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Chispitas de Chocolate Blanco por cancion del viento

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Notas del capitulo:

Ohayo...

El maestro entró al aula, de cuerpo delgado, un poco avanzado de edad, y de estatura baja, pero de igual manera puede hacer llorar a cualquiera cuando regaña. De nombre José Pedro que es el que imparte todo lo que tenga que ver con la materia de español.

De inmediato todos se sentaron, con la suerte de que hoy el docente no viniera de malas. Un silencio gobernaba el salón, esperando a que el profesor comenzara la clase. Stark, estaba atento y sacando sus útiles para la materia sin darse cuenta de que tenía dos pares de ojos sobre él.

De repente la voz del castaño menor interrumpió el silencio que incomodaba a la mayoría, había sacado un topper con galletas con chispitas de chocolate blanco. -¿Gusta una galleta, profesor? –le ofreció con una sonrisa, el nombrado se le quedó viendo para luego sonreír y agarrar una galleta.

-¿Chocolate blanco? –preguntó extrañado por la galleta.

-Sí, no es común que las personas usen este tipo de chispitas para sus galletas. –contestó cordial el menor.

-Gracias.

Después de esa intervención pareció que el ambiente se aligeró, la clase continuó durante las próximas dos horas, algunos alumnos estaban dormitando y hacían su mayor esfuerzo por no cerrar los ojos; otros ni siquiera estaban poniendo atención; los demás escuchaban atentos la explicación de la clase.

De vez en cuando el Capitán giraba su vista hacia el menor, le enternecía por completo, con esos ojos grandes que miraban al docente, haciendo apuntes, y asintiendo a lo que el maestro explicaba. Sin duda lo quería para él.

Barnes tampoco se quedaba atrás, hacía lo mismo que su amigo y observaba al menor, cada movimiento suyo, si no fuera porque estaba en plena clase ya hubiera corrido a abrazarlo, no obstante el castaño no contaba con tanta suerte, ya que justo en ese momento el docente le preguntó sobre la clase.

-Barnes, ¿Podrías decirme una ventaja sobre el autor?

“¿Autor?” rápidamente el castaño mayor volvió en sí, sin embargo estaba tan concentrado en el menor que no puso para nada de atención en la clase, todas las miradas se posaron sobre él, sin mencionar que los ojos color chocolate lo estaban observando curiosos por la respuesta que daría, genial, vaya manera de impresionarlo. –Pues… -Justo cuando iba a mencionar lo primero que se le vino a la mente dieron el toque de cambio de clase, “Salvado por la campana”, suspiró.

-Bien chicos, aquí se termina la clase, nos vemos mañana. –dicho esto el maestro tomó sus cosas y salió del salón.

De inmediato todos se relajaron, tener dos horas con el mismo maestro es agotador y molesto, Tony se encontraba guardando sus cosas para sacar las de la última clase, cuando notó que Bruce se acercaba a él, y de inmediato los dos fortachones los observaron para ver de que hablaban.

-Tony ¿Cómo vas con tu proyecto? –le preguntó el pelinegro.

-Al ritmo que voy, podré terminarlo en dos o tres semanas. –le sonrió el menor.

-Es grandioso. –le revolvió los cabellos al menor a lo que éste solo se sonrojo. -¿Cómo sigue tu ojo? –se preocupó.

-Ya está mejor, recuerdo que papá hizo un escándalo por eso. –se rio el menor.

-¿Cómo no iba a hacer un escándalo? –habló con sarcasmo. –Sí aquel mastodonte te dejó el ojo morado. –se enojó.

“¿Ojo morado?” pensaron al mismo tiempo los dos fortachones, cualquiera que se atreva a lastimar al menor se enfrentaría con ellos, y vaya que no tendrían piedad.

-Pero fue mi culpa. –el castaño agachó la mirada. –Debí fijarme por donde iba para no chocar con él.

-Tony. –le reprochó el mayor. –Era tu tercer día en la academia, te estabas acostumbrando y familiarizando con los caminos, además te disculpaste, y tú fuiste el que se cayó por el choque.

-Pero…

-Tony, eres muy amable y eso te puede traer problemas.

-Lo siento Bruce… -sonrió. –Haré mi mayor esfuerzo.

-Bueno. –suspiró el pelinegro acomodándose los lentes. –Qué te digo, si a ese chico no le fue muy bien que digamos.

-Le dije a mi papá que no se precipitara.

El mayor se rio y de nuevo acarició la cabeza del menor. -¿Quién diría que detrás de tan bonito niño hay un padre tan aterrador? –dijo con burla.

El menor solo se rio por lo que su amigo había dicho, es cierto, su padre puede ser un monstruo cuando se trata de cuidar a su joya más preciada. Después de unos cuantos segundos entró la siguiente maestra, de estatura media, cabello corto pero chino y de color oscuro, con lentes. De apellido Camarena pero a veces, a espaldas de algunos estudiantes le decían Caramena, ella es la encargada de dar la materia de psicología.

“¿Qué habrá pasado?” se preguntó el rubio, quería saber de lo que se había perdido por ser suspendido, y sin más se dispuso a hacer lo mismo que en la clase anterior.

“No sé por qué, pero ganarme a su papá va estar difícil” pensó el castaño mayor, el ya daba por hecho que ese chico es suyo.

La clase terminó, la maestra salió del salón y todos se encontraban guardando sus cosas para retirarse, tanto a Steve como a James, estaban guardando sus cosas para acercarse al menor y hacerle platica, pero no contaban que Thor los distraería.

-Vamos, Steve, Bucky. –les llamó alegre. –Tenemos práctica, hay que darnos prisa o el entrenador se va a enojar.

Los otros dos asintieron de mala gana, por primera vez en su vida odiaban ir a entrenar, y no podían darse el lujo de faltar, de lo contrario y debido a su suspensión podrían ser expulsados del equipo, por ultima ves en el día miraron hacia a tras para observar a su lindo castaño.

-¡Muévanse! ¡Más rápido! ¡Vamos! –gritaba el entrenador, estaban en la cancha de la academia, y hasta algunos puntos se podía escuchar el silbato de aquel hombre. -¿¡Ya te cansaste Rogers!? ¿Y tú Barnes que me dices!? –les gritó, después de dos semanas de ocio, volver a la rutina del entrenador era difícil, sin embargo, el corazón de ambos se detuvo al presenciar que Tony estaba caminando hacía las gradas de la cancha, y se subía a estas para sentarse mientras sacaba su libreta para hacer algo en ella.

El calentamiento no tardó en terminar, pero por sorprender a aquel castaño, hicieron como que no se cansaron en absoluto, lo triste era que nunca recibieron una mirada del más bajo.

El silbato del entrenador se escuchó haciendo que todos los jugadores se detuvieran y se acercaran al él. –Divídanse, vamos a hacer un partido de entrenamiento. –rápidamente todos ya estaban del lado de su equipo.

El partido comenzó y de igual manera aquellos dos fortachones intentaban impresionar a Tony sin lograrlo, sin embargo, un gritó del menor los sorprendió y al mismo tiempo hizo que su sangre hirviera en celos.

-¡Vamos Rhodey! –el menor le animó.

Tanto Steve como Bucky de inmediato posaron los ojos en el nombrado, y para mala fortuna de Rhodey, estaba en el equipo contrario al de ellos, espero que haya un hospital cerca.

Rhodey iba corriendo, iba a buen paso, cuando Bucky lo tacleó horriblemente fuerte haciendo que éste cayera al piso. Tony solo hizo mueca de dolor ante aquella escena. El siguiente en taclear a Rhodes fue Steve, lo aventó hasta el punto en que dio una voltereta, sin duda Dios estaba enojado con el moreno.

Y así duró el partido, sin importar que tuviera o no el balón el moreno, era tacleado espantosamente ya sea por el rubio o por el castaño, pareciera como si lo odiaran por el simple hecho de ser amigo de Stark.

El silbato sonó de nuevo, señal de que el partido había terminado y ya había finalizado el entrenamiento del día de hoy, el entrenador dio algunas palabras de motivación y dio por terminada la sesión del lunes.

Rogers miró hacía las gradas y se percató de que Tony estaba bajando de ellas con dirección a la cancha, de inmediato James se acercó a su amigo rubio con la misma mirada. Ambos eran posesivos y celosos, cariñosos y sobreprotectores, pero todo dirigido hacia la misma persona. Sin duda eran hermanos perdidos.

-¡Rhodey! –gritó Tony con una sonrisa mientras se acercaba al nombrado, pasando de largo a los dos fortachones. -¿Estás bien? –se preocupó.

-Sentí como si desquitaran toda la ira sobre mí. –abrió su botella de agua para comenzar a beber de ella. –Pensé que ya te habías ido.

-Mi papá va a pasar a recogernos. –se encogió de hombros. –Invitó a tu papá a cenar, así que se ofreció para recogernos, además. –sacó de su mochila aquel topper  con galletas y con su nombre escrito en el “Propiedad de Tony Stark”. –Ayer Jarvis y mi Papá me ayudaron a hacer estas galletas y pensé en traerte algunas.

-Gracias Tones… -el moreno le acarició la cabeza y tomó una de las galletas para empezar a comerla. –Está muy buena, vámonos. –comenzaron a caminar hacia los vestidores. –¿Me esperas en la salida o afuera de los vestidores? –ni loco metía a su amigo a los vestidores con tanto hombre, cualquiera podría aprovecharse de él, después de todo algunos lo miraban como la última gota de agua en el desierto.

-Te espero afuera de los vestidores. –respondió con una sonrisa.

Llegaron al lugar y Rhodey entró dejando a Tony sentado en una banca que se encontraba por los pasillos. El menor sacó su celular y le mandó un mensaje a su papá  -En 10 minutos salimos- a lo que inmediato su padre le contestó. –Ya estoy parado enfrente de la academia, los espero. TE QUIERO HIJO-  siempre mostrando lo que sentía por su hijo, cada vez que Tony leía aquellas palabras sonreía. Guardó su celular cuando sintió otras dos presencias cerca de él.

El menor giró sus ojos y se encontró con aquellos dos fortachones que le estaba sonriendo amablemente cosa que fue correspondida por el castaño menor de inmediato.

-Hola Tony. –saludó el rubio. -¿Esperas a alguien?

-Sí…

-Un amigo quizá –comentó James. “Controla tus celos Barnes”.

-Espero a Rhodey.

-¿Rhodey? –preguntó el rubio.

-Sí, es un amigo mío. –les sonrió el castaño menor.

-Escuché que tú papá va a venir a recogerlos a los dos. –el rubio intentaba no mostrarse celoso, y vaya que le costaba, tanto que había escuchado la conversación que habían tenido hace rato.

-Mi papá quiere mucho a Rhodey, después de todo mi papá y su papá son amigos y nosotros somos amigos desde que éramos pequeños, me trata como un hermano menor.

Rhodey y Tony eran como Bucky y Steve, mejores amigos que se cuidan el uno al otro, aun así no podían evitar sentirse con envidia por su cercanía. Justo cuando Bucky iba mencionar algo el moreno salió de los vestidores.

-Listo Tones. –se acercó al menor. –Hola chicos. –saludó a los otros dos.

-Buenas. –saludaron al mismo tiempo.

-Nos tenemos que ir. –se levantó el castaño menor. –Papá nos está esperando afuera, vamos Rhodey, nos vemos mañana chicos. –les sonrió y comenzó a caminar, seguido de él, Rhodey también lo hizo, sin embargo volteó a ver a los dos fortachones con una mirada tenebrosa. “Nota mental: si querían tener a Tony, tenían que ganarse a su amigo”.

-Steve, te lo repito una vez más. –el castaño le miró serio. –No importa lo que hagas, Tony será mío.

-Buck. –le regresó la mirada. –Eso va también para ti.

Ahora sí, que la batalla por ganarse el amor de Tony Stark comience.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Nos vemos!

(≡^v^≡)/


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