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Rebirth por Helsic

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Me dije a mi misma ¿Por qué continuar con esto

Me dije a mi misma ¿Por qué continuar con esto? Por continuar con algo que se que me duele… a este nivel el masoquismo deja de ser sensual para pasar a ser la excusa de una débil mujer que busca su propia felicidad en manos de un hombre. Entonces fue cuando me di cuenta de que la felicidad no estaba con él, que yo podía ser feliz sola, disfrutando de mi vida y de todas las cosas buenas en ella. Fue entonces cuando le di la espalda a ese sentimiento que habitaba en mi corazón y fui libre.
{Helsic aka Kensou no miko}

"Rebirth"
Segunda parte [Torneo]
~ Capítulo 26~

Sombras del pasado, sombras en mi memoria

 

Que extraño, estaba de pie ahí y no recordaba como había llegado, todo estaba tan oscuro, bajo mis pies sentía el suelo húmedo y resbaladizo ¿Qué es lo que hay en el suelo? Me agaché para tocar con mis dedos y noté que quedaron húmedos también, ¿Qué es esto? La oscuridad no me dejaba ver la sustancia que ahora resbala por mis dedos, era babosa ¡era… SANGRE!

Giré mi rostro sintiendo el miedo deslizarse por mi espina dorsal como una serpiente, entonces fue cuando escuché los gemidos ahogados de cientos de personas a mi alrededor, no podía ver donde estaban aquellas personas, pues la oscuridad me segaba totalmente, escuché pasos, se acercaban a mi y no dejaban de lamentarse de una manera simplemente escalofriante.

Dios mió… iban a atraparme sino hacía algo iban a atraparme, no sabía porque estaba tan seguro de que esas personas querían hacerme daño, entonces invoqué mi fuego, me concentre en llamar una pequeña llama en mi mano para ver con más claridad, pero nada brotó de mis manos desnudas, ¡NADA!

¿Dónde estaba mi fuego? ¡Donde! Mi cara se convirtió en una mueca de horror al darme cuenta de que estaba totalmente indefenso.

“Vamos aparece…” decía una y otra vez invocando el fuego

“por favor, ¡¡aparece maldita sea!!” grité desesperado, mientras cerraba mis ojos con frustración y caí de rodillas sintiéndome morir por el maldito miedo. Entonces una pequeña llama tímida brotó de mi mano desnuda. Abrí los ojos y sonreí.

Pero la sonrisa duró poco en mis labios, puesto que mi pequeña llama ilumino el lugar y vi cientos de rostros idénticos al mío bañados en sangre, a algunos de aquellos Kyos les faltaban partes de sus cuerpos, y cojeaban desagradablemente hacía mi. Inclusive vi uno que tenía las cuencas de sus ojos ensangrentadas y tanteaba con sus manos para poder acercarse a mi.

“¡¡No!! Aléjense de mi” grité totalmente fuera de mi mismo, estaba desesperado, hubiese preferido quedarme en la oscuridad absoluta antes de tener esta visión tan horrible. Intenté alejarlos con mis manos, lanzando manotazos, pero ellos seguían acercándose cada vez más hasta sentir sus manos frías y húmedas que se agarraban de mis ropas, tiraban de ellas como desperados, acercaban sus rostros hacía el mió llorando, gimiendo de dolor.

Estaba desesperado, no podía huir me tenían rodeado, por todas partes podía verlos, me estaba hundiendo entre esos cientos de rostros que me imploraban y me tiraban hacía el suelo, la sangre cubrió mi rostro y todo se convirtió en rojo.

“¡¡¡KYOOOOOO!!!” Un grito en la lejanía. Era él, a pesar de que no podía verlo sabía que era él, su grito supo a esperanza en mis labios, sentí que él me liberaría del horror y estiré mi brazo por encima de mis cuerpos mutilados, estire la mano y cerré los ojos esperándolo…

Y vi su rostro entre sueños. Vi su cabello como hebras de fuego ondeando al viento, mientras su mano tomaba la mía.

 

* * *

 

Kyo abrió los ojos y le dolía la cabeza, de nuevo había tenido un horrible sueño donde se veía a el mismo medio muerto y en donde aparecía Yagami. La cama se sentía tan calentita y reconfortable que no le dieron ganas de levantarse se dio media vuelta para hacerse un ovillo abrazando la almohada, pero se detuvo casi inmediatamente. En vez de una suave almohada de algodón, el cuerpo de Iori Yagami sin camisa estaba plácidamente dormido a su lado.

Kyo se sobresaltó y alejó sus manos inmediatamente de la espalda del otro joven, la cual anteriormente estaba abrazando. Entonces se percató de su propia desnudes y de la ropa esparcida por el suelo de la habitación como si una terrible escena de una película pornográfica se tratase.

¡Dios mio! ¿Aún seguía soñando? Esto tenía que ser una pesadilla… Kyo se sentó conmocionado cubriéndose la cintura con la sábana, y entonces se percató que todo él olía a Yagami. Y ese olor hizo que los recuerdos brotaran de su mente como pendidos de un hilo invisible, Kyo recordó poco a poco como después de abrir la puerta Yagami se había dado la vuelta y lo había besado apasionadamente y como habían terminado tendidos en la cama, luchando uno contra el otro entre caricias y besos, como se habían despojado de la ropa y como habían tocado sus partes más intimas sin pudor alguno.

Recordó también que no había tenido el sexo más increíble en mucho tiempo y que había llegado tan intensamente que creyó que moriría por la sensación. Sin duda Yagami era un amante asombroso… ¿Pero que demonios estaba pensando? ¿Yagami un amante asombroso? ¡Kyo Kusanagi no podía ver a Iori como un amante asombroso! Iori Yagami era su enemigo, además de ser un hombre como él y eso no podía ser así.

Sin embargo así había pasado y Kyo era conciente de cuanto había disfrutado las caricias del pelirrojo, de cuando había disfrutado viendo la excitación que él provocaba en Iori. Era conciente también de que si hubiera querido hubiese podido detener todo, pero no lo hizo, no quiso ni pudo detener sus propios impulsos y los de Yagami y eso estaba realmente mal.

Casi inmediatamente una vergüenza incontrolable se apodero de su cuerpo, se sonrojó como nunca antes había podido estar y sintió como si hubiese hecho algo realmente desagradable. De nuevo vio a Iori dormido y le provocó trasbocar tan sólo de imaginar su miembro en su boca, entrando y saliendo con lentitud, pero sólo se llevó una mano a la boca para comprobar que nada había allí, Oh dios… ya se estaba volviendo paranoico.

Entonces se levantó como un zombi de la cama, queriéndose trepar por las paredes y huir de ahí lo más pronto posible, no seria capaz de enfrentarse con la cara del pelirrojo despierto y pidiéndole una explicación a lo ocurrido. Buscó afanosamente sus pantalones y los fue a encontrar bajo la cama arrugados y al revés, se los puso torpemente pero cayó de medio lado justamente sobre la ropa interior de Yagami que también yacía en el suelo.

- ¡Yiaaak! – gritó Kyo quitándose los boxers de la cara como si de una araña venenosa se tratara y se incorporó rápidamente. A pesar de la bulla, Yagami seguía tranquilamente dormido, “¿Así de cansado estará?” pensó Kyo buscando su camisa, pero no la encontró en ninguna parte “donde demonios…” y no alcanzó a pensar más cuando la vio hecha jirones sobre la lámpara en la mesita de noche.

- ¡Kusooo! (mierda) – Se acercó y notó con tristeza que estaba hecha pedazos y que sería imposible salir a la calle con ella. - ¿Y ahora que demonios voy a hacer? – pensó en voz alta. Que situación tan embarazosa era aquella, pero no tenía otra opción que buscar una camisa de Iori en su armario.

Mas tarde Kyo Kusanagi caminaba por la calle vestido con su pantalón terriblemente arrugado y con una camisa que le quedaba demasiado ancha en la espalda y muy estrecha en la cintura.

 

* * *

 

Cuando Kyo llegó al hotel en lo primero que pensó fue en buscar a Shingo y corrió a su habitación, cuando llegó la puerta estaba entre abierta y escuchó voces, se acercó un poco más y escuchó una voz que sonaba exactamente igual a la de él y le decía a los allí presentes:

- No se preocupen muchachos, estaré con ustedes en este combate final –

- ¿Pero y el equipo de Yagami? – preguntó Benimaru – Estas inscrito en el equipo de ellos, no puedes cambiar de equipo así como así –

- Ahh no se preocupen, ya hablé con el organizador, me lo permitirá porque soy Kyo Kusanagi… hehe – su voz sonó arrogante – Eso cambia las cosas ¿ne?

Kyo no podía dar crédito a sus oídos, alguien se estaba haciendo pasar por él y Benimaru y los demás le creían ¿Cómo podía ser eso posible?, escuchó risas y luego pasos.

- Vamos, vamos que ya dentro pocas horas comenzará la pelea final… pateáremos sus estúpidos traseros haha… -

- Así me gusta Kyo – dijo Goro en un gruñido.

Kyo se escondió tras el corredor de al lado para no ser visto y desde su escondite notó como un joven idéntico a él salía de la habitación, estaba vestido con el uniforme que él solía llevar cuando luchó con Orochi, el joven sonreía muy seguro de si mismo y Kyo pudo notar que Benimaru y Goro le abrazaban de una manera muy fresca como si no notaran la diferencia. Esto no podía ser… ¿Quién era ese chico? ¿Sería posible que sus sueños fueran ciertos, que todos esos Kyos muertos que veía en el suelo fueran en realidad réplicas de él?

En sus sueños siempre llegaba Yagami y lo ‘salvaba’ o eso era lo que creía, y lo sacaba de ese lugar en el que estaba. ¿Sería posible que todo aquello no fuera un sueño si no recuerdos de lo que realmente pasó? Kyo se llevó una mano a la cara, Shingo dijo que él había estado secuestrado, pero nunca dijo como había llegado al hospital, alguien tuvo que sacarlo del secuestro…

¿Yagami?... Ahora muchas cosas comenzaban a tener sentido.

Kyo esperó a que Benimaru, Goro y ese otro joven que se hacía pasar por él se fueran, al que necesitaba ahora era a Shingo, seguramente a él sino lo engañaría ese otro joven, Shingo confiaba en él y seguramente lo reconocería.

- ¿Acaso no vienes Shingo-kun? – dijo Benimaru desde el final del corredor a Shingo quien aún no salía de la habitación.

- ¡Sigan, los alcanzó más tarde! – Respondió la voz de Shingo desde el interior del cuarto.

Entonces inmediatamente Kyo salió de su escondite y se metió en la habitación. Había mucho desorden allí a comparación de la habitación que él compartía con el equipo de Yagami, atravesó la salita y fue directo a la habitación en donde encontró al joven Yabuki sentado en la cama anudándose los cordones de los tenis.

- Ya… Beni, ya dije que los alcans… ¡KUSANAGI-SAN! – Shingo dejó inmediatamente los cordones y corrió hacía Kyo para abrazarlo. Kyo recibió el abrazo con un suspiro de alivio, tal y como él pensaba Shingo si lo reconocía - ¿Cómo se siente? ¡Me tenía muy preocupado! ¡Yagami-san me dijo que usted estaba en su casa, pero temía por su vida! –

- Estoy bien, estoy bien – respondió Kyo, preguntándose si Shingo sabía más cosas que él ignoraba. - ¿Quién era ese sujeto? – Shingo bajo el rostro y dejó de abrazarlo.

- Ahh así que ya lo vio, se hace llamar Kyo Kusanagi como usted, ayer en el torneo, hizo su aparición y nos salvó de perder sin llegar a la final, derrotó a K’ con facilidad cuando este estaba a punto de derrotar a Daimon-san –

- ¿Ayer? – de nuevo Kyo se maldijo a si mismo por no haber prendido la televisión en apartamento de Yagami. – ¿Y luego que pasó?

- Bueno la gente estaba muy emocionada, pues todos creen que él es el verdadero Kyo y que regresó de su ausencia para el torneo, lo más extraño es que los organizadores del torneo no nos han descalificado, deberían hacerlo, pues un jugador no puede participar en dos equipos y aparentemente usted esta en el equipo de Yagami y en el de nosotros, Kusanagi-san –

- ¿Crees que esto sea obra de NESTS? – increpó Kyo

- No lo se, pero en todo caso, este nuevo Kyo los desafió cuando estábamos en la arena, y note que ellos también estaban sorprendidos, yo creo que hasta ellos creen que aquel joven es el verdadero –

- Tu no crees eso… ¿ne Shingo? – La voz de Kyo sonó más débil ahora, Shingo sonrió para tranquilizarlo.

- No… sólo yo y Yagami-san sabemos la verdad – respondió – No se preocupe, siempre estaré a su lado… -

Y entonces algo inesperado para Shingo ocurrió, las lágrimas brotaron de los ojos de Kyo y cayeron como ríos por sus mejillas, nunca había visto a Kusanagi-san llorar así, parecía tan débil y desprotegido ahora. Intentó abrazarlo de nuevo, pero se quedó a medio camino cuando notó que Kyo empuñaba sus manos con fuerza.

- Maldición… ahora comprendo todo… no sólo se atrevieron a robar tres años de mi vida, sino que también osaron robar mi nombre, mi orgullo y mi fuego… pagaran hasta la última gota de sangre todo mi sufrimiento, no me importa quien sea, sólo se que con este puño… con esta sangre, los enviaré de al mismísimo infierno si es necesario! –

Los ojos de Kyo brillaron llenos de furia, aquellas lágrimas no eran signo de debilidad, eran lágrimas de sangre, rabia y odio, que ahora asustaban sobremanera a Shingo, quien por un momento dudo si el que tenía frente a él si era el verdadero Kusanagi.

 

***

 

- ¿Y dices que debemos ir a ver a Chizuru? – La voz de Kyo resonó por encima de la música que había puesto el conductor del taxi.

- Así es Kusanagi-san, creo que ella mejor que nadie nos podrá dar una explicación a todo esto, ella sabrá que hacer – Respondió Shingo, mientras el taxi daba unas vueltas más por las calles – Oi Kusanagi-san… no se lo había preguntado, pero me preocupa… ¿Por qué pasó estos días en casa de Yagami? -

- ¿eh? ¿Días? – Kyo recordó lo que había sucedido en casa de Yagami y trago saliva, de nuevo los besos y las caricias vinieron a su mente y parecieron demasiado reales, no le gustó esa sensación – No lo se… - respondió.

- ¿No recuerda como llegó ahí? – Preguntó Shingo anonadado - ¿Pero como…?

- Ahh ya lo recuerdo si… - dijo finalmente Kyo cogiéndose la cabeza con una mueca de dolor, todo los sucesos habían llegado tan rápido que ya no recordaba porque estaba allí – Yo salía en mi Motocicleta, no recuerdo a donde, pero iba en mi motocicleta, entonces vi el auto se Yagami seguirme por el espejo retrovisor, intenté perderlo un par de calles más adelante, pero no lo logré, entonces… invoqué el fuego – al llegar a esta parte Shingo bajo la cabeza como en señal de respeto, Kyo continuó – Se salió de control… lo olvidé por un segundo, invoqué el fuego sabiendo que corría peligro y bueno eso fue lo que pasó, hubo una explosión, luego un terrible golpe en la espalda y desperté en la cama de Yagami –

- ¿Se calló de su moto? – Preguntó Shingo totalmente sorprendido – ¡Dios mío! ¡Menos mal está bien! –

- Lo estoy gracias a Yagami – fue la respuesta y Shingo no pudo más que guardar silencio. Hasta ese momento había estado preocupándose porque Yagami-san pudiera matarlo y ahora resultaba con que le había cuidado en su apartamento como el mejor de los amigos. Una inesperada rabia se apoderó de Shingo, primero lo salvaba del secuestro y ahora velaba por su salud como si toda la vida no hubiese estado persiguiéndolo para matarlo. Kyo parecía inclusive agradecido.

- Ya llegamos – dijo el taxista rompiendo con el incómodo silencio. Kyo y Shingo simplemente se bajaron luego de pagar y el imponente templo de Chizuru se alzó ante ellos. Vieron como una hermosa joven bajó las escaleras apresuradamente hasta la entrada y los recibió con una desagradable expresión de preocupación que anticipaba problemas.

- Te he estado esperando Kusanagi – dijo con voz misteriosa mientras ponía una mano sobre su hombro.

 

C o n t i n u a r a

 

Notas de Helsic: Ehh! Tiempo record para mi al escribir! ^_^ siempre me demoró bastante en completar un capitulo pues la inspiración viene y se va inconstantemente. Afortunadamente he tenido la ayuda de un amigo para desarrollar las escenas, también eh estado leyendo varios mangas Yaoi y terminando de ver la serie de Hellsing, creo que todo esto me ha ayudado con la narración.

A los que creyeron que porque mi página de KOF había cerrado, iba a dejar este fic incompleto (como suelen hacer muchas autoras en la red) pues lamento informarles que mi afición por KOF y en especial por mis amados Kyo y Iori nunca morirá! Y este fic tendrá su fin así me demore todo el tiempo del mundo! ^o^ Hasta la próxima!

 

 

 


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