Calzón sucio
La luz tenue de la linterna iluminaba parte sus hombros y parte de su caras, sobre relataba las mejillas, frente, nariz y mentón de los presentes. Naruto miraba atento cada una de sus cartas, doce en total, al parecer no el iba muy bien que digamos y más nervios al ver la nueva carta que sacaba de la mano de Menma.
“!Mierda!”
La risotada de su hijo delataba a su padre como portador del joker (Calzón sucio), Sasuke presto más atención a la carta para tratar de ver la ubicación exacta mientras Naruto nuevamente las mezclaba para despistar a sus oponentes. No perdería.
El turno de Sasuke. Elevo su mano en dirección de las cartas de Naruto que le miraba maliciosamente sonriendo para confundirlo y hacerle dudar de su elección.
-De vez en cuando debes traer el calzón sucio- le reprochaba y Sasuke arqueaba las cejas mirándole de mal humor. ¿A que se refería es comentario? ¿Al juego? ¿A otra cosas o a qué?. Habían ocasiones donde las frases de Naruto carecían de sentido. Frunció más el ceño y rápidamente tomo una carta al azar.
“!Me vale…!”
-Fuuu…- suspiró aliviado mirando el 3 de trébol para luego emparejarlo con otros 3 que tenía en su mano, una sonrisa tenue se manifestó en su rostro al notar que solo le quedaba cinco cartas, era quien iba ganado. Elevo sus cartas en dirección de su hijo para que este sacara una carta.
-¡De ti ni me preocupo! No tienes el calzón sucio mamá- replicaba sabiendo que no tenía nada que perder- ¡El único cochinito eres tu papá!- separaba las cartas pares, contabilizo solo le quedaban ocho cartas- ¡Así que prepárate para lavar los platos por una semana!-termino de acusar y Naruto arqueo las cejas, nadie le había mencionado anda de lavar los platos.
-No es justo, ustedes dos hacen trampa, ¡nadie me informo de eso!
-¡Sin mariconeadas! – Exigió su hijo- quien pierda lava los paltos por una semana
-¿Por qué debería yo de lavar yo los platos si ni si quiera como aquí?
-¡Sin mariconadas!-volvía a exigir el niño. Y Naruto se resignaba su hijo le había engañado de una forma cruel y vil y claro como él deseaba pasar al velada con ellos cayo en la trampa sin dudarlo.
Ese día era un domingo común, Menma paseo y fue al cine con sus amigos, caída la noche estaba dispuesto a ver una película pero un repentino corte luz fastidio sus planes. Cuando fue la concia miro a su madre que acaba de llegar. No había nada que hacer en la oscuridad. Dormir era tentativo pero apenas eran las siete de la noche, de la nada su madre cuyos ojos por venir de la calle estaba algo acostumbrados a la oscuridad diviso el lavaplatos y notaba con molestia que su hijo no lavo los platos del almuerzo ni las ollas.
-Tenías que lavar el servicio- acuso a su hijo y este con mano sobre la nuca reía vergonzosamente, lo había olvidado- ¡Lávalos se secaran y después será más difícil!- acusaba su madre cuando el menor noto algo en sus bolsillos, ese juego de cartas que Kiba le había prestado.
-Te propongo algo mamá- repuso cual vendedor ofreciendo su producto estrella- una partida de cartas quien pierde lava los servicios por una semana.
-¡No! Era tu turno lavarlos hoy ¡lávalos!-Exigió y Menma crujió los dientes al notar que su madre no parecía interesado en jugar
-Vamos mamá qué más podemos hacer, no hay luz
-¡Dormir!
-¡Maaaaaá!- reprochaba- ¡estoy abuuuuurriiiido y no quero dormiiiir- arrestaba las algunas palabras en tono de queja-¡Maaaá!
Soltado un sus piro Sasuke se levantó y busco la linterna.
-si encuentro las pilas jugamos, pero eso sí, quien pierda lavara los platos toda la semana sin lloriqueos- amenazado Sasuke a su hijo que le sonreía cual zorrito animado moviendo la colita y con las manos empuñadas por delante de su cara. O por lo menos esos fue lo que Sasuke vio, u a todo color al terminar de poner las pilas en la linterna y prenderla. Arqueo sus cejas… de verdad se parecían tanto incluso en esos tontos gestos ridículos, la viva imagen de Naruto. Extendió la mano pidiendo el mazo de cartas, mas su hijo elevo una mano pidiendo tiempo- ¿Qué?-Pregunto Sasuke viéndole salir rápidamente de su morada. Quizás marchaba por algunas golosinas de la venta antes que se cerrara por el corte de luz. A los pocos minutos le vio entrado con su padre que sonreía perversamente. Sasuke volvió a rodar los ojos, que manía la de su hijo de meter a su padre en su casa.
-Entre tres será más divertido- dijo Menma comenzando a mezclar las cartas hábilmente, Sasuke le mirada dudoso de cuando aquí su hijo era jugador de cartas… quizás debía de inspeccionar mejor a los amiguitos que su hijo frecuentaba.
-Como sea- repuso mal humorado y derrotado nuevamente. “Lo que los padres aguantan por los hijos…” reclamo a su primogénito mentalmente.
-¿Que jugaremos?- interrogo Naruto sacando pecho- les advierto que soy excelente jugando póker. Rebelo y Menma le miro con detenimiento tratando de elegir un juego basado en la suerte y no en el talento ni la experiencia.
-¡Calzón sucio!- informo, Sasuke miro curiosos no sabía cómo se jugaba, Menma rápidamente lo noto.
-Este-mostraba al joker y retiraba los otros tres- es el calzón sucio, quien lo tenga al final es el perdedor. Escuchen atentamente las reglas del juego: se repartirá todo el mazo- dijo comenzando a repartir las cartas- por tanto la misión es formar pares, cada par formado es puesto sobre la mesa y se van deshaciendo de cartas suelo así cuando el jugador quede sin cartas, ese es el ganador. Y así sucesivamente hasta que al final queda solo una persona con una sola carta: el calzón sucio, y es el perdedor. ¿Alguna pregunta?
-¡Hagámoslo!- replicaba Naruto con entusiasmo, pero de la nada miro a Sasuke que repasaba las indicación del juego estantíamente y recordó que deseaba preguntarle algo, después de todo él también tenía derecho de saberlo
-¿Has ido a tus controles?-Pregunto pues desde el día que Sasuke le saco de su cada a patadas lo volvía a evitar y ni al palabra le dirigía
-Por última vez…- regañaba Sasuke a Naruto- ¡No estoy embarazado!
-Tenme, deja de negarlo, debes ir a tus controles ¿acaso no te interesa tu hijo?-Le acuso. Sasuke rodo los ojos, allá Naruto si seguía ilusionado con semejante tontería, dentro de unos meses vería que nada crecía en su vientre y dejaría de fastidiar
-¡¿Mamá estas embarazo?!-Pregunto el menor algo sorprendido
-¡No!-Exclamo aterrado de que su hijo creyera tal estupidez. Menma no le hizo mucho caso comenzando a comprender que quizás por eso su madre estaba de peor humor estos días y los vómitos, náuseas y extraños antojos- ¿Se casarán de nuevo? ¿Cómo se llamara mi nuevo hermanito… y si es niña o doncel… lo han pensado?- ametrallaba con preguntas que solo Naruto se apresuró a responder
-¡Claro que si nos casaremos! Si es niño se llamara Boruto, si es niña Sadara y si es doncel Itachi
Sasuke se frotaba la cien, que demonios decían esos dos.
-¡QUÉ NO ESTOY EMBARAZASO CON MIL DEMONIOS!-Les grito dándoles un coscorrón a cada uno
-Ok- dijo mena serio con un chinchón en la cabeza, suponiendo que la vedad saldría a la luz en algún momento. No pudo evitar volver a reír aunque deseaba mantenerse serio. La sola idea de ver a sus padres casados viviendo en una casa, a él con un hermano o hermana le causaba alegría, ser hijo único no era muy divertido, y ser madre soltera tampoco supuso mirando a su madre recordando que los primeros años de su infancia sufrir mucho por culpa del dinero que jamas le alcanzaba para nada. Dormir en lugares horribles y ser cuidado por personas ajenas de guarderías municipales… no era nada divertido, más por las continuas mudanzas. Muy diferente a la vida que conoció cuando su padre se incorporó a sus vidas. Ahora tenían una casa, no tenían que mudarse, era su lugar su hogar para siempre y era bonito y espacioso en un barrio decente, su madre pasaba más tiempo con él y ya no terminaba cansado al borde del colapso, al fin podía tener amigos permanentes con los cuales salir a pasear, al fin podía entrar a esas grandes salas de cine que miraba a otro niños ir con sus familias, a los parque de diversiones, a restaurantes conocidos… Al fin podía ser normal. Si, su papá era asombroso. Era fuerte, rico y muy inteligente, tenía un título universitario, cinco diplomados y una maestría, tenía una enorme empresa y miles de empleados que solo lo obedecían a él. Sin duda su madre no debía dejarle escapar, después de todo se notaba que su padre amaba a su madre y lo quería también a él. Volver a ser una familia… ahora lo eran, pero serlo legalmente, eso sí estaría fantástico. Quizás por eso siempre dejaba a su padre meterse en su casa pese a los reclamos de su madre, quizás por eso siempre le comentaba lo que su madre hacia a que amigos traía, algunos de estos rufianes cuyas miradas mal sanas veían a su madre de otra forma indebida no eran necesarios. Su padre estaba aquí, solo él debía cuidarlos era su derecho y era lo que el más deseaba ahora que entraba a la adolescencia.
Sasuke miro con odio al susodicho calzón sucio entre sus cartas, más supo disimular su expresión, al contrario de Naruto que saltaba de felicidad al verse libre del calzón sucio.
-alguno de ustedes andado cochinito-a cuso y ambos morenos le miraron de mala gana como declarándole la guerra-Saca-Propuso a Sasuke extendiendo sus cartas. Sasuke suspiro era solo un juego, que más daba volver a tratarlo normal por educación, es decir: eran adultos. Sin miedo alguno saco la carta y miro su posibilidad de emparejamiento, al ser el único era fácil, la mayoría podía emparejarse fácilmente supuso que lo difícil seria al medio y final del juego. Elevo sus cartas restantes en dirección de su hijo. Este saco con duda, pue si su padre delato no tener el calzón sucio y él no lo tenía el único que lo podía tener era su madre. Ambos se miraron comprendiendo que sabían sus secretos más había un jugador que aún no lo sabía. Saco la carta y no dijo nada, era mejor mantener a su padre en la ignorancia. Pero desea gritar que no, no saco el calzón sucio. Rápidamente emparejo sus cartas y así comenzaron el juego hasta que finalmente el calzón lo saco Menma y termino pasándoselo a su padre que sin reparo lamento ser el dueño de este.
-Papá- llamo Menma- ríndete de una vez. Lavaras los paltos por una semana.
-No es justo, me timaron, mi propio hijo me ha timado, nadie me dijo que esto era con penitencias…- le acusaba con el dedo- ¡Tramposo!
-¡Sin mariconadas!- volvía a exigir Menma- además no queras que mamá lave los paltos por una semana. Naruto miro a Sasuke que nuevamente le esquivo la mirada descaradamente.
-No, no creo que hacer las labores del hogar sea bueno en su estado
-¡Qué no estoy embarazado! y jueguen de una vez ya son las nueve de la noche- amenazaba Sasuke
Quizás por empatía o solo por suerte Sasuke gano al quedarse sin carta alguna dejando a ambos varones en un duelo a muerte por ver quien lavaría los paltos. La pelea era reñida, Naruto aun tenía 3 cartas y Menma 4, Menma tenía el calzón sucio. Naruto sentía el sudor en su frente mientras podía ver a Sasuke preparando algo de beber para los tres, tanta emoción debía ser hidratada.
-¡Ha! ¡Cochino!-Acuso Menma a su padre al ver que había sacado el calzón sucio
-esto no se quedara así- Naruto volvía a barajear sus carta con más énfasis mientras amenazaba eufórico mostrando sus cartas para exigiera su hijo sacar una
Menma saco una carta y elimino a dos de su mano. Ahora Menma tenía 2 cartas y Naruto 3. Sasuke podía sentir la tensión, cuando Naruto saco la carta de la mano de su hijo y saco el par quedando con dos cartas y mena con una.
Quedo paralizado y le importo un pepino que repentinamente regresara la luz, estaba atento de ver quien ganaría y quien lavaría los platos y al verlos le daba flojera y molestia, no le gustaba el desorden.
Al final Menma termino ganando y ambos morenos miraron como Naruto se remangan la camisa de mal agana y se ponía a lavar los paltos dejando su vaso de refresco aun lleno.
-¡Buenas noches!- repuso Menma ansioso de llegar a su cuarto y ver la película que tenía pendiente antes de que su madre fuera a dormir y le exigiera apagar su televisor.
-Menma…-Llamo Sasuke como quien suplica ayuda, más su hijo le ignoro completamente. El silencio volvió a tornarse incomodo entre ambos, mas Naruto lo rompió comenzando a tatarear algunas canciones infantiles pensando alegremente en su nievo hijo.
-¡Párala!-Exigió Sasuke cansado de repetir una y otra vez que no estaba embarazado y comprendiendo que no deseaba verle, y ese castigo dejaba de ser solo de Naruto sino suyo pues tendría que lidiar con él durante siete noches- yo lavare los paltos
-No, es mi penitencia, además… parece divertido- dijo mirando la espuma comenzado a formar algunas burbujas que soplaba y la verlas flotar por segundos antes de reventar.
-¡No estoy embarazado!- Sasuke volvía a notificar serio para acabar con ese mal entendido de una buena vez
-¿Cómo lo sabes?, no eres médico y no quieres ir a uno, según yo los síntomas que tienes son de embarazo
-Fui al médico, me recetaron píldoras para combatir la infección. Tenía una infección estomacal por tomar varias pastillas del día después de golpe…- le revelo y Naruto quedo paralizado dejando caer un plato nuevamente al agua. Su ilusión de un hijo suyo desde el inicio de acompañar a Sasuke en cada momento de su desarrollo hasta ver su nacimiento, de ser participe cuando diera sus primeros pasos se derrumbaba y todo a manos de Sasuke, pero no podía culparlo, prácticamente el no deseaba esto, era obvio que si no deseas algo lo evitas y en estos tiempos es más fácil evitar un embarazo.
-¿Es tas seguro?. A veces esas cosas fallan-Se forzó a mantenerse calmado pero su voz entre cortada los delataba
-Muy seguro- repuso Sasuke acercándose al lava paltos- yo los lavo, ve a tu casa- repuso tomado el palto que Naruto dejo caer y comenzando a fregarlo con la esponja, mientras Naruto el daba su espacio y le miraba entristecido.
-Quiero un hijo…- soltó repentinamente y esta vez fue Sasuke le que dejo caer el palto que no cayó al agua cayó al suelo y se rompió.
-¡¿QUÉ DEMONIOS ESTAS DICIENDO?!- el reclamo colérico- ¡TÚ Y YO JAMAS TENDREMOS UN HIJO, NO SOMOS NADA, NUCA SEREMOS NADA. NARUTO SOLO TENEMOS RELACIÓN SOCIAL POR EL BIEN DE MENMA, ¡SOLO ESO! NO SOMOS NOVIOS, NO SOMOS AMANTES, NADA ROMÁNTICO. SOLO DOS PADRES QUE BUSCAN LO MEJOR PARA SU HIJO. ¡MÉTETELO EN UNA BUENA VEZ EN LA CABEZA!
-¡¿QUÉ DEMONIOS DICES TÚ?!-ESTA VEZ FUE EL TURNO DE NARUTO DE GRITARLE- POR MÁS DE CINCO AÑOS TE EH PEDIDO PERDÓN, TE HE DEMOSTRADO CON ACCIONES QUE HE CAMBIADO QUE AHORA SOY UN HOMBRE DIGNO DE TI. PORQUE DEMONIOS ME TRATAS COMO SI FUERA LA PESTE NEGRA- le confronto parándose y poniéndose frente a Sasuke- NO TIENES A NADIE AHORA MISMO. SÉ MUY BIEN QUE NO TE SOY INDIFERENTE. ESA NOCHE AUNQUE DIGAS QUE ESTABAS BORRACHO AL FINAL LLAMABAS POR MI NOMBRE Y ME ABRAZABAS Y BESABAS CON EL MISMO FERVOR QUE YO. QUÉ TE CUESTA DARME UNA MALDITA OPORTUNIDAD!- ambos callaron cuando Naruto vio en la dirección que Sasuke repentinamente observaba, allí Menma mirándoles preocupado. Raras eran las veces que sus padres peleaban agritos
-Si van a pelar entonces yo lavare los paltos- repuso el menor creyéndose que por eso era la discusión
-No…- dijo Sasuke- yo los lavare, tu ve arriba
-¡NO!-Grito- ¡SI ME VOY VOLVERÁN PELEAR Y NO QUIERO QUE PELEN MAMÁ. NO QUIERO QUE SE VUELVAN A SEPARAR Y REGRESAR A ESA VIDA DE MIERDA. ME GUSTA ESTA CASA, MIS AMIGOS. ME GUSTA ESTA VIDA Y NO QUIERO MUDARME!- le acuso pues recordó que la broma de su madre de mudarse con los días tomaba más fuerza incluso había desvistas de bienes raíces que su madre estudiaba atentamente-¡NO QUIERO! ¡YO QUIERO UNA FAMILIA, QUIERO SER NORMAL!- concluyo colérico corriendo a su cuarto tronando la puerta detrás suyo comenzando a llorar. Ambos mayores se miraron.
Buscaban lo mejor para su hijo peor como típico final los niños eran son los que pagan los platos rotos de los conflictos de sus padres.
Sasuke se la paso sentado en esas silla, su hijo no el abría la puerta de su cuarto, de hecho el acuso de ser el culpable de no poder tener una familia, que le costaba darle una oportunidad a su padre.
A oscuras Sasuke meditaba detenidamente todo y nada… nada tenía sentido, un matrimonio no funciona sin amor, y aunque Naruto tenía razón pues no le era indiferente no lo amaba como para volver a apostar a un matrimonio o relación alguna. Tenía tantas heridas que aún no cicatrizaban y no había logrado perdonarlo, terminaría dañándolo más y más, reclamándole cosas que no veían al caso. El mismo se vería intoxicado por los recuerdos del pasado y el rencor aumentaría.
“Piénsalo. Podríamos intentarlo… Te prometo que esta vez no te arrepentirás” recordó la palabra con las cuales Naruto abandono su morada.
¿Qué hacer?