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Rebirth por Helsic

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No se que quiero, a veces me dan ganas de matarte, de atravesarte con mi espada y sentir tus huesos crujir y a veces quisiera abrazarte y no dejarte ir nunca de mi lado y que ese momento dure eternamente... Y entonces no se por cual decidirme...

{Helsic aka Kensou no miko}

"Rebirth"

~ Capítulo 10 ~

Preguntas sin respuestas...

El joven había quedado inconsciente en sus brazos hacía ya un buen rato, no estaba seguro de cuanto tiempo llevaba con sus ojos cerrados y con el ceño ligeramente fruncido, como si aún entre sus sueños estuviese sufriendo. Shingo se encontraba desesperado, ver a su maestro así le había hecho sentir tan asustado, como un conejo que es finalmente atrapado por un intrépido zorro.

No entendía porque, de repente Kyo había comenzado a convulsionar, no entendía esa reacción. Shingo no supo que hacer y por unos instantes estuvo tentado de llamar una ambulancia para llevar de regreso a Kyo al hospital, sin embargo vio como el joven abría lentamente los ojos, despacio, como si le costase hacerlo. El alumno se acercó a él conmocionado, en su rostro una expresión de genuino horror.

- Kusanagi-san – susurró tímidamente como temiendo herir a Kyo si usaba un tono muy alto. El Kusanagi lo miró aliviado. Por fin podía ver el rostro de Shingo nítidamente de nuevo y no sólo escuchar sus gritos de preocupación. Trató de incorporarse lentamente, deseando que ese repentino mareo cesara y le dejara caminar. - ¿Se encuentra bien? –

- Eso creo... – respondió Kyo llevándose una mano a su cabello. Aún se sentía mareado. ¿Qué había sido todo aquello?, intentó levantarse aún adolorido. ¿Sería eso a lo que se referían Vice y Mature con que su cuerpo había cambiado? Porque no había otra forma de explicarlo. La comida de la noche anterior no pudo haberle caído tan mal, pensó , cocinaba mal pero, por lo menos era comestible...

- Volvamos al hospital – propuso Shingo aún estrechándolo en sus brazos. Kyo hizo una mueca de desagrado. ¿Volver ahí? ¿estar encerrado en esas cuatro paredes de nuevo? Hasta una sopa de Auyama se escuchaba mejor.

- ¡No! – cortó violentamente – No es necesario – agregó dando por terminado el asunto, apoyando su brazo (aún resentido por el golpe) en el suelo, sintiendo un hormigueo recorrerlo cuando intentó apoyarse para ponerse de pie. Shingo lo siguió con la mirada confundido, Kyo se veía mal, Kyo estaba notablemente mal, de repente se veía pálido y temblaba...

- Kusanagi... – Shingo se levantó con él e intentó acercarse pero un golpe con el antebrazo de Kyo le hizo retroceder casi al instante.

- No me toques... – fue lo que grito – ¡Déjame! – y con esto el maestro se alejó unos pasos de Shingo, lo que se podía apreciar en su rostro era confusión mezclada con una rabia que, por mas que intentaba Yabuki no logró descifrar.

**_**

- NESTS se nos esta adelantado mucho – comentó mientras se detenía en un semáforo, su acompañante solo aspiró otra bocanada de humo sin prestar mucha atención – No me gusta... podrían dañar nuestros planes –

Soren sonrió sin decir nada. Al parecer no eran los únicos que deseaban el poder, era de esperarse, una organización terrorista como esa no se perdería una oportunidad como esta. Orochi de regreso en el mundo era una utopía que hacía soñar a muchos, inclusive a él. Se sentía extraño tener algo que hacer, generalmente en su vida nunca encontraba algo que realmente le interesara, todo se limitaba a ir de aquí para allá en el anonimato en el que siempre había estado su clan.

¿Cómo era posible que nunca les hubiesen reconocido? Ellos eran igual o quizás mas poderosos que cualquier Yagami o Kusanagi que hubiese existido. ¿Por qué permanecieron en el anonimato?

Esa era talvez la única cosa que hacía enojar a Soren, lo único que realmente le importaba, Su eterna lucha pasiva había terminado ahora y era justo comenzar a demostrar que su clan también valía la pena.

- Quizás debamos actuar un poco mas rápido – sugirió el joven de cabellos oscuros – Invocarlo y... –

- ¡No! – cortó Soren mientras sus ojos dorados se clavaban en Kenichi como cuchillos – No vamos a cambiar nuestros planes ni a actuar precipitadamente por esos... – No terminó su frase, Kenichi parecía algo molesto y detuvo finalmente el auto frente a un gigantesco edificio de oficinas.

Ambos bajaron del auto y entraron en el lugar, Soren con su siempre expresión indiferente y Kenichi con sus ojos como un par de guijarros negros que lo observaban todo, pero manteniendo un semblante demasiado serio para un joven de su edad. Parecían dos grandes aves de rapiña, con sus gabanes negros ondulando con cada paso que daban, Soren con esa elegancia innata que lo caracterizaba, era como un enorme cuervo que se deslizaba silenciosamente y Kenichi con su cuerpo tan delgado y su porte censillo. Subieron por el ascensor, Soren haciendo caso omiso al letrero que advertía claramente "No fumar" no dejo de hacerlo, hasta que Kenichi prorrumpió en quejas hacía él porque lo estaba ahogando por el humo.

Finalmente, y para alivio de Kenichi, llegaron al piso deseado. El corredor era corto desde el elevador hasta donde se encontraba la secretaría sentada en un pequeño y modesto escritorio de madera. Se situaron frente a ella, quien por un momento pensó en advertirle sobre el cigarrillo al joven mas alto, pero arrepintió cuando este la miró con desprecio. La secretaría anunció su llegada por el citófono que tenía sobre su escritorio e inmediatamente las puertas de la oficina se abrieron, dejando ver una enorme habitación cuidadosamente diseñada con cuadros de picazo y Dalí, también había un enorme ventanal que dejaba vislumbrar todo lo que sucedía 7 pisos mas abajo en la ciudad.

Tras el escritorio había un hombre de cabellos rubios que caían hacia atrás recogidos en una simple coleta, de mirada sagaz y sonrisa torcida. Vestía un simple y clásico traje negro con corbata de un rojo magenta oscuro, se levantó con un gesto de amabilidad indicándoles tomar asiento, que pese a sus intentos de parecer natural, no logró el propósito deseado. 

Soren y Kenichi se sentaron gustosos frente al ejecutivo.

- Tengo entendido que buscan lo mismo que nuestra compañía – dijo el hombre comenzando la conversación mientras sostenía en sus manos un monto de hojas de papel.

- Puede decirse que si – dijo Soren sin mostrar mucho interés.

- Nuestra compañía no quiere enemigos – agregó observándolos de reojo – Ustedes saben, cuestiones de negocios, quizás podamos llegar a un acuerdo mutuo que nos beneficie a todos – Kenichi lo miró sonriendo con inocencia, el ejecutivo se levantó de su silla y comenzó a pasearse por toda la habitación mientras continuaba – NESTS tiene muchos enemigos y muy poderosos, supongo que se habrán dado cuenta de que nuestro principal problema es ese experimento fallido de hace mas de dos años – el hombre parecía muy disgustado con la idea, pero continuó – Sin embargo, ahora tenemos nuevos aliados para corregir ese inconveniente –

Kenichi quiso saber quienes eran esos nuevos aliados, siempre era bueno conocer a los enemigos antes de enfrentarlos, pensó, Quizás estos nuevos aliados eran mucho mas poderosos que aquellos fallidos intento de clones que habían aparecido súbitamente a interrumpir en sus planes años atrás. De repente la voz de su compañero atrajo su atención.

- Aún se empeñan en tener al Kusanagi ¿no es verdad? – el rubio le sonrió y sus ojos azules brillaron emocionados.

- Estuvo una vez en nuestras manos, pero esta vez no volveremos a subestimar su poder, seremos mas cuidadosos, además ahora contamos con otras armas mucho mas efectivas señor Dobehead – Soren sonrió.

- ¿Hablas acaso del proyecto K9999? – preguntó con fingido interés, Kenichi lo miro de reojo. Sabía lo peligroso que podría ser que NESTS si se enterara de la información que ellos tenían sobre sus experimentos "secretos", temió a que Soren hablara e mas, pero el joven parecía muy confiado. Demasiado a decir verdad.

- Veo que saben mas de lo que imaginé – carraspeó el rubio – Ahh Si, K9999 nuestro mas grandioso y emprendedor proyecto... – por unos momentos el ejecutivo pareció perderse en sus propios pensamientos, pero continuó – K9999 entrará al torneo y matará al Yagami, así dispondremos del Kusanagi libremente –

- ¿Matar a Yagami? – exclamó al fin Kenichi mostrándose curioso, mechoncitos de cabello negro cayeron sobre su frente ante el repentino movimiento. - ¿K9999 podría...? –

- Sería muy interesante medir fuerzas con ese... susodicho proyecto... Yagami no es cualquier tipo y la verdad dudo que su creación este a la altura – Interrumpió Soren con una malévola sonrisa mientras se levantaba de la silla, Kenichi comprendió que ya se iban e hizo lo mismo. La mirada del rubio ya no fue tan amable.

- ¡Puedo probarlo ahora mismo! – aclamó alzando la voz, pero Soren no se inmutó, continuó caminado hacia la puerta sin girarse.

- Posiblemente en otra ocasión Spegers Igniz – respondió ya casi saliendo por la puerta – En el torneo quizás...

Los dos jóvenes salieron de la oficina directo al elevador, no pudieron ver el rostro frustrado y colérico de Igniz, porque las puertas de este ya se habían cerrado, Kenichi resopló inconforme, confiaba en Soren, era de las pocas personas que sabían su secreto, lo que realmente era, sin embargo no podía dejar de preocuparse , estaban jugando con fuego y eso era muy peligroso, no podían arriesgarse de ese modo. Podrían perderlo todo.

Y habían sido mas de 7 años de trabajo, como para mandarlos al retrete de esa forma tan absurda.

- Ese proyecto K9999... – comenzó a decir mientras el elevador llegaba al primer piso - ¿Qué piensas hacer? – por primera vez Kenichi sintió que no tenía control de la situación y se sentía tonto, no le gustaba tener que depender de nadie, había aprendido eso desde que era muy niño.

- Es solo basura – respondió Soren tomando el tercer cigarrillo de la cajetilla – Además estoy seguro que K' se hará cargo de él –

- ¿Cómo puedes estar tan seguro? – se quejó Kenichi. Soren sonrió aún con el cigarrillo apagado en sus labios. – Es solo un experimento mas... con los genes de Kusanagi, no podemos confiar en eso!-

- Supongo que ese imbecil por lo menos debe tener algo de honor – respondió encendiendo por fin el cigarro – Debe estar ansioso por destruir a los causantes de su pequeño "problema", pienso que estará gustoso de partirle el trasero a "K9999" si se da la oportunidad –

- Oportunidad que gustosamente le daremos ¿verdad? – sonrió Kenichi entrecerrando los ojos – Se matarán entre ellos y eso nos dejará el camino libre a nosotros y el poder Orochi, por fin estará en nuestras manos – la voz de Kenichi sonó tan apocalíptica que inclusive Soren se extrañó.

- Si – dijo simplemente – Y con el espejo de Yata en nuestras manos... todo será mas fácil, solo debemos cuidar de que Kusanagi pero sobre todo Yagami, se enteren de la verdad – La sonrisa de Kenichi se hizo mucho mas ancha.

X x X

Shingo aun se encontraba sentado frente a su consola de videojuegos jugando el primer juego que había cogido del estante y había resultado de Final Fantasy 7, estaba entretenido buscando un par de Items que le faltaban, no obstante la imagen de su maestro convulsionando no se alejaba de su mente. No quería pensar que lo que aquella vez escuchó decir a K' resultara ser cierto, tampoco quería imaginar que relación tenía con Iori Yagami.

Recordaba como si fuera ayer, como había "encontrado" a Kyo antes de llevarlo al hospital, justamente NO le había encontrado, mas bien... se lo habían entregado a él.

Había llovido mucho por esos días y a pesar de esto había salido a caminar para despejar su mente, recientemente Benimaru había viajado fuera de Japón y se sentía mas solo que nunca, considerando que si contaba a sus amigos con los dedos de sus manos, le sobrarían muchos dedos... Así que esa era una noche perfecta para salir a caminar por ahí sin rumbo fijo y dejar que la lluvia golpeara su cuerpo sin preocupación alguna.

Por aquellos momentos había comenzado a superar el trauma de no tener cerca de su maestro, nunca pensó que podría extrañar a una persona tanto, como extrañaba a Kyo, para Shingo era como andar por el mundo sin un ejemplo a seguir, sin un ideal. Porque todos necesitamos de un ideal, de un ídolo a quien imitar para perfeccionar nuestra identidad y Shingo no hallaba otro pasatiempo mejor que quejarse diariamente con Benimaru de lo injusta que era la vida.

Ese día en especial llovía y Yabuki solo caminaba por la desierta calle, cuando de repente unos ojos rojos como el mismo infierno lo observaron indiscriminadamente, sintió que lo atravesaban como dagas y que si la frialdad con la que lo miraban pudiese de alguna forma manifestarse en el clima, moriría congelado. Era Iori Yagami notó, vestía de negro y ciertamente esto le daba un aire mas aterrador parecía un enorme murciélago con ese gabán oscuro tan largo. Se detuvo sorprendido, hacía mucho tiempo que no veía al pelirrojo, quizás el mismo tiempo que a su maestro, de igual forma se sintió intimidado.

Yagami no dio explicaciones ni se preocupo en evitar el choque emocional que causaría al tirarle de lleno el cuerpo que parecía inerte de Kyo Kusanagi en la cara.

Shingo reaccionó a tiempo logrando sostener en brazos a su maestro y sintiendo que su emoción y felicidad de volver a ver a su maestro se convertía en odio hacia Yagami.

- No te atrevas a dejarlo morir – fue lo que dijo con su gruesa voz que retumbó en las paredes de los almacenes cerrados – Solo yo tengo derecho a matarlo – Shingo abrió la boca para quejarse y preguntarle que demonios hacía sucedido y porqué de repente se lo dejaba en sus manos, pero Iori en un ligero movimiento ya se daba media vuelta para irse.

Eso había sido realmente extraño y frustrante a la vez, había corrido con el Kyo inerte en sus brazos al hospital donde inmediatamente fue internado.

A lo mejor y ese repentino ataque tenía que ver de alguna forma con esa extraña aparición de Yagami... ¿Qué sucedía con el cuerpo de su maestro?

No pudo pensar mas, porque una voz le sacó de sus reflexiones de golpe, era su maestro. Se encontraba de frente al comedor y lo miraba con tanta intensidad que Shingo pensó que moriría ahogado.

- Vamos a entrenar Shingo – dijo con una seriedad absoluta dejando en claro de que no era una sugerencia si no una orden que no podía ser refutada.

Shingo solo asintió confundido.

x x x co n t i n u a r a x x x

Notas de Helsic: No tengo ni la mas remota idea de cómo diablos se apellida Igniz, pero supongo que debe tener uno o por lo menos para interactuar dentro de la sociedad :P

Este capitulo quedó mas corto que los demás >_< pero en fin...

Ahh siee para los que no sepan en la historia original de SNK K9999 y K' son enemigos, se odian y bla bla {como un Kyo y Iori pero mucho mas bizarro ¬¬ y por motivos mucho mas superficiales}

La idea de Iori involucrado en el secuestro de Kyo es algo que me encanta pensar ^.^ ufff... 10 capítulos yap! Y nada Yaoi! Wow! Nuevo record xD

 

Todos los personajes pertenecen a SNK "Rebirth" y Los personajes originales que aparecen allí pertenecen a Cualquier comentario o pregunta, por favor diríjase a kensou_no_miko@yahoo.com

*11 de noviembre del 2002*


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