Llegaron a los apartamentos, subieron por el elevador conversando muy amenamente hasta llegar a su departamento correspondiente, Steve abrió la puerta y se adentraron en el lugar. –Siéntete como en tú casa Tony. –mencionó el rubio encendiendo las luces.
-Gracias chicos… -ambos castaños se sentaron en el sofá dejando sacar un suspiro de relajación. –No tengo ropa…
Al instante la mente de ambos fortachones voló, Bucky miró hacia otro lado avergonzado mientras Rogers solo se ponía rojo. –N-no te preocupes Anthoska, te prestamos ropa… “Debo tomarle una foto”
-Sí, por eso no te preocupes… -habló Steve. –¿Quieres tomar un baño primero?
-Me gustaría. –comentó el menor.
-De acuerdo, sígueme. –le dijo Steve mientras caminaba a su cuarto, Stark solo se levantó de su asiento y siguió al rubio. El capitán de su closet sacó ropa limpia, tenía ventaja al ser más ordenado que su casi hermano, le extendió una camisa blanca y unos pantalones de dormir. De inmediato de sus cajones sacó un paquete nuevo de ropa interior y se la dio. –Puedes usar esto.
-Gracias… no pensé que tendrías bóxers nuevos. –mencionó el castaño menor algo sorprendido.
-Uno nunca sabe… –se encogió de hombros y caminó hacia el baño seguido por su Tony. –Este es el baño. –encendió la luz. –La llave del agua caliente es la izquierda y la fría es la derecha, puedes usar nuestro shampoo y jabón.
-Gracias. –le sonrió dulcemente.
-S-si necesitas algo puedes llamarme. –el rubio habló algo apenado y Salió del baño cerrando la puerta.
El capitán tenía un leve sonrojo, el amor de su vida se pondría su ropa, ¿Entienden? Su ropa. Caminó hacia la sala donde se encontraba su amigo viendo pocoyo. –¿En serio estás viendo eso?
El castaño mayor solo lo miró. –Es que es demasiado tierno… -se acomodó más en el sofá. –Ganaste esta vez.
-¿A qué te refieres? –cuestionó el rubio.
-Que eres muy ordenado y precavido. –suspiró cansado. –Eso te dio puntos con Anthoska.
-Te dije que ser ordenado es bueno. –se encogió de hombros. –¿Hago de cenar u ordenamos?
-Sorpréndeme. –sonrió burlonamente Barnes.
El capitán exhaló aire, a veces Bucky no tenía remedio, vaya contraste que hacían. –Mejor ordenamos. –sacó su celular y comenzó a marcar para ordenar.
-¿Qué pediste? –preguntó el castaño mayor.
-Lo típico, pizza. –se encogió de hombros el rubio, después caminó hacia el sofá y se sentó en la otra orilla.
Dentro del baño Tony se estaba bañando tranquilamente, al principio no le salió el agua caliente, se tuvo que esperar hasta que finalmente salió, después el agua estaba demasiado caliente y tuvo que jugar con las llaves del agua hasta que por fin dio con la temperatura adecuada del agua para poder ducharse.
No se quiso tardar mucho bañándose por lo que se dio prisa, salió de la regadera y… había otro problema, no tenía toalla para secarse, no le quedó de otra que buscar en los gabinetes del baño y afortunadamente encontró una limpia para secarse.
Cuando se secó y se dispuso a vestirse, se topó con otro problema, el pantalón le quedaba demasiado grande, tanto que se le caía ¿Y ahora? Sin pensarlo se puso la camisa y se dio cuenta que le quedaba un poquito más debajo de sus muslos, lo suficiente para taparse, como si estuviera usando un vestido muy zancón, al menos con eso sería suficiente.
Recogió su ropa y la dobló como pudo para después salir del baño, caminó hacia donde provenía el ruido de la televisión. –Gracias por prestarme su baño, chicos.
De inmediato los más altos voltearon. –No es nada To… –Steve se detuvo al ver a Tony, al igual que Bucky que estaba apretándose la nariz de un futuro derrame nasal. “Cálmate Rogers” y como no si Stark se veía completamente encantador vestido así. –¿Y el pantalón Tony? –como pudo se controló.
-Me quedaba muy grande. –dejó su ropa en la mesita que se encontraba al lado suyo, después se acercó al rubio para entregarle el pantalón. –Te lo agradezco mucho Steve, pero se me caía… espero que no les moleste que me quede vestido así…
-De ninguna manera. –respondió Bucky con los colores en la cabeza. –T-te ves bien.
-Esa es la desventaja de ser pequeño. –se burló de sí mismo el menor, posteriormente se acercó al sofá y se sentó en medio de los dos fortachones, dejando ver gran parte de sus piernas acaneladas.
El capitán de inmediato se levantó. –Cre-creo que me iré a bañar yo primero. –Corrió del lugar dejando confundido al menor.
-¿Qué le pasa? –preguntó Stark.
-Creo que tiene un problema que arreglar… -se burló el castaño mayor y casi al instante se paró de su asiento. –De hecho yo también tengo un asunto que atender. –le sonrió al menor. –Anthoska… Regreso en unos minutos, tengo que arreglar algo en mi cuarto. –caminó medio extraño hacia su habitación.
El castaño menor solo se quedó extrañado por las actuaciones de sus amigos, sin más se puso a ver la tv mientras jugaba con su celular, no obstante un mensaje hizo que se entristeciera; un mensaje de su madre.
¿¡Dónde carajos estas mocoso sin valor!?
Obadiah te está esperando, trae tu estúpido trasero de una maldita vez.
Vas a pagar por esto…
Tony solo pudo suspirar tristemente, de ninguna manera iba a ir a su casa con ese hombre ahí, así que le contestó a su madre. Me voy a quedar con unos amigos, le pedí permiso a Jarvis y me dijo que estaba bien… y sin más salió de la conversación para mejor ver otras cosa.
Mientras tanto en el baño. –Esto está mal, muy mal… no debo tocarme pensando en Tony… pero es que… Lo siento Tony. –y sabemos lo que pasó en ese momento.
Por otro lado en la habitación de Bucky, éste no desaprovechó la oportunidad. –Con tú permiso Tony pero tengo que arreglar este problema. –y comenzó a tocarse.
Pasaron algunos cuantos minutos cuando finalmente salió del baño el capitán, ya vestido con su pijama; un pantalón para dormir y una camiseta blanca. Se acercó al castaño menor que estaba muy entretenido con su celular, sentado de casuelita en el mismo. –¿Qué haces Tony? ¿Y Bucky?
-Dijo que tenía un asunto que atender en su habitación y yo simplemente los estoy esperando. –se encogió de hombros.
-Déjame avisarle a Buck que el baño ya está desocupado. –caminó hacia el cuarto de Barnes y no muy delicadamente abrió la puerta encontrándose con un Bucky jugando con “Manuela”. –Debí tocar la puerta…
-¡Ma-maldición Steve! –se asustó James. –¡Cierra la puerta! –de inmediato Rogers cerró la puerta.
-Solo venía a decirte que el baño ya está desocupado y que si vas a hacer eso cierra la puerta con seguro, no vaya a ser que Tony abra la puerta mientras te atiendes. –le regañó el rubio y se retiró del lugar para ir con su canelita. “Y pensar que yo hice lo mismo”.
Barnes que se encontraba en su cuarto, se avergonzó. –Yo y mi estúpida obsesión de no atrancar las puertas. –se enojó, tomó su ropa y salió rumbo al baño a ducharse con agua fría pues Rogers lo había interrumpido antes de llegar al clímax.
En la sala Tony y Steve se encontraban sentados en el sofá, momento a solas, que genial. –Espero que no te moleste Tony que haya pedido pizza.
-Por mí está bien. –le dijo el castaño al rubio. No pasaron unos cuantos segundos cuando el celular del más bajo sonó dando a entender que tenía una llamada entrante, Tony sacó su celular y en cuanto vio que era su madre quien le hablaba por teléfono decidió bloquear la llamada. Al principio Steve no le tomó importancia sin embargo volvió a sonar y ocurrió lo mismo que la vez anterior y así pasó como unas 4 veces más.
-¿No vas a contestar, Tony? Preguntó con algo de preocupación el capitán.
-No… no es nada importante… -dijo tratando de sonreír, tratando de demostrar que todo estaba bien.
-Tony… -le habló serio el capitán. –¿Por qué tratas de demostrar que todo está bien cuando no lo está? Perdóname si estoy siendo grosero pero… Tony se te nota, no estás bien, algo está pasando ¿Verdad?
-Steve… -susurró el menor, ¿Acaso no estaba siendo discreto? Primero Jarvis y ahora Steve. “¿Debería decirle?” pensó el menor, después de todo se sentía bien estando con él y con James, pero revelar su secreto… jamás se lo había contado a alguien, y la razón por la cual no la hacía era porque en primera tenía miedo y porque no quería desilusionar a su padre con respecto a su madre, pero si esto continuaba Obadiah posiblemente… Además ¿y si también si le decía a Steve y después lo veía con asco? No lo soportaría… pero también estaba la posibilidad de que lo ayudara y le diera fuerzas para decirle a Jarvis.
-Sin importar lo que suceda Tony, yo estaré contigo. –le sonrió tiernamente el rubio a lo que Tony se sonrojó. –Puedes confiar en mí.
-Steve… ¿Puedo decirte un secreto que he estado guardando por mucho tiempo? –preguntó el menor desviando la mirada.
-Claro que sí. –se acercó más al castaño que en estos momentos le parecía desprotegido, por lo que ese sentimiento de sobreprotección creció.