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Cliche por reydelosPK2

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Notas del capitulo:

Las ideas cayeron y solo escribí y escribí... y solo llore pero aun así no logro plasmar la visión del final. Así que ustedes elija. Aceptamos sugerencias pues el mío es muy triste e injusto y creo yo que un tantoto de luz no estaria mal. 

El escape

Izuna no dejaba de dar vueltas por la mansión, era su cumpleaños sin embargo estaba castigado por su madre por no hacer la tarea, arrojar todos sus juguetes por la ventana (Bombardeos a Obito), mentirle descaradamente sobre quién puso azúcar en el salero, en fin sus diabluras de la semana sobrepasaron los límites de tolerancia de Sasuke, en especial cuando decidió que era momento de fastidiar a la servidumbre y convino la cera de piso con el aceite de cocina e incluso el mismo Toneri se cayó de las gradas, más quienes terminaron castigados fue la servidumbre.

Sasuke molesto y con la culpa en el pecho al ver a la joven de turno ser sujetada por los guardas y temiendo por su vida se dirigió en búsqueda del culpable y allí le pillo escondido en su armario. Izuna fue testigo de la caída de su padre y la tensión que se formaba, fue muy divertido e dijo pero comprendió que sus bromas llegaron lejos al ver a los guarda espaldas reprendiendo a la servidumbre y notar la angustia en el rostro de su madre que luego se tornaba serio y con su mirada le buscaba.  Maldijo olvidar a su mamá y la ridícula autoridad que su padre le dio sobre su crianza, incluyendo la facultad de castigarle y darle jalones de oreja memorables, sin perder el tiempo corrió en búsqueda de un escondite.

“!corran por su vidas!” se dijo entrando a su cuarto para poner la cerradura y esconderse en el armario. Pero no fue suficiente, pasado el ajetreo abajo y de la nada el silencio y unas pisadas y al cerradura abrirse, el miedo lo invadió. Jamás creyó tenerle miedo a alguien como ahora se lo tenía a su madre.

La puerta se abrió y Sasuke sin asco alguno le jalo la oreja llevándolo abajo a que se disculpara con la sirvienta que fue despedida y sin duda paso un momento de terror, apenas si convenció a Toneri de no matarla.

Que desesperación, Izuna siempre paso un cumpleaños divertido, siempre tuvo todo lo que pidió, siempre se salía con la suya en sus travesuras, jamás pagaba las consecuencias, pero desde que su madre llego a su vida nada se le era permitido y si se salía con la suya aparecía su mama listo para castigarle y siempre con la misma tonta excusa: es por tu bien.

N segundos vio sus juguetes eléctrico como su Tablet, su Nintendo Wii, sus álbumes de figuritas de acción, su disco duro repleto de películas y series de animación que gustaba ver en sus en su aburrimiento ser secuestrados por su mama. Prácticamente su habitación quedaba vacía, solo su cama, su escritorio, su ropero… incluso su tele se le fue arrebatado.

¡¿Por los dioses que haría un mes entero sin su entretenimiento?!

Con ojitos llorosos solía ver a su padre por las mañanas y las noches, mas este no se pronunciaba.

“!No es justo!”

Solía gritar para  echarse a correr a su habitación y llorar escandalosamente.

-Iré a…-Sasuke comenzaba a hablar al mismo tiempo que se ponía en pie pero Toneri lo detenía

-No. tu diste ese castigo ¿qué clase de lección esperas que aprenda si no eres firme con él?- Sasuke le miraba y volvía  a sentarse. Allí hablaba el rey  de los castigos…  pero supuso que esta vez sí tenía razón, si deseaba que su hijo fuera una persona de bien debía ser estricto con él, hacerle entender que dañar a los demás con sus acciones no era divertido, era molesto y podría ser mortal para sus víctimas. Escucho algunos rumores de la servidumbre que pese a no hablarle charlaba entre sí en sus momentos de ocio y Sasuke disimuladamente solía escucharlos. Lo último que supo fue que Izuna provoco que a su anterior madre de crianza le sacaran un ojo, al parecer esta trato de impedir al menor hacer algo peligroso pero como no tenía autoridad Izuna se salió con la suya y se lastimo. Toneri al ver a su hijo herido le arranco el ojo. Y fuera de este relato supo de otros tantos que hacían lucir a Bart Simpson como un angelito.

-viajare por unos días-Informo Toneri y Sasuke sin verle asintió. No entendía que sentido tenia que se lo informara, pero no negó que esa noticia lo alivio. A salvo un par de días. Al fin podría dormir en paz.

Le vio marchar y camino en búsqueda de su pequeño diablillo. La verlo sentado en su cuarto arrojando una pelota de plástico contra la pared sintió remordimientos de su largo castigo, pero era pos su bien. Se alejó de esa habitación, su niño necesitaba reflexionar y entender que su castigo no era injusto, comprender lo que hizo mal. Descifrar la diferencia entre el bien y el mal.

-Quiero ir…- repuso Izuna con tristeza. Su cumpleaños estaba cerca y había hecho tantos planes para festejarlo, pero estaba castigado el mes entero… no tendría festejo alguno.

“Ojala te mueras…” fue su sincero deseo para su mamá (Sasuke)

-Quería ir al parque de diversiones, un payaso… un mago… una torta en forma de pelota de futbol… el cine… una moto Cross…- sequia nombrado Izuna en las gradas lo que deseaba en su cumpleaños esperanzado de que  el tonto de su madre le oyera y le levantara el castigo por lastima.

Danzo que caminaba por el pasillo revisando que todo esté en orden no pudo evitar oír al menor, no dijo nada paso por su lado ignorándolo, Izuna también le ignoro. Todos los trabajadores de su padre eran cual robot programados a responder únicamente a su padre, a ellos los ignoraban y solo reaccionaban cuando alguno trataba de salir de la mansión o entrar en las zonas prohibidas. Recordó a la extraña chica que habitaba la tercera planta, el remplazo de su madre. Aunque comenzaba a dudar que fuera un remplazo, por lo general eran cambiados al día siguiente de su llegada pero esa chica ya llevaba más de un mes en la mansión y aun no le era permitido abandonar esa recamara y aun su madre ocupaba una posición privilegiada. Tan extraño, tan molesto… y si su mamá se quedaba para siempre… tembló de miedo, seria castigado todo el tiempo, ya no podría hacer cosas divertidas, sus cosas se le serian arrebatadas sin su permiso y para colmo su padre lo apoyaría. No quiso pensar en la idea que comento su padre de  tener otro hijo… No… con otro niño más su madre tendría más poder. Debía evitarlo a toda costa.   

-Quiero una torta de moka y helado de chocolate…- seguía dando a conocer sus deseos esperanzado de salirse con la suya, mientras pensaba una forma en deshacerse de su mamá - quiero mi Nintendo Wii… también una nueva computadora… patines… nuevos juguete o por lo menos los que me robaron...

Danzo llegaba a la habitación de Sakura, esta solo saltaba del susto al verle, hacia tanto que había llegado y aun no entendía ¿qué hacia allí?, porque la tenían encerrada y lo peor era que no comprendía el idioma.

-¿Cómo está?-Pregunto al médico que vino a revisarla a ella y al resto. Este dijo que estaba  bien, en óptimo estado de salud, que podría empezar a donar sangre dentro de una semana.

Danzo asintió con la cabeza mientras daba vuelta y seguía su recorrido por la mansión, bajo las gradas al segundo piso donde se hallaba la habitación de Toneri e Izuna. Camino por el pasillo y allí descubrió a Sasuke mirando por la ventana curioso, como si estudiara el escenario, como si planificara un escape y luego le miraba bajaba la cabeza tímidamente y marchaba a su habitación había sido descubierto con intenciones de huida, si Toneri se enteraba seria castigado.

Danzo negó con la cabeza, las ventanas tenían barrotes internos y estas no eran ventanas comunes, eran antibalas. Después de lo ocurrido con Hinata, se pusieron barrotes de acero en todas las mansiones, se cambiaron los vidrios comunes por los antibalas de doble reforzamiento, eso que requerían un impacto d gran escala para ser rotos, eso que se hallaba protegidos por los barrotes de acero. Pensar en huir o suicidarse lanzándose por esas ventanas sin duda era absurdo. Esa mansión era una prisión cuya única salida era la puerta de ingreso y está siempre estaba resguardada por los de seguridad, claro que existía una  puerta de salida, pero esta estaba escondida en el almacén y a este solo la servidumbre tenía acceso y eran ignorantes de su existencia.

Sin duda Toneri había aprendido la lección con Hinata, no podía solo fiarse del miedo que imponía su personalidad y su castigos, al momento de tocar el fondo las personas podían ser una caja de sorpresas desagradables, se volvían fuerte, se volvían suicidas, se volvían altaneros, sumisos, loco… entre otras cosas. Toneri podía aceptar todos estos menos la suicida, no dejaría a Sasuke tal opción. Solo el decidiría cuando se moriría, cuanto sufriría o que tan feliz podría ser, que comería, como vestiría, cuántos hijos le daría. Era suyo, su cuerpo, su vida, todo.

Danzo meditaba que quizás ese sentimiento de poderío era adictivo, haciéndole entirse realmente un dios. Y a diferencia de Hinata, Toneri se había enamorado de Sasuke y le entretenía volver a domarlo por segunda vez y descubrir que tanto se resistía, pues pese a no demostrarlo con acciones era evidente que Sasuke siempre tenía puesto el pensamiento buscar alguna forma de huir con su hijo. Que aún no entregaba el corazón, su resignación, ni su lealtad. Aun tenía fe, esperanza en quien sabe que, según Toneri en el idiota de su ex marido, según Danzo en la justicia oxidada del mundo o en los milagros.

El médico le llamaba para revisar su estado de salud, tomaba las muestras de sangre y esperaban unos momentos para ver los resultados de su anemia y la prueba de embarazo. El medico guardaba silencio y miraba la reacción de los químicos para luego sonreírle.

-Felicidades…-Repuso, Sasuke abría  los ojos y descifraba el significado de dichas palabras. Estaba embarazado… Nuevamente traería al mundo otro hijo de Toneri… no supo cómo sentirse, era obvio que pasaría por la frecuencia de sus relaciones sexuales, por aun ser joven y porque estaba recibiendo tratamiento para su anemia y vitaminas, minerales para ponerlo en optimo estado de salud, su comida era saldable, su hidratación… supuso que era bueno saber que otro niño con su rareza nacería, pues así Izuna tendría más posibilidades de tener una vida larga y plena, aunque también era preocupante pues podía no tener su tipo de sangre después de todo sus padre no la tenían y el era cual fenómeno de la naturaleza. Aunque teniendo a Toneri como pareja las posibilidades de que naciera otro RH neutro eran altas, más de un 50%.

Siguió manteniéndose en silencio escuchando al médico y sus recomendaciones, mirando las tabletas de ácido fólico que le alcanzaba, advirtiendo que debía poner más énfasis en alimentarse adecuadamente, incluso el uso de suero pues su embarazo como lo ocurrido con Izuna seria de riesgo y sus malestares muy marcados según su grado de anemia.

“Es imposible…” se dijo Sasuke derrotado pues su nueva idea de fuga era absurda, miro nuevamente el patio desde la ventana de su habitación en soledad tejiendo otra fantasía de fuga topado nuevamente con los mismos problemas. Aun si lograba escapar de la mansión, como se llevaría a Izuna, aun si se llevaba a Izuna como pagaría el pasaje de tren, no tenía dinero… Toneri lo atraparía rápidamente y lo castigaría cruelmente, no dudo que esta vez le partiría las piernas o quizás lo mataría, pero no podía seguir allí, ahora que estaba embarazado su hijo nacería libre, aunque el muriera en el parto, no lo dejaría con Toneri, no dejaría que se volviera como Izuna, y tampoco dejaría a Izuna en ese mundo.

-debe existir alguna forma…- rengueo golpeando la ventana incluso, notando como apenas si cabía su puño entre los barrotes metálicos que protegían esas ventanas. Recordó como en el pasado miraba la posibilidad de lanzarse por la ventana y escapar, pero este pensamiento se fue por culpa de esos barrotes. Toneri realmente había pensado hasta en el mínimo detalle para convertir sus mansiones en verdadera prisiones. Ni siquiera tenía acceso a los utensilios de cocía, estos eran inventariados por la sirvientas al concluir la cena., si Toneri no se hallaba en la mansión un guardia custodiaba su despacho y otros el resto de los cuartos. Solo era libre de caminar en la recámara de Toneri, el comedor, la sala y el cuarto de Izuna y entre los juguetes de Izuna no hallo algo efectivo para asesinar a Toneri rápidamente.  

En el pasado supuso que conto con suerte. Al iniciar las laborees de parto fue llevado al  hospital del cual era Toneri socio y cerca se hallaba su banco de sangre. Al concluir el parto y recuperarse una batalla entre policías y ladrones se desataba en el mismo hospital y entre la confusión fue que Sasuke logró escapar y ser confundido con otro pacientes, hallo a Menma en la guardería y se lo llevo consigo dejando a Izuna en la incubadora pues era resguardado por las enfermeras que trabajaban para Toneri y dos hombres armados se hallaban cerca. De no ser por esos eventos, jamás hubiera logrado escapar. Pero esa oportunidad jamás volvería repetirse no hasta que quedara nuevamente diera a luz al nuevo hijo de Toneri y dudo que lo dejaran  sin vigilancia o que nuevamente se produjera tal enfrentamiento entre policías y ladrones.

En la mente de Danzo, la imagen de Kawaki se repetía y una y otra vez, sus pensamiento analizaban la situación de la mansión y como evolucionaba Akatsuki ahora que Kawaki estaba muerto. Nuevos conflicto nacían y dudas sobre el liderazgo de Toneri. Sin duda debían volver a poner a Toneri como el jefe máximo y único, vio con buenos ojos que Toneri marchara a ver a sus bases y mostrar que aun él era el dios que todos admiraban, el hombre invencible que había vuelto a burlar a la muerte y la policía misma. Sin embargo aún seguía la molestia de ese doncel y ahora resultaba que esperaba nuevamente un hijo de Toneri, nuevamente alteraría el equilibrio de Akatsuki pues al tambalear su salud su jefe podría descuidar la organización solo  por mantener se cerca de su “Amado”

 

“Solo alguien especial puede dirigir una tribu, y solo un fiel cordero puede ensenar el camino a su pastor…” alguna vez Kawaki le había dicho esas palabras.

Danzo con la edad que tenía jamás se creyó idiota como para creer las tonterías de los integrantes de esta familia de yakusa (Akatsuki), al inicio todo lo que había hecho era por dinero y poder. Pero ahora mismo después de casi veinte años trabajando para Toneri, mirando como el hombre había creado no solo una familia de yakusas, más bien casi una religión. No podía dejar que todo se viniere a bajo por culpa de un tonto doncel. Toneri debía regresar al camino. Pero tampoco podía ser tan ingenuo como Kawaki y decírselo de frente, debía ser listo y hacer que el doncel mismo se ganara la muerte a manos de Toneri. Algo realmente malo debía hacer el estúpido doncel que quebrara la paciencia y el cariño de Toneri y lo convirtieran enfuria, pero si no lo grava… debía tener otro truco bajo la manga.

Sin saber porque solo camino en dirección del banco de sangre, sin Toneri cerca y siendo el ahora su mano derechas tenía la libertad de mandar y entrar a ese sitio sin  restricción alguna y sin cuestionamientos. Miro fijamente las bolsas congeladas con el líquido vital, las plaquetas, los órganos mismos. Miro las etiquetas identificadoras. No podía la unidades de sangre, Toneri las necesitaría, pero el primero que las requeriría seria Sasuke.

Sin dudarlo tomo las bolsas y las puso en otra fila (en la de O negativo), retiro las etiquetas y las intercambio. Solo el sabría lo que paso, solo el volvería las cosas a su lugar. Y cuando el Uchiha diera a luz, se le seria puesta otro tipo de sangre y por tanto la incompatibilidad misma lo mataría, los glóbulos blancos de Sasuke entretienen guerra con los glóbulos blancos introducidos, y los glóbulos rojos y demás quedarían en medio de da la batalla, la trasferencia de oxigeno no se llevaría con eficacia ni éxito y todos los sistemas de su cuerpo colapsarían. Adiós al problema. Y la muerte de Sasuke acusada a las complicaciones del parto y la insuficiencia cardiaca.

Salió del depósito de sangre suspirando. Lo hecho estaba hecho. Aun si en la autopsia era descubierto… Akatsuki estaría nuevamente en la cima, con Toneri liderándolo y si los cielos los bendecían con un heredero varón.

Sasuke vio que a eso de las tres de la tarde los guardias de afuera tomaban un breve descanso y cambiaban de turno descuidando sus puestos.

-Mama-Llamo Izuna furiosos, ya habían pasado treinta días desde que su padre se fue a resolver unos asuntos de negocio a quien sabe que ciudad o continente. 30 días que era ignorado, siete días de que su cumpleaños y su madre aún mantenía el castigo en pie, pero ese día concluía- ¡Quiero ir al parque!- Exigía y todo pulmón- ¡quiero festejar mi cumpleaños fuera de aquí!…- chillaba cual demente y Sasuke le miraba con pena. No podía sacar a su hijo fuera de la mansión, no tenía autoridad para pedir que se le devolvieran sus juguetes, se suponía que esa noche Toneri regresaría pero según oyó tuvo otros asuntos y regresaría dentro de tres días más.

-MAMÁ!!!!-Volvió a gritar pero esta vez en el oído de Sasuke que se la pasaba durmiendo por culpa de los malestares de su embarazo que lo tenían en cama. Tantas nauseas, mareos y la debilidad física, su cuerpo internamente era una zona de guerra que volvía a moldearse para  aceptar que esa cosa que crecía en el vientre no era una parasito, por tanto no debía ser eliminado de su interior. Era parte de él y debía ser alimentado y protegido.

 

-hablare con Danzo- dijo Sasuke dudoso y mareado, si él no podía salir supuso que quizás alguno de los hombres de Toneri podían llevara a Izuna al parque de diversiones o al cine para festejar su cumpleaños, siquiera traerle un torta.

Espero por horas y aduras penas a que Danzo acudiera a la mansión y revisara que todo estuviera bien, solo el tenia autoridad para comunicarse con Toneri, el resto solo se le veían muriéndose llamarían al médico y le dirigirían la palabra. Rogo que Toneri aceptara su petición y no solo lo castigara al regresar.

Danzo miro a Sasuke esperándolo en la sala.

Sasuke trago saliva, ese hombre siempre le miraba despectivamente y jamás le dirigía la palabra. Sabía que era la mano derecha de Toneri igual que Kawaki, mas Kawaki estaba muerto, no sabía el por qué Toneri lo asesino, pero en ese mundo no era extraño.

-¿Qué quieres?- interrogo Danzo a Sasuke y este se paro

-necesito hablar con Toneri- Danzo entre cero los parpados dedicándole una mira da de odio. Como se atrevía este doncel a solicitar hablar con Toneri, acaso no conocía su lugar de puto sin derecho a exigir nada. Tanto así había cambiado Toneri, se cuestionó, tanto así como para que ese idiota se atreviera a exigir le cosas.

-¿Para qué?-Interrogo y Sasuke ya se arrepentía de su atrevimiento. Supuso que la pasaría muy mal cuando Toneri regresara, no dudo que le haría tragar agua hervida por su osadía, dio gracias al cielo de esperar ese niño, al menos eso contendría la furia de Toneri…

-el… el cumpleaños de Izuna ya paso y pensé… bueno si Toneri pudiera darle permio para que lo llevasen al parque, yo no, eso es claro… digo algunos guardaespaldas o alguien de su confianza…- dijo tartamudeando, era complicado lidiar con ese hombre que nunca sonreía.

Danzo le miró fijamente y asintió con la cabeza- le diré-concluyo dejándolo solo.

Danzo tomo su celular y comunico con Toneri para infórmale de la solicitud de Sasuke. Toneri se mostró algo sorprendido había olvidado el cumpleaños de Izuna por culpa de la muerte de Kawaki y por qué su trabajo se duplicaba al no tener a nadie en quien confiara ciertas cosas.

Ahora mismo estaba ocupado, pero satisfecho desde que supo que Sasuke esperaba un hijo suyo, decidido a terminar sus pendientes, paso por alto esa fecha, dio su visto bueno suponiendo que Izuna ahora mismo araba uno de sus berrinches a Sasuke orillándolo a arriesgarse en tal solicitud.  Sasuke necesitaba reposo absoluto según recomendaciones del médico, no arriesgaría su salud por culpa de Izuna y sus escenitas.

Danzo se presentó ante Sasuke y le indico que Toneri daba el permiso, que debía alistar al niño.

Sasuke suspiro aliviado y le informo a Izuna que no dejaba de dar saltos de alegría, mientras Sasuke alistaba su ropa de salida y lo cambiaba.

Danzo miro la comida de Sakura lista, la tomo entre sus manos y camino a su habitación, mas a medio camino deposito sobre esta polvo de cianuro que siempre cargaba en su bolsillo por su era atrapado e interrogado. Era preferible la muerte a dejar expuesta la organización.

La dosis debía ser mínima, lo  comprendía. Ara ahora o nunca, al fin tenía la oportunidad de deshacerse del doncel.  

Sasuke alisto a Izuna para su salida. Rio al verlo tan animado, incluso Danzo se le acercaba y entregaba al menor una buena suma de dinero, y vio como Sasuke miraba con envidia el efectivo y cerraba los ojos resignado.

Acompaño a su hijo a la sala y vio extraño como la servidumbre corría arriba al parecer algo había ocurrido con la chica. Los otros guardas de seguridad también corrían y ellos quedaban solo en medio del salón. Sasuke miro extrañado como la puerta estaba libre de vigilantes. Vio frente suyo la movilidad que esperaba  a por Izuna abierta, sin chofer. Giro nuevamente y vio a todos en la tercera planta.  

No supo cómo o porque solo sujeto la muñeca de Izuna y sin decir nada corrió en dirección de la movilidad. Extrañamente esta tenia las llave puestas y sin mucho conocimiento en conducción solo prendió el motor y se puso pisar todo los pedales hasta ubicar el embrague lo demás se terminó ubicando.

Izuna miraba atónito a su madre. Se estaban fugando. Quizás podía hacer un berrinche pero caía en cuenta que de eta su madre no se salvaría de la ira de su padre. Al fin  su madre caería de pedestal y perdería sus privilegios y nuevamente el reinaría en la mansión.

A distancia prudente y por no saber cómo estacionar Sasuke solo piso el freno de golpe ahogando el motor pasa salir sujetando a Izuna que se quejaba por el golpe que se dio por el frenazo. Mas Sasuke lo ignoro con todas su fuerzas le tomo de la muñeca para empezar a correr. Esta vez escaparía con su niño, esta vez seria libre de Toneri.

Lejos de la movilidad tomo  un taxi quitando a Izuna el dinero que danzo le dio. Prometiéndole llevarlo al cine y mil cosas más si le obedecía.

-Sin dudar compro un celular en el cine lo registro a nombre de Naruto Uzumaki y llamo a las empresas, odio no haber memorizado el maldito número de celular del rubio, solo pudo comunicarse con la recepción de las empresas y la secretario no parecía dispuesta a comunicarlo con alguno de los rubios. Comenzaba a perder la paciencia y su estómago le dolía.

-Le digo que me comunique con Naruto Uzumaki o Minato Uzumaki

-Lo siento pero no estoy autorizada para ello, debe hacer una cita previa

-Maldita sea…- renegaba Sasuke- ok. Ok. Solo dele un recado… Dígale que Sasuke Uchiha lo está buscando y lo espero bajo el puente. Es de vida o muerte-Le colgó. La secretaria arqueó las cejas. Ese mensaje era tan raro, de seguro un loco.

Sasuke arrojo el celular furioso, De poder huir huiría solo, pero necesitaba  pasaportes, más dinero para escapar de Japón y el único a quien podía pedir ayuda era Naruto y el muy idiota no aceptaba llamadas solo citas en la empresa.

-Menma…- susurro recordando a su hijo mayor… también deseaba volverlo a ver, recuperarlo y desaparecer con sus retoños.

Llego a la estación de trenes y tomo el tren. Si Naruto no llegaba a ese lugar… tendría que arriesgarse a recurrí a Jiraiya o aventurarse a huir sin rumbo… Si Naruto no aparecía y no los ayudaba estuvo seguro que Toneri no tardaría en dar con ellos y le partiría las piernas en el mejor de los caso o mataría. Después de todo ya tenía un remplazo.

….

Kakashi miro como Obito se caía torpemente después de revisar su celular. Su cara palideció. Estaban tan cerca de empezar el ritual de iniciación. Sonrió aliviado creyendo que el moreno  al fin se retractaba, no estaba feliz con su terquedad de hacer la iniciación.

-¿estás bien?-Interrogo y Obito se puso de pie y serio dijo

-Me retiro- Akashi asintió, pero al verlo tan serio se preocupó, acaso estaba molesto o se sentía enfadado por su cobardía…  no le entendía pero estaba feliz de verlo regresar. Le dio la espalda y siguió su camino a esa bodega abandonada donde fueron citados después de tanta espera al fin seria parte de Akatsuki y al fin estarían más cerca de descubrir al líder de estos y apresarlo.

Obito miro serio a Danzo y Toneri cuya expresión era la de un demonio. Las órdenes eran claras: encontrarles y traerles sin lastimarles. Sasuke esperaba un hijo suyo.   

Naruto estaba deprimido como siempre en su oficina obligado a revisar documento, aprobarlos, rechazarlos, firmar los y firmar los cheques entre otras cosas. Miro a Tenten su secretaria entrar con más documentación y una expresión dudosa. Esa llamada aun acosaba sus pensamientos, era obvio que se trataba de alguna broma, pero quizás solo quizás debía comentarla a su jefe.

-Señor…- repuso tímidamente

-Dime- Naruto se mostraba serio antes la chica

-Sé que está ocupado y quizás sea una broma pero…

-Ve al punto

-Vera… ayer por la tarde recibí una extraña llamada. Un tal Sasuke Uchi…- no pudo completar el apellido del aludido, solo callo al ver como Naruto literalmente saltaba el escritorio tirando todos los documentos y la cogía de los brazos

-¡¿Qué fue exactamente lo que dijo?¡- exigió presionado con tanta fuerzas lo brazo de la joven que quedo muda por el miedo. Rápidamente la soltó y trato de calmarse-por favor… solo dime todo lo que t dijo. A qué hora llamo y si tiene el número- suplicaba enfriando su cabeza

-Dijo que lo esperaba bajo el puente y algo que era de vida o muerte.

Naruto abría sus ojos a as no poder. No cabía duda era Sasuke solo ellos do sabían de qué puente hablaban. Sin soltar palabra alguna solo abandono su oficina y la empresa tomo su vehículo y manejo  toda prisa. Debía llegar a ese sitio.

-No volveré a fallar…- se dijo acelerando- no volveré a perderte.


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