Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cliche por reydelosPK2

[Reviews - 124]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aclaraciones cronológicas.


Cuando Sasuke se embarazo recién cumplía los 16 años y Naruto dentro de dos meses y unas semanas cumpliría los 21 (23/07/2000).


Cuando se casaron tenía más de un mes de embarazo (01/09), cuando se divorciaron estaba cerca del tercer mes (15/10).


Cunado conoció a “ese” hombre acaba de dar a luz a Menma que nació de ocho meses (12/02/2001).


Escapo de “Ese” hombre a los 19 años, cuando Menma casi cumplía los 3 años de vida, después de dar a luz a Izuna (24/12/2003).


Regreso a enfrentar a Naruto con el apoyo de la fundación en la que trabajaba Suigetsu para pedir las pensiones y el reconocimiento del niño a los cinco años cuando Menma tenía cuatro años, Sasuke 21 y Naruto recién cumplía los 26 (10/10/2005)


Actualmente Sasuke tiene 27, Naruto 32, Menma 10, Izuna 7 y ese hombre 43. Es el año 2011


   

Él es...


Sasuke no espero aquella reacción, aquella insistencia de parte de Naruto y menos su respuesta a la presión ejercida por el rubio.


“!Cuéntamelo todo!”


Fue su demanda. Y su negativa su respuesta. Dio gracias de estar tras las rejas como medida preventiva (No tendría que soportar  a Naruto las 24 horas del día y las rejas lo mantendría sin contacto físico), no solo por ser el testigo, sino también por ser sospechoso de complicidad, había tantos puntos que aclarar sobre la relación existente entre Sasuke y el líder de Akatsuki, ¿Por qué estaba presente en el momento del crimen? ¿Por qué seguía vivo si ese hombre era conocido por no dejar cabos sueltos? Sospechoso.


Igual que Naruto la interpol estaba presionándole para que diera su declaración, pero Sasuke no era tonto, sabía que la información era su carta del triunfo y debía jugar adecuadamente con esta. Soltar todo de golpe no era conveniente, según se desarrollaran las cosas hablaría, no antes, no después. Quería garantías, quería seguridad para él y sus hijos, bueno su hijo menor que era el problema en sí, Menma ya tenía la vida asegurada.


La patada que Naruto dio contra las rejas no le sorprendió o inmuto. Lógico que de la felicidad pasara al enfado. Recordó el encuentro emotivo, admitió que cual idiota se dejó llevar… Naruto lo abrazaba y se dejó abrazar, incluso también lo abrazo… raro sentimiento de alivio que creía olvidado, pero Kakashi acompañado por Óbito lo interrumpieron y pusieron a Sasuke las esposas quedando detenido.


-¡Eso no fue lo que acordamos!-Reprocho Naruto siguiéndoles al lugar donde aguardaban las patrullas y otros oficiales.


- Te pregunte si deseabas verlo con vida dijiste que sí, que pagarías lo exigido por Jiraiya. No recuerdo haberte dicho que te lo llevarías a casa.


-Tienes derecho a guardar silencio, pero en tu caso te aconsejo que no lo hagas… solo así podrás aminorar tus cargos y a cambio te daremos protección- Hablaba Obito con Sasuke mientras Kakashi seguía discutiendo con Naruto. Se detuvieron la oír el incremento de la voz de ambos, los miraron y se miraron. Óbito pensado si debía irrumpir y ayudar a su colega a controlar al rubio o vigilar al testigo. Sasuke asintió notando el dilema del policía, mientras que otros uniformados se acercaban y el resto vigilaba que no hubiera moros en la costa, un ataque de Akatsuki no se descartaba todavía.


-Despejado-Dijo Shikamaru bostezando aburrido de seguir esperando en su patrulla. Mientras Kiba se dirigía a ellos dando luz verde para marchar.


Óbito apenas lograba separar a Kakashi y Naruto  que se sujetaban las camisas en clara amenaza de irse a los golpes.


Con el ánimo clamado, Naruto se sentó al lado de Sasuke en la parte trasera de la patrulla que manejaba Obito intercambiando a Kakashi con Shikamaru para evitar más peleas entre Naruto con Kakashi.


-¿Estas bien?-Pregunto tomando su mano- has enflaquecido mucho…-Reprochaba


-No es nada importante- la respuesta fue tajante y distante, Naruto apretaba un poco esa mano huesuda enfadado. “¡¿Nada importante?!” reprocho mentalmente conteniéndose… Desaparecer, resultar ser testigo de un asesinato y que su vida estuviera en riesgo de muerte… al grado de abandonar a su hijo. Nada importante… ¿Qué respuesta era esa?


-Apenas aclaremos esta situación regresaremos a nuestro hogar…-Prometió a duras penas tratando de no hostigarlo con un interrogatorio molesto pues Sasuke no se veía del todo bien físicamente y notaba que estaba ronco aunque no hubiesen hablado mucho.


Sasuke dejo de ver al frente de la patrulla y giraba a ver a Naruto curioso y arqueando una ceja.


-Regresare a mi casa y tú a la tuya- corrigió y Naruto no dijo nada, para que mencionarle que su casa ya no existía que la quemaron, que mando a reparar y se arrepintió, pues no deseaba volver a dejarlo solo ni siquiera como vecino, lo deseaba a su lado, suficiente tormento tubo con su desaparición y lo que se enteró. Si no lo mantenía su lado sentía que se desvanecería y jamás lo volvería a ver.



Tras mucha discusión y exigencia del rubio al fin les concedieron unos momentos a solas, No era profesional, era negligente de parte suya dejarlos solos pero dado que sin la ayuda monetaria de Naruto jamás hubieran conseguido al testigo Obito aprovechando la ausencia de Kakashi decidió ceder, Naruto no era una amenaza, no tenía vinculación alguna con Akatsuki, solo era un hombre enamorado.


Naruto le miraba fijamente, su persona amada se hallaba tras las rejas de esa celda diminuta donde solo estaba una cama individual y al lado un retrete y un lavamanos. Sasuke sentado sobre la cama que de por si se veía incomoda, el colchón casi inexistente y esa plancha metálica (La cama) seguro le acarrearía dolores de espalda a Sasuke, pensó en traer un colchón reforzado con resortes, una almohada de plumas, sabanas limpias y una cálida colcha, un pequeño televisor, una cortinas para el baño… En fin: El enfado, la curiosidad y el deseo de amoblar esa celda luchaban en la cabeza de Naruto que solo disponía de media hora para ver al Uchiha a solas. 


-¡Cuéntamelo todo!- Exigió dejando libre su curiosidad.


-¿todo qué?- cuestiono Sasuke


-¡Todo!- exclamo molesto- Donde fuiste, que hiciste este mes y medio que te perdiste. No solo este mes… que demonios paso en esos cinco años que te fuiste: ¿cómo acabaste en este lio? ¡Todo!


-No me fui…- aclaro Sasuke tranquilo- me botaron- volvía a corregir


-Ok- renegó Naruto- desde que te botamos: ¿Qué paso?- dijo de mala gana renegando con su yo pasado y sus malas decisiones.


-Nada…- hundió su cabeza entre sus hombros dando ese aire despreocupado- Trabajar como negro para salir adelante con mi hijo- resumió y Naruto se forzó a reír. ¿A que jugaba Sasuke? Se cuestionó descubriendo ese lado de su personalidad que antes jamás descubrió, esa de indiferencia, ausencia y vale todo.  


-Sabes de lo que hablo. No quiero un resumen de nueve palabras. Quiero saberlo todo, donde fuiste, en que trabajaste, cuanto ganabas, como sobrevivías, como nació Menma, donde vivías, a quienes frecuentabas o quienes te frecuentaban y sobre todo… ¿Cómo rayos terminaste envuelto en este asesinato? No omitas nada.


Sasuke rio molesto. A estas alturas de la vida salir con el papel de súper héroe detective, que se juega el todo por el todo para proteger a la víctima. Lo cabreo. 


-¿Y a ti que te importa?


-¡Me importa! Prácticamente a cabo de comprarte de no hacerlo te entregarían  a Akatsuki y de seguro estarías muerto. ¡Quiero saber! ¡Es mi derecho saber… yo te compre!- quizás solo por rabia o para aclarar que fue el quien pago el monto pedido por Jiraiya y así sacarlo del peligro, Naruto no se dio cuenta que tocaba un punto de tensión del Uchiha cuya cara neutra se arrugo por la rabia y su vaso de paciencia y tolerancia rebalsaba.


-Y a ti… ¡¿QUIÉN DEMONIOS TE LO PIDIÓ?!. ¡¿QUÉ DEMONIOS TE CREES QUE SOY YO?! ¡¿UN OBJETO?! ¡SI PIENSAS QUE TE ESTAR AGRADECIDO POR SALVARME GRAN SEÑOR DE PIEDADES. TE RECUERDO QUE TODO LO QUE PASO, TODO LO QUE VIVÍ FUE CULPA TUYA Y DE TU ASQUEROSA FAMILIA. NO PRETENDAS EXIGIRME NADA QUE NO TE DEBO, AL CONTRARIO ERES TU QUIEN ME DEBE, ME DEBE TANTO QUE NI LA VIDA MISMA TE ALCANZARÍA PARA PAGARME!


Naruto quedo callado al verlo cual fuera herida. Cada palabra cargada de tanto odio, en esos cinco años que convivió, noto su cambio del chico inocente y sincero al renegón y reservado, aun así solían tener una relación típica de ex pareja donde peleaban de tonterías por simple miramiento, Sasuke solía ignorarlo y evitarlo, pero todo estaba bajo un parámetro normal. Este estallido… esa mirada, esa palabras. Lo aterraron y no solo Naruto se dio cuenta de eso, Sasuke también que por segundos callo mirando asombrado la cara del rubio y bajo la mirada al suelo… Hacia tanto que no gritaba tan fuerte, su garganta que se recuperaba de su resfrió le palpitaba como si su corazón estuviere en su cuello… bajo el volumen.


-Lárgate de aquí Naruto no quiero verte nunca más. ¿Es tan difícil de entender?: no te quiero, no te soporto. Me das asco. Asco saber me volviste a tocar, que pretendas que todo está solucionado, que me hables como si nada pasara. Que juegues a ser un héroe…- miro la cara sombría de Naruto y sus ojos enrojecidos amenazando con llorar- No quiero nada contigo, solo te soportaba por Menma, a ser sincero dudo que pueda volver a hacerlo…- Rio comprendiendo que la balanza de su corazón no volvería a ser alterada, una acción correcta no superaban las miles erróneas. Irónico así lo sintió, ver a Naruto remendando sus heridas… y comprender que fuera de aliviarlo lo contaminaban más - Te odio… -Soltó recuperando sus postura calmada mirándole fijamente a los ojos, sin dudas.


Como salvavidas Obito entraba atraído por los gritos e indicaba a Naruto que la hora de visitas había concluido.



Sentado en la cama del hotel Naruto aun seguía choqueado recordando las palabras de Sasuke, su mirada, su expresión. No era un juego, no era un ataque de rabia, era la verdad que explotaba y tenía razón… fue él, fueron los padres de ambos, fueron todos los que Sasuke mas quiso quienes lo abandonaron y botaron a su suerte, que si acabo metido en estos problemas fue su culpa por no buscarlo. Era su obligación, era el mayor, el que ideo el plan… el brillante plan del embarazo para casarse. El que fallo.


¿Qué demonios hacer una adolescente embarazado, donde trabaja, quien le da chance sin criticarlo, sin catalogarlo de calenturiento? Nadie quiere cargar con semejante responsabilidad.  ¿Y él donde estuvo?… en su cálida morada, haciendo el papel de víctima. Cuando supo que sus padres lo  votaron de casa… un leve golpe de culpa lo invadió y trato de buscarlo… dos días... Rio. Solo dos días invirtió en preguntar a sus amigos de colegio, a algunos vecinos, supo que Fugaku buscaba a Sasuke y entonces se lavó las manos “Que su familia se encargue” sentenció.


-Te compre…- renegó por sus palabras. Mientras sintió la desesperación y la impotencia gobernarlo. Sea como sea que acabaran las cosas Sasuke ya lo había ratificado nuevamente: nada existiría entre ambos-Lo siento…- soltó a la nada, sin entender porque no pudo decir esas simples palabras, porque no le presto su apoyo incondicional y paciencia en vez de ir a las exigencia de saber su pasado, de declarar que regresarían a un hogar que nunca éxito.



Sentado en el piso sentía el paso del tiempo. Al parecer no había infiltrados en la interpol, al parecer era confiable hablar, pero aún era pronto. Debía esperar un poco más, debía soportar los interrogatorios intimidantes que a su dictamen no tenían nada de intimidantes. Nadie en su sano juicio hablaría conociendo a ese hombre y sus represarías.



La cena llegaba y todos se reunían en la sala del departamos que ocupaban en el hotel. Minato miraba a Menma, el niño cual animal en cautiverio era sigiloso con cada uno de sus movimientos. Miraron la puerta abrirse y entrar a Naruto. El niño perdía su sigilo y de un solo brinco se ponía en pie para abrazar a su padre y bombardearle con preguntas sobre su madre, lo único que recibió esa tarde fue un mensaje de texto: “Lo encontré. Te explico luego”


-¿Dónde está? ¿Por qué se fue? ¿Por qué no lo trajiste? ¡Vamos a verlo! ¡Quiero regresar a casa!…-Naruto apenas su logo callarlo con un mano y se inclinó un poco para ponerse a su altura.


-Ahora no puedes ver a mami- trataba de explicar


-¿Por qué no?- interrogaba sin entender


-tu madre es un espía y ahora mismo trabaja de encubierto en una misión


Tanto Menma como Minato miraron a  Naruto con desdén. Esa era la respuesta más estúpida y claramente una mentira descarada.


-¿En qué problema se metió ese impetuoso?-Interrogo Minato y Naruto solo elevo la mirada en su dirección y le miro con odio entre cerrando los parpados. Tantas cosas por reclamar, tantas vece lo pensó y solo una vez lo hizo creyendo que ya no importaba pues aun había esperanzas para recuperar a su familia, pero ahora ya no había nada


-¿Estas feliz?-Le pregunto a su padre y este no le entendía.


-al final todo salió como querías ¿no? Al final lo sacaste de mi vida por completo- trato de controlarse al sentir la mirada de su hijo que trataba de entender.


-¿otra vez con lo mismo?- se quejó Minato restándole importancia a sus palabras- eres padre, en un futuro lo comprenderás. Eso hace los padres proteger a sus hijos contra todo lo que irrumpa su camino.


Naruto rio contendiendo las ganas de saltarle encima, aunque fuera su padre deseaba golpearlo hasta cansarse, hasta vaciar todo su rabia y desespero. Pero aun no, no podía hacerlo, necesitaba su ayuda para cuidar a Menma. Y tal como iban las cosas necesitaría mucha ayuda si quería sacar a Sasuke de ese lio y protegerlo, aunque Sasuke no lo amase, por lo menos debía retribuirle un poco por arruinar su vida.


-¡He vuelto!-Gritaba Kushina con un montón de regalos en mano- ¡Mira todo lo que traje Menma!- dejaba las bolsas y cajas sobre la mesa y quedaba callad al notar la tensión entre su hijo cuya cara era de amargado y su marido que compartía la misma expresión


-dios… ¿Qué ha pasado aquí?-Pregunto y Naruto fosándose a ser respetuoso solo dijo


-me voy a la cama. Menma estaré en el departamento continuo si quieres puedes dormir allí, hay una habitación extra.


-Si- dijo el menor sin dudar, ni loco se quedaba una noche más a dormir con sus abuelos.


Ambos mayores se miraron y Kushina dejo de lado su sonrisa y felicidad de ser abuela por el peso de ver el odio de su hijo.


-¿Que hemos hecho Minato?- dijo sutilmente


-Nada. No hemos hecho nada- aclaro Minato sentándose en su silla para seguir su cena como si nada pasara- ese cabeza dura entenderá que todo lo que se hizo siempre fue por su bien. El tiempo nos dará la razón



Sacaba la cabeza por la ventana para sentir el aire jugar con sus cabellos peinándolos hacia atrás


-¡Más rápido!- exigía, pero el chofer no aceleraba de cincuenta kilómetros por hora-¡Más rápido!- sus exigencias nuevamente ignoradas. Se metía dentro y se encimaba sobre el asiento del copiloto- papá dile que valla más rápido


El hombre seguía absorto en su celular, revisando sus cuentas bancarias y leyendo los informes de sus hombres.


Izuna volvió sentarse en el asiento de atrás mirando el techo. Que aburrimiento pensó. Deseando regresa a la mansión para jugar y hacer lo que se le diera la gana. Amaba a su padre y le respetaba pero pasar con él el día entero era aburrido. Nunca podía hacer nada divertido, y su padre jamás le prestaba atención a menos que se portara realmente mal o que estuviera punto de cometer alguna estupidez jugueteando. Odiaba que el menor se hiriera o arriesgara su integridad en travesuras riesgosas.


-Quiero un loro-pedía pensando que sería divertido entrenar uno de esos animales para que dijera groserías a los sirvientes, como siempre el silencio fue la respuesta. Saco su Tablet de su bolso, su padre no era el único que podía desconectarse de la realidad e ignorarlo. Se puso a jugar Left 4 dead 2 echado en la parte trasera de la limosina con los pies arriba de la ventana.



Llegó a un lujoso edificio. Izuna podía verlo, las nubes rozaban la cima. Estuvo a punto de abrir la puerta y entrar rápidamente en buscar del ascensor, desea tocar esas nubes, pero su padre le sujeto del cuello y detuvo su maratón


-llévalo la parque- indicó a dos de sus hombres que seguían a la limosina en otros vehículos. Los guarda espaldas asintieron e Izuna no opuso resistencia, de echo estallaba en gritos y expresiones emotivas, comenzado a empujarlos para que aceleraran el paso, eso era más divertido que seguir con su papá y sus negocios


-¡Muévete! ¡Muévete!- los empujaba a cada uno en turno mientras el chofer y su padre entraban a aquel edificio cuyo letrero gigante indicaba: Corporación Uzumaki  



Minato miraba de mala gana el abandono en el que su hijo dejaba la empresa por culpa del doncel fastidioso. Sentado en la oficina de su hijo que era la del presidente revisaba los folios y las actualizaciones de la bolsa de valores cuando una secretaria interrumpía.


-Señor- se anunciaba


-Dime


-Hay un hombre que desea hablar con usted


-No tengo tiempo


-señor- replicaba la mujer apenada pues tanto ese hombre como su acompañante estaba adjunto a ella, no pudo contenerlos en recepción.


-Déjanos solos- repuso Minato reconociendo esa cara. No era un hombre cualquiera de hecho era un importante político y empresario “Honorable”- ¿a que debo el honor de su visita?- señalo los sofás para que sus invitados se sitiera a gusto mientras tocaba un botón- rosa trae tres cafés por favor


Lentamente ambos hombre comenzaban a hablar sobre un negocio de importación y litio y su procesamiento para la creación de batería de celulares, entre otros electrónicos.


Estudios de mercado, el clima, ganancias la vida agitada de los empresarios, las banalidades de la vida… poco a poco cada uno de esos temas  se iban tocando para hacer las negociaciones amenas y estudiar la personalidad de su nuevo socio consumían las horas.


Minato admitía según hablaban que ese hombre era un gran conocedor del mercado, no solo el tecnológico sino el metalúrgico y el eléctrico. Y no le parecía extraño con sus casi cincuenta años contara con una amplia experiencia y absurda riqueza y poder.


La interrupción de Naruto que entraba sin permiso a esa oficina les hizo guardar silencio a ambos mayores que giraban sus cabezas y miraban al recién llegado


-Papá ¿Qué haces en mi oficina?- reclamaba Naruto sin contener el enfadado de ver a su padre metiendo sus narices donde no lo necesitaba, tan molesto seguía que ni noto a los otro  dos hombre presentes en su oficina.


-Mil disculpas- repuso apenado y decepcionado que su hijo se comportara como un niño caprichoso- Mi hijo – presento al rubio que al fin notaba a ambos hombres de porte imponente, quizás unos veinte años mayor a él o quizás menos, pero aun así ambos en buena forma, pero destacaba el de cabellera blanca y ojos anormales de color azul- celeste de pupila negra y con extraño brillo. Su cara le era tan familiar, en algún sitio lo había visto antes.


-Buenas tardes- saludo el hombre elevando su mano para un saludo americano cosa que sorprendió a Naruto que estaba acostumbrado a los saludos japoneses


-Buenos días- correspondió estrechando su mano. Notando como el hombre le miraba fijamente y apretaba con fuerza, tanto que le incómodo.


“Qué loco”


Le sentencio mentalmente


-Él es-Minato comenzaba las presentaciones- Toneri Ōtsutsuki- después de todo serian socios el negocio del litio era una oportunidad que no perdería.

Notas finales:

Proximo Capitulo: Deja que los niños juegen y los adultos negocien.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).