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¿Ficción o Realidad? por Helsic

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Notas del capitulo: Comentarios de la autora: Tercer capítulo de mi fic. Wow, ya vamos por el tercer capítulo, estoy muy contenta de que la inspiración me halla llevado hasta este punto, me alegra cuando son los personajes los que se adueñan de la historia y se adueñan de su curso. Muchas gracias a todas los lectoras y lectores, realmente me animan a continuar y eso es muy importante.

~ Ficción o Realidad ~

*Capítulo 3*

La noche era fría y húmeda, el cielo despejado lucia con orgullo una enorme luna llena rodeada de luminosas estrellas que tachonaban el firmamento, Leeteuk no tuvo mucho tiempo para apreciarlo, pues una vez abandonaron el estudio, EunHyiuk lo condujo a un pequeño pero acogedor restaurante en donde pudieron hablar con tranquilidad, de vez en cuando algunas personas se quedaban mirándolos, quizás porque los reconocían o probablemente porque su atractivo destacaba en el lugar. Afortunadamente no tuvieron ningún problema con eso y ambos estaban tan concentrados en su conversación que no le prestaron mayor interés.

Cuando los platos yacían vacíos, el celular de EunHyuk comenzó a sonar estrepitosamente, Leeteuk sonrió sorbiendo el último trago de su cerveza viendo como EunHyuk buscaba como loco el teléfono y al cabo de unos instantes lo encontraba en el fondo de uno de los bolsillos de su pantalón.

- Ahh Donghae… - Dijo finalmente con el auricular en la oreja - ¿Qué pasa? ¿Eh? ¿Dónde están?... ¡Genial!, si claro, le diré a Teukie también… - EunHyuk dejó escapar una risita corta – No digas esas tonterías… sabes que no es cierto… ¿eh? ¡DongHae! No seas tonto… esta bien, esta bien ya vamos para allá – Colgó y Leeteuk se quedó mirándolo con curiosidad.

- Era Donghae, está con Heechul, Sungmin y Yesung en un bar cerca de aquí – La voz de EunHyuk sonaba entusiasmada, se levantó y con un ademán llamó al camarero quien inmediatamente llegó con la cuenta, Leeteuk lo siguió con la mirada expectante, hasta que su amigo volvió a hablarle – Nos esperan allí -

- ¿Eh? Pero yo no puedo ír – Exclamó Leeteuk sin dejar ir su sonrisa, EunHyuk abrió los ojos más de lo normal y le haló el brazo.

- ¿Qué? ¿Y por qué no? Vamos, los chicos nos esperan – Insistió arrastrándolo fuera del bar.

- Pero estoy cansado… quiero ir a dormir no quiero que mañana se repita lo de hoy, no quiero llegar tarde otra vez – Refunfuñaba como un niño pequeño.

- ¿Entonces vas a rechazar la invitación de los chicos? – Exclamó EunHyuk llevándose la mano a la boca como si aquello fuera un delito imperdonable y sacó su celular marcando a gran velocidad.

- Eh, ¿A quien estas llamando? Eh, EunHyuk suelta eso… - Pero era demasiado tarde, EunHyuk pegó un salto escapando de las manos de Leeteuk y comenzó a hablar de nuevo por su celular, por lo que pudo escuchar hablaba con DongHae otra vez.

- Si aquí está conmigo el descarado de Teukie – Decía con el ceño fruncido – Si, aja así es – Leeteuk intentaba arrebatarle el teléfono sin mucho éxito hasta que fue el mismo EunHyuk quien se lo ofreció el auricular, Leeteuk lo tomó con desconfianza y se lo llevó al oído, era Heechul quien estaba en la línea.

- Tengo sueño… - Replicaba una y otra vez – Quiero dormir… mentiroso, yo se que no me dejarás ir temprano – Replicaba Leeteuk, conocía muy bien a Heechul desde hacía varios años, sabía que cuando salía con él era imposible regresar a casa temprano pasara lo que pasara – No, no es por eso, claro que quiero verme con todos… ahh Heechul tonto, no seas así… -

Cuando Leeteuk colgó, EunHyuk tenía una enorme sonrisa en el rostro, una sonrisa triunfante sabía que nadie podía negarle algo a Heechul cuando este se proponía a conseguirlo y además su amigo no tenía una gran voluntad después de todo. Leeteuk le entregó el celular haciendo un puchero y EunHyuk simplemente le pasó una mano por el hombro amigablemente para darle unas palmaditas mientras reía con ganas y lo conducía de regreso al auto.

***

Esa noche se fue volando tan rápido que Leeteuk ni siquiera fue conciente de que horas eran cuando ya habían tomado varias cervezas en aquel elegante bar en el centro de la ciudad, cuando llegaron DongHae y Sungmin ya estaban pasados en tragos, mientras que Heechul seguía totalmente conciente de sus actos, se saludaron eufóricamente y entre risas. DongHae vestía lo mismo que en la tarde, un Jean ancho que le caía por la estrecha cintura y una camiseta negra. Sungmin como siempre llevaba una playera rosa claro y un pantalón azul, las chaquetas estaban a un lado tiradas de cualquier forma sobre una silla. Finalmente Heechul vestía un buso naranja con mangas negras y un jean oscuro, en su rostro había una gran sonrisa sincera, lo que terminó por convencer a Leeteuk de que haber ido a ese lugar era buena idea.

Las horas pasaron con rapidez y los chicos tomaron crema de Whiskey y cócteles de todo tipo. Para Leeteuk fue imposible negarse a tomar un poco, aunque no quería embriagarse demasiado, sobre todo porque recordaba lo que había sucedido con KangIn y ese recuerdo le hacía sentir un escalofrío por toda la espalda.

***

Llegadas las 3 de la madrugaba, Leeteuk se encontraba subiendo por el ascensor de su edificio, sentía los hombros pesados al igual que sus ojos y un leve mareo fruto del alcohol. Debía admitir que si había tomado y más de lo que esperaba, pero también había logrado olvidar por un momento sus preocupaciones con respecto a KangIn y pasó un rato ameno y agradable. De hecho los demás se quedaron en el bar un rato más y le insistieron una y otra vez para que se quedará con ellos, pero esta vez Leeteuk estaba decidido a regresar a su apartamento para descansar, por lo que ahora se encontraba saliendo del ascensor para caminar por el pasillo que conducía a su apartamento.

Por unos instantes Leeteuk no supo si estaba soñando o aquello era parte de los efectos del alcohol, pues lo que vio lo desconcertó completamente y lo sacó totalmente de si mismo. Abrió los ojos como platos, inclusive sus labios se separaron involuntariamente en una expresión de autentica sorpresa; recostado al lado de la puerta de su apartamento estaba KangIn.

Leeteuk se quedó observándolo sin saber que hacer, notando como dormía plácidamente sentado en el piso y con la cabeza y la espalda recostada a la pared, tenía un abrigo negro y guantes del mismo color, sus manos caían desmadejadas a los costados de su rostro y caían sobre la alfombra avellana del pasillo, su cabello caía ligeramente sobre su frente en su cabeza inclinada. Se acercó lentamente no muy seguro de si debía despertarlo o no.

- KangIn – Susurró arrodillándose a su lado y poniendo una mano con delicadeza sobre su hombro – KangIn… - Repitió un poco más duro y se atrevió mover un el hombro de su compañero quien pareció finalmente reaccionar.

- Hyung… - Susurró entre dientes, LeeTeuk sonrió, desde el incidente del guión del minidrama, KangIn había dejado de llamarlo “Hyung” escuchar aquello lo hizo sentir inexplicablemente feliz. Finalmente KangIn abrió los ojos y lo primero que vio fue el rostro de LeeTeuk mirándolo con una extraña expresión que no pudo descifrar, se sobresaltó un poco y tardó unos minutos en reconocer el lugar en donde estaba y recordar que hacía allí.

- Te quedaste dormido – Dijo Leeteuk extendiéndole una mano para ayudarlo a levantarse. - ¿Porqué no me avisaste que venías? – Preguntó preocupado, si KangIn lo hubiera llamado al celular probablemente LeeTeuk hubiese cancelado la ida al bar con HeeChul y los demás. KangIn se levantó aún con la mirada adormilada y con una expresión de no entender bien lo que sucedía a su alrededor.

- Preferí venir – Dijo secamente, LeeTeuk le dio la espalda mientras abría la puerta de su apartamento pensativo ¿Estaría KangIn allí para hablarle sobre lo que había pasado en esos últimos días? El temor causado por la incertidumbre lo paralizó unos instantes mientras giraba la llave en el picaporte. ¿Desde que horas estaría KangIn esperándolo allí? Si se había quedado dormido probablemente había sido mucho tiempo, pensó abriendo la puerta lentamente y haciéndose a un lado para que KangIn pudiera entrar. Quizás su orgullo no lo dejó llamarlo.

KangIn vio el gesto invitante de Leeteuk para ingresar en el apartamento y en silencio entró deteniéndose antes de llegar a la sala, las lámparas estaban apagadas y la luz de la luna se filtraba delicadamente a través de las ventanas, llenando el lugar con un tenue brillo azuloso. Leeteuk entró y cerró la puerta con la mirada baja, su corazón latiendo impaciente, en su cabeza miles de ideas por las cuales KangIn había ido a buscarlo revoloteaban permanentemente, se giró hacía la pared para encender luz y entonces fue cuando los brazos de KangIn lo rodearon súbitamente.

Contuvo el aliento e inclusive las llaves bailaron en sus dedos amenazando con caer. Podía sentir el calor del cuerpo de KangIn a su espalda y sus manos rodeando su pecho y cintura en un estrecho y fuerte abrazo. Sintió la cabeza de su compañero ligeramente sobre su nuca y su cálido aliento rozando su piel. Su corazón latió con más fuerza esta vez, aquel inesperado abrazo realmente lo había sorprendido. LeeTeuk abrió los labios para decir algo pero ninguna palabra fluyó, era mejor así y no preguntar la razón de aquel abrazo, era mejor dejar que el momento se eternizara y disfrutar de la agradable sensación de ser protegido y apreciado. Porque en el fondo Leeteuk sabía que aquel abrazo de KangIn era una forma de pedir disculpas o también una forma de decir que a pesar de todo, las cosas podían volver a ser como antes, que la amistad seguía intacta. Cerró los ojos esbozando una sonrisa tímida levantando las manos y entrelazándolas con las de KangIn en un intento por corresponder ese extraño abrazo y se encontró con que KangIn no retiró las suyas, inclusive creyó escuchar un leve suspiro.

- Tonto Teuki – Murmuró finalmente KangIn después de unos minutos de absoluto silencio, rozándole la piel de su nuca con cada palabra articulada. Y Leeteuk supo que aquellas palabras acompañadas de aquel gesto inusual, valían más que todas las palabras del mundo y sintió que ya no habría necesidad de fingir, que la amistad volvía a quedar intacta.

***

Esa madrugada, LeeTeuk no tuvo realmente muchos problemas en convencer a KangIn de que se quedara en su apartamento, ya era demasiado tarde y se notaba el cansancio en sus ojos adormilados. A pesar de que Leeteuk había tomado bastante, un vaso de agua bien fría bastó para que el mareo comenzara a descender. Le ofreció su cama a KangIn y se dirigió al mueble de la sala para dormir, llevaba en la mano una cobija azul oscuro y ya se había puesto su pijama. Entonces cuando se disponía a organizar el mueble para dormir, KangIn apareció en la sala, parecía más dormido que despierto pues para mantenerse en pie se encontraba recostado a la pared.

- ¿Estás bien KangIn? – Preguntó Leeteuk al verlo allí - ¿Necesitas algo? – Agregó levantándose del mueble.

- Ven al cuarto conmigo – Fueron las palabras de KangIn, Leeteuk bajó la mirada avergonzado – No es justo que tengas que dormir en ese incómodo mueble… - Agregó bostezando – Tu cama es suficientemente grande… - Concluyó y lo haló de la pijama como a un niño pequeño. Una vez más estaban destinados a amanecer juntos en la misma cama, pensó Leeteuk mientras caminaba hacía su cuarto siguiendo a KangIn, la escena se repetía de una manera increíblemente similar a la noche anterior, con la diferencia de que ahora KangIn estaba en su sano juicio, lo cual era inclusive más preocupante.

Al llegar, KangIn se tumbó cuan largo era en la cama de LeeTeuk dio una vuelta y se acomodó en el lado izquierdo. Leeteuk se acercó despacio aún con el corazón lleno de dudas y se metió bajo las cobijas con sumo cuidado tratando de evitar cualquier contacto con el cuerpo de KangIn que pudiera hacerlo sentir incómodo. Se recostó allí y una vez comprobó que su compañero se había quedado dormido, se dispuso a cerrar los ojos con tranquilidad. Pero fue inevitable que los volviera a abrir, ¡No podía dormir estando KangIn ahí! No después de aquel abrazo en la entrada de la casa, no después de saber que KangIn había estado esperándolo en la puerta con la intención de verlo. Se giró un poco y observó el rostro apaciblemente dormido de KangIn, parecía tranquilo e inocente de aquella forma. Nunca se había detenido a observar su rostro y esta vez entendió por que tantas chicas estaban perdidamente enamoradas de él.

Sus facciones masculinas contrastaban con la delicadeza de sus actos que en algunos casos llegaban a ser femeninos, su cabello caía desordenado por la frente y su pecho subía y bajaba lentamente al compás de su respiración. Por unos instantes, LeeTeuk tuvo el impulso loco e irracional de besar aquel rostro. Aquel pensamiento lo desconcertó y logró ruborizar completamente sus mejillas “Aún estoy bajo los efectos del Alcohol” se obligó a pensar para justificar aquella conducta, pero el deseo continuaba allí. Quería acercarse lentamente y posar sus labios sobre los de él, quería saber a que sabían los labios de KangIn, cual era su olor, tenía curiosidad de saber que se sentía besar a un amigo verdadero. Se llevó una mano a la frente, metiendo los dedos por entre el cabello con frustración. “¿Pero en que demonios estás pensando LeeTeuk? Es tu amigo, es KangIn, ¡por dios!” Se repetía una y otra vez en su mente.

De pronto un movimiento brusco y lento de KangIn llamó su atención, cuando posó su mirada en él, este ya se había girado hacía LeeTeuk quedando más cerca, ahora podía sentir el calor que emanaba su cuerpo, ahora tenía su rostro frente al suyo. LeeTeuk se quedó inmóvil observando como KangIn continuaba durmiendo tranquilamente, ajeno a todos aquellos pensamientos que destrozaban sus nervios.

Pasó mucho tiempo antes de que LeeTeuk decidiera acercar su rostro lentamente hacía KangIn, con delicadeza cerró los ojos y sus labios buscaron los de KangIn dócilmente, el roce le produjo un escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza, ahora podía oler el aroma de su piel, podía sentir ese contacto directamente en los labios, se quedó quieto como una estatua, sin atreverse a mover sus labios o hacer algún otro movimiento, suficiente había sido con atreverse a besarlo así fuera de esa manera tan leve. Abrió los ojos con lentitud y lo que vio fue algo que nunca olvidaría en toda su vida y era el rostro perplejo de KangIn mirándolo con absoluta sorpresa…

C o n t i n u a r a …

Notas de Helsic:

Dios bendito casi no termino este capítulo, siempre que me disponía a escribir algo me distraía y la idea escapaba, también estuve entretenida en otras cosas, como la creación de mi nueva página dedicada a Super Junior.

La verdad estoy quedando muy satisfecha con el resultado de la historia, cada vez la cuerda se enreda más, pero no importa, ya estoy acostumbrada a que los personajes de mis fics, tomen el control de lo que escribo y terminen haciendo lo que quieren sin mi consentimiento.

Aún no se hasta donde quiere llegar LeeTeuk, tampoco se que tan dispuesto KangIn a aceptar esto… pero bueno todo esto lo sabremos en el próximo capítulo! Gracias por leer ^^


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