—Espera, ellos no pueden hacer eso…
—Lo harán, Gaara… No me dejarán marchar hasta el día del juicio —dijo sollozando—. Ellos piensan que lo hice.
Naruto miraba a Gaara a través de una ventana de cristal, estaba retenido en la comisaría sólo para asegurarse de que no intentaría huir. Lo habían hecho vestir un mono anaranjado sin un número de identificación y había dormido en esa celda por unas semanas. Estaba volviéndose loco.
Quería regresar a su vida, quería estar libre de culpa, pero el hecho de que los policías dejaran de buscar sospechosos y que el caso fuera directo al tribunal, le dejaba bien claro que lo que buscaban era refundirlo a él en la cárcel.
Estaba asustado.
—¿Qué dice tu abogado?
—Él está muy confiado, pero yo no…
—¿Acaso lo hiciste, Naruto?
—¿¡Qué!? —dijo saltando de su asiento—. ¡Claro que no!
Gaara lo miró profundamente y supo que también lo juzgaba, Dios, estaba mal, ¡muy mal! Se encogió en su asiento y quiso irse, ya no quería recibir visitas, ya no quería tener un par de ojos juzgándolo a cada hora del día.
—Si no hiciste nada no tienes porqué temer… Cuando salgas, yo saldré contigo, agarrado de tu brazo. Seremos tú y yo…
Y eso sonaba hermoso, más que hermoso, sonaba perfecto. Sin embargo, no pudo responder ya que el policía llegó para llevárselo y encerrarlo, entonces, miró por última vez a su Alfa y se sintió perdido.
Cuando fue dejado en su pequeña celda, se acostó, después de todo era lo que siempre hacía, no había motivación para hacer algo más, tan sólo acostarse y recordar a Sasuke una y otra vez…
«—Oye…
—¿Sí? —dijo feliz, terminando de cocinar.
—¿Sabes lo hermoso que te ves así? —dijo el Alfa y Naruto se sonrojó—. Y te verías aún más hermoso si llevaras a mis crías en tu vientre.
—Lo sé —dijo feliz, yendo directamente a los brazos abiertos de Sasuke para acurrucarse en ellos mientras se sentaba en su regazo—. Sería muy feliz con mis cachorros.
—Seremos una gran familia, la más hermosa —dijo Sasuke en un susurro contra su cuello, besándolo suavemente y Naruto suspiró pegado a él.
—Estaremos juntos para siempre. Tú y yo…
—Tú y yo —confirmó, cerrando esa pequeña promesa con un beso.»
Naruto cerró los ojos llorando fuertemente, y así, otro día más transcurrió en ese oscuro lugar, arrepintiéndose de muchas cosas.
*
*
*
—Estamos destrozados… ¡Sean respetuosos! —dijo una Omega mirando a los reporteros, muy enojada—. Váyanse, la familia Uchiha está destruida por la gran pérdida.
—¿Quién es usted?
—¿Qué la ata a la familia?
—¿Quién es el Omega que está apresado por el caso de Sasuke Uchiha?
Eran tantas las preguntas que la Omega se sofocó, entonces, una Alfa alta de cabello rubio llegó y gruñó fuertemente, alejando a los reporteros.
—¡Váyanse!
Los reporteros se hicieron para atrás mientras la Omega suspiraba llorosa, adentrándose con la Alfa a la estancia en la que el cuerpo de Sasuke era velado. Muchos allí vestían de negro y muchos más lloraban.
—¿Qué fue todo ese show, Sakura? —dijo la Alfa—. No había necesidad de salir y lo sabes.
—No hice nada malo, Ino —contestó un poco afectada—. Déjame, ¡quiero estar sola!
—Como quieras —espetó de mala gana, alejándose.
Sakura miró a la señora Uchiha, aquella fuerte Alfa estaba parada mirando a todos, se acercó casi de inmediato y se abrazó fuertemente a ella, después de todo, quizás ambas se conectaban con el gran dolor que sentían al haber perdido a Sasuke.
Ambas se separaron y se miraron fijamente, pero fueron interrumpidas por unos Alfas que daban sus condolencias.
—Señorita Sakura, ¿usted fue la mejor amiga de Sasuke?
—Sí, crecimos juntos —dijo triste—. Me duele mucho estar aquí —dijo al borde de las lágrimas y todos ahí se callaron.
—Es una pena lo que pasó, pero no creo que ese Omega fuera el culpable —dijo alguien, en otra conversación, sin embargo, Sakura fue capaz de escucharlo y rápidamente volteó a ver a la persona que había hablado.
—¡Usted no sabe nada! —dijo histérica—. ¡Ese Omega fue la perdición de Sasuke! ¡Sé que fue él, Sasuke me lo contó! Ustedes no comprenden, ¡no saben nada!
Y eso fue todo para que se fuera corriendo del lugar con lágrimas en los ojos.
*
*
*
«—¡Deja de verlo! ¡Eres mío!
—Lo sé, ¡soy tuyo! —gritó desesperado—. ¡Por favor, basta!
—No, no lo entiendes —dijo en un susurro—. Eres todo lo que tengo, no puedo perderte.
—Pareces un desquiciado —dijo al borde de las lágrimas, pero el Alfa no reaccionó como debía y el pequeño Omega rubio se hizo para atrás con el corazón en la mano, luego miró como Sasuke se acercaba con los puños cerrados para golpearlo furibundo en la cara.
Naruto jadeó, nunca pensó que Sasuke podría hacerle eso, ¡a él!, a su pareja de vida.
Rompió a llorar desconsolado y Sasuke bramó irritado, agarrando su cabeza y golpeándola contra la pared, reteniéndolo y dominándolo con sus feromonas, dejándolo completamente dócil en sus manos.
El cuerpo del rubio temblaba fuertemente mientras sus sollozos lo dejaban sin aire.
—Naruto… —susurró.»
—¡¡¡Naruto!!!
El Omega despertó asustado, mirando hacia todos lados y encontrando al oficial Alfa observándolo a través de las barras de su celda.
El rubio tragó saliva y trató de limpiarse todo el sudor que corría por su cuerpo, su corazón latía aprisa y estaba casi sollozando. No podía creer que estaría marcado de por vida, nunca tendría una vida pacífica, aun si salía de todo este embrollo, Sasuke siempre lo perseguiría.
—Es el día del juicio —informó Neji y Naruto quiso golpearse, lo había olvidado por completo. Se levantó y siguió a Neji, le permitieron asearse y ponerse ropa formal para luego ser llevado en un carro patrulla hacia el tribunal.
Sus nervios no podían estar más altos, su estómago dolía y sus manos se retorcían sin parar. Sus pequeñas muñecas tenían puestas unas esposas que colgaban y no le permitían hacer movimientos libres.
El camino fue largo y tedioso, ambos Alfas —Kakashi y Neji—, lo miraban de vez en vez por el retrovisor y Naruto no se sentía con la fuerza suficiente para enfrentar las miradas. Cuando llegaron lo bajaron, y por supuesto que los flashes de las cámaras lo dejaron atontado, estaba todas las televisoras nacionales, seguro saldría en todos los canales de noticias y periódicos, eso le revolvió el estómago y casi vomita lo poco que había comido. Estaba comenzándose a sentirse realmente mal.
Cuando entraron no fue mejor, las caras de las personas presentes sólo podían ser leídas como un claro: “Tú eres el culpable”, así que mejor cerró los ojos queriendo llorar, luego lo llevaron a su lugar, dejándolo sentado al lado de su abogado, entonces tragó duro, mirándolo en busca de ayuda, de alguna palabra de consuelo o algo, pero lo único que recibió fue un frío saludo y nada más.
Cuando el tiempo finalmente transcurrió, su abogado habló.
—Más te vale no hablar y deja que yo me encargue —dijo firmemente y Naruto tuvo que asentir, entonces sintió una mirada puesta sobre él y volteó buscándola, Gaara había entrado y estaba sentado detrás de él, así que sólo suspiró, luego miró entrar por las puertas a Mikoto y Sakura. ¿Qué hacía Sakura con Mikoto? ¿Qué estaba pasando?
Se sentó recto cuando fue regañado y esperó paciente a que todo comenzara.
Cuando el juez al fin llegó, fue recibido con todos de pie para luego sentarse, entonces todo comenzó.
Desde el inicio fue rudo, quisieron ir directamente contra el cuello de Naruto, ninguno de los fiscales tuvo piedad y todos se mostraron fuertes e imperturbables. Uno de ellos fue Kakashi, el Alfa estaba dando todo de sí para hundir a Naruto mientras Neji sólo miraba reservado, recordando la noche pasada.
«—¿Y si es inocente?
—¿Y si no lo es? —bufó Kakashi, fumando un cigarrillo—. Sabes cómo es nuestro trabajo.
—Lo sé —dijo sin ánimos.
—Si no te sientes capaz, regresa tu placa y no vuelvas más —dijo el Alfa.
Entonces, Neji guardó silencio.
Simplemente era muy duro.»
Y seguía siendo duro de ver, el pequeño Omega temblaba sin control en su asiento, ¿y si de verdad eso no era fingido? ¿Y si el rubio no era culpable? Estarían metiendo a un inocente a la cárcel.
—La corte llama a Sakura Haruno.
Naruto jadeó sorprendió y miró a su amiga caminando para subir al podio, y, cuando los ojos jade se posaron en él, se le secó la garganta.
—Podría dar su testimonio, señorita…
—Sí —dijo con la voz quebrada—. Sasuke tuvo una relación con Naruto, pero unos días después de que ellos se separaran, Sasuke me llamó un tanto perturbado.
—¿Por qué razón? —preguntó Kakashi.
—Entre las cosas de Naruto había encontrado una pistola, me sorprendí un poco, pero lo dejé pasar, creo que Sasuke también lo hizo, pero unos días después el arma desapareció y Sasuke se preocupó pensando si acaso Naruto se la había llevado. Yo no quise creerlo…
El rubio la miró y quiso gritar, decir que todo eso era mentira.
—¿Pero…? —dijo el Alfa.
—Pero Naruto siempre fue muy ambicioso. Siempre pensé que él haría todo por conseguir lo que quisiese, quizás Sasuke no quería ceder en la relación y darle dinero, quizás esos fueron sus motivos para asesinarlo.
—Eso es mentira —dijo Naruto y el juez lo miró.
—Cállese acusado, no es su turno de hablar.
El Omega tuvo que callar y aguantar la fría mirada de su abogado.
—Naruto siempre tuvo dos caras —dijo sollozando—. Aún recuerdo cuando me golpeó fuertemente por haber tocado a Sasuke, terminé en el hospital durante unos días, él no se contuvo ni un poco. La actitud que muestra ahora es sólo una máscara, siempre ha sido alguien frío y calculador…
—Y aquí están las pruebas de lo que la testigo ha dicho, los papeles del hospital y su registro médico.
Todos ahí jadearon consternados y Naruto pudo ver el preciso momento en que su abogado apretó los puños.
—Bien, gracias por contestar mis preguntas.
—¿Ha terminado, señor fiscal?
—Así es.
Luego de ello pasaron muchas más personas, casi todas culpándolo, y Naruto no quiso seguir en la sala ni un segundo más. Su abogado estaba quedando patético contra los fiscales, y para ese momento, el rubio tuvo bien claro que estaba perdido.
Pronto fue llamado al podio para ser interrogado. Entre tantas preguntas su mente entró en caos y sus nervios apestaron la sala, él sólo quería chillar y buscar consuelo. Sin embargo, eso sólo alentó a Kakashi, que simplemente presionó más.
—Dígame, señor Naruto ¿compró un arma?
—No —susurró.
—¿No? ¿Está seguro? ¡Responda con la verdad!
En ese instante, Naruto se quebró.
—Una calibre 38...
Entonces el Alfa pareció estar complacido y se acercó al escritorio sacando una bolsa de evidencia que contenía una pistola y la alzó frente al jurado.
—La misma pistola que fue disparada hacia Sasuke Uchiha, una calibre 38… Y eso no es todo, aquí están las pruebas de la morgue.
Neji se acercó pasándole los papales al juez para que los leyera.
—Se encontró el ADN del señor Uzumaki en las uñas del fallecido, así como las huellas digitales del acusado en el arma homicida.
El Omega miró la cara de su abogado, que la bajo rápidamente rindiéndose… y entonces, él también lo hizo, llorando en silencio mientras miraba a todos los ocupantes de la sala.
—Hasta aquí llegan las pruebas de la fiscalía, señoría.
—Abogado defensor, ¿algo más que quiera agregar?
El abogado negó lentamente y Naruto bajó del podio y se acercó a su mesa, sintiendo el paladar amargo, estaba listo para vomitar, esta vez en serio.
Pronto los jurados se retiraron para deliberar, llegando al acuerdo de que el veredicto sería otorgado en dos días.
Los dos días más tortuosos de su vida, aun cuando sabía lo inevitable.
*
*
*
El momento llegó y otra vez se vio parado frente al tribunal.
El juez tenía el veredicto en sus manos así que fue su voz la que rompió el tenso silencio.
—El acusado ha sido encontrado culpable de los cargos impuestos, la sentencia que se le imputa es cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional ni fianza. Se cierra el caso 0218.
Y así, el mazo fue golpeado y Naruto sólo pudo bajar la mirada, llorando fuertemente.