¿Hola!
Bueno sé que no he terminado mis fics y que elimine preludio y el último sistema de Uta pri, pero, este fic es importante porque a diferencia de los otros que he hecho es para mí y para todas esas personas que aman esta extraña pareja quiero dar las gracias a mi querida amiga WajiWaji quien tiene hermosos fics y puedes leerlos en Fanfiction además de agradecerle toda su ayuda y su apoyo de verdad muchas gracias!!! n.n
Resumen:
Luego de las audiciones del triple S, Eiichi Otori trata de disculparse por la mala acción en el campamento, acción que lastimó a Otoya Ittoki y le hizo escribir una canción oscura y tenebrosa. Otori pretende conocer mejor al líder de Starish, pero no sólo para disculparse, si no más bien para iniciar algo entre los dos.
Aunque el camino no será fácil, ambos trataran de estar juntos y compartir ese nuevo sentimiento.
Contiene:
Clichés a montones.
Azúcar y muchos colores.
Carreras de autos... ok ya…
Y por supuesto Lemon… (No se en que momento pero lo habrá)
ADVERTENCIA: este fic contendrá un tema muy delicado y solo para personas de mente abierta con respecto al tema trata de mpreg (Embarazo masculino) Si no tienes problemas con ello entonces gracias por leer!!
Amo el EiichixOtoya y como no hay quien lo escriba, inicie mi labor n.n son bienvenidas a disfrutar conmigo n.n
En mi defensa este fic lo venía planeando desde que terminó Legend Star.
por lo tanto estamos planificando actualizarlo cada mes n-n los capítulos serán cortos pues no quiero agobiar la lectura.
Parejas:
Eiichi x Otoya
Ren x Masato
y una muy sutil pareja que me está gustando mucho: Yamato x Kira
además de contener un poco de Hetero y algunas parejas extras que saldrán en el camino muajajaja
Gracias por leer y si se puede comentar
n.n/
“Quédate a mi lado”.
By:
Aurora la maga
Capítulo 1:
Cortejo
Todavía se podía sentir la adrenalina que causaron aquellas tres presentaciones, GOD'S S.T.A.R., FUMETSU NO INFERNO y por supuesto, la canción de Starish aún se podía escuchar y percibir en el recuerdo de aquellos corazones, el público que se encontraba reunido en aquel estadio aún clamaba los nombres de aquellos grupos que se presentaron; las luces de colores y los gritos aún se hacían notar.
Los tres grupos habían dado lo mejor.
El concierto finalizó con muchos gritos de emoción por parte de todas las fans de aquellos tres grupos. Quartet Night abandonaba primero el escenario y luego le seguía Heavens. Starish, el indiscutible ganador que se encargaría de cantar en el triple S aguardaba aún en el escenario; sus miembros, aún despidiéndose del público, causaban conmoción y alegría. Mientras, tras bambalinas los chicos de Heavens continuaban agradeciendo al cuarteto su interpretación y además que hayan sabido esperar por su llegada.
Intercambiaban abrazos y frases que los más jóvenes aceptaban como consejos y buenos deseos por parte de Quartet Night. Nagi era molestado por Shion y Yamato, ante la mirada de Ranmaru que no pudo evitar demostrar una sonrisa, esos chicos si que se llevaban bien, demostraban que tenían un vínculo bastante fuerte, puesto que Kurosaki se enteró que Mikado estaba triste porque perdieron; y sus dos compañeros sólo trataban de animarlo para que dejará de estar triste.
El cuarteto se observó mutuamente y enseguida uno de ellos habló:
-Sabía que lograrían llegar a tiempo-Exponía Kotobuki animado, había sido todo un placer competir contra un rival del calibre de Heavens y podían apostar que no se dejarían vencer por ellos. A su lado Ranmaru agregaba:
- Lo hicieron muy bien, fueron un rival duro de vencer -
-Era de esperarse, somos el mejor equipo de todos, aunque no hayamos ganado somos geniales ¿Verdad? - exponía Eiichi el líder indiscutible de Heavens, el cual estrechaba la mano de Reiji y luego la de Kurosaki.
- ¡Quizás esta vez nos vencieron, pero a la próxima los aplastaremos! - exclamó con seguridad Hyuuga Yamato lleno de confianza. Sentimiento que compartía todo Heavens, chicos conocidos como los rebeldes y malvados de la industria, estremecieron a los nocturnos con aquellos feroces ojos deseosos de victoria.
- ¡Jah! Todos se creen los mejores, pero eso se verá en el futuro. -dijo Camus de manera un poco seria.
-Tienen posibilidades si siguen usando las canciones de Haruka - Agregó Ai.
- ¡Nadie será mejor que Quartet Night! Pero, creo que esto se pondrá interesante.
- ¡Siii~~~! - Gritó emocionado Otori ante las palabras de Kurosaki, sin poder ocultar su sonrisa prosiguió. -Seguiremos en el mejor camino para ser los mejores y cambiar los resultados en el futuro…- rápidamente el de gafas se silenció pues notó como se acercaba Haruka Nanami. Ambos grupos observaban expectante a la joven, los chicos sabían que la muchacha les felicitaría sin embargo Eiichi fue rápido y expresaba complacido: -Podemos ser los mejores rivales, pero realmente Nanami Haruka es la ganadora indiscutible… ella compuso las tres canciones es quien merece el mérito -
-Muchas gracias, Otori-san -
-Haru-chan es la mejor -expresó Reiji; aquellos 11 hombres le dedicaban una sonrisa cálida, la cual agradeció con una reverencia.
Los chicos de Heavens y Quartet Night luego de demostrar agradecimiento a la joven compositora, decidieron ir a sus camerinos para cambiarse y emprender la marcha a sus respectivos edificios. Van lideraba, Yamato le seguía, aún bromeando; mientras Nagi era abrazado por detrás.
- ¡Shion!-Reclamaba el menor.
- ¡Ahhh, estoy muy cansado!
- ¡Pero, no soy tu almohada!... ¡Ahhh!
Soltaron a reír Van, Yamato y Eiji… el cual se detuvo y vió a su compañero Kira quien contemplaba a Eiichi. Su líder se había quedado atrás, ahí estaba de pie esperando la salida de Starish de aquel escenario, el hermano menor intento ir con él, pero Kira lo detuvo exponiendo: -Él, está bien Eiiji, pronto se reunirá con nosotros -
-Pero, ¿Nii-san?
Kira lo arrastró consigo a los vestidores mientras los iluminados ojos violetas del menor de los Otori observaban atentos lo que su Nii-san hacía, el castaño enseguida se preguntó:
¿Por qué su hermano se había quedado a esperar a Starish? ¿Cuál era su propósito?
Eiji por un momento se preocupó pues, llegó a imaginar que su hermano haría una escena contra los chicos del equipo contrario; sin embargo, esa idea se desvaneció al notar que su hermano mayor parecía estar nervioso, pues el de gafas ajustaba sus guantes negros y apreciaba su vestimenta además de arreglar los flecos de su frente y acomodar sus anteojos. Para Eiiji eso era raro, sin poder apreciar más se perdió por el pasillo.
La única que pudo ver lo nervioso que se encontraba el de gafas fue Haruka; la joven lo observaba en silencio, analizando la situación; podría decir que ya antes había visto ese semblante, le recordó a Cecil Aijima cuando esperaba por ella para su primera cita juntos. Nanami aguardó y pudo constatarse que el nerviosismo de Eiichi pasó a segundo plano cuando Starish apareció.
Otoya estaba emocionado pues, habían ganado y cantaría en el triple S. Sus compañeros también lo estaban, hasta que notaron a cierto miembro de Heavens al final del pasillo. Eiichi era visto como un bicho raro, es decir, todos los chicos se preguntaban ¿Qué hacía ese sujeto ahí esperándolos? ¿Acaso los iba a felicitar?
- ¿Hum, que hace Otori-san ahí? -cuestionó intrigado Hijirikawa, mientras se unía Ren a su lado y exponía extrañado:
-A lo mejor viene a agradeceros el que le hayamos salvado el trasero al entregarle la canción que la corderita les escribió -expresó Jinguji.
- ¡Oh, eso es lindo de su parte! -exclamó animado Shinomiya.
-Yo pienso que viene a retarnos de nuevo -
-Tokiya, es de sabios perdonar y limar asperezas - habló con voz calma y tranquila Cecil.
Tokiya observó de forma despreciable al líder de Heavens, realmente lo odiaba por haber atentado contra su gran amigo Ittoki y el hecho de verle ahí de pie le molestó demasiado. Ese chico de ojos violetas había lastimado profundamente a su compañero de habitación y ahora parecía quererse disculpar. Para Ichinose esa no era una acción creíble de Otori Eiichi, enseguida el pelinegro removido por la furia inicio a caminar en dirección de Eiichi, estaba dispuesto a reclamarle y a dejarle bien en claro que no se acercará a Otoya jamás pero... a su lado el pelirrojo se adelantó. Ittoki fue corriendo hasta Otori al cual dijo:
- ¡Eiichi, eso estuvo genial!... ¡Sabía que llegarían a tiempo! - la emoción del pelirrojo era genuina, Ittoki tenía un corazón enorme y no era capaz de enfadarse con nadie, aunque le hubiese lastimado profundamente.
Ahí estaba, a quien esperaba con tanto nerviosismo, aquel cuya presencia le hacía agitarse y sonrojarse. Eiichi contemplo aquellos orbes rubíes, esa linda y sincera sonrisa que congeló de pies a cabeza al castaño, quien se acomodó las gafas, de nuevo, guiado por el nerviosismo. Y es que desde que trabajo junto al joven Ittoki un sentimiento surgió, algo que cambió el rumbo de su acelerada y nada interesante vida.
-U-ustedes no estuvieron mal, me alegro de que hayan ganado - expuso con real sinceridad.
Cada miembro de Starish no pudo creer aquellas palabras:
- ¿Oigan, que está pasando? - cuestionó Kurusu.
-Tal parece nos está felicitando - respondió Cecil.
-Lo que yo no entiendo es esa cara falsa e ilusionada, ese tipo… casi nos separa, no tiene vergüenza - expuso Ichinose bastante irritado.
Haruka se acercó emitiendo una sonrisa tierna, junto sus manos en su pecho y susurró: -Ambos son líderes deben de darse apoyo y respeto -
-Eso no parece ser así, Corderita… creo que Eiichi y Otoya no se ven solo como líderes - replicó Ren dedicando una mirada cómplice a Masato, el cual sólo cerró sus ojos y se sonrojo.
- ¿Eh, a qué te refieres Jinguji-san? - un enorme signo de interrogación se formó sobre la cabeza de Nanami la cual era observaba por los chicos de manera empática.
- ¡Cierra la boca Ren! -gritó furioso e indignado Tokiya arrancando camino hacia ambos, pero Natsuki le obstaculizo el paso.
- ¡Tokiya! No hemos agradecido a Haruka el que hayamos ganado - El rubio lo guió hasta la pelinaranja y entonces se dedicaron a hablar con ella, mientras que los líderes de ambos grupos...
Eiichi al notar que los demás miembros de Starish no los observaban vio su oportunidad y enseguida atrajo a Ittoki a un costado del pasillo tras una cortina y el pelirrojo cuestionó:
- ¿Qué est …?
-Otoya…- Le llamó de manera grave y profunda además de necesitada - Quiero disculparme por lo que hice la otra vez en el campamento, me comporté como un idiota y quería disculparme - colocó su mano dramáticamente sobre su frente y de manera titubeante cuestionó: - Quería… podrías… ¿Podrías venir conmigo mañana a cenar? -
Otoya guardó silencio por un momento, estaba un poco confundido por aquellas acciones de Eiichi. Sinceramente para el pelirrojo, Otori parecía ser un enorme acertijo. Observaba a todas direcciones aquella propuesta parecía un poco incómoda y descabellada, pero dado a que a lo mejor Eiichi era sincero decidió cuestionar: - ¿Mañana?
- Sí -
-Ah…. Veras… ammm -
- Por favor – expuso aventurandose a tomar su mano y mirarle de forma suplicante.
Su rostro pareció asustado, sin embargo dibujo una pequeña sonrisa y asintió diciendo:- Está bien… pero… -
-Iré por ti -
- ¿Ah?... No, No es necesario -
Eiichi tomó sus hombros y susurró: - No es problema estaré ahí a las 8 de la noche -
Se observaban, aunque estaba oscuro ellos podían ver sus orbes, rojo y violeta, el nerviosismo comenzó a invadir a Otoya, el cual asintió y dibujó de nuevo una sonrisa exponiendo: -Está bien, será divertido -
-Si… -
- ¡¿Otoya?! - llamaba Ichinose de forma molesta, ambos salieron de aquel lugar. Al hacerlo Tokiya observaba confundido a Eiichi, quien pese a aquella mirada expresó.
- Buen trabajo Ichinose… - Apreció a los otros miembros y agregó: -Buen trabajo a todos - Se acercó a Haruka y tomó su mano para despedirse con un beso en esta y susurrar: -Señorita Nanami… hasta pronto -
El castaño por fin se fue y enseguida Kurusu expuso: - ¡Diablos, como lo odio! -
-Es un poco atrevido, pero al menos no tiene miedo a enfrentar lo que siente -inquirió Masato, dicho aquello Haruka exclamó llena de alegría:
- ¡Chicos, felicidades! - Mientras todos rodeaban a la pelinaranja, Tokiya tenía otros asuntos, notó que Otoya iba a unirse a su equipo y Haruka, sin embargo, le detuvo de un brazo y cuestionó: - ¿Otoya… que fue todo eso? -
- ¿Qué cosa? -
- ¿Por qué te escondías con Otori? -
- ¿Esconderme? - cuestionó confuso - ¡No sé de qué hablas Tokiya! - dejó la conversación y se unieron para celebrar - ¡Tokiya ven! - llamó el pelirrojo animado.
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Al día siguiente, el ambiente era único en la Academia. Shining, cada uno de los maestros y alumnos felicitaba a los chicos que acordaron iniciar la próxima semana los ensayos para el gran evento; este se celebraría en tres meses y sería su más grande presentación hasta el momento. El gran triple S.
La Academia, estaba orgullosa de tener a un equipo de cantantes dignos que llevaban el nombre de los idols en alto; Saotome estaba encantado tanto que llamó a la señorita Nanami para darle la fabulosa noticia que ella sería la compositora para la canción que cantarían en el triple S. Además, notificarle también que Raging Entertainment la había contratado para que hiciera una canción especial para el próximo disco que lanzaría Heavens.
Haruka, salía de la oficina del director, suspiraba hondo pues tenía mucho trabajo que hacer, se sentía un poco atosigada, pero la mejor parte de su día era el dulce rostro de Aijima, ambos se observaron uno al otro en aquel pasillo y la chica inició a caminar por los pasillos en compañía de Cecil; conversaban de sus nuevas labores cuando al aproximarse a las habitaciones escucharon gritos de Ichinose y de Ittoki:
- ¿Qué tú harás qué esta noche? - Cecil y la chica se detuvieron enseguida, sorprendidos por oír a Tokiya alzar la voz de ese modo.
-Voy a salir a cenar con Eiichi -
- ¡¿Acaso te volviste loco?! -
-Tokiya… sólo es una cena -
- Sí, sé que es una cena… pero la última vez que te reuniste con él todo salió mal -refutó el pelinegro de manera severa: -Te prohíbo que vayas con él -
-Ja, ja, ja ya basta Tokiya te comportas como una de las hermanas que me cuidaba en el orfanato... ¡Exageras! -
-No estoy exagerando no quiero que salgas con él… ¡Hazme caso! -
- ¿Cuál es el problema Tokiya? -cuestionaba confundido el pelirrojo.
- ¿No lo entiendes? Ese sujeto está loco y podría lastimarte de nuevo.
-Eso no va a pasar no tiene porque hacerlo, sólo vamos a cenar -
- ¡Otoya! -
El pelirrojo salió de la habitación encontrándose con Haruka y el pelinegro. Ambos le observaron un poco confundidos Ittoki los observó dibujando una sonrisa y susurrando: -Lo siento, Tokiya está un poco estresado -
-Ittoki-kun…- llamó la chica.
-Otoya… ¿Estás seguro de que quieres salir con él? -Cuestiono preocupado Aijima, observando al chico de manera asustada.
- Si, gracias por preocuparse, pero nada malo va a pasar - dedicó una sonrisa -Tengo todo lo que necesito en este momento y nada más me podría herir -Tokiya salía de la habitación y alcanzó a escuchar aquello, estuvo a punto de diferir, sin embargo, Nanami asintió y enseguida aceptó con gusto aquel hecho expresando con voz calma:
-Ve y diviértete Ittoki-kun, pero recuerda que somos tu familia -
-Gracias, Nanami -
Se colocó la chaqueta negra con rayas blancas y se encaminó por los pasillos; ya era el punto de las 8 de la noche y como un reloj suizo, un Sheby Camaro rojo se estacionada frente a las gradas de la entrada. Eiichi salió y se dedicó a esperar al pelirrojo, apoyado a un costado de su auto. Él llevaba una chaqueta de cuero negra y una camiseta verde informal por dentro, pantalones jeans negros y sus clásicos tenis Allstar negros con blancos. Quería parecer lo más informal posible y lo logró. Luego de algunos minutos su espera terminó, Otoya salía de aquella enorme puerta y saludaba exponiendo una radiante sonrisa.
-Eiichi-san -
-Otoya, buenas noches -
-Vaya, ese auto… ¿Es tuyo? -
-Son algunos juguetes que me he dado el lujo de comprar -
- Es genial -
- ¿Quieres manejarlo? -
- ¿Eh? No, No puedo manejar -
-Algún día te enseñaré - Expuso coqueto mientras abría la puerta del copiloto y le ofrecía entrar, tras cerrarla rodeó su máquina para sentarse en el asiento de cuero y prender la marcha, los caballos de fuerzas y el sonido del escape hicieron vibrar los vidrios más cercanos a la entrada de aquella mansión. Ichinose había visto aquello y con severo enfado expuso:
-Ese tipo es un creído -
- Lo malo es que sabe impresionar Ichi -
-Cállate Ren - murmuró dejando al pelinaranja con una sonrisa.
Mientras el resto de Starish se preguntaba que sucedía con esos dos, Shining observó desde el piso tres lo que los demás chicos habían visto, le hizo arrugar el ceño y el profesor Ringo lo notó, y le dijo:
-No me vaya a tomar a mal lo que le diré, pero… Su hijo ya tiene edad de saber lo que hace -
-Profesor Ringo, no necesita recordarme que mi hijo ya es maduro -
-Bueno solo lo digo porque parece estar enojado -
-Por supuesto, puede salir con quien quiera, pero, menos con Eiichi Otori -
-Humm... pero no puedes reclamarle ya que no le has dicho que eres su padre -
Shining suspiró y susurró. - I know… Mister Ringo, gracias por sus palabras -
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La noche fue avanzando y aquellos dos chicos habían llegado a un restaurante no tan elegante más bien era uno juvenil, hubo mucha gente que los reconoció, pero les dieron su espacio. Se acomodaron en una mesa que estaba al lado de la ventana, y la vista era asombrosa, las luces de la ciudad parecía un mar de estrellas, puesto que ambos estaban en un restaurante ubicado en la ciudad, justo en los edificios más altos y prestigiosos. Eiichi era alguien con un gusto exquisito y sólo visitaba los mejores restaurantes.
-Wow…. La vista es genial, se puede ver la torre Shining desde aquí y allá está la torre Raging, cielos está tan alto -Tragó grueso el pelirrojo de manera nerviosa.
-Me alegra que te agrade la vista … ¿El lugar está bien para ti? -
-Pues eso creo, nunca he salido de la Academia, es decir, sí asistimos a fiestas y viajes en grupo, pero nunca visité un restaurante en las alturas -
Eiichi dibujo una pequeña sonrisa que causó en Otoya detener todo movimiento y a admirar de manera más profunda a Otori, Ittoki no había notado que Eiichi al sonreír de esa forma entrecerraba sus ojos un poco y sus orbes brillaban de manera atrayente. Completamente anonadado y un poco incómodo dejo de verle para observar el paisaje y pensar: “¿Qué… qué fue eso?”
El pequeño silencio que se creó fue interrumpido por Otori el cual extendía el menú y susurraba: - ¿Te gusta la comida extranjera Otoya? -
-Pues… -
- ¿O prefieres algo más tradicional? -
-Me gustaría comer carne -
- No se diga más - expuso animado y elevando su mano. En cuanto Eiichi hizo aquello la mesera les tomó la orden.
La muchacha se fue no sin antes darles sus bebidas y finalmente quedaron a solas; Eiichi observaba al pelirrojo quien bebía de su vaso y cuestionaba: -¿Hum qué sucede?
Otori había sido descubierto, pues le apreciaba de forma consistente y sin parpadear: -Nada... Bueno… Sí, pasa algo -Respondió haciendo una pausa:-De verdad te pido disculpas por mi comportamiento en el campamento no debí presionarte o siquiera sacar temas de tu pasado… de verdad estoy muy arrepentido -
-No pasa nada... lo hiciste para que nuestra canción fuera única y perfecta -
Eiichi se sintió culpable, quería de verdad sanar esa herida, sin pensarlo tomó con mucha calma la mano de Otoya la cual estaba sobre la mesa, la llevó a sus labios, cerrando sus ojos y juntando sus cejas confesó:
-Otoya, te lastime y eso no estuvo bien - Otoya observó de manera sorprendida a Eiichi, le impactaba esa faceta del castaño de gafas quien agregó: -Me gustaría ser tu amigo, quiero acercarme más a ti, pues te debo mucho – Abrió sus ojos lentamente observando tras aquellas gafas al pelirrojo quien se estremeció y tragó grueso:
Otoya con su otra mano libre tomó la de Eiichi y dibujando una sincera sonrisa en sus labios respondió: -Eso me parece perfecto -
De nuevo se observaban a los ojos, en este caso Eiichi corto el momento inesperado y susurró: - ¿Qué te parece el lugar? -
-Eso ya me lo preguntaste, pero te lo volveré a decir… Está muy bien, gracias - Eiichi se sonrojo, se separó de aquel contacto y nerviosos explicó: -Lo siento… ¡Cierto! Más tarde iremos a un circuito de carreras, se pone muy entretenido y quiero que sientas la adrenalina de competir -
- ¿Tú compites? -
-Claro, no soy un nerd aburrido -
-Jajajaja - Otoya sonreía, y con esa bella sonrisa dejó sin aliento a Eiichi -Es gracioso mis amigos te consideran eso… Un nerd psicótico y… Ah… Lo siento - Agachó su rostro apenado.
-Jajajaja... Tengo una pinta extraña, lo sé -
-Bueno, das un poquito de miedo, pero… Ahora que te estoy conociendo mejor podrás mostrarme que eso no es cierto -
-Espero que tu punto de vista cambie - rápidamente la comida llegó y ellos iniciaron a degustar, charlaron un poco conociéndose más, de manera muy profunda y sentimental.
-Eiiji siempre fue miedoso, todas las noches se pasaba a mi cama -
-Eres un buen hermano, lo proteges -
-Sí... aunque todos esos chicos parecen ser mis hijos, ni siquiera Van que es el mayor deja de depender de mí -
- En mi caso es distinto, yo trato de mantener unido al grupo, pero, ellos son muy rebeldes a veces pienso que Tokiya podría ser mejor líder que yo -
Eiichi dejó escapar un suspiro y susurró: -No digas eso, eres un buen líder… -
-Pero nunca seré como tú o cómo Kotobuki-san -
- ¿Él es líder de Quartet Night? -
- La verdad no sé, pero me parece que es quien controla a esos cuatro -
-Ya veo… ser líder no es tan fácil verdad -
Un pequeño silencio incómodo se presentó, pronto Eiichi enseguida cuestionó:
-Otoya… -
- ¿Sí? -
- ¿Estás listo? -
-Si, vamos -
Ambos se pusieron de pie, Ittoki dio un último vistazo a ese paisaje y luego observó a Eiichi quien cancelaba la cuenta, pensaba que todo iba bien por el momento. Estaba listo para partir cuando recibió un mensaje de texto a su celular. Rápidamente sacó el móvil de su bolsillo y descubrió que era un mensaje de Tokiya:
“¿En donde demonios estas?”
“Otoya, regresa ya, es demasiado tarde”
El pelirrojo de manera apresurada respondió:
“Estoy bien, de hecho, Eiichi es un chico genial”
“Aún no regreso… no te preocupes, te veo después…”
Apagó su teléfono y fue directamente a la cercanía de Otori el cual le ayudó a colocarse la chaqueta y partieron mientras caminaban hacia el elevador. Eiichi le observaba, a lo que Otoya cuestionó: - ¿Qué sucede? -
- Es sólo qué deberías usar una chaqueta de cuero se te veria genial -
- Que cosas dices, Eiichi -
La puerta se cerró y fueron los únicos en el elevador no obstante tres pisos abajo este se llenó causando que ambos quedarán en el fondo, Eiichi trato de protegerlo de las personas así que se dio la vuelta y apoyó sus brazos a la pared de metal justo a los costados del rostro de Ittoki mientras este se encontraba entre su cuerpo y la pared.
No decían nada, sólo podían sentirse tan cerca que por un momento lograron percibir el delicado aroma a perfume del otro; Otoya fue el primero en notar que Eiichi tenía un aroma exquisito, su perfume era único; por otro lado, Eiichi olía los cabellos de Ittoki, aquella frescura y su delicado perfume le estremecieron. Luego de un rato los ocupantes fueron abandonando la cabina dejándoles solos. Ittoki observaba la puerta sin poder ver a Eiichi ese acercamiento había sido peligroso, tanto que se había sonrojado, mientras que el castaño no pudo decir nada, sólo aguardar en silencio a que llegarán al parqueo.
Después de unos momentos, finalmente llegaron a su destino y salieron de aquella cabina. Otoya observaba al de gafas nervioso: - ¿Eiichi… amm desde cuándo corres? - Cuestionó cortando aquel silencio incómodo que se había generado después de salir del elevador.
-Pues… inicié cuando tenía 13, justo cuando murió mi madre… -
-Lo… lamento -
- No te preocupes, ya no duele tanto... La recuerdo siempre y trato de hacer todo lo que hago en su nombre. Ella me da la fuerza que necesito para sobresalir y resistir… -
- ¿Resistir, a que te refieres? -
-Ah, es un cuento aburrido, mejor vamos a las carreras - Sin hablar más del asunto ambos se introdujeron al auto en el cual Eiichi arrancó.
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Un ambiente aburrido se percibía en el salón de ensayos de la Academia Shining. En ese momento estaba ocupado por los seis chicos que tal parecía estaban esperando a su líder, como si se tratara de seis madres preocupadas y es que Tokiya había cooperado a que la preocupación y el pánico se sintiera en ellos:
-No entiendo porque tanta alarma, ikki sabe lo que hace -
-De eso no hay duda Ren, pero el asunto es que salió con ese tipo - expuso Ichinose, demasiado desesperado marcando el número de Otoya una y otra vez - ¡Sigue apagado, Otoya responde! -
-Yo creo que Otori-san no es un mal sujeto. - exponía Masato de manera relajada y tranquila. -Sumeragi-san me ha hablado bien de él -
-Eso sí no lo creo - inquirió Syo, Natsuki le abrazo y expresó.
-Pero, Syo-chan ya conocimos a Heavens y el único malvado es Yamato -
-Todos son muy interesantes, pero la preocupación que nos aqueja tiene sentido - intervino Cecil -Podría de nuevo romper el corazón de nuestro amigo -
-Espero que no Cecil - musitó Tokiya.
-Bueno, está bien; esperaremos hasta que llegué - expuso Ren, acomodándose en un sofá pues sería una larga espera y definitivamente el reloj dictó que así sería; una larga e inquietante espera.
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Circuito de carreras de la ciudad 12 AM
Los autos más lujosos y creativos se formaban para ser apreciados en una gala de máquinas, los chicos más temerarios se encontraban ahí. Vestían para la ocasión y la música no se hizo esperar. Ittoki estaba emocionado caminaba por entre aquellos autos de carreras con Eiichi a su lado, que describía cada uno de los modelos; aunque él no entendía nada y sólo se dejaba guiar por los colores y sonidos de motor.
Mientras más se adentraban, más se daba cuenta que Eiichi de ídol serio y nerd, no tenía nada, parecía que el joven de gafas tenía una doble vida, la cual le llamó mucho la atención ya que todos ahí lo admiraban y reconocían:
- ¡Oye Eiichi, esta vez te ganare! -
- Sigue soñando -
Otoya apreciaba como todos ahí se acercaban y le brindaba saludos creativos, otros le abrazaban, ya que tenían mucho de no verlo en el circuito. Ittoki parecía estar en un mundo desconocido en el cual no encajaba; en cambio Eiichi sí, era la comidilla en ese preciso momento.
-Vaya Eiichi todos te conocen -
- Si, la mayoría… En este mundo aprendes a ganarte el respeto de todos, para mi fue difícil llegar hasta donde estoy… - dijo llegando por fin a su auto, tomando un casco rojo el cual colocó al pelirrojo y susurro: - ¿Estás listo? -
-Si -
-Vamos entonces… Ahora sabrás lo que sentí al crear esa canción para el proyecto de duetos -
Otoya entró al auto mientras Eiichi hacia lo mismo y prontamente se movía hacia la línea de partida. Ahí otros seis autos más se situaron en está, mientras aguardaban hacían demostración de lo poderosos que eran sus motores, parecían ansiosos rugían y lanzaban fuego desde sus escapes. Eiichi también aceleró, causando estremecimiento en el pelirrojo el cual trago grueso y observó a todos los demás competidores los cuales le observaban llenos de seriedad. Rápidamente se escuchó por los altoparlantes las instrucciones, y Otori advirtió:
-Prepárate -
-Si -
El semáforo mostró el rojo, luego el amarillo y por último el verde, en el cual los 7 autos arrancaron.
- ¡Wow! - increíblemente Otoya sintió que la gravedad lo hundía al asiento, Eiichi había arrancado con suma prisa, hacia los cambios con agilidad mientras el rugido de los motores lo ensordecían. La primera curva fue tomada y Otoya casi se muere del susto.
-No tengas miedo - expuso mientras tomaban la curva y de nuevo aceleraba; algunos lograron estar al mismo nivel que el camaro rojo; sin embargo, Eiichi era más rápido, cambiaba la velocidad y con mucha agilidad les dejaba atrás sin necesidad de usar el nitrógeno.
- ¡Es increíble! -
- ¡Una vuelta más y terminamos! -
La carrera terminó y de nuevo él quedaba primero, no había nadie que logrará ganarle al camaro rojo, menos a Eiichi Otori.
La gente se reunió alrededor de su auto y las chicas los invitaron a la fiesta después de la carrera, sin embargo él observó a Otoya y luego su reloj.
-Lo siento chicas esta noche no… Debo ir a dejar a mi amigo -
Se prepararon para partir a eso de las 2 de la mañana y mientras transitaban por las calles, Ittoki exponía: -Debiste quedarte -
-No, debo devolverte a la Academia -
- Pero, no te preocupes puedo pedir un taxi -
-Eso nunca, esas fiestas son aburridas y ya es hora de que vayas a dormir -
Otoya observaba al castaño mientras conducía, analizaba su perfil de manera confundida, de alguna forma Eiichi le pareció interesante, tanto que se sonrojo. Una media hora después ya estaba al frente de aquellas gradas y aquella puerta en la cual Eiichi bajo del auto y le abrió la puerta, luego dijo animado:
-Fue divertido, espero que me haya cambiado la imagen que tenías de mí -
-Todo ha sido olvidado, sé que no lo hiciste por maldad -
-Para nada, sucede que soy muy apasionado a lo que hago y quise obtener una canción que marcará nuestro inicio… -Eiichi se detuvo y susurró - Eso se escuchó raro, perdona -
-Descuida… esto fue agradable… -
-Si… -
Un pequeño silencio se presentó mientras se observaban.
- ¿Podri/quieres? -dijeron ambos.
-Jajaja - soltó a reír el pelirrojo - Bueno ¿qué te parece el próximo viernes a la misma hora? -
- Si, ¿te apetece ir al cine? -
-Claro -
-Entonces aquí estaré el viernes a las 8 -
-Adiós Eiichi nos vemos el viernes - Se despidió con un apretón de manos y fue directo a la entrada.
Al cerrar la puerta un enorme suspiro se dejó apreciar de entre los labios del pelirrojo; a sus espaldas se escuchó como alguien aclaraba su garganta, Otoya se giró y notó a todos sus amigos observándolo de forma molesta: - ¿Eh?... ¡¿Qué hacen despiertos a esta hora?! -
- ¿Ikki, qué horas son estas de llegar? - expuso Ren acercándose y colocando sus manos sobre sus hombros y susurró: - ¿Te divertiste pequeño corderito? -
- ¿De qué hablas Ren? Jajaja -
-Pues es que ya es muy tarde y creo que se la pasaron bien… ¿Puedo saber qué hicieron?
Otoya era devorado por aquellos ojos, se sentía acorralado. A un costado Tokiya lo observaba realmente molesto tanto que una vena palpitaba en su frente sin mencionar el aura maligna que expedía.
-A pues Ren… verás es que fuimos a una carrera de autos…- hizo una pausa pues al recordar lo genial que estuvo Otori estalló en emoción: - ¡Fue genial! Eiichi es una bestia al volante es… ¡Debieron estar ahí! -
Los 5 soltaron un enorme suspiro finalmente Otoya se la había pasado bien y todo aquel drama de Ichinose quedó en el olvido.
-Tokiya, ya llegó... ¿podemos ir a dormir? -
-Cierto ya es de madrugada - Expuso Masato a las palabras de Syo.
-Vamos Syo-chan te cargare - tomó al pequeño y se lo llevó muy contra su voluntad. Uno a uno, se dispersaron para ir a sus recámaras mientras que cierto pelinegro observaba severo a su compañero de habitación.
- ¡¿Qué fue lo que hicieron?!- inquirió en tono serio y severo, demandando por que su pregunta fuera contestada sin rodeos.
- Solo fuimos … -
- ¿A dónde? ¡Dímelo todo! ¿A dónde te llevo ese pervertido? -
-A cenar y a las carreras - respondió sin poder evitar sentirse intimidado frente al pelinegro.
- ¿Solo eso?… ¿desde las 8 hasta las 3am me quieres ver la cara de idiota? -
-Claro que no Tokiya - respondió titubeante, sin saber cómo expresarse ante ese Tokiya que nunca había visto.
- ¡No te creo nada! ¿Por qué apagaste el celular? ¡Dime qué hiciste con ese degenerado Otoya! -
Ittoki se enfadó enseguida, incrédulo ante las palabras de Tokiya ¿Cómo era posible que su amigo pudiera hablar así de alguien a quien no conocía del todo? ¿Cómo podía llegar a desconfiar tanto de las personas? - ¿Oye, pero qué crees que estuvimos haciendo? - grito molesto.
-Yo no lo sé... dime tú ¿Qué hiciste con él? -
- Bueno, si no sabes entonces deja de imaginar cosas... ahora bien, la pasé genial así que volveré a salir con él -
-Otoya - Le llamó molesto -Te prohibió que salgas de nuevo con ese tipo.
-Tokiya, la verdad no entiendo por qué estás molesto… ya tengo sueño hablaremos mañana -
Y la discusión se acabó por parte del pelirrojo, no oiría más disparates del pelinegro que solo estaba ensuciando aquel lindo sentir que había vivido esa noche con todas su palabrerías sin sentido. Ya no lo oiría más.
Y así fue como ese mañana nunca llegó, y para mayor molestia del pelinegro, no dejaron de faltar las tantas salidas nocturnas de Eiichi con Otoya; que tanto para Tokiya como para Shaning parecía un cortejo, pues el castaño le llevaba al cine, a la ópera, a conciertos, a partidos de béisbol y a muchos lugares más todos los viernes. Hasta que en un abrir y cerrar de ojos la fecha del gran concierto de apertura del triple S había llegado.
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Ese viernes Starish o al menos 6 de sus integrantes se encontraban en el salón de ensayos trataban de practicar su rutina para el concierto del triple S, sin embargo, cierto Ichinose no parecía estar interesado. Llevaba puesto su pantalón deportivo negro con rayas blancas, una camisa amarilla de mangas tres cuartos y una toalla que colgaba de su cuello. Él estaba desde muy temprano tratando de contactar a Otoya, sin embargo, este no respondía a sus llamadas ni a sus mensajes.
-Esto es realmente ridículo - expresó Kurusu -No entiendo porque hace tanto drama porque a Otoya le agrada salir con ese Eiichi -
-Es evidente que Ichinose, no se encuentra a gusto con la idea -
-Probablemente tengas razón - agregó Ren a las palabras de Masato.
-Bueno, pero si a Otoya le gusta la compañía de ese sujeto deberían dejarlo salir en paz con… - Syo se había silenciado al apreciar a Tokiya a su frente observándolo de manera psicópata.
-Otoya debe entender que ese tipo es peligroso -
- Creo que el peligroso es otro - Susurró Ren.
- ¡¿Qué dijiste Ren?! - cuestionó furioso yendo a la cercanía del pelinaranja a quien tomó del cuello de la camisa ante la vista atónita de sus compañeros; Ichinose estaba desesperado, esos meses habían sido un verdadero caos.
-Tokiya… -
-Ichinose, tranquilízate – habló Masato ante tan inesperada reacción del pelinegro.
-No, quiero que Ren hablé con la verdad si tienes algo que decirme dímelo directamente -
-Si tu insistes… - expuso Jinguji de manera calma -Creo que eres el único que no se a enterado que lo que sientes son celos -
- ¿Celos? -
-Jinguji no sigas - ordenó Masato, pero el de mirada celeste agregaba.
-Estas tan irritado, por el hecho de que al menos alguien aprecia y trata mejor a Ikki.
- Creo que mejor nos ponemos a ensayar -intercedió Syo.
-Chicos por favor no peleemos, Otoya vendrá pronto y todo se solucionará además mañana es el concierto y… -
-Silencio Natsuki… -
Tokiya observaba de manera asesina a Ren, mientras este sólo le observaba relajado, Cecil se acercó para interferir y susurrar.
-Tokiya… creo que es mejor que vayas a tomar aire, aplacate… -
Ichinose observó a sus compañeros y dado a que estaba perdiendo los estribos decidió liberar a Ren para luego salir del lugar; al hacerlo y cerrar la puerta Masato dio un manotazo a la parte trasera de aquella cabeza de zanahoria de Jinguji el cual cuestionó: - ¡Qué! … ¿Qué hice? -
-Tu no aprendes que debes quedarte callado y no soltar tonterías que no son ciertas -
- Pero, si es verdad, Ichi está celoso -
- Creo que esta vez Ren tiene razón -expuso Natsuki pensativo.
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Toda aquella situación había sacado de sus casillas al pelinegro, no lo soportaba. Odiaba el hecho que Ren tuviera razón además y de sobre manera odiaba aquel cortejo que Otori había iniciado.
Salió a los jardines y descubrió el auto del causante de todos sus males estacionado al frente la academia. Su rabia fue tanta que decidió caminar hasta el lago, honestamente no esperaba encontrarlos, pero si lo hacía pondría fin a todo ese show y cortejos.
Y dicho cortejo daría frutos ese día, en que ellos acababan de regresar de una obra musical que Otoya quería ver. El pelirrojo quería agradecer todo ese tiempo y sólo se le ocurrió llevarle al lago en donde había una glorieta en un lado. Lugar en el que se podían apreciar las últimos y tenues rayos de sol. Caminaron un largo rato en silencio, cosa que inquieto a Eiichi quizás pensó que Otoya le diría que dejarán de verse que ya estaba aburrido de pasar el tiempo con él.
-O-oye Eiichi - llamó nervioso y cabizbajo el pelirrojo.
- ¿Otoya, está todo bien? -
-Si… Es sólo que…- Otori se acercó y le tomó de su mentón para elevar su rostro, Otoya observaba aquellos ojos. Esa mirada violeta que en cada cena y conversación admiraba y muy seguido le robaba algún suspiro. Desde hace un tiempo se dio cuenta que Eiichi le comenzó a gustar. Ahora entendía porque estaba distraído en los ensayos y porque siempre que pensaba en alguna letra de canción volvía a su memoria la voz de Eiichi.
El de gafas se adelantó al muchacho, al cual susurro: -Otoya… quiero confesarte algo - el pelirrojo se mantuvo expectante ante aquello: - ¡Me gustas mucho!… Desde que te vi la primera vez me fascinó tu forma de ser... Me gustas… Poder acercarme a ti y descubrir que tenemos muchas cosas en común, me hace tan feliz. He conocido tu interior y eres una persona maravillosa y de gran corazón… No puedo callar más lo que siento -
-Eiichi yo… -
- No tienes que responderme ahora, por favor piénsalo. Sé que es algo raro que me guste un chico… pero tú me fascinas tanto y más que eso… -
El suave viento acarició los rojos cabellos de Otoya, que a la vez se mezcló con el perfume de Eiichi, incentivando a las mariposas a revolotear en su interior. Y el castaño cabello del chico ondeaba al compás de la brisa cautivando por completo al de mirada rojiza: -Por favor discúlpame si te he incomodado… es mejor que me vaya -
Dio la vuelta para irse por el camino que ambos recorrieron, sin embargo, Otoya corrió a situarse a su frente y de manera apresurada detenerlo, posó sus manos en el pecho del mayor por sobre la chaqueta gris de talle largo. Otori agrandó su mirada y su impresión fue tremenda al sentir como Ittoki, sin ningún aviso le abrazó por su cuello para besarle.
Inconcluso estando confundido, se sentía extasiado y aún más enamorado del pequeño pelirrojo, aquellos labios le parecieron los más suaves y dulces que en su vida como cantante de Heavens hubieran probado. Elevo sus brazos y acarició su espalda para luego colocar una de sus manos en el rostro de Otoya, podían escuchar sus labios acariciarle dedicando pequeños sonidos que eran melodía celestial para el de lentes.
En un momento aquel beso se detuvo para permitir entrar aire a sus bocas, Otoya se alejó un poco y agachó su rostro llevando una de sus manos a los labios y susurraba con voz ronca: -Lo… lo siento Eiichi -
-Oto… -
- ¡Otoya! - fue interrumpido por una nueva voz que se incorporaba en la estancia. Ambos le reconocieron, era Tokiya quien los buscaba. Enseguida el pelirrojo se giro y se tensó, temiendo por que les haya descubierto. Eiichi le abrazó por detrás y susurro en su oído:
-Tranquilo, será nuestro secreto - Otori se separó y fue directo a recibir a Ichinose - ¡Qué bonito jardín gracias por mostrarmelo Otoya!... ¿Eh, Ichinose?
-Otori -
-Lamento estar hasta tan tarde en tu jardín, yo ya me iba -dijo moviéndose para retirarse sólo dedicando una última mirada al pelirrojo quien intentó acompañarle, sin embargo, era sujetado por el brazo de Tokiya.
-Ya es tarde y mañana es el concierto date prisa. No hemos ensayado por esperarte, así que date prisa todos te están esperando - Le regaño, claramente molesto y su entrecejo confirmaba aquello.
-Si… lo siento -
Ambos decidieron ir por otro camino mientras Eiichi llegaba a su auto y al sentarse en el asiento del piloto, dejaba caer su cabeza al respaldo de su asiento mientras cerraba sus ojos recordando aquel suave primer beso, emocionado sacaba su celular y enviaba un texto, en el momento que terminó se dispuso a irse a casa….
En cuanto a Otoya, percibió el vibrar de su celular con calma y mientras seguía a Tokiya liberaba su móvil el cual recibió un mensaje de texto de Eiichi:
“Esta noche a sido la mejor de mi vida, jamás olvidaré tus labios… mañana estaré a tu lado”
Ittoki dibujó una sonrisa, el rubor rodeó sus mejillas y todos los regaños de Tokiya apenas fueron escuchados esa noche por el joven líder, que durmió invadido por un sentimiento que jamás había sentido antes.
Continuará…
ES QUE SON BIEN PINCHES HERMOSOS AHHHHH OK YA.
Bueno aprovecho en darles las gracias por leer el primer capítulo!!! tambien aprovecho para aclarar que tomare las referencias del juego y no las del anime así que en este fic aunque no se noto en el primer capítulo le teme a las alturas xD bueno eso es todo mil gracias por leer n_n
y un feliz cumpleanos a nuestra bolita de arroz YAMATO!!!
NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA n.n