La noche era fría el interior de la habitación solo se iluminaba por la luz de un par de velas colocadas en un pequeño candelabro sobre la mesa de noche.
Un joven delgado de cabellos plateados se encontraba admirando la luna desde el balcón de la ventana dejando correr algunas lágrimas que escapaban de sus ojos a sus mejillas, el viento que soplaba tranquilamente movía sus cabellos plateados, cerró los ojos por unos momentos dejando que el viento pasara por su rostro como si de una caricia se tratara.
-Cómo fue que paso esto… -susurraba al viento abriendo lentamente los ojos dejando que el azul de sus ojos brillara con la luz de la luna-
Se quedó varios minutos más en esa posición cuando decidió entrar noto que las velas se habían apagado por el viento camino hacia la mesa de noche tomando la caja de cerillas con la intención de encenderlas de nuevo pero volvió a dejar las cerillas en su lugar sentándose en el borde de su cama acariciándole lentamente una de las almohadas, sintiendo como sus ojos volvían a llenarse de lágrimas, se levantó demasiado rápido de la cama que alcanzo a tirar el candelabro con las velas corrió hacia el baño que yacía en la habitación dejándose caer al piso sin poder contener las lágrimas que brotaban de sus ojos.
-Por qué no pude hacer nada para evitar que esto pasara –sollozaba con las manos cubriendo su rostro- l-lo lamento…
Se quedó así por varios minutos hasta que escucho que tocaban la puerta pero no respondió quería estar solo en esos momentos se sentía devastado no quería ver a nadie.
-Teru… Soy yo Kamijo por favor abre la puerta… -decía el rubio de ojos azules escuchando apenas los sollozos del pequeño de cabellos plateados-
-Vete… Quiero estar solo… -decía entre sollozos abrazándose las piernas escondiendo su rostro entre ellas-
-Eso jamás –decía mientras abría la puerta encontrándose con la habitación completamente a oscuras solo la luz de la luna iluminaba parte de ella, entro cerrando la puerta caminando hacia el baño de dónde provenía el llanto del peliplata deteniéndose en la puerta agachándose a su altura- Teru…
EL peliplata no respondía solo seguía en la misma posición sollozando abrazándose más las piernas, el rubio solo le observaba limitándose a tocarlo ya que sabía que si lo intentaba resultaría agredido.
-Teru… -susurraba acercando lentamente su mano hasta el cabello del menor acariciándole lentamente bajando un poco la mirada al verle así- Lo siento…
-Lo se… -susurraba volteando a verle abrazándose al mayor con fuerza sollozando sobre su pecho- L-lo perdí… Perdí lo que… más amaba… -murmuraba mojando con sus lágrimas la camisa del mayor-
El rubio no sabía que decir en esos momentos se sentía culpable de ver en esas condiciones a aquel que amaba en secreto desde hace varios meses atrás.
FLASH BACK…
-Teru debo decirte algo importante –decía el rubio mientras caminaba por el parque con el peliplata-
-Awww enserio yo también –sonreía feliz saltando cono un niño pequeño mientras caminaban-
-Bueno en ese caso habla tu primero –sonreía mirando al menor sintiendo un poco de nerviosismo pero ocultándolo para que no lo notara-
-Está bien –sonreía deteniéndose frente a él mirándole- Recuerdas que hace un par de meses que estoy saliendo con San
-Claro cómo olvidarlo que pasa con el –le miraba atento-
-Etto… -sonreía ampliamente mostrándole en su mano izquierda un anillo de compromiso- Me casare con San
-Eh?... aa Felicidades pequeño –sonreía lo más fingido que podía-
-Gracias –le daba un abrazo mientras sonreía- Bueno que es lo que me ibas a decir
-Nada no es importante –le revolvía el cabello- Sigamos caminando te parece bien
El peliplata asentía y continuaban caminando por aquel parque mientras el rubio miraba al frente sin decir nada solo pensaba “Se casara… Y no pude decirle lo mucho que estoy enamorado de el”
Fin Flash Back…
El peliplata seguía llorando sobre el pecho del mayor, el rubio solo lo abraza acariciándole el cabello sin decir palabra alguna y así pasaron al menos una hora hasta que el mayor decidió hablar.
-Teru –le miraba limpiando las lágrimas de sus mejillas con sus dedos- Ven debes descansar un poco
-No… Puedo… No quiero estar solo… -susurraba aferrándose a la camisa del mayor-
-Yo me quedare contigo –lo tomaba en sus brazos para después levantarse saliendo del baño caminando por la oscura habitación hasta la cama dejando en ella al menor- Encenderé las velas quédate en la cama
-Está bien… -murmuraba abrazándose a la almohada que tenía aun lado escondiendo su rostro en ella-
Observaba al menor mientras recogía las velas del piso acomodándolas en el candelabro para después encenderlas viendo cómo se iluminaba la habitación con la luz de las velas.
-Trata de descansar teru -tomo asiento en el borde de la cama acariciándole el cabello-
-Si… No te vayas… -tomaba su mano sin mirarle-
-No lo hare pequeño –le dio un beso en sus cabellos-
El peliplata soltó su mano acomodándose, después de unos minutos se quedó dormido, el mayor le mirada dormitar no le gustaba para nada verlo en esas condiciones pero sabía que no podía hacer nada al respecto más que estar ahí con él en esos momentos y no dejarle solo.
-Sé que no debería alegrarme su muerte pero… Asípoder demostrarte que puedo hacerte feliz –pensaba el mayor mientras acariciaba los cabellos del peliplata-
Tomo un libro que se encontraba en la mesa de noche observándolo curioso así que se decidió a leerlo mientras el menor dormía y así pasaron un par de horas hasta que el peliplata se movía un poco despertándose lentamente, cuando el mayor volteo a verle dejo el libro de donde lo había tomado para después acariciar el cabello del peliplata.
-Umh…? –Volteaba viendo al mayor para después bajar un poco la mirada- Solo eres tu…
-Lamento decepcionarte –aparto su mano mirándole- Dime quieres comer algo
-No… -se volvía a acomodar en la cama- No quiero nada…
-Pero Teru debes comer algo puedo prepararte lo que quieras
-Lo único que quiero… Es tener a San conmigo… Pero ya no se puede… -se abrazaba ala almohada-
-Lo sé pero eso no puedo hacerlo, lo lamento… -decía desviando un poco la mirada-
-No te lamentes… Tú no tienes la culpa de lo que paso…
-Es que me duele mucho verte así tu eres una de las personas más importantes que tengo y no quiero que te pase nada
-No me pasara nada… Sé que somos amigos pero ahora ya no tengo lo más importante en mi vida… -suspiraba mirando un pequeño retrato que estaba en la cómoda-
-“Amigos”… -pensaba en silencio repasando esas palabras- “Por qué no me puedes ver como más que un amigo, no importa seré paciente hare lo que sea para que notes lo mucho que te amo”
-Kamijo… -le miraba el peliplata pasando su mano frente asu vista ya que tenía varios minutos llamándole sin obtener respuesta alguna-
-eh… A perdón –parpadeaba varias veces- Habías dicho algo
-Solo decía que te hare caso y comeré un poco… No he comido nada desde esta mañana
-Claro quieres que te prepare algo en especial cualquier cosa tu solo pídemelo
-Solo algo de fruta y juego por favor
-De acuerdo tu quédate aquí si no tardo –se acercaba para darle un beso en la frente pero el menor giro el rostro para evitar su beso- Entiendo… Ya regreso
“No dejare que nadie pose sus labios en mi piel el único que puede tocarme eres tu amor solo tú” pensaba el peliplata volviendo a acomodarse en la cama tomando el retrato entre sus manos acariciando lentamente con sus dedos aquella fotografía. Mientras tanto el rubio ya en la cocina servía la fruta en un plato y el jugo en un vaso dando un largo suspiro para después tomar una pequeña charola poniendo en esta el plato y el vaso tomándola caminando a la habitación del menor.
-Permiso –decía mientras entraba deteniéndose frente a la cama observándole- Teru donde comerás
-ah… aquí supongo… -susurraba dejando el retrato en su lugar incorporándose un poco para poder comer-
-Bien –se acercó a la cama dejando la charola a su lado- Come –acerco una silla que estaba cerca hacia aun lado de la cama
-Gracias… -murmuraba mientras jugaba con su anillo de compromiso-
-De nada –le miraba de reojo- Anda come o enfermaras
-Lo extraño… -bajaba la mirada-
-Lo sé –voltea a verle- Pero no es tu culpa tu no sabías que algo así pasaría
-Pero… Pude haber ido con él y salvarle la vida –se cubría el rostro con ambas manos sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas nuevamente-
-Teru… -se levanta acercándose a él para abrazarle-
-Déjame… No quiero tu lastima vete –se limpiaba las lágrimas de sus mejillas sintiendo como otras más corrían por su rostro-