~ Ficción o Realidad ~
*Capítulo 2*
Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue una mancha borrosa e indescifrable de color café oscuro. KangIn parpadeó con lentitud mientras abría sus oscuros ojos un poco más y entonces pudo enfocar con más claridad el techo de madera de su habitación, la luz dorada y blanquecina de una espléndida mañana de Otoño bañaba el cuarto con timidez como deseando darle un saludo más apropiado, KangIn se levantó un poco en busca del reloj, había perdido la noción del tiempo y un terrible dolor de cabeza que le hizo recordar todo el alcohol consumido en la noche apareció de repente mareándolo, se giró hacía su izquierda sin mucho éxito, entonces se giró a la derecha y lo vio.
Los labios entreabiertos dejando salir una suave respiración rítmica, los ojos cerrados con tranquilidad en un profundo sueño y el cabello castaño revuelto y cayéndole delicadamente sobre las mejillas, conformaban el rostro apaciblemente dormido de Leeteuk. No llevaba camisa y su pecho desnudo deslumbraba con la luz que se filtraba a través de la ventana, la sabana apenas le cubría hasta la cintura deslizándose por un costado amenazando con caer de la cama. Los ojos de KangIn se abrieron de par en par al identificar la figura a su lado y de inmediato las ideas más raras y absurdas de cómo habían parado en la cama juntos llegaron a su mente atropelladamente. Su respiración se aceleró de solo imaginarse que algo más hubiese pasado entre ellos, pues a decir verdad con todo el alcohol que había tomado no recordaba nada.
Entrecerró los ojos tratando recordar y unas vagas imágenes llegaron a su mente, borrosas y lejanas, imágenes en las que estaba en la sala tomando y riendo, imágenes en las que Leeteuk bailaba Dancing Out sobre la silla, no pudo evitar sonreír aunque después de aquello no recordara nada más. Entonces Leeteuk se revolvió entre la sabana y se hizo un ovillo como los gatos, encorvando su cuerpo hasta quedar como una bolita, inclusive KangIn tuvo la impresión de que ronroneaba como un auténtico felino lo que le causó un poco de gracia.
– Tonto - Exclamó con cierta molestia en su voz y cogió una almohada y se la tiró en toda la cara – ¡Eh despierta! – Gritó haciendo un puchero, Leeteuk se encorvó aún más y murmuró algo que KangIn no alcanzó a entender, pero en vista de que su amigo no se levantaría sólo con eso, lo sacudió por los hombros y le revolvió el cabello.
- Ahh, ¿Qué… pasa? – Habló finalmente Leeteuk quitándose la almohada de la cara y levantándose con dificultad, KangIn estaba sentado a su lado con el ceño fruncido – Auch, me duele la cabeza… -
- ¿Sabes que horas son? – Gritó KangIn comenzando a manotear – deberíamos estar en el estudio con los demás, ya debió comenzar la grabación – Agregó haciendo de nuevo pucheros al hablar como acostumbraba hacer cuando algo le molestaba, Leeteuk sonrió llevándose una mano a la cara para retirarse el cabello, siempre le pareció graciosa aquella expresión de su amigo.
- Eso debiste pensar anoche cuando me besaste… - Dijo como si la cosa no tuviera mucha importancia y alzó los hombros – Debiste pensar en que debíamos madrugar antes de obligarme a hacer todas esas cosas pervertidas… -
KangIn que tenía el reloj despertador en sus manos, lo dejó caer al suelo haciendo un gran estruendo, su mirada era una auténtica mascara de horror y todo rastro de la seguridad que alguna vez lo había caracterizado se había desvanecido. Leeteuk simplemente se levantó y comenzó a buscar su camisa entre las sabanas y debajo de la cama sin decir palabra alguna mientras KangIn lo seguía con la mirada totalmente atónito. ¿Cosas pervertidas? Se preguntaba una y otra vez KangIn en la mente imaginando que hubiese podido besar a su amigo o acariciarlo de una manera indebida, que quizás él bajo los efectos del alcohol se hubiese atrevido a besar sus labios. Abrió la boca pero ninguna palabra salió de allí, entonces finalmente Leeteuk encontró lo que buscaba y se detuvo en la puerta de la habitación antes de salir.
- Sólo estoy bromeando… tonto KangIn – Dijo con una radiante sonrisa – No pongas esa cara… - Agregó dejando escapar una risotada divertida.
- ¡Aghh! ¡Teukie Idiota! – Gritó KangIn despertando de su sorpresa y le aventó con todas sus fuerzas la almohada a la cara – ¡Fuera de aquí! – Le gritaba tirándole los cojines, Leeteuk riendo aún con más ganas que antes recibió los golpes mientras salía de un salto por la puerta hacía la salita.
Más tarde se encontraban comiendo cualquier cosa en la cocina y saliendo afanados del apartamento, aún con el cabello mojado por el fugaz baño y Leeteuk con una camiseta negra de KangIn que le quedaba bastante grande en el pecho. KangIn conducía su auto azul aguamarina tratando de llegar lo más rápido posible pues ya tenían una hora de retrazo y eso definitivamente no le gustaría al jefe. A su lado Leeteuk miraba por la ventana parecía perdido en pensamientos su mirada estaba fija en la nada, no habían cruzado ninguna palabra durante todo el recorrido lo cual era bastante extraño, teniendo en cuenta lo hablador que solía ser.
En realidad Leeteuk estaba recordando la expresión que KangIn había puesto cuando él había bromeado con lo que había pasado en la noche, realmente se había asustado más bien parecía aterrado ante la idea de que entre ellos dos pasara algo más, Leeteuk recordaba muy bien lo que había pasado y por la expresión de KangIn podía suponer que por el contrario él no recordaba muchas cosas. Sonrió con timidez a través del espejo retrovisor, la camiseta que llevaba puesta aún olía a KangIn lo que de inmediato trajo a su mente los recuerdos de la noche anterior, después de haberlo abrazado y de que le hubiese dado ese beso en la frente, Leeteuk se había quedado un rato más allí descansando sobre su hombro con una gran sonrisa llenando su rostro, disfrutando del sonido de los latidos de su corazón dejándose llevar con la sensación de mareo producida por los tragos. Entonces de manera inesperada KangIn se había levantado del piso y lo había conducido a su habitación, arrastrándolo del cuello de la camisa aún entre risas. Y aunque Leeteuk estuviera muy ebrio no pudo evitar ponerse nervioso ante aquella actitud y sentirse extraño con lo que podría pasar a continuación, pero por fortuna para él, KangIn simplemente lo había empujado a la cama y se había dejado caer él también a su lado con un largo suspiro, diciendo algo sobre querer dormir pero en realidad Leeteuk no le prestaba atención a sus palabras, pues su mirada se encontraba desviada hacía un lado con algo de incomodidad ahora que tenía a KangIn tan cerca y después de aquel abrazo.
Lo peor había sido cuando KangIn había pasado su brazo por encima de su pecho abrazándolo con fuerza, pegándolo contra el suyo y hundiendo su rostro en el ángulo de su cuello. Leeteuk inclusive había aguantado la respiración varios segundos por la sorpresa, se giró un poco queriendo descubrir las intenciones de su compañero y lo único que encontró fue el rostro profundamente dormido de KangIn sobre su hombro. Al cabo de un rato, cuando su corazón se tranquilizó un poco notó el terrible calor que hacía en la habitación, quizás era por estar ebrio o quizás por la cercanía de KangIn, en todo caso, Leeteuk recordaba haberse quitado la camiseta en algún momento y haberse quedado dormido así.
El auto se detuvo en un semáforo y Leeteuk alzó el rostro para mirar de reojo a KangIn que parecía más serio que nunca mientras conducía, la radio estaba encendida aunque no lo hubiese notado y sonaba Polaris de KangTa. El chico de cabello castaño volvió su mirada al espejo retrovisor y vio en su reflejo a un chico inseguro que dudaba hasta de su mejor amigo, odio aquella imagen y frunció un poco el ceño, deseando que aquello no volviera a pasar.
- Todos no deben estar nada contentos – La voz de KangIn lo sacó de su ensoñación y Leeteuk se giró hacía él.
- Probablemente – Dijo con simpleza sintiendo que el hielo en la conversación se podía inclusive percibir en el aire.
- Una excusa tonta no valdrá de nada – Comentó KangIn pisando el acelerador - ¿Qué deberíamos decirles? – Leeteuk frunció el ceño irritado ¿Y porqué no podrían decirles la verdad? Se preguntó sin dejar de mirarlo, entendía que al jefe no fuera agradarle la idea de que llegaban tarde por embriagarse, pero y ¿Los chicos? ¿Acaso KangIn se sentía avergonzado?
- No se… - Respondió de mala gana – No me importa lo que piensen en realidad… - Agregó haciendo énfasis en las palabras como si quisiera restregárselo a KangIn en la cara. KangIn sonrió con algo de arrogancia en su rostro.
- Tonto – Exclamó y aunque su tono era medio en broma, Leeteuk podía notar su ceño fruncido – Eso es porque somos diferentes, tu siempre serás tu – Finalizó.
Leeteuk se quedó en silencio sin saber realmente como interpretar aquello que estaba sintiendo en aquel momento, le dolían las palabras de KangIn aunque no fueran precisamente hirientes. De alguna forma sentía que no había estado bien bromear con aquello en la mañana, KangIn en realidad parecía molesto por algo invisible que Leeteuk desconocía, pero que probablemente era su culpa.
En realidad KangIn estaba muy enojado, pero no con Leeteuk. Estaba enojado consigo mismo por comportarse de manera tan idiota y por permitir que todas aquellas cosas pasaran, se sentía confundido respecto a lo que significaba ahora su amistad con Leeteuk y sentía que aún no sería capaz de interpretar su papel en el mini drama. Odiaba sentirse así, como atrapado con un hilo invisible y aparentemente frágil haciéndolo sentir como un niño pequeño que no sabe a donde ir. Aquellas palabras de Leeteuk realmente lo habían asustado y aunque había sido una broma a KangIn le asustaba el hecho de haber tenido tanto miedo, de haber creído que podría ser realidad. ¿Cómo era posible que hubiera contemplado tan si quiera la posibilidad de que algo así hubiese pasado entre los dos?.
Unos minutos después el auto se detenía en los parqueaderos del edificio y ambos subían por el ascensor, con las miradas perdidas en otros lugares, evitándose el uno al otro como si fueran dos perfectos desconocidos que acababan de entrar a un elevador cualquiera. La espera se hizo eterna pues el silencio era tan incómodo que Leeteuk sintió como si un enorme peso le cayera sobre la espalda, finalmente el elevador se abrió y entraron en el piso 7 donde se encontraba parte del estudio de grabación.
El estudio era un gran salón que había sido adecuado para realizar las escenas de la primera locación, en donde todos debían ensayar una coreografía con Siwon y luego este se llevaría a DongHae hasta otra habitación donde lo intimidaría con miradas dominantes y palabras con doble sentido. DongHae se había puesto algo colorado cuando supo lo que haría Siwon, pero todo terminó en risas y bromas, KangIn y Leeteuk también deseaban que la parte del guión que les correspondía terminara en bromas y risas, así no sería tan vergonzoso. Una vez entraron fueron advertidos por los integrantes que estaban presentes en ese momento, pues los demás que no tenían grabación ese día habían podido tomarse el día libre, lo cual era un verdadero alivio.
- ¿Dónde demonios se habían metido? – Fueron las palabras de recibimiento de EunHyuk que corrió hacía ellos apenas los vio – ¡Te he marcado más de 10 veces al celular! – Exclamó indignado a Leeteuk que aún tenía la cabeza baja – ¿Porqué no contestaste? – Volvió a preguntar y Leeteuk se llevó las manos a los bolsillos buscando su móvil, pero no estaba allí, entonces recordó con nada de agrado que el teléfono había quedado encima de la mesita de centro del apartamento de KangIn y que probablemente había estado sonando toda la mañana.
- El jefe estaba muy enojado esta mañana – Agregó DongHae parándose al lado de EunHyuk – Ya saben como se pone con el tema de la puntualidad – Esta vez fue KangIn quien bajó la cabeza avergonzado, sabía que decirle la verdad a los amigos no sería ningún problema pero por otro lado habían retrasado la grabación y todos apreciaban el tiempo tanto como ellos, lo que significaba que por su culpa ahora trabajarían hasta más tarde en la noche.
- Perdón – Musitó Leeteuk con un hilo de voz – Pero anoche… nosotros… - Se quedó unos segundos sin saber que decir pues recordó que KangIn no se había mostrado agradado frente a la idea de decir la verdad.
- Lo siento mucho – Habló KangIn interrumpiendo a Leeteuk – Esta mañana recibí una llamada importante de mi familia… ¿Y tú Leeteuk? – La voz de KangIn sonó fría y distante, para Leeteuk aquello fue más que una indirecta.
- Yo me quedé dormido – Murmuró sintiendo que la cabeza le hervía y que un extraño zumbido le atravesaba los oídos – No escuché el celular, EunHyuk lo siento… -
- Ya, basta de disculpas – La voz de Siwon resonó en el estudio, vestía una camiseta rosada y una sudadera la respectiva ropa de la escena – Comencemos de una vez, ya me retrasé demasiado para mi cita… - Nunca habían visto a Siwon realmente de mal humor, pero todos sabían que era una persona muy estricta y ordenada con sus actividades, quizás por eso ahora estaba teniendo mucho éxito en muchos proyectos. Leeteuk caminó hacía una esquina donde una mujer del staff le dio la ropa que debía tener en la escena y se la puso con rapidez, mientras tanto observó como KangIn se cambiaba sin decir ni una sola palabra y sintió que los ojos le ardían no muy seguro del porqué.
La mañana transcurrió a una velocidad vertiginosa, afortunadamente Siwon y Donghae habían hecho ya la escena donde salían solos en el vestuario y con Siwon sólo faltaba filmar pocas tomas en grupo, por esta razón, en cuanto pudo salió corriendo del estudio. Ese fue un día largo y aburridor, Leeteuk trataba por todos los medios posibles evitar a KangIn inclusive su mirada, lo cual era prácticamente imposible pues estaban juntos en todas las escenas. La tarde estaba finalizando y el sol se ponía tras las nubes dejando hermosos destellos magenta, cuando el jefe decidió que merecían un descanso. Todos recibieron la noticia con mucho agrado, pues el día había sido bastante pesado, teniendo en cuenta que habían tenido que acelerar la filmación para así poder recuperar las horas que habían perdido gracias a Leeteuk y KangIn.
Leeteuk se dejó caer al piso, deslizando su espalda contra la pared, encogiendo las piernas con frustración, durante toda la tarde KangIn prácticamente no le había dirigido la palabra, si habían cruzado alguna frase era porque hacía parte del trabajo, la conversación que había quedado a medias en el carro en la mañana aún resonaba en su cabeza, recordaba la expresión seria de su amigo y la frialdad que había salido de su boca, como si se hubiera tragado un témpano de hielo. La verdad no lograba entenderlo muy bien si en la noche habían estado tan bien, se habían divertido y todo había sido perfecto, como siempre había sido entre los dos. Ahora la actitud de KangIn lo lastimaba infinitamente y ahora que las cosas eran diferentes, realmente podía sentir lo importante e indispensable que era la amistad de él.
- Teukie... ¿Estás bien? Te equivocaste en muchas escenas y tu actuación no fue natural tampoco… – La voz de EunHyuk sonó a su espalda y lo hizo volver a la realidad, se giró y se encontró con unos oscuros ojos que lo miraban con preocupación, EunHyuk estaba de pie con su mano apoyada a la pared, con su cabello lacio teñido de rubio casi blanco, cayéndole sobre los costados del rostro e inclusive en los ojos, vestido con una simple camiseta azul y una sudadera blanca, estaba mirándolo con inquietud. Leeteuk iba a asentir con la cabeza pero un casi imperceptible movimiento fue lo que le salió. EunHyuk se agachó y quedó arrodillado a su lado – No puedes mentirme, se que te pasa algo, te conozco... -
- ¿Qué tanto me conoces? – Respondió Leeteuk entre dientes, sin levantar siquiera la mirada.
- Lo suficiente como para saber que si KangIn y tu no se dirigieron una sola palabra en toda la tarde, es porque sucede algo malo – Comentó con una sonrisa comprensiva, entrecerrando los ojos y atreviéndose a darle palmaditas en la espalda. Leeteuk simplemente suspiró ante aquellas palabras, definitivamente era un libro abierto y no podía mentir, ni siquiera a EunHyuk.
- Parece que no puedo ocultar lo que siento – Murmuró aún sin levantarse – Pero... ¿Podrías comprenderlo? -
EunHyuk se quedó un poco contrariado frente aquella pregunta ¿Y porqué no habría de comprenderlo? Se preguntó así mismo unos instantes antes de volver su mirada hacia su amigo.
- Si me lo dices... quizás pueda intentarlo – Dijo no muy seguro si debía continuar insistiendo, al parecer aquello que preocupaba a su amigo era algo muy personal y se sintió invadiendo un espacio propio y muy íntimo de Leeteuk – Pero si no quieres decírmelo no hay problema, disculpa... – Agregó un tanto avergonzado.
Leeteuk levantó la cabeza por primera vez y sonrió, aquella actitud en EunHyuk era simplemente irresistible, siempre terminaba haciendo que las personas abrieran su corazón, había un rastro de ojeras en los ojos de Leeteuk cuando miró a su amigo, sus ojos cansados eran los ojos de una persona triste y nostálgica.
- ¿Te gustaría hablar con un plato de Ramen? – Preguntó EunHyuk con voz cariñosa y haciéndole una suave caricia en el hombro a Leeteuk – Por aquí cerca, hay un buen lugar – Agregó, quizás cambiar de ambiente fuera lo mejor pensó mientras Leeteuk accedía y se levantaba con lentitud, caminaron hacía la puerta que daba con el pasillo para tomar el elevador y no se dieron cuenta de la silueta que los observaba escondida detrás de la columna.
KangIn después de mucho pensarlo, había considerado su actitud y pensó que arreglar las cosas con Leeteuk sería lo mejor, sobre todo si no querían que sus problemas personales los afectaran en el trabajo. Tenía la intensión de hablarle, quizás pedirle disculpas si era necesario por su comportamiento, pues no podía soportar esa expresión triste en su mirada, pero fue justo entonces cuando vio que EunHyuk se arrodillaba al lado de Leeteuk y le decía algo que él no alcanzó a escuchar y luego vio la sonrisa en su rostro y como se alejaban hacía la puerta juntos. KangIn no entendió en ese momento porque el corazón le latía con fuerza y porqué una ligera frustración le recorría el cuerpo secándole la garganta.
* C o n t i n u a r a *