Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cliche por reydelosPK2

[Reviews - 124]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Polillas a la luz.

Verlo parado mirando estanque de agua, donde los peces nadaban sin miedo alguno dejándose ver por ojos ajenos. Sus colores, sus formas, su tamaño… eran una hermosa colección de peces que poseía aquella plaza. No había errado en elegir ese sitio para que su hijo creciera con todos los lujos y comodidades que le creía merecedor, sin duda era reprochable que su orgullo haya arrastrado a su niño al sufrimiento en sus primeros cinco años de vida. Debió regresar a buscar Naruto y exigir lo que le correspondencia al pequeño apenas comprendió que no tenía la capacidad de criarlo solo. Pero cuando se dio cuenta de eso era muy tarde, estaba atrapado cual mariposa en telaraña, mientras más luchaba más enredador quedaba.  

-¡SASUKE!-Grito Naruto llamándolo eufórico. Sus ojos negros le miraron correr a toda prisa a su lado, como si su vida dependiera de eso “Tierno” pensó, sintiendo el adormeciendo de su pecho, alguna vez fue así de tonto, alguna vez se desesperó por estar a su lado, conto los segundos para sus citas, lloraba creyendo el fin del mundo si no llegaba a verle por culpa de sus padres o sus obligaciones escolares o la universidad. Alguna vez… sintió que sin él no podría sobrevivir…

“Ridículo…”

Le crítico, claro que se puede vivir sin el ser amado, claro que el mundo no se acaba cuando el amor llega a su final. Claro que hay cosas peores que no verse un día. Muchas cosas peores: sobrevivir era una de ellas.

Tomo nuevamente una piedra plana y la volvió a lanzar sobre la superficie de ese estanque intrigado por el estúpido valor de esos peces que por nada del mundo huían. Alguna vez también fue así de estúpido creyéndose dueño del mundo, orgulloso y prepotente, capaz de superar cada dificultad con su fuerza de voluntad. Que podía con todo: Su embarazo, sus padres, la soledad, la vida misma. Se imaginó regresar triunfante con su hijo y arrojar en cara a sus padres, a Naruto, a los Uzumaki sus éxitos, sus triunfos, su fuerza. Verlos pidiéndole perdón, rogando su compañía. El final de cuentos de hadas, donde él era el protagonista.  

La piedra reboto cinco veces sobre la superficie de la fuente y luego termino hundiéndose y muchas de estas casi golpeaban a los tontos peces que curiosos acudían a esta creyéndolas comida.

- Vine tan rápido como puede. ¿Me buscabas?- Pregunto animado, para que negarlo estaba feliz de que al fin Sasuke lo llamara, quizás aceptaría darle una oportunidad.

-no tenías por qué apresurarte tanto….- le susurro volviendo a lanzar una nueva piedra al agua- uno, dos…-comenzaba a contar las veces que esta rebotaba antes de terminar hundiéndose en el agua esta vez al cuarto rebote – No es nada importante.  

-supongo que tienes razón…- repuso Naruto recuperando el aliento sin dejar de sonreír- y… ¿Para qué me buscabas?-Pregunto sin abandonar su sonrisa

-¿Quieres a Menma?-Pregunto y Naruto arqueo las cejas, esa pregunta era extraña,  pero fácil de responder

-Obvio que sí. Es mi hijo y lo quiero tanto como a ti- fue la clara respuesta que dio a Sasuke que nuevamente volvía a lanzar una nueva piedra al agua guardando un largo silencio. Esa mañana el cielo se manifestó despejado, un bello día pero según el pronóstico del tiempo una tormenta se manifestaría por la tarde. Esa mañana al acudir a su trabajo y acomodar algunos estantes del supermercado descubrió a la distancia su pasado en forma de varón, supuso que era hora. Nada era seguro de aquí en adelante, no para él, no para su niño si seguía al lado suyo… nada era seguro para un cobarde como él. Huir grito su instinto de supervivencia mientras se escondía entre las cajas para no ser descubierto y nuevamente darse a la fuga. 

-Bien…- repuso mirando como la piedra volvía a golpear el fondo del agua hiriendo la aleta de un pescado color rojo con blanco. ¿Debía de sentirse culpable por el daño causado al inocente animal? No. Esa leve herida no le mataría, lo haría listo a diferencia de sus otros compañeros de agua, sabría que debía alejarse de los extraños objetos que caían al agua, que no todo era comida, que no todos los humanos eran buenos, le había ayudado a ser inteligente y saber sobrevivir - Confiare en ti entonces…- repuso para mirarle fijamente y Naruto sintió miedo, no supo porque o de qué pero aquella mirada calmada acompañada de esa sonrisa fingida lo congelo y dejo mudo cuando el vio marcharse- Se me hace tarde para ir a mi trabajo, recoge a Menma, no poder ir yo, tenía una reunión sobre los nuevos horarios, no sé a qué hora acabaremos… recuerda que el ramen no es comida, debe comer vegetales al menos una vez al día…- Sasuke seguía dando conejos mientras se alejaba y por raro que pareciera Naruto que lo había perseguido por tanto tiempo no pudo hacerlo ese día, sintió su sangre helarse y paralizarlo, solo miro como desaparecía entre las siluetas de otras personas y cruzaba esas rejas para luego cruzar al avenida y terminar de desaparecer.

¿Por qué no le reclamo algo?

¿Por qué le llamo si solo era para pedirle que recoja al niño del colegio?

¿Por qué le preguntaba si quería a Menma?

¿Por qué se veía tan diferente?

 …

Nuevamente Naruto despertó al escuchar los quejidos de su hijo, salió de su cama y camino en dirección de su habitación, no lo encontró, fue a la puerta de su casa esta estaba abierta, aun descalzo corrió rápidamente a buscar a Menma. Llego a la casa continua donde hacía solo días Sasuke hábito con el menor y ahora estaba deshabitada. Entro y encontró a Menma parado frente la puerta de lo que fue la recamara de su madre no había nadie.

Como la noche anterior creyó escuchar un ruido y creyó que su madre había regresado, sin miedo alguno salió de casa de su padre y entro a la suya para sorprender a su madre y reclamarle la broma pesada de dejarle solo por casi una semana.

-Menma…- le llamo y el menor aun en silencio giro a verlo comenzando a llorar sin censura. El pequeño no lo entendía, no comprendía porque su mamá se había ido, porque le había abandonado. Un gran misterio que ni su padre podía explicar.

Lentamente padre como hijo se percataron que no sabían nada de Sasuke, el niño por ser niño y comenzar a experimentar la comodidad ya no volvía a acompañarlo a sus trabajos o escuchaba sus quejas, ya no se quedaba mucho tiempo en la noche platicando con su madre, ahora le era más importante sus amigos, sus deberes escolares y ver películas o jugar con la computadora.

“¿Por qué trabajas? Papá nos da todo, él dice que no tienes por qué trabajar… Él nos va a cuidar siempre” replicaba al mismo tiempo que sacaba de su envoltura el nuevo juguete que le regalaba Naruto.

Naruto como adulto se había puesto a vigilarlo pero la vida actual de Sasuke era aburrida, no tenía amigos y eso le agradaba, pero ahora era una molestia pues no había a quien preguntar sobre el paradero de Sasuke. Recordó a Suigetsu pero no tenía su número telefónico y es hombre aparecía de la nada y se marchaba de igual forma, rara vez se hablaban y si lo hacían eran de trivialidades, cuando le preguntaba algo sobre Sasuke o como le conoció. El peli blanco solo decía lo mismo: le conozco del trabajo. Naruto suspiro, nunca le pregunto en que trabajaba Suigetsu, supuso que también en algún trabajillo de medio tiempo en algún supermercado, algún restaurante o algo por ese estilo.

-¡Quiero a mi mamá!-Exigió el menor creyendo que su padre, su riqueza, su influencia y poderío podrían regresarlo nuevamente a su lado, pero a ser sincero Naruto estaba perdido. ¿Dónde buscarlo? Ni siquiera pudo hallarlo en el pasado cuando lo busco por remordimiento. Cuando creyó conocerlo y juro que regresaría a su lado en cuestión de tiempo a pedirle perdón por su traición y una segunda oportunidad. Cuando el dolor de su ausencia no se superaba con los estudios y la fatiga, con amores fugases,  lujos y el mal sabor de boca que le dejo su ida lo amargo. Donde el dolor y la rabia de creeré engañado no aminoraba el recuerdo de su compañía y sus labios…

“Nunca debí haber insistido tanto…” se dijo Naruto echándose la culpa. Cinco años lo había respetado y aceptado lo que el moreno accediera darle, si, se metió en su vida cual buen acosador, pero jamás le falto el respeto hasta esa noche de la quermes, jamás insistió en volver a ser una familia con semejante insistencia hasta que le creyó embarazado… jamás le grito exigiéndole una oportunidad y que se lo merecía. Jamás fue su intención usa la reacción de Menma para forzar una nueva relación. Quizás de forma inconsciente le presiono tanto que Sasuke volvió a escapar. Con un simple:

“recuerda que el ramen no es comida, debe comer vegetales al menos una vez al día…”

 Abrazo a su hijo con fuerza y prometió que movería el cielo y al tierra y traería de regreso a su madre, porque ellos eran una familia y debían estar juntos.

Naruto abrió los ojos a más no poder cuando llego a su oficina y vio a su padre parado en está esperándolo con su semblante serio, con un folio en mano.

-¿Papá?-Interrogo Naruto a su progenitor, este se la pasaba de viajes con su madre controlando las otras sucursales de la empresa en Italia, estados  unidos e Inglaterra, desde hacía cinco años casi no se vecina, de hecho hacia cinco años cuando Sasuke regreso Naruto jamás se lo comento a  sus padres, claro que tubo deseos de regañarlos por meterse en su vida y arruinar su matrimonio,  por su culpa perdió cinco años de felicidad, pero sus padre siempre paraban ocupados y en cierta forma los comprendía y temía. En ese entonces eran muy jóvenes para una familia y como todo padre cree a su hijo un santo y al otro el diablo en persona que solo busca aprovecharse del inocentón de su hijo para robarle todo lo que con tanto trabajo construyeron. Como todo león alfa ante otros machos adolecentes votaron a  Sasuke de su territorio.

-¿Así me das la bienvenida?-Interrogo Minato algo molesto a su primogénito y único heredero

-Bueno… han pasado más de cinco año desde que me pusiste a cargo de la empresa en Japón y se fueron.

-Si- asintió Minato con una sonrisa- tienes razón, cinco años… - repuso cual lamento- pero no nos hemos equivocado, sabíamos que lo harías muy bien Naruto. Y no nos has defraudado.

Naruto miro al suelo y lentamente elevo la mirada en dirección de su padre para encararlo

“Orgullo” eso decía su padre tener por su hijo “Coraje” eso era lo que Naruto recordaba sentir por su padre.

-Tienes un nieto- soltó calmadamente

-¿Nieto?- Interrogo Minato sin darle importancia y soltando a los segundos una risita sarcástica- ¿no me digas que ha vuelto a aparecer el mocoso ese?-Ahora tenía sentido, esa llamada y ese mensaje-… de verdad le creerás, te demostramos con clara evidencia que te engañaba, ese niño que dice ser tu hijo puede o estoy seguro no lo es. ¿Al menos le has pedido una prueba de ADN? o ¿Aun eres tan ingenuo como para confiar en el ciegamente?-Interrogo soltando veneno que abría viejas heridas en el pecho de Naruto

-¡Es mi hijo!- repuso tratado de controlarse, era su padre después de todo, lo entendía- ¡tú nieto! si le ves te darías cuenta de inmediato- repuso acudiendo a su escritorio para abrir un cajón y sacar una fotografía de su hijo y extendérsela a su padre- eso es algo evidente- dijo mientras Minato quedaba incrédulo mirando aquella fotografía, no había donde perderse, habían coas que no necesitan explicaciones pues verlas lo explicaba todo.

-¿Has hablado con él?-Pregunto Minato con algo de dificultad notando la seriedad en la cara de su hijo. Quizás Naruto ya lo sabía todo, pero ¿por qué no le gritaba las mil y un verdades?. Bajo la fotografía y la puso sobre el escritorio de su hijo

-Si. Pero no me lo ha contado a detalle pero es obvio que no me engaño- lentamente subió el tono de su voz y dijo aquello que siempre quiso gritarle- ¡USTEDES ARRUINARON MI MATRIMONIO Y MI VIDA!- al fin le grito colérico

-Lo hicimos por tu bien.

-Por mi bien. Por mi bien no vi a mi hijo crecer, por mi bien de no ser que Sasuke regreso jamás hubiera sabido que tenía un hijo, ¡tú nieto! ¿Qué de bueno sacaste de esto papá? ¿Qué bien me has hecho al meterte en mi vida?

Naruto vio la cara apacible de su padre tornarse severa y manifestar algunas arrugas, mas no elevaría la voz, hablaría con calma pero severo.

-¿Que sobrias tú de una familia en ese tiempo? de la responsabilidad de ser padre, solo tenías 21 años, aun en la universidad, si carrera, sin trabajo o futuro. Te casaste con ese crio a espadas nuestras y planeabas fugarte con el si no le aceptábamos. ¿Qué querías qué hiciéramos? Verte acabar con tu brillante futuro por algo que más funcionaria.

-Apoyarme. Eso esperaba de ustedes-Expuso- que aceptaran a Sasuke y nuestro hijo, que aceptaran nuestro matrimonio y nos dejaran ser felices

-Ósea-rio levemente- ¿qué seamos tus alcahuetes? que te mantengamos a ti, a tu novio-esposo y a el hijo… Naruto… las coas no funcionan así. La vida no es para imponer el orden que te de la gana. Primero debiste acabar una carrera, buscar trabajo y después revolcarte con quien se te diera la gana. Ser responsable de tus actos, actuar pensando. Eso es ser adulto y ser digno de respeto y apoyo  

Naruto se quedó callado pues su padre tenía razón, las cosas no funcionaban si las hacían de forma desordenada. Ellos pusieron la carroza antes que al caballo y esperaron ganar la carrera. Lo único que consiguieron fue el desastre. Los Uchiha pusieron una demanda contra Naruto por violación pues Sasuke era menor de edad. Denuncia que no sirvió de nada pues ambos menores se habían casado a escondidas y por el embarazo Sasuke estaba emancipado.

Minato casi se muere de un infarto al entrarse pues se casaron sin un contrato prenupcial que protegiera el trabajo de toda su vida en caso de divorcio. Su “Brillante” hijo jamás considero que su patrimonio lo consiguieron con sudor y sangre y lo regalaba a ese desconocido sin protección alaguna. Jóvenes atolondrados eso eran.

Ambas familias participaron en la trampa para soparlos. Ambos alegando “Por el bien de mi hijo” y al lograrlo quien termino mal parado fue el doncel que se negó al aborto y alegaba a diestra y siniestra que su amor era verdadero que Naruto no lo abandonaría por nada del mundo. “Volverá” pensaron los padres cuando lo votaron de la casa por cabezota y Sasuke sin equipaje alguno, solo unos billetes de 100 yenes en el bolcillo aparecía frente el departamento de Naruto para ser repudiado por el rubio y exigiéndole el divorcio, con gusto firmo esos papeles que ya estaban listos, con rabia e insultos le juro que se arrepentiría de esto.

-Debiste protegerte, debiste ser hombrecito y usar maldito condón, esperar a que el también acabara el colegio por lo menos. ¡A eso se llama amor!, ¡no solo a encamarse y revolcarse como si no hubiera un mañana!...-tocio levemente por su resfriado, pero eso no le impidió proseguir con la vos arrocada por la sequedad de su garganta- ¡A parir hijos y jugar a ser padres cuando aún no sabían ser adultos!- explotaba Minato- ¡hice lo que todo padre cuerdo haría. Ponerte los pies en la tierra carajo!

Naruto rechinaba los dientes, sí. Hicieron cosas tontas como todo joven enamorado, pero no tenía derecho a separarlos con engaños.

-Por tu culpa perdí cinco años de convivencia con mi hijo-Arremetió Naruto

-Cinco años, pero por lo menos ahora si tienes los pantalones para cuidar a tu familia y trabajo para darle un futuro seguro

-Y eso de que me sirve, si él ya no me ama, si me odia con cada célula de su cuerpo…- Naruto se apoyaba sobre la pared- Se fue y me dejo a Menma sin explicación alguna. Mi hijo está sufriendo…

Minato se quedó callado y bajo la cabeza. Así que a eso se refería el mensaje: “Voy a quitarte lo que más quieres…”

Negó con la cabeza, Sasuke aún era un crio que no pensaba bien las cosas. Con sus 27 años aun no superaba el pasado y supuso que su rabia dirigía cada uno de sus pasos,  no tenía tiempo ni ganas de esperar a que madurara, sus acciones dañaría a su nieto que pese a no conocerle sabía que no tenía la culpa de nada, ni de las acciones de sus abuelo, ni de la de sus padres, aunque… Debió aceptar que en ese tiempo el que fue víctima de todos fue Sasuke y quien resulto ser más orgulloso pues no regreso y se doblego ante su padre, el que se encapricho en traer a ese niño al mundo y demostrar a Naruto que no era un infiel fue Sasuke. Pero aun cuando el orgulloso de Fugaku dio el brazo a torcer y busco a su hijo jamás lo encontró. Sasuke desapareció de la faz de la tierra. Recordó a los viejos Uchiha buscarlo por cielo y tierra. A Fugaku perder salud con los años y a su mujer abandonarlo por no soportar el dolor de perder a su único hijo cuando al policía finalmente abandonaba el caso.

La familia Uchiha solo desapareció y a Minato no le intereso saber más de ellos.

-Le buscaremos…- repuso sin mucho interés en encontrarlo, pero lo que sea con tal de ver feliz a su nieto, después de todo nadie podía quitar el hecho de que Sasuke era su madre y todo niño quiere a su madre sin importar lo que esta haga, es al dulzura de los niños aman sin condiciones y sin rencores.

Sasuke miro la espuma que se formaba en las costas del mar. Esas olas que besaban la arena y espantaban a las gaviotas para nuevamente marcharse.

-¡Sasuke!-Gritaba Suigetsu llamando a su amigo divertido mientras Jugo preparaba la fogata- apura ayúdame- mostraba los baldes con el pescado que había capturado en las redes.

-¡Sí!- dijo Sasuke tranquilamente acercándose a la pareja.

Suigetsu le miro con detenimiento, Sasuke jamás había dejado a su hijo por tanto tiempo, y eso de tomar unas vacaciones de esos dos, le dio risa y se lo creyó en un inicio pero iban una semana y no regresaba a su hogar. De hecho Naruto le llamo preocupado preguntando por Sasuke, negó estar con él al ver la súplica del moreno, pero esto lentamente se tornaba extraño y peligroso.

Sentados alrededor de la fogata con la comida lista fue Jugo quien hizo al pregunta incomoda que perturbo a Sasuke

-¿Cuándo regresaras a tu hogar? Menma debe extrañarte mucho- Sasuke miro el fuego bailando con el viento del atardecer.

-Estará bien… Naruto lo cuida- repuso

-Sasuke…- llamo la severo Suigetsu

-si regreso hare algo malo…- susurro mirando a Suigetsu severo-entonces habré perdido a mi hijo para siempre…- concluyo dejando su plato de comida a un lado.

-¿Tan malo es?-Pregunto Jugo recordando de donde conocieron a Sasuke, no era extraño que tuviera muchos secretos, esos lugares no eran exactamente lo mejores barrios, de echo eran los peores lugares para que un doncel viviera solo con un niño. Sitios donde la delincuencia, el tráfico de personas y otras cosas malas florecían cual hierba mala en los jardines abandonados. Podía sentiré como la bondad y al inocencia perecían cuando alguien llegaba a habitar esos sitios.

-Si…- se sinceró- deje abierta la caja de pandora y bueno… no es momento de estar allí…- hizo una leve pausa- ¿Pueden prestarme dinero?-Pregunto pues supuso que sacar más dinero del cajero rebelaría su ubicación. La pareja se miro por segundos y Jugo asintió. Sasuke fue uno de los pocos que logro salir de los bajos mundos con ayuda de su programa: “Por un mañana sin violencia”

Era cierto que nunca llegaron a saber mucho de su pasado, era desconfiado como la mayoría de los jóvenes que acudieron a su refugio. Con un niño de tres años en brazos así le conocieron con la cara ensombrecida por la rabia y la desconfianza y algunos hematomas, cual animal salvaje que no esperaba nada bueno de la vida y estaba dispuesto a tomar lo que tuviera que tomar para sobrevivir.

Le miraron adaptarse a los trabajo de medio tiempo con dificultad, le parecía irónico que tuviera que matarse trabajando para ganar un salario básico y al llegar a su cuarto ver  a sus vecinos ganar el triple por unas cuantas horas de prostitutos. Le parecía ridículo tener que huir de los yakusas. Le vieron rascarse el dorso de su mano donde alguna vez tenía un tatuaje que ellos mismo le ayudaron a borrar para festejar su vida nueva como alguien libre y reformado. Sinceramente creían que Sasuke era un éxito del programa, que al fin alcanzaba la luz y todo por el bienestar de su hijo. Pero ahora tenían miedo de verlo perderse nuevamente en el infierno.

-Quédate con nosotros…- propuso Suigetsu sonriente- viajaremos a la zona sur a organizar nuevos grupos, podrías ayudarnos con eso chicos, tu sabrás como comunicarte con ellos. No estarás solo.

Sasuke asintió calmadamente, con una sonrisa tenue. Compartieron esa noche animados olvidando los malos momentos y hablando de trivialidades y chistes de mal gusto de parte de Suigetsu mas al despertar cuando el peli balcón salía la puerta de su cabaña miraba Jugo parado al lado de la fogata ya extinta con una carta en mano

Corrió a su lado y se colgó de su brazo.

“Gracias…” decía la nota de quien nuevamente se marchaba.

Pudieron sentir la tristeza pero no les extraño, siempre era así. Esos chicos solían sentir que no podían confiar en nadie (se cansaron de confiar y esperar por ayuda que jamas fue sincera) Luchaban solos contra el mundo y al sentirse acorralados tendían a huir como si no hubiera un mañana. No deseaban regresar al infierno del cual salieron, pero por extraño que parezca terminaba regresando a este cual polillas a la luz.

Suigetsu licenciado en psicología y jefe del programa “Por un mañana sin violencia” tomo el teléfono al comprender que su intento por convencer a Sasuke de regresar a su hogar o mantenerlo al lado de ellos había fallado, quizás Naruto no era el idóneo para buscar al ya no adolecente sino adulto descarriado, pero era el único que conocían que tenía relación con Sasuke sea buena o mala, no había nadie más que se preocupara por él.

Menma corría tan pronto oyó el teléfono sonar. Nuevamente una llamada anónima y la voz que en un inicio era ausente al fin se animaba a hablar

-¿Cómo estás?-el menor lloraba de felicidad al oír a su madre

-¿Cómo te atreve a preguntarme eso?...- los mocos comenzaban a resbalar por sus labios y las lágrimas por sus mejillas- Deberías estar aquí conmigo-Le reclamaba secándose las lágrimas

-Lo siento…- susurro y la llama comenzaba oírse entre cortada- te prometo que pronto regresare a casa, solo debo resolver algo…

-¡No!.- le grito- ¡YO QUIERO QUE REGRESES AHORA MAMA! ¡AHORA!- volvió a pedir agritos entre cortados mientras las puertas de la casa se abrían y Naruto entraba de mala gana y detuvo sus pasos al oír a su hijo gritando fuerte y entre cortado por el teléfono.

-¿Es tu madre?-sin dar tempo a que Menma respondiera se lo quito y comenzó a hablar-Sasuke donde estas. ¡Responder! ¡Tenemos que hablar no puedes abandonar a Menma!- exigía Naruto angustiado como Menma pero era tarde la llamaba había finalizado. Giro a ver a su hijo- ¿Qué te dijo tu madre?-Pregunto sujetándolo de los hombro para luego secar sus lágrimas con su mano- Menma, por favor dime que te dijo tu mamá

-Él dijo que regresaría cuando resuelva algo…- Naruto asintió frotando la cabellera de su niño y sonriéndole

-Vez, no tienes por qué llorar, de seguro el regresara pronto- le consoló mas por dentro ni él lo creía y temía que nunca más regresara a su lado. Al día siguiente cuando se marchó  a trabajar su celular sonó y Suigetsu le conto que Sasuke estuvo con ellos y de la nada solo se marchó, le dio una vieja dirección donde posiblemente podría haber regresado y un menaje que lo volvía perturbar.

“No dejes de buscarlo. Ese cabeza dura no es muy listo cuando tiene miedo… y ese lugar siempre lo aterro”

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).