que voy como dice Gaara, pero no importa lo que pase jamás me arrepentiré y espero que si existe el otro lado u en la otra vida nos volvamos a encontrar y esta vez sí no ser unos idiotas y estar juntos hasta que esa vida se acabe y comenzar otra más.
Sin más nos alejamos tomados de la mano y esperando que el día de mañana salga mejor que hoy, yo más que nada ruego para que no me odien, pero si ese termina siendo su veredicto tengo que aceptarlo y llevarlo de la mejor forma posible para que un día- si eso pasa- vuelvan conmigo y me digan que me quieren.
- ¿ya estas llorando y ni siquiera has escuchado lo que tienen que decir tus hijos?
- Es…es...es que… ¿y- y si… me odian?
- No lo harán, bueno tal vez un poco pero son niños y ellos lo entenderán mucho más rápido, no por nada he observado además de ser su maestro a tus hijos.
- Suenas como un pedófilo- y eso hace que me gane un zape pero bueno verlo molesto haciendo un ligero mohín vale la pena
- La única forma en la cual yo sería un pedófilo seria en el momento preciso en el que decidas hacer una de tus locuras y volverte veinte años más joven, créeme que no me contendría porque en esa época eras tan adorable y aunque más idiota, eras mi idiota favorito- y termina con una cálida sonrisa
A pesar de que es un insulto siento como mis mejillas se calientan y sin pensarlo mucho me abalanzo a devorar esos carnosos y adictivos labios que me vuelven loco y nos fundimos en un abrazo demandante y nuestras bocas no se separan por un buen rato hasta que sentimos que hace frio y mejor regresamos a nuestro nidito de amor a acurrucarnos en un abrazo protector que nos llena de seguridad y de todo el amor que nos tenemos, no hace falta más que eso porque sabemos que nuestro amor no necesita hacer grandes demostraciones para saber que estamos juntos como paso aquella vez, de hora en adelante tendré mucha más calma, despacio y sin prisa porque tenemos una vida larga por delante una en la cual nuestra segunda vez será tan especial y hare uso de mi cursilería (solo espero que no me diga que le dará diabetes de lo meloso que seré) pero eso es lo que siento así mi persona especial, daré todo y no me comportare como adolescente urgido porque si te cuento que el chidori no fue lo único que me gane, en fin, nuestra vida tendrá altos y bajos pero eso es lo de menos mientras estemos vivos siempre estaremos juntos compartiéndolo todo, porque no fue solo nuestro hilo rojo del destino que lo decidió sino que a ambos nos encanto la idea y así será por siempre y para siempre.