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LA PAREJA DEL TIGRE SOLITARIO por LUNA OMEGA

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Notas del capitulo:

 

 

Soy un poco timida y a veces me da miedo hablar, pero agradezco que me den una oportunidad. Por favor, no teman en decirme si estoy haciendo algo mal, las criticas constructivas siempre son bien recibidas. 

 

Gracias <3 

  

 

El lugar donde se iba a llevar a cabo la carrera de media noche era un bosque ubicado muy lejos de las ciudades pobladas de humanos. Llevaba cuatro días enteros llegar apenas durmiendo y tomando descansos desde nuestra manada, por lo que era aún más tiempo si hablábamos de manadas más alejadas que la nuestra. El viaje no había sido lo que yo hubiera llamado agradable, pero al menos no tuve que aguantarlo más que por pequeños periodos de tiempo cuando nos deteníamos a comer todos juntos. Aquellos que iban conmigo y con mi hermano, que mayormente eran los que no tenían pareja y los jóvenes, intentaron ignorarme como siempre lo hacían, pero hubo ocasiones en las que era inevitable no tener contacto.

 

Ya estaba acostumbrado al trato indiferente de todos ellos, e incluso a las malas miradas, pero debo decir que nunca podría acostumbrarme a los murmullos y las palabras despectivas. Cosas como: ‘El retrasado irá a humillarse, pobrecito’ o ‘Debió quedarse en su casa, solo irá a avergonzarnos’ no eran algo a lo que cualquier persona con mi condición se acostumbraría jamás. Yo no era un retrasado como todos decían, podía pensar y ver el mundo como ellos lo hacían, mi único defecto es que no podía expresarme bien en palabras y eso no era un motivo de vergüenza. Nadie era perfecto en esta vida y ellos no eran mejor que yo solo porque podían hablar bien. A decir verdad muchos de ellos eran tan idiotas que no reconocerían la diferencia entre una naranja y una mandarina. Era un poco deprimente que pensaran así de mí y no pudieran fijarse primero en sus defectos.  

 

Pero gracias a dios, mi hermano siempre estaba a mi lado para el apoyo moral. Aunque tenía el derecho como mi hermano y también como el líder de la manada para castigar a los que me despreciaban, siempre agradecí que no lo hiciera. Por supuesto, si fuera por él seguro me envolvería con algodón y me tendría en su espalda todo el tiempo, pero respetaba mi orgullo como un miembro más de su manada y me dejaba manejar la situación a mi manera. Ya era considerado débil por ser omega, y siendo un omega defectuoso solo lo hacía peor, no necesitaba que mi hermano acabara con la poca dignidad que me quedaba cuando ignoraba sus comentarios.

 

Aunque sus abrazos y sus palabras de aliento siempre eran como un brisa fresca de verano para mi corazón.

 

-¿Estás bien?- preguntó de repente mi hermano, deteniendo mi línea de pensamiento.

 

-B… bien- respondí, agradecido de que mi garganta estuviera cooperando y mi respuesta solo pareciera un titubeo.

 

Suspiré y traté de relajarme, de ser posible no quería tener a mi hermano traduciendo a todo el mundo lo que decía mediante el lenguaje de señas. Él no había venido con el propósito de participar en la carrera, pero eso no quería decir que tenía que estar conmigo todo el tiempo, él también tenía que ocuparse de otras cosas como asistir a las pequeñas reuniones entre alfas o apoyar a los miembros de nuestra manada en la búsqueda de buenas parejas, lo que menos necesitaban era que alguien saliera violado o algo peor. Eso era más importante.

 

Mi hermano me guío hacia una pequeña cabaña cerca del borde del bosque donde él siempre se quedaba. No estábamos en primavera ni mucho menos, pero por alguna razón el bosque parecía más verde y colorido ahí que en cualquier otro lugar, casi parecía como si estuviéramos dentro de uno de esos libros de cuentos de hadas y como que esperaba que un gnomo saliera de la nada. El escenario era perfecto para algo así. Por dentro la cabaña me recordaba a una película de terror por el polvo y porque el mobiliario era en realidad muy viejo, ninguna de esas cosas pertenecían a mi hermano asi que él nunca se molestó en llevarse alguna, sin embargo, el lugar en serio necesitaba un poco de limpieza.

 

-Todo esta lleno de polvo y tendremos que darle un poco de limpieza mientras estemos aquí, pero es un lugar cómodo- mi hermano me dio unas palmadas en la espalda -No tendremos que compartir la cabaña con nadie más, solo nosotros dos estaremos aquí. Asi que no tendrás que preocuparte por si te sientes mal, puedes permanecer dentro todo lo que quieras. Nadie viene aquí excepto yo-

 

-Gen… n… nial- en realidad saber eso me hizo sentir aliviado. Si tuviera que compartir mi espacio con los miembros de la manada otra vez durante toda la semana que estuviéramos aquí habría sido lo peor –¿T… t… tú eres el único q… q… que tiene una c… c… cabaña?-

 

Mi hermano sonrío a lo grande -Hoy parece que tu tartamudeo esta cooperando ¿cierto?-

 

-U… un poco, aún es di… di… difícil-

 

-Un poco es bueno si tú te sientes bien hablando, y lo estás haciendo excelente- beso mi frente, haciéndome sonrojar –Y respondiendo a tu pregunta, no, no soy el único. A los alfas nos dan una cabaña individual por si tenemos que reunirnos en privado con otros alfas, ya sabes, para firmar acuerdos de paz y esas cosas-

 

-¿Y está bi… bi… bien que yo e… es… este aquí?-

 

-No hay problema ya que eres mi hermanito. Tú vas a donde yo voy y también te quedarás donde yo me quedaré, es así de simple- respondió –Además, incluso si no estuviera permitido, los mandaría a la mierda y lo sabes- se rió.

 

Sí, estoy seguro que eso haría. Reí también -¿Y m… m… mi habitación?-

 

-Es por aquí- mi hermano me llevó a través de la vieja sala hacia una puerta en el extremo izquierdo de la cabaña y la abrió para mí –Tú dormirás en esta habitación- dijo -Es pequeña pero tiene un baño incluido y no tendrás que buscar uno afuera ni tampoco lo compartirás conmigo. Hay agua caliente también y tiene suficiente espacio para ti. Yo dormiré en la habitación que esta al otro extremo-

 

La habitación no era tan grande como la que tenía en casa de mi hermano, pero parecía cómoda y con el suficiente espacio como había dicho, además parecía más limpia que el resto de la cabaña –M… m… me gusta. Es agrada… dable-

 

-Me alegra, siéntete cómodo- me revolvió el cabello y se dirigió hacia a la puerta –Deja tus cosas aquí y refréscate un poco, ya luego desempacaras. Aún no están todas pero igualmente tenemos que reunirnos con las manadas que ya llegaron en el comedor-

 

-¿Di... di… diez mi… minutos?-

 

-Perfecto-

 

Mi hermano me dejó solo y yo aproveche para darme un baño rápido. Durante los últimos días no tuve la oportunidad de asearme como era debido. Algunos habían aprovechado que paramos cerca de un lago hace dos días para refrescarse, pero no pude entrar en aquella ocasión. Puede sonar tonto pero en realidad me avergonzaba un poco de mi cuerpo, mi hermano siempre me regañaba por pensar así, pero yo tenía mis razones. No había sido la primera vez que lo había escuchado pero el problema siempre era mi piel. Mi hermano Akashi era igual de pálido que yo gracias a la herencia genética de nuestras madres, pero la diferencia entre nuestros cuerpos era casi un pecado. Aunque teníamos el mismo tono de piel, a él se le veía genial como si fuera algún tipo de escultura griega o romana, yo era más bien como un muerto viviente.

 

Toda mi vida recibí burlas por eso y, bueno, al parecer desarrolle un trauma. 

 

Diez minutos después salí de mi habitación sintiendo que el sudor seco y el mal olor habían dejado mi cuerpo, haciéndome sentir fresco y ligero. Mi hermano ya estaba en la puerta esperándome y al parecer él también había decidido tomar un baño, su cabello aún estaba un poco mojado pero se veía refrescado. Juntos salimos de la cabaña y nos dirigimos hacia el comedor, mucha gente ya estaba reunida ahí incluyendo a nuestra manada. Mi hermano se sentó en una mesa ni tan cerca ni tan alejada de la puerta y todos nosotros lo seguimos. Algunos pequeños hombres y mujeres pasaban de vez en cuando ofreciendo bebidas y bocadillos, pero aparte de comer y charlar nada más había pasado. Supuse que al reunir a las manadas de esta manera se buscaba crear un ambiente ameno y la oportunidad de que los candidatos hicieran sus movimientos en busca de una conquista.

 

Conforme pasó el tiempo los miembros de nuestra manada se pusieron de pie y se mesclaron con el resto de las manadas. El único que se quedó en la mesa conmigo fue mi hermano, pero a los pocos minutos fue llamado a una pequeña reunión y tuvo que dejarme. Como no tenía el valor de levantarme y sentarme en otra mesa para charlar con alguien él se ofreció a llevarme a la reunión, pero me negué, no estaba permitido y no quería que mi hermano tuviera problemas. El tiempo siguió pasando y yo estaba solo en la mesa mientras todos los demás parecían ocupados en sus asuntos, las cosas comenzaron a ponerse un poco incomodas y de repente ya no quería estar ahí. Tal vez lo internaría más tarde, o quizá mañana, pero no ahora. Iba a ponerme de pie e irme, pero antes de que pudiera levantarme y huir, alguien se me acercó.

 

Cuando miré a mi derecha un pequeño chico con un delantal puesto me sonrió. Sus ojos eran pequeños pero tenía una bonita sonrisa y su cabello castaño era un poco largo y brillante, incluso parecía suave. Me di cuenta que su delantal era igual al de los hombres y mujeres que estaban ofreciendo comida y bebidas, asi que seguro estaba ahí para atenderme o algo. Iba a decirle que no quería nada y que de hecho ya me iba a ir, pero él se movio demasiado rápido y colocó un post-it con la forma de una estrella de color azul frente a mí que decía: “Hola, me llamo Furihata”. Lo vi guardar su paquete de post-it de estrella y sacar otro con la forma de una manzana rosada, despegó una hoja y la pegó en la mesa frente a mí otra vez “¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?” decía.

 

Levanté mi mirada de las dos brillantes notitas y me quedé sin palabras. Nunca, en toda mi vida, había conocido a otro shifter como yo, o al menos no a ninguno que pudiera padecer de una discapacidad parecida a la mía. Tampoco había esperado encontrarlo en este lugar y que fuera casi de mi edad, tal vez un poco más joven pero igual. Yo podía hablar un poco, pero supuse que si el chico se comunicaba a través de notitas tal vez era mudo. Intenté comunicarme con él mediante el lenguaje de señas, diciéndole que estaba bien y que no necesitaba nada, pero el chico solo ladeo la cabeza y me miró confundido. Eso me sorprendió, siendo mudo él debía saber comunicarse con el ASL, o tal vez era sordomudo, pero no había ningún aparato en su oído a la vista. ¿Sería grosero si le preguntaba?

 

-Lo s… s… siento, no qu… quiero na… nada- dije, sintiéndome orgulloso de que pudiera decírselo. Sonreí –Gra… cias. Di… di… disculpa, ¿eres sordom… m… mudo?-

 

Él me miró sorprendido durante un segundo y después negó, sonriéndome. Me hizo una señal con su mano para que esperara un segundo y rápidamente guardo sus notas en forma de manzana y sacó otro paquetito de color amarillo con forma cuadrada, solo que esta vez también sacó un lapicero y comenzó a escribir “Puedo escuchar perfectamente, pero no puedo hablar, disculpa”

 

Negué –N… no hay nada q… q… que perdonar-

 

Se rió graciosamente y comenzó a escribir otra vez “Que agradable sorpresa conocerte <3” Oh dios, era adorable, incluso le puso un corazón.

 

-M… me… me llamo Kuro…ko- le ofrecí la mano y él la aceptó, dándome un suave apretón. Parecía igual de emocionado que yo -Mucho gu… gusto F… Furihata-kun-

 

El gusto es totalmente mio

 

-¿Qué es eso? ¿El encuentro destinado de los retrasados?- se escuchó de repente una voz en alguna parte del comedor, interrumpiendo nuestra presentación y haciendo que las risas estallaran en una mesa cerca de las ventanas. Furihata-kun y yo miramos hacia los que se reían, preguntándonos cuál era el chiste, hasta que los vimos señalando en nuestra dirección -¡Hey Furihata, ¿por fin encontraste a tu medio cerebro?!-

 

-Lo dudo mucho. Kuroko es igual o más retrasado- se burló una mujer que conocía muy bien. Ella era miembro de mi manada y era la que me llamaba retrasado con más frecuencia. Mi hermano había pensado en correrla de la manada hace mucho, pero yo le dije que no lo hiciera. No me gustaba y solo quería que me dejara tranquilo, pero tampoco quería que se volviera en una shifter errante. No le desearía eso ni a mi peor enemigo –Es solo un omega defectuoso- aunque ella de verdad se lo estaba ganando.

 

-Es bueno saberlo- dijo el mismo hombre que empezó las burlas mientras pasaba un brazo sobre los hombros de la mujer –Sería un error si alguien lo embarazara y los cachorros salieran igual de defectuosos que él. Aunque lo mismo va para Furihata, por eso no es más que la puta del alfa y solo sirve para desahogarse-

 

‘¿Por qué dejaron venir a ese defectuoso?’, ‘Su forma de hablar es tan extraña’, ‘¿La puta del alfa? Que asco’ y muchos comentarios más fueron dichos a nuestro alrededor mientras las personas se reían. Como dije antes, no era algo a lo que pudiera acostumbrarme jamás, pero aún traté de no dejar que vieran lo mucho que me estaba afectando. Furihata-kun no estaba haciendo un buen trabajo ocultándolo sin embargo, creo que ni siquiera lo estaba intentando. Sus hombros se hundieron en vergüenza de repente y sus ojos se llenaron de lágrimas en cuestión de segundos, entonces salió corriendo, apenas dándome una mirada de disculpa y su figura se perdió detrás de una puerta. Mi corazón se rompió por él cuando las risas aumentaron con su huida.

 

No pude aguantarlo más y también me fui, rezando por no encontrarme con mi hermano antes de poder llegar a la cabaña y ocultarme en mi habitación. Esto no tenía por qué empeorar con la ira de mi hermano, ya era demasiado horrible. Simplemente… horrible.

 

 


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