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Cliche por reydelosPK2

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Notas del capitulo:

 

 

Este capítulo lo base al contemplar los gritos agónicos de una compañera de universidad que perdió a su niño de cuatro años en un accidente… sinceramente yo mismo me lo pregunte: como se llama a una madre que pierde un hijo… como se la consuela… no halle respuestas y aun sin ser padre solo mire a mi sobria (a la que ayude a criar) y la imagine muerta y tuve tanto miedo que no logre dormir toda esa noche y no deje de tener pesadillas los restantes días. Si me lo preguntan… es por así decirlo fue lo más aterrador que presencie… Sin importar si la muerte es rápida o lenta al final es lo mismo una perdida y una eterna, ni la muerte de un padre se le iguala pues al final hacemos nuestra vida, nuestras propias familias llenado el vacío no es olvido, solo que deja de doler al grado de la locura. Claro si es que sabes ser madre pues hay otras que ni que hablar… en fin… en recuerdo de los caídos… en recuerdo de los que caerán y la vida misma que nos acerca al final.

In the end

Empieza con una cosa,
no sé por qué,
ni siquiera importa lo mucho que lo intentes,
mantén eso en mente.
Creé esta rima
para explicar a su debido tiempo
todo lo que sé, el tiempo es algo precioso,
míralo pasar volando mientras el péndulo se balancea,
míralo contando hacia atrás hasta el final del día.
el reloj se lleva la vida
es tan irreal,
no estuve atento abajo (mirando al reloj de muñeca)
mira el tiempo saliendo directamente por la ventana,
intentando aguantar,
pero ni siquiera lo sabía,
lo malgasté todo solo para verte marchar,
guardé todo dentro y aunque lo intenté,
todo se derrumbó,
lo que significó para mí,
será finalmente un recuerdo del tiempo en el que...

Lo intenté con fuerza,
y llegué tan lejos,
pero al final,
ni siquiera importa.
Tenía que caer,
para perderlo todo,
pero al final,
ni siquiera importa.

Empieza con una cosa,
no se por qué,
ni siquiera importa lo mucho que lo intentes,
mantén eso en mente.
Creé esta rima
para recordarme a mí mismo cómo
de duro lo intenté.
A pesar de cómo te estuviste burlando de mí,
yo actuaba como si fuera parte de tu propiedad.
Recordando todas las veces que peleaste conmigo,
me sorprende 
que llegase tan lejos.
Las cosas no son como eran antes,
ya ni siquiera me reconocerías,
no es que entonces me conocieras,
pero todo eso vuelve a mí,
al final.
guarde todo dentro y aunque lo intenté,
todo se derrumbó,
lo que significó para mí,
será finalmente un recuerdo del tiempo en el que...

Lo intenté con fuerza,
y llegué tan lejos,
pero al final,
ni siquiera importa.
Tenía que caer,
para perderlo todo,
pero al final,
ni siquiera importa.

Confié en ti,
empujado tan lejos como puedo ir,
y por todo esto,
solo hay una cosa que deberías saber.
Confié en ti,
empujado tan lejos como puedo ir,
y por todo esto,
solo hay una cosa que deberías saber.

Lo intenté con fuerza,
y llegué tan lejos,
pero al final,
ni siquiera importa.
Tenía que caer,
para perderlo todo,
pero al final,
ni siquiera importa. 

 

In the end

Cerró los ojos y miro la pequeña habitación. Debía trabajar, debía juntar el dinero para pagar la renta, para comprar comida, para los pañales. Suspiro, tan solo pensar en sus obligaciones le parecía imposible de lograr.   Giro a ver a Menma que peleaba con el cepillo de dientes pues aun no lograba cepillarse adecuadamente y de vez en vez se lastimaba el paladar. Izuna por su parte aun dormía en un rincón del colchón con algunas almohadas, como todo bebe era su pasatiempo favorito y por las noches llorar y arruinarle el sueño era su prioridad. Negó con la cabeza… quizás jamás debió tenerlos y así su vida sería más sencilla pero… bajo la cabeza, no imaginaba un mundo sin sus hijos.

-Mírale…- le señalaba la vecina del cuarto de adjunto con esa expresión de molestia- es un cualquiera haciéndose de hijo de diferentes padres… escuche que es un prostituto…- murmuro (voz elevada para considerarse un murmullo, deseaba que su crítica fuera oída), o quizás él tenía los oídos muy agudos. Como fuera la había escuchado, la escuchaba cada mañana y no le decía nada, en parte tenía razón… tubo la opción de no traerles al mundo pero allí estaban y no se los podía volver a meter. Apresuro el paso y corrió a la tienda para comprar algo de leche y comida para el resto del día. De saberlo la defensoría de la niñez de seguro le quitaban la custodia de ambos niños, pero una guardería para dos era demasiado dinero, no podía llevarlos al trabajo, su única opción a su parecer era dejarlos en la habitación encerrados. Por lo menos estarían seguros… aburridos y sucios pero seguros.

Una y otra vez repetía a Menma lo que debía hacer, una y otra vez le explicaba cómo hacerlo… le pedía perdón y le decía que era el hombrecito de la casa y confiaba en el para proteger y cuidar a su hermanito mientras él marchaba  a  sus trabajos de medio tiempo. Tenía tres para cubrir los gastos entre semana y otros dos para los fines de semana, en las cuatro horas de sol que le restaban esos fines de semana debía lavar la ropa de los niños, ordenar el cuarto y llevarles  a algún parque, apenas la luna tocaba la cúspide del cielo rendido dormía ignorando el llanto de Izuna que a la hora se callaba al igual que los furiosos vecinos que no dejaban de amenazarlo con denunciarlo por maltrato infantil. Sinceramente sentía su fuerzas llegar al límite y enloquecer… el suicidio pasaba por su cabeza una y otra vez… matar a sus niños y después el, pero no era la solución… lo entendía al ver a Menma lleno de vida y curiosidad por el mundo, al ver a Izuna descubriendo el mundo y aprendiendo a caminar con tanta perseverancia que las caídas dejaban de ser motivo de llanto.

Miro los años pasar y a sus dos niños de ocho y cinco años acudir al colegio siempre tomados de las manos. El mayor con esa madures impuesta que lo hacia consiente de tantas cosas y a su vez responsable, el menor siempre dependiente del mayor mirándole con curiosidad entusiasmado de imitar lo que hacía o sintiéndose desplazado al no poder jugar las mismas cosas que su hermano o hacer lo mismo que su hermano. Al iniciar la escuela vio a Izuna volverse un mar de llanto al separarse de su hermano mayor que debía volver a clases y él debía quedarse encerrado en el cuarto… una escena dolorosa y muy criticada por los vecinos de al lado que no lo bajaba de irresponsable, puta del barrio, egoísta.

¿Debía de buscar la ayuda de los padres?… posiblemente, pero esos dos le daban miedo. El padre de Menma fue su primer amor y quien lo abandono cuando más lo necesitaba. Que decir de los abuelos de Menma… eran todo menos amables con él, aseguraron una y mil veces que Menma no era hijo de Naruto, fabricaron pruebas… porque regresar y arriesgarse a que intentaran quitarle a su niño… mejo dejarles vivir en su pequeña victoria, en su ignorancia de saberse abuelos y padre de su criatura. No, no, no… Sasuke Uchiha jamas volvería a ser pisoteado, antes prefería morirse de hambre.

Buscar al padre de Izuna… menos aun. Ese hombre lo violo, solo le enseño el miedo y la violencia, para su suerte ya estaba preso así que no había nada que buscar. Estaba solo. Era difícil, pero sus hijos valían la pena se repetía cual oración obligatoria aunque de vez en vez estallaba y colapsaba en el deseo de abandonarlos.

Se aferró a Izuna y abrazo

“Solo serán por unas horas…” suplico y beso su frente “En un año tú también iras a la escuela y ya no te quedaras solo en la habitación”

Mir a sus hijos ya convertidos en pre adolecentes. Sus personalidades eran opuestas. Menma era centrado y sabía como hacer cada una de sus cosas. Izuna era cual gatito callejero, arisco y reservado. Ambos muy inteligentes y cuando se ponían en sincronía demasiado traviesos. Los inseparables así se llamaban de un momento a otros: los mejores hermanos del mundo… siempre apoyándose para resolver cualquier problema. Y cuando se peleaban no dejaban de gritarse que eran adoptados y que solo lo recogieron por pena. No se hablaban en días y si llegaban a los puños parecía que nada les dolía pues sin importar cuantas veces se caían y golpeaban seguían provocándose el uno al otro. Sasuke más de una vez tuvo que intervenir y ambos terminaban con la cara roja de las cachetadas que terminaba dándoles. Si… eran complicados pues trataban de buscar su lugar en la vida, formar su personalidad, más al finalizar la bronca solían volver a tratarse como si nada hubiera pasado. Sasuke podía respirar más tranquilo… era independientes pero el trabajo nunca terminaba, según crecían los cuidados disminuían pero los gastosa ascendían por al nubes, trabajar como servicio de compañía pese a ser una vergüenza era más practico que seguir matándose, al menos hasta que los niños acabaran la secundaria.

Sasuke miro sus manos callosas, su cara con algunas arrugas, sin duda su juventud se marchaba según sus hijos crecían y la vida le dejaba atrás tantas experiencias que debió vivir y no lo hizo. Si… hubiera sido mejor no tenerles pero al verlos en al universidad recibiendo sus diplomas, al ver a Menma con su novia a y Izuna con su chico de turno supuso que si valió la pena… cuando llegaron los nietos, estaba seguro que la vida le recompensaba por su esfuerzo… al verse viejo e inútil miro como Izuna al ser el doncel y comprenderle mejor de lo que Menma no comprendía: la soledad, se quedaba a su lado las tardes muertas de otoño, charlando de todo un poco con sus hijos y los hijos de Menma que también dejaban en casa de Sasuke mientras el resto trabajaban para sobrevivir. No era una vida de lujos, era una vida compleja pero aun así se tenían los unos a los otros, aun así eran muy felices… al pasar al sueño eterno no se arrepentía de nada.

“No siempre es como un cuento de hadas… a veces solo es como debe ser…” Replicaba Izuna sin ver a su madre, sus ojos negros cual noche solo miraban el atardecer… “A mí también me hubiera gustado este final…” le sugirió “Pero la vida no siempre te dalo lo que deseas…”

Sasuke abrió los ojos violentamente y miro en todas las direcciones. Allí solo pillo una extraña casa pintada de naranja, raro color, demasiado llamativa para su gusto. Giro a un costado y vio a Menma durmiendo como siempre dormía (con las piernas y brazos abiertos y la baba de su boca inundándola cual piscina) muchas veces temió que se ahogara y muriera de muerte súbita. Mas el menor desarrollo la estrategia de tragarse su propia saliva “Asco” replicaba Sasuke mirando a su niño y su mal habito. Trato de voltearlo a un costado para que durmiera adecuadamente, mas este cual resortera regresaba a su posición favorita. Sasuke negaba con la cabeza y se levantaba para preparar el desayuno, más apenas puso un pie en el suelo se encontró con Naruto dormido en el tufón. Por alguna razón no le extraño, al cama era algo angosta para los tres y dormir con Menma solía ser molesto cuando comenzaba a llorar, Naruto necesitaba descansar. Negó con la cabeza… alguien tenía que sacrificarse además por algo eran los padres, el papa trabaja, al mama cuida. Con cuidado camino en dirección de la cocina para hacer el desayuno. Miro el refrigerador como siempre no había mucha comida pero alcanzaría para unos dos días. Debían medir sus gastos, vivir solo del salario de Naruto no les dejaba mucho. Pagar la rentar de ese departamento de dos habitaciones, el pasaje del tren, la alimentación, los pañales de Menma y vestimenta de tres era mucha carga para un simple empelado de nivel inicial, por más listo que fuera Naruto el no tener un título universitario comenzaba a repercutir, trabajar en un empleo que no le agradaba también le frustraba pero aun así el rubio se negaba en dejar que Sasuke trabajara. Valla terca que resultaba ser y un bocaza al reclamar de mareado que todas sus frustraciones eran culpa suya, pues de no habérsele declarado el jamas se hubiera fijado en un mocosos bueno para nada.

Sin duda la pelea con sus padres, la duda de la supuesta infidelidad aún tenían peso, de hecho su pelea fue fuerte y muy dolorosa, no se volvieron a ver hasta el nacimiento de Menma y al ver que era su viva imagen pidió su mano. Casarse nuevamente con Naruto no fue su idea, fue al presión de sus padres que cansado de soportar las habladurías de los vecinos lo hostigaron hasta que acepto. El amor no era algo que les uniese pues los padres del rubio se encargaron de envenenarle hasta matar la confianza entre ambos y el amor sin confianza se marchita.

“Si nos casamos solo será por el bienestar de mi hijo…” Dijo Naruto aun convencido de la traición.

“Si nos casamos es porque no privaré a mi hijo de lo que le corresponde por derecho” anuncio Sasuke y allí saltaron nuevamente los padres de Naruto y Naruto mismo, los abuelos desheredaron a Naruto bajo la primicia de que ese matrimonio no duraría y ni locos dejarían su fortuna en manos de la sabandija de Sasuke. Pelea tras pelea acabaron ambos desamparados del ceno paterno que cansados decidieron que si sus hijos fueron mayorcitos para hacer un hijo, mayorcitos serian para sobrevivir por su cuenta.

Apenas Fugaku pago dos mensualidades de ese departamento, apenas Minato garantizó a  su hijo para que entrara en esa empresa. Después se olvidaron de ellos y en las reuniones de fin de año siempre la misma candela toxica y perversa de cada familia. Tantos chismes, tanta malicia no la aguanta matrimonio alguno menso uno con tantos problemas económicos y falta de comunicación.

Hacia el desayuno con las ganas que un recluso muestra el día de su ejecución. Miro el reloj y vio que nuevamente se le hacía tarde a su “marido” de mala gana se dio el valor de despertarle para recibir sus quejas

-¡Pero se te va a hacer tarde!- explicaba desesperado, y si Naruto era despedido por su manía de llegar tarde ¿Qué sería de la renta, de ellos? Más Naruto de mala gana le ignoraba olímpicamente

-si no hubiera sido por ti, ahora mismo yo no estaría en esta pocilga… me hallaría en la universidad con mis amigos y de seguro con una maestría en mano

-sí, sí, sí. No te recuerdo quejándote cuando tuvimos sexo. Te recuerdo fue idea tuya- replicaba Sasuke aburrido de los mismos reclamos, como si echándose la culpa las cosas se solucionaran, como si así el tiempo diera marcha atrás- si no fuera por ti yo…

-¿te habrías buscado otro a quien quitarle el dinero… después de todo siempre fuiste una…- se adelantó Naruto y Sasuke le lanzo un insulto

-al menos seria alguien que si valiera la pena no un perdedor como tú.

Cálidas palabras que concluían en silencios largos… para que negarlo aún se amaban y era evidente en las escenas de celos que Naruto mostraba cada que Sasuke sacaba el tema del trabajo a flote. Temía que este le fuera infiel, que lo abandonara con el niño y rehiciera su vida con alguien que le ofreciera estabilidad económica… le sería fácil, era lindo, era joven y era un interesado de mierda.

Evidente era que se amaban cuando Sasuke pese a todo solía cuidarlo cuando se enfermaba y se trasnochaba velando sus sueños, mostrando ese afecto escondido que aún le guardaba, pero más evidente eran las heridas que no podían curarse por más que el tiempo pasara… sin creerlo sus padres sacaron lo peor de ellos y no podían volver a ser crédulos y confiar el uno en el otro… terapia de parejas. ¿Qué era eso?… Pérdida de tiempo y dinero… Era nada cuando no sientes que valga la pena. Religión, ninguno creía en esas cosas. Se enfocaban en sus asuntos y en tener la razón y saber que el otro se equivocaba… comenzaban a hacer cosas a escondidas del otro pues cada uno se cansaba de sentirse prisionero de ese infierno impuesto para dar la felicidad a un niño que con los años comenzó a notar la disfunción de su familia.

Sasuke se hizo de un trabajo de medio tiempo y consiguió algo de dinero para algunos gastos de la casa. Naruto al inicio creyó que tenía un amante y este comenzaba a comprarle cosas a cambio de favores sexuales… cual ofendido se fue a buscar como regresarle la falta y se metió con compañeras y donceles del trabajo o de los bares que frecuentaba… para colmo su padre mismo lo apoyaba y le prestaba dinero para sus aventuras.

Sasuke al saberse engañado, mando todo al carajo y se buscó algún amigo con derecho, si tanto le acusaban de ser infiel pues esta vez lo seria y con ganas. Antes de que Menma cumpliera los diez años estaba nuevamente divorciados. Ambos con la custodia compartida de forma equitativa lidiaban con las necesidades de Menma con cosas materiales, como si se tratara de una competencia. Los mejores viajes, los mejores regalos, ropa y zapatos de marca… permisos sin comprobar las amistades… y el golpe más bajo que ambos hicieron a su hijo: casarse con otras personas y formar sus propias familias y ser mejores padres de lo que fueron con él. Así no era de extrañar su rebeldía y sus malas decisiones.

-Dile a tu madre, Yo no pudo… es el cumpleaños de tu hermano

-Dile a tu padre, porque no puede actuar como uno y por primera vez estar en tu cumpleaños… ese irresponsable de mierda- guardaba silencio al notar que lo dañaba y suspiraba- … cariño sabes que habíamos planificado ese viaje de negocios hacía meses, no puedo dejarle ir solo… además le prometí a su madre visitarla, mira que la pobre se muere por conocer a su nieta. Perdóname… (Matare al idiota irresponsable de tu padre)

Alejarse de ellos fue lo mejor, hacer su vida y cometer sus mismos errores también. Pero al final tanto Naruto como Sasuke reaccionaron al verle caer en el mundo de las drogas, se enfocaron en él y hablaron sinceramente por primer vez del por qué no función lo suyo, y porque no deseaban que el cometiera sus errores

“fuimos padre sin saber lo que eso significaba. Nadie nos enseñó… a nadie le importo enseñarnos y creíamos que lo hacíamos bien pero no… lo sentimos tanto… solo pensábamos en nosotros… en ganar y tener la razón”

Por primera vez hablaron toda la noche sin gritos o reclamos de lo que fue y lo que cada uno creía que fue. De lo que suponían que el otro debía saber y nunca preguntaron si lo sabía… sinceramente la falta de comunicación y confianza acabo con los retazos de amor que sobrevivieron a sus padres. Menma cual joven consiente tomo nuevamente las riendas en su vida y supo que no deseaba cometer los errores que sus padres y abuelos cometieron.

Orgullosos de su hijo acudieron a su boda y rememoraron su pasado… ahora con las verdades a flor de piel se miraron y volvieron a esquivar las miradas y las pusieron sobre sus parejas actuales el amor y la falta de conciencia los metió en ese lio, aun si el amor parecía intentar resurgir ya no podían darle paso… tenían otras cosas a las cuales dar prioridad, mas Naruto se quedó mirando a Sasuke sujetando a niña de seis años… descubriendo esa sonrisa que solía volverlo loco… llena de sinceridad y cariño. Vio al hombre que le acompañaba arrebatarle a la niña para ponerla en sus hombros y tomar la mano de Sasuke… “ese debería haber sido yo…” negó brutalmente con la cabeza al sentir como Boruto chocaba contra sus piernas y su esposa le perseguía para limpiarle la carita manchada de crema “ella deberías haber sido tu…”

-Estas bien Naruto- pregunto la mujer y el rubio asintió tomando a su hijo entre sus brazos. Por el bien de ambos nunca más se volvieron a ver.

Ambos trataron con todas sus fuerzas y ambos fallaron… al final ya nada importaba

Nuevamente abrió los ojos violentamente y miro el techo blando de su habitación.  Se levantó con miedo y comenzó a caminar buscando a alguien o algo que le dijera en donde estaba, quien era… había tendido tantos sueños extraños. Y entonces vio en su pared varias fotos suyas, la de su graduación, la de los viajes de universidad… la de su licenciatura. Camino hacia ellos y sus manos tocaron el vidrio de algunas fotos… las recordaba como momentos importantes de logro, su egos crecía y llenaba el espacio vacío que por extraña razón sentía.

 Miro arriba y vio el diploma de maestría y pos grado… giro nuevamente y vio su ordenado departamento, su enorme televisor, su computador de amplia pantalla, sus estantes de libros de cubiertas gruesas y amplio volumen… sus plantas. Sus muebles. Se sentó en uno de estos y vio como las luces se prendían automáticamente una vez sonaba la alarma de las seis de la mañana… tenia una rutina establecida y hoy le tocaba donar sangre para asegurar su futuro.

Tomo su saco y bajo por el ascensor al garaje, saco su auto (sin saber cómo estar al corriente que sabía conducirlo), debía presentarse en el trabajo, era un médico con especialización en neurología y psicología. Sin duda reconocido en el hospital en el que trabajaba y el mismo Japón. Manejo a su trabajo y no pudo evitar ver el logotipo de las empresas Uzumaki… Un sentimiento de nostalgia lo embargo recordando su primer amor… si bien las cosas no resultaron como las esperaron debía reconocer: sus padres tenían razón. Abortar a ese niño fue lo mejor, Naruto jamás lo amo… ¿qué sabrían dos mocosos del amor?

Apretó su vientre plano con un leve sentimiento de nostalgia y negó con la cabeza (Salvo vidas, son indispensable para la sociedad). Incluyo en sus pensamientos que era lo mejor en su situación. Su sangre era un problema y dio gracias en abortar y no presentar complicaciones más cuando el médico le explico lo que implicaba su tipo sanguíneo. No. No… no había nada más importante que él y su bienestar… alcanzó tantas metas gracias a comprender que debía ser metódico y con el tiempo lo demás caería por si solo en el saco. No en sacarse la matriz, no traería al mundo alguna anomalía como él, eso era muy irresponsable. No solo comenzó a cuidar su salud como si de ello dependiera su vida pues si lo hacía. No bebía, no fumaba, no se arriesgaba en acciones estúpidas. Naruto hizo lo mismo o algo similar, no lo supo, ya no le importo…

“como puedes pensar en amar y perdonar a alguien que te ha lastimado tanto… si te hubiera amado no hubiera hecho lo que hizo contigo… se hubiera cuidado. Si te hubiera amado no hubiera negado a ese hijo… quiérete un poquito antes de pensar en amar a alguien”

Buen consejo. Gran consejo… pero porque se seguía sintiendo ese vacío… por que no podía avanzar seriamente con sus parejas. Porque temía arriesgar el corazón y nuevamente salir perdiendo todo… apego evitativo… sin duda ese era su diagnóstico y se sentía conforme con él.

“No necesito de nadie… adoptare un hijo a los 30 y con eso se pasara este vacío… es normal a esta edad”

Pero jamas hubo tiempo. Una nueva conferencia, un nuevo ascenso, otro trabajo. Viajes… una especialización. Suspiro a los cuarenta años en medio del parque y vio a Naruto de lejos… se le veía bien, se le veía feliz, se le veía con un doncel y un niño de doce años.

Naruto giro su cara en su dirección como si fuera cosa del destino y se miraron y reconocieron de su pasado. Sasuke se levantó de banco y comenzó a caminar para alejarse. No deseaba comenzar con las tontas comparaciones de que habían hecho con sus vidas. Pero Naruto fue rápido y lo alcanzó

-¿Sasuke?-Le pregunto- ¿de verdad eres tú?- el moreno asintió dedicándole una sonrisa de profesionalismo.

-no sabía que vivieras cerca de aquí. Creí que te habías marchado a al extranjero

-sí, pero regrese- la mirada del rubio se veía impaciente y nerviosa

-¿Y que tal?… ¿qué hay de tu vida?. Lo último que supe fue que estudiabas medicina-Sasuke abrió los ojos algo alagado de saber que el rubio había averiguado sobre él. Lástima que él ni se preocupó en buscar algo del rubio.

-si… acabe el colegio y estudie medicine me enfoque en el estudio para ganar una beca e ir al extranjero… ya sabes, si no tienes dinero solo puedes optar por becas y estas son difíciles de ganar…- confeso rememorando las noches de insomnio

-Sí, debe ser difícil… yo fui al extranjero y concluí la universidad, regrese y tu… tú ya te habías ido…- el rubio bajo su cabeza- mis padre…- repuso con dificultad y un nudo en la garganta que cortaba su vos, pero aun así siguió- mis padre me confesaron la verdad… ya sabes sobre eso…

-¿Eso?-interrogo Sasuke sin entender

-sobre nuestro hijo- dijo el rubio sacando valor de donde no creía tenerlo

-eso…- repuso Sasuke calmado- fue lo mejor… era jóvenes que sabríamos nosotros de cuidar eso…- concluyó y vio como Naruto fruncía el ceño molesto tratando de controlar sus palabras sin mucho éxito

-¡Era nuestro hijo!- término exclamando irritado

-Era un error- defendió su decisión pasada- además no era un niño, no era un humano. Era un feto.

-Nunca… ¿nunca has pensado sobre como hubiera sido?… ahora mismo sería aun adulto

-No estábamos capacitados para criarlo… de seguro hubiéramos arruinado su infancia… era lo mejor. Ser padre implica muchas cosas y nosotros no teníamos lo principal: madures

Le miro apretar los puños con fuerza y tratar de calmarse.

-yo… he soñado muchas veces con él... imaginando como seria…. Como hubiera sido si nosotros no nos hubiéramos separado… si no hubiera sido tan cabezota y te hubiera creído… o si solo hubiera esperado su nacimiento.

-de que sirve pensar en el pasado Naruto. Mira el presente… yo soy feliz, tengo todo lo que quiero: fama, respeto, dinero… no lo cambiaría por cambiar pañales y mocos-rio – esa no es vida para mí. Soy un doncel independiente y revolucionario… me gusta mi vida actual

Naruto rio

-si… se ve que lo eres…- dijo con tristeza- ya ni te reconozco…- reprocho

-tratas de hacerme sentir culpable… ridículo- se defendió sintiendo la hostilidad emerger de su pecho- ¿qué esperabas de mi Naruto? era un mocosos ingenuo, tonto… y de la noche a la mañana todos me dieron la espalda… querías que siga la clásica novela de los marginados… que cargo con una vida por el concepto de que soy la madre y matarlo es pecado… que te debía perdonar si regresabas y veías que era tuyo… que deje debía tirar mi educación ala basura por seguirte…. Esos son pensamientos inmaduros. Míralo en la naturaleza misma. Los pájaros primero hacen sus nidos después cortejan a sus compañeras y al final ponen los huevos hasta que emergen lo polluelos y finalmente los crían. No puede poner la carrocería  delante del caballo Naruto. Es por eso que la sociedad no avanza… demasiado drama y la venta del amor eterno… no deja de ser ridículo.

-Tienes razón…- repuso el rubio resignado… todo había cambiado en su vida cuando regreso de la universidad, cuando supo la verdad, cuando fue en busca de Sasuke y supo que jamas tubo a ese niño, cuando los Uchiha confirmaron que su hijo al fin había madurado y comprendido su camino en la vida como médico y psicólogo. Cuando le vio en sus conferencia sobre la juventud y su fantasías. Se veía tan bello y se sentía tan frio. Su mirada no emanaba cariño o calor alguno, era fría cual tempano de hielo, sus palabras tan exactas y su analogía cual si fuera un robot programado solo para hacer y no sentir. Cuando lo vio y quiso correr a su lado comprendió lo que ahora confirmaba… había asesinado su inocencia y su fe en el amor y las personas. Y vio el drástico cambio que podía surgir en alguien tan inocente y puro cuando tocaba el límite de su aguantes… como se recubría cual coraza de acero y se levantaba como montaña para solo imponerse e ignorar lo que la mayoría no puede: el corazón.

Sasuke llego a casa y miro su departamento vacío, saco una botella de agua de su refrigerador, tomo un libro y se puso a leer. Cerro el libro y miro su departamento… era algo desolador pero tolerable… era mejor que el dolor de creer en las personas, confiar en las personas amar a las personas… nadie te lastima, nadie te defrauda… esta salvo… estas bien… tienes sabiduría. Tienes el poder de sección… todo. Porque sentirse culpable… nunca fue culpa suya. Era lo correcto, hacia lo correcto.

Nuevamente abrió los ojos y se vio en al mansión. Se levantó de la cama y miro frente el espejo… su cara mostraba arrugas, sus manso cayos. Camino en dirección de la sala y allí miro a Izuna sentado en el frente de la mesa leyendo su periódico. Una foto de Toneri, el “pobre” había muerto en una balacera.

-buenos días madre- saludo con respeto y miraba con detenimiento una noticia sensacionalista- maldito metiches…-renegaba contra la policía

-¿Ocurre algo?-Pregunto e Izuna le miro y negó con la cabeza

-nada que no pueda solucionar…- dijo seguro de su mismo.

-¡Buenos días!-Aparecía un niño de unos 15 años

-¿Madara cuantas veces debo decirte que no me gusta los retrasos?- advirtió Izuna serio

-Mamá tiene la culpa, no me despertó- Izuna miro a su madre que le miro incrédulo

-como sea… ya lo dijo papá cuando vivía. Eres un inútil mamá. Solo se te pide que cuides a mi hermano mientras dirijo el grupo… y ni eso puedes. Si no fueras mi madre ya hubiera mandado a ejecutarte

-Izuna no me digas eso- replico Sasuke con duda

-¿Y que más quieres que te diga si eres un inútil mamá?- reprochaba mirándole serio- no sé qué vio mi padre en ti si no sirves para nada… tu sangre es tu única virtud.

-¡Ya! Suficiente- se metió Madara en medio de la discusión- fue mi culpa por no poner el despertador

-no se trata solo de eso Madara. Serás la nueva cabeza del clan y aun no entiendes lo que eso significa. Debes ser más exigente contigo mismo… si no aprendes a serlo no duraras ni cinco minutos con vida- aconsejaba Izuna- ¡aaaah!… Si solo papá siguiera con vida, todo sería como antes, todo estaría en orden…me voy- replico Izuna poniéndose de pie y mirando a Sasuke fijamente para de la anda darle un beso y luego rodar los ojos para irse.

Sasuke aun molesto por falta de respeto de su hijo debía admitir que le tenía cariño a su hermano y algo de amor hacia su madre aunque al verlo marchar su pecho no dejaba de latir con terror… la vida de delincuentes podía estar llena de lujos pero el riego era alto, no sabía que día esa persona no regresaría a casa y solo sabría por al noticias de su captura o su muerte. Pero aun así estar allí para él, haber soportado un infierno con su padre era mejor. Pero de la nada Madara le susurraba al oído:

-Mama… despierta mamá… Izuna ya no está… se ha ido y no regresara…

Nuevamente abrió los ojos y miro como techo el metal pintado de la ambulancia recubierto de cojines para dar mayor seguridad era su nuevo escenario. Había soñado tantas cosas, tantos posibles vidas… tantas decisiones que lo encaminaron a diversas situaciones… en alguna era feliz, en otras era conformista, en otras infeliz… lo que más le molestaba era que las mejores eran dos… una en al que solo desaparecía con sus hijos y la otra en la que no los tenía jamas y aun así salía perdiendo. Parecía que dar lo mejor o no darlo era irrelevante pues al final siempre terminaba solo… entonces que sentido tenía todo. Bajo de la camilla dudoso de que fuera un sueño o no. Camino en medio de las personas que no dejaban de correr de un lado a otro. Si por el fuera aceptaría el destino del solitario… era mejor no sentir nada a sentir el dolor de una perdida y lidiar con el luto… siguió caminado y sin saber cómo sus pies solo se dirigían a ese sitio. Puedo oír una voz y reconocerla como la voz de Naruto. Pudo  girar y mirarlo, pero no tenía ganas de acudir a su lado… cual zombi solo seguía su instinto y su instinto lo llevaba donde la voz de Madara se escuchaba y su sombre señalaba.

“Se ha ido y no regresará jamás…”

Podía ser extraño, podía ser místico, pero podía oírlo y podía sentir el miedo palpitante en cada poro de su cuerpo, más al poner las manos sobre esas sábanas blancas y levantarlas

Al final no se puede evitar el dolor…

Al final todos debemos enfrentar la muerte… no podemos escapar.

Su grito enmudeció a todos… su llanto parecía caudales que no tenían final. Ni si quiera Naruto que al verlo deseaba abrazarlo se animó a acercarse, tenia miedo… y es que el dolor de una madre ante la pérdida de un hijo aterra, es como descubrir lo desconocido y sabes que nada volverá a ser igual… nada importa ya… ni lo que fue o pudo ser. Lo correcto o incorrecto… se detiene en un agudo dolor que parece irreal… roza la locura y tu resistencia. Ahoga el raciocinio, la esperanza y ganas de vivir. Solo algo de igual poder tiene la capacidad de ofrecer resistencia… La vida que existe de igual valor a la pérdida y sin embargo… Qué nombre se le da a una madre cuando pierde un hijo… Naruto no hallo una en su vocablo… como si no existiera palabra alguna para explicar ese dolor y tembló como padre al ponerse en los zapatos de Sasuke… Dios si Menma muriera… él no dudaría en seguirlo al más halla.


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