Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Murphy por Arekusa

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Advertencia: Lemon

 

Murphy

.

Capítulo 2

.

– Uhmp – un sonido seco salió de la garganta  Naruto al sentir el aliento del moreno sobre su miembro.

Tan solo segundo antes habían estado besandose tranquilamente en su sala y de pronto la situación se había subido de tono; no se quejaba de eso, sin embargo debía admitir que era vergonzoso ser el único sin pantalón. Doblemente vergonzoso si le sumaba que Sasuke estaba observando su miembro de cerca, casi inspeccionándolo.

Su corazón latía a tope, al igual que su sexo, que lo sentía doler. Si bien el Uchiha aún no había hecho ningún movimiento, la cercanía de su rostro en combinación con su nula experiencia en lo que sexo oral se refería, lo había excitado de sobremanera. Si eso seguía así se iba a correr antes que lo tocaran, no tenía duda de ello.

– E-espera – titubeó el rubio dudoso de lo que iba a decirle, posando su mano sobre la frente de su novio – mejor démoslo ahí por hoy.

Quería seguir, definitivamente quería que se lo hiciera, pero estaba demasiado excitado como para continuar y durar un tiempo prudente.

– ¡Ah! – gimió fuerte sintiendo la lengua de Sasuke pasar por su sexo.

Contrajo sus muslos de placer al sentirlo repetir el movimiento. Esa lengua áspera pasaba por toda su longitud, humedeciéndolo por completo y jugando descaradamente con su punta.

Autocontrol Naruto, ¡AUTOCONTROL!

Se repetía en su cabeza con los ojos cerrados. En lo posible, quería evitar verlo.

Piensa cosas feas.

Valido solo para erecciones matutinas.

¡Demonios! Su única salida no funcionaba con estímulos reales.  Sujeto fuerte la orilla del sofá en el que estaba sentado, tenía que dejar de concretarse en lo que sucedía ahí abajo o se vendría en cualquier momento. ¿Pero en qué? Por más que pensara lo que fuera, sus sentidos terminaban trayéndolo de vuelta.

La calidez de su boca, la humedad, su lengua moviéndose alrededor suyo... ¡Era imposible contenerse más!

Colocó gentilmente una mano sobre la nuca de Sasuke y así poder penetrar a profundidad su boca. Si no podía luchar contra lo inminente, se dejaría llevar. Oyó un quejido seco salir de su garganta, pero no se detuvo, ya era muy tarde para eso. Embistió el delicado rostro que tenía enfrente, golpeado su garganta con la punta hasta que finalmente sintió su cuerpo entero contraerse.  Tiro su cuello hacia atrás y arqueo su espalda, dejando salir todo de él.

– Lo- lo siento – se disculpó de inmediato, soltando los cabellos negros.

Sasuke se puso de pie y lo besó sujetando su barbilla. Su lengua rápidamente entró a la cavidad del rubio depositando aquel liquido blanquecino.

– ¡Ajj! – Se quejó escupiendo en el suelo– ¡Qué asco Sasuke!

– A ver si la próxima me sueltas – cogió una toallita de papel y la pasó por su lengua.

Una falsa creencia que se tiene de los gays es que todos aman chupar penes y si bien los hay, este no era el caso de Sasuke. El moreno odiaba hacerlo y peor si le terminaban en la boca, solo lo hacía cuando iba a recibir algo a cambio y ahora había llegado su turno sentir placer.

Aun sin terminar de limpiarse, posiciono sus piernas debajo de las del rubio, incitándolo a que elevara ligeramente la pelvis y dejándolo en una posición algo incomoda.

– Espera… ¿qué haces? – Susurro extrañado de sentirlo tocar su trasero– ¡Sasuke! – Gritó pateándolo y tratando de ver donde había tocado –  ¿Qué crees que haces? ¡Eso dolió!

– ¡También dolió tu patada! – se quejó el Uchiha incorporándose del suelo.

– ¡Entonces no metas tus dedos donde no los necesitan! – Exclamó volviéndose a subir el pantalón – ¿Que te hace pensar que voy a dejar que me la metas?

Tenía razón, hasta ahora no habían tocado el tema del sexo y eso incluía la posición que asumiría cada uno. Pero él siempre era el activo y eso no iba a cambiar, Naruto iba a tener que hacerse a la idea. Quería hacérselo, quería sentir su interior, tenerlo estremeciéndose debajo de él. Iba a convencerlo a como diera lugar.

Gateó hasta donde estaba el rubio sentado y saco nuevamente su miembro del pantalón, acariciándolo para que se ponga duro nuevamente.

– Te gusto que use mi boca ¿Verdad? – El rubio asintió, sintiendo los efectos de sus caricias – puedo hacerlo las veces que quieras – susurró besando su base – solo tienes que darme a cambio…

– ¡No! Yo no voy a ser el pasivo – replicó empujando su frente – además a mí todavía me gustan las mujeres – refunfuño y Sasuke lo fulminó con la mirada – Lo siento – se disculpó rápidamente, riendo nervioso – ¡Lo tengo! Decidámoslo por piedra, papel o tijera, dos de tres.

– No – respondió de inmediato, no dejaría el futuro de su trasero a la suerte.

– ¿Porque no? ¿Acaso tienes miedo? – El moreno no respondió – miedocito – empezó a molestarlo con voz infantil – ¿El bebe Uchiha tiene miedo que le gane?

Sasuke sobó su frente irritado. No iba a aceptar por sus juegos infantiles, sino porque sabía de la muy mala suerte de Naruto en ese juego; por eso quería dos de tres, así que si solo jugaban a una roda había gran posibilidad de él para ganar y si perdía se podía negar a hacerlo, en cambio el rubio (siempre fiel a su palabra) cumpliría con todo lo acordado.

Sonrió maliciosamente.

– Una de una – habló el moreno extendiendo su puño – pero si yo gano, vas a hacer todo lo que yo te pida.

Naruto dudó un momento, temeroso de las demandas que haría si perdía. Sacudió su cabeza. Era Naruto Uzumaki, él no le tenía miedo a nada, a parte si ganaba iba a ser una gran victoria en su eterna rivalidad.

 Ya estaba decidido.

– Bien – chocó su puño con el del moreno – ¡Piedra, papel o tijera! – dijeron ambos al unísono.

Sasuke: Piedra.

Naruto: Papel.

– ¡SI!

¡Mierda!

La ley de Murphy jugaba una vez más en su contra.

.

.

– Traías lubricante en tu mochila con la esperanza de usarlo en mí ¿no? – dijo divertido el rubio, moviendo el dedo que tenía dentro de Sasuke.

– ¡Cállate! –  Gruñó mordiendo la almohada debajo de él.

Sí, se suponía que se iba a negar a hacerlo si perdía, pero cuando Naruto le hizo sexo oral todas sus intenciones se fueron al tacho y ahora se encontraba boca abajo en su cama, con el trasero levantado y lo que era peor, con ‘‘algo’’ dentro suyo. 

– ¿Duele? – preguntó introduciendo otro dedo.

Sasuke le lanzó una mirada asesina. Se sentía extraño de estar en esa posición tan reveladora como para que le pregunte por cada cosa, pero lo más molesto de todo era que, salvo una leve incomodidad, no sentía dolor ¡Mierda! Odiaba admitir que el rubio sabía lo que hacía. Volvió a morder la almohada al sentir los dientes de Naruto seguido de sus labios sobre una de sus nalgas a la vez que sus dedos se movían dentro de él chapoteando. Apoyó sus codos en la cama y se alzó levemente tratando de recuperar su postura y pudo observar su pene totalmente erecto goteando, apretó las sabanas con ambas manos, aquello era humillante.

– Voy a meterlo – dijo el rubio volteándolo – ya no aguanto más – cogió la almohada que segundos antes había mordido Sasuke  y la colocó doblada debajo de él, elevando su cadera.

– Espera…espera…todavía no estoy listo – hablaba tratando de quitarlo de su encima  y aplazar más el momento, pero el rubio lo empujó de nuevo sobre la cama – no… espera… ¡Ahh! – gimieron ambos al sentirse unidos.

– ¿Como que no estabas listo? Si entró de una.

El Uchiha  ladeo su rostro avergonzado y Naruto sonrió divertido. Aunque entendía lo bochornoso que era eso para Sasuke - él se hubiera sentido igual si estuviera en su lugar- no podía negar que verlo molesto y refunfuñando debajo suyo era excitante. Decidió divertirse un poco en tanto el moreno se acostumbraba a él en su interior y empezó a besar sus pezones, tal y como lo había hecho el otro antes. Automáticamente Sasuke soltó un largo suspiro y tiró sus hombros hacia atrás, pero no hizo nada por detenerlo y él continúo succionando uno y pellizcando el otro. Como un acto reflejo, cada vez que el moreno arqueaba su espalda apretaba su interior y con eso, al miembro del rubio, que ya no aguantaba más y salió lento de su interior para entrar otra vez.

Cuando acepto salir con Sasuke nunca imagino que llegarían tan lejos y aunque lo había pensado un par de veces inmediatamente se había retractado, pero ¡Dios! Aquello se sentía increíble. Aun cuando sus movimientos eran lentos, cada vez que salía un poco su interior lo succionaba de vuelta, como si no quisiera separarse. Se apoyó en sus brazos observando al Uchiha, pero su rostro permanecía inmutable.

Aquello era horrible para el moreno, lo peor del mundo, tener algo dentro de ti cuando siempre eras quien metía ese algo ¡Arg! Encontraba molesto la facilidad con la que esa cosa había entrado en él y no solo eso, sino la sensación que le provocaba. No era dolor ni tampoco placer; era incomodo, todo su interior se retorcía ante las penetraciones del rubio, podía sentir sus entrañas siendo empujadas por el miembro del otro y le desagradaba, eso no se sentía bien para nada.

El rubio continúo penetrándolo, aumentando de rato en rato la velocidad y luego disminuyéndola, con pequeños movimientos circulares. El calor de su boca había sido genial, sin embargo lo que sentía ahora dentro de él era indescriptible. Ya no era solo el hecho de que lo succionara, sino también lo apretaba tanto que dolía y por extraño que fuera era increíblemente delicioso. Sintió como sus extremidades se adormecía y una corriente eléctrica lo recorrió entero. Gimió fuerte sintiendo que se venía, pero no se corrió, tuvo un orgasmo seco.

Se detuvo recuperando su respiración mientras Sasuke lo veía confuso de lo que acababa de suceder. Naruto tampoco lo entendía, no había eyaculado, ni si quiera había ido lo suficientemente rápido, pero la sensación había sido inigualable. Besó al moreno en los labios antes de reanudar las penetraciones.

Había dormido con mujeres antes, sin embargo estaba teniendo tantas sensaciones nuevas con el Uchiha y no sabía bien si esa diferencia se debía al hecho de que uno era sexo vaginal y otro anal o simplemente a que se trataba de Sasuke. Cerró sus ojos con fuerza regañándose, continuamente venia comparando su relación actual con anteriores que había tenido con mujeres y no le parecía justo para ambos. Cogió su pene y empezó a masturbarlo, inmediatamente el moreno volteó su rostro mordiendo su labio inferior.

– No desvíes la mirada – sujeto la barbilla del Uchiha, obligandolo a verlo– quiero ver tu rostro sintiéndolo.

Ahora que lo tenía de frente,  podía ver todas sus expresiones, como se forzaba a no dejar salir su voz aun cuando él aumentaba la velocidad de su mano. Se había repetido miles de veces que no era gay, que aún le gustaban las mujeres, pero sus gemidos lo excitaban de sobremanera. Cuando le hizo sexo oral fueron sus gemidos que lograron que tuviera una erección otra vez y ahora quería volver a oírlos.

– Sabes, no tienes que aguantar tus gemidos.

– Quien… quiere gemir – hablaba con voz entrecortada –…Si no…siento nada.

– ¿Seguro? – Preguntó sarcástico Naruto penetrándolo con mayor profundidad.

¿Gemir? Sí claro, él no quería gemir, de ninguna manera lo haría si no estaba sintiendo nada, solo algo que entraba y salía, nada más que eso, no había forma que ese usurukantochi lo estuviera haciendo tan bien ¡Mierda! De hecho aquello era mejor que solo meterla, mil veces mejor. Sentirlo entrar en el mientras lo tocaba por adelante. Todas sus entrañas se retorcían de placer en su interior, podía sentirlo empujar su vientre. Delicioso, increíble, asombroso, no encontraba la palabra exacta para describir lo que sentía, sin embargo no iba a gemir, no podía dejarle saber que aquello se sentía así de bien.

Cuando se admitió a si mismo su homosexualidad, nunca se le cruzó por la cabeza ser el pasivo. Ser quien ‘‘lo metía’’ le daba cierto dominio de la situación y él detestaba que lo dominaran. Que alguien lo tengo debajo suyo a su total merced, haciéndolo morder la almohada, era inconcebible, por eso no se podía dejar llevar por el placer incluso si quien se lo proporcionaba era Naruto. Es más, el hecho que fuera el rubio empeoraba todo. Su eterno rival. Se repetiría las veces que fueran necesarias que eso no se sentía bien, antes muerto que admitirlo, sería su humillación total.

– Uhmp – calló un gemido apretando sus labios –…Ahí no– murmuró Sasuke empujando ligeramente al rubio.

– ¿Aquí? – repitió la estocada, dándole al mismo lugar.

– Uhmp – volvió a callarse, esta vez mordiendo su mano.

Naruto sonrió divertido observando como el Uchiha hacía de todo por contenerse. Sabía que lo estaba disfrutando tanto o más que él y ahora que había encontrado su punto exacto no iba a perder la oportunidad de hacerlo gemir y retorcerse de placer. Sujeto la mano que mordía el moreno y la beso sobre la huella de sus dientes, en tanto seguía  embistiéndolo con fuerza en el mismo lugar una y otra vez,  aumentando también la fricción de su mano sobre el miembro de Sasuke, quien solo se aferraba a la espalda del rubio clavando sus uñas.

–Te…digo que…ahí no

– ¿Porque? Si te gusta, mira como estas aquí adelante – lo hizo tocar su miembro sintiéndolo viscoso – Deberías ser más honesto.

– ¡No me gusta! – Gritó, aunque más parecía un gemido – Ah…para…para….Ahh – gimió fuerte finalmente sin poder aguantarlo más.

El semen del Uchiha salió disparado sobre su propio pecho y el rostro de ambos. Sus ojos estaban húmedos y su pecho acelerado, nunca había tenido un orgasmo tan fuerte en su vida, se había sentido tan bien que aún se contraía su cuerpo por los espasmos.

Naruto  lamió todo aquel líquido blanquecino que había caído en el pecho del Uchiha y su rostro, limpiándolo, para luego sujetarlo de la barbilla con fuerza y besarlo.

– ¡Qué asco! – exclamó el moreno zafándose del agarre y limpiando su lengua.

– Me la debías – lo tomó del brazo y le dio la vuelta sin salir de él.

– ¿Qué estás haciendo? – Preguntó dudoso – yo ya me vine, no quiero más.

El rubio no respondió, solo volvió a penetrarlo. El aún no se había corrido y no iba a parar por capricho de su amado. Lo tomó de ambos brazo y tiró de él hacia atrás, entrando de lleno y chocando con fuerza entre ellos.

– ¡Ah! – gimieron ambos.

Continúo repitiendo las embestidas sin oír los reclamos de Sasuke. El interior del moreno aún se contraía como reflejo del orgasmo pasado, aumentado la presión sobre su pene. El sonido de sus cuerpos chocando junto al chapoteo del lubricante que salía de su interior era demasiado erótico. El ojiazul empezó a sentir nuevamente pequeños ráfagas de placer, sus dedos se adormecían y contraían apretando lo que tenían a mano. Soltó los brazos del Uchiha y se aferró a su cintura.

– Alto –jadeó Sasuke, sintiendo como aumentaba la velocidad –… ya para.

No negaba que seguía sintiendo placer, sin embargo luego de tener un orgasmo todo su interior se había vuelto más apretado y las estocadas bruscas del rubio dolían. Podía entender lo que sentía, él también lo había hecho antes, esos minutos finales eran los mejores.

Naruto gimió fuerte sintiendo las ráfagas de placer intensificarse y aumentó la fuerza dentro de él, sintiendo sus testículos golpear sus glúteos. Sasuke solo jadeaba en una mezcla de dolor y placer. Una corriente eléctrica volvió a recorrer su cuerpo antes de venirse dentro del Uchiha, dejándose caer carente de fuerzas sobre su pálida espalda y la besó.

– Quítate– movió su hombro y Naruto se echó a su lado, abrazándolo– si te digo que pares, para, me duele todo.

– Lo siento – besó el hombro del moreno – me apretabas tanto que no pude contenerme.

Sasuke se avergonzó ante lo dicho y volteó su rostro hacia el lado opuesto del rubio. Quería pararse e irse, pero sus piernas no tenían fuerza y su trasero dolía.

.

.

Abrió sus ojos y sintió algo pesado sobre él. Era el brazo del rubio que lo tenía por la cintura tras suyo. Giró sobre sí mismo para quedar frente a él, sus parpados con esas largas pestañas cubrían sus ojos azules todavía. Había pasado una semana desde su primera vez y aunque el resultado no había sido el que él hubiera querido, ya no se sentía incomodo por ello. Encontraba increíble como su cuerpo se había acostumbrado tan bien al de Naruto. Aún era brusco y casi siempre amanecía con el cuerpo molido, sin embargo no le importaba, porque inmediatamente después de terminar el rubio no tenía más que abrazos y besos para él y, aunque se hiciera el frio, le encantaba que fuera así. Se abrazó al pecho desnudo de su novio sintiéndolo pegajoso.

Muy al contrario de lo que creía antes, no se sentí tan mal ser el pasivo. A pesar que todavía le daba vergüenza el tener que ‘‘prepararse’’ y la incomodidad que venía después de que el rubio eyaculara dentro, el placer era inigualable- aunque nunca se lo iba a admitir-.  Prueba de ello era que había permanecido en su casa toda esa semana. Una semana de lujuria, literal. Había dicho en casa que estaba ayudando a Naruto con algunas materias para dejar tranquilos a sus padres y ellos innegablemente le creyeron. El único en no comerse ese cuento había sido Itachi, el mayor conocía muy bien a su hermano y si de algo carecía, era amabilidad por el resto y menos con Naruto, su eterno rival.

Igual e Itachi no vivía con ellos, así que no tenia de que preocuparse por sus opiniones.

– Uhm –gruñó el rubio estirándose en su sitio – ¿Ya estas despierto? ¿Qué hora es?

–  Quince para las diez.

– ¡Mierda! – vociferó poniendo se dé pie de un salto – mi clase empieza a las 10.

.

.

– ¡Arg! – Renegó Naruto en la puerta de su salón.

Una vez más había llegado tarde. Ya estaba con el límite de tardanzas al tope en ese curso y ahora lo había perdido. Rascó su nuca con molestia. El que Sasuke pasara toda esa semana en su casa había entorpecido sus planes de estudio y ni que decir de su pereza en las mañanas. El moreno solo se quedaba ahí con  un motivo en mente: Tener sexo; y luego de hacerlo toda la noche era lógico que al día siguiente se le pegaran las sabanas-y Sasuke también-. Se había quejado tanto de que no sentía placer ni nada y al final era el primero en querer hacerlo.

Suspiro resignado, solo quedaba volver a casa.

– Na-Naruto.

– Hinata – murmuró al ver a la muchacha – ¿También llegas tarde?

– S-si – tartamudeó la Hyuga sin mirarlo a los ojos.

– Es raro verte tarde, tú siempre tan responsable y puntual – le sonrió amigable a la morena y dio la vuelta para irse – Nos vemos.

– ¡Espera! – gritó dejando sorprendido al rubio, quien volteo preocupado de que algo le hubiera pasado. – En ve-verdad yo no llegue tarde – tragó saliva – y-o estaba esperándote acá afuera.

– ¿A mí?

– Sí, ve-veras – hizo una pausa, fijando los ojos en sus dedos que jugaban entre si – Yo…Naruto…T-u…Tú me gustas – soltó finalmente – siempre he estado observándote.

El rubio la miró entre confundido y con sorpresa… ¿Había dicho que le gustaba? ¿Estaba oyendo bien?

– Hinata…

– S-sé que esto es repentino y n-no nos conocemos mucho, pero si pudiéramos conversar más mientras lo piensas – interrumpió mirándolo a los ojos e inmediatamente agachó su rostro, sintiendo que estos se llenaban de agua – solo t-te pido una oportunidad de conocernos, por favor.

El rubio seguía observándola atónito. Siempre había estado con su mente absorta en Sakura y no se había puesto a mirar a otras chicas de su alrededor, Hinata era un claro ejemplo. La Hyuga era bonita, hasta más que Sakura.

– Está bien – respondió en voz baja, algo inseguro.

Hinata alzó la cabeza mirándolo fijamente otra vez y le sonrió en señal de agradecimiento.  Esa respuesta era suficiente para ella, era más de lo que había esperado. Que si quiera la considerara era un buena señal.

– Y-yo…debo entrar al salón ya, nos vemos Na-naruto.

El rubio se quedó ahí parado, viendo como la morena entraba a clases

¿En verdad le gustaba a Hinata? Nunca había pensado en ella como algo más que una amiga, o solo una compañera de clases. La joven era tímida y siempre que hablaba con el tartamudeaba o se escondía detrás de sus amigos, por lo que siempre la vio como alguien frágil a quien otros debían cuidar. Aunque debía admitir que era muy bonita y tenía un cuerpo de infarto, no en vano su primo Neji la cuidaba de los demás hombres de su facultad.

– Hinata Hyuga – murmuró muy bajito.

A pesar de su timidez, la morena siempre había sido amable y atenta con él, era la única persona que no se burlaba de él ni lo trataba como un tonto. Tartamudeos, sonrojos, esquivar  miradas; había estado totalmente cegado por Sakura para no verlo antes, estaba claro que le gustaba. Sonrió emocionado. Ahora que lo pensaba, Hinata y Sasuke tenían un gran parecido: Cabello negro azabache, piel pálida como la porcelana, los dos eran pocos sociables y muy atractivos para el sexo opuesto.

Su sonrisa creció más.

Quien hubiera pensado que las dos personas más atractivas de su facultad estuvieran enamoradas de él.

.

Notas finales:

Nota de la autora:

*chan chan chan*

¡Muchas gracias por sus comentarios!

Este capitulo ya lo tenia escrito y publicado en otra pagina, pero no me gustaba como habia quedado asi que lo edite y por eso demore en subirlo.

El siguiente  es el ultimo.

Ahora sí, hablando ya del capítulo:

-¡No saben cómo sufro escribiendo lemon! Se me hace tan difícil explicar la situaciones, poses, TODO. Espero que les haya gustado.

-Por otro lado, sé que Sasuke siempre(o casi siempre) es el seme, sin embargo sentí que Naruto al no identificarse como gay sería un poco difícil que aceptara ser el uke, así que varié eso un poco y dije ¡vamos empoderar a Naruto! Jajajaja

¿Qué les pareció? ¿Opiniones?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).