Souichi observaba con cierta expresión de enfado una extensa mansión con increíbles patios llenas de hermosas flores amarillas y blancas que daban un toque fantasioso al lugar, con una excelente vista de piscina llena de agua clara y un columpio de una increíble llanta colgada de un árbol, en la entrada un arco de flores dando una cálida bienvenida.
Si, lo veía.
A través de la fotografía que el profesor le había dado entre los archivos.
Al bajar la fotografía su ira se incrementó al grado de estrujarlo.
Si, había una gran mansión que lejos de ser bonita o de fina belleza para los ojos, estaba más abandonada que nunca incluso podría pasar como una casa de terror para Halloween, la piscina que tenía de agua clara termino siendo un espantoso pantano, es decir, solo había agua verdosa y apestaba peor que las camisas de los mocosos que estaban sin mucho que decir, detrás de él, mientras en el agua flotaban insectos y animales.
Se podría decir que aquellos muchachos estaban aguantándose las ganas de huir, sus expresiones de desagrado o decepción le daban a Souichi un impulso de pedir disculpas a nombre del profesor y posteriormente hacerlo sufrir con sus propias manos.
Volvió su vista a ese atroz panorama, las flores estaban marchitadas y el letrero estaba tachado con un tinte rojo y sobre ella habían escrito: "el que entra será maldecido".
Un escalofrío pasó por sus espaldas a todos al leer el comentario en el letrero.
Y la llanta que se supone que era un columpio había desaparecido para siempre dejando solo una cuerda balancearse con el viento.
_ (malditos mocosos) _ pensó Souichi al imaginarse a un grupo de muchachos gastando una broma a los recién llegados que visitaban el lugar.
El conductor y el bus habían desaparecidos espantados del lugar ni bien observó que todos se habían bajado del bus.
_ ¡BIEN, PANDA DE CRETINOS! _ el grito de Souichi exaltaron al grupo de chicos que estaban bajo su cuidado_ ¡ESTAREMOS UNA SEMANA AQUÍ, PIENSEN QUE ES UNA PRUEBA PARA DE UN GRAN PASO SER GRANDES HOMBRES! _ expresó levantando el ánimo de los cofUKEScof.
_ ¿Y qué se supone que tendremos que hacer aquí? _ cuestionó con fastidio un joven de cabello rubio y ojos verdes atrayentes, tenía pinta de ser de la realeza por su postura y la expresión de caprichoso, Souichi demostrando su intelecto para saber los nombres, supo que era Wólfram Von Bielefeld y su compañero era Yuri Shibuya, quién asentía detrás de él con una sonrisa cálida, tenía cabello y ojos negros, llevaba de atuendo su ropa escolar, ese día había pensado que todos tenían que ir uniformados pero al ver que era el único se sonrojó de vergüenza para finalmente resignarse.
_ ¡PUES QUE MÁS, VAMOS A LIMPIAR ESTA CASA Y CUIDAREMOS DE ELLA LA SEMANA QUE DEBEMOS ESTAR AQUÍ! _ alzando su voz para que todos escuchen, guio al grupo caminando dentro de la mansión mientras planeaba hacer grupos que ayudaran con la limpieza de la mansión, unos destinados a limpiar la sala, otros el jardín, la piscina, los baños, etc.
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Souichi estaba enfurecido por las jugadas que el profesor le había hecho durante el viaje aun sin su presencia, no le habían explicado nada y de lo que leyó en los archivos no ayudaban en mucho, y no es más porque debía hacer la comida para esos ingratos.
Todo por el descuido suyo y el tonto del profesor.
Souichi sabía que no era muy experto en la cocina, que la mayoría de sus platillos terminaban siendo...especiales, pero eso no evitaba que supiera, gracias a su hermana menor, aunque sea una receta casera fácil de hacerlo.
Había revisado por toda la cocina en busca de ingredientes, pero no halló nada más que ratones y tela de arañas, resignado por su mala suerte, pensó en recolectar alimentos dentro del bosque, podía reconocer plantas comestibles y eso ayudaría para hacer la sopa que tenía planeado en mente.
Al salir de la cocina se encontró con él guía al cual temeroso no dejaba de limpiar el pasillo que conectaba a la sala, al levantar su mirada a su persona chillo asustado y nervioso.
_ disculpa, ¿Puede venir conmigo al bosque un momento? _ consulto Souichi observando al joven, el guía quién temeroso no sabía qué hacer dejo el trapo al cual limpiaba el piso.
_ ¡NO ME MATES!¡ NO ME QUITES MI VIDA! _ pataleo arrodillándose en el piso susurrando palabras de disculpas y arrepentimiento.
Souichi estaba desconcentrado de ello, pero no aguantándose más esos extraños comportamientos, enojado lo dejo medio muerto por sus fuertes golpes al pobre guía acostado en el suelo del pasillo.
Se alejó molesto sin dejar de maldecir su suerte y al incompetente guía.
_ (Es mejor ir solo, antes muerto que irme con ese estúpido guía de pacotilla, si regresó antes de la seis de la tarde, llegaré a tiempo para preparar la sopa y cuando todos terminen de limpiar la mansión tendrán la comida lista en sus mesas) _ pensó adentrándose al bosque sin avisarle a nadie sobre su paradero, no quería que los jovenes supieran de lo sucedido con la comida que debía haberles preparado antes del viaje.
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Souichi iba masticando algunas flores que había reconocido como actas para el consumo humano mientras vagaba en el extenso y misterioso bosque, no hubo ningún problema en el camino, tenía la sensación de estar en los zapatos de la protagonista del cuento de la niña de capucha roja que iba a molestar a su abuela.
Si, llevaba una canasta donde recolectaba todo lo comestible, pero eso no decía nada de él.
Entonces ante la impresión de ver un panorama diferente, fascinado por la variedad de especies de plantas y flores, olvidó su último recurso de camino a casa y mientras más se adentraba en el bosque, el sol comenzaba a descender en un ocaso hermoso y él no había vuelto todavía sobre sus pasos, ignorando el peligro y los aullidos de los lobos que comenzaba a escucharse, en otro lado más lejano, los lobos dieron el inicio de la vigilancia matutina a sus alrededor de su territorio , partieron la manada de machos lobos junto con su líder . . .el Alfa.
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continuará