Sentado en una banca de su jardín, observaba a su pequeña hija correr felizmente al lado de su padre, a pesar de todo se había casado con ese hombre, incluso en contra de sus sentimientos, aunque no tenía mucho sentido querer a alguien que ni siquiera correspondería sus sentimientos, en cambio su ahora esposo, sabía todo esto, y un asídecidió casarse con él, pues le había dio que jamás le exigiría amor, solo quería que tuviera una vida tranquila y tratara de ser feliz.
Dio un suspiro y entro a la casa, fue a la cocina para preparar algo de limonada.
“No entiendo por qué aun siento algo por él, está claro que él es más que feliz con mi amigo, además ahora estoy casado, tengo también a mi hija, que más podría pedir”
Negaba un poco para sí mismo, no se había percatado de que su pareja le miraba desde la puerta de la cocina.
-Está todo bien –pregunto mirándole fijamente-
-Eh… -miro a su pareja y asintió- Si todo bien, creí que seguías jugando con Alice
-Si, solo que fue al baño –se acercó a el-
-Ya no te atormentes con lo mismo, deberías dejar ir el pasado y tratar de empezar de nuevo
-Lo sé –le dio un vaso de limonada- Pero no sé por dónde empezar
-Gracias-tomo el vaso-Por qué no intentas disfrutar un poco más de tu familia, sé que no debo decirlo pero no crees que ya es el momento en que te deshagas de esos sentimientos
-Quisiera hacerlo pero… -bajo la mirada- No sé cómo
-No me gusta verte así –le abrazo acariciando su cabello lentamente- Te parece bien si más tarde te ayudo a buscar una solución
-Si –asintió y le miro- Eres demasiado bueno conmigo, aunque no lo merezca
-No digas eso –le acaricio una mejilla- Si estoy aquí contigo es porque me enamore de ti, tanto que mira ahora tenemos una hija, no cambiara nada de lo que tengo contigo por nada, ten en cuenta de que a tu lado hay alguien que te ama más que a nada
Le dio un beso en la frente y salió al jardín de nuevo con su hija.
“Eres demasiado bueno, supongo que no estaría mal enamorarme de alguien como tú, y si tienes razón no puedo seguir viviendo en el pasado”
Flash Back
Caminaba tranquilamente hacia el aula donde tenía clase de guitarra, iba algo distraído pensando en sus propia cosas, hasta que se encontró con un grupo de chicas afuera de la sala de música principal, la clase que tenía era en el aula de al lado, así que sería un poco dificultoso pasar por ahí, como pudo se las arregló para pasar, aun no sabía bien por que aquellas chicas hacían tanto alboroto, camino hacia su asiento y escucho a algunos de sus compañeros conversar entre ellos.
-Te diste cuenta otra vez ese sujeto se estaba luciendo frente a las chicas
-Porque cada vez que el aparece nos dejan botados para irse a verle
-De verdad será demasiado bueno tocando
-No lo creo, seguramente es hijo de algún sujeto rico, por eso se cree demasiado
-Podría ser
Después de haber escuchado aquella pequeña conversación, le dio curiosidad por saber quién era la persona que causaba tanto alboroto, y con más razón pues solo los excelentes estudiantes podían usar la sala principal para practicar a la hora que quisieran.
El por sí mismo era bastante bueno tocando la guitarra pero no lo suficiente como para poder entrar a esa sala, ahora tenía que esforzarse más para saber de quién hablaban.
………………………………….. Semanas después………………………………………
Estaba en el aula donde le impartían las clases, aúntenía tiempo de sobra antes de iniciar la clase, así que tomo su guitarra y se puso a practicar un poco.
Estaba tan concentrado en su música, que no escucho los pasos que se acercaron a su lado, hasta que sintió una mano sobre su hombro, dejo de tocar y volvió la mirada hacia esa persona.
Se sorprendió un poco al ver a un joven un par de años mayor que él, le estaba mirando fijamente con una sonrisa en los labios, se perdió por unos momentos en el azul de sus ojos.
Guardo sus notas y miro a aquella persona.
-Tocas bastante bien, nunca había escuchado música como esa, es bastante raro que estés en esta aula y no en la principal de música
-Aun no he tenido la oportunidad de entrar, pro quien eres tu
-Disculpa no me he presentado –extendió su mano hacia el otro de forma amistosa- Soy Kamijo, es un placer
-Es un gusto –asintió estrechando su mano- Soy Hizaki
-Así que eres tu –se sorprendió un poco-
-Perdón –le miro sin entender-
-Tu eres quien se queda después de clases para practicar guitarra en esta aula verdad, he escuchado tu música en varias ocasiones y debo decir que es perfecta
-M-Me has escuchado… -se sonrojo un poco y desvió la mirada-
-Deberías mostrar ese potencial en clase, te iría bastante bien y serias promovido de clase rápidamente
-No puedo –negó y bajo la mirada- No quiero que piensen que soy un tonto niño rico que ha sido promovido a causa de favores, no quiero que me comparen con el tipo del piano de la otra sala
-Ah-rio un poco- A qué tipo refieres
-A ese que siempre tiene un grupo de chicas a su alrededor, no se su nombre
-Hizaki –le tomo del mentón y le sonrió- Yo soy ese sujeto
-Eh…. –se le ruborizaron las mejillas y aparto la mirada-
-No sabía que la gente pensaba así de mi –se llevó una mano al cabello, peinándolo hacia atrás- Supongo que me he ganado mala fama
-Entonces no fue así como llegaste ahí –le miro curioso-
-Claro que no, empecéasí como tú, pero me promovieron por mi talento para cantar y componer
-Oh, eso no lo sabía
-Parece que ya va siendo hora de que me marche –miro su reloj- Estaré esperando tu llegada a la sala principal, así que ten más confianza en ti mismo
Dicho esto salió del aula, dejando solo al castaño
“No puedo creer que él sea quien toque el piano, en ese caso si quiero estar a su nivel debo esforzarme aúnmás”
Asintió para sí mismo y preparo unas notas completamente diferentes de las que pensaba usar.
En cuanto empezó la clase y llego la hora de mostrar su talento, dio un profundo respiro y asintió para sí mismo.
-Y bien quien de todos quiere ser el siguiente, ya saben más vale que no toquen lo de siempre –decía el profesor-
-Y…. –levanto la mano- Yo lo hare –sentía las miradas de su compañeros clavadas en la espalda-
-De acuerdo adelante
Asintió, tomo el respectivo lugar y empezó a tocar, era una melodía completamente diferente de lo que solía tocar, con acordes lentos, suaves y fluidos, pero aumentaban de ritmo conforme iba tocando.
Todos los presentes estaban completamente sorprendidos, al verle tocar de esa manera, nadie sabía que podía tocar así, en cuanto termino, recibió halagos de todos incluido el profesor, por fin aquel seria su pase para la otra clase.
Fin flash back
Se dispuso a hacerle compañía a su pareja y a su hija, así que fue el jardín para jugar con ellos.
Ya llegada la noche, después de acostar en su cama a su hija, fue a su habitación, su pareja ya lo esperaba.
Aun no sabía bien por donde debía empezar pero, se dio cuenta de una cosa, no estaba solo en esta ocasión.
Tomo siento en el borde de la cama al lado de su pareja, quería decir algo pero no salían palabras de su boca.
-Hime –le paso la mano por el cabello-No tienes que forzarte tanto, no debes hacerlo si no quieres
-Quiero hacerlo –dijo con seguridad que incluso se sorprendió a sí mismo-
-Está bien –asintió y le dio un beso en la frente- Se te ha ocurrido algo
-En realidad no –dijo algo apenado-
-Eso era de esperarse, porque n intentas expresarle lo que sientes de alguna forma que pueda entender
-Pero no quiero que lo malinterprete y piense que quiero algo a estas alturas con el –negaba repetidamente-
-Haaha –reía- Sigues siendo tan adorable, que de ninguna forma te dejaría que tuvieras algo con él, te quiero demasiado como para dejarte ir
-No me iría –negaba- No podría, además Alice te quiere demasiado, también debo pensar en mi hija no crees
-Así es –asintió- Porque no lo intentas con una canción, te gusta componer bastante así que no le veo el problema
-Pero –le miro- Tsurugi porque me ayudas con todo esto
-Por el hecho de que no me gusta ver, a una hermosa rosa como tu triste, no quiero ver como tus pétalos se van marchitando debido a la tristeza, quiero verte feliz, mostrando todo el esplendor que guardas dentro
-Pero que cosas dices –apenado desvió la mirada-
-Solo digo la verdad –se levantó y le dio un beso en la cabeza- Es hora de dormir, necesitas descansar lo suficiente
-Esta bien –le sonrió y se metió a la cama- Buenas noches
-Buenas noches Hime
Mientras tanto el peliplata estaba en su departamento, miraba el techo, estaba algo aburrido pero tampoco tenía muchas ganas de salir, quería platicar con alguien, pero su amigo seguramente ya estaría dormido o disfrutando su vida de casado con su pareja, no quería llamar a Kamijo pues su “relación” con él ahora estaba más extraña.
Las cosas entre ambos habían cambiado desde aquellos días que estuvo en su casa de la playa, pero en realidad todo cambio después de su última visita al cementerio, ya había pasado cerca de un mes, el tiempo había pasado tan rápido.
Kamijo le había propuesto que vivieran juntos, no como pareja pero al menos como amigos, el peliplata se negó varias veces, por lo que decidió que se quedaría en su departamento como antes, solo que la primer semana, Kamijo apareció todos los días frente a su puerta, algunas veces llegaba con algo de comida, otras solo para ver si estaba todo bien, incluso hubo veces en que se presentó solo porque no le respondía el teléfono.
Aquello se había vuelto fastidiante para el peliplata, así que solo le dijo que le llamaría si algo sucedía, el rubio sin más remedio acepto.
Desde entonces no se habían visto, de cierto modo ya echaba de menos, solo que no quería admitirlo, además era muy pronto para hablar de amor, sentía miedo de enamorarse de nuevo
-Por dios moriré de aburrimiento-miro hacia la mesa de noche, donde aúntenía una foto de su ex pareja- San dime que hago, como puedo divertirme, pero que estoy haciendo, es ilógico, ya no me responderás, sabes me hubiera gustado hablar contigo de muchas cosas, pero el tiempo se nos terminó, que cruel es la vida –tomo la foto entre sus dedos- Ya se hablare contigo, y como respuesta buscare algo que me dirías.
Se llevó unos dedos a los labios de forma pensativa, pero su mente fue distraída por una llamada n su móvil.
-Umh-dejo la foto aun lado y tomo el móvil- Oh es Kamijo –atendió la llamada- Diga?
- Disculpa pequeño, te desperté
-No –negaba- Sucede algo
-No nada, solo estaba preocupado por ti
-¿Preocupado? ¿Por qué? –se incorporó un poco-
-No lo sé, pensé que quizás estarías volviéndote loco, o te sentirías demasiado solo al grado de hablar con una fotografía o con el espejo
-Q-Que cosas dices –reía nervioso mientas miraba la foto-
-Menos mal aun recuerdas como reír
-Claro que me acuerdo
-Oye Teru
-Umh –miraba hacia la ventana-
-Quieres salir a dar una vuelta
-No crees que es demasiado tarde para eso
-Es verdad, en ese caso estas mirando la misma noche que yo
-Si –asentía sin apartar a mirada de la ventana-
-No crees que estádemasiado tranquila, el cielo lleno de estrellas parece una noche adecuada para amantes
-Supongo, no me digas que saldrás en busca de un amante
-Haha claro que no, oye Teru
-Si –jugaba con el borde de la almohada-
-Que me dirías si te digo que estoy afuera de tu departamento
-Diría que estás loco, con el frio que hace y tú en la calle, además que podrías hacer aquí, no me digas que te has vuelto un acosador
-Para nada, y aunque así fuera solo sería tu acosador
-Deja de bromear, mejor ve a dormir
-Teru, no estaba bromeando, estoy afuera
-Claro que no –se levantó y se asomó afuera de la ventana pero no vi nada-
-Bueno como no me crees -toco la puerta-
-Ah… -se quedó sin palabras, de un de repente se había puesto nervioso-
-No me abrirás, dejaras que me congele aquí afuera
Camino rápidamente hacia la entrada, llevaba el móvil aun en el oído, cuando abrió la puerta se sorprendió al ver al rubio sonriéndole, en ese momento corto la llamada y se hizo a un lado para dejarle entrar.
-Gracias pequeño –sonrió y le revolvía el cabello-
-Debes estar loco, como puedes aventurarte así en la noche, pescaras un resfriado –se fue a su habitación, dejo el móvil en la mesa de noche y tomo una cobija-
-Bueno así al menos pescare algo –reía mientras frotaba un poco sus manos-
-No bromees con eso –le dio la cobija- Anda cúbrete asíestarásmás caliente, preparare algo de café –se fue a la cocina-
-Si, gracias –le sonrió y se puso la cobija encima-Y que hacías despierto tan tarde pequeño
-Nada en realidad –reía un poco al recordar lo que estaba haciendo-
-Aja, esa risa parece media sospechosa –se acercó a el-
-Claro que no, seguramente estas delirando por el frio –reía y le dio una taza de café-
-Gracias –sonrió y tomo la taza dándole un pequeño sorbo-
Bebían café en silencio en la cocina, se miraban de vez en cuando pero no se decían nada.
El rubio dejo su taza sobre la mesa y se acercó al peliplata.
-No tienes frio –le miro-
-Poquito –bebía su café- Ya se me quitara
-No creo –le brazo por la espalda cubriéndole con la cobija-
-Q-Que estás haciendo –apretó los dedos alrededor de la taza-
-No quiero que te resfríes por mi culpa
-No te preocupes, estoy bien
-Por qué me evitas, cada que trato de acercarme a ti, me evades
-Claro que no, son imaginaciones tuyas –trataba de apartarse-
-Ves incluso ahora, quieres irte –suspiro y le soltó-Esta bien, no te obligare a nada
-Tonto –murmuro y dejo su taza sobre la mesa-
-Perdón , que dijiste –le miro-
-Nada –negaba y se puso frente a el-
-Que pasa –le miro curioso-
-Tengo frio-susurro desviando la mirada-
-Oh, ven aquí –le abrazo, quedando el rostro el peliplata sobre su pecho-
-De verdad que a veces no te entiendo –sonreía acurrucándole más-
-Yo tampoco –recargo la cabeza n su pecho, podía escuchar claramente los latidos del otro-
Se quedaron así unos minutos, ninguno decía nada.
El rubio le hizo una caricia en el cabello al peliplata, lo cual lo hizo que se sorprendiera por lo cual de aparto de aquel cálido cobijo.
-Que pasa –le miraba-
-No es nada –negaba y fue a sentarse al sofá-
-Sera mejor que me vaya, para que puedas descansar –se quitó la cobija y la puso sobre la espalda del peliplata-
-No tienes que irte –le sujeto de la muñeca y aparto la mirada-
-Pero necesitas descansar –le acaricio la cabeza con su mano libre-
-No quiero estar solo –dijo casi en un susurro-
-Está bien –asintió y se sentó a su lado-
Paso un rato y no se habían dicho nada, el rubio solo le hacía compañía sin preguntarle nada, el peliplata bostezaba un poco el sueño empezaba a invadirle el cuerpo.
-Porque no vas a dormir, ya te vez cansado
-Estoy bien –se incorporó un poco-
-Bueno
Luego de unos minutos el peliplata se recargo en el hombro del rubio, quedándose dormido.
Al verle dormir así le hizo un poco de gracia, tomo la cobija y le cubrió bien, el peliplata se acurruco tanto que se abrazó al rubio, usándolo de almohada.
Ahora le era imposible escapar, aunque no pensaba hacerlo. Sintió como los parpados le pesaban a causa del sueño, no quería quedarse a dormir en esa situación pero fue inevitable, el sueño le venció, se quedó dormido junto al peliplata.
……………………..La mañana siguiente……………………..
El peliplata aun dormía en el sofá, tenía una pequeña sonrisa en los labios, seguramente estaba soñando con algo agradable.
::::::::::::::::::::::::Sueño de Teru::::::::::::::::::::::::::::::::
Se encontraba en la playa, el atardecer se haría presente muy pronto, miro a su alrededor y se encontró con la sonrisa de su amado prometido, que estaba esperándole para ir a algún lugar.
Sonrió ampliamente al volver a verle y corrió hacia él, tomándole de la mano.
-Donde has estado –le miraba- Estaba muy preocupado, desapareciste de la nada
-Lo lamento pequeño, no quería dejarte solo –le miro y le dedico una sonrisa- Era necesario hacerlo
-Pero porque –le miraba ahora confundido-
-Porque ya no estoy aquí –señalo el atardecer- Cuando caiga la noche, yo me iré de nuevo y me temo que ya no volveremos a vernos
-No… -negaba aferrándose a el-No quiero que te vayas, no me dejes solo de nuevo, por favor –las lágrimascorrían por sus mejillas-
-Lo siento Teru, sé que estarás bien aunque yo no esté –le acariciaba el cabello-
-No te vayas por favor, te amo mucho, así que quédate conmigo
-No puedo –le aparto de si- Quiero que seas feliz, siempre voy a amarte, pero debes rehacer tu vida
-No –negó varias veces-No, no, no, no lo hare
-Lo harás –asintió y empezó a alejarse de el-Adiós mi pequeño Teru
-San…No te vayas –corrió tras el pero no podía alcanzarle- No!
Se dejó caer sobre la arena cubriendo su rostro, con ambas manos, las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.
La noche había caído, y tal como dijo su prometido, el ya no estaba ahí.
::::::::::::::::::::::::::::::::Termina sueño::::::::::::::::::::::::::::
Cuando despertó sentía las mejillas húmedas, pues aun tenia lagrimas cayendo de sus ojos.
Se sentó en el sofá y se abrazó las piernas, en ellas escondió su rostro, limpiaba sus lágrimas pero no podía controlar su propio llanto.
Aun no se había percatado de que el rubio seguía ahí, así que ignorando lo demás siguió en su mundo.
Estando en la cocina, escucho un leve llanto, se dio cuenta de que era el peliplata, quería acercarse, pero no sabía cómo reaccionaría, a pesar de ser temprano ya tenía el rostro lleno de lágrimas, le dolía verle así, se preguntaba que le había pasado.
Se acercó un poco más, pro al verle en esa posición, no se atrevió a tocarle. ¿Que debía hacer ahora?