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?Inocencia? por Isabel Uchiha Malfoy

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Notas del capitulo:

Lamento la demora, en serio que lo siento, pero aquí os traigo este cap. que creo que me quedo corto pero espero os guste, sólo os diré que llorareis así que os recomiendo tener un pañuelo a mano, este cap. va algo personal dado que lo sucedido con Liam y Draco fueron experiencias que mikki y yo sufrimos.

Las gotas de la recia lluvia era lo único que se escuchaba, el agua escurrir por el cristal de la ventana, una tenue luz de relámpagos y truenos inundaba la estancia cada que estos querían hacerse notar, ahí recostada al mueble del lavaplatos, con una botella de vodka casi vacía y un cuchillo de cocina se encontraba Liam, llorando de la forma más amarga jamás inimaginable para aquellos que la conocieron como alguien de carácter fuerte e inescrutable.
 
Sostenía el filo del cuchillo con fuerza sobre las venas de su muñeca izquierda, mientras hipaba y derramaba un mar de lágrimas de las más amargas, parecía que sus ojos habían abierto un grifo que no podía cerrarse y el agua se arreciaba más, su alma estaba quebrada y la única razón por la que no acababa con el dolor por el que su alma padecía y trataba de reunir los pedazos de esta era el chico que en esos momentos dormía en su habitación o eso creía.
 
Lloró por más de una hora luego de lanzar lejos el cuchillo pero no por eso evito hacerse daño en las muñecas, quizá no las laceró para morir pero si para sentir un poco de calma en su ser, se terminó la botella de vodka y el cansancio y lo caliente de la bebida más lo fresco de la noche la vencieron.
 
Mientras en la habitación superior, en el baño se encontraba Draco llorando de igual forma, lloraba por todo y por nada, lloraba por lo que le había hecho pasar a sus amigos, lloraba por como los iban a tratar una vez estuvieran en Hogwarts, por que si, la carta ya había llegado y el junto a Liam aceptaron ir por apoyo a sus amigos Blaise y Theo que estos tras ser mordidos por vampiros, pues justo el acompañado con Liam los rescataron de una segura muerte, pero estos habían heredado la maldición vampiríca, conservaban su magia y era gracias a esta que vivían a la luz del sol, que sino ya hace mucho se hubieran vuelto cenizas.
 
Su padre lo despreciaba, su madre estaba muerta, su mejor amiga estaba loca gracias a la caridad de Voldemort y el mundo mágico en general los odiaba, ya no podía seguir, su alma estaba rota al igual que su corazón, jamás nadie le amaría a parte de sus amigos, quizá ni siquiera su sueño de ser medimago podría realizar sin sufrir por esta, sonrió con dolor en medio del llanto, no era el único que quería ser medimago, Theo y Blaise también querían, en las especialidad de cardiología y pediatría, el quería ser una médico general, hasta Liam quería ser medimago como el, pero también amaba las pociones la cual para su deleite también era una de sus pasiones. 
 
Lloró al recordar los gritos de sus amigas cuando eran violadas por Voldemort, lloró cuando vio a Liam recibir la mordida de Greyback para matarlo solo por salvarlo, siempre fue débil, un cobarde, la comadreja y los demás tenían razón el era un maldito cobarde; hipó tratando de silenciar su llanto, porque a pesar de la lluvia sabía que con sus sentidos licanos Liam podría escucharlo a través de esta.
 
Con decisión y sin demora tomó el frasco de píldoras muggles que compró para dormir y un baso de agua, vertió sobre su mano la mitad del frasco y se las metió todas a la boca y luego sin importarle lastimarse la garganta bebió el agua de un jalón. 
 
Sentía que se asfixiaba por la cantidad de píldoras que querían pasar por su garganta y la poca agua no ayudaba, cuando el baso quedó vacío tomó la jarra y bebió directamente de esta, cuando al fin todas las píldoras lograron pasar suspiró tranquilo, dejó la jarra sobre el buró y se acomodó en la cama, sonrió con tristeza y resignación mientras lágrimas silenciosas rodaban libres por sobre su nariz hasta caer en el colchón.
 
- Perdónenme por ser un cobarde chicos, pero no creo soportar más este dolor en mi pecho - susurró en medio del llanto mientras cerraba los ojos, las píldoras comenzaron a hacer su efecto.
 
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Sentía una opresión en el pecho, no podía dormir, afuera el cielo caía en medio de la torrencial lluvia, la inquietud y el nudo en la boca del estómago no lo dejaban tranquilo, a cada segundo su pecho se oprimía más, ¿que podría ser? No lo sabía.
 
Decidido a dejar eso a un lado para poder dormir, salió de su cuarto rumbo a la cocina, un baso de leche quizá le ayudara, al llegar a esta se dio cuenta que no era el único con problemas de insomnio, en medio de la oscuridad Viktor se encontraba de espaldas a el, sentado bebiendo un baso de agua.
 
- Prroblemas parra dorrmirrr - dijo más para romper el silencio que no fuera más que la lluvia que sonaba de fondo.
 
- Si e imagino que tu estas igual - mencionó mientras buscaba un baso.
 
- Es rrarro - susurró, más para el que para su acompañante, en cierto modo como pensando el motivo por el cual se sentía de ese modo.
 
- ¿El qué? - preguntó Harry ya con el baso lleno de leche para sentarse frente a el.
 
- No lo se, perro siento como si algo o alguien imporrtante parra mi  estuvierra en peligrro - susurró pensativo.
 
- Ahora que lo dices, así me sentía cuando mis amigos corrían peligro - mencionó consternado por eso.
 
El ruido de alguien caminar a paso veloz en el piso superior les sorprendió, ¿Que estaba pasando?, Remus estaba inquieto y sus emociones eran desesperación y tristeza, pero ¿de que?.
 
Luego oyeron los pasos de este salir de su habitación y yendo a la de Sirius, le susurró algo pero debido al trueno que iluminó el cielo y los asustó,  no pudieron oír que fue.
 
Cinco minutos más tarde ambos bajaban las escaleras, Remus con el pequeño Teddy en brazos y Sirius detrás de él, ambos con ropa a medio poner.
 
- Monny ¿éstas seguro? - preguntó Sirius alarmado detrás de él.
 
- Sirius, dime ¿cuando me he equivocado con respecto a mis presentimientos? - cuestionó girando sobre sus talones para verlo completamente serio y ceñudo.
 
- Si, pero no sabes ¿de que va? - refutó siguiéndolo hasta la sala, sin notar que eran seguidos por los dos jóvenes.
 
- Nada perdemos con averiguar - defendió Remus su punto.
 
- ¿Que está pasando? - preguntó Harry curioso.
 
- El radar de peligro se activó en Remus - se quejó Sirius cruzado de brazos - Y no sabe ni siquiera quien es el que está en peligro - 
 
- ¿Radarr? - interrogó Viktor sin comprender - ¿Cual rradarr? - quiso saber.
 
- Sabes que podemos llamar vía fluu a los posibles candidatos - ofreció Sirius ignorando la pregunta del búlgaro.
 
- Bien!! - aceptó Remus de mal modo.
 
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Algo la impulsó a levantarse e ir a ver a su güero hermoso a como le gustaba llamar, le temblaban las manos, no tenía mucha fuerza en esta debido a los cortes en sus muñecas, cogió la botella y a como pudo se puso en pie, dejó la botella en el fregadero y se agachó para recoger el cuchillo, iba a ponerlo en el fregadero pero el brillo de su filo era tentador, el resonar de un trueno la asustó y la hizo saltar en su lugar, estaba muy silencioso todo, era raro considerando que su Hno. sufría de pesadillas que lo hacían gritar dormido, aún bajo el efecto de los somníferos muggles.
 
Extrañada salió de la cocina rumbo a la habitación de éste, cuando estuvo a medio camino en las escaleras notó que llevaba el cuchillo, decidió seguir pues no quería regresar a la cocina y volver luego, ya después lo dejaría en su lugar.
 
El silencio era tenebroso, jamás creyó que en esa noche tormentosa con las luces de los truenos y relámpagos daban el aspecto de una película de terror, como las muchas que veía junto a su Hno.
 
Por alguna extraña razón tenía miedo y el mareo provocado por la falta de sangre no ayudaba, con los dedos agarrotados giró el pomo de la puerta y la abrió, caminó despacio hasta la cama, se sentó en la orilla y vio el tranquilo rostro angelical de su niño, se veía muy tranquilo a su parecer, suspiró tranquila por eso, tenía sed así que tomó el baso del buró pero al tomar la jarra se dio cuenta de que estaba vacía, eso era raro, el pequeño frasco de píldoras somníferas llamó su atención al tomarlo abrió grande los ojos, estaba vacío.
 
Asustada y aún con cuchillo en mano movió el cuerpo del güero pero este no respondía, no habría sido capaz de lo que imaginaba ¿o si?, con los ojos llenos de lágrimas lo siguió moviendo pero nada.
 
Decidida a pedir ayuda salió corriendo con dirección a la planta baja, cuando bajaba las escaleras sus pies se enredaron y rodó por las escaleras, causando que el cuchillo se enterrará en su costado izquierdo, al terminar de caer sentía que perdía la consciencia.
 
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- Remus!!! - chilló Sirius al ver como este comenzaba a hiperventilar se - Remus ¿Qué sucede? - preguntó preocupado.
 
- Ya se quienes son - respondió a como pudo - Draco, son Draco y Liam - dijo completamente seguro.
 
Harry decidió llamar vía fluu a la casa de estos, pero no respondía nadie, lo intentó varias veces hasta que por fin el rostro de Liam se dejó ver, pero sólo fue para comprobar el presentimiento de Remus.
 
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El crepitar de las llamas en la chimenea la hicieron reaccionar, alguien llamaba vía fluu, era su oportunidad de pedir ayuda, pero ¿realmente quería hacerlo?, los rostros de sus amigos acudieron a su memoria y por estos decidió actuar.
 
Sacó el cuchillo, de forma lenta pues lo tenía enterrado hasta el mango, al sacarlo por fin lo tiró a un lado y se dio la vuelta hasta quedar boca abajo y se arrastró para llegar a la chimenea, la cual por momentos dejaba de chispear pero luego volvía, rogaba a que quien sea que llamaba no se detuviera, era su única esperanza pues no creía poder ponerse en pie para tomar los polvos fluu y llamar a Remus.
 
Cuando al fin estuvo frente a la chimenea, lloró desesperada al ver que la chimenea volvía a estar calma, pero se alegró al ver como volvía a chispear, irguió cuanto pudo su cuerpo para asomar siquiera la cabeza y vio que era Harry, sonrió con tristeza pues este no les ayudaría, al menos no más de lo que podría a ser Remus, pues este al igual que los demás del mundo mágico los odiaba, lloró por lo que les esperaba, pero la vida no era color de rosas, ésta estaba llena de espinas y baches, piedras y montañas, abismos y pozos oscuros que formaban el camino hacia la felicidad, que dudaba algún día lo fueran.
 
- Re-re-mus - logró articular antes de perder desparramarse en el suelo, ya lo demás dependía de Potter.
 
Porque el alma es la esencia de la persona, es quien eres, es lo que eres y como eres, es lo que te hace ser feliz, sonreír y disfrutar la vida pero cuando esta quebrada muy difícilmente se puede reconstruir.
 
Notas finales:

Espero os haya gustado... 


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