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Rebirth por Helsic

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"Rebirth"

~ Capítulo 4 ~

"engaño a mi alma"

Pasaron talvez 4 semanas desde que Kyo salió de la clinica, se sentía mucho mejor, ya no le dolía tanto el cuerpo y prácticamente estaba al tanto de todo lo acontecido durante este. Durante ese tiempo, no había salido de la casa de Shingo, él y su alumno habían acordado no decir nada a nadie ni exponerse saliendo a las calles hasta estar en condiciones estables de salud. Y así fue como Kyo pasó todo ese tiempo sin salir de allí.

A veces se aburría sobre manera, Shingo salía en las mañanas a eso de las 8 y no regresaba hasta el medio día, almorzaba y de nuevo hacía las 3 de la tarde se iba de nuevo a estudiar, habían días en los que no tenía clase en las mañanas y podían quedarse durmiendo hasta la hora que quisieran, Shingo siempre le reprochaba diciéndole "vamos Kusanagi-san, no tiene porque despertarse conmigo tan temprano, continué durmiendo" sin embargo Kyo se despertaba con él a las 7 y le ayudaba con el desayuno para que no le cogiese la tarde.

Era un detalle muy bonito de su maestro pensaba Shingo mientras lo miraba de reojo, en esos últimos días había conocido a un Kyo totalmente diferente al que creía conocer hacía mucho tiempo. El Kyo de ahora era dulce y comedido, ningún rastro de arrogancia adornaba aquellos bellos ojos marrón. No podía evitar sonreír . se sentía también este nuevo "perfil" de su Sempai.

- ¿ Que miras ? – preguntó Kyo de repente, el alumno se sobresaltó y por un momento no supo que responder. Sintió que se sonrojaba. Que vergonzoso, pensaba, no se había percatado de que hacía rato lo observaba... ¿qué pensaría su maestro?

- nande..nademonai -{nada} se apresuró a decir girando la cabeza de lado a lado frenéticamente y sintiéndose terriblemente apenado. Esperó algún comentario de burla o algo por el estilo, sin embargo lo que recibió del otro joven sólo fue una pequeña sonrisa.

Era jueves y no tenía que ir a estudiar en la mañana. La cama se sentía tan reconfortable que no se preocupó en levantarse rápido, debían ser las 10 de la mañana por lo menos, pues el sol golpeaba las ventanas desde hacía rato, a su lado yacía Kyo, recostado también, despierto y sumido en sus pensamientos. Shingo suspiró pausadamente, esa deliciosa calma no duraría mucho, Kyo ya se había recuperado y estaba fuera de peligro, pronto podría salir de allí sin ningún problema y podría defenderse.

Sin embargo la sola idea de salir por ahí temiendo que podrían volver a hacerle daño atormentaba a Shingo demasiado. Definitivamente no quería perder a su maestro de nuevo, había sufrido mucho cuando no lo tuvo a su lado, se había sentido tan impotente, tan débil como si algo le faltase, no quería volver a sentirse así tan sólo. Desde que su madre se marchó a Portugal el año antepasado, sentía una gran necesidad de estar con alguien, pero con una persona realmente especial, no con cualquier chica...

Pero era muy extraño, en la Universidad, le gustaba una joven de cabellos castaños y ondulados, de tez morena y pestañas tupidas, de mirada coqueta y labios invitantes... sin embargo no se atrevía a decirle nada, en parte por que siempre había sido tímido en ese aspecto, en parte porque sabía que no era algo serio realmente.

No lo llenaba.

- Shingo – la voz de Kyo sonó débil y lastimera, Shingo se giró bruscamente saliéndose de golpe de sus pensamientos.

- ¿Hai? – musitó observándolo, Kyo se encontraba boca arriba, parecía muy concentrado en... el techo. Sus manos atrás de su nuca, su perfecto perfil iluminado pálidamente por el sol matutino.

- ¿Qué haz sabido de Yuki? – preguntó secamente, como si temiese escuchar la respuesta. Shingo se giró hacía el oro lado y se envolvió mas en la cobija, no quería hablar de eso. Sabía que a Kyo le iba a doler la verdad y él no quería ver sufrir a su maestro. No quería...

- ¿Que Paso? – insistió de nuevo – ¿por que no quieres decírmelo? – Kyo se volvió hacía Shingo que aún le daba la espalda, paseó con timidez la palma de su mano a modo de caricia. Sintió como bajo sus dedos la suave piel se erizaba y sintió un leve temblor en la espalda de su alumno. En otra momento eso se hubiese prestado para gastarle una buena broma al Yabuki, sin embargo en ese momento, se sentía melancólico y necesitaba con urgencia saber la verdad.

- No le gustará saberlo Kusanagi-san – gimoteó despacio y sintiendo aún la mano recorrer su espalda, era algo incomodo pero no dijo nada.

- Quiero saber la verdad – replicó deteniéndose – Onegai {por favor} – Shingo se estremeció aún mas y sin poderlo ocultar por mas tiempo se lo dijo.

- Yuki esta saliendo con otro chico – dijo sin titubear – comenzó a salir con él a los pocos meses de usted haber desaparecido – guardó silencio, esperando algún movimiento de su maestro sin embargo no percibió nada. Continuo – Es un chico... de la escuela... es Takehito...¿lo recuerda? –

- Si – dijo por fin Kyo retirando su mano de la espalda – Bueno... era de esperarse... – Kyo parecía no poder hablar libremente – no... esperaba que... me esperara... todo este tiempo... –

Kyo guardó silencio, un silencio que se tornó incomodo. Shingo no supo que hacer o que decir. Solo sentía una rabia inconmensurable por la Kushinada. ¿cómo había podido hacerle eso a su maestro? Como si Kyo la quería tanto?

Lo recordaba como si hubiese sido tan solo ayer...

Regresaba de la Universidad, eran un poco mas de las 5 de la tarde, tenía mucha hambre pues acababa de entrenar con el equipo de Basketball, caminaba por el andén y fue cuando decidió acortar el camino atravesando el parque.

Entro en el pequeño bosquecito atravesando pequeños arbustos con algo de dificultad, si quería llegar mas rápido a su casa debía atravesar ese sendero inhóspito y que pocas personas conocían. Bordeó un árbol no muy grande cuando se detuvo en seco, escucho voces. Voces conocidas.

Se escondió tras los arbustos y se asomó tímidamente y lo que vio fue algo que lo dejó demasiado impactado; Yuki Kushinada estaba recostada en el césped y Takehito sobre ella, besándola con pasión. Shingo observó la escena incrédulo, hacía tan solo unos días desde que Kyo había desaparecido y la joven permitía a su compañero acariciarla de esa manera, vio con total asombro como Takehito resbalaba su boca por su cuello hasta sus senos y comenzaba a besarlos por encima del sostén, notó los pezones endurecerse ante el contacto, inclusive alcanzó a escuchar un gemido ahogado cuando el joven introdujo sus dedos por debajo de su falda y jugueteaba con ellos en su parte mas intima.

Shingo empuño sus manos con fuerza, no sabía porque pero de repente sentía un torrente de escozor en su cuerpo, continuó allí observando sin saber como reaccionar ante semejante situación y fue cuando escucho la voz de Takehito decir entre jadeos "Mmmm... ¿y si regresa Kusanagi?" Yuki lo besó con pasión y se desabrochó el sostén para que su pareja pudiese acariciarla mas libremente. "No importa... no será problema seguir ocultándolo como hemos hecho hasta ahora ¿no crees?"

Shingo simplemente no podía creer lo que escuchaba. ¿lo había engañado todo este tiempo? ¿Nunca lo quiso? Y Kyo que se había arriesgado de esa forma por ella, peleando contra Orochi, odiando todo aquello y aun asi lo hizo, sólo por ella, por que la amaba... ¿y le pagaba de esta manera?

La rabia se apoderó del joven alumno, no sabía porque pero esa actitud de Yuki le había dolido en lo mas profundo de su corazón, como si lo hubiesen engañado así mismo. No supo como ni con que fuerza de voluntad lo hizo, sin embargo había salido de su escondite de un salto enérgico sorprendiendo a los jóvenes.

"¿Y..a...abuki-kun?!!" chilló Yuki incrédula y de inmediato se cubrió el pecho desnudo con sus manos enrojeciéndose, Takehito miró a Shingo no menos sorprendido pero de inmediato su semblante cambio de sorpresa a enojo.

"¿Qué haces aquí?" preguntó altaneramente "¿nos estabas espiando?" Shingo frunció el ceño mas que ofendido.

"Pensé que respetaban a Kusanagi-san..." comenzó el alumno empuñando sus manos con rabia contenida "pensé que eran ciertas sus palabras de aprecio!!!" Yuki lo miró incrédula.

" ¿A que te refieres? Kyo... Kyo esta... perdi... "

"Eso no te da derecho a traicionarlo!" le cortó de golpe, Takehito se puso de pie, era un joven de cabellos rubios ondulados y ligeros mechones le caían sobre la frente, sus ojos eran profundamente verdes, ciertamente un joven atractivo aunque algo patán a veces.

- ¿Y que? Yuki hace lo que quiera y CON quien quiera Yabuki... el que no tiene derecho de reclamar NADA eres tú! – Shingo lo miró con desprecio, Takehito no era el mejor amigo de Kyo, sin embargo se llevaban bien, de todas maneras era una traición a la confianza que el les había dado ¿no?

- Pues... si – aclaró Shingo suspirando – no vale la pena perder el tiempo con gente como ustedes...- y con esto reanudó su camino.

- ¿Qué dijiste idiota? – se quejó Takehito, pero Shingo no detuvo su avance, Mientras se alejaba logró escuchar la voz de Yuki decir en voz no muy baja.

- Déjalo mi amor, solo esta respirando por la herida – Shingo no pudo evitar escuchar el comentario que no paró ahí – Es el único idiota que creé que Kyo regresará –

Había dolido de verdad, sintió que quería llorar, regresó a su casa corriendo, deseando olvidar lo que había visto y las palabras que había escuchado. Sin embargo no sólo el hecho de haber visto a Yuki con Takhito lo tenía inquieto, había algo mas que no le dejaba tranquilo... esa sensación en el estómago...

¿Por qué sentía eso? Al que habían engañado era a su maestro NO a él... ¿por qué se sentía tan mal? ¿por qué?

- Desde un principio lo sospeché – escuchó de nuevo la cálida voz de Kyo y regresó a la realidad – Takehito... siempre estuvo... interesado en ella – Shingo miraba con atención a su maestro, su rostro tenía una expresión de melancolía irrefutable, pareciese que le costara hablar de ese tema y Shingo sintió como si su maestro le estuviese confesando algo muy profundo de su corazón. De alguna manera se sintió orgulloso de saber que Kyo Kusanagi, le tenía confianza, no sólo como la relación impersonal de Maestro/Alumno de la que siempre había sido participe, si no que también de algo mucho mas sincero... una amistad.

- Siempre la amé ciegamente... siempre fui un estúpido... pero... no podía evitarlo... no podía... – La voz de Kyo pareció colapsar en un gemido que quebró el silencio, un gemido que hizo estremecer hasta el mas ínfimo nervio de Shingo. – Supongo que... desde hacía mucho antes que yo, a ella le gustaba... supongo que debe haber visto algo mejor en él... – Kyo calló de repente y se cuestionó mentalmente "¿Por qué le cuento todo esto a Shingo?" giró el rostro y su mirada se encontró con los ojos vidriosos de su alumno mirándolo atentamente.

De alguna manera Shingo le inspiraba confianza, no sabia porque, pero sentía que podía hablar de cosas de su interior con él y no pasaría nada, que lo entendería como un buen amigo... como alguna vez fue Benimaru...

- No – negó el joven alumno con la cabeza lentamente mientras se sentaba en el borde de la cama – Takehito no es mejor que usted... es sólo que Yuki... lo prefirió... pero es sólo lo que piensa ella... Kusanagi-san... para mi... usted... - ¿Por qué de repente se sentía tan nervioso?

- Ya...- respondió el otro – no intentes consolarme... – y Shingo guardó silencio, pero esta vez no fue por acatar la orden de su maestro, esta vez fue porque simplemente las palabras no querían fluir en su garganta...

+ // +

Necesitaba verlo. Él tenía algo que le pertenecía ahora, pero que nunca había deseado. Necesitaba aclarar sus dudas, necesitaba... Demonios! No sabía ni que quería realmente! Su vida era tan vacía como sus propias reflexiones y el fuego... ese fuego maldito que odiaba tanto como a su vida. En otras circunstancias sería diferente, sería talvez un chico normal, que asistiera todos los días a la escuela, con un proyecto de vida hacendoso, con una bella chica a su lado que le hiciese cariños cuando el mas lo necesitaba, sin embargo todo eso no podía ser ni sería nunca, si no podía dejar atrás su pasado...

Si no podía abandonar ese fuego. No sería libre.

Por otro lado ese fuego también le daba una identidad. Sin ese fuego no sería el nuevo King of Fighters, sin ese fuego no sería poderoso... ¿pero para que ese poder si no podía ser feliz? ¿Para que ese poder si ese fuego ni siquiera era suyo?

El joven de cabellos plateados y de tez morena suspiró perezosamente mientras se levantaba de la cama. Esos eran días relativamente pacíficos, pero un nuevo KOF se acercaba y en cierta forma le preocupaba el hecho de que NESTS hubiese dejado escapar a Kyo.

- Kusanagi Kyo – susurró K' pensativo, talvez el podría darle respuestas o talvez lo que buscaba estaba en el nuevo KOF, miró con soslayo la invitación al torneo que aún yacía sobre la mesa, estaba arrugada y aun permanecía ahí desde hacía varias semanas. Decidió entrar sólo porque quería aclarar su maldito pasado y quería dejar de depender de una maldita vez de ese denigrante guante que debía usar para controlar... ese fuego Kusanagi.

De repente un ruido le hizo girar de improvisto, vio los cabellos castaños agitarse mojados y caer a los costados de su cara redondeada y fina.

- buenos días – dijo la joven dulcemente – pensé que dormirías hasta morir! – K' sonrió imperceptiblemente, se sentía extraño vivir con su hermana. Whip no era muy conversadora y a veces ninguno de los dos se percataba de que el otro se encontraba en la misma habitación, sin embargo habían acordado alquilar ese pequeño departamento y vivir ahí juntos, ya que no tenían mas familia a quien acudir. 

Hacia menos de un año que vivían juntos. Whip seguía trabajando junto al Hikari Team en las misiones que Heidern asignaba, a veces llegaba tarde en las noches pero eso no importaba mucho, pues K' no solía dormir mucho tampoco, su vida era mas nocturna que diurna y con frecuencia se iba a tomar cerveza con Máxima.

- Arréglate y vístete bien – comentó Whip tirando de las sabanas para hacer levantar al moreno de una buena vez.

- ¿Por qué habría de hacerlo? – se quejó con un dejo de pereza en sus adormilados ojos, fijándose en el reloj, -son las 11 de la mañana es temprano aún – agregó tallándose los ojos con las manos.

- Tenemos visita – dijo ella.

- ¿Visita? – gimoteó él, en otras circunstancias hubiese respondido "no me importa" pero ahora convivía con una persona y aunque no le gustase aceptarlo, quería a su hermana y no le gustaba hacerla enojar. Era lo único que realmente tenía. Su único recuerdo no implantado de su propio pasado.

- Así es – dijo ella sonriendo – es mi superiora Leona – agregó en tono anhelante. –

K' caminó hacía la puerta de la habitación como si realmente no le importara y se metió al baño, afuera sólo se escuchó una leve risita Whip.

O___o'''

El almuerzo estaba casi listo, eran la una de la tarde y el calor había aumentado considerablemente, la sopa de guineo bullía en la olla de aluminio, al lado de carne asada con salsa de soya y con un poco de guiso a base de tomate y cebolla. No era el mejor cocinero, pero por lo menos hacía el intento de preparar algo que se pudiese comer sin sufrir algún problema se salud.

Shingo accedió a dejar que su maestro cocinara, por alguna razón quiso hacerlo y la verdad ese valiosos tiempo lo podía invertir en estudiar un poco mas de lógica matemática que tanto se le dificultaba a veces.

Una vez la comida estuvo servida en la mesa y después de dar gracias, los dos jóvenes comenzaron a comer ávidamente, el aroma del guineo era exquisito y su sabor era mucho mejor, la carne había quedado blanda y con una sazón perfecta.

- mmm... delicioso – musitó Shingo saboreando cada cucharada de sopa con deleite – ha mejorado usted bastante – Kyo sonrió

- Es que tengo un buen maestro – respondió mientras le guiñaba un ojo pícaramente, Shingo sonrió también.

Al cabo de 20 minutos terminaron de comer y bebieron un refrescante jugo de tamarindo, Shingo se dispuso a irse, se levanto de la mesa y llevó los platos a la cocina no sin antes dar las gracias. Se dirigió al baño para lavar sus dientes, intentó en vano peinarse un poco los desordenados cabellos y finalmente tomó su maletín lleno de libros de Física y cuadernos.

Cuando regresó a la sala preparado para salir, notó que Kusanagi también se hallaba vestido y arreglado, como si fuese a salir. Se sintió algo contrariado, pero comprendió que Kyo quería ir con él. Era peligroso si, sin embargo sería muy grato dar un paseo con su maestro, además debía aburrirse mucho sólo la mayor parte del día, ahora que habían cancelado la cuenta de Internet y no podían acceder a él libremente.

Salieron ambos de la casa, Shingo llevaba una camiseta de franela azul claro de cuello en V, unos jeans negros de costuras blancas y unos tenis blancos con negro y azul. En su espalda llevaba un morral negro, rayado con corrector con diferentes escritos que Kyo aún no se daba a la tarea de descifrarlos. Por otro lado Kyo tenía una camiseta blanca sin mangas con una lagartija dibujada en ella, con pantalones de pana grises oscuro y botas negras. Caminaron las 7 cuadras que los separaban de la Universidad a la cual asistía Shingo ahora, la Universidad Tecnológica de Osaka. 

- ¿Por qué decidió venir Kusanagi-san? – preguntó de repente cuando ya llegaban a la Institución.

- Me aburro a veces – respondió el otro. Pero Shingo notó algo mas en sus ojos, pero no dijo nada. Finalmente estaban adentro, la Universidad era grande y espaciosa, tenía vastos campos verdes donde se podían practicar varios deportes y un jardín botánico en la parte trasera donde se podía ir a descansar de vez en cuando a la fresca sombra de un gran árbol.

A Kyo ese ambiente le recordaba sus días de escuela; la escuela donde asistía era también grande y espaciosa y solía ir a un pequeño bosquecillo atrás del patio central para descansar de vez en cuando. Muchas veces entrenó a Shingo en ese bosquecito y pasó las tardes charlando cosas mundanas con él. También recordó los besos que le dio a Yuki bajo la sombra del gran sauce llorón que había en toda una esquina.

"Esos besos"... recordó con tristeza, aquellos besos que creyó sinceros, aquellos abrazos que dio mas por necesidad que por otra cosa...

Por esa época era un niñito presuntuoso apenas y se refugiaba en Yuki cada que se sentía mal por los encuentros con Yagami, nunca estuvo de acuerdo con su destino, pero el saber que lo compartía con la Kushinada le hacía sentir que no estaba solo.

- Se va aburrir aquí también – comentó Shingo - ¿qué hará mientras estoy en clase? – Kyo pareció pensarlo unos instantes.

- Caminaré por ahí – respondió con una sonrisa. El alumno le hizo una venia de despedida y entro a su salón, no sin antes indicarle la hora en la que terminaba la clase para regresar juntos a casa.

***

- ¿Qué ya se recuperó? – preguntó sorprendido.

- Así es, según la computadora, Kusanagi ya no se encuentra en el registro del la Clínica Toriyama – respondió el otro pasándose una mano por el sedoso cabello negro que caía rebelde sobre sus ojos.

- Es un pez bastante esquivo ¿ne? – comentó sacando de su bolsillo un cigarrillo y poniéndoselo en sus labios - ¿dónde está ahora? –

- pues... no lo se – Kenichi sonrió con desinterés – como tú lo haz dicho, es un pez bastante esquivo Soren, le he perdido el rastro, pero al parecer una persona le acompaña –

- ¿algún conocido quizás? – preguntó de nuevo Soren encendiendo su cigarrillo.

- parece que si, Yabuki Shingo – Kenichi digitó algo en su computadora y un sin fin de códigos comenzaron a aparecer al cabo de unos instantes en la pantalla apareció una fotografía de un Shingo sonriente y con su habitual traje de pelea. Soren alzó una ceja sin mostrarse muy interesado – Yabuki Shingo – repitió – tiene 19 años, es el alumno de Kusanagi –

- ¿alumno? ¿Ese tiene alumno? – Soren rió con ganas.

- así es, según esto, se conocieron en 1996 – El alto joven de ojos dorados se rascó la cabeza pensativo y luego pareció recordar algo.

- ¡ah pues claro! – exclamó con una sonrisa de satisfacción, Kenichi alejó sus ojos de la PC y miró a su compañero – ahora lo recuerdo, estaba en el torneo cuando el señor Orochi tomó el cuerpo de él hakeshuu Suizo...¿dónde vive? –

- déjame ver... – Kenichi volvió a digitar mas códigos y a los pocos minutos halló la respuesta – no muy lejos de aquí, al norte de la ciudad... ¿en que piensas Soren? –

Soren sonrió nuevamente y exhaló una bocanada de humo, sus ojos dorados fijos en los fríos grises de Kenichi.

- Le haré una pequeña visita –

x x Continuara x x

Notas de Helsic:

+ A finales de la KOF 99, SNK deja entrever que Whip y K' son hermanos, al morir Krisalid {que creía ser hermano de Whip} esta le dice que ella no es su hermana y que sus recuerdos son implantados. Como se dice que Krisalid es un Clon de K', entonces al parecer Whip es la hermana legítima de este. Realmente esta parte de la historia me tiene sin cuidado ^^', sin embargo en este fic K' y Whip serán hermanos y vivirán juntos XD {SNK al parecer no les puso una vida jojo}

+ la "Lagartija" de la camisa de Kyo es... una iconografía de un buen amigo mío ^_~ al que llamamos "Kusanagi" y que entre otras cosas es el Koibito de Astrea ^x^''

x x Continuara x x

x x x

Todos los personajes pertenecen a SNK

"Rebirth" y Los personajes originales que aparecen allí pertenecen a

Cualquier comentario o pregunta, por favor diríjase a kensou_no_miko@yahoo.com

*12 de agosto del 2002*


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